Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.

----

Instituto de Estudios Gallegos Padre Sarmiento

Centro que abrangue disciplinas humanísticas, con referencia sempre a Galicia. Fundouse en 1944 en Santiago de Compostela, adscrito ao Consello Superior de Investigacións Científicas (CSIC). En certa maneira era herdeiro do pioneiro Seminario de Estudos Galegos de 1923. O seu web é http://www.iegps.csic.es
Epístolas
5 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1957-07-27
Carta de Seoane a Fernández del Riego. 1957
Bos Aires
Vigo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Fernández del Riego. 1957 en 27/07/1957

Buenos Aires, 27 de julio de 1957
Sr. D.
Francisco F. Del Riego
Vigo.

Querido Del Riego:
Ahí te va el trabajo de vuelta. Está muy bien y creo que de acuerdo con lo que quieren los directores de la Enciclopedia. Te apunto al márgen algunos detalles que debes tener en cuenta. Suprimir las palabras nuestra y nosotros para darle más tono impersonal al estudio, por la naturaleza de la publicación. Incluir el nombre de la Pardo Bazán, cada día más estudiada, por lo menos aquí, en América, el de Carballo Calero con A xente da barreira y el de Villar Ponte que tiene alguna obra como la última, creo, de su tríptico de interés. Pienso que tambien debes referirte en el caso de la poesía a la narrativa, con su mundo de milagros, santos, hadas, vagabundos, guerreros, etc., como en el caso de Pondal, Curros, Cabanillas y no sé de los más jóvenes.
Llegaron Valentín y Baltar. El primero pronunció una magnífica conferencia en la Facultad de Ciencias Económicas. Apenas hablé con ninguno de los dos, lo haré uno de estos días.
Me interesaría que me enviases el catálogo del escultor Ferreiro de la exposición del Instituto Padre Sarmiento y no te olvides del libro que sobre trabajos estéticos de arquitectos y escultores publicó esa entidad. Envíame urgentemente de vuelta el estudio para la Enciclopedia. Es muy urgente.
Saludos para Evelina y para tí de Maruja y míos y tu recibe el gran abrazo de:
Seoane

P.D./ Supongo que habrás recibido una carta que envié por la fecha aproximada de la que tu me escribes con tus trabajos, debieron cruzarse.

1958-06-24
Carta de Scheimberg a Seoane. 1958
Nova York
París
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1958 en 24/06/1958

París (Hôtel Quai Voltaire), 24 de junio [1]958

Amigo Seoane:

