Carta de Seoane a Goldstein. 1963
26/08/1963
El Castro, 26 de agosto de 1963
Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hace mucho tiempo, dos o tres meses o no sé cuántos, que no les escribo. Fueron pasando días y meses como horas tratando de sacarles todo el partido posible para el trabajo y la contemplación. Desde el 20 de julio estamos en Galicia, concretamente en La Coruña, de donde apenas hemos salido, viviendo en la casa de Díaz Pardo, al lado de su fábrica gallega de porcelana y si en Ginebra pude pintar y trabajar a gusto, aquí, en este mes, he grabado bastante de modo que dentro de unos días saldrán editados dos álbumes distintos de grabados, uno que se refiere a un tema de fiesta castellana y otro a una leyenda popular gallega: El toro júbilo y O meco. En Galicia, estamos encantados. Encantados es la palabra. Y vivimos a unos diez kilómetros de La Coruña, cerca de una ría y desde el estudio que me prestó Díaz Pardo, de 11 x 8 metros aproximadamente, veo el mar, montañas, bosques, los verdes más variados, castillos y monasterios medievales diminutos por la distancia, uno de los paisajes más maravillosos de Europa, que invita más que al trabajo a la contemplación y dejarse sumirse en el encanto. A esto hay que añadirle la cortesía general de las gentes, de pueblo, sus delicadezas para quienes como nosotros somos un poco ya extraños, forasteros, pues no pasa de cualquier manera un cuarto de siglo sin que algo cambie en todos, en ellos y en nosotros. Creo que si me quedase en Galicia, si pudiese, me olvidaría del mundo, tan singularmente bella es y tan amable. A pesar de que la conservábamos en el recuerdo como todos ustedes los amigos saben, el recuerdo se había acartonado, secado, convertido en clisé. Al verla nuevamente y vivirla, aunque sólo sea por días, nos hemos enriquecido y hemos añadido recuerdos nuevos, más nítidos, a los envejecidos.
No sé nada de esa o casi nada y, sin embargo, deseo tener noticias. ¿Por qué no me escriben? Ya sé que la culpa es posiblemente mía, o nuestra, pero escríbannos algunas letras. Yo les recuerdo a todos, a todos desearía tener conmigo aquí. ¿Qué noticias tienen de la madre de Anita y sus familiares? ¿Y Daniel? ¿Y Anita y usted? Escríbannos. Un gran abrazo para todos los amigos y para sus tíos, especialmente Rosita y su tío Enrique. (A su padre también le escribo hoy) y un fuerte abrazo para usted y Anita de Maruja y mío:
[Seoane]