Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.

----

Centro Ourensán. Bos Aires

[entidade social] O Centro Orensano de Buenos Aires fúndase en 1941 como unha entidade federada dentro da Federación de Sociedades Galegas até 1944. Ten, no intre da súa fundación, 1.500 socios. En 1944 publicará o Sempre en Galiza de Castelao que xa fora delegado nun congreso da Federación en 1942. Editaba o xornal El orensano. En 1979 xúntase ao centro coruñés, lucense e pontevedrés dando lugar ao Centro Galicia.
Epístolas
4 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1951-08-29
Carta de Seoane a Fernández del Riego. 1951
Bos Aires
Nova York
Vigo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Fernández del Riego. 1951 en 29/08/1951

Buenos Aires, 29 de agosto de 1951
Sr. D. Francisco F. Del Riego
Vigo.


Querido Del Riego:

Recibí tu carta precisamente cuando estaba a punto de escribirte, no sobre la exposición pues creo que existen en ésta una buena cantidad de corresponsales que escriben sobre lo que no saben, sino sobre tu libro que recibí. De la exposición creo que está dicho todo. Interesaron por este orden a las gentes conocedoras de pintura y a los pintores: Maside y Laxeiro por razones distintas, luego Prego, Pesqueira menos y Díaz Pardo. Julia Minguillón absolutamente nada como pudiste darte cuenta por los recortes de los diarios de aquí, que en cuanto al juicio sobre ella representaban el juicio general de las gentes a quienes me he referido antes. Faílde gustó mucho. Sé que tienes amistad con Julia Minguillón y no quiero decirte más, solamente que toda esa pintura que ella hace y que algunas gentes de ahí se sienten por lo visto obligadas a elogiar, contribuye a desorientar al público gallego. Laxeiro pudo percibir bien la opinión del público de ésta y alguna crítica a pesar de la simpatía general por la exposición no dejó de decirlo. La exposición debió de haber sido, de no contar con los pintores que están fuera de Galicia, solamente de dos o tres y el escultor por ejemplo. En cuanto a la poca venta los problemas son otros y te ruego le digas a Paz Andrade, con quien estoy en deuda de carta, que no achaque la falta de venta a los precios, pues muchos cuadros están en su precio y de acuerdo en general con los precios de ésta. No se trata de precios ni deben ahora rebajarse pues puede dar idea de una liquidación que no existe creo en el ánimo de los artistas.

La exposición, precisamente por la desigualdad de las cosas expuestas, por el ecleticismo (sic) con que estaba realizada luchó desde sus comienzos contra su éxito económico, las gentes estuvieron desorientadas. Luego el tamaño de algunos cuadros y sobre todo el fiar la gente de ahí en los mecenas de ésta. Yo estoy por creer que Alvaro Gil (existiendo desde luego entre A. Gil y las gentes de aquí millonarios como él igual distancia que de la tierra a la luna, por cultura, sensibilidad etc.) por ejemplo, lo hace todo en Galicia, edita libros, funda instituciones, fomenta iniciativas, escribe, pinta, etc., y que todos vosotros, los que trabajáis, sois una especie de fantasmas, que tú, Aquilino, Otero, la gente de Galaxia, la de Benito Soto, etc., no existís; que el que todo lo hace es Alvaro Gil por ejemplo y su dinero. Que es el autor del Patronato Rosalía e incluso de la Academia y no faltaría más, para que esta idea fuese popular, que desde ahí nos enviase Alvaro Gil por ejemplo algunas pesetas de vez en cuando, reunidas entre muchos al finalizar algún banquete, para tenerlo como seguro autor de todo y propagarlo. Perdóname, supongo que me entiendes, pero así estáis viendo la colectividad gallega de Buenos Aires desde esa. Estáis seguros de que son Manuel Puente, gran fantasmón de guiñol, y otros que no cito los autores de todo cuanto se hace aquí y estáis cometiendo un error, estáis juzgando mal a esta colectividad. Todo esto te lo digo para asegurarte y para que lo comentes si quieres con Paz Andrade que por lo visto no se enteró de esto y es natural que así fuese cuando estuvo en Buenos Aires, que esta gente no compra cuadros, ni libros y que no se le ocurrió a la Comisión de Cultura del Centro Gallego organiza para ellos la exposición de pintura, ni nada.