Me he tomado esta tarde unas pequeñas vacaciones para escribirle. Pensaba hacerlo en Santander, antes de abandonar España –para despacharle la carta desde Hendaya, por temor a que fuera abierta y que la mención de nombres de los amigos de España pudiera crearles a estos alguna molestia (lo sucedido a a Del Riego es para tenerlo en cuenta); pero las cosas se dieron en tal forma que no pude cumplir con mi deseo. Al llegar a París, el día 19, me enteré de la muerte de Maside y Vd. no se imagina todo lo que me ha conturbado esta noticia. Aunque sólo cambié con él algunas palabras, pues su estado de salud (como se lo dije a Vd. en una postal despachada desde Santiago) le impedía casi hablar y no había mejorado, cuando unos días después fui a despedirme de él, su muerte me impresionó como si se hubiera tratado de un viejo amigo mío. Y es que todos sus amigos, nada más que por serlo nosotros de Vd., nos recibieron, a Aida y a mí, como si hubiéramos sido amigos de toda la vida. Y yo se lo agradezco ahora. Si en toda España no me he sentido en ningún momento extraño, en Santiago nos hemos sentido, Aída y yo, como en n/ propia casa. Cuánta cordialidad y calor humanos hemos hallado en sus amigos! Era a nosotros, si, pero era principal y fundamentalmente a Vd. a quien agasajaban. Aquí –es decir, en Galicia–, se lo quiere a Vd. talvez como a ninguno. Y yo me alegro de que así sea... Cuando cruzamos el Miño, en la frontera que separa a Portugal de España, a Aída y a mí se nos apretó el corazón y casi lloramos de emoción. El Miño, para Aída y para mí, era muchas cosas juntas: era Rosalía de Castro (cuya tumba visitamos e Santiago, en compañía de Bouza Brey) y era Unamuno, en sus Andanzas y visiones de España y Portugal y eran Vds., Vd. y Maruja. Veníamos de Coimbra, donde durante tres días nos sentimos por un momento estudiantes –aunque un poco maduros– Aída y yo y participamos de los festejos de la Quema de las Cintas, tan particulares y tan llenas de encanto. El paisaje era el mismo (Portugal y Galicia forman casi una unidad –no sólo geográfica, sino idiomática) y, sin embargo, nos pareció distinto. Y lo es en verdad. El paisaje parece que se adulzara y el ser humano es más hondo. Sí, creo que se trata de eso en realidad. En el portugués, talvez, haya siempre algo de teatral, como en el andaluz –aunque en menor medida–; en el hombre gallego no hay nada de teatral. Daría la impresión que se mueve siempre como si estuviera entrecasa, con naturalidad, pero con una naturalidad llena de señorío... Pero, por Dios!, no es de eso de lo que yo quería hablarle, sino de la cordialidad de que nos rodearon sus amigos a Aída y a mí. Con Del Riego y su mujer, Evelina, pasamos dos días deliciosos en Vigo... Y sólo estaba en mi plan quedarnos allí algunas horas! Pero quién se separa así como así, de las personas tan agradables e inteligentes ambos, que rivalizan en agasajarlo a uno? Con Evelina caminamos la ciudad y con ambos, conocimos las comedurías típicas y hablamos de tantas cosas que nos eran comunes. Y luego, Santiago... Llegamos allá el 22 de mayo a eso de las 8 de la noche. Dejamos n/ equipaje en el hotel España y salimos a caminar, Aída y yo, debajo de los soportales, a meternos la ciudad en el alma. Es una ciudad viva, donde las piedras llenas de ancianidad no son un obstáculo. El encargado del hotel se empeñó en que esa misma noche me comunicara con Maside y me presentó para eso a un sobrino de éste, un estudiante que está cursando, creo que el último año de sus estudios de medicina y es aficionado a la pintura. Se llama Carlos. A él le entregué la carta suya para Maside –y por él me enteré de la gravedad del estado de su tío. El pobre no quiso dejar de cumplir con su pedido y comprometió al doctor Bouza Brey para que nos acompañara a todas partes. No