Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.

----

Museo Whitney

O Museo Whitney de Arte Estadounidense é un museo especializado en arte estadounidense do s. XX. Situado en Nova York, foi fundado pola mecenas Vanderbilt Whitney en 1931. O museo posúe unha coleción permanente de máis de 18.000 obras.
Epístolas
2 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1967-02-23
Carta de Seoane a Goldstein. 1967
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Goldstein. 1967 en 23/02/1967


Madrid, 23 de febrero de 1967

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Debí haber escrito hace tiempo ampliando las noticias precipitadas de mi primera carta, pero el cansancio del viaje y el trabajo que emprendí tan pronto llegué a Madrid, tenía verdaderos deseos de pintar, hicieron que fuese dejando de un día para otro mis buenos propósitos. Hemos hecho, ya lo sabe, un viaje exclusivamente dedicado a ver pintura y nos entusiasmamos, de paso que la veíamos, con muchos museos y ciudades. Nos hartamos del Pop y del Op de Nueva York. Volvimos a admirar a Paul Klee en Dusseldorf y a los constructivistas holandeses y rusos, Mondrian y Malevich sobre todos, en Francfort, una espléndida retrospectiva, con la de Dadá en París y las soberbias de Picasso, las tres oficiales y las otras de galerías particulares. Al mismo tiempo, todo lo que hemos podido de artesanía y arte popular en todas partes.
En Nueva York alcanzamos a ver los dos museos nuevos, el Whiney de Arte Americano y el de Arte Popular, los dos muy interesantes. El primero además importante como arquitectura, más racional, creo, para ese fin, que el Guggenheim, que a mí, perdóneme, no me interesó demasiado en cuanto a eso, a una arquitectura que debe sujetarse a las necesidades de un museo. Muy original, desde luego, la idea de la rampa en espiral, suponiendo que las obras deban verse paseando al modo turístico y que deba verse todo empezando por arriba y también original eso de que el espectador no pueda acercarse al cuadro, pero disparatado, puesto que a quien interesa la pintura tiene necesidad de acercarse a ella, casi de olerla y de tocarla, como me ocurre a mí, cuando no lo vigilan. Los museos de Nueva York son realmente notables. Pero ya hablaremos de esto a nuestros regreso.
En Madrid, gozamos de todo hasta de las huelgas, de las que supones apenas se dará noticia en Buenos Aires y nos sorprende la cantidad de edificación nueva siguiendo una política que no deje sin trabajo a los gremios de la construcción, lo que sería calamitoso para una ciudad casi exclusivamente burocrática. Existen 70.000 departamentos disponibles, eso dicen los diarios, que no puedo saber a quien van a ser alquilados o vendidos, ni creo que nadie sepa. Ahora estoy exponiendo en Bonn y dentro de unos meses, quizás cuando esté de regreso en Buenos Aires, lo haré en Colonia. Tengo también para octubre o Noviembre una exposición en México y la posibilidad de otra de grabados en Nueva York.
No sé nada de como quedó la puerta de la casa de ustedes en Av. de los Incas, ni si están ya habitando el departamento, ni la dirección. ¿Por qué no me escriben unas líneas?

Un gran abrazo para Anita y para usted de Maruja y mío, con otros para Susana y Edgardo y Beatriz y Sergio, y para Daniel, Rolly y Laurita.

[Seoane]

1968-12-13
Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1968
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1968 en 13/12/1968


Madrid, 13 de diciembre de 1968

Sres. Esther y Lipa Burd
Buenos Aires

Mis queridos amigos:

Hemos estado en diversos sitios y hasta estos días no hemos escrito a nadie. Nos acordamos de todos, pero al llegar al hotel no teníamos ganas de escribir, nos sentíamos muy cansados y nos parecía, además, que no teníamos nada que decir. Ahora tampoco tenemos demasiado que decir, quizás nada, pero tenemos muchas ganas de comunicarnos con todos los amigos. Hemos vuelto a ver los museos de Nueva York, los de Duseldorf, Colonia, Bonn y el de Arte Moderno de Roma. Ahora, en estos quince días, vimos los de Barcelona y Madrid. No quiero decir nada de los museos, solamente que envidiamos el talento fotográfico de Lipa para poder dejar testimonio en diapositivas de cuanto vió. Con nuestra pobre y pequeña máquina comprada en Panamá en un momento de parada del avión, no sacamos aún, en más de mes y medio, ni una sola fotografía. Somos gente absolutamente negada a las máquinas, al menos en el caso mío, y además olvidamos diariamente su existencia. En Nueva York nos pareció que estaban en franca retirada las últimas tendencias de arte llegadas a Buenos Aires y procedentes precisamente de Nueva York. Quedan los grandes nombres, dos o tres y nada más. En el mismo Museo Whitney –creo que se escribe así– de arte estadounidense, han retirado muchas de las obras que estaban expuestas el año pasado. Claro que esto no quiere decir nada pero es sistemático que las retiren para colgar en cambio algunos excelentes pintores que antes no estaban por considerarlos, seguramente, entonces, pasatistas. Hay una corriente de gente joven que comienza a hacer pintura lo más seriamente posible, dejando el ensayo en su lugar debido, el de ensayo, y creando obra determinada, nada desquiciada, ni loca, ni arbitraria, sino dibujando y pintando. Por mi parte creo que fué muy útil la vuelta al Art Nouveau, a la figuración que lo imita para establecer nuevamente el valor del hombre como tema eterno del arte o de aquello que lo rodea. Madrid está en estos días de fin de año llenándose de Le Parcs de todos los gustos, bueno y mal gusto, como motivo de ornamentación y aprovechando la ventaja de los motores y de los nuevos materiales. Es muy interesante todo este arte que se vuelve popular y termina siendo realizado por artesanos ingeniosos anónimos. Esto es precisamente lo que no puede ocurrirle a Picasso, a Max Ernst, a Miró, como no le ocurrió a Goya ni al Ticiano. Es posible que pase, con estas opiniones, por un conservador, pero no, no creo serlo, simplemente me ocurre que un motor eléctrico, por ejemplo, me parece en su forma más bello que los resultados estéticos que pretende un artista haciendo ensayo sobre él. Pienso que la mayor parte de las invenciones artísticas ya fueron hechas hace tiempo y una “montaña rusa” es un ejemplo estético cuyo autor no se conoce. Sin embargo, tiene belleza por sí misma y nadie la admira como obra de arte.
Bueno, nada más por hoy. Hablaremos de esto en Buenos Aires. Escribidnos de vosotros, de planes inmediatos, de los amigos, de Buenos Aires, de como llegaron las jarras. Mientras tanto recibid, con saludos a los amigos, el fuerte abrazo de:

[Seoane]