PROXECTO EPÍSTOLAS

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LOCALIZACIóN: 7501 Democracy Blvd. B-215

Epístolas
4 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1978-04-25
Carta de Otero Espasandín a Luís e Maruxa Seoane. 1978
Nova York
Bethesda
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Otero Espasandín a Luís e Maruxa Seoane. 1978 en 25/04/1978


7501 Democracy Blvd. B-215
Bethesda, Maryland, 20034
USA
25 de abril de 1978

Queridos Maruja y Luis:

Acabo de recibir, con la natural sorpresa, vuestra carta de fecha 31 de marzo. Y la sorpresa es que vino dentro de una de Cuqui, o sea, desde Fowey, Cornwall, a unas cinco horas de tren rápido de Londres. Allí estuve un par de semanas en busca de mí mismo, tras el aturdimiento en que me dejó el fallecimiento de Alicia. Allí, cuna de muchas leyendas que se derramaron por el mundo celta durante la Alta Edad Media y que los naturales del país recuerdan con una amalgama de nostalgia y humor, volví a oír el canto de los pájaros de mi infancia y admire algunas de las flores que me fascinaban cuando las “rayolas” marceñas esparcían sus tibiezas por los bordes de los regatos pontevedreses.
Os agradezco muchísimo vuestras respectivas cartas por su explícito reconocimiento de vuestro afecto por Alicia, quien os quería y admiraba con gozo singularísimo. Había en su carácter y temperamento vetas afectivas muy afines a las vuestras, y siempre que en Buenos Aires o aquí en Estados Unidos afloraban en la conversación los recuerdos más entrañados, su semblante se iluminaba y se exaltaba su acento al entrar en escena Maruja y “su” Luis. Entre sus muchas fotografías de los tiempos de Buenos Aires y Miramar hay varias vuestras, que salieron de los escondrijos un poco al azar cuando, en busca de documentos de familia, me vi en la necesidad de escudriñar y revolver cajones y carpetas y sobres que ella consideraba “suyos”. Entre estas fotografías hay dos de cuño “profesional”, dedicadas.
Bueno, amigos, gracias de nuevo. Y ojalá que vuestros y mis deseos de vernos se cumplan pronto, mejor que en parte alguna, en Galicia, donde echamos raíces y acariciamos esperanzas, por lo que a mí toca, no cumplidas. Dejadme saber de vuestras andanzas, bien directamente o por la mediación de los amigos más allegados. De este modo será más factible la coincidencia, y la comunicación más directa. Por ejemplo, en este momento, no sé dónde enviar esta carta. ¿La Coruña? ¿Buenos Aires? Procuraré también ser más diligente en mi correspondencia. Pero en estos momentos, estoy tratando aún de poner cierto orden en mi vida de solitario y en mis planes de trabajo.
Vuestro camarada

Otero

A propósito, no sé a qué señas puedo enviaros las cartas en La Coruña

1978-07-05
Carta de Seoane a Otero Espasandín. 1978
Bos Aires
Nova York
Bethesda
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Otero Espasandín. 1978 en 05/07/1978


Buenos Aires, 5 de julio de 1978

Sr. D. José Otero Espasandín
Bethesda

Querido Espasandín:

Recibimos tu carta del 25/IV y la contestamos dos meses más tarde por causas difícil de explicar, que siempre parecen excusas, y que tienen que ver con el trabajo y con enfermedades. De nuestras andanzas no hay mucho que decir. En los últimos años, alternamos Buenos Aires con Galicia. En las dos partes trabajo lo que puedo. Expuse en Madrid y en Galicia y este año se realiza una exposición itinerante por ciudades españolas de parte de mi obra gráfica. En Galicia, el año pasado, iniciamos una posible fábrica de tapices, para la que ya llevo hechos catorce o quince dibujos que ejecuta una amiga nuestra. Trato de volver al tapiz medieval y usar como temas asuntos populares e históricos de Galicia, la guerra campesina, el paseo en jaula del obispo de Tuy, ordenado por el Conde de Camiña; el obispo Pedro Monís volando desde Roma para llegar a Santiago a la misa de Maitines; los nubeiros, que distribuyen desde el cielo la nubes y las aguas, etc. Pinto, grabo y escribo algo. Mi pintura sufrió diversas alternativas, siguiendo, en mis búsquedas, fundamentalmente fiel a mi primera obra. Aquí, en Buenos Aires, hice, hace mucho, creo que fue exactamente hace diez años, una retrospectiva de ciento y tantas obras y otra la hice en la Dirección General de Bellas Artes, en Madrid. Esperamos que te decidas a ir a Galicia. Charlaremos mucho sobre todo lo que hice y nos contarás de tus trabajos. Aquella litografía que te hice hace muchos años presidió hace pocos la retrospectiva de grabados que hice en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. Te escribiré más sobre nosotros con el tiempo, aunque prefiero decírtelo próximamente. Nosotros volveremos a La Coruña el año próximo y es posible que nos quedemos para siempre allí. Por toda la obra que tengo aquí, por la biblioteca muy importante hoy, en gran parte de arte, etc., nos resulta difícil el traslado. Sin embargo, pensamos regresar, aunque hoy no podemos explicar cómo. Nuestra dirección en La Coruña es Paseo de Ronda 156, 6º izquierda, pero te haremos saber con tiempo nuestra ida por si aún estás en los Estados Unidos.