creo que muchos hayan tenido un más entendido guía que nosotros. Con él caminamos de arriba abajo Santiago. Y a cada momento, nos repetía: “No dejen de decirle a Seoane que conocieron la calle del Preguntoiro y la iglesia de la Ánimas, y..., y....” así toda la ciudad. En el Instituto de Estudios Folclóricos nos presentó a a P. Jesús Carro. Qué viejecito simpático! Allí en el Instituto guardan todas las cosas que Vd. publica. Por primera vez, creo que no me habría costado ningún esfuerzo decirle padre a un cura, a pesar de mi natural resistencia a hacerlo (y de aquellas palabras del Evangelio que dicen más o menos: “No me llaméis padre; Padre hay uno sólo, y está en el cielo”). Sólo la Catedral la quisimos visitar sin Bouza Brey. Qué majestuosa fábrica romana [sic] la Catedral de Santiago! Y luego, su Pórtico de la Gloria... No menos de seis veces volvimos a verla, a distintas horas y tratando, yo, de no dejarme llevar por recuerdos o sugestiones literarias.... Tiene talvez razón Unamuno cuando dice que aquí no se puede, como con el gótico, hacer literatura. Ni aquí caben distracciones. Y, sin embargo, dos misas importantes que allí, en la Catedral, escuchamos –la que se celebra el 23 de mayo en recordación de la batalla de Clavijo, y una misa del Episcopado (creo que el 25), carecieron de unción mística...
Pero vuelvo a sus amigos. El día 24 estuvimos con el matrimonio García Sabell. Le dejé su carta en el consultorio y unas horas más tarde nos llamó al hotel para que fuéramos a tomar el café a su casa. Qué persona extraordinaria es el doctor García Sabell (y qué hermosa y agradable su esposa)! Había muchas personas a la mesa y se habló de muchas cosas –y de todas era de ver y oír con qué precisa exactitud hablaba García Sabell. Al llegar a la casa y ver allí tanta gente reunida casi lamenté haber ido, pero luego sentí –después de casi 3 horas– tener que marcharme. Tiene una extraordinaria biblioteca con raras y lujosas ediciones de literatura y de arte, y pinturas y dibujos seleccionados con un finísimo gusto. Como recuerdo de ese día, para Vd., hizo firmar a los presentes una foto en que él –García Sabell– está en su Consultorio, con la pared del fondo cubierta con los estampados que le editó Bonino a Vd.. No se la envié desde España –y sí lo hago ahora, por temor a que se perdiera. El único que allí desentonaba era un socialista ,Tarul o Marul, que decía una sarta de banalidades en un tono que habría envidiado Lerroux –y a quién García Sabell había pedido que me informara sobre las cosas de España. En un momento dado, García Sabell le corto el discurso para mostrarnos la biblioteca y las pinturas, y todo terminó bien... Felizmente en España hemos tenido mejores informantes que ese presuntuoso y trasnochado socialista: lustrabotas, mozos de café, un changador en La Coruña, un maquinista de la RENFE en el camino de Salamanca a Madrid, un conductor de automóvil en Santander, etc., etc. En la misma mesa de García Sabell, un señor Briones de Villa García de Arosa. Estos socialistas tan fuera de época y que no sirven ni para colgarlos de la pared! (Ahora, al releer las firmas, veo que se llamaba Martul)... Pero me estoy perdiendo en detalles sin interés. Abandonamos Santiago, Aída y yo, con verdadera pena, dejando amigos y cariños. Y me fui a despedir de Maside, sin sospechar que se nos moriría pocos días después. Para Vd. me mandó un gran abrazo, un emocionado abrazo. Ahora, al transmitírselo, pienso que él presentía que era el último...
