Proxecto epístola

Agrupación de coleccións epistolares para a páxina institucional do Consello da Cultura Galega.
Compartir en

México, 13 de septiembre de 1942.
Sr. D. Luis Tobío.
Montevideo.

Mi querido amigo y compañero:
No me ha sido fácil dar con tu dirección. Cuando llegué aquí después de un viaje harto accidentado –salí de Marsella en 15 de enero de 1941, en el famoso "Alsina", y arribé a tierras americanas en el "Quanza", que nos dejó en Veracruz el día 20 de noviembre del pasado año, o sea, diez meses de viaje, con una amena residencia de cinco meses en Dakkar, un par de meses en un campo de concentración en Marruecos, en Kasba Tadla, con una deliciosa temperatura de 55º a la sombra, etc.–, no tenía ideas claras acerca de lo que haría aquí. Ya era bastante importante el haber logrado salir del paraíso del Mariscal. En los diez meses que llevo aquí me he ido defendiendo a base de traducciones, y aunque estaba acostumbrado a retribuciones mucho mejores para esta clase de trabajos en España, no me quejo; pero no tengo intención de residir mucho tiempo aquí, y como en ésa tengo buenos amigos que podrían y desean orientarme y ayudarme, estoy medio decidido a venir a haceros una visita, pero choco con las dificultades del visado. Aunque ignoro en qué condiciones te encontrarás tu ahí, pienso que no te será difícil obtener de alguno de nuestros compañeros de penas y fatiga ahí residentes y bien conceptuados en las altas esferas, que interese se me conceda el visado que necesito, aunque sólo sea en calidad de visitante. Mucho te agradecería me comunicases cuanto antes tu impresión acerca del particular, para saber a qué atenerme.
Ya habrás visto cuánta mojiganga se está armando con el problema de nuestro país. No sé qué noticias podáis tener ahí procedentes de España, por más que supongo no diferirán mucho de las que aquí tenemos. Es difícil juzgar el alcance de lo ocurrido con el "limogeage" de Don Súñer, pero es muy sintomático que el embajador americano se trasladase a Gibraltar para informar del caso a su Gobierno. ¡Lástima que las diferencias personales entre "nuestros" dirigentes (?) hayan impedido, por lo menos hasta ahora –y sin que haya atisbos de mejoría–, la formación de un organismo más o menos representativo de la legalidad, pues de haber existido éste, otro habría sido el concepto en que nos habrían tenido los dirigentes de las potencias democráticas. No quiero decir con esto, que éstos sean un modelo de perspicacia, pero tampoco puede exigirse de ellos que vengan a organizarnos.
¿Qué sabes de los compañeros? Aquí estamos un grupo de 9 1/2: Tremoya –según cómo lo cuentes, entre él y yo podríamos hacer llegar a 10, por lo menos, el número de los 9 1/2, que ya te explicaré–, Cubas (que se marchó hace poco a los Estados Unidos), Zapico, Begoña García Ascott, Lyon Depetre, Cabadas, Peña y el que suscribe. El 1/2 es Juanito March, y le llamo medio por su anómala situación legal y moral, que tú has de conocer mucho mejor que yo, por más que el hecho que haya tenido que aterrizar aquí siempre es un tanto en su favor. Además yo hablé de él con Morayta, su sucesor en Niza, y de lo que éste dice no parecen ser tan graves los cargos que yo creía había contra él. De todos modos, te agradecería me dijeses qué piensas tú del caso, pues aunque aquí todos le saludamos, nos hemos abstenido hasta ahora de invitarle a pequeñas reuniones que tenemos de vez en cuando los compañeros. Desde luego, de los informes que tú me dieras sobre el particular, haría un uso meramente confidencial.
¿Sabes algo de Téllez?
Yo estoy solo aquí, pues mi familia se quedó en Francia ante lo problemático del viaje, pasando luego a Barcelona, –cuando los canallitas petainistas nos metieron en el referido campo de concentración–, con el propósito de ponerse en contacto con algunos conocidos de allá y parar el golpe en lo posible si se hubiese presentado el caso que muchos nos temíamos, de que del campo de concentración fuéramos a parar, poco más o poco menos que en conducción ordinaria, a las garras de falange. ¿Y tú? Creo que te casaste. Ya sé que hemos venido a ser también compañeros en otro orden de actividades: tú has traducido el Heller para el Fondo de Cultura Económica; yo les he traducido una obrita muy buena de Jennings –lástima que sea tan corta– sobre la Constitución política inglesa y ahora estoy haciéndoles la traducción de Economía natural y Monetaria de Dopsch. No está espléndidamente retribuído, pero puede pasar; figúrate que al principio de llegar aquí trabajé para la Editorial Gonzalez Porto, y por traducir varios artículos –por lo demás, sumamente aburridos y bastante malos– del Brockhaus, me pagaban a menos de veinte centavos de dollar por pagina mecanografiada de 30 líneas. En fin, a pesar de todo, repito que no me quejo, pues como ya te dije, consideré casi milagroso el lograr poner término a las delicias de la "hospitalidad" francesa.
Espero recibir pronto noticias tuyas. Mientras tanto, recibe un cordial abrazo de tu amigo y compañero,
[sin asinar]

P.S. Por si necesitaras mis datos personales, hélos aquí:
José Rovira Armengol, natural de Barcelona, nacido en 12 marzo 1903, hijo de Jacinto y Agustina, casado con Joaquina Martínez Formiga, con dos hijos: Alicia (14 años) y Valentín (11 años) –aunque el visado sería sólo para mí–, con domicilio en México, D.F., calle de Emparán 16-B.

O teu navegador non soporta PDFs incrustados. Por favor descarga o documento aquí.
Ficha documental [Imprimir]