Proxecto epístola

Agrupación de coleccións epistolares para a páxina institucional do Consello da Cultura Galega.

Carta de Lois Tobío Fernández a José Luis Coello de Portugal, 1965.

12/05/1965
José Luis Coello de PortugalVirgilio GarridoLois Tobío FernándezMiguel Tobío Soler
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Sr. D.
José Luis COELLO DE PORTUGAL
Montevideo

12 de mayo de 1965
Querido José Luis:
Por Julia y por Garrido supimos del arrechucho que estuvo fastidiándote durante algún tiempo y que, felizmente, estás ya libre de él. Todos nos alegramos infinito de que hayas salvado ese tropiezo y vuelvas a estar en forma para lo que pueda venir.
Sería largo de contar lo que quisiera contarte, desde la agitación estudiantil (en la que, naturalmente, también hubo de participar Miguel) hasta las circunstancias de la evolución de la economía y el famoso Plan de Desarrollo. Lo de los estudiantes, como tal vez sepas, terminó con una cierta capitulación de las Autoridades quienes dictaron un decreto accediendo a las demandas de los estudiantes. Claro que no podían declarar que las reformas introducidas eran resultado de las protestas estudiantiles, pues sería dejación de autoridad, sino que, en la exposición de motivos, expresan que siguiendo el proceso gradual de democratización institucional correspondía introducir en el SEU las modificaciones impuestas por las circunstancias. Este famoso SEU no es más que un organismo burocrático integrado sustancialmente por individuos puestos a dedo que no tienen valor representativo alguno de la masa estudiantil. Por el momento, estimando que las Autoridades habían accedido a las reclamaciones escolares, la agitación se calmó. Pero al hacer ahora el análisis detenido de las modificaciones introducidas y de la forma como tienden a llevarse a la práctica, los estudiantes advierten que se trata de una añagaza y que en el fondo todo seguirá como antes. Ayer precisamente se difundió entre los estudiantes una memoria preparada por un comité de la Facultad de Ciencias en la que se desmenuzan los diferentes puntos del decreto y se llega a la conclusión de que éste no representa innovación alguna respecto a la situación anterior, o sea que los estudiantes han sido defraudados. Ello hace suponer que para el curso próximo, si las cosas no cambian, volverá a haber lío.
Otro aspecto interesante de la actualidad española es el del famoso Plan de Desarrollo, preparado a la ligera y sin profunda consideración y estudio y llevado a la práctica en forma más desordenada y menos técnica todavía. Al parecer, el fracaso es notorio y rotundo en el sector agrícola, como se ha denunciado en las propias Cortes y como el Gobierno mismo ha reconocido. La agricultura continúa siendo, naturalmente, la base de la economía española y si ella marcha mal el conjunto de la economía no puede ir bien. El campo se tecnifica a un ritmo sumamente lento. El índice que constituyen los tractores incorporados a la producción es poco favorable. La mano de obra, mal pagada y mal tratada en el campo, se va a trabajar a las ciudades y al extranjero. Los latifundistas, antes que emprender la explotación tecnificada del suelo para la que no están preparados ni espiritual ni materialmente, prefieren, en muchos casos, dejar las tierras sin cultivo. Es asombrosa la cantidad de tierras que se ven sin explotar, entregadas a dehesas de ganado bravo o cotos de caza, cuando uno va por esas carreteras. En repoblación forestal el Estado hace algo aunque insuficiente pero los montes pelados siguen siendo el espectáculo habitual del paisaje del centro de España.
Lo que ha venido a salvar a la economía española, o mejor a las finanzas, es el turismo. Mil millones de dólares al año, que es exactamente el déficit de la balanza comercial. El oro del sol español –pues los turistas de centro y norte de Europa es justamente el sol lo que vienen buscando– así como antaño era el oro de América. Y cabe temer que los resultados a la larga de este oro de ahora sean semejantes a los del oro americano. Una buena parte del oro del turismo se van en artículos suntuarios, enteramente innecesarios y prescindibles. Ese capital bien invertido podría dar un empuje fuerte a la economía española. Pero las inversiones no tienen el nivel que podrían tener y además se hacen muchas veces en forma irreflexiva, incompetente y dispendiosa. "Eche que se derrame" es también aquí practicado, tal vez característica racial; falta de sentido económico, que es esencialmente ahorro de medios; Hay muchas empresas que se montan aquí al buen tuntún, de manera antieconómica, contando con los privilegios, ventajillas, apoyos y sinecuras de los medios oficiales.
Tu querido Madrid ha crecido mucho pero en feo. El Madrid hermoso, el de Carlos III, no ha cambiado, felizmente. Además, la ciudad está sucia como ninguna otra capital: por todas partes se ven obras de pavimentación que no parecen necesarias en algunos casos y que no acaban nunca: semeja que ciertos concejales tienen interés en esas obras, interés particular quiero decir. Los nuevos barrios están formados por enormes bloques todos iguales, que parecen gigantes desfilando, sin espacios verdes, sin parques y a veces hasta sin pavimentación o con pavimentación que se destroza al cabo de poco. La construcción aquí suele ser de pacotilla y no sé cuánto van a durar estos bloques que ahora se construyen. La construcción en Uruguay es infinitamente más sólida y el acabado más cuidado y mejor que lo que se hace en Madrid ahora.
Este año pasaremos el mes de agosto otra vez en Galicia. Si tenemos suerte con el tiempo lo pasaremos bien pero en las tierras del norte siempre hay que temer un verano frío o lluvioso. Claro es que los veranos achicharrantes de Málaga, Torremolinos o Marbella tampoco son agradables. Pero a pesar de todo estos centros veraniegos del sur se ven muy concurridos principalmente por extranjeros. En esos sitios las construcciones son también en general horrendas. Bloques de apartamentos y pocas villas y chalets. Pocos árboles, tierra pelada, sol implacable. Nada de Punta del Este, con sus bosque y sus residencias tranquilas.
Las noticias que de ahí recibimos, sobre la situación económica, no son nada halagüeñas. Qué ha pasado con el Banco Trasatlántico? Nosotros queríamos vender la casa de Carrasco pero en vista de la situación de la moneda preferimos esperar hasta que el panorama se claree.
Espero que todo vaya bien y os envíamos nuestros más cariñosos abrazos
[sen asinar]

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