Y luego según n/ desfile precipitado: La Coruña, con su Torre de Hércules, a cuyo faro ascendí hasta el punto más alto –celebrando así a mi manera lo que Vd. celebró en dibujos de sabia caligrafía y Rafael Alberti en emocionados versos; León, cuya catedral sigue siendo un milagro de ligereza, y su Igl. de San Marcos –de un románico sobrio y cuya capilla funeraria conserva en su cúpula unos frescos sólo equiparables a los del Museo de Arte antiguo de Barcelona. Y luego más, Zamora –en que todo, o casi todo, es románico y en la que el reloj del tiempo pareciera haberse detenido. Y Salamanca, que para mí estaba llena de recuerdo de Unamuno; y, sin embargo, en esta España de Franco sólo se ha salvado de él el hermoso busto en bronce de Victorio Macho (y una cabeza en bronce, de la misma obra, en Madrid, en la Academia de San Fernando). Con quienes intenté hablar de Unamuno, o no sabían mucho de él, o temían hacerlo, y hasta el aula donde en 1920 le escuché dictar una de sus clases de filología ha desaparecido. Sólo el chófer que nos condujo de Santander a Irún tuvo un recuerdo emocionado para Unamuno; y era nada más que un obrero del volante!.. En Madrid estuvimos con Maíztegui (políticamente muy bien ubicado) a quien hicimos llegar su carta y con quien caminamos y hablamos mucho. Debo volver sobre las emociones experimentadas frente a Goya, y Velázquez, y el Greco? En cada sitio nos fuimos despidiendo como si fuera la última vez que vamos a verlo. En Madrid, al salir de San Antonio de la Florida, visitamos una vez más el Manzanares y con Aída nos juramentamos que volveríamos, sí, a España –pero acompañando a los españoles del exilio y para danzar todos juntos sobre los podridos restos de Franco... Yo no sé si se puede crear sobre el odio; pero cuando pienso nada más que en lo que en España tenemos oído sobre este grotesco payaso de la historia que es Franco, empiezo a creer que el odio es casi un deber. Odiar, sí, y hasta la muerte. Hay que formar el gran ejército del odio contra los enemigos de la vida. Cómo se comprendería en España a un nuevo [Mateo] Morral! Pensándolo serenamente, ya sé que no sirve de mucho el atentado individual; pero qué satisfacción se sentiría si alguien hiciese estallar por los aires a esa carroña. O es que solamente los tiranos tendrán derecho a disponer de la vida de los demás y nos hemos de horrorizar si alguien les revienta a ellos los huesos? Desvarío, pero, Seoane, hay que haber oído todo lo que llevamos oído en España y pensar en este pobre pueblo que se muerde los codos de rabia ante su propia impotencia –y que nos venga luego con reflexiones académicas sobre la buena táctica política. El atentado individual, sí, ya lo sé, no es solución –pero a veces puede ser una lección; y el tiranicidio, en cualquier caso y en última instancia, siempre será una medida de higiene para el mundo... Desgraciadamente creo que habrá Franco para rato –y solamente un vuelco total en la política internacional podría precipitar su caída. Se producirá ese vuelco? Lo espero. Pero, cuándo?.. Yo he recogido datos sobre lo que ganan los obreros y los empleados en España y lo que cuestan los artículos de primera necesidad. Pensaba mandárselos a Vd., pero, después de reflexionarlo, me parece tonto hacerlo. De qué le serviría a Vd.? Bástele eso: el pueblo está cada vez peor y las cárceles no se vacían. Todos los días se filtran noticias de nuevos procesos y nuevas condenas, mientras los rufianes de la prensa ensayan nuevos ditirambos para el Gran Payaso. Es un asco! Y termino, Seoane. Lea en los diarios españoles la “interviú” que acaba de hacerle a Franco un periodista de Le Figaro; produce náuseas...
De otras cosas quería hablarle, y ya ve, siempre se cae en lo mismo. Pero algún día eso deberá terminar. Terminar... Es lo único que ya nos queda por pedir.
Si en otro momento llego a estar más tranquilo (y aquí, en Francia, con De Gaulle, no es como para estarlo) le escribiré de otras cosas. Esta vez, perdóneme. Sepan, Vd. y Maruja, que están en nuestro corazón –y que, para Vds. y para nosotros, deseamos un mejor porvenir.

