PROXECTO EPÍSTOLAS

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2 MENCIóNS A Erich W. Bahr

Epístolas
Destinatario/a [1]
Mencionado/a [2]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1968-06-16 Mencionado/a
Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1968.
Montevideo
Madrid
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Virgilio Garrido a Lois Tobío Fernández, 1968. en 16/06/1968

Montevideo, 16 de junio de 1968

Querido Tobío:
Podrá usted creerlo? a las siete semanas de la llegada de Herrero aún no hemos podido hablar de su viaje. El primer dia le pregunté cómo le había ido y qué tal encontró a España. Bien –me dijo, a añadio– Aquello está mejor que nunca. Supuse se referiría al aspecto exterior, pues no debe ser fácil enterarse de lo que sucede en la intimidad de un pueblo que no todo él vive en la ciudad alegre y confiada como el de Madrid, con vicios aún de cortesanía, siendo mirado sobre todo con el afecto de quien vuelve al hogar despues de algunos años de ausencia.
No creo que dijesen lo mismo esos obreros emigrantes a Centroeuropa y que ya deben estar de regreso porque disminuyen las probabilidades de encontrar trabajo en los países que los necesitaron mientras crecían los huérfanos de guerra.
Aprovechando que cenamos juntos noches pasadas en el Malecón, los Herrero, los Bahr y los Santodomingo, le hice a Pilar la misma pregunta que a su marido y me contestó casi igual. Mas ella se acordaba en aquel momento de sus hijos y nieta y hermana que gozan de salud y están contentos de su existencia en el país. Opiniones semejantes son las que me llegan de mi familia, mientras no les duele algo físicamente; pues el dolor social de la península, nadie de los que me escriben parece sentirlo ... salvo usted.
Quien conoce nuestra tierra y sus habitantes puede creer y compartir muy bien los juicios que de la actual situación expone usted clara y razonadamente. Ellos son los que aplacan mi inquietud de querer cambiar de escenario, porque igual que cualquier pueblo –menos el portugués– no se resigna a soportar las dictaduras más allá de una generación, no sé como puedo contemplar el mismo panorama físico y espiritual tantos años, luego de haber vivido otros tantos sin ver repetidos tan pertinazmente los hechos de la vida social. Lo mismo redoblan los ciclos metereológicos. Nos encontramos en el cuarto año consecutivo de sequía, luego de unos cuantos periodos de inundación y todos estos fenómenos naturales vienen de perilla para justificar la inflación y otras diabluras económicas que parecen haberse dado cita en este prolongado balance de la postguerra.
La emigración de los uruguayos a otros países es fenómeno en verdad deplorable, –por realizarse con signo contrario a lo que ha venido siendo hasta hace poco–, se acentúa de dia en dia y son ya numerosas las colas de los que se presentan para obtener pasaporte. Es también corriente oir en los ómnibus a personas jóvenes, con aspecto de dependientes de comercio o de obreros distinguidos, que hablan de su inminente viaje a los EE.UU., Venezuela, o Alemania, donde, según proclaman sin recato, los espera algún pariente o amigo para hacerles ganar buenos estipendios. Se corren estas voces y me figuro que pronto vamos a notar la escasez de productores, ya que los que van quedando en el país no son bípedos en su mayor parte.
Para amenizar un poco esta lamentación judaica, le diré que dias pasados se vio en peligro de ser estrangulada Julia Suñer, a manos de la tercera o cuarta criada loca que ha tenido desde que ustedes se marcharon. Diríase que a todos los anuncios que pone solicitando doméstica, acuden las indomesticadas pupilas del manicomio. Por una cuestión baladí la última le saltó al cuello y por poco le hace tragar la leñosa pelota del tiroides. Elena, por su parte, asegura que a ella le iba a romper la muñeca, que no tiene asegura a pesar de su divismo pianístico. Ambas salieron corriendo para la casa de Magiolo; acudieron las vecinas, llamaron a la policía, se presentaron seis números en camión, y arrestaron a la fracasada asesina. Puesto que ambas doncellas no pueden contar con mi protección más que en las horas nocturnas, y el varón de la familia es un terco ausente mental, sólo confían en la válida presencia, para instantes de apuro como el citado, con el extraordinario ser que 'futanela' por el Cono Sur a bordo del platillo identificado ahora por numerosos ciudadanos responsables de ambas orillas del Plata. Mas esta repetida aventura puede ser motivo de otra carta, si logro recoger impresiones directas del muñeco plateado que nos visita y que ya se expresa muy bien en español debido a los muchos diálogos entablados con los numerosos amigos que por estas benditas tierras lo han reconocido.
Hasta la próxima. Reciba mis cariñosos y fuertes abrazos para los cuatro.
[manuscrito:] Sale con retraso por la enésima huelga de correos. Virgilio [sinatura autógrafa]

1970-02-11 Mencionado/a
Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1970.
Madrid
Montevideo
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1970. en 11/02/1970

