Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.

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Corcoran Gallery of Art

[galería de arte]
Epístolas
1 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1956-05-14
Carta de Otero Espasandín a Luís e Maruxa Seoane. 1956
Nova York
Washington, D.C.
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Otero Espasandín a Luís e Maruxa Seoane. 1956 en 14/05/1956


3450 38th Street, N. W.
Washington 16. D. C.
Estados Unidos
14 de mayo de 1956

Queridos Luis y Maruja:

Hace tanto que no escribo una carta propiamente dicha que ni sé como dar comienzo a ésta. ¡Han pasado tantos años y tan mal pasados! Pero en fin, algún día volverán las cosas a su cauce de nuevo y entonces nos entenderemos. Mientras tanto, os diré cuánto me alegró la carta de Carmen Dieste anunciándonos los éxitos de Luis en Nueva York. Unas horas antes había salido para allá Cuqui, quien vino a pasar el fin de semana con su madre, pues ayer se celebró el llamado día de las madres en el país. Acabo de escribirle para que trate de obtener ejemplares de los diarios en que se habla de la exposición, para que vaya a ver los cuadros e invite a algunos amigos pintores a que la vean también. A nosotros no nos es posible ir, aun sintiéndolo mucho, por diversas razones. Tendremos que contentarnos con contemplar el San Amaro d´Armenteira, que preside nuestra mesa y extiende sobre nosotros su mirada externa o de eternidad, y con mirar y remirar los dibujos de la Torre de Hércules, la María Pita, el dibujo de la muchacha junto al mar que sirvió de portada al libro de Ester de Cáceres y otros recuerdos vuestros.
Hablé al dueño de una galería de arte y de una librería, que están al lado de mi oficina, sobre la posibilidad de hacer una gran exposición de artistas argentinos. Me dijo que era muy caro el transporte y demás trámites. Te conoce de nombre y ahora aprovecharé las noticias de Nueva York para insistir, aunque aquí hay pocas posibilidades de mercado. Quien tiene aquí un puesto clave en la Unión Panamericana o Asociación de los Estados Americanos, es Orfila. Si tienes amistad con él, podría arreglar una exposición en gran escala de tus cuadros, pues tienen un salón espléndido para ello. Yo no tuve ocasión de verle ni de hablarle por teléfono; mis relaciones con él eran prácticamente nulas, y por otra parte, no sé en qué actitud está en relación con los artistas de ahí y en particular contigo. Si son buenas, puedo acercarme a él en cuanto regrese de Lima, donde creo que hay una reunión ahora.
Conviene que obtengas los recortes de la crítica hecha a tus cuadros por los periódicos de Nueva York y que hagas copias de ellas, pues son esenciales para cualquier gestión que tú o cualquiera en tu nombre haga sobre exposiciones o ventas de cuadros. También convendría tener fotografías de tus pinturas murales en Buenos Aires. Si este éxito se aprovechara bien aquí, acaso por la mediación de un agente o marchante de talento y conocedor del mercado, podría tener consecuencias estupendas. Por mi parte, espero obtener los recortes y hacer de ellos el mejor uso que me sea posible. Veré si hablo en la Corcoran Gallery, en la Phillips Gallery y en otros sitios, utilizando las cosas tuyas que tengo. Aquí hay poco ambiente artístico. Es un país inmenso, y los que entienden están dispersos y son difíciles de abordar. Se encuentran cuadros de buena gente en las librerías de viejo y nadie les presta atención y lo que encargan un cuadro son en su mayoría gente sin opinión propia y quien gusta lo que las amistades elogian. Claro que se gasta dinero en arte, pero aun el Museum of Modern Art de Nueva York no tiene inconveniente en aceptar cuadros gratuitos a cambio de la sanción que supone para el autor el poder decir que tiene obras colgadas allí. Esto es absurdo, pero así es. Rota, sin embargo, la barrera de la prensa de gran circulación –circulación es equivalente a solvencia para la mayoría– todo es posible aquí: por ejemplo, la National Gallery, una maravilla de museo, acaba de adquirir una crucifixión de Dalí, por la que debió pagar mucho. Conocemos al pastor de la iglesia a que asiste el presidente, un hombre de gran simpatía y ascendiente aquí, pero él mismo posó para el retrato que le hizo una señora que no pasa, en nuestra opinión, de una alumna de una escuela de Bellas Artes de una capital de provincia en España. Por todo esto, verás cuán desigual es el ambiente de este país: al lado de críticos y especialistas excelentes, hay una caterva de personas de gran ascendiente social o económico o político que sólo admiran lo que elogia el Readers Digest.
Bueno; enhorabuena por tus triunfos aquí y allá, que nunca serán lo que mereces, pero son algo prometedor. Ahonda y depura; trabaja y lucha contigo mismo; empieza todos los días en busca del (tú que aún desconoces y que te asombrará) a ti y a todos nosotros.
Alicia, que te admira y quiere profundamente, se une a mí al enviaros un abrazo sin límites.

Otero