PROXECTO EPÍSTOLAS

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1 MENCIóNS A Adolphe Monticelli (1824-1886)

Artista plástico anterior ao Impresionismo.
Epístolas
Mencionado/a [1]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1956-06-13 Mencionado/a
Carta de Seoane a Zegrí. 1956
Bos Aires
Nova York
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Zegrí. 1956 en 13/06/1956


Buenos Aires, 13 de junio de 1956

Sr. D.
Armando Zegrí

Estimado amigo:

Recibí su sincera carta que me agradezco y lamento hondamente el resultado final de la exposición. En cuanto a las críticas de los diarios, que no llego a saber concretamente si tienen o no importancia en ésa, aparte de las frases alentadoras para un pintor desconocido ahí, noto que ponen demasiado ingenuo empeño en querer encontrar filiaciones al pintor, de lo que se deduce que Picasso, Matisse y Leger están influyendo en mí, a pesar de la disparidad entre sí de sus obras, cuando la verdad es que es posible que determinadas coincidencias se produzcan por mi interés, cada día más creciente, en la pintura románica y en la obra de los miniadores medioevales de códices. Busco mi expresión por medio de una pintura plana de fuertes contrastes de color y con un grafismo espontáneo que se le superpone, que es quizás lo que chocó a los amigos que gustan de mis grabados y dibujos y a quienes desconcertó mi pintura. No trato de hacer una pintura lavada, sino de huir de cualquier clase de texturas que distraigan la intensidad del tono plano. En este sentido, prefiero la pintura lavada de Velázquez y Goya de la última época a las calidades, insuperables como tales e inocuas, que encontraba en el siglo XIX el francés Monticelli o que encuentra ahora Monsieur Dubuffet (nunca tan Monsieur como este pintor, nin tan clase media en pintura). Entretenerse en buscar las calidades, por ejemplo, de una pared descascarada, su textura, no puede ser una finalidad de la pintura que no debe librar esta finalidad al hallazgo fortuito de esas calidades o del uso de instrumentos extraños de distintos oficios para conseguirlas. El color, el dibujo y los grandes ritmos son para mí nada más que un medio de expresión. Busco una pintura que tenga su mayor fuerza en el sintetismo de elementos con que la realizo. El afán de los críticos de ésa de querer buscar en los franceses la filiación del pintor y en hablar de escuela francesa me llamó la atención. La llamada escuela de París es una escuela universal en la que la mayoría no son franceses más que de domicilio y su afán de libertad ayudó a crecer a la actual pintura del mundo. En Matisse, tienen tanta importancia para su formación las decoraciones de los muros de Argel como los impresionistas y en Picasso, Grecia, la Prehistoria española, los íberos y Goya pesan más que los pintores que le rodean o que le ayudaron a formarse, como para Leyer las figuras de los naipes son más importantes para su obra que los cuadros de Monet. Y es lo que me ocurre a mí, salvando las distancias. Me importan más los murales de San Isidoro de Léon, los miniados de los libros de horas o las tallas populares que la famosa escuela de París, excluyendo, claro está, algunos de sus valores. Si me encuentro afín a esos pintores que citan los críticos es, pues, en sus preocupaciones y en el posible origen de lo que caracteriza su obra. Siento, pues, que no hayan visto en mi obra otra cosa que una pintura lavada en lugar de su espontaneidad y falta de arrepentimiento y que no se diesen cuenta que también ese lavado es una forma de textura, pero más honesta, a mi juicio, que el poner un tono, borrarlo, insistir con otro, limpiarlo con cuchillo, pintar uno nuevo, pero no con pincel, sino con rodillo, pegar un poco de arena o de papel o lo que sea y pintar con otro tono encima para conseguir esas famosas texturas que nada tienen que ver con la expresión pictórica, y sí con el aburrimiento. Sólo el tiempo produce auténticas texturas.
En cuanto a los cuadros, dígame usted qué debo hacer. Quisiera que devolviera el del señor Lóizaga y que su señora y usted seleccionasen para su casa el que más le guste como obsequio mío. Si usted cree que vale la pena, utilícelos de momento para sus exposiciones colectivas y como fondo de la galería y si usted [...]