Carta de Seoane a Rafael e Emma Lifschitz. 1968
11/12/1968
Madrid, 11 de diciembre de 1968
Sres. Emma y Rafael Lifschitz
Buenos Aires
Queridos amigos:
Suponemos que acabáis de llegar a Buenos Aires procedentes de Nueva York. Nosotros hace veinte días aproximadamente que estamos en España y estamos ya deseando llegar al Castro para quedarnos quietos y poder trabajar. Desde luego, está probado, para mí, que no soy un viajero, que no somos viajeros, que más bien nos gusta quedarnos en un sitio y casi, eternizarnos en él. Creo que para nosotros solamente van quedando dos sitios para sentirnos cómodos, Argentina y España. En Barcelona nos encontramos con una maravillosa exposición de Miró, alrededor de 400 obras, pintura, grabado, escultura, que se exhiben en un antiguo y grandioso palacio que fue el Hospital de la Santa Cruz, cuya arquitectura inicial fue gótica. La pintura de Miró resiste, se armoniza, mejor dicho, con las inmensas paredes de piedra del antiguo edificio. Tiene la misma fuerza de la pintura románica. En el fondo, Miró está influenciado más que nadie por el arte románico y de esté sacó la belleza intensa de los tonos y ese grafismo que en el pintor actual se mueve libre, loco, lírico, valiendo por sí mismo y en el románico fija una figura, un objeto, lo subraya para siempre desconfiando de la permanencia del color. A mí me gusta Miró. Partimos, salvando las distancias entre él y yo, de un gusto igual, creo, por el arte de los miniados, el románico y la pintura o el arte popular. A él le seduce e inspira el arte de las cerámicas de Baleares y Cataluña, a mí el más rudo de las rocas grabadas de Galicia y los dibujos de los naipes y de los carteles de ciego, esos que se acompañaban de aleluyas antes que la televisión hubiese matado toda poesía. En Barcelona, vimos también, aparte, todos los otros museos, el de la pintura románica; el Marés, de escultura románica, gótica y de los imagineros castellanos, sin igual en ninguna parte del mundo; el Museo Picasso, extraordinario como museo y encerrando ahora, en los últimos tiempos, toda la serie de Las Meninas donadas por el mismo Picasso, unos setenta cuadros y, naturalmente, toda su obra grabada, otros óleos, cerámica, etc. A Madrid estamos recorriéndolo nuevamente. Hemos vuelto a ver la cantidad grande de dibujos de Goya del Museo del Prado, los cuadros de la época negra y sus retratos de reyes degenerados y Velázquez y el Ticiano, y el Greco, todo lo que solamente se puede ver en cantidad, con la consiguiente calidad, en España. El domingo próximo día 15, nos iremos a Asturias a pasar unos días con mi hermana y mi cuñado y de allí, el 26 o 27 a El Castro, a trabajar y discutir con Díaz Pardo. Tengo dos o tres exposiciones para hacer. Veremos si puedo pintar con calma y me sale algo. Para ayudarme les ruego a todos los amigos que me escriban y envíen noticias. Estamos deseando tener noticias de Buenos Aires y en cuanto a vosotros, de Buenos Aires y del viaje que hicisteis. En Roma, coincidimos con Raquel Edelman* y pasamos con ella unos días muy buenos.
Esto es todo por hoy. Muchos abrazos para los amigos comunes, para Carlos, Eduardo y vosotros de:
[Seoane]