Los abrazamos

Scheimberg

P. D. He retenido esta carta hasta hoy, 25, y al fin me decido a mandarla; no sabría que cambiar en ella, o si destruirla del todo. Esto lo dejo a su arbitrio…Y adiós.

S.
1. O autor éstase a referir ás obras Por tierras de Portugal y España (1911) e Andanzas y visiones españolas (1922) , mesturando os títulos.

1961-09-04
Carta de Piñeiro a Seoane. 1961
Santiago de Compostela
Bos Aires
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Piñeiro a Seoane. 1961 en 04/09/1961

Compostela, 4-IX-61

Querido Luis:

Chegamos hai dous dias de Asturias, pois Isabel é de Xixón e sempre pasamos alí parte das vacacións. O mes de agosto repartímolo entre Coruxo, Láncara, Xixón e Castropol. Por eso non puiden recibir e atender o teu amigo Jacobo Kogan, que veu a Compostela coincidindo coa nosa ausencia. Pasou igual con Canito, o direitor de Ínsula, e con un profesor brasileiro. Sinto de veras non lle ter podido amostrar Compostela ó profesor Kogan. Tódolos anos nos ocurre o mesmo, por ser o mes de Agosto de moita afluencia de forasteiros.
O de Aquilino foi abraiante. Il sentíase algo froxo de saúde, pro era debido á sua vella e descoidada diabetes. Aquiles dias andivo normalmente con uns i outros. O mesmo dia que morreu fixo vida normal e tiña un taxi agardando pra saír de viaxe cando se sentíu mal. Un súpeto infarto de miocardio estranguloulle o folgo en poucos minutos. Eiquí tivo resoanza a sua morte e veu xente de toda Galicia ó enterro. Eu estaba en Vigo e viñen co Cunqueiro, o Paco, o Ferreiro e mailo Alvarez Blázquez. Pouquiños dias antes estiveramos falando longamente no Instituto P. Sarmiento do seu Diccionario e dos problemas ortográficos do galego. Tamén falamos da sua saúde, pro non lle notei desalento. Pola contra, mostrábase disposto a se someter a un tratamento serio. E faloume dunha idea que íl tiña pra facéremos unha escursión de varios dias por Galicia. Foi unha pena que morrese tan prematuramente. Aínda tiña moito que facer na nosa cultura.
Dixéronme que estivo eiquí Rafael Dieste e que marchou a Extremadura e Madrid. Tamén lín nun xornal atrasado que se puxera A Fiestra valdeira en Rianxo. Eiquí, na Coruña e mais en Vilagarcía púxose Os vellos non deben de namorarse. Acudíu moita xente nos tres sitios.
Moitos saúdos nosos a Maruja e de Isabel pra tí. Unha aperta moi forte do teu amigo

Ramón

1978-02-13
Carta de Díaz Pardo a Seoane. 1978
Sargadelos
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Díaz Pardo a Seoane. 1978 en 13/02/1978

13 de febrero de 1978

Sr. Don Luis Seoane
Buenos Aires

Querido Luis:

El sábado 11 al salir de Sargadelos recogí tu carta del 3. Hace unos días recibiera otra, pocas líneas, refiriéndome brevemente tu llegada griposa. Todos hacemos votos porque tu buena salud se afiance. Tu carta última da la impresión de que estás en buena forma.
Me alegra tu disposición frente al homenaje al Seminario de Estudios Gallegos. La idea está siendo aceptada muy bien y todos ofrecen colaboración. Tomo buena nota de tus sugestiones. No sabía nada de lo que dices de Xohán Pla. Si recuerdas algo más amplíalo. Puedes enviar todas cuantas sugestiones quieras. Hay tiempo. Tenemos dos meses. Aunque yo diga menos para acelerar a los demás.
La idea de restauración del Seminario ha encajado tan bien que el mismo Instituto Padre Sarmiento solicitó de la Asamblea de Parlamentarios la reconversión de lo que fue. Urge pues hacer esto exponiendo bien las cosas y ordenando bien los conceptos para que se haga, lo que hagan con el Seminario, lo hagan bien, porque hoy las cosas tienen que ser mejores que lo que fueron ayer y transportadas a nuestro tiempo que es distinto del tiempo en que el Seminario se creó.
El sábado último Valentín leyó su discurso de ingreso en la Academia sobre Guimarães Rosa y en nombre de Cunqueiro, que está enfermo, leyó la contestación Paco.
De momento esto es todo lo que hay. Contesto esta rápidamente para que sepas que tienes tiempo para hacer sugestión de cuanto quieras y de cuanto puedas, cuanto más mejor, para lo del Seminario.
Aprovecho también para preguntarte una cosa: Dentro de poco va a haber una reunión para lo del Pedrón de Ouro. Me convocarán como hicieron el año pasado para nombrar el de este año. (El año pasado delegué en el Presidente para que hiciese con mi voto lo que quisiese). Creo que debe haber más gente que yo que piense que ya debieras haber sido empedronado. Y aunque esto es un poco, no sé cómo te diría pero tú ya me entiendes, sin embargo creo que habría que aceptarlo por una serie de razones que no tienen que ver desde luego nada con el hecho de aumentarte la gloria. Más bien tu aceptación supondría un acto de humildad. Tengo varias dudas. Creo que el Pedrón lo entregan hacia finales de mayo. A todos nos interesaba que tú pudieses aceptarlo y que pudieses venir. Y la pregunta es: ¿podrías venir? [En nota manuscrita na marxe esquerda:] Esto es simplemente para estar preparado para según vengan las cosas.
Celebro que estás trabajando y exponiendo. Veo que no has perdido el tiempo.
El correo aquí anda muy mal. Hay mucha correspondencia atrasada sobre todo en Madrid. Supongo que ahí no andará mejor.
Nada más por hoy. Abrazos muy fuertes para ti y para Maruja.
¡Ay! Si no fuese por lo mucho que tienes que hacer hasta me atrevería a indicarte que no te olvidases de la monografía de Maside...

