Carta de Carlos Tobío Fernández ao seu irmán Lois Tobío Fernández, 1968.
08/10/1968Carlos Tobío
México, D.F.
Octubre 8 de 1968
Sr. Luis Tobío.
Querido Luis:
Seguramente te habrán sorprendido las noticias de los sucesos brutales acaecidos aquí con motivo de la huelga estudiantil iniciada hace mas de dos meses. Efectivamente, la simulación oficial había logrado crear una imagen de México ante el mundo que en modo alguno corresponde a la realidad. México como un país democrático, civilista, pacífico, un pueblo serio y trabajador consagrado patrioticamente al progreso nacional, en fin, casi un paraíso en un mundo inquieto y angustiado. Los pillos y vividores a cuyas manos fué a parar el legado de la Revolución Mexicana vivían –y viven– en el interior de una crisálida confortable en fraternal convivencia con banqueros, industriales, burgueses reaccionarios y neoterratenientes, unidos todos ellos por el santo horror del comunismo. México era el país de las maravillas, el mejor de los mundos posibles, y para refrendarlo ponía a disposición de todos los jóvenes del mundo por medio de la Olimpiada, la paz que los mejicanos disfrutaban en este jardin del edén. Pero héte aquí que unos grupos de jóvenes estudiantes sospechan de la autenticidad de tal fachada y desgarran el velo. Entonces queda al descubierto la verdadera faz, gorilesca y sangrienta como los viejos ídolos aztecas, de esta estructura falsa y carcomida. Y de pronto, los mexicanos se encuentran reflejados en el espejo de su gobierno e instituciones, y descubren que son feos, muy feos.
La Revolución Mexicana, que nacida sin principios definidos, fué creando sin embargo su propia teoría en el curso de la lucha, venía siendo desvirtuada a partir de Cárdenas, último gobernante revolucionario, por una serie de presidentes con alma de filibusteros y para quienes el poder era un botin a compartir con sus cuates. La Constitución surgida de la revolución era un frondoso árbol en cuyo tronco se meaban todos los burócratas de mayor y menor cuantía. Así la pintoresca pero efectiva Revolución mexicana de 1910, es hoy tan solo un cadáver embalsamado que siguen exhibiendo sus fideicomisarios por todos los ámbitos del país, para conservar la adhesión, mas bien pasividad complaciente, de un pueblo despolitizado, ignorante, envilecido y sin ideales. Porque frente al ostentoso despilfarro de la oligarquía gobernante, dócilmente servida por una tropa de politicos de oficio y burócratas corrompidos, yace la eterna infraestructura del 60% de campesinos miserables, ahora explotados por los funcionarios ejidales en una forma mil veces mas inicua que en tiempos de los antiguos hacendados. Y por otro lado, el hampa proletaria que ahoga las ciudades, fruto asimismo de la injusticia social y el subdesarrollo, caldo de cultivo de la pavorosa criminalidad que padecemos. No hay, pues, progreso de México, sino progreso de la minoría capitalista y los monopolios extranjeros que cada día en mayor escala opera en México, y de los cuales el "sistema" es el mas fiel servidor.
Pues bien, todo esto viene a cuento como antecedente para explicar lo que aquí esta empezando a suceder. Hasta hace dos meses, todo aquí era inmóvil, nadie se interesaba por la política, la persuasión publicitaria del sistema hacía creer al pueblo que México era una feliz comunidad que había encontrado la fórmula de la dicha colectiva en el logro de los principios de la Revolución, y que salían sobrando todas las "ideas exóticas" que algunos malos mexicanos y ciertos extranjeros agitadores querían introducir al país. Se creó una mitología de la Revolución (México es un país de mitos), y por ser revolución y por ser mexicana (aquí el nacionalismo), todo buen mexicano tiene que rendirle culto, así como a sus instituciones, en especial el Presidente, verdadero tlatoani, sumo sacerdote, infalible, dispensador de bienes, flagelo de malos mexicanos, símbolo de la nación y por ello inatacable, ser providencial que con su infinita sabiduría vela por el bien de su pueblo que debe confiarse ciegamente en él. Democracia, libertad, justicia, respeto a los débiles, amor a la Humanidad, todo ello y mucho mas forma parte de esta mitología que configura el espíritu de mexicano medio. De repente, un pequeño incidente estudiantil, la represión brutal, y el rayo que rompe las tinieblas. Los estudiantes, hasta entonces apolíticos, salvo insignificantes minorías, si acaso con ambiciones, nunca con ideales, con la rabia de sentirse atropellados, comienzan a analizar, a tomar conciencia de la realidad social, a hacer crítica, y de la noche a la mañana descubren la monstruosidad e injusticia del sistema, y se lanzan abiertamente a una amplia labor de agitación política, en la cual no esta muy definido lo que quieren, pero sí está perfectamente claro lo que quieren destruir: el armazón podrido de un régimen que se dice revolucionario pero que en cincuenta años de vigencia solo ha servido para crear una casta de privilegiados que detentan las riquezas, frente a la masa inmensa de miserables a quienes no quedaba ni la esperanza. Pero el milagro no acaba ahí, sino que el movimiento estudiantil unánime, ha sido el detonador que esta haciendo despertar la conciencia de grandes sectores de la población, que respaldan y apoyan a los estudiantes. El gobierno, escandalizado y aterrorizado ante el resquebrajamiento de su mitología, reaccionó, arrojada la careta, como era de esperar: con la violencia originada en el temor y en la soberbia. Anteayer hubo un feroz combate en un sector X (Tlatelolco) de la ciudad, entre el Ejército y una multitud de estudiantes y hombres y mujeres de todas las clases sociales, que, pacificamente celebraban un mitin en un centro de enseñanza. Fueron atacados cobarde y cruelmente, y aunque trataron de defenderse y lo hicieron, fueron masacrados sin piedad. Aunque oficialmente se informó de 40 muertos y 500 heridos, todos pensamos que dada la ferocidad y duración de la batalla, el numero de bajas fué muy superior. Tal vez vosotros desde ahí esteis todavía mejor informados, pues aquí la prensa, sumisa al sistema, solo publica lo que a este le conviene. Por lo que toca a nosotros, tambien hemos tenido nuestro sobresalto. En una de las escaramuzas con los granaderos, agarraron a Carlos y se lo llevaron junto con otras docenas de muchachos, encerrándolo en las galeras de una delegación. Tan pronto nos enteramos actuamos rapidamente y, por mediación de un amigo con cierta influencia y cierta suma con caracter de "mordida", pudimos rescatarlo cuando ya lo trasladaban a una cárcel acusado de haber sido sorprendido apedreando a la fuerza pública. Carmen os contará mas cosas.
El día 9 de septiembre Carmen hija tuvo sin novedad un niño que fué designado oficialmente con el nombre de Julio. Las comadres dicen que es un proboscidio que conserva las características genéticas de los Tobíos. Quien sabe. Carmen viaja a Madrid en la segunda quincena de este mes, segun antes os había anunciado. Por alla os irá a visitar.
Esta carta salió endemoniadamente larga, y me temo que os vaya a aburrir tanto comentario acerca de México, en cuyo caso, pasarlo por alto. Al fin México para vosotros no es mas que "un pequeño país, lejano y caliente".
Abrazos para todos,
Carlos [sinatura autógrafa]