Proxecto epístola

Agrupación de coleccións epistolares para a páxina institucional do Consello da Cultura Galega.


7501 Democracy Blvd. B-215
Bethesda, Md. 20034
USA
3 de enero de 1979

Querido Luis:

Hace ya tiempo recibí la carta tuya en que me anunciabas, entre otras cosas, la determinación de volver a Galicia y dedicarte, entre otras cosas, a fabricar tapices ilustrativos de temas gallegos. Y hace pocos días recibí tus Imágenes de Galicia, ejemplar número 229, si entiendo bien la última cifra. Fue esta una gran y grata sorpresa. Te suponía ya en Galicia dispuesto a dar comienzo a tu anticipado proyecto, aunque el recibo del libro no esté reñido con tu presente labor ni implique con carácter necesario tu presencia en Buenos Aires. En fin, espero que recibas esta carta en La Coruña, ciudad encantadora, asiento de la Torre de Hércules, cuna de rebeldías y rebeldes y proa de ensueños y nobles ambiciones de las juventudes galaicas. Siempre que echo mano a tu Homenaje a la Torre de Hércules se me hace presente La Coruña, y no porque la Torre me haya impresionado de una manera especial –más me ha impresionado el retumbe de las olas atlánticas en los arenales del Orzán– sino porque en las páginas del libro se me revela la callada ansiedad de las mujeres gallegas frente al enigma del más allá, de los mundos que les robaron a sus maridos, a sus hermanos, a sus hijos, cuyo paradero apenas pueden adivinar. ¡Qué bien entendió, sintió y expresó este infortunio Rosalía! Me imagino que Maruja, la valiente coruñesa que contigo soportó luchas y triunfos a ambos lados del mar, se alegrará de acogerse a sus lares nativos y poder al fin ver ese mar sin temor, sin ansiedades. ¡Ojalá que La Coruña y Galicia entera os reciban como vuestra lealtad merece!
Aquí en Washington he visto hace poco un tapiz diseñado por Miró y ejecutado por un especialista catalán cuyo nombre no puedo recordar. Ocupa un lugar excepcionalísimo el tal tapiz en la Galería Nacional, en un edificio fue concebido por un arquitecto chino-norteamericano. En casi nada se parece el edificio original y fue objeto de muchos elogios por arquitectos y otros expertos tanto norteamericanos como extranjeros. El tapiz cuelga del segundo piso sobre un patio o rotonda, de manera que los visitantes pueden contemplarlo en cuanto entran. No puedo decir mucho de él porque lo he visto sólo una vez el pasado verano, y aquel día el número de turistas no permitía contemplaciones. Para colmo de dificultades, en una serie de salones contiguos se exhibían lo que la prensa llamaba Los tesoros de Dresden, nunca hasta entonces vistos fuera de la capital de Sajonia. Acaso algún día se me ofrezca la ocasión de visitar la Galería y adquirir algunas postales o folletos relativos al tapiz para enviártelos.
Por mi parte, sigo bajo atención médica; algo queda en mis pulmones de una neumonía mal curada y empiezo los meses de otoño e invierno con fuerte medicación antibiótica.
Aquí estuvieron durante el mes de noviembre Cuqui y su marido a devolverme la visita que les hice la pasada primavera. Fueron dos semanas maravillosas que aprovechamos minuto a minuto. La nieta no pudo venir y quedó interna en un colegio de Truro, cerca de donde viven, en Cornwall. A Cuqui le acapararon sus amigas, una de las cuales vino desde Denver, Colorado, donde ahora vive, para recordar tiempos en Buenos Aires y de aquí. Los amigos de aquí nos llevaron a lugares excepcionales de los Appalaches, uno de ellos el famoso Camp David; otro, el primer monumento erigido a George Washington en una cumbre, por los campesinos de los contornos, al borde del hoy llamado el Trail de los Appalaches, que se extiende de Main hasta Georgia. Allí, al pie del monumento, nos sacaron la foto que te envío.
Mi vida de viudo solitario se reduce a menudos quehaceres, a la revisión de alguna monografía técnica o científica, a pasear y a leer. El invierno es crudo aquí; en este momento, la temperatura en el balcón –son las 9:30 de la noche– es de 10 grados bajo cero.
De tu libro te hablaré con calma otro día más propicio.
Mis deseos de un Año Nuevo muy feliz para vosotros dos y para los amigos, que imagino dispersos, a juzgar por una carta de los Dieste.
Un gran abrazo

Otero Espasandín

[Manuscrito na marxe esquerda:] Recibí de Lugo, creo, un documento sobre la reorganización del Seminario de Estudios Gallegos para no perder el curso. Me alegró mucho ver los nombres de amigos en él, entre ellos Pardo, Martínez López, etc.

Ficha documental [Imprimir]
  • Forma parte do conxunto:
  • Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.
  • Data:
    03/01/1979
  • De:
    Xosé Otero Espasandín
  • Para:
    Luís Seoane
  • Orixe:
    Nova York
  • Ficha descriptiva:
    [Carta mecanografada con firma autógrafa e correccións manuscritas]
  • Termos clave: