PROXECTO EPÍSTOLAS

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2 MENCIóNS A Amedeo Modigliani (1884-1920)

Artista plástico pertencente á denominada Escola de París.
Epístolas
Mencionado/a [2]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1951-06-19 Mencionado/a
Carta de Scheimberg a Seoane. 1951
Nova York
París
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1951 en 19/06/1951


París, Hôtel du Quai Voltaire, 19 jun., 1951

Mi querido amigo Luís Seoane:

Tenía el propósito de escribirle desde Londres, pero me falto tiempo para hacerlo. Lo hago, pues, desde aquí –desde este París que quiero entrañablemente y que no me explico que a Vd. no le haya gustado–, o, por lo menos, gustado en la medida que debió gustarle. Puedo decirle, en cambio, que Londres no me gusta? Cómo explicar que habiendo tantas cosas que nos gustan a ambos disintamos precisamente en esto? Para mi gusto, Londres es una ciudad demasiado grande, con un movimiento enloquecedor en sus calles. Luego, no tiene cafés. Esto es sencillamente terrible: el hombre, desde que sale desde su casa y hasta que vuelve a ella está obligado a trabajar o bien a entrar en una taberna o en una iglesia –las únicas dos cosas que hay en abundancia. La mayoría de los ingleses parece preferir la taberna, donde se emborrachan con cerveza caliente... Una ciudad donde uno no puede sentarse a una mesa de café para conversar con un amigo o para mirar la calle simplemente, para pensar o nada más que dejar pasar el tiempo (en las tabernas, los ingleses están casi siempre de pie y beben junto al mostrador), podrá ser todo lo que se quiera, pero no una ciudad civilizada... Londres es seguramente la ciudad del mundo que tiene más Bancos y donde se ven más hombres de galera y aún con sombreros de copa y jaquets. El Dr. Derisi (que guarda un muy cariñoso recuerdo suyo y que tiene colocado en un sitio de honor la tela que le ha comprado –ciertamente muy buena) nos ha puesto su automóvil y su chófer a n/ disposición; con él hemos recorrido la ciudad en todos los sentidos: reconozco que tiene unos parques muy hermosos, que las calles son limpias, que el Támesis es un río respetable y que todos los policemens tienen un aire absurdo de senadores (qué cosa distinta del policía de París, bonachón y con un aire de pícaro que comprende muchas cosas –sobre todo, si de debilidades humanas se trata!) y con todo, repito, Londres no me gusta. A las 10 de la noche cierran los restoranes y a las 12 sólo se ven algunos borrachos retardados, o prostitutas en las esquinas, o invertidos. Es claro que los ingleses ricos tienen sus nightclubs donde pueden emborracharse a gusto y hasta divertirse...; pero Vd. se imagina, Seoane, un pueblo que se emborracha con cerveza caliente? Le advierto, Seoane, que no tengo motivos de resentimiento; antes al contrario, la semana que pasamos Aída y yo en Londres ha sido como un paréntesis principesco en la vida un poco estrecha que estamos haciendo para que la plata nos alcance: Derisi nos reservó alejamiento en un barrio residencial (20, Chesham Place –cerca de Hayde Park: un departamento que daba sobre la plaza, con baño y cocina eléctrica, frigidaire, etc. La placita –un triángulo que no pasa de un cuarto de manzana –sólo se veía concurrida de 8 a 10 de la mañana y de 6 a 7 u 8 de la noche; pero no por chicos o por pareja de enamorados (estos prefieren el Hayde Park –y con razón, desde luego), sino por mujeres u hombres que traían a pasear –y a hacerles hacer sus necesidades– a sus perros...