[Díaz Pardo]

1978-03-25
Carta de Díaz Pardo a Seoane. 1978
Sargadelos
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Díaz Pardo a Seoane. 1978 en 25/03/1978

25 de marzo de 1978

Sr. Don Luis Seoane
Buenos Aires

Querido Luis:

Recibí, ya hace días, la tuya del 3 cte. Muy importante es lo de Plá. Sí era de Viveiro. Aún no hablé con los Dieste, pero espero reunirme con ellos dentro de pocos días. Lo de Santiago va avanzando pero hasta primeros de mayo no habrá forma de inaugurarlo. Aún esta semana se acabó la obra de albañilería y falta desde fontanería, electricidad, etc. hasta carpintería todo. Quedará muy bien pero tenía más vueltas que las que se habían calculado. Para el cuaderno L[aboratorio de] F[ormas] se van reuniendo los textos; ya faltan pocos. Tu tapa aún no llegó, supongo que estará a llegar. En efecto hay muchos más nombres vivos que los que hemos barajado en nuestras cartas pero de alguna manera estarán presentes en la exposición y una relación de todos estará en el cuaderno. Pero los que colaboraran en el Cuaderno creo que están bien elegidos para dar testimonio de lo que fue el Seminario por sus fundadores, Directores y Consejeros, que están vivos, y por dos colaboradores (Fraguas y Del Riego). Tomé información primero y todos estuvieron de acuerdo. Se está investigando lo que fue el Seminario. Están ayudando todos. Especialmente los que están trabajando en el P[adre] Sarmiento. Todo hace sospechar que hubo un saqueo en los primeros tiempos franquistas pero esto aún no se podrá decir o no convendrá decirlo hasta que el decirlo sea pura historia sin acusaciones para los que están todavía ahí. No aparece el acta fundacional. Tampoco nadie da razón del discurso de Castelao “Do Novo Esprito”, que por su título y por el Centro donde se decía tenía que tener un interés especial para nosotros. De todos modos va a sorprender la información que se va a desvelar y divulgar. Es cierto lo que dices de Martínez López. En un primer momento lo pusimos a él para el idioma. Paco del Riego opinó que no obstante era mejor que el idioma lo hiciese Calero que parece ser que es el que hoy puede hablar mejor de ello. Los responsables de la sección habían sido Cotarelo y Moralejo más tarde. Filgueira, Martínez López y Calero fueron discípulos y colaboradores del primero. Por otra parte Martínez López va a hacer algo más que historia pues coordinado con Filgueira van a complementarse y contar algo más.
Nos alegró mucho saber que harás el tapiz. María Elena ya está afilando el telar. Pero también quisiéramos saber que tu salud se va afianzando y hacemos votos por que te encuentres perfectamente restablecido.
Estamos acabando la Semana Santa. Los hijos se han ido todos a Madrid, y nos han dejado sin nietos. Aquí nos quedamos solos. Una desgracia.
El país va de mal en peor. Pero la gente no deja de gastar gasolina indiferente de la gravedad que se va acumulando.
Me supongo que te van enviando todo lo que va saliendo de Ediciones.

Abrazos muy fuertes para ti y para Maruja, vuestro

[Díaz Pardo]