Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.

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Museo de Orozo

A Casa Taller José Clemente Orozco foi mandada edificar polo artista entre 1944 e 1945 na cidade de Guadalaxara. Trala súa morte en 1951 a familia donouna ao estado e actualmente é un centro cultural onde se presentan exposicións.
Epístolas
1 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1967-05-30
Carta de Seoane a Pagano. 1967
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Pagano. 1967 en 30/05/1967


Gijón, 30 de Mayo de 1967

Sra. Sara B. de Pagano
Buenos Aires

Mi querida amiga:

Recibimos su carta aquí, en Gijón, una ciudad antigua, puerto minero, que también lo fué de escuadras nacidas en el pasado para la guerra contra los ingleses o franceses y donde ahora pasamos Maruja y yo, una semanas de ocio. Nos alegró mucho recibir y tener noticias del viaje de Silvia y usted a Méjico, en cuyo país estaba seguro que encontrarían bastantes obras de arte y monumentos que iban a interesarles. Me alegro de la coincidencia de gustos en cuanto a la pintura mejicana mural, en la que se destaca Orozco, por otra parte, de la única pintura, casi puedo afirmarlo así, de caballete, que realmente me interesó. La piel azul, que está en el museo que fué su estudio y dedicado a él, de Guadalajara, y del que no pude encontrar reproducción alguna. Ese cuadro y la bóveda del Hospicio de esa ciudad, con esos hombres grises desnudos entre altas llamas, me parecen de lo más significativo del arte mexicano actual, al menos del que yo he visto. Quizás unos sorprendentes Tamayo últimos, en blanco y negro, que encontré en una Galería de Méjico. Pero a nosotros lo que más nos sorprendió fué la riqueza del arte colonial y de la artesanía popular. Estuvimos en un pueblo, Tlaquepaque, de las cercanías de Guadalajara, quizá uno más entre varios, no lo sabemos, donde la cerámica, el trabajo de los metales, de la madera, etc., resulta sorprendente. Todo el pueblo como un gran taller instalado en casas coloniales con bellísimos patios y jardines donde está presente el recuerdo de antiguas grandezas. De buena gana hubiésemos comprado, Maruja y yo, alguna pieza de cerámica representando a un perro, a un toro, o a un buho de más de medio metro de tamaño y que si recuerdan por el ornamento y algunos detalles piezas españolas, tambien recuerdan no sé por qué, la escultura de las civilizaciones mejicanas perdidas. Es un arte mestizo como lo es la mayoría de la población mejicana y en este mestizaje reside posiblemente uno de los secretos de su fuerza y de su encanto. Cada vez estoy más convencido de que los pueblos son naturalmente barrocos, contémplense los trajes populares de todas partes, los adornos de las mujeres, las ropas de las camas que se hacían en el pasado, las mantelerías, los bordados y me parece ver en el barroco estilo un fermento para el arte popular.
El barroco de los españoles e italianos le hizo bien al arte de Méjico como seguramente el del Perú, encendiendo la imaginación de sus pueblos, abriéndoles nuevos caminos a su gran capacidad creadora. Siento mucho haber despertado tan tarde a estas cuestiones, no haberlas estudiado cuando me atiborraba la cabeza con artículos de códigos y teorías inútiles, por lo que se advierte, de la filosofía del Derecho o de Derecho Penal. Creo que hubiese encontrado, por lo menos las hubiese buscado, las influencias del barroco americano en el barroco español, que ahora superficialmente percibo a través de algunos temas, influencia de la que nadie habla, ni escribe y que sin embargo presiento en el barroco gallego y en el de Salamanca.
Tanto Obispo yendo y viniendo de España a América, o al revés, durante tres siglos, ordenando construcciones de iglesias y monasterios, trayendo y llevando ideas originales de cada uno de los dos continentes, fueron los que produjeron el arte colonial de América y el barroco de España, más colonial seguramente, de lo que los españoles creen. Pero de todo esto ya hablaremos en Buenos Aires, la ciudad americana con una grandeza tambien original, la de hacer surgir todas sus artes del cosmopolitismo fundador. Hablaremos de todo hasta aburrir a los amigos.

Reciba usted y todos los amigos, todos, a todos los recordamos, María Silvia, Pepita, los Golubof, Luisa Kaufman, Anita y Juan, Mario y Rosana, y todos con los cuales me escribo, el recuerdo y abrazo nuestro. Y otro grande para usted de Maruja y de:

[Seoane]