PROXECTO EPÍSTOLAS

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19 MENCIóNS A Max Ernst

Artista alemán nacionalizado francés considerado figura fundamental do movemento dadá como do surrealismo.
Epístolas
Mencionado/a [19]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1963-04-07 Mencionado/a
Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1963
Nova York
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1963 en 07/04/1963


Ginebra, 7 de Abril de 1963

Sres. Esther y Lipa Burd
Buenos Aires

Queridos amigos:

Mañana o pasado se cumple el mes de nuestra llegada a Suiza. Hemos andado gran parte de este tiempo de una en otra ciudad de este país, con unos días de estancia hasta ahora en Ginebra y en Basilea. En Ginebra, donde estamos ahora, alquilamos un departamento de un ambiente por dos o tres meses para poder trabajar y al mismo tiempo ir cuidando lo mejor posible de nuestra situación financiera, que merece, como podéis imaginaros, le dediquemos una parte importante de nuestra atención. Establecí algunos contactos con galerías de Zurich y de aquí, de Ginebra, que espero sean útiles, aparte, naturalmente, de las lentas y largas relaciones que continúan con la Kunsthalle de Basilea. Esperamos que algo cuaje para el futuro próximo. Los museos han crecido considerablemente con espléndidas donaciones efectuadas por particulares desde nuestro viaje anterior. El de Basilea, que para mí continúa siendo el más importante, aumentó considerablemente en obras del período cubista de Picasso, Braque, Juan Gris, Leger, además de los puristas Ozenfat y Le Corbusier, y en Paul Klee. Este y Juan Gris continúan siendo en Basilea como en Berna los pintores que mejor se ven. Berna quizá tenga ahora más Juan Gris que Basilea y desde luego ya tenía una cantidad superior de Paul Klee, alrededor de setenta obras de éste son las que posée en la actualidad. Los tres museos han aumentado en piezas nuevas pero creo que más en proporción los de Basilea y Berna. A los nombres que os menciono de Basilea hay que añadir nuevos Matisse, Bonnard, Chagall, etc., y algunos norteamericanos, como Tobey, y españoles últimos. En Zurich hay un gran Tapies y dos o tres esculturas de Chillida; en Basilea, Chillida, y en Berna Clavé, aparte, naturalmente, los de escuelas de Alemania y norte de Europa que también en Suíza pueden verse seleccionados. Nos tocó de ver además cuatro espléndidas exposiciones en museos y galerías particulares: Jawlensky, Paul Klee, éstos en Ginebra y Basilea respectivamente, y Jacques Villón y Lurçat en los museos de Zurich y de ésta. Ahora, en estos días, se inauguró en Zurich otra retrospectiva de Max Ernst que pensamos ver el jueves o viernes próximo de paso que vamos a resolver una posible exposición de grabados en una galería particular de esa ciudad. El que me decepcionó, dejando a un lado la espléndida calidad de la artesanía en los tapices y la buena intención humana de sus temas, fue Lurçat. Es un muralista por el destino de la especialidad a que se dedica, pero no lo es como artista, como pintor. Cerca de doscientas obras se reúnen en Ginebra entre tapices, unos ochenta gouaches, litografías, cerámicas y vitrales. Tiene tapices de dimensiones extraordinarias, de catorce o quince metros por cuatro o cinco de alto, pero sin resolver en sus cartones como obra de carácter mural. En ellos se conjugan los más bellos colores de lanas que Lurçat entona con habilidad y la calidad del tejido, pero los espacios los llena con recursos fáciles y repetidos, con mariposas, estrellas, sobre todo estas últimas, empalagosas estrellas estilo 1920 o 1925 de un falso modernismo, y hojas de árboles, todo como una pirotecnia deslumbrante a primera vista pero que cansa en su insistencia. Pienso que lo que seleccionaría para mí sería uno de esos gallos suyos, que los ha dibujado casi siempre de perfil, siempre el mismo gallo pero algo distinto, cuando los hizo tejer en blanco, gris y negro. Por lo demás prefiero la serie de tapices góticos de la vieja Basilea del siglo XV, con sus temas bíblicos y sus bestias más bellas en su aparente ferocidad porque seguramente aquellos pintores conocían menos de la anatomía y zoología que Lurçat. Bueno, en cuanto a otro género de cosas aparte de ver arte y monumentos, sólo hemos visto alguna película del género menos intelectual, como El tirano de Siracusa, que llenaron algunas horas de nuestro tiempo y con ellas multitud de películas de publicidad francamente malas. Creo que están peor que en 1960 y muy mal con relación a lo que vosotros estáis haciendo en esa. Nada que se parezca a la vuestra de propaganda de Rosenthal.
Nos gustaría mucho veros por aquí, que extendiéseis vuestro proyectado viaje de París a Ginebra, esta ciudad encantadora donde se os advierte el paso del tiempo en infinidad de relojes. Las agujas de todos ellos realizan, implacables, una inacabable y cronometrada danza de la muerte.
Escribidnos. Os rogamos que nos mandéis noticias vuestras y de esa. Sin todos vosotros, los amigos, nos encontramos solos. ¿Cómo va Arroyo y vuestro departamento? Os rogamos que nos enviéis y, lo más pronto posible, la dirección de Jonquières y de Cortázar que nos olvidamos en Buenos Aires, y a quienes quiero escribir.

Un fuerte abrazo de Maruja y mío para los dos:

[Seoane]

N/dirección:
4-6 Rue du Lac. Ap. 59
Ginebra

1963-04-08 Mencionado/a
Carta de Seoane a Goldstein. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Goldstein. 1963 en 08/04/1963


Ginebra, 8 de abril de 1963

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Acabo de recibir su carta, hoy, domingo, entregada con especial formalidad por un empleado de correos a las nueve de la mañana. Ayer tarde habló Ruty* con Maruja por teléfono desde Interlaken, y, seguramente, este fin de semana y de vuelta de Zurich, a donde tenemos que viajar el jueves, veremos a los padres de Anita y a su hermana.
Debió llegar a poder suyo una carta que le había escrito estos días pasados con noticias nuestras y de lo que fuímos viendo de más importante en los museos y galerías de las distintas ciudades de Suíza del norte, y participándoles que en la misma casa donde vive una amiga nuestra, funcionaria de la Organización Internacional del Trabajo, alquilamos un departamento de un ambiente para el tiempo que estemos aquí. Estoy pintando, tengo cinco cuadros nuevos, dos alargados de 1,50 aproximadamente por 50 cm., y otros tres más chicos. Nuestro viaje del jueves a Zurich lo hacemos para concretar una exposición de grabados en una galería destinada a este género de arte, a cuyos dueños entusiasmaron los que yo hago. También, aparte de Basilea, estoy en conversaciones con una galería de Ginebra, pero todo aquí es muy lento y objeto de muchas reflexiones y tropiezo con la dificultad de ser un pintor desconocido procedente de un país absolutamente ignorado en estas cuestiones. Si viniese de Nueva York o París, todo se hubiese resuelto en el acto, pues mis trabajos interesan mucho. En Zurich, tendré ocasión de ver esta semana la gran exposición retrospectiva de Max Ernst que prepara el museo, y aquí, en Ginebra, alrededor del 20, la del cubano Willfredo Lam, que desde hace años reside entre Nueva York y París.
Me sorprende la carta de la Otis, pero no me enteré exactamente de qué se trata ni de qué papeles, pues, en su carta, no venía la muestra que me anuncia. De cualquier manera, cuando me escriba, me gustaría saber qué es, a lo mejor, pienso, es papel para pruebas de grabado, en este caso, me lo guarda en la oficina o lo mete en el departamento de Montevideo. De todas maneras, para escribirle y agradecerle a Otis, deseo saber bien en qué consiste el envío. Perdóneme esta molestia, pero si es una atención que tienen conmigo, quiero agradecérsela, como le agradezco a usted su preocupación por esta cuestión. Nos alegró mucho la noticia de Anita y recordaremos la fecha, octubre, en que calculan se acrecienta la familia.
Me gustaría saber de Fiterman, Jenijovich, su tía Rosita, Edgardo y Susana, a todos ellos envío mis saludos. A su padre le hemos escrito también días pasados. Les recordamos a todos.

Un gran abrazo de Maruja y mío para Anita y Ud y Daniel, y otro más para usted de:

[Seoane]

1963-04-19 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 19/04/1963


Ginebra, 19 de abril de 1963

Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Querido Varela:

Aquí te van nuevas noticias, espero que te sirvan de algo. De nosotros, no tenemos nada que contaros. Trabajo y mañana o pasado viene a ver mis cosas el dueño de una galería de Ginebra. Durante la semana de Pascua quedó desierta Suiza, o sus habitantes se movilizaron de un lado para otro buscando los rincones más escondidos del su país. Nosotros hemos estado en Zurich e Interlaken. En Zurich, vimos una gran exposición de Max Ernst. Pero ésta es la primera noticia, ahí va:
En el Museo de Bellas Artes de Zurich se abrió una exposición retrospectiva del pintor surrealista alemán, nacionalizado francés, Max Ernst. Se presentan 231 obras de pintura, escultura, grabado y collages y, en vitrinas, algunos álbumes y libros ilustrados por el pintor y joyas diseñadas por él. Se trata de la exposición más completa que se haya hecho de Max Ernst y se considera un acontecimiento artístico europeo. Las obras más interesantes, a nuestro juicio, son las que abarcan los años que van de 1926 a 1930, con los temas de los bosques, metamorfosis de pájaros y hordas. En los años siguientes, los recursos de oficio que había ido descubriendo durante ese período se convierten en mecánicos y, de hace dos o tres años, es el muy flojo Retrato de Dorotea, (Dorotea Tanning, de Arizona), ejecutado con un lenguaje impersonal y consabido. Se trata, sin embargo, de un gran pintor, un pintor alemán por la rigurosa artesanía de que hace gala y por el mundo romántico que utiliza en su temática.
Eugene Ionesco acaba de publicar un largo artículo contra los críticos de teatro y la crítica profesional en general, Critiques, vous vivez de moi!, se titula. Afirma “Que la crítica sea hecha por los novelistas, los pintores, los filósofos. Delacroix comprendía la poesía mejor que los críticos literarios de su tiempo. Baudelaire y Apollinaire comprendieron la pintura que los críticos de pintura no comprendían”. Con este párrafo termina el artículo provocado por los comentarios desfavorables a su última pieza, Le piéton de l´air. Con motivo del centenario de la muerte de Delacroix, Claude Roger-Marx afirma en un ensayo que el gran pintor romántico fue para los escritores de su tiempo, lo que Baudelaire para los pintores y el más grande de los críticos de arte, coincidiendo, sin hacerlo y sin propósito seguramente de coincidir, como lo afirmado por Ionesco.
El Director de orquesta, Ansermet, uno de los más famosos desde hace muchos años que sostuvo y, seguramente sostiene, vinculaciones con destacadas figuras intelectuales argentinas entre las cuales debe citar a Victoria Ocampo, preside, en Ginebra, el Comité ginebrino por la amnistía a los presos y exiliados políticos españoles. El grupo que constituye dicho comité comprende importantes intelectuales de esta ciudad. Estos días enviaron un telegrama al Papa Juan XXIII y al ministro español Fraga Iribarne, en favor de Julián Grimau, sujeto a proceso en Madrid.
La actriz norteamericana Olivia de Havilland, famosa intérprete de Lo que el viento se llevó y Foso de serpientes, acaba de publicar en Londres un libro titulado Todos los franceses padecen del hígado, en el que comenta costumbres y tradiciones de Francia. “El pecho de una mujer, como los franceses afirman, –escribe Olivia de Havilland– tiene más importancia cuando ella está sin ropas que cuando las lleva”. Y comentando la necesidad de vestirse sexy ella añade: “En Francia, jamás oí hablar de tal asunto. Una acepta por definición que siendo mujer se es sexy y no tenéis necesidad de vestiros para probarlo”.
Estas son cuatro noticias últimas aparte de las políticas que son muchas y muy interesantes, pero que no creo sean oportunas en este momento de Buenos Aires.