Recibe un abrazo grande de Maruja y mío.

[Seoane]

1979-01-03
Carta de Otero Espasandín a Seoane. 1979
Nova York
Bethesda
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Otero Espasandín a Seoane. 1979 en 03/01/1979


7501 Democracy Blvd. B-215
Bethesda, Md. 20034
USA
3 de enero de 1979

Querido Luis:

Hace ya tiempo recibí la carta tuya en que me anunciabas, entre otras cosas, la determinación de volver a Galicia y dedicarte, entre otras cosas, a fabricar tapices ilustrativos de temas gallegos. Y hace pocos días recibí tus Imágenes de Galicia, ejemplar número 229, si entiendo bien la última cifra. Fue esta una gran y grata sorpresa. Te suponía ya en Galicia dispuesto a dar comienzo a tu anticipado proyecto, aunque el recibo del libro no esté reñido con tu presente labor ni implique con carácter necesario tu presencia en Buenos Aires. En fin, espero que recibas esta carta en La Coruña, ciudad encantadora, asiento de la Torre de Hércules, cuna de rebeldías y rebeldes y proa de ensueños y nobles ambiciones de las juventudes galaicas. Siempre que echo mano a tu Homenaje a la Torre de Hércules se me hace presente La Coruña, y no porque la Torre me haya impresionado de una manera especial –más me ha impresionado el retumbe de las olas atlánticas en los arenales del Orzán– sino porque en las páginas del libro se me revela la callada ansiedad de las mujeres gallegas frente al enigma del más allá, de los mundos que les robaron a sus maridos, a sus hermanos, a sus hijos, cuyo paradero apenas pueden adivinar. ¡Qué bien entendió, sintió y expresó este infortunio Rosalía! Me imagino que Maruja, la valiente coruñesa que contigo soportó luchas y triunfos a ambos lados del mar, se alegrará de acogerse a sus lares nativos y poder al fin ver ese mar sin temor, sin ansiedades. ¡Ojalá que La Coruña y Galicia entera os reciban como vuestra lealtad merece!
Aquí en Washington he visto hace poco un tapiz diseñado por Miró y ejecutado por un especialista catalán cuyo nombre no puedo recordar. Ocupa un lugar excepcionalísimo el tal tapiz en la Galería Nacional, en un edificio fue concebido por un arquitecto chino-norteamericano. En casi nada se parece el edificio original y fue objeto de muchos elogios por arquitectos y otros expertos tanto norteamericanos como extranjeros. El tapiz cuelga del segundo piso sobre un patio o rotonda, de manera que los visitantes pueden contemplarlo en cuanto entran. No puedo decir mucho de él porque lo he visto sólo una vez el pasado verano, y aquel día el número de turistas no permitía contemplaciones. Para colmo de dificultades, en una serie de salones contiguos se exhibían lo que la prensa llamaba Los tesoros de Dresden, nunca hasta entonces vistos fuera de la capital de Sajonia. Acaso algún día se me ofrezca la ocasión de visitar la Galería y adquirir algunas postales o folletos relativos al tapiz para enviártelos.
Por mi parte, sigo bajo atención médica; algo queda en mis pulmones de una neumonía mal curada y empiezo los meses de otoño e invierno con fuerte medicación antibiótica.
Aquí estuvieron durante el mes de noviembre Cuqui y su marido a devolverme la visita que les hice la pasada primavera. Fueron dos semanas maravillosas que aprovechamos minuto a minuto. La nieta no pudo venir y quedó interna en un colegio de Truro, cerca de donde viven, en Cornwall. A Cuqui le acapararon sus amigas, una de las cuales vino desde Denver, Colorado, donde ahora vive, para recordar tiempos en Buenos Aires y de aquí. Los amigos de aquí nos llevaron a lugares excepcionales de los Appalaches, uno de ellos el famoso Camp David; otro, el primer monumento erigido a George Washington en una cumbre, por los campesinos de los contornos, al borde del hoy llamado el Trail de los Appalaches, que se extiende de Main hasta Georgia. Allí, al pie del monumento, nos sacaron la foto que te envío.
Mi vida de viudo solitario se reduce a menudos quehaceres, a la revisión de alguna monografía técnica o científica, a pasear y a leer. El invierno es crudo aquí; en este momento, la temperatura en el balcón –son las 9:30 de la noche– es de 10 grados bajo cero.
De tu libro te hablaré con calma otro día más propicio.
Mis deseos de un Año Nuevo muy feliz para vosotros dos y para los amigos, que imagino dispersos, a juzgar por una carta de los Dieste.
Un gran abrazo