Tu Historia de la Literatura Gallega es de una gran utilidad, está hecha con sentido didáctico y su practicidad le ha de hacer indispensable. Me parece por todo concepto un excelente libro, aunque conocía el original creo que lo has cambiado, corregido y ampliado bastante. Te felicito de todo corazón como tambien por su presentación, adecuada y finalmente realizada. Te agradezco la mención de mi libro que a pesar de su buen éxito en esta no volví a ocuparme de él desde que salió, ni siquiera lo envié a las personas cuyas direcciones te solicité. No estoy de acuerdo en cambio como puedes suponerte, con la mención de Puente y Prada, pues de esta manera eres injusto con la gente de aquí que han hecho en esta mucho más por la cultura gallega y tanto por lo menos que ellos. Este es el caso de Cuadrado en primer término, que conmigo intentó pro dos veces la aventura de crear cuatro colecciones de libros gallegos llegando a publicar una cantidad importante de libros, con afiches para las calles, propaganda, viajantes, etc. Es el caso de Núñez Búa, de Pita, etc., y de mucha gente humilde que ha trabajado durante años en la divulgación cultural gallega. Pero esto no es culpa tuya sino de quienes habiendo estado en esta y conociendo a quienes vienen haciendo esta labor no te han informado como debieran y tambien de Otero a quien yo dí una ficha bosquejada del trabajo realizado en ésta en los últimos años. Laxeiro está comprobando, supongo, igual que Bouza, cuando hay de farsa en estos mecenazgos supuestos y divulgados por correspondencia.

Perdóname la acritud que pueda poner en esta carta, pero es que me siento cansado y con ganas de retirarme de todo, tengo como no tuve nunca la sensación de perder el tiempo, de la inutilidad de cualquier esfuerzo relativo a esa y arrepentido de haber sido el primero que trató de iniciar el intercambio cultural que ahora existe entre esta y esa, pues si hubiese pensado por un momento que hubiese servido para acreditar a logreros como mecenas no lo hubiese hecho. Otra noticia: el Patronato Rosalía de Castro le encargó a Laxeiro por ejemplo, los retratos de Villamarín y de Puente. Es como para reirse durante años.

Creo que será a última carta que te escriba sobre estas cosas, pues estoy casi seguro de dejarlo todo por cansancio y asco para dedicarme solo a mis cosas. Me hubiese gustado regresar a Galicia, pero moralmente me siento inhibido de hacerlo y sospecho, tal como se presentan las cosas, que ya nunca más podré, podremos algunos volver.

No leí el estudio de Ruibal pues aquí aún no llegó la monografía. El jurado de Curros aún se designó, supongo que será designado uno de estos días y hasta ahora han llegado pocas obras. El asunto tuyo del pago de la corresponsalía lo planteé, sin conocer tu propósito, hace aproximadamente un mes y quedó suspendido hasta la reunión de la primera comisión tal como quedó constituída nuevamente y que será precisamente esta noche. Estos días te enviaré otros tres libros de poesía de “Botella al mar” alegrándome mucho de que te hubiese gustado su presentación.

Me gustaría que me escribieses largamente pues tus cartas y las de Maside me hacen un bien como no podéis imaginaros. Recibe los saludos de mi mujer y míos para la tuya y para tí el abrazo fuerte de


Seoane


[Manuscrito]
De la exposición se vendió también el cuadro de Maside La Jaula para el Museo, donado por las Sociedades Coruñesas y es probable que el Centro Orensano y el Pontevedrés adquieran alguno. Estamos en eso.