Un gran abrazo para Marika y para ti de Maruja y mío:

[Seoane]

Nota: Dile a Marika que compre todas las plantas de carbón antiguas que encuentre. Los comercios de antigüedades de Suiza la tienen a la venta justamente con objetos y obras de arte que a nosotros nos parecen más valiosos.

1963-04-21 Mencionado/a
Carta de Seoane a Menechini. 1963
Nova York
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Menechini. 1963 en 21/04/1963


Ginebra, 21 de Abril de 1963

Sr. Enzo Menechini
Buenos Aires

Querido Enzo:

A última hora no nos hemos despedido de Julia ni Maruja ni yo por culpa del apresuramiento de los últimos días y lo lamentamos comentándolo cien veces entre nosotros, sintiéndonos culpables de una falta de amistad. Tenéis que perdonarnos. Hemos andado mucho por Suíza y hemos empezado a escribir algunas cartas a los amigos, (hoy tambien le escribo a Wily). No tengo nada resuelto sobre lo que voy a hacer y, ahora, en un pequeño departamento de un ambiente que hemos alquilado en esta ciudad, estoy pintando, exactamente igual que si estuviese en la Calle Montevideo, o en la casa de Bartolomé Mitre, esperando quedarnos aquí seguramente hasta fines de mayo. Hemos visto museos y exposiciones de pintura, algunas extraordinarias como una de Paul Klee en Basilea y las de Max Ernst y Jacques Villón en Zurich y otras muy malas de pintores de toda Europa que exponen en estas ciudades. Yo tengo dos o tres proyectos de exposición de los cuadros, pienso que alguna se concretará. No hice uso hasta ahora de ninguna de las cartas que traje de ahí. Pienso que es mejor de momento presentarse solo con lo que uno hace y esperar la reacción espontánea de los demás. Abandonarse a la propia suerte. Hasta ahora las obras mías gustaron mucho a los pocos que las vieron, óleos y grabados y esto pienso que es importante. Hemos visto un día a Bossard que está viviendo en Zurich y hoy voy a esperar a la estación a Blum y su mujer que están viajando por Europa y con el que tambien me encontré en Zurich. En Ginebra hay varios argentinos que trabajan en organizaciones internacionales y entre ellos la esposa de Coco Ferrari, –traductor de la Oficina Internacional de Trabajo–, Corina, una señora argentina que es una magnífica pintora, desconocida en Buenos Aires.
Esta ciudad, como todas las suízas, está llena de encantos, pero le falta, como a las otras, la vida en la calle de las de Italia, de España o de Argentina, el saber cada uno que no vive solo, solo él y su trabajo, sino que vive entre otras gentes con las que puede hablar y discutir sobre el estado del tiempo o el modo más expeditivo de arreglar el mundo. Uno se consuela de tanta soledad viendo los italianos y españoles emigrantes que hablan por las calles, que son una legión, y con los cuales uno puede entablar conversación inmediatamente. Hace pocos días viajamos en un tren con dos, uno de Nápoles y otro de Cattanea, que nos contaron de su vida en Suíza y de sus esperanzas para el futuro. Se trataba de dos seres humanos como nosotros y nos entendíamos como ni ellos ni nosotros podemos entendernos, en un tren o en la calle, con suízos, para gozar, hablando, de vivir y matar el tiempo. Los otros pasajeros, silenciosos, contaban el tiempo, ni lo mataban ni lo vivían, simplemente lo contaban como las agujas de los relojes. Uno veía en sus ojos moverse la aguja de las horas y el minutero, y la de los segundos, y era como una especie de danza de la muerte.
Escribidnos algo de Buenos Aires, de lo que pasa por esa, por la galería y por la calle. Un gran abrazo de Maruja y mío para Julia y para tí de:

[Seoane]

N/dirección: 4-6 Rue du Lac. Ap. 59
Ginebra

1963-04-22 Mencionado/a
Carta de Seoane a Sofovich. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sofovich. 1963 en 22/04/1963


Ginebra, 22 de abril de 1963

Sr. Bernardo Sofovich
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Le he escrito hace unas semanas la primera carta desde ésta dándole cuenta de nuestra vida en Suiza. Un vida ahora regular, con menos viajes a otras ciudades y encerrado parte del día en el departamento, trabajando. Tengo unos óleos nuevos y quizás, dentro de unos días, me ponga a hacer algunos estarcidos. Habituados al ajetreo deshumanizado de Buenos Aires, todo es aquí demasiado tranquilo y lento y ni siquiera se parece notar en esta ciudad que en uno de sus barrios se deciden medidas que afectan al mundo entero. Visitamos galerías de arte, pero nada vemos en las exposiciones individuales, como no sean de artistas consagrados, que pueda interesarnos más que las exposiciones corrientes de Buenos Aires y nos recorremos la ciudad una y otra vez, sobre todo por su parte antigua, para sorprendernos con la vieja bodega cambiada ahora en boutique o en galería artística, con un buen gusto notable. A veces pensamos en las viejas casas de Buenos Aires susceptibles de ser transformadas en algo parecido y, sin embargo, condenadas a la demolición. Casas de San Telmo o del bajo que parecen avergonzar a muchos porteños. En esta ciudad y en la otras suizas, Zurich, Basilea, se pueden encontrar grabados de artistas muy destacados, –excluyendo, naturalmente, los grandes nombres de Picasso, Braque, Miró– y de tirajes que oscilan entre los 100 y 200 ejemplares, a un precio aproximado de 3.000 pesos argentinos. Los libros, en general, están a los precios de Buenos Aires, resultan muy caros aquí mismo donde los hacen. Para estos días se anuncia en Ginebra la inauguración de una gran muestra de Wilfredo Lam, el pintor cubano, que tengo mucho interés en ver. En Zurich, le he escrito a Sarita (Sarita, hermana de la mujer de Scheinberg), vi una exposición de 230 obras de Max Ernst, muy interesantes. Pero todos estos goces se alteran con las noticias que llegan de Buenos Aires. ¿Qué pasa ahí? Le Monde hizo algún comentario muy atinado con respecto a la situación argentina y hoy uno espléndido con motivo de la ejecución de Grimau en España, que hizo reaccionar a Europa con diversos actos de protesta. Estamos necesitados de noticias.
El día 2 del mes que viene, de mayo, vence el segundo pagaré impuesto a los réditos. Creo que Bernárdez debió haber liquidado los intereses correspondientes de la deuda de Ranelagh y, si es así, le rogaría que me hiciese el favor de hacer pagar su importe en la sucursal del Banco de Santa Fe y Azcuénaga. Son 7.998 pesos.

Bueno, esto es todo por hoy. Esperamos impacientes noticias de ustedes y de todos los amigos. Un abrazo de Maruja y mío para Elsa y usted y reciba además uno fuerte de:

[Seoane]

1963-04-22 Mencionado/a
Carta de Seoane a Aisenson. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Aisenson. 1963 en 22/04/1963

Ginebra, 22 de Abril de 1963

Arquitecto José Aisenson
Buenos Aires

Querido amigo:

Estamos aquí en Suíza desde hace ya más de mes y medio. Hemos recorrido mucho de este país y hemos visto nuevamente los museos más importantes: Basilea, Zurich, Berna, Winterthur y algunas magníficas exposiciones de pintura como las de Paul Klee , Jacques Villon , Jawlensky , Max Ernst , Lurçat, etc., extraordinarias, descontada su calidad por la cantidad de obras expuestas. Solo le escribo ahora por la de Lurçat, que se realiza en Ginebra, y que a mí no me gusta demasiado, por el amaneramiento de sus formas que recuerdan un modernismo gráfico de alrededor de los años veinte y porque pienso que casi nunca resuelve como muralista sus grandes tapices, cuyos espacios cubre de estrellas, hojas, mariposas, pequeñas viñetas multicolores, etc., burlando una posible solución. Es un gran artesano que si consiguió popularizar en nuestro siglo el tapiz, no renovó, a mi juicio, su técnica ni consigue imprimirle la grandeza de los pequeños tapices medievales. Pero no le hablo de Lurçat para hacer su crítica, sino porque en la exposición donde muestra cerámica, alguna magnífica, pintura, litografías, joyas, hay como cuatrocientas obras de él, tiene un vitral realizado con una técnica nueva que éste sí me pareció un aporte notable a esta artesanía. Un vitral espléndido, donde la luz adquiere los matices más sutiles y en el cual se prescinde del plomo y de cualquier clase de nervaduras para convertirlo, con sus vidrios acumulados y seguramente unidos a fuego, no lo sé, en un solo vidrio maravilloso. Le escribo de esto porque sé que a usted le interesan estos procedimientos y en compensación de no haber visto aún los de Lucerna que usted me recomendó que viese.
Nosotros hemos alquilado aquí un pequeño departamento de un ambiente y en él estoy pintando exactamente como en Buenos Aires, con alguna exposición en perspectiva y esperando quedarnos en Suíza uno o casi dos meses más. Como sabemos que ustedes tenían pensado viajar a Europa, por alrededor de estas fechas si no entendí mal, nos gustaría mucho verles en esta ciudad que a nosotros nos gusta mucho, aunque no más, desde luego, que Basilea. No olvido la conversación con el Sr. Saiace y me ocupo de ver lo que puedo de artes gráficas, que en esto, a mi juicio, se distingue el genio suízo.
Saludos a su hermano y a los suyos y a los amigos comunes y reciban Margarita y usted, de Maruja y mío, el cordial de:

N/dirección.- 4-6 Rue du Lac. Ap. 59
Ginebra

1963-04-28 Mencionado/a
Carta de Seoane a Sabsay. 1963
Nova York
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sabsay. 1963 en 28/04/1963


Ginebra, 28 de abril de 1963

Dr. Fernando Sabsay
Buenos Aires

Querido amigo:

Llevamos aquí en Suiza casi dos meses. Hemos andado por diversas ciudades y ahora nos quedamos por otro mes, o quizá dos, aquí en Ginebra, donde alquilamos un pequeño departamento amueblado de un ambiente amplio, y trabajo. Hemos visto los espléndidos museos de Basilea y Zurich renovados con nuevas adquisiciones y donaciones y también el de Berna, menos importante, además de grandes exposiciones de Paul Klee, Jacques Villón, Max Ernst y Lurçat. La de Paul Klee, la más chica, reunía alrededor de ochenta obras y fue, con la de Villón, la que más nos atrajo. Más de trescientas reunía la de Lurçat y en ésta, a mi juicio, se destacaba más que un gran artista un extraordinario artesano. Por las galerías se ve poca pintura interesante. Se nota, eso sí, un gran cansancio de las últimas escuelas y más bien una vuelta a una pintura figurativa que nos ofrece tampoco demasiado interés. Mis asuntos, los que se refieren a la pintura, hasta ahora marchan normalmente. Estoy en contacto con alguna galería y espero exponer no sé cuándo. Gustan, en general, mucho mis óleos y los grabados. Es una lástima que la Argentina sea incapaz de una política cultural destinada al exterior. En mí se confirma la idea de que en arte ocupamos un puesto destacado. En general, es bastante mejor lo que se ve en Buenos Aires que lo que aquí se expone procedente de París, avalado por galerías parisienses y la crítica de esa ciudad, además de lo que viene de Italia en parecidas condiciones y de Alemania. Pero en Europa sólo tienen noticias de los pronunciamientos militares argentinos y del subdesarrollo del país y la culpa no la tienen, como se comprende, los europeos. Estuve con Bossard dos veces, una aquí en Ginebra y otra en Zurich, donde vive con su nueva esposa, una mujer suizo-alemana, simpática, divorciada o en trámite de divorcio, y de su misma edad. Apenas hablamos de nada. El primer día que lo vi estaba de prisa porque tenía que verse con su abogado, pues acababa de adquirir el 48% de las acciones de una empresa editorial y de publicidad norteamericana, con opción al cinco más que retiene la gerencia. El segundo día en Zurich hemos estado con él una mañana, alrededor de una hora, se iba a pasar la Semana Santa a Strasburgo. Con nosotros estuvo, como siempre, muy cordial y quedamos en vernos con más calma. Está bien y optimista. Os recuerda mucho y con gran afecto. Hablamos de vosotros y de Alberti.
Si Sofía o tú tenéis ganas, nos gustaría mucho que nos pusieseis unas letras contándonos algo de ésa y de vuestras intenciones. Nosotros continuamos pensando en estar por Europa de siete u ocho meses a un año. Tenemos nostalgia de Buenos Aires por los amigos, pero nos angustia pensar en sufrir la estúpida política de los últimos tiempos con sus consecuencias en la vida diaria y las noticias que llegan de vez en cuando a ésta no son nada buenas.

Con saludos para los amigos comunes, al ingeniero Lipschitz y señora a quienes escribiremos, recibid Sofía y tú el abrazo de Maruja y mío y otro más para ti de

[Seoane]

N/dirección es: 4-6 Rue du Lac. Ap. 59
Ginebra

1963-04-29 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 29/04/1963


Ginebra, 29 de abril de 1963

Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Querido Varela:

Recibí tu carta del 22 y te agradezco todas las noticias que me envías. Resulta confusa la de Paspagnoli, ¿es Director del Museo Nacional, como escribes, o del de Arte Moderno, en lugar de Squirru? Si lo es del Museo Nacional, ¿qué pasó con Romero Brest? Siento verdaderamente la muerte de Lorenzo Domínguez, era un gran artista y un excelente amigo. Para mí, además, otro español del exilio, aunque hubiese nacido en Chile, ocupado cátedras en la Argentina, etc., como escultor nació en España, donde se formó y a cuya sangre pertenecía. De aquí la noticia más importante fue la ejecución de Julián Grimau en Carabanchel. Toda Europa se conmovió. Manifestaciones en todas las ciudades europeas. En Francia, Italia y Suiza, obispos y organizaciones católicas hicieron pública su protesta. Aquí, en Ginebra, hubo dos manifestaciones. La última, el sábado 27, de todas las organizaciones sindicales. Al terminar el acto, donde sólo hizo uso de la palabra un dirigente obrero, lanzaron al lago dos coronas de claveles blancos y centenares de claveles rojos para que remontasen las aguas del Rhône y llegasen simbólicamente a la costa de España. Franco se cerró definitivamente, pienso, muchas puertas europeas, las que se había entreabierto para la liberación de su economía y su política. La prensa francesa es en casi totalidad, intransigente con él, con la ahora dudosa ayuda económica de De Gaulle y con Malraux, del que nadie puede escuchar su silencio. Pero ahí van algunas noticias, pues no creo puedas pasar la de Grimau.
En Ginebra, se ha inaugurado una gran exposición del pintor cubano Wilfredo Lam en la Galería Krugier, seguramente una de las más amplias y selectas de esta ciudad, que comprende obras desde 1938 hasta 1962. Se trata, en general, de cuadros de gran formato, de un surrealismo muy particular y realizados con una técnica muy sintética. Sus temas, muy repetidos desde hace años, se refieren a un mundo cubano tropical y de resonancias africanas y oriental. Cañaverales, grandes pájaros, pies y manos muy dibujados sugiriendo no se sabe de qué cuerpos, picos de aves, todo formando ángulos agudos dibujados con precisión. En la primera época, usaba una paleta de verdes, rojos y violetas muy tímidamente puestos al modo impresionista y en los últimos años dibuja simplemente con negro sobre un fondo gris casi blanco. Manifiesta un mundo original que tiene que ver lo mismo que con su país, con su origen chino y negro. Se trata desde luego de un excelente pintor, sabio y menor, que con los años redujo sus aspiraciones y que alcanzó, como los chinos con sus aguadas o como Goya con sus últimos óleos y grabados, a encontrar todo el color posible sólo en el negro.
En la ciudad vieja de Ginebra, se instaló una nueva galería de arte, la Galería Iolas. Se trata de una galería de Nueva York que ha abierto dos sucursales en Europa, en París y en Ginebra. Seguramente, en esta última ciudad, como muchas empresas norteamericanas con el fin escondido de burlar los impuestos de su país. Se inaugura con una muestra de Max Ernst, unas sesenta obras, casi todas ellas de la última época del pintor y los precios de los cuadros oscilan entre 150.000 francos suizos, es decir, 4.600.000 pesos aproximadamente, el de mayor tamaño que es de alrededor de un metro cuadrado, y 21.000 francos suizos, es decir, 690.000 pesos el más chico, el grandor de media tarjeta postal. La calidad, con ser buena en general, no está, pensamos, de acuerdo con los precios. Los mejores cuadros de Max Ernst se presentan, como ya comentamos, en el Museo de Zurich.
Suiza acabad de obsequiar a la Unesco con un tapiz de Le Corbusier de 6,50 x 3,50 metros que decorará la sala 5 y que evocará, según una frase del delegado suizo, “la alegría de vivir y una incesante juventud”. Esperamos que el tapiz, como los tapices de los cuentos orientales, pueda desprenderse a ratos de la pared a que fue destinado para llevar, entre nubes, alegría y juventud a los pueblos subdesarrollados y hambrientos que tantas valiosas horas de preocupación consumen a los delegados de la Unesco. La preocupación de Le Corbusier fue, antes de pronunciarse los discursos, colocar su gran tapiz en la pared de una sala exigua como parece que es la sala cinco de la Institución internacional. Se le presentó al arquitecto racionalista un problema de Chesterton que, seguramente, por nada racionalista, podría el escritor inglés resolver más fácilmente.
Uno de los más importantes críticos de arte de Europa, el francés Georges Duthuit, acaba de publicar un libro, Le feu des signes en Ediciones Skira de Suiza. Con este motivo, acaba de declarar “los estetas generalmente vienen después de los artistas, de sus obras”. En el libro se vuelve contra la estética contemporánea, la dispersión del arte de nuestra época, la concepción individualista del arte y reniega de los prefacios que hizo en los últimos tiempos para pintores del informalismo y de la abstracción lírica, como Riopelle y Sam Francis. El pintor, afirma, debe participarnos la certeza de pertenecer al mundo. La obra de arte no puede reducirse a sabios juegos formales ni a especulaciones geométricas o psicológicas. El libro de Duthuit estalló como una bomba en los medios artísticos y del comercio de arte. Antes se había rebelado contra la concepción estética del Malraux publicando su excelente libro El museo inimaginable.
Georges Mathiew, afecto por la mala crítica que obtuvo de su gran exposición en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París, responde a uno de los más sañudos, André Chastel, de Le Monde, con un artículo en uno de los últimos números de Arts, en el que, si bien logra comadrear alrededor de la obra de Chastel, no consigue desde luego defender su pintura, que era lo que algún público esperaba. En compensación, en uno de los últimos números de París Match, aparece retratado en las poses más diversas vestido de lujosos trajes, que unas veces parecen hacen surgir su figura de una tela del Ticiano o de Velázquez y otras de Goya, y entre muebles muy curiosos y caros. Fotografías singulares que en nuestra época tienen mucho que ver, aunque parezca mentira, con el comercio artístico.
Morir en Madrid es la última película de Frédéric Rossif, el autor de otra muy buena Le temps du ghetto, hecha a base de documentales extraídas de los archivos. También de los archivos de varios países extrajo la documentación gráfica para relatar la guerra de España. Un relato apocalíptico, según juzgan algunos críticos, que mereció el que interviniese la censura francesa cortando frases del texto redactado por Madeleine Chapsal. En estos días, la película de Rossif es la más comentada de Francia y su nombre Morir en Madrid sirvió, en general, como título a los numerosos comentarios que se hicieron contra Franco alrededor de la ejecución de Grimau. Resulta un excelente recuerdo en el momento en que Francia se apresta a ayudar financieramente a España formando parte de su gobierno Malraux, el caballero, subrayamos entre comillas, de La esperanza.

Querido Varela. Éstas son las noticias por hoy. Creo que abundantes. Escríbeme. Un abrazo de Maruja y mío para los dos:

[Seoane]

1963-04-30 Mencionado/a
Carta de Seoane a Scheimberg. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 30/04/1963


Ginebra, 30 de abril de 1963

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

No recibí respuesta a mi carta anterior. Quizá esté en camino. Tenemos hambre de noticias de Buenos Aires. Ayer y anteayer recibimos las de Sofovich y Falcini que nos produjeron un gran alegría. Creo que no tengo nada nuevo que contarles de nosotros, pero ahí va una estampa de un día en Zurich, el día de Viernes Santo, con todo cerrado menos alguno que otro restaurante o café.
Dios nos busca en Zurich
Doblaban las campanas desde el alba. Era Viernes Santo. Doblaron todo el día. A la salida del hotel, a las nueve de la mañana, lo sorprendente eran las calles desiertas. Sólo, en general, uno que otro zuriquense de edad las travesaba a grandes pasos, seguramente, para llegar a tiempo a alguna ceremonia religiosa. El río Limat estaba azul, el día claro, espléndido, y los cisnes, para despiojarse, ondulaban sus cuellos sobre su propio cuerpo. Quizá lloviese al atardecer o a la noche. Así sucedió. Nosotros nos entretuvimos en pasear por el muelle del río Limat. Viendo, una vez más, las vidrieras de los comercios. Deteniéndonos a descifrar los títulos de los libros alemanes, o suizos alemanes, y los viejos y nuevos grabados que se ofrecen en venta en alguno de esos establecimientos, mapas antiguos, grabados de interiores de casas campesinas del siglo XIX, grabados con vacas y escenas de labor; grabados de hoy, de Miró, de Max Ernst, de Bazaine, de Manessier..., sólo línea y colores, de técnica rigurosa, inexplicables y simples como el Viernes Santo y el mundo. Una mujer se acerca a nosotros, anciana, menuda, vestida de negro y con un sombrero ridículo en la cabeza. La mujer tenía el rostro blanco, muy blanco y los ojos azules, bondadosos, muy azules. Extrajo de la cartera un pequeño folleto en alemán y nos lo ofreció. En francés, malo explicamos que era inútil el ofrecimiento. No entendíamos alemán. “Mercí, madame”, le dijimos. Preguntó de que idioma éramos. Español, respondimos. “Un momento”, nos contestó. Revolvió en la cartera y del fondo de ella sacó otro folleto que en su ángulo izquierdo superior tenía escrita a pluma una indicación. Sp. El idioma español estaba en el fondo de la cartera. El título nos alarmó. Decía en rojo y entre admiraciones “¡Dios te busca!”. Agradecimos, y nos echamos nuevamente a andar. Por fin, alguien nos buscaba en Zurich y nada menos que Dios. Alguien superior al Director de Turismo, a las autoridades de la ciudad, del Cantón y aún a los mismos gobernantes de la Confederación Helvética. Dios, pensamos, estará en cualquier parte. Resolvimos andar. Abandonamos el muelle Limat, subimos hacia la catedral, la contemplamos, dimos vuelta a su alrededor, alzamos los ojos hacia sus cúpulas revestidas de metal. Dios no nos encontró. No estaba allí. Vimos el gigantesco Carlomagno con la espada sobre las rodillas. Seguimos por aquellas calles estrechas, medievales. Veíamos las calles, los edificios, las vidrieras. En una, pequeñas tallas en madera para el turismo, campesinos suizos tallados, animales, el oso más que cualquier otro, escudos de los Cantones y de las ciudades, objetos de cuero, de metales, todo lo que uno piensa que nadie compra. En otra, bellísimas piedras apenas pulimentadas del Brasil y de la Argentina. Piedras de todos los colores, cantos rodados de las orillas de los grandes ríos. La vidriera de una relojería. Relojes de muchos tamaños y formas. Sólo raramente se puede hablar de estilos. Chatos, abombados, de bolsillo, de pulsera, para la pared, para los muebles. Y cadenas y correas, y precios. Y otras vidrieras, con fotografías de cupletistas y bailarinas. Con apellidos españoles y franceses. Blancas y negras. Morenas y rubias, de diversos colores y formas, como los relojes, los objetos para el turismo y los emblemas de Suiza. Una vidriera entre todas, sólo con un bikini y un precio. ¿Para qué más? Dios no nos encontraba. Decidimos entrar en un café. Volvimos a pensar. Dios puede estar en todas partes. A la izquierda de nuestra mesa un mulato joven, barbudo y con el cabello descuidado y sucio. Seguramente, un artista. Un pintor. Miraba sin ver a nadie. Quizás él fuese Dios. Pero no, tampoco. Posiblemente, un santo. Mujeres beatas, beatas protestantes, impasibles, tomaban su café con leche o crema, o su cerveza, luego de las ceremonias religiosas. Eran como grandes madres estáticas, indiferentes, moviendo sólo la cabeza como las lechuzas para penetrarnos con sus ojos fríos. Dios, evidentemente, no estaba con ellas. Únicamente, las conmovía el dulce y los pasteles. Tenían la edad de la gula. Salimos. Continuamos andando. Llegamos a la estación. Entramos. Compramos Le Monde del día anterior. Escuchamos hablar en las tertulias de emigrantes italianos y españoles. Hablaban en voz alta, reían, cuando no se les notaba preocupados, pensando en dinero. Nadie piensa, ya se sabe, más en dinero que los pobres. Nosotros. Nuevamente salimos. Dios no estaba entre las boleterías y los kioskos, ni entre los trenes. Posiblemente, no había llegado. Ningún tren lo había traído hasta esa hora. Habíamos pasado el Bahnoft Brücke antes de ir a la estación y desde aquí seguimos por Bahnhof Strasse. Nuevas vidrieras. Ahora elegantes. Muebles, alfombras, perfumes, cosméticos, trajes, maniquíes en actitudes amaneradas, de rostros morenos con cabellos de nylon. Comimos algo en un restaurante cualquiera. En una mesa cercana, otra gran madre impasible girando únicamente las pupilas de sus ojos. Las manos sobre las rodillas. Observándolo todo. Estableciendo in mente las incorrecciones de los extranjeros. Abandonamos el restaurante y anduvimos por las viejas y bellas calles. Solos. Anduvimos la colina que fue castro celta. Miramos los viejos techos al estilo de los flamencos. Un capilla del siglo XV. Todo. Nos fatigamos andando. Al atardecer, regresamos hacia el hotel. Por el Quaibrücke, Bellvueplatz, seguimos por Ramí Strasse unos centenares de metros, y volvimos al Quai Limat. En el río, los cisnes se despiojan más sañudamente que a la mañana. Con los largos cuellos aún más ondulados. Y los patos alzaban a un tiempo sus cortas patas para rascarse las cabezas. Caían unas gotas de lluvia. Dios no nos encontró. Sin embargo, el folleto que nos había dado la anciana de ojos bondadosos, y que terminaba en un pequeño capítulo que aseguraba nos necesitaba, comenzaba afirmando: “¡Dios te busca!”. Dios nos buscaba. Nos necesitaba. Pero no nos encontró. Nosotros, naturalmente, tampoco lo encontramos. Seguramente, ese día nos hubiésemos entendido. Hubiésemos estado solos en las calles de Zurich. Él y nosotros. Hasta la hora de los bikinis en los cabarets y de los borrachos agrupados a las puertas de los bares.
Claro, es el hombre quien generalmente busca a Dios. El que llegue a encontrarlo es otra cuestión.
Fue un día así. Dormimos perfectamente, a pesar de los grandes almohadones que nos ponen como almohadas en los hoteles y de los fastidiosos edredones.
La ejecución de Grimau conmovió a Europa entera. Hubo actos en todas las ciudades europeas de protesta. Aquí, en Ginebra, los obreros lanzaron simbólicamente coronas y claveles al lago para que el río las llevase a la costa española. Obispos y sacerdotes católicos de Francia y Suiza protestaron contra Franco. En Rabat, en plena embajada de España, en cuyo salón se celebraba un concierto, un joven se levantó, dijo una palabras de protesta y pidió un minuto de silencio por Grimau. Sólo el embajador y unos cuantos se mantuvieron sentados. Casi todo el público se levantó en su homenaje.
Otro día enviaré más noticias nuestras y de lo que vemos. Un gran abrazo a todos los amigos, a Aída y los suyos de Maruja y míos y otro para usted, fuerte, de:

[Seoane]

1963-04-30 Mencionado/a
Carta de Seoane a Goldstein. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Goldstein. 1963 en 30/04/1963


Ginebra 30 de Abril de 1963

Sr. Enrique Goldstein
Buenos Aires

Queridos Anita y Enrique:

Recibimos sus cartas con la muestra de papel, espléndido, y precisamente para grabados o libros de lujo. Creo que es papel Japón nacarado y, si no, una muy buena imitación. Con ella las diapositivas que resultaron muy interesantes. Nunca me vi tan cargado de bultos. Aquí, en Ginebra, continuamos haciendo la vida que supongo haberles comentado en la anterior. Trabajo todas las mañanas, escribo cartas a los amigos y salimos a las tardes a recorrer la ciudad, ver galerías de arte y calles. El domingo pasado estuvimos en Ivoire, un pueblecito de Francia a orillas del Lago Léman y a 15 kilómetros de Ginebra, realmente encantador. Viejas casas medievales, arcos de medio punto y piedra por todas partes. Allí mismo a la puerta de una casa una maternidad ingénua, pero preciosa, labrada por un cantero del pueblo. Un sitio para quedarse a vivir si uno fuese pescador, o supiese como no teniendo dinero. Podría hacerse una casa toda de vidrio hacia al lago, con una vista de montañas, agua y pueblos al otro lado de la costa. Allí encontraré un solar con malezas, aguardando probablemente al turista suízo o francés que lo compre para hacer su casa de fin de semana. De mis posibles exposiciones, aún nada concreto. Gustan, se lo dije en las cartas anteriores, mucho mis obras, me hablan de exposiciones de grabados y de óleos por separado, pero aún no se pudo concretar nada. Es posible que en los próximos días tenga noticias firmes sobre mis asuntos. Lo malo de Suíza es que sus habitantes suspenden una conversación para hacer un viaje a París o a Amsterdam y uno queda sin respuesta hasta su regreso. Y, además, no tienen prisa, lo que es natural, están en su casa. He pintado unos diez cuadros, cinco, con diez grabados, están en la Galería Benador de aquí, una galería de la calidad de la de Bonino en Buenos Aires, pero más chica, y estoy bastante satisfecho con lo que hago.
Hemos visto nuevos objetos dinamarqueses y nuevos muebles. La línea parece cambiar. Buscan las curvas y en los objetos decorativos, representación de animales, etc., eliminan la línea recta. Es como si buscasen un regreso al Art Nouveau. Las últimas cosas no me gustan demasiado, pierden su carácter funcional y violentan la naturaleza de los materiales. En calidad resultan estar entre las ingenuas tallas de madera para el turismo y lo racional que ellos venían haciendo en los últimos años. Puede ser que sea algo pasajero. Hemos visto también una nueva exposición de Max Ernst en la sucursal de una galería de Nueva York que se acaba de inaugurar en esta ciudad. Son últimas obras del pintor y no compiten con las que en estos días están expuestas en el Museo de Zurich. El cuadro más caro de alrededor de 1 metro cuadrado vale 150.000 francos suizos. El más barato, del tamaño de media tarjeta postal cuesta 21.000 francos. Es decir, aproximadamente 4.500.000 pesos y 650.000 pesos respectivamente. La calidad no responde a los precios. Son unas sesenta obras, casi todas chicas y pertenecen al dueño de la galería, al señor Iolá, un griego de Nueva York que seguramente con esta sucursal de Ginebra busca burlar los impuestos del Estado norteamericano.
Ruty le dijo por teléfono a Maruja que la madre está bastante repuesta, cosa que nos alegra mucho. Nosotros pensamos volver a verles cualquier día de estos.
Por favor, pregúntele a su padre si recibió una carta mía, porque sé que alguna no llegó. Escríbannos. Saludos a todos los familiares de ustedes y a los amigos. Reciban Anita y usted de Maruja y mio un fuerte abrazo:

