PROXECTO EPÍSTOLAS

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3 MENCIóNS A Lorenzo Domínguez (1901-1963)

Escultor latinoamericano capaz de xuntar a estética da cultura precolombina —a arte de Rapa Nui (Illa de Pascua)— e a estética derivada da súa formación artística europea.
Epístolas
Mencionado/a [3]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1961-05-12 Mencionado/a
Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1961
Bos Aires
París
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1961 en 12/05/1961


Buenos Aires, 12 de Mayo de 1961

Sres. Esther y Lipa Burd
París

Queridos Esther y Lipa:

Creo que esta carta debe llegar a tiempo para encontraros en París si no modificásteis las fechas que teníais señaladas para vuestra estancia en esa. Supongo que debéis tener noticias abundantes de Buenos Aires. Las nuestras en muchos aspectos no creo que tengan demasiado interés. Todo se desenvuelve con la misma normalidad o normal anormalidad de estos últimos años extendida a lo largo del continente. Uno trabaja como puede, sumido en esta anormalidad de silencio e indiferencia que solo altera algún grito salvaje de malón. Ese malón que, a despecho de Sarmiento, continúa latente como una amenaza en el país y que ahora tampoco excluye el arte. Y no es que piense que estén de más los malones en pintura por ejemplo, sino que continúo prefiriendo en este aspecto el grito individual y solitario del pastor montañés deseoso de afirmarse hombre en el grito y de sentir, al emitirlo, una esperanza de solidaridad de la tribu o de la aldea. El malón llegó este año en Buenos Aires al Museo y expone, a través del patrocinio de Ver y Estimar, ese berrido que no procede de la individualidad de cada expositor, sino del rebaño, con excesos de negro –un negro de paños funerarios, no el de Goya, lujoso y dramático– y chatarra comprada en la calle Warnes o procedente de las quemas. De entre los expositores del museo a que me refiero, alguno en quien se ve talento, de quien uno espera la actitud solitaria expuesta e indiferente de las modas. Hoy acabo de encontrarme con el escultor Lorenzo Domínguez que pasó un año en la Isla de Pascua, viviendo parte del tiempo en cuevas y que trajo unas ochocientas fotografías de las grandes esculturas labradas en lava volcánica, de petroglifos, a las que hasta ahora nadie había dedicado demasiada atención, y unos ciento cincuenta dibujos de esas grandes y misteriosas cabezas y de los temas, hombres pájaro sobre todo, grabados en las rocas. Una maravilla que hasta ahora conocimos en escasas fotografías hechas en general por sabios arqueólogos ignorantes de su interés artístico, o viajeros de buena voluntad y escasos conocimientos que no encontraban diferencias formales en esas tallas remotas. Domínguez vuelve nostálgico de esa isla, con ese pasado poblado por esas grandes rocas talladas laboriosamente, colectivamente, por un pueblo, y de las mismas gentes actuales que allí viven herederos de aquellos grandes escultores anónimos y a su vez tallistas que andan de un lado para otro de la isla con las maderas que labran en cualquier parte, sentados sobre una cabeza de piedra caída o montados sobre un caballo que marcha al paso.
Por mi parte estoy más tranquilo. Estoy trabajando en unos murales y he pintado algo, muy poco, tratando de afianzarme tercamente en lo mío con algunas variantes, las que me dicta mi necesidad de expresión y las experiencias que surgen en la propia obra. Volviendo a la Isla de Pascua, algún petroglifo representa en su esquematismo un barco europeo con una forma indeterminada, quizá sea una nube furiosa precursora de la tormenta con que los antiguos habitantes conjuraban su presencia. Quizá nosotros, individualmente, sin dejarnos guiar por sacerdotes anacrónicos, a nuestro juicio, estamos conjurando algo que presentimos como una amenaza y que se encierra en nosotros mismos. Aquellos primitivos conjuraban el barco tripulado por hombres corruptores de su inocencia y de sus costumbres. Quien sabe si nosotros no conjuramos el barco a la deriva, el solitario barco holandés de la leyenda, que llevamos dentro. Bueno, perdonarme esta carta, pero no quería escribirte nada que se refiriese a Frondizi o a Alsogaray, o a cualquiera que solo merezca una caricatura hiriente en un día cualquiera, aún sabiendo que señalan nuestra época en este país a pesar de todos nosotros.
Creo que os abrazaremos pronto, para entonces guardo cualquier novedad. Un abrazo de Maruja y mío para María, Jonquiéres, Aurora, Cortázar y todos los amigos y otro muy fuerte para Esther y para tí de Maruja y de:

[Seoane]

1963-04-22 Mencionado/a
Carta de Varela a Seoane. 1963
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Varela a Seoane. 1963 en 22/04/1963


Buenos Aires, 22 de abril de 1963

Querido Seoane:

Recibí tus dos cartas. Ya hice uso de tu corresponsalía, con pleno éxito. Está a tono con el informativo que habíamos inaugurado –un panorama mundial y nacional muy breve y adjetivado, que está levantando roncha. Lo tuyo fue especialmente elogiado por los pintores, aunque supongo que a algunos nos les hará mucha gracia, como no se la hacen mis comentarios. Romualdo Brughetti es director de Relaciones Culturales de la Cancillería. Hugo Parpagnoli es director del Museo Nacional de Bellas Artes. Creo que ya sabías que Rafael Squirru es director del Departamento Cultural de la Unión Panamericana. Fuiste seleccionado para la exposición de París, por un jurado en el que estaba Payró. Se ha detenido a unos cuantos frigeristas, entre ellos Merchensky y, al principio, equivocadamente, Ernesto Sábato que ya está en libertad. Yo preparo dos conferencias para ver y estimar sobre El alma en conflicto con la época (lo accidental y lo permanente, como oposición causante del desgarramiento actual). Me ha encargado Eudeba una serie de fichas para la carpeta en que tú participas, y quieren que les busque dinero para colección titulada Arte para todos, con sueldo y asesoría, pero eso de buscar dinero...
Vimos a Baltar, están bien. Díaz Pardo sigue enterrado. Dieste, en su gloria, a la diestra de Rianxo. Núñez Búa salió para Europa, contaba con verte. Di tu dirección a una dama que quería datos tuyos para un trabajo misterioso. Bonino, en Estados Unidos, y Rubbers, preparando las maletas hacia allá. Mándame tus colaboraciones horaonceñas. Y, mientras no me mandes el paisaje, etc., es tu deber, no lo olvides enviarme discos, catálogos, libros, cintas grabadas con veces europeas, reproducciones de tus obras, y sobre todo, mucha compasión por esta vida porteña obligatoria.
Como ves, puedo ser más telegráfico. No te hablo del resto de vuestros amigos porque, como es natural, sólo los veo para maldeciros en compañía nada sospechosa. La noticia triste: Murió Lorenzo Dominguez.
No está Marika en casa, así que os mando estas líneas sin que ella meta baza (como ves, Maruja, para llegar a tiempo, hasta por correspondencia tengo que andar solo). Pero también os maldice, deseándoos, como yo, mucha suerte.

Un largo abrazo.

Lorenzo

[Manuscrito:] P.D. Saludos a Petere , a Amparo si la veis, a...

1963-04-29 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 29/04/1963


Ginebra, 29 de abril de 1963

Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Querido Varela:

