PROXECTO EPÍSTOLAS

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LOCALIZACIóN: Tel Aviv

Epístolas
2 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1972-07-12
Carta de Kantor a Seoane. 1972
Tel Aviv
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Kantor a Seoane. 1972 en 12/07/1972

TEL AVIV, 12 de julio 1972

Querido Luis Seoane:

Creo que pocos días o semanas llegará el primer paquete de libros (por barco) de regalo para mi familia y los amigos. Entre esos 10 primeros va UNO PARA VOS, y otro para Lorenzo Varela.
Para lograr esta hazaña, tuve que pagar UN AÑO exacto que el editor se tomó para hacerlo –(mejor dicho, que me tomó a mí, ya que yo trabajé día y noche sin reposo ese tiempo...). El libro es hermoso y valía la pena. Tuvo un gran éxito e Milán y con las personas con quienes tomé contacto en París y Ginebra y Roma. Me hizo sufrir mucho, pero me dio y me da satisfacciones muy profundas. En lo único en que me da una desesperación es que yo no puedo de ninguna manera volver a B.A. por ahora y llevarlo como carga acompañada –digamos que la mitad de la edición (que es de 1.500 libros). No tengo posibilidad de regresar antes de 6 meses o quizá un año (YA VAN AÑO Y MEDIO que salí de B. A.). El retraso del libro me descompaginó todos mis planes de trabajo en Europa y aquí, donde hace 3 meses que estoy, pero apenas recién comienzo.
Los objetivos del viaje se cumplieron en hacer el libro y que este me abra un Camino en Italia y Francia. Este segundo plan comenzó inesperadamente a dar frutos mayores a los que yo suponía, especialmente a Milán (también en PARÍS). Pero yo no podía ya seguir deteniendo mi viaje a Israel.
Siempre recuerdo las cosas que me dijistes de los problemas que tendría y las dificultades si hacía el libro en Europa en vez de hacerlo en B. A. –Y como siempre cada uno tiene razón, y para c/ uno las razones tienen otro sentido–. ERA verdad, pues, lo que dijistes que llevaría mucho tiempo, que un arteggiani hace todo con el máximo de “vuelta a hacerlo” –y que saldría caro y que luego habría dificultad en el envío del libro. En lo que todo esto fue para bien, es que topé con un tipo que resultó ser un gran artista y un tipo generoso y orgulloso de su trabajo. Me cobró la mitad de lo que pedían los impresores simplemente industriales que sólo podrían figurar en el colofón –mientras que éste, considerado el último clásico de la tipografía italiana, (que es una especie de COLOMBO –pero con una obra fabulosa– de poetas, pintores, y para bibliófilos). Me cobró con el tiempo y puso de su bolsillo la otra mitad. Donde yo “soné” fue en pagar un año de vida en Europa (a veces me escapaba a Suiza para ganar unos pesos y logré sacar allá NAFTA para la mitad del tiempo. En lo que fue un acierto hacerlo en Milán, era el que con la maquette logré 2 prólogos de 2 grandes figuras de Italia –y al terminarse, la Librería y editora y Galería Rizzoli hizo la vitrina, la presentación (2 poetas, famosos críticos –uno el del Corriere della Sera y el otro el de la RAI) (y van 4). Gran público y, entre ellos, el dueño de la Galería Schubert que se interesó, se hizo amigo y me convidó para ocuparse de mis cosas. Figuras como Zavattini, Sinisgalli, en Roma. Jean Cassou y Aragón, Asturias y Neruda en París. Lo tienen el libro y gustaron de él.
