PROXECTO EPÍSTOLAS

----
Epístolas
Mencionado/a [1]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1965-11-28 Mencionado/a
Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1965.
Montevideo
Madrid
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1965. en 28/11/1965

Montevideo 28 de noviembre de 1965

Es cosa notable que cuando se está pendiente de cumplir una obligación, la recordemos tanto que no nos permite tregua hasta vernos libres de ella. Yo sufrí durante varios años el tormento –huyo del 'argot' profesional– de no dar abasto a la correspondencia particular. Tanto María como yo habíamos cortado relaciones con la familia; pero como forzosamente yo tenía que hacerle de secretario, porque mi mujer habría contestado siempre en solfa a las numerosas amistades que íbamos dejando, como el Tenorio, por donde parábamos, cuando se me agotaban los temas de inspiración, acudía a las postales e incluso a los telegramas para no poner al descubierto mi esencial inurbanidad. No quería ver el nombre de la 'diva' juzgado acremente por una falta de consideración.
Esta ya rutinaria costumbre se acentuó al encargarme en Roche de la correspondencia con médicos, al punto de considerarme culpable de negligencia, si no se resolvían inmediatamente las cuestiones que me planteaban. Pero esta misma habitual práctica me incita a desquitarme cuando he de contestar a cartas de parientes o amigos. Me hallo siempre perezoso y he de enfadarme conmigo mismo por esta creciente apatía para ponerme a escribir:
Querido Tobío:
Ante todo le agradezco las noticias que me proporciona de ese desquiciado país de nuestros marchitos amores, porque ningún informador sabe trazar como Vs. un ajustado cuadro de la situacion, tal como uno puede presentirlo a través de los contradictorios datos que la prensa suministra y los viajeros de retorno proclaman.
¡Y para qué hablar de la familia! Ninguno de mis deudos concibe que yo quiera continuar aquí, y me preguntan por qué no voy a gozar de tan maravilloso esplendor de tamaño renacimiento de ese Ave Fénix flechado, "epur" viviente, que ahora planea sobre la piel de toro abonada con la sangre y despojos de la interminable lidia.
¡No! Prefiero asistir al hundimiento del peso nacional; a la derrota de este equipo y del otro y del otro; a las inundaciones y a las sequías; a las huelgas, a la epidemia de hidrofobia; al triunfo electoral de Jorge Batlle; a los atracos a mano armada y a la chita callando contra la bobalicona confianza de los ahorristas; en fin a todas la calamidades públicas y privadas que aún le quedan por amortizar a este "manso país lleno de encantos" (Este verso es el primero de una poesia de Pushkin, armonizada por Borodín que María solía cantarme en nuestros primeros tiempos de relaciones).
En esta tierra sucede algo todavía que no ha entrado en la propaganda: se casa Olga Gaona y cuarenta y ocho horas antes de ostentar la flor de azahar, viene toda emocionada a decirme que ha recibido de Vs. una amabilísima carta de felicitación. Se marcha más blando que nunca a vivir a Venezuela Mr. Bowie y menos Altisidora de lo habitual su flotante costilla, y ésta vuelve a los tres meses para que le extirpen un cálculo biliar y él la acompaña triste y resignado. Me encuentro a Amalia Giacosa en el ómnibus 14, –el de recorrido más breve entre Pocitos y la Aduana–, y como cada día está más sorda y desentonada, todos los pasajeros se enteran de que el doctor Tobío debe ser para esta jamona de gachoso mirar, algo así como un médico que la sacó de apuros, o un abogado que estaba tratándole el divorcio, que fracasó porque al fin hubo arreglo. Y es que mujer de Atilio quería decirme tantas cosas y me preguntaba tanto por Vs., por Maria del Carmen y los chicos, que enredaba los conceptos y a la postre, cuando me despedí de ella en la parada del bulevar España, no supe lo que realmente me había dicho y ahora me es imposible enterarles de lo que pretendía esta exuberante amiga.
¿No creen Uds. que todo esto sea más divertido que los ejercicios espirituales en el Parral o Pardal de Segovia?
Sin embargo, reconozco que hay a favor de Vds. una producción y exhibición cinematográfica que aquí no tenemos, pues siempre faltó la primera, y en cuanto a novedades, pocas y caras nos llegan. Ni siquiera discos del auténtico folklore español, como los que V. posee y que me han hecho recordar ahora a Jacinto Almadén, que yo tanto les encomiaba, y que acaba de triunfar nada menos que en el teatro de la Comedia.
Hace varios meses que no voy por el Banco de Galicia porque durante el invierno sólo disponíamos de media hora para comer y no me daba tiempo. Luego me he encontrado solo con los Departamentos VII y VIII, mientras Herrero ha estado mes y medio de viaje en dos períodos y hace poco regresó del segundo. Uno de estos días iré a arreglar la libreta.
No me dice Vs. sí recibe "Marcha". Supongo que se la enviarán, pues está pagada la suscripción hasta el 10 de mayo. Y aunque últimamente aumentaron el precio del ejemplar a 4 pesos, sí lo disponen también para la exportación, espero que me pasarán el recibo.
Nuestro amigo Coello está pasando una mala etapa. El mal sigue su curso y aunque el alarmante síntoma de la hemoptisis ha cesado por el momento, le vienen en cambio crisis de arritmia que lo asustan. Además no tiene apetito; más bien le hace ascos a la comida. Enflaquece y pierde fuerzas. Está angustioso y desanimado.
Por mi parte, le he puesto a tratamiento de Libruina y Marplant. Espero los primeros resultados para fines de la semana entrante. Anteayer que fui a llevarle las muestras, me entregó Julia la pastilla de jabón que me regala Constanza, la cual le pago con un beso grandote y con lo que ella quiera que le mande de aquí.
Espero continuar nuestra correspondencia menos espaciadamente y mientras tanto consérvense buenos, alegres y felices. Y reciben el invariable afecto de este tozudo desterrado.
Virgilio [sinatura autógrafa]