PROXECTO EPÍSTOLAS

----

2 MENCIóNS A Aristóteles Onássis (1906-1975)

Empresario e naviero. Magnate grego máis famoso da industria naviera do s. XX e o home máis rico do mundo na súa época.
Epístolas
Mencionado/a [2]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1963-06-28 Mencionado/a
Carta de Seoane a Sofovich. 1963
Nova York
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sofovich. 1963 en 28/06/1963


Madrid, 28 de junio de 1963

Sr. Bernardo Sofovich
Buenos Aires

Mi querido amigo:

No sabemos nada de ustedes desde hace casi dos meses y ya no sabemos quienes son responsables de esta comunicación. Si se ha perdido alguna carta nuestra o la respuesta de ustedes. Ahora llevamos veinte días en Madrid, sin tiempo apenas para escribir unas líneas, pues coincidimos en est ciudad con un tío nuestro que está emigrado en México desde hace veinticinco años y que tiene 82 de edad. Un hombre incasable con el que hemos andado por todas las calles de Madrid cuyas gentes encuentra tristes y con demasiada prisa en relación con el Madrid de 1900, de su época de estudiante. Las gentes ahora corren demasiado, me decía también ayer una señora de una empresa de transportes, no perciben, añadía, que cuanto más corren menos tiempo les queda de vida, o menos tiempo de darse cuenta de que viven. La señora y mi tío resultan, sin saberlo, continuadores de los temas y el pensamiento de la poesía ascética española. Hay que pensar en la muerte para vivir intensamente y sin prisas, sujetando los trabajos a ese final cierto. A nosotros no se nos ocurrió, hasta ahora, pensar en nada de esto y continuamos viviendo. Madrid continúa siendo esa bella luz y ese aire que le dio siempre prestigio entre los pintores y ese fino humor un poco desgarrado, destemplado, del que se nutrieron los clásicos y en nuestro siglo, mejor que nadie, Gómez de la Serna. Un humor conciso de frases breves dichas con gesto severo, algo así como un humor militar si éstos lo tuviesen y les preocupasen, como a las gentes del pueblo y en general a los intelectuales, los problemas del hombre. La pintura actual española tiene ese humor madrileño y ese gesto, blanco, tierra y negro. Así se ve en la exposición Pintura de América y España, en el envío español donde desde luego no están los más importantes por el fin político que tiene la muestra. La obra de los participantes argentinos gusta bastante a los críticos y, desde luego, los premiados, Fernando Muro y Cañás. Se excluyó a España de los premios. Antes de salir de Ginebra, vi una espléndida exposición de Picasso. Una pequeña muestra organizada por la sucursal de una galería norteamericana, cuadros propiedad de un griego-norteamericano, dueño de la galería, Iolas, una especie de Onasis del arte. No hicieron catálogo. Los cuadros y dibujos eran de distintas épocas, no demasiado conocidos, algunos totalmente desconocidos para mí, pero de un rigor extraordinario. También en una y otra galería fui viendo alguno de la serie Le dejeuner sur l´herbe, casi pintados con nada, espléndidos.
Éstas son las noticias que puedo enviar hoy. No son demasiadas. En Madrid, estoy orientándome y por culpa de familiares y amigos no he visto mucho hasta ahora. Es muy difícil adaptarse al sistema de horarios y vida de los madrileños. Tan pronto me lleguen mis cuadros, que están desde hace una semana o más en la frontera y que espero ocurra en los primeros días de la semana que viene, nos iremos a Asturias y Galicia. Mañana, sábado, vamos a Salamanca por dos días. En Galicia, me pondré a trabajar en un mural que debo hacer para Zurich.
Nos gustaría saber de Bernárdez, como está con respecto a nosotros y que usted hiciese si nos hace el favor, gestiones de cobro de los dibujos de Eudeba. También saber algo de como le va al libro de cuentas y si hicieron o no la exposición de dibujos.

Saludos a todos los amigos. Un gran abrazo para los dos de Maruja y mío. Sentimos nostalgias de todos ustedes. Un abrazo de:

[Seoane]

N/D: Conde de Aranda 9, 5º piso. Madrid
En julio y agosto: Sr. Emilio Fernández (Para Luis Seoane)
San Andrés 162. La Coruña

1971-07-21 Mencionado/a
Carta de Sofovich a Luís e Maruxa Seoane. 1971
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Sofovich a Luís e Maruxa Seoane. 1971 en 21/07/1971


21-7-71

Queridos Maruja y Luis:

Hemos recibido hace apenas dos días una extensa carta de ustedes. Nos alegró tanto como siempre que nos llegan aires de Galicia. Y ahora, once menos diez del día miércoles, a contestar! Nobleza obliga. Noticias a granel. Bernardo decidió en pleno ejercicio de su masculinidad bien que sesentona distribuir las temas. A mí me tocó Brasil. Cómo lo oyen! Acabamos de llegar de Río de Janeiro en donde estuvimos seis días de los cuales un fue trabajo y 5 dolce far niente carioca. La cosa comenzó con una tarea profesional de Bernardo a realizar en San Pablo o Río. Empalmamos con un fin de semana y un poco más y allá nos largamos con un entusiasmo digno de haber sido vivido hace cuarenta años. Yo comprendí sin hacer terapia que, o me metía en un avión o no iba, y acepté el sarcófago volante sin mayor deterioro de mi personalidad. Hemos quedado fascinados e inferiorizados como sudamericanos. Pero no se asusten. No es tan fácil la cosa. Si fuera Onassis iría a Río muy a menudo, pero no viviría allí. Nos impresionó, naturalmente, la geografía privilegiada, la lujuria del trópico, para nosotros, en especial para Bernardo, experiencia novísima. Yo había estado hace muchísimos años un mes de enero, lo pasé mal, no soporté el clima, en fin, Río fue nuevo para mí también. En otro sentido, la pujanza económica, la capacidad para realizar obras que para nosotros están a años luz de distancia, nos impresionó profundamente. En más de un momento, Bernardo se amargó con esa especie de rabia de madre que se perdió un candidato para su hija o algo así. No puedo hablar de Brasil, sólo de seis días en Río, peor la fuerza vital que circula por las calles y la potencia económica que destilan las obras, los túneles, las empresas gigantescas nos dejan “sotas”, como dicen aquí los jóvenes, a los infelices porteños que nos pasamos un verano con los ojos puestos en la calle Florida, o esperamos tres años este pequeño túnel de Libertador que ahora se acaba de inaugurar y que ha sido un verdadero parto de los montes. Una noche para no comer en el hotel, pedimos allí mismo consejo sobre algún restaurant para pasar un rato agradable. En nuestro elegante Copacabana Palace se creyeron en la obligación de indicarnos el lugar más de moda, más hermoso, mejor cocina, etc. Ingenuos y ajenos a lo que esperaba a nuestros bolsillos, nos largamos. Subimos a un taxi y dijimos Panorama Palace. Atravesando Ipanema y en este mismo barrio, muy elegante, llegamos al pie de una gigantesca obra de pisos, engarzados en la roca, recostados sobre altos morros, todo esto sin terminar y empezamos a subir diversos ascensores. Es decir, a veces, abandonábamos uno para caminar entre andamios y rocas y llegar hasta otro para seguir subiendo. En alguno de estos cambios nos acompañaban grupos numerosos de jóvenes hippies o no, que luego desaparecerían en algún piso anterior. El hecho que sólo nosotros llegamos a lo más alto: on the rocks.
Elegante boite, turistas, gran terraza y comida exquisita. Un bife a la pimienta y una presa de pollo y café, 20.000$ argentinos. Pero les aseguro que valía la pena. No olvidaremos ese espectáculo nocturno. El lugar rodea un gran lago, que a su vez está rodeado de cerros entre los cuales estaba nuestro edificio. Nuestra terraza casi en lo más alto. En la noche, los cerros azulados y abajo el lago salpicado de luces multicolores, todo Ipanema. En las distintas terrazas, piletas de natación iluminadas. En fin, el conjunto parecía un magnífico decorado donde ningún detalle para placer de los sentidos hubiera sido olvidado. Los morros recortados en el cielo parecían verdaderos teloncitos. La otra experiencia interesante fue una macumba. Fuimos llevados a un barrio apartado, donde hay una especie de institución, mitad iglesia, mitad vudú, mitad centro de curaciones. En fin, se nos mostró todo y se nos permitió espiar uno o dos rituales en donde estaban sacando el “mal” a un hombre y en otro salón a una chica joven. Mujeres vestidas de bahianas, no necesariamente negras, muchas numéricamente, hacían el “trabajo” entrando en trance, con gritos, gesticulaciones, manejos de amuletos, etc. Todo esto mezclado con la imagen de San Jorge a caballo que parece presidir este lugar y que ellos llaman con otro nombre (a S. Jorge). Luego me enteré que S. Jorge fue borrado del Santoral Cristiano. Será porque el pobre se mezcló con todo esto? En resumen, fue una experiencia rarísima. A mí me metió miedo. Los gritos, los trances histéricos, el pedido que se nos hizo de que descruzáramos los brazos, porque toda cosa cruzada interfiere lo que estaban haciendo. Hablando después mucho de esto, nos encontramos con que muchísima gente, incluyendo intelectuales, universitarios, etc, cree en la macumba y acude más de una vez. Curioso país debe ser el Brasil. Valdría la pena conocerlo más.
Podría seguir contándoles, pero me reservo para trasmitirles más, personalmente. Nuestra fiesta salió bárbara y el telegrama de ustedes llegó justo. Estuvimos familia y amigos, unas cuarenta personas todas reunidas, los comentarios que después me llegaron fueron lindos, puros. Me bastó ampliamente con eso. Habíamos hecho grandes esfuerzos para poner la casa linda y efectivamente hicimos en 15 días lo que no habíamos hecho en tres años por razones obvias. Cortinas, alfombras, un hermoso sofá, un hermosísimo macetón de Tove, etc.
En particular, una alfombra o una cortina no son importantes, pero, en esta oportunidad y en conjunto, engalanaron la casa como yo recuerdo que se ponían la Av. de Mayo para la fiesta patria.
Queridos amigos, el Brasil me dejó exhausta. No puedo terminar la carta sin decirles que Pablito fue, en los exámenes de mitad de año el más alto promedio de su grado y que Claudia amenaza con casarse a fin de año con Alfredo Grande.
Nuestro próximo viaje me atrae y me intranquiliza. Vivo más la separaciones; se me baja la guardia y afloran todos mis miedos.
Esperamos todavía una carta más. Y aunque sea más breve, les escribiremos una vez más.
He percibido en la carta de ustedes un poco de nostalgia y ganas de volver tal vez un poco antes de lo previsto. ¿Es así?
Cariños para ustedes de los chicos.

Un gran abrazo mío para los dos.

Elsa