La France Press envió un largo y entusiasta telegrama a América Latina que desde B. Aires no habrá interesado enviar a ninguna parte.
Me topé con LAJOS SZALAY en París que me dijo “LO ENVIDIO, LO ENVIDIO con NOBLEZA, con altura…”. En fin, sería largo contar todo lo que pasó en año y medio y, sobre todo, a partir de NAVIDAD. Cuando me llegó le libro a París y por el cual en el verano pasado fui a parar nada menos que a Puerto Pollensa, en Mallorca.
En Lausanne me gané mil dólares por un dibujo –y vendí en Ginebra 2 óleos a esos precios (en 6 meses vendí a 100 y 50 dólares libros, con un dibujo original, por un total de 150 dólares)– y, sin embargo, el DESASTRE ECONÓMICO que yo me organicé no me deja levantar cabeza por ahora y recién estoy saliendo del pozo.
Total: me pasaron cosas maravillosas y cosas terribles –que no vale la pena ahora contar. Pero me siento prisionero, no sólo por no poder ir a Bs. As., sino por pertenecer a un país que además de ser el más desdichado del planeta y que da salida a ningún problema, me da la idea que c/ día va hacia el abismo. Imagina que aquí, donde estás en un país en guerra y donde no sabés que bomba te pusieron en el autobús en que viajás, se vive en una sensación de paz interior y de seguridad (incluso del mañana que en Argentina –paradógicamente, es tan incierto). (Y sobre todo que aquí todo tiene un sentido).
Bueno, Ana María llegó en Navidad a París y vivimos en Europa 3 meses y luego aquí otro tanto. Ella está muy bien y, por primera vez, sin la preocupación de las vacaciones que terminan. Mi hija que vive en Jerusalem donde tiene su cátedra y su casa. Acaba de ir por un año a Estrasburgo a defender su tesis para el doctorado. Está muy bien en todo sentido.
Encontré en cada país y ciudad amigos comunes. Ángeles Ortiz, Amparo Alvajar, María Teresa y Rafael, Roberto Payró (hijo). Attilio Rossi, Aquiles Badi. Larralde.
Entre las noticias trágicas, la de Julio Payró y Castagnino me impresionaron mucho. Si bien en tanto tiempo perdí muchos más amigos. A Castagnino lo encontré en París de 2 a 3 meses antes de su fin que ya parecía visible en su angustiada expresión.
Yo no sé porqué pareciera que la gente hace hoy una vida en que, arrastrados por fuerzas inevitables, apresuran el ritmo maléfico de estos tiempos y aumentan las penas que ya de por debemos sobrellevar. Una incomunicación caracteriza a los que debieran ser las personas que nacieron para comunicarse.
Como verás, hay dos capítulos en mi prólogo que tienen que ver contigo. Uno en que hablo de ti –otro el de España, y una cita además en una llamada.
Yo te agradecería le alcances esta carta a Lorenzo, ya que todo lo que cuento es también para él. Discúlpame, Luis, que te hable de tantas cosas prosaicas. Teniendo, a pesar de la terrible lucha del año 1971, tantas cosas maravillosas que pasaron y especialmente en el 72.
A pesar que nunca contestas. Siempre, de lejos, te recuerdo, como cuando éramos muchachos y me hago la ilusión que en vez de ser un gruñón incorregible y un tipo a quien la mayor fortuna acompañó –sin que diera cuenta de ello y que con los años te pones cada vez más gruñón– me hago la ilusión de verte sonriendo como en los buenos momentos y los tiempos felices.
Te envío un abrazo grande. Otro para Maruxa y otro para Lorenzo. Y, si lo ves, a Arturo, dividirlos.