[Seoane]

1963-05-22 Mencionado/a
Carta de Seoane a Scheimberg. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 22/05/1963


Ginebra, 22 de mayo de 1963

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estábamos verdaderamente alarmados por la falta de noticias directas de ustedes. No sabíamos a qué atribuirlas. Nosotros, es cierto, no escribimos inmediatamente después de nuestra llegada porque no queríamos dejarnos llevar por impresiones rápidas. Su primera carta, la del día 16 de la que usted me escribe, no la hemos recibido. Pero no fue la única perdida. Tampoco recibí una que me envió un amigo mío del Centro Gallego a quien envío semanalmente las colaboraciones de la audición Galicia emigrante. De modo que puede imaginarse la alegría con que Maruja y yo abrimos su segunda carta, la que nos llegó, del 12 de mayo. De mis asuntos, los referidos a la pintura, no puedo decir aún si me va bien o mal. Creo que, en general, me va bien. Es posible que haga algunas exposiciones en Basilea, Zurich y Ginebra, en las tres ciudades o en dos de ellas, aún no lo sé, pues no tengo nada firme concretado, y es también posible que haga un mural de hierro para unas oficinas de Zurich. Gustan mucho mis obras y en este sentido estoy contento, pero la gente es muy lenta para decidir cualquier asunto, y yo, venido de Buenos Aires, soy aquí como un caído de Marte, pues la vara de medir en cuestiones artísticas es París o Nueva York. Para la Suiza alemana, Alemania además de París y Nueva York. Nueva York cada vez menos, pues París recobra en estas cuestiones su influencia. El arte italiano actual no cuenta en Suiza. El caso de Marino Marini, muy comprado aquí, no sirve como ejemplo, pues vivió muchos años en Zurich. Se trata de una influencia económica, de intereses comerciales de galerías en la que nada tiene que ver la calidad de la obra de un artista. En Ginebra, según veo ahora en un diario para transmitírselo a usted, hay 23 galerías de pintura. De ellas dos o tres son directamente sucursales de galerías norteamericanas y llevan el mismo nombre de la casa central, las otras tienen nombres independientes, pero sus dueños son agentes de venta de grandes galerías de París. El marchand, aquí, más que un agente cultural es un agente financiero que depende de otros agentes financieros de tipo distinto. La obra de arte posee un valor económico al que se atiende en primer término y, concretamente, la banca le dedica especial atención. Un marchand de París o de Nueva York invierte sumas muy importantes en la propaganda de un artista contratado por su galería, le hace intervenir en exposiciones internacionales, bienales, concursos, etc., promueve campañas de prensa por medio de ensayos de expertos, reportajes sobre el artista, su vida, sus costumbres, etc. Todo sirve como pretexto de la nota, el castillo que compró Buffet que es un pintor de 32 o 35 años a quien espera un porvenir más glorioso que su pasado; la colección de perros de otro; el amor por los muebles antiguos y las ropas lujosas y extrañas de Mathieu; el catolicismo gaga de Utrillo, cualquier motivo sirve para una nota en París Match o en revistas similares y otras breves notas para agencias periodísticas internacionales, que luego compran y reproducen por precios baratísimos los diarios y revistas de todo el mundo, especialmente las que como en Buenos Aires son exclusivamente comerciales. Luego, también por medio de agentes, los mismo directores, comienza la venta a museos europeos de países ricos, los del Báltico, Suiza, Alemania Occidental, Holanda, Bélgica y es entonces cuando aparece el agente bancario o el experto financiero que invierte grandes cantidades en estos valores. En Suiza, se ve muy bien esto. El experto financiero de cualquiera de esos multimillonarios árabes, por ejemplo, lo que más abundan de países petroleros, o que un día siendo ministros se levantaron con el tesoro de su patria, norteamericanos, o de cualquier parte, compran una cantidad de cuadros del pintor consagrado en París, que tiene ya una cotización alta, y los deposita en un banco suizo sin que el propietario jamás los vea, pues no le interesan como arte, sino como inversión, y sin que esos cuadros vean más la luz en mucho tiempo. Estos cuadros rinden más beneficio al adquiriente que muchas acciones de empresas industriales y comerciales. Calcule usted la suba de valor de una obra de Buffet o cualquiera en su condición, de 1950 a 1960, este cálculo le dará a usted idea del beneficio. De Max Ernst podía adquirirse en París en 1949 un pequeño óleo suyo por unos 15.000 francos de entonces. Ahora, en una galería norteamericana de Ginebra, óleos suyos de tamaño de media tarjeta postal valen 21.000 francos suizos, es decir, alrededor de 650.000 pesos argentinos. Y esto que ocurre en la obra de artistas actuales para con las antigüedades. No hay, creo, pequeña villa suiza, casi aldeas, que no tengan su tienda de antigüedades, objetos extraños que pasan de unas manos a otras creciendo de valor. Creo que me extendí demasiado sobre esta cuestión, pero ello explica muchas cosas. Solana, un gran pintor español, tiene una cotización local en España, pero no la tiene internacionalmente y eso ocurre, por ejemplo, con Carrá en Italia, Figari en la Argentina, etc. Pero todo ello aclara porque lo que se ve en galerías son exposiciones de artistas provenientes de París. Alguien que venga por su cuenta, solo, de Calcuta o Buenos Aires, debe luchar con enormes dificultades y la primera importante es el miedo de las galerías a perder dinero. Sin embargo, por mi parte, no me quejo. Vine, eso sí, en mal mes, debí haber llegado en invierno. Ahora tengo que esperar. Mientras tanto, iremos a España alrededor de mediados del mes que viene luego de pasar unos días en París para ver museos y amigos y volveremos aquí en septiembre. Hemos estado en Grenoble y vimos espléndidos óleos de Matisse, Bonnard, Picasso y los cubistas en general. También notables obras antiguas: Zurbarán, Velázquez, Goya, aparte de los franceses y primitivos. Un notable retrato de Fantin Latour. Grenoble es una ciudad encantadora que como todas las del Delfinado y la Savoya tienen además el atractivo de su soberbio paisaje. Por todas partes, trabajadores españoles en cantidad. Como aquí mismo en Ginebra, castellano, catalán y gallego son idiomas que se escuchan corrientemente por las calles. Anduvimos también por regiones suizas. Hasta estuvimos en Gruyère, el lugar de los famosos quesos que resulta que se hacen sin agujeros, muy compactos y que los agujeros son de Ementhal, un sitio entre Berna y Lucerna. Gruyère tiene un hermoso castillo. He hecho algunas acuarelas de paisajes alpinos. Todo esto me atrae mucho. Pero, en esta época del año, los suizos, por lo menos los que a mí me interesan para mis asuntos, se marchan de vacaciones y nosotros aprovechamos para ir a España.
Tuvimos noticias del tremendo efecto causado por el movimiento europeo de protesta por la ejecución de Grimau, sobre todo de las protestas católicas, de obispos, de congregaciones, etc., que se manifestaron con firmas o en la calle junto a las personalidades de izquierda y los partidos políticos. Los diarios españoles, por vez primera, dieron noticia de algunas de ellas sin alterarlas, aunque luego las comentaran caprichosamente. Pemán arremetió contra Mauriac en el ABC. Es inútil, algo cambia también en España. Pemán usa argumentos que no sirven para un católico francés y que empiezan a no servir tampoco a algunos españoles con miedo al porvenir. Sobre la Argentina, los comentarios son de pesimismo alarmante. Nosotros sentimos no tener más noticias.
Bueno, Scheinberg, nada más por hoy. Lamentamos la enfermedad de Aída. Esperamos que cuando llegue ésta haya mejorado. Nosotros los recordamos siempre y les extrañamos como a todos los amigos de ésa, a los que escribimos y a los que aún no les hemos enviado noticias nuestras. Para todos, todos, un gran abrazo de Maruja y mío y otro especialmente para Aída y usted de Maruja y de:

[Seoane]

1964-02-05 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1964
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1964 en 05/02/1964



