Proxecto epístola

Agrupación de coleccións epistolares para a páxina institucional do Consello da Cultura Galega.

Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1964.

23/04/1964
Virgilio GarridoMiguel Primo De RiveraLois Tobío FernándezConstanza Tobío SolerMiguel Tobío Soler
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Virgilio Garrido
MONTEVIDEO
23 de abril de 1964
Querido Garrido:
Recibí, hace tiempo, su carta y luego la tarjeta de navidad que nos envió. Nuestra vida sigue discurriendo sin mayores novedades, en un invierno madrileño que acabamos de vencer, lluvioso y frío, más lluvioso y menos frío que los de antaño. Esto ha cambiado tanto, incluso en lo climático, que a veces es difícil imaginar lo que fue. Fuera de las viejas piedras de la ciudad señorial de Felipe IV o Carlos III, el resto es diferente y peor.
Muchas cosas pudiera decirle sobre mis experiencias y reflexiones en este año largo que llevo en España. Desde luego, como me decía un paisano mío, profesor en los Angeles que pasó aquí unos meses, los viejos defectos de la sociedad española es lo único que se mantiene, pero agravado. La indisciplina, el desorden de horarios, la excesiva intervención de los clerigos en la vida política, la mentalidad obtusa o la increible ignorancia de la burguesía etc. etc. El contraste con el mundo libre y civilizado es portentoso. Se han extirpado aquellos focos de europeización y espíritu amplio que constituyeran en su día una esperanza de que, andando el tiempo, nos incorporaremos totalmente a Europa. Se ha vuelto al pasado en lo que tiene de anquilosado y estéril.
Es verdad que la economía ha experimentado un desarrollo. Pero es que de otro modo la situación sería catastrófica porque la población crece. Ese desarrollo presenta ciertas características. En primer lugar se hace en forma sumamente costosa, dilapidando esfuerzos, sin ajustar bien, a la moderna, los medios y los fines y para obtener productos de calidad inferior a la internacional, a no ser en ciertos sectores limitados (como las máquinas-herramientas). Es decir, algo de lo que sucede en el Uruguay, y en general en los países subdesarrollados, donde el producto industrial es, en general, caro y malo. En segundo lugar esta prosperidad económica actual de España, lo es con relación a un período de extrema depresión económica y en tal sentido cualquier cosa parece a los de aquí una maravilla en relación con lo que sucedía hace 5 ó 6 años, no más. En tercer lugar el país tiene una balanza comercial deficitaria que compensa en la balanza de pagos con el turismo que ha adquirido un volumen considerable y deja muy saneadas divisas. Hay que reconocer que los dirigentes se han dado cuenta de esta mina y han sabido organizar su explotación bastante bien, tanto en propaganda como en organización, aunque falla en ello algo esencial que son las vías de comunicación y especialmente las carreteras, las cuales no pueden compararse con las de los grandes países turísticos. Es curioso lo poco que se ha hecho en este país en materia de carreteras desde el famoso Circuito Nacional de Firmes Especiales de Primo de Ribera. Una de las cosas que me ha chocado es que el régimen actual, a diferencia de otros similares o afines, no ha prestado mayor atención a las carreteras. Finalmente en el desarrollo económico español ha desempeñado considerable influjo la reparación de la increible prosperidad de los otros países occidentales de Europa, para llegar a cuyo nivel mucho le falta todavía a España. Actualmente salen grandes cantidades de trabajadores españoles, principalmente para Alemania y Suiza, a fin de cubrir el deficit de mano de obra que en esos países existe. Perciben allá, naturalmente, salarios mucho más altos y aquí hay zonas enteras del campo que se despueblan. El otro día leía en la prensa que los vecinos de un pueblo de Navarra habían puesto el pueblo a la venta y en otros lugares como Orense, para referirme a mi tierra, hay pueblos que han quedado casi desiertos.
Es evidente que en este país, bajo la capa de inmovilismo político que la rige, está experimentando una transformación profunda de la infraestructura económica y social. La presión demográfica es uno de los factores causales, otro el reflejo de lo exterior y otro la misma dinámica sociológica que la superestructura política inmutable es cada vez más incapaz de informar y encauzar. Nada se ha hecho, sustancialmente, en materia de reforma o reestructuración agraria. El latifundio del centro y sur y el minifundio del noroeste y parte del norte continúan practicamente como antes pues los tímidos ensayos de reestructuración carecen de toda trascendencia. Se sigue un criterio de inmutabilidad, una falta de imaginación y dinamismo que realmente asombra. Es el estancamiento, el miedo al ensayo, la falta de espíritu innovador, el temor a los riesgos. En la prensa, especialmente en el diario católico Ya, aparecen a veces alusiones, más o menos tímidas, a esto mismo y hasta en las declaraciones recientes de algunos dirigentes se hizo referencia a los peligros del indiferentismo político y el inmovilismo; pero son puras referencias verbales que no se traducen en hechos. Un día un articulista del Ya se atrevió a decir que era necesario evitar la progresiva cadaverización del régimen.
Miguel prosigue sus estudios intensamente para luego encaminarse hacia las ciencias económicas que le atraen más que la ingeniería puesto que a la vez que requiere estudios matemáticos presentan también vertientes sociológicas que asimismo le atraen. Constanza hará dentro de unos meses su examen de ingreso en el bachillerato. Miguel ha podido seguir practicando la equitación en una escuela especial dependiente del Sindicato Nacional de Ganadería (heredero del antiguo Concejo de la Mesta); y también se inició este invierno en la Sierra en la práctica del esquí.
Dentro de unos días volveremos por tercer vez a Toledo, y allá quedaremos dos o 3 días para verlo y contemplarlo a nuestras anchas; es, en realidad, maravilloso e imperial por la fusión de tantas culturas. En estos días la Sinagoga del Tránsito –elegante y delicada, exponente del nivel económico y cultural de la judería toledana de la Edad Media– ha sido convertida en museo sefardita. Es curiosa la impresión de universalidad que da Toledo por esa convivencia harmónica de tantas corrientes distintas culturales, religiosas y sociales que en ella se dió, tolerante, comprensiva y equilibradamente integrada. La aspereza de la hoz del Tajo, de las rojas y peladas tierras circundantes contrasta con la delicadeza de la piedra blanda y labrada como un encaje, con el ladrillo que domina como elemento de construcción y siendo de tan blanco origen y frágil estructura desafía los siglos con apariencias de endeblez.
Este año iremos a veranear a Galicia, no a mi pueblo que, como cantábrico ofrece pocas seguridades contra un verano frustrado o lluvia o frío. Iremos a las rías bajas todo el mes de agosto aunque no desplazaremos desde allí para visitar las ciudades importantes, los lugares interesantes, los familiares y los amigos.
A pesar de todo añoro el Uruguay, plácido y tranquilo, liberal y tolerante.
Todos le mandamos nuestros más cariñosos abrazos y los mejores deseos.
[sen asinar]

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