11 de febrero de 1970

Querido Garrido:
Sigo recibiendo los ejemplares de "Marcha" que Vd. me envia y que me tiene al corriente de la situación del país y, en cierto modo, vienen a ser como cartas de Vd. La última verdaderamente tal la recibí hace ya algún tiempo y he ido demorando su respuesta por los mil problemas y enredos de esta vida madrileña cada vez más complicada y desagradable. No puede imaginarse cuánto añoro los tiempos de aquel Montevideo que vivimos cuando estaba Giral, antes del diluvio. Veo ahora esos tiempos como casi paradisíacos, sin mayores problemas ni preocupaciones a diario, al contrario de lo que aquí sucede que se encadenan y enredan sin que uno sepa si alguna vez va a verse libre de ellos pues apenas se resuelve uno, más o menos mal, otros surgen inmediatamente.
Ahora hemos terminado de salvar el obstáculo que supuso los 15 meses de servicio militar de Miguel que le hicieron perder un año de la carrera. Para él fue una experiencia sumamente desagradable porque a causa de cierta intervención que había tenido años atrás en una algarada estudiantil, no le concedieron el más mínimo alivio en el servicio, ni destino en oficinas o permisos como es usual con estudiantes, y tuvo que efectuar las tareas más mecánicas y desagradables de un regimiento de ingenieros.
Felizmente esto ya pasó como una pesadilla y ahora, reanudados sus estudios, esperamos que termine la carrera para junio, habiendo recibido, en tal caso, la oferta de un empleo en una empresa de auditores norteamericanos. Esta oferta se le hizo debido a su expediente académico brillante que ya le sirvió para obtener dos veces un premio en metálico que una empresa privada otorga cada año al mejor estudiante de cada curso.
Constanza, por su parte, está en último de bachillerato superior y parece que iniciará filosofía y letras. Además, sigue cursos en el Instituto británico, donde hizo el bachillerato elemental y recibirá este año también el diploma de profesora de inglés, lengua que por haber comenzado su estudio desde muy niña, domina a la perfección.
Nosotros, los viejos, esperando ver cómo se encarrilan los muchachos para luego poder descansar un poco pues estamos viendo cuán cierto es el refrán de que "hijos criados, trabajos doblados".
Hace unos días estuvo a verme con Herrero, en la oficina, la señora Olden, tan amable y animosa como siempre. Me dio saludos de Vd. y de los demás amigos y ex-compañeros de ahí. Me contó también cosas de ese país y quedó en avisarme al regresar por si había oportunidad de que nos viésemos más de vagar. Por ella supe que Vd. trabajaba ahora sólo medio horario, cosa natural y que comprendo muy bien pues también empieza a cansarme un poco el absurdo doble horario que aquí padecemos (y que, además, es media hora más largo que en Montevideo). No se puede Vd. dar idea de lo engorroso que resulta hacer cuatro viajes cada día a través de las calles congestionadas y frecuentemente embotelladas de este Madrid infernal de aire polucionado. Cuánto añoro aquel Montevideo en el que veníamos cómodamente por la Rambla prácticamente sin detenciones ni tropiezos.
También supe por la Sra. Olden que había fallecido la esposa del Dr. Bahr en un doloroso accidente de tráfico. Es realmente muy lamentable que perezca así una persona joven. Me imagino lo que esa pérdida habrá significado para nuestro buen amigo.
Las cosas políticas se hallan ahora aquí en un período de expectativa. El Opus Dei es prácticamente dueño del poder ante la física declinación irremediable del patrón y los falangistas, antes tan jaques y farrucos, están batiéndose en retirada y algunos de sus elementos, desertando al Opus. El caduco armazón fascista español, mantenido aquí por esas cosas raras de la Historia de España (cuando en el extranjero es ya algo de un remoto pasado), se está cayendo ahora, por fin, a pedazos, lentamente, y su vacío lo van ocupando estos jesuitas laicos del Opus Dei, que tienen una potencia financiera formidable y un tanto misteriosa y que aspiran a entronizar una especie de teocracia de nuevo tipo. Lo curioso es que una buena parte de la Iglesia está contra ellos. Y también es curioso que se presentan como tecnócratas para corregir la incompetencia palabrarera y demagógica de la Falange; pero hasta ahora estos nuevos ministros tan jóvenes y lucidos, con brillantes expedientes de teorizantes y vencedores de memorísticas oposiciones, no parece que se sientan muy seguros en lo que van a hacer y más bien da la sensación de vacilación y despiste. Llevan más de tres meses en el poder y no hemos visto nada nuevo ni eficaz en su gestión; hasta ahora siguen tirando sin haber efectuado ninguna modificación sustancial en el ritmo vulgar y cansino de estos gobiernos del final del franquismo. Tan sólo el Ministro de Asuntos Exteriores anda de aquí para allá en tournées como de bailarina muy espectaculares pero sin que se vea mayormente resultados por ahora.
Giral nos avisó que pensaba volver por aquí para primavera. Mucho nos agradaría volver a abrazarlos.
Esperamos que Vd. continúe bien de salud y de humor y con saludos para los amigos de ésa con quien se encuentre, reciba nuestros cariñosos abrazos.
[sen asinar]