Proxecto epístola

Agrupación de coleccións epistolares para a páxina institucional do Consello da Cultura Galega.
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Méjico DF. 10 de diciembre de 1940

Querido Luis: Recibí una tuya hará mucho tiempo y no te he contestado antes porque esperaba darte cuenta de nuestra vida, con calma y algún detalle. Ahora es el momento.
El día 4 celebramos en el jardín de Cordoba 48 la fiesta de fin de curso. Fue presidida por el Lic. Quijano, Presidente de la Academia Mexicana de la lengua, con arreglo al programa que adjunto te envio. Resultó bien, francamente bien, con una asistencia de más de mil personas que salieron muy (ilexible).
Pero no sabes lo que hemos tenido que luchar para terminar el curso. Desde que tú te fuiste se ha enriquecido la historia del Instituto con un sinfín de anécdotas e incidentes. Bolívar se separó del Instituto muy molesto con Martul __ y de rebuzo con todos.
Todos los inútiles maestros que, por compadrazgo nos trajo Martul, después de una serie de incidentes, nos declararon la guerra desde el sindicato, que llegó a anunciarnos la huelga en un plazo de 24 horas. Todo el lío lo armó el hijo de Bonilla. Se conjuró la huelga, expulsamos del Instituto a Bonilla Jr y los maestros descontentos, a quien él soliviantó, se declararon, por cierto, conformes con la expulsión decretada por el consejo y manifestaron al mismo tiempo su incompatibilidad con el buscabullas a quién acusaron de no cumplir con sus deberes docentes.
Esta medida ha excitado al viejo Bonilla que desarrolla una gran actividad para hundir al centro. Se dedica a visitar a profesores y amigos notables de la Casa ofreciéndoles la dirección si le ayudan a cambiar el Consejo Rector.
Con el grupo de Bonilla, Sacristán y el Arzobispo Civilista estamos ya en franca guerra.
Con Gallardo, Martul prácticamente ha roto relaciones. Con Gutierrez Roldán?, que hace unos días estaba muy cordial, hemos entrado repentinamente en una etapa de relaciones frías.
Nombramos consejeros a Dn. Enrique Rioja y a Dn. José Giral, que aceptaron complacidos y colaboran cordialmente con nosotros. Esto ha reforzado nuestra posición y ha sacado de quicio a nuestros enemigos.
Y por último hace un par de días hemos designado para la última vacante del Consejo a Dn Antonio Castro Leal, que también ha aceptado y nos ayuda con gran interés.
Pudimos montar el laboratorio de Química, comprar un buen microscopio para ciencias naturales, hacer bastantes reuniones y visitas de interés con los alumnos, celebrar brillantemente la Fiesta de la Raza, cobrar los 15.000 $ famosos del Banco de México y terminar, por fin, el curso con toda solemnidad. La labor del primer año no ha podido ser mejor y las perspectivas para el próximo curso son buenas, aunque desde luego, si bien menos que este año, tendremos aún que luchar mucho. Desde luego el Instituto es la mejor obra de la emigración en México.
Se nos presenta ahora el grave problema de reorganizar el profesorado, eliminando algunos maestros francamente indeseables por su incapacidad profesional o por su amor al lío. Y también —y esto entra en el terreno limitado de la Asociación— el del cambio de Dirección. Creo, y conmigo algunos compañeros, que Martul está muy desgastado y debe dejar la Dirección, conservando la Presidencia de la Asociación. Esta debe tener cada día más personalidad como creadora del Instituto y autoridad (ilexible) que nombra a los consejeros y señala sus cargos dentro del Consejo.
El grupo del Arzobispo Civilista está siendo derrotado de manera aplastante, la única batalla que no perdió —aunque tampoco logró un triunfo concreto— fué la sostenida alrededor de la Escuela Diplomática, pues en cierto modo se salieron con la suya al nombrarte tú.
Esto es todo lo que ha habido de importante desde que te fuiste. Comenzamos un nuevo curso con perspectivas que superan nuestras previsiones. Probablemente el curso de 1941 será también de luchas y sacrificios, pero ya nos enfrentamos con él viendo horizontes más despejados que los de hace un año.
Ofelia y las niñas muy bien. Están en el campo de vacaciones. La pequeña Jimena sigue sin llorar nunca. Realmente a este bicho no se le ha oído desde que nació.
Recuerdos muy cariñosos para María del Carmen y un abrazo muy fuerte para ti de vuestro amigo
Anselmo [sinatura autógrafa]

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