[Carta manuscrita e o membrete:] FRANCISCO FERNÁNDEZ DEL RIEGO/ABOGADO/PROGRESO, 12/TELEFONO 3770/VIGO

1955-05-22
Carta de Maiztegui a Seoane. 1955
Nova York
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Maiztegui a Seoane. 1955 en 22/05/1955


Madrid, 22.V.1955

Querido Seoane:

Hace tiempo que debía escribirte. He tenido todo este tiempo mucho trabajo (4 películas en un año...). Acabo de regresar del festival cinematográfico de Cannes donde los críticos de cine premiaron Muerte de un ciclista dirigida por Bardem (valor de más talento de la nueva generación) y que tiene música mía. Por razones “oficiales” sólo pudieron pasarla en privado, fuera de concurso del festival oficial, pero llamó la atención de veras. Ahora se trata de lo siguiente: Sabrás que tengo listo el Macías o namorado para soprano, tenor, coro mixto y orquesta. La obra dura lo menos una hora y la orquesta es de 37 profesores.
Escribí días pasados al Centro Orensano ofreciendo su estreno para el 25 de julio, día de Galicia, con su auspicio en el acto a realizar con tal motivo. Con la mayor cordialidad, me han contestado que el Orensano no puede ni está en condiciones financieras para el desembolso que requiere la ejecución de Macías, pero que había la posibilidad de que fuera estrenada en el festival del Centro Gallego para el día de Galicia que piensan realizar en el teatro Colón. También me sugieren que el estreno sea postergado para el año 1957, que se cumple el 50º aniversario del Centro Gallego, pero yo prefiero, si hay alguna posibilidad, que sea este año. La partitura no ofrece grandes dificultades, ni tampoco los coros. La envié al [Orfeón] Terra Nosa para que comenzaran a estudiarlos. Naturalmente que tendrá que ser reforzado por profesionales de cada cuerda, lo que se puede hacer varios ensayos previos al estreno. Respecto al presupuesto, cifras no podría darte, pero, en cambio, paso al detalle para que te asesores con Maragno, el director del coro Terra Nosa:

1) Soprano
2) Tenor
(Solistas)
3) 4 Sopranos
4) 4 Contraltos
5) 4 Tenores
6) 3 Bajos
(Refuerzo del coro, que lo dejo a criterio de Maragno)

Orquesta:
1 Piccolo.
2 Flautas.
2 Oboes (1 corno inglés)
2 Clavicordios.
2 Fagot
2 Cornos
2 Trompetas
1 Tambor-platillos.
1 Conchas-triángulo.
1 Pandero
1 Celesta Glockenspiel
1 Arpa
12 Viola (dividida en 3 registros: grave, medio, agudo)
4 Cellos (o 3)
2 Bajos
Profesores: 37

-Creo que no me olvido de nada. -El texto está en gallego. -La obra tiene más bien carácter de música de cámara (así he sentido el clima lírico de Macías). -Dificultades por falta de tiempo para ensayos no creo, pues en cuanto me contestaran, enviaría el material. -Te ruego veas al Flaco Zalezzi, a quien escribí sobre este asunto y le daba más detalles respecto a mi viaje para el estreno (Posibilidad de incluir en el presupuesto mi pasaje de ida y vuelta a España).
Sabrás que aquí estoy trabajando mucho. La semana pasada estuve en París y me encontré con Colmeiro. Charlamos de muchas cosas, lástima que no todas sean buenas. Bien, te ruego disimules la molestia que te doy con el Macías y espero ansioso tus noticias.

Con saludos afectuosos para tu mujer y los amigos, te abrazo.

Maíztegui

No tengo tu dirección particular.
Chau
(Direc.: Meléndez Valdés 59. Madrid)

1971-03-03
Carta de Seoane a Palmás. 1971
Bos Aires
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Palmás. 1971 en 03/03/1971


Buenos Aires, 3 de Marzo de 1971

Sr. D. Ricardo Palmás
El Castro

Querido amigo:

Recibín as suas cartas, a de Barcelona e a do Castro, que non respondín por acumulación e desorden do meu traballo e polo disgusto que me ocasionóu o ataque estúpido de A Nosa Terra, que ten coma oríxen o ter saído en defensa de Dieste. Non sospeitei endexamáis tanta vileza disfrazada de patriotismo nesa xente. O meu xeito respondinlle con unha carta aberta que remito hoxe a Díaz Pardo, na que respondo a algunhas das aseveraciós déles e, naturalmente, non podo responder a eso de que teño que acercarme ó pobo, pois aínda sen sabere ben que [é] o pobo, dende logo sei que non é unha “patota” que se reúne todolos días a beber unha chiquita no Centro Ourensán, ou no Centro Pontevedrés, ou en calquera dos centros onde cinco ou seis matinan como gobernare a coleitividade, entre malidicencias e noticias encol dos precios por exempro, das roupas de home ou do calzado, en xeral do mercado porteño. Todo esto tróuxome mal, e renuncio dende logo ó Instituto Arxentino de Cultura etc., do Centro Galego, e a todo o que teña que ver coa coleitividade. O autor do artigo máis inxuriante de A Nosa Terra, “Olimpo de palla”, é Cupeiro, con quén non teño falado duas verbas seguidas dende que o coñezo. Galeguista porque nasceu loiro. Mais detrás déles está, sospeito, a man de Valentín, Val Capone, coma lle alcuma Vilanova. De calquer xeito dinlle o meu plan a Martínez Lamela e Prada para que o fagan seu.
Alegróume moito de que teña atopado material pro seu traballo e que lle tivese sido útil o coñecemento de Martínez Barbeito, pra mín o estudoso mais serio do século XVIII galego e de menos prexuicios. Conviña que esas noticias se unisen ó estado económico e social de Galicia nese século, e vive na Cruña un profesor, cuio nome non me lembro neste intre, amigo ou coñecido de Díaz Pardo, que ten pubricado algún libro encol destes probremas. Chámase, penso, Meijide Pardo, ou algo eisí. Eu traballo bastante e o día seis de abril inaugúrase no Museo de Arte Moderno unha retrospeitiva de grabados meus, 200 grabados, unha afición burguesa. Supoño que a xente que vai coñecendo e que son amigos meus protestarán pola miña falla na correspondencia. Gostaríame, de calquer xeito, que vostede trouxera a versión encol da miña aitividade nesa coma testimuño. De todalas cousas a que renunciéi por lealtade ás miñas ideias e por temor a non ser comprendido eiquí. Que o leven a Elviña a ver o sitio onde queren que faga un mural ó Auntamento de A Cruña, logo de renunciar a facelo no Pazo dos Deportes.
Un saúdo de Maruja e meu pra todolos amigos. Pra Mimina, Isaac e Xosé, e unha aperta pra vostede:

Recibín a súa adhesión, que lle agradezo e, xunto con unha de Díaz Pardo e outra carta que me remite dende o Castro onde me escribe encol dos seus traballos. Non sei si coñece o libro La población de Galicia de Javier Ruiz Almansa editado polo Instituto Balmes de Sociología, “Consejo Superior de Investigaciones Científicas” de Madrid. É moi importante. Ten moitos datos referidos ós séculos XVI e XVII, que poden estenderse ó XVIII. Tamén conviña buscare traballos sobre as amortizaciós dos bés da Igrexa na época de Carlos III. Mejide Pardo ten un libro encol da emigración galega intrapeninsular. Apertas:

[Seoane]

1975-02-14
Carta de Pérez Prado a Seoane. 1975
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Pérez Prado a Seoane. 1975 en 14/02/1975


Buenos Aires febrero 14 de 1975

Mi querido Seoane:

Circunstancialmente varias y, creo que debo aceptarlo, un poco de resistencia interior, demoraron esta carta imprescindible. Cuando me llamó usted antes de partir, le dije que hubiésemos tenido que hablar en eso días y –añadí– trataría de reemplazar ese diálogo con una o más cartas. Y aquí me tiene, cumpliendo con esa necesidad que es también una obligación; escribo en mi bufete hospitalero, en un pronto, sin buscar elegancias y apenas levantando mi cabeza sobre un mar de inquietas dudas. Trataré de ser claro, sincero como lo fui siempre que pude y ahora sé que puedo y debo. Le pido que con su tradicional franqueza me responda; sus consejos, absoluciones o palmetazos serán por mí bienvenidos una vez más y de todo corazón.
A riesgo de fatigarlo, será menester un poco de historia. Usted conoce a Jorge Prelorán y a sus deseos de filmar una película sobre nuestra Tierra y pueblo; es, creo, uno de los frutos que ayudarán a perdonar las muchas faltas de mi librito, pues en él descubrió este niño grande a nuestra Galicia y empezó a dolerle nuestro drama. Pero entre los sueños del filme y su concreción mediaba un abismo de millones que sólo pudimos rellenar con amistad y fantasía. El asunto trascendió, sin embargo, y lo comentaron algunos paisanos. Por fin y como residuo, quedó en el aire la sensación de que yo conocía a un gran experto en cine –y, para colmo, americano– a quien las cosas de Galicia interesaban. Y un día, en el Centro Gallego, me abordó Valentín Fernández con la pregunta de si a ese amigo que decían que yo tenía podría hablársele de un trabajito profesional: el de poner en mínimas condiciones potables unos cuantos metros de película que guardaban en el Orensano.
Y lo puse en contacto con Jorge y vimos ese material. Castelao aparece algunos segundos, el resto son escenas donde con gran tenacidad y cómplices sonrisas aparecen y desaparecen –y, fatalmente, reaparecen– el señor Puente y el señor Prada más algunos otros, menos perseverantes. Ese malísimo documento, al que no falta cierta macabra inocencia, incluye como agregado metros filmados en Galicia y en España donde con buena vista alcanzan a verse lugares en los que vivió Castelao.
Prelorán dijo que no quería hacer, a estas alturas de su vida y evolución creadora, tareas como ésta que le pedían, de mínimo profesionalismo, aún si cumplían con las amenazas de pagarle bien. Él buscaría un amigo capaz y esa compaginación, pegoteos y mínimas tijeras que pedían los dejaría satisfechos a corto plazo y costo. A esta declaración de asepsia o voluntad artística siguieron días y semanas de avances y retrocesos, danzas y contradanzas cuyo detalle menudo es inútil. Lo cierto es que, paso a paso, con americana tenacidad por el lado galaico dirigido por nuestro robusto paisano y con barrocas gallegadas por cuenta del indeciso Jorge, llegose a un acuerdo muy alejado del proyecto original. Prelorán, a quien entre tanto zambullí en el mundo plástico de Castelao, filmaría una película con toda libertad y como él sintiera la cosa. Sólo pedía un algo así como una beca, una asignación mensual capaz de mantenerlo durante los seis meses previstos fuera de otros compromisos y dedicado, pues, plenamente a su nuevo personaje. Habría que pagar las facturas que apareciesen en concepto de película –en blanco y negro, pero muchísimos rollos– y quizás otros gastos. (Para dar a usted la información más completa: los honorarios totales de Prelorán fueron por él fijados en dos millones y medio, que prefería en cuotas mensuales durante el semestre) Jorge pidió todo el material gráfico posible, independencia y un asesor que trabajaría duro y en equipo durante los seis meses y que él elegiría. Por supuesto que resulté yo y que abrumado por las dudas y las reservas que usted supone ni siquiera acepté: simplemente descubrí que estaba metido en el asunto sin remedio. Alcancé, sí, a declarar exigencias mínimas: yo colaboraría si entendíamos todos que se trataba de una película de Jorge Prelorán sobre Castelao; empresa que requería dineros, materiales y cierto asesoramiento; que como en cualquier trípode bien equilibrado cada una de las patas valía tanto como las otras y sólo valía en conjunto; nadie, pues, fuera de Prelorán y en tanto creador, podía llamarse campeador en la odisea. Exigí también libertad para moverme por sobre los valados, los muros y los fosos que separaban a quienes pudieran colaborar o a quienes yo debía informar. Hablaría con todos y con la mayor franqueza; así lo hice y hasta ahora sin tropiezos. Prada, Faustino Iglesias, Abraira, Pita, el Tacholas, etc.., me ofrecieron lo que tenían luego de conocer de qué se trataba. Se realizaron las filmaciones. En lo de Prada, por ejemplo, sudamos varias horas bajo lámparas y por fin le quedamos dos veces la instalación eléctrica. Con artes diplomáticas que hubiera consentido Gondomar, pero con la mayor limpieza y claridad pasé de Fulano a Zutano que se detestan y de Mengano a Perengano que no pueden verse. Al parecer, todos comprendieron como traté de convencerme yo de que se trataba de una oportunidad para divulgar la obra de Castelao y que no era el caso de hacerle el caldo gordo a nadie aunque a la postre se lo hiciéramos... Actué con una voluntariosa inocencia y con una instrumental ingenuidad, pero sin ocultar, ante cada uno de los bos e xenerosos, mis dudas y recelos.
Llevamos gastado lo que a mí me parece mucho dinero. Hay pilas de rollos filmados y estamos a pique de terminar con el registro gráfico; la casa de Prelorán es un museo de material tridimensional aunque no creo que podamos mostrar nada muy original. En fin, pronto vendrá la tarea en sí y quien sabe qué con ella. Trataré de salvar para nosotros a la película. Jorge puede hacer otra gran obra de arte de las suyas, quizá, pero si alcanzo mi propósito, no quedará el filme en eso, con ser tanto, y llevará expresado el compromiso ineludible.

