PROXECTO EPÍSTOLAS

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7 MENCIóNS A Manuel Herrero

Epístolas
Destinatario/a [1]
Mencionado/a [7]
Remitente [1]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1963-08-01 Mencionado/a
Carta de Mariano Conte a Lois Tobío Fernández, 1963.
Madrid
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Mariano Conte a Lois Tobío Fernández, 1963. en 01/08/1963

Mariano Conte
5ª Calle O-11 Zona 9
Ciudad de Guatemala, Guatemala

Ciudad de Guatemala, 1º de agosto de 1963

Señor:
Don Luis Tobío
Calle General Moscardó, 10, 2º, A.
Madrid-20 (España)

Mi querido amigo Tobío:
Agradecemos su amable carta del 13 de julio recién pasado, en la que felicitan a mi hija Margarita por su graduación de Química Farmacéutica.
Por conversación con el Dr. Herrero, con el que recientemente hice una jira por Centro América, sabia que estaba Ud., junto a su apreciable familia, en Madrid, encargado de la traducción de los textos para Roche de Basilea, sin embargo, al recibir su carta, la confirmación de la noticia nos produjo una indefinible emoción que sigue siendo el tema más apasionante en nuestra casa.
Mi esposa e hijo Fernandito (13 años, 2º de Bachillerato, nacido en México), estuvieron en Madrid a fines del año pasado. Mi hijo Fernandito no conocía Madrid, pero mi esposa que estudió allí su carrera de Farmacéutica, me cuenta que observó los mismos cambios y recibió idénticas impresiones que Ud..- Yo le digo, que quizás no sea solo que las gentes de Madrid han cambiado, lo que es inevitable, sino que también hemos cambiado nosotros, como Ud. dice, durante nuestra larga estancia en América.
De todos modos estamos seguros que poco a poco se irán ambientando, porque siempre se ha dicho: "de Madrid al Cielo".
En forma inconcreta, algo había oído acerca de Verdú. A Usano no lo conozco personalmente. Si los vé, le agradecería que les diese recuerdos de mi parte, sobre todo al amigo Verdú, procedente como yo, de la escuela Roche mexicana y que no puedo explicarme lo que le ha pasado. Dígale que me gustaría escribirle y recibir sus noticias.
Si todavía sigue coleccionando sellos, tendré mucho gusto en enviarle algunas nuevas series editadas en Centro América. Mi hijo Fernandito, está iniciándose en la filatelia.
Con cariñosos saludos de mi esposa e hijos para los suyos, reciba un afectuoso abrazo de,
Mariano [sinatura autógrafa]

1966-05-07 Mencionado/a
Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1966.
Montevideo
Madrid
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1966. en 07/05/1966