Cariños de Ana María.

Manuel Kantor

varias cores empregadas para enfatizar.

[Anexo.]
[Mecanografado.]

EL DIBUJO, LA PINTURA Y LA LOCURA
Algún día se hará la historia del dibujo, tan injustamente postergado.
En la Argentina hay un momento en que los dibujantes se revelan casi todos en el periodismo, como ilustradores, y ello sucede de 1920 al 30. Posteriormente, vienen de Europa dos dibujantes políticos. Uno, alemán, Clement Moreau, que hizo día a día su guerra antinazi. Era un grabador en madera con el rigor dinámico del trazo de Van Gogh y la síntesis de los japones antiguos. Pocas veces conocimos un caricaturista de humor travieso y elegante como Toño Salazar, que era el otro. Vivió en el París de la época gloriosa donde fue conocido. Era centroamericano de El Salvador. Pasó muchos años con nosotros en Buenos Aires, hasta que Perón lo deportó por sus caricaturas y su país lo nombró embajador en Roma, donde lo encontré. No se podrá conocer su obra, pues era un gran conservador y prefería este arte al de ocuparse de sus dibujos.
Por el año 1937 surgió el nombre de Carybé quien realizó una obra de ilustrador y reveló una condición admirable de dibujante. Nacido en Buenos Aires, vivió su infancia en Brasil, adonde se sintió atraído en el momento en que comenzaba a sentir el color. Un año después que yo regresé de Bahía, él partió para la Terra Boa, que le hechizó definitivamente, dedicándose al muralismo. Hoy su nombre es inseparable del folklore de Bahía.
En 1939 se consagró el nombre de Mauricio Lasansky, joven grabador de la provincia de Córdoba. Cuatro años después partía para Estados Unidos, donde vive desde hace 28 años. Es considerado ya hace mucho tiempo como uno de los grabadores de mayor jerarquía universal.
Luis Seoane, nacido en Argentina y formada su juventud en Galicia, apareció con la guerra española. Dibujante de acento propio, continuó en el grabado, el mural y el cuadro que caracterizó por su alegría del color, desarrollando en los cuatro géneros, con creciente éxito, su definida imagen y su poesía. Es además, como Carybé y Toño Salazar, un interesante escritor. De estos cinco artistas con quienes, con diferencias de años, fuimos contemporáneos, amigos y compañeros, conservo el recuerdo de nuestra convivencia en un tiempo en que se creía en cosas trascendentales.
Junto con ellos hay otros dibujantes que no se iniciaron en el periodismo o la gráfica y provinieron de la pintura. Un desarrollo inesperado fue el de Juan Carlos Castagnino que no había llamado tanto la atención por su fino dibujo cuando ya era un pintor consagrado. Una enfermedad alérgica que le duró tres años, proveniente de los colores del óleo, que le abría la piel de las manos haciéndolas sangrar, lo decidió dedicar esos años al dibujo que desarrolló con intensidad, culminando en la ilustración del Martín Fierro que lo coloca entre los más grandes ilustradores contemporáneos.
Antonio Berni, que en la Argentina fue precursor del fauvismo, del surrealismo, del arte social, y del collage figurativo, ganó en la Bienal de Venecia el premio de grabado. Grabados dibujados con tal vigor y novedad que resultaron una revelación cuando él era ya maduro y famoso.
Gertrudis Chale, una vienesa que descubrió el paisaje solitario de nuestro suburbio pampero, siguió hasta el norte argentino vecino de Bolivia, donde encontró el tema de sabor indígena y la forma que buscaba. Fue quizá la primera artista que incluyó lo telúrico en el arte moderno de esta región con tanta sinceridad y jerarquía, sacándolo del pintoresquismo menor. Tenía un dibujo vigoroso y personal, que la ubica entre los mejores dibujantes y continuadores de los mejicanos. Un clima metafísico y dramático. Gertrudis, mujer alta, interesante, de ojos verdes, de hermosa estampa, se mató en un avión al cruzar los Andes en 1952. El caso de Spilimbergo es especial, pues fue quizá el más grande de los dibujantes y era, simultáneamente, uno de los maestros de la pintura americana.
[Manuscrito na marxe dereita da segunda folla:] A Lorenzo le envío la parte sobre España.

1972-12-13
Carta de Seoane a Kantor. 1972
Bos Aires
Tel Aviv
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Kantor. 1972 en 13/12/1972


Buenos Aires, 13 de Diciembre de 1972

Sr. Manuel Kantor
Tel-Aviv

Querido Kantor:

Acabo de leer tu libro, lo había visto en sus reproducciones y perfección gráfica cuando lo recibimos por intermedio de tu cuñada Blanca y me lo prometí para su lectura cuando tuviese un día, unas horas, de calma. Lo hice hoy, cuando creo terminé todos los compromisos de trabajo y estamos en vísperas de viajar a España y me alegré de haberlo hecho. Si tu libro le produce a uno satisfacciones por toda la obra que reproduces, por la gracia de tus dibujos, el humor de tus caricaturas, por todo lo que ellos significan de vida tuya y de los demás, de los retratados, de la naturaleza, tu prosa evoca con mucha belleza el pasado, tu pasado y el que nos es común. Debes continuar este libro, alargarlo con toda la vida propia y la que sabes de los otros que te dejas en el tintero, será la crónica de unos años porteños y americanos de los que muy poca gente escribe. Cuando se escribe hoy, aquí y casi en todas partes sobre una obra, se la independiza de la vida de su autor, de las influencias de todo género que hicieron posible esa obra, de las gentes que le rodearon, del grado de conocimiento del pueblo de esa obra. Los críticos no piensan como lo hicieron los románticos o Vasari, o Delacroix, o Van Gogh, que autor y obra constituyen una unidad. Este es el caso tuyo, el de este libro. Tú, en tu caso, lo pones de relieve con la excelente autobiografía que precede a tus dibujos y a las reproducciones de tus cuadros. Te felicito. El tuyo es un libro ejemplar. Marcharemos dentro de unos días. Te volveremos a ver en Buenos Aires, no sabemos cuándo, dentro de unos meses, quizá.

Recibid los dos, Ana María y tú, un fuerte abrazo de Maruja y mío:

[Seoane]