Seoane: retomo la carta unos días más tarde. La independencia que goza –por ahora– Prelorán, me tranquiliza por un lado y me inquieta por otro. Es una especie de fértil retiro donde no llegan las interesadas presiones y es una patente de corso que Jorge puede usar como un niño en una confitería: probando lo que solicita el gusto o el capricho y dejando a un lado, quizás, el alimento de substancia. Claro que soy yo quien tendría que guiar a Jorge y darle un rumbo a seguir, una inexcusable melodía a tocar para que la adorne, si quiere, con variaciones y genialidades. Pero no es fácil, ya lo veo. Ayer, por ejemplo, pasé unas seis o siete mortales horas para convencer al barbado de que lo del 28/6/1936 es el meridiano al que corresponde ajustar el tiempo de la película. En otros términos: que hasta esa fecha se trepa por distintos caminos de diferente conciencia y desde allí se baja lentamente. Y que tanto la subida como el descenso existen y cobran sentido contempladas desde la cima. Y que luego de aquel 28 de junio y en dramática dialécticas con las Españas y el mundo entero se pierde con un juego de altibajos donde alternan los zumos frescos de la esperanza con las amargas hieles de la impotencia y los vidrios molidos de la tradición.
Como Jorge es, además, músico, creí lícito apelar a metáforas de pentagramas y le dije que, a mi juicio y aparte de todo lo que inventara su genio y enriqueciera la línea interesaba, sobre todo, esa línea: un crescendo donde hasta el clímax jubiloso, un calderón de hora estelar y epifanía; y un descender quebrado, luego. En esa lisis, el nervio vertebral de nuestro drama concierta su diálogo con la esperanza escuchando los ciegos instrumentos: desde las trompetas claras y los timbales limpios al ovillo enfermizo de tantos y tantos violines sin que falte la prestidigitación de las arpas. En fin: Gondomar tratando de venderle whisky a su Graciosa Majestad, sólo que con un propósito nada tabernario. Y Prelorán, que naturalmente carece de mucho de lo que nos sobra y quiere a nuestra Tierra, pero todavía ella no le duele, respondía con iracundas genialidades y afirmaciones técnicas. ¡Eso no es cine! ¡Eso carece de ritmo cinematógrafo! ¡No se puede; no tengo, no veo, no sospecho imágenes para dar fondo a esa historia! Pero creo que lo dejé preñado: me pidió, al fin, agotado y meditabundo, una suerte de guión esquelético donde yo, para su información, le diese formalmente mi idea de lo que tenía que ser la película. En eso estoy.
Quizá dentro de algunas semanas y seguramente dentro de un par de meses sabré con alguna certeza si el medio año que le regalo a esta patriada está justificado. Y usted conocerá entonces mi desaliento, mi conformidad o mi esperanza.

Con el afecto de siempre y con mis cariños para Maruja le envío un apretado abrazo.

Antonio

Antonio Pérez Prado
Salta 760, 3ºB
Buenos Aires

P.S. En un momento, se entreveró en el proyecto S. Feldman, quien tiene una gran experiencia en lo que llaman ellos animación (o sea, filmar estampas, dibujos, etc.). Hasta llegó a pedir un millón de pesos en concepto de honorarios y se aceptó su ingreso al equipo –y todo por sugerencias del propio Prelorán–; sin embargo, se apartó luego, excusándose por su mucho trabajo. Alcanzamos a charlar y me dijo del cariño y admiración que por usted siente. Y, por fin y al fin, tome al pie de la letra todo lo que le dije y no acepte por ahora otras versiones... que ya las vi impresas y no del todo veraces.