Montevideo 7 de mayo de 1966

Querido Tobío:
De exprofeso he dejado correr los días para contestar a su carta del 10 de marzo, primero esperando que hubieran regresado Vds. de Andalucía y luego ocupado con la llegada de los Giral que han permanecido aquí seis días.
Este aplazamiento me ha procurado la satisfacción de recibir sus postales en donde las vistas más sugestivas de la ciudad donde pasé los primeros e interminables dieciséis años de mi vida.
Me gustaría conocer la impresión que les ha causado a María del Carmen y a los chicos, el melodrama sevillano. Y puesto que la población no ha cambiado nada en su esencia, lo que del aspecto exterior pueda decirme Miguel, me hará rever con sus ojos la voluptuosa ciudad de mis veinte años.
Estoy manoseando tanto los lejanos recuerdos que por dos veces he caido –con pocas líneas– en la alusión a mi alta adolescencia– período vital que mi abuela denominaba "el segundo pavo".
Vuelvo, pues, a la realidad presente que por no ofrecer motivos mayor para el comentario, me obliga a dar escuetamente las noticias de ocasión: Apenas he podido hablar con Herrero de su viaje a Europa. Sólo sé que les encontró a Vds. muy bien y me dio sus saludos.- Los Giral recibieron noticias de Maly en el mismo sentido.- Tanto Pilar, como Antonio, están espléndidamente. Se han aburguesado algo más, y no parece que el tiempo transcurrido desde su marcha, ni la altura del nuevo domicilio o la sequedad y el polvo del altiplano, hayan marcado frescas arrugas en sus rostros complacientes.
Una noche fuimos a cenar al Aguila y conocí a la segunda mujer de Alberto Varela. Este afortunado toco-ginecólogo se me representa como un doctor Fausto absorvido por su esbelta Margarita.
La tercera pareja de la noche la formaban Viruca y su "costillo". Ella ha perdido varios quilos merced a un Ro - numerado que le proporciona Dokow. A él se le nota el avance inexorable de los años, igual que cuando yo me miro al espejo.
El mismo día que llegó su carta para Morató se la entregué, y me dijo que hará lo posible para complacerle y ya le contestará. Está escribiendo las impresiones de su visita al Viejo Continente, y como yo soy, con su esposa, el agente hebdomedario de la lectura del original, mantengo con su autor alguna que otra vez, torneos de escritores –plumas en ristre y máquinas de escribir embrazadas– para enterarnos sutilmente de nuestros innumerables puntos débiles –desajustes de cascos y manoplas, que diría un maestro de armas.
Y puesto ya de punta en blanco, traigo a la palestra a las dos Julias imperiales: En el salón de la primera se han reanudado los conciertos del viernes. No dispongo de espacio, ni tiempo, para contar lo que no sucedio, con motivo de un pianista francés que llevaron una tarde a la hora del aperitivo; el cual comió, bebió y no tocó. Los veinticuatro invitados se sintieron mohínos, Julia se recostó tan gustosamente en el sofá y Elena apostilló la velada, que fue más bien un duelo, con esta frase, sonora y olorosa en francés, que en el idioma natal: "Il est un cochon".
A la otra Julia, la verdaderamente coronada, no hallo modo de encontrarla en su domicilio. A Pepe Luis no lo he visto desde antes de fallecer su padre. No hay duda de que los herederos son de otra generación.
Maria Concha me ha escrito, al dejar Venezuela, seis postales para anunciarme su traslado a Alemania que será seguido de una visita a Viena –música– y otra a Finlandia –pesca– y prometerme el ofrecimiento de su hogar –finalmente estable– que posiblemente sera el arco de algún puente (Puto exhibicionismo, ya que según la cubana tiene una magnífica villa en la Florida).
La señora Olden se marcha el lunes próximo a Alemania. Sé que le ha escrito, pues precisa regresar por Madrid donde se detendrá un día. Lleva la dirección de mi sobrino Emilio, por si necesita que la acompañe a alguna parte, en caso de que usted no pueda. Espero el número de teléfono aunque ella dice que llamará a Productos Roche.
He renovado la suscripción a "Marcha". Hasta pronto. Con todo afecto
Virgilio [sinatura autógrafa]

1967-12-23 Mencionado/a
Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández e María del Carmen Soler Ponce de León, 1967.
Montevideo
Madrid
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández e María del Carmen Soler Ponce de León, 1967. en 23/12/1967