Madrid, 5 de febrero de 1964

Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Recibimos tu carta con la noticia de vuestra ida a Punta del Este y de la úlcera de duodeno, que aparte sufrimientos y cuidados, que sentimos, te anuncia una larga vida. Nosotros nos disponemos a regresar a fines de este mes o principios del mes que viene, en los primeros días. Para entonces hablaremos de todo. Acabamos de estar en Asturias y Galicia donde fuimos a despedirnos de familiares y amigos y pasamos en pleno invierno días primaverales, lo mismo que en Madrid. Las gentes están asombradas del buen tiempo. Pero ahí van algunas noticias para la radio:
En Madrid, en la Sala Nablí, expone el pintor gallego Eugenio Fernández Granell, exilado desde la Guerra Civil española en Centro América y Estados Unidos. Presenta su exposición el crítico de ABC Santiago Arbó Ballesté. Granell es uno de los pocos pintores que se mantienen fieles al surrealismo y a su jefe universal André Bretón. Realizó numerosas exposiciones en Nueva York, París, Puerto Rico, y los prefacios de sus catálogos fueron escritos, aparte de Pedro Salinas, por componentes del grupo surrealista de París, Benjamín Péret, Marcel Duchamp, Julien Levy, Claude Tarnand, etc., participando en todas las muestras internacionales del surrealismo a partir de 1948. A nuestro juicio, la mayor virtud de su arte es el alarde caligráfico del autor que cubre grandes espacios con arabescos, en muchos casos trazados con un virtuosismo tan notable como el de los maestros calígrafos. Mantiene puntos más o menos remotos de contacto con André Mason y, como casi todos los surrealistas, desconcierta al público con la gratitud de los títulos. Su prologuista actual, Arbós Ballesté, afirma: “la paleta actual de Granell posee un matizado, asordado, acento tropical, una cierta aridez soterrada. Ésta es justamente, creo yo, la versión cromática que un gallego como Granell puede dar del trópico.
Se termina de ampliar considerablemente el Museo Marés de Barcelona, famoso por las colecciones escultóricas que poseía y que ahora se ve acrecentado con 300 imágenes, retablos, calvarios y piezas monumentales, como un pórtico románico del siglo XII desprendiendo de una iglesia de los Pirineos catalanes. La pieza más impresionante, entre las recientemente ingresadas al Museo Marés, es un Cristo bizantino de gran tamaño también del siglo XII y procedente de Italia.
El cronista humorista norteamericano Art Buchwald consiguió introducir nuevas costumbres en la prensa consiguiendo que le sea pagado el refrito, es decir, la publicación de artículos ya hechos que son nuevamente reeditados ahora por orden de la dirección y sin sorprender la buena fe de éste o su falta de memoria. Artículos como los referidos a fechas señaladas, de carácter patriótico o religioso, son ahora seleccionadas entre las publicadas en el pasado pagándosele al autor sus derechos como inéditos. Una mañana el Herald Tribune en su edición europea publicó el siguiente delantal a una crónica de Art Buehwald. Ante la imposibilidad de escribir su acostumbrada crónica por encontrarse de viaje, Art Buchwald nos ruega la inserción de una de las ya publicadas y que viene bien con la fecha de hoy. Agradecemos a nuestro redactor este rasgo de probidad personal, nuevo en él, ya que otras veces nos ha enviado artículos viejos sin dar explicación ninguna”.
En Le Figaro Litteraire se publica una crónica del pintor francés Yves Brayer titulada Yo he visto a Siqueiros en prisión. Después de cuatro años y medio, David Alfaro Siqueiros continúa encerrado en prisión en México por un motivo arbitrario contra el cual se manifestaron en el mundo entero un gran número de intelectuales de todas las tendencias”. Esto dice en el anuncio de primera plana la crónica de Yves Brayer el propio periódico que, como todo el mundo sabe, es un órgano de derechas de Francia. Por primera vez, una persona ajena a la familia fue admitida a hacer una visita al gran pintor encarcelado. Yves Brayer cuenta su entrevista con Siqueiros y la ilustra con dos retratos que los dos pintores se hicieron mutuamente, uno al otro, en el breve tiempo que duró la visita. En la crónica, termina Yves Brayer expresando: “Yo admiro a David Alfaro Siqueiros que en esta vida de reclusión trabaja incansablemente y continúa siendo un gran pintor. Yo espero que recobrará bien pronto su libertad”.
Se está realizando en París una gran exposición gráfica de Max Ernst que, según el título de una crónica en un seminario especializado, constituye una especie de autobiografía del pintor germano-francés. Se exponen los álbumes de grabados y collages que extendieron su prestigio mundial como La mujer de cien cabezas, o Una semana de bondad, publicados entre 1919 y 1934. Max Ernst expresó a raíz de esta exposición: “Mi pintura y mis procedimientos son juegos de niños”.

Esto es todo por hoy. Recibid tú y Marika un abrazo grande de Maruja y mío y transmite un saludo a las olas del Atlántico sur de la seca meseta castellana:

[Seoane]

1968-12-13 Mencionado/a
Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1968
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1968 en 13/12/1968


Madrid, 13 de diciembre de 1968

Sres. Esther y Lipa Burd
Buenos Aires

Mis queridos amigos:

Hemos estado en diversos sitios y hasta estos días no hemos escrito a nadie. Nos acordamos de todos, pero al llegar al hotel no teníamos ganas de escribir, nos sentíamos muy cansados y nos parecía, además, que no teníamos nada que decir. Ahora tampoco tenemos demasiado que decir, quizás nada, pero tenemos muchas ganas de comunicarnos con todos los amigos. Hemos vuelto a ver los museos de Nueva York, los de Duseldorf, Colonia, Bonn y el de Arte Moderno de Roma. Ahora, en estos quince días, vimos los de Barcelona y Madrid. No quiero decir nada de los museos, solamente que envidiamos el talento fotográfico de Lipa para poder dejar testimonio en diapositivas de cuanto vió. Con nuestra pobre y pequeña máquina comprada en Panamá en un momento de parada del avión, no sacamos aún, en más de mes y medio, ni una sola fotografía. Somos gente absolutamente negada a las máquinas, al menos en el caso mío, y además olvidamos diariamente su existencia. En Nueva York nos pareció que estaban en franca retirada las últimas tendencias de arte llegadas a Buenos Aires y procedentes precisamente de Nueva York. Quedan los grandes nombres, dos o tres y nada más. En el mismo Museo Whitney –creo que se escribe así– de arte estadounidense, han retirado muchas de las obras que estaban expuestas el año pasado. Claro que esto no quiere decir nada pero es sistemático que las retiren para colgar en cambio algunos excelentes pintores que antes no estaban por considerarlos, seguramente, entonces, pasatistas. Hay una corriente de gente joven que comienza a hacer pintura lo más seriamente posible, dejando el ensayo en su lugar debido, el de ensayo, y creando obra determinada, nada desquiciada, ni loca, ni arbitraria, sino dibujando y pintando. Por mi parte creo que fué muy útil la vuelta al Art Nouveau, a la figuración que lo imita para establecer nuevamente el valor del hombre como tema eterno del arte o de aquello que lo rodea. Madrid está en estos días de fin de año llenándose de Le Parcs de todos los gustos, bueno y mal gusto, como motivo de ornamentación y aprovechando la ventaja de los motores y de los nuevos materiales. Es muy interesante todo este arte que se vuelve popular y termina siendo realizado por artesanos ingeniosos anónimos. Esto es precisamente lo que no puede ocurrirle a Picasso, a Max Ernst, a Miró, como no le ocurrió a Goya ni al Ticiano. Es posible que pase, con estas opiniones, por un conservador, pero no, no creo serlo, simplemente me ocurre que un motor eléctrico, por ejemplo, me parece en su forma más bello que los resultados estéticos que pretende un artista haciendo ensayo sobre él. Pienso que la mayor parte de las invenciones artísticas ya fueron hechas hace tiempo y una “montaña rusa” es un ejemplo estético cuyo autor no se conoce. Sin embargo, tiene belleza por sí misma y nadie la admira como obra de arte.
Bueno, nada más por hoy. Hablaremos de esto en Buenos Aires. Escribidnos de vosotros, de planes inmediatos, de los amigos, de Buenos Aires, de como llegaron las jarras. Mientras tanto recibid, con saludos a los amigos, el fuerte abrazo de:

[Seoane]

1970-09-30 Mencionado/a
Carta de Díaz Pardo a Seoane. 1970
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Díaz Pardo a Seoane. 1970 en 30/09/1970

Sargadelos, 30.9.70

Sr. Don Luis Seoane
Buenos Aires

Querido Luis:

Ayer me enviaron del Castro tu carta del 23 con la noticia del fallecimiento de Baltar, que ya conocíamos. Yo, y Mimina, le escribimos a Mireya el mismo día de su fallecimiento, que llegó la noticia por cable y se propagó hasta aquí, pero Dieste estaba en la idea de que Mireya se encontraba en Córdoba. Ahora por tu carta veo que murió en Bs. As. y voy a llamar a Dieste. Es una parte dolorosa del drama general de quien quiere pasar por “aquí” procediendo con honestidad. Yo tenía una gran simpatía no solo por la conducta de este hombre. Su silencio frente a una serie de situaciones en las que otros nos estaríamos lamentando, su falta de respuesta a la falta de reconocimiento de su valor y la persecución constante que sobre sí mismo ejercía su, también constante, insatisfacción y que lo mantenía en constante peregrinaje, me tenía impresionado mucho.
El domingo pasado recogí en el Castro tu carta del 14 cte. Tomo buena nota de todo lo que en ella dices y de lo que te quejas de mí. Yo estoy en la idea de que te fui informando de todo, pero aún así no descarto que se hayan perdido cosas. Por ejemplo lo de Paco Tudela, el de Coruña, sobre el Museo es un trabajo publicado por una revista turística; creo que se llama Galicia Turística. Te la envié por correo aéreo yo mismo, desde Sada cuando me venía para acá. Recuerdo que me costó 75 pesetas, y aquí tengo el resguardo de su certificado el 26.8.70 con el número 535.- ¿Habrá ido a pesar de todo por barco? Si no la recibes trataremos de buscar otro número y enviártelo.
Te acompaño con la presente algunas cosas que te informan. La Carta al Presidente de las Cortes (supongo que es gastar pólvora en chimangos) obedece a hacer una petición paralela a la que hacen los de ADI/FAD [Associació de Disseny Industrial – Foment de les Arts i del Disseny] y por no quedar nosotros callados. De la sesión de cine anterior, que se había hecho más privada, también se te había enviado información aunque tú no la hayas recibido. Se trataba de películas de Picasso, Max Ernst, Kandinsky, Leger, Gauguin, Van Gogh, Emil Nolde (todas estas muy buenas) y una de Rosenthal francamente mala.
Ayer hemos estado en la Delegación de Hacienda de Lugo donde estábamos citados y donde nos trataron con verdadera desconsideración. Tuve que aguantar que me insultaran, sin recato, hasta hacerme dudar de si merece la pena aguantar tanto. Y todo esto frente a Ángel, el hermano de José Luis, y de una administrativa de aquí, y de tres inspectores. Total para que nos levantaran un acta de inconformidad injusta y no quedarnos otro remedio que acogernos a la intervención del Jurado Tributario de La Coruña. No tienen base alguna para intentar lo que pretenden. Se trata de un acta hecha por estimación en función de apariencias. La mala fe hacia Sargadelos es evidente. Estoy todavía sin saber qué hacer, si esperar o resolver esto, intentar, por vía de escándalo. No sé.
Ese trabajo que falta del Cuaderno del Centro de Diseño Díaz Pardo y el Laboratorio de Formas se trata de estencils que había mandado Chávarri, incluso del índice. Por eso figura en él, pero el trabajo no se tiró pues no me parecía bien que apareciese un trabajo hablando bien de mí en una cosa que tiraba yo.
Valentín está mejor, ya en Samil convaleciendo. Aunque tú dices que yo no te indico en qué clínica estaba en Santiago, yo, un desmemoriado cualquiera, compruebo, pues no me fío de mi memoria, que en mi carta te decía que se trataba del Policlínico.
Interrumpiome aquí un aparejador también de Hacienda, que acaba de irse ahora, para preparar un acta sobre el edificio a efectos de la contribución urbana. Así que por otro lado nos van a baldar pues la valoración de esto da una cifra muy alta. Vamos a ver en qué queda.
Yo seguiré por aquí tratando de llevar las cosas adelante pero créeme que estoy bastante desalentado.

