PROXECTO EPÍSTOLAS

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LOCALIZACIóN: As Palmas de Gran Canaria

Epístolas
1 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1978-12-06
Carta de Seoane a Gerstein. 1978
Bos Aires
As Palmas de Gran Canaria
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Gerstein. 1978 en 06/12/1978



Buenos Aires, 6 de diciembre de 1978

Sra. Marika Gerstein Varela
Las Palmas

Querida Marika:

Dejamos pasar unos días desde el fallecimiento de Lorenzo. Tan pronto tuvimos noticia, por un cable de Dieste y Díaz Pardo, hablamos por teléfono con Gurméndez y, con el Dr. Pirosky, fuimos a ver a Noemí. No sé para que te cuento esto. Hemos sufrido un dolor como pocas veces lo sentimos. Y nos imaginamos el tuyo y nos sentimos solidarios contigo. Tú sabes cual era la amistad nuestra con vosotros y cuanto debo yo a Lorenzo, de ánimo, de entusiasmo, de deseos que hacía sentir en mí mismo, en los demás que le trataron, de creación. Muchos le debemos parte de lo que somos. Hicimos ahora juntos y en algunas obras, que espero perduren, nuestros nombres se unen. Fue generoso en todos los aspectos. Honesto consigo mesmo y con los demás. Olvidaba más que yo, y que casi todos, los defectos y elogiaba las virtudes, incluso de sus enemigos. Era un gran poeta y trataba de hacerlo olvidar; un gran prosista y sólo escribía en los últimos tiempos a solicitud de la amistad, como también poesía. Con una décima parte de lo que hizo y publicó se hubiese contentado más de un poeta. Fue un extraordinario orador y publicó se hubiese comentado más de un poeta. Fue un extraordinario orador y hablando surgía, con sus palabras, su capacidad de creación y la justeza de su razonamiento. Mucha gente lo admiraba aunque no lo dijese. Ahora, seguramente, lamentan no habérselo dicho. Sus consejos de muy diversa índole fueron útiles a bastantes de sus amigos. Se entregó a las causas que sintió justas con peligro de su vida: de la más importante, la Guerra Civil española, quedó herido para siempre. No sé por qué te escribo todo esto, a ti, que fuiste la mujer que más quiso y respetó en su vida. Así lo vimos nosotros, Maruja y yo. Lo supimos. Él mismo nos lo dijo alguna vez. Fuiste su sostén cuando la angustia crecía en él y las enfermedades, y crecía su escepticismo. Su ironía fue la misma ironía de su pueblo, la mía, la de todos los míos, la de los justos que sienten su impotencia frente a determinadas circunstancias de los hombres o del mundo. Algún día pienso escribir sobre Varela. Sobre el gran poeta que fue, sobre su calidad de hombre, sobre los poemas que le debo, donde fue descubriéndome, no solamente en mis propósitos, sino en mis angustias, a través de mi pintura. Atrás estaban las conversaciones en mi casa o en el café, las visitas mías a las tres o cuatro de la tarde en vuestro hogar.
Marika, ahora no sé más que decirte. Fue un hombre fuerte, esto es todo, que dejó huellas en muchos de nosotros, en la obra que hicimos. Hablando de él, no pudimos sujetar, Maruja y yo, nuestras lágrimas, como ocurrió con otros amigos de aquí y de España, como leemos en sus cartas. No te podemos decir más y lo que decimos ahora, lo decimos cuando pasaron ya algunos días.

Un gran abrazo de Maruja y mío:

[Seoane]