Montevideo, 23-XII-67

Queridos Luis y Maria del Carmen:
La alegría que siento al recibir su carta, se torna inquietud cuando he de contestarles, pues siempre lo hago tarde y con fatiga. Me estoy volviendo rápidamente e intensamente perezoso porque la salud no me acompaña. Así que trato de conservar las debilitadas fuerzas para poder cumplir el trabajo de oficina, y cuando llego a casa no tengo ganas de leer, ni de escuchar la radio, y mucho menos de escribir.
Posiblemente este pesimista exordio obedece al aumento de correspondencia que he de evacuar estos días, por las tarjetas de Navidad que continuamente me van llegando. Ganas tengo de "encerrar el pico bajo el ala" y dejar que pase el torbellino epistolar. Porque, ante la confusión no se me ocurre nada que decir y, por otra parte, mi natural manera de comportarme en el trato social, rechazó siempre las corteses frases rutinarias de urbanidad, y a cualquier acto de deferencia que me distraiga correspondo mansamente con sólo muecas de silencio jubilado o desvió la retribución por senderos poco diplomáticos.
Todo esto es también para decir que no ocurre nada en mi ambiente que pueda interesarles. El proporcionarles periódicamente 'Marca' me ayuda a darles "fe de vida" y a enterarles, con el testimonio de los más sagaces y polarizados ingenios de esta República Oriental, de lo que sucede, tanto en la letra como en el espíritu.
Y así, por fuerza, he de limitarme a la intranscendente crónica menuda, refiriéndoles, en primer término, que días pasados atracaron en la calle Pereira a la Sra. Olden, dos jovenzuelos de los que pululan por Pocitos, y luego de golpearle la cabeza con un objeto blando, que no llegó a herirla pero la conmocionó unos instantes, le arrebataron el bolso con llaves, carnet de identidad, otros documentos y mil setecientos pesos. Cuenta nuestra amiga que estuvo un par de horas sin saber lo que hacía; pero el hecho es que regresó donde había estado reunida hasta el anochecer con unas amigas; éstas la llevaron al Panamericano y allí tuvo que esperar unas varias horas hasta que vinieron a abrir su piso. No recuerda nada de esto, pero una persona que la acompañó me lo ha referido. Al día siguiente llegó a la oficina, contó el incidente; Herrero le sugirió que presentase denuncia a la policía y ahí quedó el asunto. De hecho se ha repuesto pronto y totalmente.
Julia está cada día más encorbada, delgada y anémica. Temo, por ella, la llegada de la mala estación, dada la carestía de la vida y los limitados recursos con que parece contar para defenderse. Elena, a su vez, cada día ve menos; con lo que las pobres amigas nos están dando un sensible ejemplo de invalidez. Por añadidura, hoy mismo, al volver yo de la playa, la vi que no podía abrir la puerta de la verja. Traté de hacerlo yo y me fue imposible. Allí se quedó diciendo estoicamente que permanecerían encerradas. Algo después nos dimos cuenta que la palanca no estaba pasada y de un empujon pudieron "volar las grullas".
He sabido ultimamente que han operado a Bowie –ahora de la próstata. Sus vias urinarias están como la canalización de ciertos barrios– y ya se encuentra restablecido, a juzgar por el cable de felicitación que ha enviado a la oficina. Su sucesor se comporta bien con el personal y, por lo tanto, exige a cada uno el buen cumplimiento de sus obligaciones. Precisamente, lo que necesitaría la administración publica de esa libre y apacentada población.
Del que te dije, algunos puntales de las fuerzas vivas uruguayas, se hacen lenguas, por haber sinceramente sobrevalorado la Madre Patria o porque, al posarse en la piel de toro, la tranquila indiferencia ciudadana que han podido observar, convino a sus intereses.
La muerte de Gestido ha causado casi unánime sensación y ahora se le reconocen algunas virtudes. Nunca me gustaron las honrosas oraciones fúnebres, ni siquiera las breves cartas de pésame que me veo obligado a prodigar y que limitan mi vocabulario epistolar a un balbuceo idiota. Prefiero aquel manoseado chiste de Antonio en que la vieja hizo definitivamente mutis del mundo viviente con un estrangulado ronquido.
Y aquí dejo el [?] que había de servirme para los funerales del año y conjuro para el próximo a las potencias sobrehumanas a fin de que protejan su salud y la integridad espiritual que es su mejor escudo nobiliario.- Con todo afecto.
Virgilio [sinatura autógrafa]
Va tarjeta aparte.