Nada más por hoy. Un abrazo muy fuerte para ti y para Maruja

[Díaz Pardo]

1971-11-01 Mencionado/a
Carta de Guber a Seoane. 1971
Bos Aires
Nova York
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Guber a Seoane. 1971 en 01/11/1971

Ing. JOSÉ GUBER / Director de / Wobron S.A.I.C.

Buenos Aires, 1º de Noviembre de 1971

Señor Luis Seoane
Paseo de Ronda nº 15, 6º Izquierda
LA CORUÑA

Querido Don Luis:

Dice el refrán “No hay mal que dure cien años, ni plazo que no se cumpla”. Finalmente, he remitido por intermedio de IBERIA el objeto, aúnque no va en la caja por estar demorada su impresión. Entiendo que importaba el objeto para entregarlo al Museo de La Coruña; la serie entera sale de la misma manera con los defectos y virtudes que Vd. apreciará. Desde ya que me interesa sobremanera su comentario.
En otro orden de cosas, Buenos Aires se encuentra ante una verdadera eclosión de la prehistoria sudamericana. A la exhibición del Museo del Oro de Colombia, en el Museo de Arte Moderno, siguió la muestra sobre culturas andinas precolombinas en el de Bellas Artes. Finalmente, se inauguró en el Museo de Arte Decorativo una importante muestra de la colección de Mújica Gallo Oro del Perú, que es la exhibición más importante hecha de esta muestra fuera de su país de origen; permanece abierta hasta las 24 horas y el público forma cola en la calle esperando turno para ingresar. Aparte los carteles murales en las calles, se la ha publicitado de todas formas y se ha logrado interesar a mucha gente que no sabía de la existencia de algo tan próximo.
Antes de ayer en el Museo de Bellas Artes, con el apoyo del Museo de Arte Moderno de New York, se inauguró una exposición sobre El arte del surrealismo. Es una excelente muestra para esta ciudad en la que mucho se ha copiado, pero donde los originales de los padres del surrealismo no habían sido frecuentados. Ernst, Picabía, Dalí, Duchamp, Chirico, Miró y hasta algún Picasso (hoy que en Europa han absorbido todas las existencias) se presentan para nuestra apreciación.
En cuanto a la situación político social, sigue siendo incierta. El dólar, depreciado en Europa, aquí sigue subiendo y se espera que pronto estará en $1.000 m/n en el mercado paralelo. Esta situación es aprovechada por los habituales golpistas que quieren provocar otro cambio hacia la derecha. Cómo estará la cosa que el sector de centro izquierda prefiere que siga Lanusse en lugar de un nuevo gorila! Diariamente, hay marchas y panfletos por las calles y en la última semana los atentados originaron tres policías muertos. Bombas a editoriales las hay: aparte del Centro Editor, la Editorial Galerna vio volado todo el frente de su local.
Todo esto se alterna semanalmente con la veda de carne (semana por medio) y entonces salen a relucir anécdotas como la del Ministerio de Agricultura, que ante preguntas de periodistas, dijo que él hacía como todos los argentinos que compran carne para la semana siguiente y la mantienen en el refrigerador (realmente un rico tipo). Le adjunto una copia de la guía con la que fue remitido el objeto para reclamar en unos diez días, si no recibe aviso previo.

Un gran abrazo para Maruja y Vd. y quedo impaciente por sus comentarios. Hasta pronto.

José

1973-02-26 Mencionado/a
Carta de Seoane a Girri. 1973
Bos Aires
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Girri. 1973 en 26/02/1973


Buenos Aires, 26 de Febrero de 1973

Sr. Alberto Girri
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Ahí van unas líneas para dar señal de nuestra existencia y para, con tu respuesta, saber de la vuestra y de los amigos comunes. Noticias de las que estamos impacientes. Te escribo a las 24 horas de haber llegado Lanusse a Madrid y unas horas después de haber presenciado su discurso de respuesta a Franco, en general digno, dadas las circunstancias políticas de este país, comenzando su lista de elogios en cuanto al pueblo español, con los mineros, labradores, poetas, intelectuales, para terminar con los soldados y haciendo un elogio a la libertad donde se hizo posible para terminar con ella. No puedo estar con Lanusse, pero resulta ser un oligarca y militar que hace afirmaciones que nos sorprenden, a mí a veces me gustan, sabiendo convertirse en visitante que incomoda en países que visita, Brasil, por ejemplo. Hasta ahora no es este el caso de España, pero pienso que puede llegar a serlo. Trabajo mucho. Pinto. Tengo una exposición en el mes de Mayo en Madrid y desde la habitación que me sirve de estudio descanso viendo un mar extraordinario de tormentas con olas muy altas, de 15 y más metros de altura hace una semana, llegando a barrer algunas calles cercanas y un continuo viento del norte. Me gusta mucho este mar y este viento, el viento que en La Coruña acompañó a las invasiones desde la prehistoria, los fenicios que buscaban las Islas Casitérides en busca del estaño, las legiones romanas, de hechos galas, que lo enfrentaban invadiendo por tierra los wikingos, los normandos, los ingleses y, por último, a fines del XVIII, los corsarios genoveses que aguardaban los buques que salían de los puertos gallegos para América. Unos corsarios costeros, patilludos, con sotabarba de época, muchos de los cuales se convirtieron, Vicetto, Marchessi, Tomasini, etc., con apellidos que se hicieron también gallegos, en excelentes padres de familia. Por estos días, sigo todo lo que está ocurriendo con la publicación de una novela por entregas, La cara de Dios de Valle Inclán. La tenía desde hace años un amigo mío que encontró en una ciudad andaluza las entregas encuadernadas, siento por tanto el único ejemplar existente de ella que ahora se editó. La novela es una excelente novela por entregas a la manera de las francesas de folletón, y de también por entregas, donde se anuncia el Valle Inclán posterior. Pero algún lector notó lo que denominó plagio de algún capítulo de Dostoyevski y otro de un cuento de Baroja y se encendió una polémica, más entre los lectores que entre verdaderas autoridades literarias. Esos lectores no entendieron nada y Valle Inclán, acusado de otros plagios antes que ellos por Julio Casares, se convierte en par de Homero, de Shakespeare, de Lope, de todos los inmortales que fueron acusados de lo mismo. Él hizo un collage que sirvió a su labor de creador y a mi juicio es lo mismo que si hubiesen acusado de plagio, plagio es sinónimo de robo, ya se sabe, de los grabados del siglo XIX a Max Ernst porque deshojó las novelas de Julio Verne para incorporar trozos-capítulos de los grabados que las ilustran para agregarlos a su trabajo gráfico.
Bueno, esto es todo. Valle Inclán puede estar más vivo que nunca y se ríe seguramente desde el cementerio compostelano donde está enterrado conservado por la sal, pues la leyenda popular dice que su tierra es salitrosa y que conserva los cadáveres.

Un gran abrazo para los dos, para Aurora y tú de Maruja y mío. Contesta.

[Seoane]

1975-01-04 Mencionado/a
Carta de Esther e Lipa Burd a Luís e Maruxa Seoane. 1975
Nova York
París
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Esther e Lipa Burd a Luís e Maruxa Seoane. 1975 en 04/01/1975


París, 4 de enero de 1975

Queridos Maruja y Luis:

Dirán, y con mucha razón, que hemos tardado una enormidad en darles nuestras noticias, pero francamente ahora no entiendo cómo ha pasado tanto tiempo ya. Son dos meses desde nuestra partida y recién me siento con voluntad suficiente como para sentarme y contarles de nosotros.
Es que han sido días muy complicados, a veces bastante llenos de angustia, otros muy hermosos y finalmente también de los comunes de aquellos que pasan sin dejar recuerdos.
Primero, al llegar, una huelga de correos nos tuvo sin noticias (y de paso sin dinero) durante casi un mes y medio. Paralelamente buscábamos un departamento tal como era nuestra intención desde ya hace varios años.
Después de asustarnos terriblemente de los precios nos acomodamos espiritualmente a nuestras posibilidades y finalmente nos decidimos por un departamento en el barrio viejo de París, y en tercer piso, por supuesto sin ascensor, y por supuesto para acondicionar completamente y cuyos trabajos de acondicionamiento recién los iniciaremos dentro de un año después de reponernos económicamente de esta prueba (económica).
Pero allí tendremos quizás un lugar de respiro en el futuro para meditar en un ambiente que creo mucho más propicio que el que tendremos ahora en nuestro país. Y esa es una esperanza verdadera y que sin ella hubiese sido muy difícil llegar a la decisión de esa compra.
Actualmente estamos pasando unos días más tranquilos y aprovecho que Rosenfeld viaja a Bs. As. para que esta carta llegue más rápidamente. Y si Uds. ya han viajado para Galicia, le pido que se los envíe a La Coruña y de esa manera la tengan.
Esther y yo estamos trabajando ya hace algunas semanas con regularidad, cada uno en lo suyo, ella en el hospital y yo en mis telas que gracias a que Aurora [Bernárdez] nos ha alquilado su casa por estos meses tengo lugar como para colocar mis elementos. Así he terminado dos cosas y estoy continuando, pero como bien sabes Luis, es difícil saber que pasa con lo que uno hace, sobre todo en una ciudad dura como es París donde todos luchan fuerte por sus propios problemas y no es cosa de llevarles los de uno. Pero estoy decidido a seguir adelante sin hacerme demasiadas preguntas sobre el futuro.
Sea como sea aquí estamos viendo bastante seguido a los Jonquières que nos brindan un fuerte calor humano y vemos a otros y espectáculos que como siempre son muy importantes y valen aún para una temporada como ésta que no es de las más famosas. Hemos visto un espectáculo muy hermoso del teatro de Robert Wilson Una carta para la Reina Victoria que es una muestra del teatro del silencio y de la incoherencia y confusión con lo que este norteamericano quiere simbolizar nuestro tiempo, muy angustiante y de escenas plásticamente maravillosas; otro de Peter Brook Timon de Atenas dirigida por él, pero interpretada por actores franceses y de diez otros países y donde aún respectando completamente el texto de Shakespeare pone el acento en cuánto tiene esa pieza de similitud con los tiempos actuales.
En el campo plástico, poco hemos visto que nos haya mostrado novedades, aunque es siempre una gran novedad ver lo bueno aún conocido. Así fue la exposición de la colección de Peggy Guggenheim que es una verdadera colección que muestra la pintura de nuestro siglo. Me imagino cuál sería tu placer Luis al ver estas verdaderas obras maestras de nuestro tiempo, esos Max Ernest, esos cubistas o aquellos del grupo de Bauhaus. Hasta ahora ha sido lo mejor, aunque no quiero olvidarme de una pequeña muestra de arte de Albania y de Etiopía interesantes y amenas, sobre todo esta última de la que tan poco se conoce aunque corresponda al país más antiguo del mundo. A propósito quiero contarte de la versión etíope de la creación del hombre por Dios: dice que al cocer en el horno al primer ejemplar se olvidó de él y le salió quemado (evidentemente fue negro), el segundo para evitar el mismo problema lo sacó antes, demasiado temprano, (esta vez fue un blanco), recién el tercero fue perfecto, ni quemado ni crudo, adecuadamente cobrizo como evidentemente es el Etíope.
En las galerías de París, una buena exposición de [Yacoov] Agam, que a mí siempre me interesa, trabajando con medios audiovisuales esta vez, con televisión y cassetes y entrando casi en un terreno cinematográfico, pero siempre enfrentando problemas plásticos. Una muestra de Le Parc que aunque fuera de su “cinetismo” traslada los problemas plásticos del arte cinético a telas y pintura y los resuelve con virtudes matemáticas y de artesano más que de pintor. Es por lo menos mi opinión, aunque eso no quiere decir que no deja de interesar ni de interesarme.
Una serie de obras de [Panayotis Vassilakis] Takis en el espacio Cardin, sin que haya mostrado ningún estado nuevo ni diferente a lo ya hecho o mostrado en exposiciones anteriores.
En cine una especie de invasión de lo erótico, a veces entrando en el terreno de lo pornográfico, pero a veces también con expresiones que a mi juicio son de verdadero interés, opinión que por supuesto no todos comparten, pero yo defiendo ya que creo que en el lenguaje cinematográfico se están rompiendo algunas barreras y pruritos tal como ya no existen, por ejemplo, en la literatura. ¿Y por qué no en el cine? La mejor indudablemente en este género es Cuentos Inmorales, cuatro episodios de W. Borowszyk (el autor de Goto la isla del amor). El tercer episodio es el interpretado por Paloma Picasso y es bastante curioso ver por todo París grandes anuncios en colores y de enorme tamaño con Paloma P. desnuda y en amores con otra mujer. Dicho sea de paso, es a mi juicio el mejor de los cuatro episodios y plásticamente es de un gran cuidado.
No les escribo de los precios aquí. Pero si que son de poner miedo. Al punto de que las pinturas francesas son más baratas en Bs. As. que aquí. Pero vivir significa cuidar mucho el presupuesto aún para la gente de aquí y que gana en esta moneda.
Bueno, por lo menos ha sido esta carta una larga comunicación (entonces condenada por Gracián por aquello de “lo bueno si...”) así que a disculpar la lata.
Ahora un fortísimo abrazo y que las expectativas para este año se cumplan tanto en lo que se trata de España como lo de Argentina como lo de todas partes. Es como el brindis que nos ha faltado el 31 a las doce que mucho lo hemos extrañado...