Además de poner a n/ disposición su coche y su chófer todas las veces que nos daba la gana, nos acosó con toda clase de atenciones: cenas, una première de Antonio y Rosario (dos bailarines –un hombre y una mujer– que bailan danzas españolas y que en la noche del debut tuvieron un éxito estruendoso), entradas para ver el Hamlet con el actor Alec Guinness (en el New Theatre) nada más que porque vio que yo tenía interés en verlo... Se imagina Vd. todo eso? No es como para que todo ya le guste a uno? Pues bien, a pesar de todo esto, en Londres yo me sentía como un extraño –y no ciertamente por el desconocimiento del idioma (menos lo conocía en Amsterdam, pues en inglés, por lo menos, sé decir hasta una media docena de palabras y contar hasta no sé qué cantidad– pero siempre superior a la que necesitaba). El sábado último caminé casi dos horas por las más importantes y céntricas streets: Picadilly, Oxford, Regents... y no encontré un solo sitio donde tomar un café! Aparte de todo eso, los ingleses son gente muy simpática... Todos los ingleses (Bernard Shaw era una excepción) respetan a su rey, a los policías y el uniforme de los soldados de la guardia real; siempre se ven ingleses embobados contemplando el espectáculo bastante pueril del cambio de la guardia. Y es que el inglés, comparado –por ejemplo– con el francés o incluso el español es siempre un poco provinciano –a pesar de su aire distinguido y de su capacidad para los negocios.
Sí, evidentemente no me gusta Londres y podría pasarme muy bien sin conocerlo, si no fuera por sus Museos. Éstos son realmente magníficos. Sólo visité muy ligeramente el British Museum, pero, en cambio, lo hice muy detenidamente con la National Gallery, la Tate Gallery y la Wallace Colection. No voy a hablarle a Vd. precisamente de tanta obra como me ha impresionado. Sería caer en una ingenuidad imperdonable. Pero, a propósito de la pintura inglesa, sería demasiado osado decir que me empalagan un poco Gainsborough y Reynolds y Lawrence (este último en menor grado) a pesar de ser grandes pintores? Qué distancia cuando uno los compara –a ellos, esencialmente retratistas– con los retratos de Goya y Velázquez de la National Gallery y de la Wallace Colection! En cuanto a los prerrafaelistas, puedo decir que me parecen tontos –además de insignificantes– con Dante Gabriel Rossetti a la cabeza? Pienso que solamente Turner y Constable son realmente grandes; sobre todo, y antes que todo, y por encima de todo, Turner. Ellos salvan la pintura inglesa; sobre todo Turner. Cómo pinta este hombre! Y qué lirismo en toda su obra –aún en la de su época comprendida (y así clasificada en la Tate Gallery) entre los años 1805-1810 y que por momentos parece un anticipo de Corot; pero es a partir de 1830 cuando Turner alcanza su más alta expresión y al final de su vida ya es una verdadera locura de la luz –casi medio siglo antes de que Monet pintara sus “Nimpheas” y su maravillosa serie de la “Catedral de Rouan”... Los impresionistas franceses están bien representados en la Tate Gallery y, sobre todo, los postimpresionistas: Cézanne, Gauguin y Van Gogh –de quienes este Museo posee algunas de las talvez mejores cosas. Es curioso que cada vez que uno se topa con los grandes de la pintura se está tentado de decir que es lo mejor que se ha visto de ellos. Lo que hay en realidad es que todo, o casi todo lo que han hecho es impresionantemente bueno. Y a propósito de Gauguin y Van Gogh, cómo se achica el primero al lado de éste, tan apasionado, tan atormentado: es como un pozo en ebullición, en tanto que Gauguin se pierde un poco en la decoración, sobre todo en su época de Tahití... Hay una discreta representación de Modigliani y de Chagall en tanto que muy buena de Bonnard y, de los vivos, de Picasso (de éste tienen La femme a la chemisse –1905, Femme assise –1925, entre otros) y de Bracque, y de Matisse (no sé por qué, pero siempre me parece Matisse un tanto superficial –con una marcada tendencia a lo bonito).