1968-04-05 Mencionado/a
Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1968.
Madrid
Montevideo
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1968. en 05/04/1968

5 de abril de 1968

Querido Garrido:
Ayer tuve el gusto de saludar aquí en la oficina a los Herrero que se proponen permanecer unos días en Madrid. Me dieron noticias de Vd. y me alegra saber que se encuentra perfectamente. Yo sigo recibiendo la "Marcha" que Vd. amablemente me envía y por ella me informo de cómo va ese país, desgraciadamente no muy bien como también me dicen los Herrero.
Aquí tampoco van las cosas tan prósperamente como dicen los dirigentes. La crisis económica se acentúa, hubo que devaluar la peseta, la balanza de pagos es crónicamente deficitaria y por una cifra nada desdeñable y todo hace pensar que el milagro español se está yendo al tacho.
Por otra parte, los medios estudiantiles y obreros se agitan. Los estudiantes, sobre todo viven en constante estado de subversión desde comienzos de curso y al momento presente la Universidad de Madrid está cerrada y hay disturbios en muchas de las de provincias, incluida la mía de Santiago. Con sus procedimientos castrenses de palo y tente tieso sólo han venido a agravar la situación, provocando en muchos casos sin necesidad a los estudiantes, con despliegues policíacos espectaculares. En realidad es la torpeza de los dirigentes lo que ha hecho que el movimiento se fuese extendiendo y agravando.
Poco a poco se va formando no sólo en el mundo estudiantil y obrero, sino también en otros sectores antes tranquilos, un clima de protesta sorda y de rebelión larvada que debilita poco a poco el aparato político. Al quedar Franco reducido, por razones geriátricas y patológicas, al papel de figura decorativa, cada ministerio hace rancho aparte y no existe unidad de gobierno. Y como además los ministros son casi en su totalidad figuras mediocres porque Franco nunca quiso personalidades descollantes a su lado que pudieran hacerle sombra, la marcha económica, política y administrativa del país va a buen tuntún sin que se determinen con claridad los objetivos, los medios concretos para alcanzarlos y lo que quiere el gobierno porque ni él mismo lo sabe. Es la política de ir tirando, muy española por otra parte, la política del inmovilismo y de aplazar los problemas sin enfrentarse corajudamente con ellos.
Hace más de un año se promulgó la famosa Ley Orgánica, una especie de Constitución otorgada, creada por el magín del capo y que constituye un verdadero ciempiés por lo profuso, enredado y disparatado de su contenido. La prueba es que ni sus más importantes disposiciones han sido llevadas todavía a la práctica, por ejemplo la de la designación de un presidente del Consejo, que se estimaba entonces la medida más urgente para la estructuración del régimen.
Lo que sucede es que el capo se encuentra ya prácticamente incapacitado de hecho para regir la cosa pública. Cuando estaba en el uso de sus facultades, no quería hacer su testamento porque como todos los autócratas tal vez se creyera inmortal o por lo menos esperara una larga vida en la plenitud de sus energías y actividad. Ahora que debiera tomar esas medidas, no puede hacerlo por estar ya reblandecido. Sus acólitos no se atreven a hacer nada por su cuenta porque le temen y desconfían que en cualquier momento pudiera salir con algún gesto inesperado y peligroso pues ya en muchas ocasiones paró los pies a algunos en forma despiadada y con habilidad y suerte. En fin, que es el inmovilismo más absoluto y, como se dice por aquí, el régimen franquista ha hecho el 'tour de force' paradójico de lograr la inmovilidad del Movimiento.
Esta Semana Santa (ahí de turismo) iremos a Benidorm para solearnos, si tenemos suerte, después de un invierno bastante largo y feo aunque no extremado.
En el colegio a donde va ahora Constanza se encontró con una chica Pi Suñer, nieta de Don Augusto, hija de Pedro que estuvo en los Estados Unidos. La amistad con Julia y la finada María significó un vínculo amistoso y hoy son excelentes amigas.
Miguel sigue sus estudios y pronto deberá hacer el servicio militar. Para terminar la carrera le faltan el curso en que está y otro más. Pero las cosas de la Universidad andan tan revueltas que uno no sabe si habrá exámenes y, por consiguiente, si podrá ganar este año.
Todos nosotros le mandamos los más cariñosos abrazos
[sen asinar]
P.D.- El otro día conocimos en casa de Alvaro a un compañero de éste, por su carrera de Secretario comercial, aunque más joven, que estuvo en Nueva York, en las Naciones Unidas, y allí conoció a Hugo Rocha de quien hizo los más calurosos elogios. Se llama Requeijo y no es gallego sino murciano aunque otra cosa pudiera parecer por el apellido.