Otero Espasandín

[Manuscrito na marxe esquerda:] Recibí de Lugo, creo, un documento sobre la reorganización del Seminario de Estudios Gallegos para no perder el curso. Me alegró mucho ver los nombres de amigos en él, entre ellos Pardo, Martínez López, etc.

1979-01-07
Carta de Otero Espasandín a Seoane. 1979
Nova York
Bethesda
Nova York
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Otero Espasandín a Seoane. 1979 en 07/01/1979

Sobre: From: J. Otero
7501 Democracy Blvd. B-215
Bethesda, Maryland 20034
USA

Sr. D. Luis Seoane
Paseo de Ronda 15, 6º
La Coruña
Spain



7 de enero de 1979

Querido Luis:

No te sorprendan estas líneas, como pisándole loa talones a la carta anterior. Pero me urge decirte que Imágenes de Galicia –las “imágenes”, empezando por la portada, y no el libro en sí, me maravilla y me sorprendió, a pesar de conocer una buena parte de tu labor. Me perdonarás que te confiese que echo de menos el esmero y la artesanía de que has dado tantas pruebas en lo que atañe a la “obra”, al aspecto material del libro. Estas xilografías, no sólo merecen, sino reclaman, un decoro editorial de la más apurada calidad. Me di cuenta de que algo muy excepcional llegaba a mi poder en cuanto rasgué la débil envoltura y tuve ante mis ojos la portada. Pero al mismo tiempo, el “Albino y asociados, editores” escrito debajo en un tipo de letra anodino me desconcertó. ¿Cómo el autor de estas maravillas pudo consentir esta mediocridad? Espero que algún día, ya tranquilo e inmerso en tu Galicia, puedas hacer una edición de los mismos quilates que tiene el contenido. Prometo adquirir uno de tales ejemplares, numerados y pocos en número, cueste lo que cueste, y si fuese necesario, por adelantado a fin de facilitar el empeño. Supongo que conservas las xilografías originales y que su tamaño es bastante mayor. Me imagino una edición, más que “a todo lujo” a “toda nobleza”, “a todo arte”, en la mejor tradición del arte celta, que ahora se está divulgando para maravilla y hasta asombro de muchos. Por cierto, la primera lámina de tu libro, inspirada por el grabado de la roca, está pidiendo ser reproducida en el mismo material y en platino fundido, y llevada a un museo arqueológico gallego. Recuerda una de esas casullas bordadas en oro que se exhiben en algunas iglesias y monasterios, como el de Guadalupe. Pero en su conjunto y una a una, las xilografías asombran por su originalidad, bien se trate de figuras o de paisajes. Las miro y las remiro, y la sucesión de los aciertos me resulta difícil de creer. Cuqui se volverá loca cuando tenga ocasión de verlo. Cuando la visité en Cornwall me confesó que tus “cosas la volvían chiflis”, y entonces nada sabía de estas Imágenes. Cornwall es eminentemente celta. Valdría la pena que los gallegos –escritores, pintores, etc.– fuesen allá. Después de todo, está muy cerca por mar. Estuve allí poco tiempo, pero he podido ver cosas preciosas: iglesias viejísimas, vitrales, cruces celtas magníficas, etc. Si la salud me lo permite, pienso volver allá pronto, y acaso desde allí salte a La Coruña acompañado de alguien de la familia. Sería bueno ver a tantos amigos, en particular a vosotros, a los Dieste, a Mincho Sabell, Colmeiro.
Por favor, escribidme y decidme cómo va todo eso. Imágenes tuvo que causar una conmoción en Galicia: por mi parte, lo considero uno de los jalones más altos, más originales y audaces del arte gallego. Una maravillosas sinfonía de líneas. Si estuviese allá, lo recibiría con un tremendo aturuxo.

Otero

[Manuscrito na marxe esquerda:] Acaso os agrade ver esas fotos de Miramar. Aparecieron entre otros papeles y recuerdos que Ali guardaba, a veces en los rincones más inverosímiles para que nos e perdieran. Carmen Dieste me pidió hace tiempo que le enviase lo que hubiese de Buenos Aires, no sé con qué objeto. Un abrazo para vosotros dos.

[Manuscrito na parte superior:] Foto de Cuqui, su marido y mía en los picos de los Appalaches, cerca de Camp David, saca en noviembre.