Perdóneme, sin querer parecería que incluyo a Chagall entre los muertos cuando en realidad sólo quise incluirlo entre los que están nada más que medianamente representados... En escultura, con excepción de Rodin, quien me ha impresionado realmente es Epstein. La Tate Gallery sólo posee de él algunas piezas pequeñas –pero qué fuerza expresiva y qué seriedad en la factura! A Falcini le mandé una fotografía de The Visitation que me parece estupenda.
Y basta por hoy: No piensa Vd. que uno se pone tonto viendo tanta cosa bella y queriendo comunicar su entusiasmo a los demás? No me crea pedante, por Dios! Sólo pretendo fijar la impresión que me producen las cosas y lo que pienso de las mismas. Es probable que me equivoque a menudo, pero estas cartas son para mí un medio de descargarme –como quien, en la marcha, descarga las baterías de su coche para evitar que éste se ahogue. Hay momentos en que me parece que mi receptividad está colmado y tengo miedo de que me estalle algún compartimento del cuerpo...
Y me defiendo escribiendo. Nunca sentí realmente la necesidad de escribir hasta ahora; pero cómo hacer para no gritar a los cuatro vientos mis admiraciones y mi entusiasmo? A veces, frente a algunas obras, me pondría a cantar o a gritar si no temiera que me tomen por loco: No lo hago, pues y en su lugar escribo estas interminables cartas – como si los amigos tuvieran alguna culpa. Aunque, pensándolo bien, es claro que la tienen y justo es que se aguanten.
Y termino. Estamos de nuevo en París, de donde pensábamos salir el sábado para Viena; pero se nos ha presentado un inconveniente y francamente no sé ya bien lo que voy a hacer. Al pedir pasaje para embarcarnos de regreso el 2 de octubre en Lisboa (tengo tomado y pagado el pasaje de regreso –open dat) me informan que no lo hay para esta fecha ni para fechas aproximadas, etc. Escribí urgentemente a Derisi para que, con su influencia, trate de solucionarme este lío. Entretanto, no podremos movernos de París hasta no saber a qué atenernos –pues sería difícil mantener contacto con Derisi, o la Empresa, moviéndonos de un lado a otro... París me agrada ciertamente –pero en mi estado de ánimo con este contratiempo que me desorganiza (ojalá no sea en mucho) los planes tan cuidadosamente trazados, nada es muy agradable; y aún mayor es la preocupación de Aída –que se traga las lágrimas para no aumentar la mía. Espero que todo se arreglará, sin embargo. Es inconcebible que se me venda un pasaje “a fijar fecha” y que, a casi 4 meses de la fijada para el regreso, se me conteste que para ésa y las próximas fechas el pasaje está completo en los tres barcos que tocan Lisboa; pero cómo ponerme a discutir desde aquí? Yo no tengo tiempo para hacerlo –y nada se arregla conque la razón esté de mi parte. Espero, repito, que con la mediación de Derisi todo se arreglará.
Perdóneme, querido Seoane, esta lata. Mucho, muy muchos saludos a todos los amigos –que, por ser muchos, no nombro, y para Vd. y Maruja un grande abrazo de Aída y mío.