1968-06-16 Mencionado/a
Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1968.
Montevideo
Madrid
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1968. en 16/06/1968

Montevideo, 16 de junio de 1968

Querido Tobío:
Podrá usted creerlo? a las siete semanas de la llegada de Herrero aún no hemos podido hablar de su viaje. El primer dia le pregunté cómo le había ido y qué tal encontró a España. Bien –me dijo, a añadio– Aquello está mejor que nunca. Supuse se referiría al aspecto exterior, pues no debe ser fácil enterarse de lo que sucede en la intimidad de un pueblo que no todo él vive en la ciudad alegre y confiada como el de Madrid, con vicios aún de cortesanía, siendo mirado sobre todo con el afecto de quien vuelve al hogar despues de algunos años de ausencia.
No creo que dijesen lo mismo esos obreros emigrantes a Centroeuropa y que ya deben estar de regreso porque disminuyen las probabilidades de encontrar trabajo en los países que los necesitaron mientras crecían los huérfanos de guerra.
Aprovechando que cenamos juntos noches pasadas en el Malecón, los Herrero, los Bahr y los Santodomingo, le hice a Pilar la misma pregunta que a su marido y me contestó casi igual. Mas ella se acordaba en aquel momento de sus hijos y nieta y hermana que gozan de salud y están contentos de su existencia en el país. Opiniones semejantes son las que me llegan de mi familia, mientras no les duele algo físicamente; pues el dolor social de la península, nadie de los que me escriben parece sentirlo ... salvo usted.
Quien conoce nuestra tierra y sus habitantes puede creer y compartir muy bien los juicios que de la actual situación expone usted clara y razonadamente. Ellos son los que aplacan mi inquietud de querer cambiar de escenario, porque igual que cualquier pueblo –menos el portugués– no se resigna a soportar las dictaduras más allá de una generación, no sé como puedo contemplar el mismo panorama físico y espiritual tantos años, luego de haber vivido otros tantos sin ver repetidos tan pertinazmente los hechos de la vida social. Lo mismo redoblan los ciclos metereológicos. Nos encontramos en el cuarto año consecutivo de sequía, luego de unos cuantos periodos de inundación y todos estos fenómenos naturales vienen de perilla para justificar la inflación y otras diabluras económicas que parecen haberse dado cita en este prolongado balance de la postguerra.
La emigración de los uruguayos a otros países es fenómeno en verdad deplorable, –por realizarse con signo contrario a lo que ha venido siendo hasta hace poco–, se acentúa de dia en dia y son ya numerosas las colas de los que se presentan para obtener pasaporte. Es también corriente oir en los ómnibus a personas jóvenes, con aspecto de dependientes de comercio o de obreros distinguidos, que hablan de su inminente viaje a los EE.UU., Venezuela, o Alemania, donde, según proclaman sin recato, los espera algún pariente o amigo para hacerles ganar buenos estipendios. Se corren estas voces y me figuro que pronto vamos a notar la escasez de productores, ya que los que van quedando en el país no son bípedos en su mayor parte.
Para amenizar un poco esta lamentación judaica, le diré que dias pasados se vio en peligro de ser estrangulada Julia Suñer, a manos de la tercera o cuarta criada loca que ha tenido desde que ustedes se marcharon. Diríase que a todos los anuncios que pone solicitando doméstica, acuden las indomesticadas pupilas del manicomio. Por una cuestión baladí la última le saltó al cuello y por poco le hace tragar la leñosa pelota del tiroides. Elena, por su parte, asegura que a ella le iba a romper la muñeca, que no tiene asegura a pesar de su divismo pianístico. Ambas salieron corriendo para la casa de Magiolo; acudieron las vecinas, llamaron a la policía, se presentaron seis números en camión, y arrestaron a la fracasada asesina. Puesto que ambas doncellas no pueden contar con mi protección más que en las horas nocturnas, y el varón de la familia es un terco ausente mental, sólo confían en la válida presencia, para instantes de apuro como el citado, con el extraordinario ser que 'futanela' por el Cono Sur a bordo del platillo identificado ahora por numerosos ciudadanos responsables de ambas orillas del Plata. Mas esta repetida aventura puede ser motivo de otra carta, si logro recoger impresiones directas del muñeco plateado que nos visita y que ya se expresa muy bien en español debido a los muchos diálogos entablados con los numerosos amigos que por estas benditas tierras lo han reconocido.
Hasta la próxima. Reciba mis cariñosos y fuertes abrazos para los cuatro.
[manuscrito:] Sale con retraso por la enésima huelga de correos. Virgilio [sinatura autógrafa]