Recibí tu carta del 22 y te agradezco todas las noticias que me envías. Resulta confusa la de Paspagnoli, ¿es Director del Museo Nacional, como escribes, o del de Arte Moderno, en lugar de Squirru? Si lo es del Museo Nacional, ¿qué pasó con Romero Brest? Siento verdaderamente la muerte de Lorenzo Domínguez, era un gran artista y un excelente amigo. Para mí, además, otro español del exilio, aunque hubiese nacido en Chile, ocupado cátedras en la Argentina, etc., como escultor nació en España, donde se formó y a cuya sangre pertenecía. De aquí la noticia más importante fue la ejecución de Julián Grimau en Carabanchel. Toda Europa se conmovió. Manifestaciones en todas las ciudades europeas. En Francia, Italia y Suiza, obispos y organizaciones católicas hicieron pública su protesta. Aquí, en Ginebra, hubo dos manifestaciones. La última, el sábado 27, de todas las organizaciones sindicales. Al terminar el acto, donde sólo hizo uso de la palabra un dirigente obrero, lanzaron al lago dos coronas de claveles blancos y centenares de claveles rojos para que remontasen las aguas del Rhône y llegasen simbólicamente a la costa de España. Franco se cerró definitivamente, pienso, muchas puertas europeas, las que se había entreabierto para la liberación de su economía y su política. La prensa francesa es en casi totalidad, intransigente con él, con la ahora dudosa ayuda económica de De Gaulle y con Malraux, del que nadie puede escuchar su silencio. Pero ahí van algunas noticias, pues no creo puedas pasar la de Grimau.
En Ginebra, se ha inaugurado una gran exposición del pintor cubano Wilfredo Lam en la Galería Krugier, seguramente una de las más amplias y selectas de esta ciudad, que comprende obras desde 1938 hasta 1962. Se trata, en general, de cuadros de gran formato, de un surrealismo muy particular y realizados con una técnica muy sintética. Sus temas, muy repetidos desde hace años, se refieren a un mundo cubano tropical y de resonancias africanas y oriental. Cañaverales, grandes pájaros, pies y manos muy dibujados sugiriendo no se sabe de qué cuerpos, picos de aves, todo formando ángulos agudos dibujados con precisión. En la primera época, usaba una paleta de verdes, rojos y violetas muy tímidamente puestos al modo impresionista y en los últimos años dibuja simplemente con negro sobre un fondo gris casi blanco. Manifiesta un mundo original que tiene que ver lo mismo que con su país, con su origen chino y negro. Se trata desde luego de un excelente pintor, sabio y menor, que con los años redujo sus aspiraciones y que alcanzó, como los chinos con sus aguadas o como Goya con sus últimos óleos y grabados, a encontrar todo el color posible sólo en el negro.
En la ciudad vieja de Ginebra, se instaló una nueva galería de arte, la Galería Iolas. Se trata de una galería de Nueva York que ha abierto dos sucursales en Europa, en París y en Ginebra. Seguramente, en esta última ciudad, como muchas empresas norteamericanas con el fin escondido de burlar los impuestos de su país. Se inaugura con una muestra de Max Ernst, unas sesenta obras, casi todas ellas de la última época del pintor y los precios de los cuadros oscilan entre 150.000 francos suizos, es decir, 4.600.000 pesos aproximadamente, el de mayor tamaño que es de alrededor de un metro cuadrado, y 21.000 francos suizos, es decir, 690.000 pesos el más chico, el grandor de media tarjeta postal. La calidad, con ser buena en general, no está, pensamos, de acuerdo con los precios. Los mejores cuadros de Max Ernst se presentan, como ya comentamos, en el Museo de Zurich.
Suiza acabad de obsequiar a la Unesco con un tapiz de Le Corbusier de 6,50 x 3,50 metros que decorará la sala 5 y que evocará, según una frase del delegado suizo, “la alegría de vivir y una incesante juventud”. Esperamos que el tapiz, como los tapices de los cuentos orientales, pueda desprenderse a ratos de la pared a que fue destinado para llevar, entre nubes, alegría y juventud a los pueblos subdesarrollados y hambrientos que tantas valiosas horas de preocupación consumen a los delegados de la Unesco. La preocupación de Le Corbusier fue, antes de pronunciarse los discursos, colocar su gran tapiz en la pared de una sala exigua como parece que es la sala cinco de la Institución internacional. Se le presentó al arquitecto racionalista un problema de Chesterton que, seguramente, por nada racionalista, podría el escritor inglés resolver más fácilmente.
Uno de los más importantes críticos de arte de Europa, el francés Georges Duthuit, acaba de publicar un libro, Le feu des signes en Ediciones Skira de Suiza. Con este motivo, acaba de declarar “los estetas generalmente vienen después de los artistas, de sus obras”. En el libro se vuelve contra la estética contemporánea, la dispersión del arte de nuestra época, la concepción individualista del arte y reniega de los prefacios que hizo en los últimos tiempos para pintores del informalismo y de la abstracción lírica, como Riopelle y Sam Francis. El pintor, afirma, debe participarnos la certeza de pertenecer al mundo. La obra de arte no puede reducirse a sabios juegos formales ni a especulaciones geométricas o psicológicas. El libro de Duthuit estalló como una bomba en los medios artísticos y del comercio de arte. Antes se había rebelado contra la concepción estética del Malraux publicando su excelente libro El museo inimaginable.
Georges Mathiew, afecto por la mala crítica que obtuvo de su gran exposición en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París, responde a uno de los más sañudos, André Chastel, de Le Monde, con un artículo en uno de los últimos números de Arts, en el que, si bien logra comadrear alrededor de la obra de Chastel, no consigue desde luego defender su pintura, que era lo que algún público esperaba. En compensación, en uno de los últimos números de París Match, aparece retratado en las poses más diversas vestido de lujosos trajes, que unas veces parecen hacen surgir su figura de una tela del Ticiano o de Velázquez y otras de Goya, y entre muebles muy curiosos y caros. Fotografías singulares que en nuestra época tienen mucho que ver, aunque parezca mentira, con el comercio artístico.
Morir en Madrid es la última película de Frédéric Rossif, el autor de otra muy buena Le temps du ghetto, hecha a base de documentales extraídas de los archivos. También de los archivos de varios países extrajo la documentación gráfica para relatar la guerra de España. Un relato apocalíptico, según juzgan algunos críticos, que mereció el que interviniese la censura francesa cortando frases del texto redactado por Madeleine Chapsal. En estos días, la película de Rossif es la más comentada de Francia y su nombre Morir en Madrid sirvió, en general, como título a los numerosos comentarios que se hicieron contra Franco alrededor de la ejecución de Grimau. Resulta un excelente recuerdo en el momento en que Francia se apresta a ayudar financieramente a España formando parte de su gobierno Malraux, el caballero, subrayamos entre comillas, de La esperanza.

Querido Varela. Éstas son las noticias por hoy. Creo que abundantes. Escríbeme. Un abrazo de Maruja y mío para los dos:

[Seoane]