Scheimberg

1956-04-06 Mencionado/a
Carta de Seoane a Fernández del Riego. 1956
Bos Aires
Vigo
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Fernández del Riego. 1956 en 06/04/1956


Buenos Aires, 6 de abril de 1956
Sr. D. Francisco F. Del Riego
Vigo.

Querido Del Riego:
Recibí tu carta y las colaboraciones que me enviaste, así como el interesante artículo de Bouza sobre las danzas gremiales. Las ilustraciones, lo mismo que las fotografías de la entrevista te las enviaré tan pronto como me hagan los clisés. Me alegro que te hubiese gustado mi libro, me interesa tu opinión y la de los amigos de esa. Hasta ahora aquí es prácticamente desconocido en la colectividad, pues aún no fué puesto a la venta. Tampoco lo conocen fuera de ella aparte de algunos amigos. Los ejemplares numerados te los enviaré, sinó treinta todos los más posibles, pues estoy obligado con algunos coleccionistas de esta que siguen las cosas mías, aunque como le expresé a Díaz Pardo mi interés es que vayan a esa, pues para mí de otra manera no se justifica el hacerlos. Estos días comenzaré a mandar ejemplares a todos los amigos de esa, pues hasta ahora solo se los remití a Maside, Domingo, y a tí. Estoy deseando ver tu artículo de La Noche, pues me interesa conocer que poemas te interesaron más y si encontraste en la totalidad del libro un camino distinto al que viene caracterizando la generalidad de la mejor poesía actual de Galicia, pues ese era uno de los propósitos que me guiaron. Quería hacer un homenaje a Santiago que fuese el recuerdo de un mundo perdido en el tiempo y que a la vez fuese todo tiempo. Hice coincidir mi homenaje con el veinticinco aniversario de la terminación de la carrera que se cumplen este año y si no puedo estar presente físicamente en Santiago, como seguramente lo estarán muchos de mis compañeros, lo estaré de esta manera quizá más anónima. El destino, a algunos de aquella promoción de licenciados en Derecho, nos jugó, quizá, una mala pasada. Más no hablemos de esto.
Estuve trabajando mucho. Aparte del libro salió estos días una exposición de 20 óleos para New York que se expondrán a fines de este mes o en el mes de mayo, e hice un nuevo mural en ésta de 9 metros por 3 y tengo que trabajar bastante durante estos meses, pues el Museo de Córdoba (Argentina), me solicita una exposición para el mes de agosto. Por otra parte me invitaron a participar en la próxima Bienal de Venecia con obras que salen estos días. Diciéndote esto trato de justificar de alguna manera mi silencio. Soy deudor de una porción de cartas pero confieso que la conciencia solo me remuerde en el caso tuyo. Hice la gestión del pago de la deuda contigo del Centro Gallego y estos días, al fin, dieron orden de liquidarla. Dile a Ferreiro que recibí su espléndido libro Sono sulagado, que si no le escribí fué simplemente por dejar la respuesta para cuando estuviese con alguna calma, y con la intención de no decirle cumplidos sino de hablarle de verdad del libro, de esa pequeña joya por ejemplo que es “María Soliña” que recuerda a la bruja de Cangas, que pienso que es de aquellos temas del paisaje, de los sentimientos y de la propia intimidad debe convertir el poeta de historia en mito. Su libro está, con formas e idioma de hoy, en la línea mejor que tendieron los precursores.
Supe de la marcha de Ovidio Fernández al día siguiente de haberse ido. Según me dijeron no se despidió de mucha gente por la precipitación del viaje y sentí de verdad no haber sabido de la fecha de embarque. Quizá quiso librarse de compromisos posibles. Recibí los libros que me enviaste. El de Castroviejo me interesó mucho aunque seguramente pudo haber trabajado más el tema; de todas maneras resulta un libro curioso y útil. Ahora me pregunto, ¿quién es Rafael Melero que publica un artículo sobre diez años de pintura gallega en La Noche y no habla de los diez años de pintura gallega, o desconoce lo que se hizo en esos diez años y sí en cambio pedantea con cosas que no conoce bien? Tengo una nota contra ese artículo y no quiero publicarla por si se trata de alguna persona amiga, o no es conveniente hacerlo. Desde luego Melero piensa que los pintores cambian de nacionalidad al abandonar por lo que sea su país, por lo que resultaría que Gauguin no es francés, ni Beckman alemán, ni Modigliani italiano, ni Picasso español, etc., y en este caso está tambien el mismo Goya de los últimos años de su vida.
Bueno, creo que hoy me he extendido bastante, quisiera que tu hicieses lo mismo en la próxima.
Con saludos de Maruja y míos para Evelina y para tí, recibe el fuerte abrazo de tu amigo:

Seoane