1969-01-07 Mencionado/a
Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1969.
Madrid
Montevideo
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1969. en 07/01/1969

7 de enero de 1969

Querido Garrido:
Hace muchísimo tiempo que debiera haberle escrito pero no resulta fácil encontrar un rato de reposo para conversar sosegadamente con Vd. Madrid se va haciendo cada año más atropellada y caótica, las calles están cada vez más congestionadas y cualquier cosa que haya que hacer absorbe muchísimo tiempo. Es una paradoja de este mundo moderno cada vez más veloz y, juntamente, más dilapidador de las horas de que uno dispone. Sólo en transportes se van no pocas, y otras tantas en las esperas, aguardadas y colas.
Últimamente ha habido para nosotros dos noticias sorpresivas y agradables: las visitas de los Giral y los Herrero (éstos para quedarse). Para mí fue cosa inesperada que Herrero decidiera volverse, pues aunque Montevideo no debe ser hoy muy agradable, tampoco parecía indicado regresar a este país para empezar relativamente de nuevo. El me explicó con detalle sus razones, que comprendo perfectamente, sobre todo porque la decisión tenía que tomarla ahora o nunca.
A los Giral los encontramos muy bien. Antonio, tan simpático y bueno como siempre y Pilar con el mismo carácter amable y cordial "du bon vieux temps". Los chicos están enormes, los varones, y Juan Antonio de un empuje y actividad que ha de llevarle muy lejos. No estaba Mavi, pero la habíamos visto pocos meses antes de paso para Londres. Estuvimos cenando en el Luz Palacio, Hotel nuevo de aquí, los Giral, los Herrero y nosotros. Fue un encuentro emocionante después de tantos años, añorando las veces que estuvimos juntos en Montevideo. Ya puede imaginarse que nos acordamos y hablamos mucho de Vd. Los Herrero nos dijeron que Vd. se mantenía en plena forma y desafiando los años, cosa que nos alegró mucho.
Miguel, a quien sólo le falta un año para terminar la Facultad de Ciencias Económicas, está haciendo ahora el servicio militar, con bastantes molestias y desagrados porque, por haber intervenido en algún disturbio estudiantil, y ser sancionado por ello, hace tres años, no pudo utilizar las ventajas que en principio dan a los universitarios y, además, le hacen cuanto pueden la pascua, excluyéndole de los servicios de oficina u otros igualmente cómodos y teniendo que aguantar los incordios de los soldados analfabetos. Hago gestiones para ver de conseguir aliviarle estos trabajos y tengo esperanzas de conseguirlo.
De la situación en general del país no es mucho lo que puedo decirle. Hay una atonía general en la vida política, un inmovilismo y una ausencia total de afán de renovación que coincide con la lenta declinación orgánica del capo. El discurso que hace todos los fines de año fue éste pequeño, intranscendente, monótono y apagado. Terminaron ya las frases exultantes, amenazadoras, arrogantes sobre la visión política del Régimen y de él mismo. En plena liquidación de los últimos colgajos del Imperio que habían querido restablecer, ya no pueden poner demasiado énfasis en su oratoria. Tras la Guinea, ahora Ifni y mañana Sahara. Como contrapartida, concentran todos los fuegos de la política internacional en recobrar el Peñón gibraltareño. A eso, que no vale nada fuera del puntillo de amor propio, se reduce toda la política internacional de España. Difícilmente puede haber nada más ridículo en la historia de la diplomacia.
Todas las viejas consignas ultramontanas y reaccionarias se van pudriendo lenta y espontáneamente desde dentro y sin necesidad de atacarlas. El clericalismo se descompone porque hay muchos curas jóvenes que están en actitud de franca rebeldía contra los curas viejos y los obispos. Los curas vascos estuvieron encerrados muchos días en una iglesia de Bilbao y hasta en Santiago de Compostela un numeroso grupo de curas principalmente jóvenes llamó a capítulo al cardenal Quiroga para exigirle que procurase que la Iglesia española se distanciara del Régimen y rompiera sus vínculos con él ya que de otro modo el pueblo podía ir distanciándose a su vez de ella.
Sobre este cuerpo envejecido que es el Régimen, encarnación de todas las miserias históricas de España, los gusanos de las nuevas generaciones van royéndolo lentamente y también los turistas extranjeros que han contribuido en manera providencial a esta liquidación de antiguallas que ahora estamos viviendo. La agonía puede ser larga como lo está siendo la del Caudillo, encarnación del Régimen. Pero todo esto va fatalmente barranca abajo.
Espero que habrá pasado buenas fiestas y, reiterando mis augurios de la tarjeta que le envié, le deseo un felicísimo 1969.
Déles nuestros saludos a las buenas amigas de la calle Pimienta, y a todos los demás amigos y conocidos que Vd. vea. Para usted, de todos nosotros, los más afectuosos abrazos de vieja amistad.
[sen asinar]

1970-02-11 Mencionado/a
Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1970.
Madrid
Montevideo
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1970. en 11/02/1970

