Proxecto epístola

Agrupación de coleccións epistolares para a páxina institucional do Consello da Cultura Galega.

Carta de Lois Tobío Fernández a Salvador Téllez Molina, 1973.

23/04/1973
Juan Carlos OnganíaCarlos M. RamaSalvador TéllezLois Tobío FernándezJosé Félix Evaristo UriburuPedro Varela de Limia
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23 abril 1973

Querido Salvador:
Gracias por tu carta de hace un mes y por los números de "Chile Hoy" que me has enviado. Por ellos he podido darme cuenta de muchas cosas que, a través de la información incompleta y parcial de las agencias, no me aparecían muy claras. Se ve que el problema que tienen ahí planteado no es precisamente de fácil solución, que la oposición es terrible y está dispuestas a llevar las cosas por la tremenda. Lo que me extraña es que la DC haya adoptado una actitud tan reaccionaria. O que, por lo menos, un importante sector de ella no se haya escindido. La suerte es que el ejército se encuentre en tan favorable actitud. No todos han tenido esa suerte.
Nuestro asunto particular continúa sin novedades. Han cambiado al jefe de personal y no sé si esto supondrá algún cambio. Varela de Limia, a quien me referí, es, en efecto, aquél de quien te había hablado cuando estuviste aquí. De todos modos, no está contento en demasía por la reposición. Tarea estúpida y sin alicientes, retribución mediocre para el puesto que ocupa. Desea que le manden afuera pero las perspectivas no son buenas. Creo que, por ahora, nuestro asunto seguirá estancado.
Como estancada sigue, en general, la situación política. Este gobierno de supuestos tecnócratas carece de imaginación y de osadía. Es posible que a algunos de ellos los tengan atados. Pero otros son decididamente sujetos de corto vuelo. El de Educación se mandó una ley de enseñanza mal estudiada, mal financiada y de imposible realización que ha causado más trastornos que beneficios. El de Asuntos Exteriores, a pesar de sus incesantes viajes, por lo general, a países de poco interés, no hace más que cosechar fracasos. Ultimamente el vergonzoso y espectacular de las restricciones a los pesqueros españoles en las aguas cercanas a Marruecos, para no hablar de los del Mercado Común sobre lo que tantas veces había echado las campanas al vuelo. Y así sucesivamente.
Mucho me alegraría que te pusieras en contacto con Carlos Rama. Es un gran amigo, inteligente y competente. Ha sido uno de los amigos con quien tuvimos más estrecha relación en Montevideo. Ahora le toca a él el ser exiliado. Lo del Uruguay ha sido una pena, pues el ambiente que allí reinaba en los años que en él vivimos era de lo más agradable e interesante. El nivel cultural estaba muy por encima de los otros países de Hispanoamérica y de España, aunque carecía, felizmente, del énfasis y la pomposidad que en algunos de estos países se advierte.
Otra tremenda incógnita es lo que podrá suceder en la Argentina. El peronismo carece de la unidad suficiente para dar base sólida a un gobierno. El abanico de sus partidarios va desde el terrorismo, que continúa a pesar de haber ganado, hasta un sector nacionalista, conservador y fascista, pasando por diversos grupos de tendencia socializante o demagógica. Por otra parte, no son pocos los militares que temen que pueda pasarles algo serio una vez que los peronistas estén en el poder. Y en tales condiciones, parece difícil que se resignen a abandonar su actual posición. No creo que pueda excluirse un golpe de estado, uno más, cosa en la que, por otra parte, tienen gran experiencia. No cabe duda que en la Argentina, y no sólo en la Argentina, el máximo factor de perturbación política, desde los tiempos ya lejanos de Uriburu, ha sido el ejército. Creo que pasan de la veintena los golpes de estado que han dado de entonces acá, habiendo ensayado todas las fórmulas posibles de gobierno militar, desde el unipersonal de Onganía hasta la de comité y la actual de los tres comandantes supremos. En fin, una verdadera pena, tratándose de un país tan estupendo y rico, que podía y debía llegar a ser, por sus recursos, clima y otros factores, algo así como los Estados Unidos del Sur. Pero, como me decía cierta vez una personalidad argentina muy inteligente, parecería que hubiera en ella, al igual que en los demás países hispánicos, una raíz podrida en lo político que impide llegar al equilibrio, la seguridad y la armonía que han logrado, sustancialmente, la mayoría de los países de Europa. Durante algún tiempo creí que el Uruguay y Chile serían la excepción. Pero, por lo que se vé, no es verdad.
Como ves, soy pesimista en lo que respecta a la capacidad política –que es, sustancialmente, convivencia– del mundo hispánico. Nunca hubo en él una verdadera integración. España, y por reflejo los otros países de su estirpe, ha estado siempre dividida y lo sigue estando. No ha sabido ni querido armonizar las diferencias. No conoce otra fórmula que la opresión del que disiente. Fue el país de los grandes expulsos, moriscos, judíos; y los que se quedaron convertidos formaron la triste masa de cristianos nuevos a los que tanto se maltrató y despreció a pesar de que a ellos se les debe la mitad de la literatura del Siglo de Oro. Luego vinieron los afrancesados y los liberales y los rojos. Y así seguimos.
De todos modos harías bien en venir, si puedes, porque España es algo más, mucho más que todo esto. y puedes vivir con relativa calma y aun regocijo si te pones al margen, "balconeando", como dicen en el Río de la Plata, el vaciado espectáculo que ofrece el ruedo ibérico.
Abrazos para vosotros de todos nosotros,
[sen asinar]

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