Hasta pronto

Esther y Lipa

Nuestra dirección es:
E y L. Burd
(chez Mme. Cortázar)
9, Place du Général Beuret
Paris XV
France.

1976-04-22 Mencionado/a
Carta de Palmás a Seoane. 1976
Londres
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Palmás a Seoane. 1976 en 22/04/1976


Londres, 22.4.1976

Querido Seoane:

No le escribí antes porque no tenía su dirección, se la pedí a Lorenzo Varela pero la carta llegó a Bs. As. cuando él estaba en Río o volando hacia Madrid. Por fin el otro día la encontré en un papelito, junto con otras direcciones que Ud. me había dado. Como sería demasiado largo y aburrido contarle casi cuatro meses de andanzas trataré de hacer un resumen coherente. En Montevideo dejé los originales de Castelao: prosa no exilio, luego de tener que soportar dos revisaciones de maletas por parte de la Aduana y las fuerzas militares. Fue un episodio desagradable. Viajé con doscientos chicos judíos que iban a Israel para la cosecha de cítricos y pensé que en cualquier momento terminábamos todos en algún desierto árabe. Llegué a Madrid sin novedad y estuve con Laxeiro, Blanco-Amor, Marcial Suárez, etc. Todos esperanzados con el futuro de España y desconcertados con la Argentina. Allí me enteré que Alonso Montero me había encargado un trabajo sobre la cultura gallega en la Argentina (la carta no llegó a Bs. As.) y debí hacer el trabajo aquí en Londres sin otra bibliografía que el libro de Vilanova, algún trabajo suyo y mi memoria. El resultado no es la maravilla pero creo que con las limitaciones de espacio –16 folios– y de información que tuve salió bastante bien. Por lo tanto espero que en estos meses salgan publicados estos dos trabajos y el capítulo sobre la emigración que hice para Istmo. Desde aquí tomé contacto con Neira Vilas, pues quiero que me mande datos sobre Cuba y sobre esa base, el trabajo de Zubillaga sobre la emigración al Uruguay y lo que tengo hecho yo hacer una especie de panorama de la emigración gallega en América, para cumplir de una vez por todas su viejo pedido (del cual nunca me olvidé a pesar que Ud. tuvo la delicadeza de no recordarlo nunca). En Galicia recolecté material para el santoral. Trabajé unos días en el Museo de Pontevedra y me traje una serie de fotocopias. Recibí el Santos gallegos de Gil Atrio y estoy esperando que me consigan uno del mismo autor dedicado a los santos apócrifos que son los más interesantes. En mi opinión habrá que seleccionar no más de una docena de santos o, tal vez, menos. Tengo una duda, qué hacemos con algunos santos (como Santiago o san Martín dumiense) que no son estrictamente gallegos de nación, pero sí por obra o tradición. Por favor, dígame qué piensa. Tengo listo un pequeño libro de poemas que creo llevará de título Cidade, Lorenzo Varela me hará un prólogo y me gustaría que Ud. lo diseñase e ilustrase. ¿Será mucho pedir? En cuanto tenga todo el material le mandaré una copia. Aún no sé quién lo editará, tal vez podría ser O Castro.
En cuanto a mi opinión de lo que está pasando en España creo que está invalidada por el tiempo transcurrido y la velocidad de los acontecimientos. Yo llegué a Madrid en plena “primavera fraguista”. No se notaban grandes cambios pero había algo en el ambiente. En Galicia la cosa estaba y creo que lo está, mucho más movida que en los años anteriores. Lo más notable es el peso que está adquiriendo el idioma. Mientras yo estuve no había día que La Voz no publicase cuatro o cinco declaraciones escritas en gallego sobre los asuntos más diversos. Esperemos que todo vaya adelante. Por desgracia no pude ver a mucha gente pues en Madrid se me inició una gastritis fortísima y andaba con régimen de comidas y luego me tuve que venir a Londres. Lamenté no verlo a Pillado, le escribí ofreciéndole mi colaboración desde Londres, pero me contestó que no tenían espacio ni fondos. Personalmente estoy bien, aún no tengo trabajo fijo, más que una hora de castellano diario y algunas traducciones que voy haciendo. De todos modos estoy aprovechando el paro forzoso para trabajar en los proyectos que tenía. Londres sigue siendo una ciudad con una vida cultural impresionante. Vi una exposición excelente de Marx Ernest.

Un abrazo para Ud. y Maruja

Ricardo Palmás


[Conserva sobre cos seguintes datos]

[Remitente:]
Ricardo Palmás
84, Erskine Hill
London NW: 11-6HG
England


[Destinatario:]
Mr.
Luis Seoane
Montevideo 1985- 13º, 68
Buenos Aires
Argentina

1977-05-16 Mencionado/a
Carta de Seoane a Gerstein. 1977
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Gerstein. 1977 en 16/05/1977


La Coruña, 16 de Mayo de 1977

A Noemí Gerstein
Buenos Aires

Querida Noemí:

Supiste, suponemos, de nosotros por Marika, con quien hemos estado en Madrid y luego aquí en La Coruña. Varela continuó en El Castro e hizo un proyecto de diario que todos esperamos resuelva sus dificultades iniciales de salida. Pero todo esto lo sabes. Por mi parte, acabo de terminar de hacer los tacos de un nuevo álbum de grabados en madera, esta vez en durísima madera de camelio. Nadie diría que una flor tan delicada y quebradiza surge de un tronco tan duro y dificil, por el esfuerzo que lleva grabarlo, de trabajar. Pero ya hice 25 grabados, veinte para el álbum y otros cinco aparte. He pintado menos. Siempre me aparecen encargos para algunos escritores jóvenes de dibujos para ilustrar algún libro o hacerle el dibujo de la tapa y esto te entretiene una parte del dia. La Coruña está rodeada de un magnífico mar de tormentas y nieblas y el paisaje de sus alrededores está cubierto de todos los verdes y amarillos posibles. En nuestra casa suena, además, el viento, algo que a nosotros nos gusta, el frío viento norte o el frío y lluvioso viento nordeste.
Estuvo aquí unas horas Julia Lublín, que invertimos en dar vueltas a Santiago y ver monumentos, que las otras veces, creo, no habia visto. Nos alegró mucho estar con ella. Hubiésemos querido que estuviese más tiempo, pero había venido exclusivamente por cuestiones de trabajo. En España, como ocurre en todos los países europeos, declinan por estas fechas las actividades artísticas. Junio es ya un mal mes y la actividad comienza nuevamente en octubre, este es el primer buen mes y la actividad comienza nuevamente en octubre, éste es el primer buen mes de la temporada, aunque este año, por muchas circunstancias ajenas al arte, todo el año fue malo. Igual que en toda Europa.
No sé cuándo, creo que en agosto, viene a exponer Jonquières en una galería de aquí. Pero este año, según me dijeron, en Madrid y en Barcelona artistas amigos y galeristas fue un mal año. Un mal año incluso para los remates. Hubo muy buenas exposiciones. Los artistas de Francia se descargaron en España y expusieron algunos de los más importantes. Ahora está exponiendo en Madrid André Masson, un pintor que a mí siempre me interesó y que, junto con Max Ernst, es el más importante pintor surrealista, sin los juegos inocentes de los otros surrealistas del equipo de Bretón y de los que abundan en todas partes.
Envíanos noticias de ésa. En este poco tiempo de nuestra estancia en Galicia, fallecieron seis grandes amigos nuestros. Estamos desolados. Audivert el primero y Córdova, creo que el último, y en el medio, María Rosa, Paparella, José Luis Romero y Bernardo Waisman. Todos, aparte del talento que poseían, verdaderos grandes amigos.

Recibe un gran abrazo de Maruja y mío. Igualmente, Marika y todos los amigos. Os recordamos a todos:

[Seoane]