11 de febrero de 1970

Querido Garrido:
Sigo recibiendo los ejemplares de "Marcha" que Vd. me envia y que me tiene al corriente de la situación del país y, en cierto modo, vienen a ser como cartas de Vd. La última verdaderamente tal la recibí hace ya algún tiempo y he ido demorando su respuesta por los mil problemas y enredos de esta vida madrileña cada vez más complicada y desagradable. No puede imaginarse cuánto añoro los tiempos de aquel Montevideo que vivimos cuando estaba Giral, antes del diluvio. Veo ahora esos tiempos como casi paradisíacos, sin mayores problemas ni preocupaciones a diario, al contrario de lo que aquí sucede que se encadenan y enredan sin que uno sepa si alguna vez va a verse libre de ellos pues apenas se resuelve uno, más o menos mal, otros surgen inmediatamente.
Ahora hemos terminado de salvar el obstáculo que supuso los 15 meses de servicio militar de Miguel que le hicieron perder un año de la carrera. Para él fue una experiencia sumamente desagradable porque a causa de cierta intervención que había tenido años atrás en una algarada estudiantil, no le concedieron el más mínimo alivio en el servicio, ni destino en oficinas o permisos como es usual con estudiantes, y tuvo que efectuar las tareas más mecánicas y desagradables de un regimiento de ingenieros.
Felizmente esto ya pasó como una pesadilla y ahora, reanudados sus estudios, esperamos que termine la carrera para junio, habiendo recibido, en tal caso, la oferta de un empleo en una empresa de auditores norteamericanos. Esta oferta se le hizo debido a su expediente académico brillante que ya le sirvió para obtener dos veces un premio en metálico que una empresa privada otorga cada año al mejor estudiante de cada curso.
Constanza, por su parte, está en último de bachillerato superior y parece que iniciará filosofía y letras. Además, sigue cursos en el Instituto británico, donde hizo el bachillerato elemental y recibirá este año también el diploma de profesora de inglés, lengua que por haber comenzado su estudio desde muy niña, domina a la perfección.
Nosotros, los viejos, esperando ver cómo se encarrilan los muchachos para luego poder descansar un poco pues estamos viendo cuán cierto es el refrán de que "hijos criados, trabajos doblados".
Hace unos días estuvo a verme con Herrero, en la oficina, la señora Olden, tan amable y animosa como siempre. Me dio saludos de Vd. y de los demás amigos y ex-compañeros de ahí. Me contó también cosas de ese país y quedó en avisarme al regresar por si había oportunidad de que nos viésemos más de vagar. Por ella supe que Vd. trabajaba ahora sólo medio horario, cosa natural y que comprendo muy bien pues también empieza a cansarme un poco el absurdo doble horario que aquí padecemos (y que, además, es media hora más largo que en Montevideo). No se puede Vd. dar idea de lo engorroso que resulta hacer cuatro viajes cada día a través de las calles congestionadas y frecuentemente embotelladas de este Madrid infernal de aire polucionado. Cuánto añoro aquel Montevideo en el que veníamos cómodamente por la Rambla prácticamente sin detenciones ni tropiezos.
También supe por la Sra. Olden que había fallecido la esposa del Dr. Bahr en un doloroso accidente de tráfico. Es realmente muy lamentable que perezca así una persona joven. Me imagino lo que esa pérdida habrá significado para nuestro buen amigo.
Las cosas políticas se hallan ahora aquí en un período de expectativa. El Opus Dei es prácticamente dueño del poder ante la física declinación irremediable del patrón y los falangistas, antes tan jaques y farrucos, están batiéndose en retirada y algunos de sus elementos, desertando al Opus. El caduco armazón fascista español, mantenido aquí por esas cosas raras de la Historia de España (cuando en el extranjero es ya algo de un remoto pasado), se está cayendo ahora, por fin, a pedazos, lentamente, y su vacío lo van ocupando estos jesuitas laicos del Opus Dei, que tienen una potencia financiera formidable y un tanto misteriosa y que aspiran a entronizar una especie de teocracia de nuevo tipo. Lo curioso es que una buena parte de la Iglesia está contra ellos. Y también es curioso que se presentan como tecnócratas para corregir la incompetencia palabrarera y demagógica de la Falange; pero hasta ahora estos nuevos ministros tan jóvenes y lucidos, con brillantes expedientes de teorizantes y vencedores de memorísticas oposiciones, no parece que se sientan muy seguros en lo que van a hacer y más bien da la sensación de vacilación y despiste. Llevan más de tres meses en el poder y no hemos visto nada nuevo ni eficaz en su gestión; hasta ahora siguen tirando sin haber efectuado ninguna modificación sustancial en el ritmo vulgar y cansino de estos gobiernos del final del franquismo. Tan sólo el Ministro de Asuntos Exteriores anda de aquí para allá en tournées como de bailarina muy espectaculares pero sin que se vea mayormente resultados por ahora.
Giral nos avisó que pensaba volver por aquí para primavera. Mucho nos agradaría volver a abrazarlos.
Esperamos que Vd. continúe bien de salud y de humor y con saludos para los amigos de ésa con quien se encuentre, reciba nuestros cariñosos abrazos.
[sen asinar]