PROXECTO EPÍSTOLAS

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1 MENCIóNS A Pedro Bermejo Marín (1940-)

Diplomático español, que desempeñou diferentes cargos en varias embaixadas. Comezou a súa carreira en 1961, e ocupou cargos en El Cairo, Washington, Londres e Bos Aires, e posteriormente foi embaixador en Perú, México e Chile.
Epístolas
Mencionado/a [1]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1977-04-13 Mencionado/a
Carta de Seoane a Sofovich. 1977
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sofovich. 1977 en 13/04/1977


La Coruña, 13 de abril de 1977

Dr. Bernardo Sofovich
Buenos Aires

Querido Sofovich:

Nos alegramos mucho cuando nos habló por teléfono hace muy pocos días. Nadie contestó a las cartas que enviamos lo primeros días de febrero. Esperamos que haya sido por las vacaciones de verano y se decidan a hacerlo ahora. Necesitamos saber de todos los amigos. Tuvimos noticias del fallecimiento de J. L. Romero en el Japón, que nos produjo un gran dolor y también el de Audivert por una carta que nos envió la mujer de Pedro Bermejo, secretario de la embajada de España. Con uno y otro estuvimos unos días antes de venirnos. A Audivert le hice un prólogo para un libro suyo sobre la técnica del grabado a buril, que él me pidió se lo dejase utilizar como texto para una monografía, pues en ese prólogo estudiaba yo su labor y personalidad en relación con el grabado americano en general. Sentimos mucho el fallecimiento de quienes fueron dos grandes amigos nuestros y de quienes, como de todos los amigos, somos deudores de muchas horas gratas de nuestra vida.
Galicia está bellísima. La cantidad de lluvia de este año la convirtió en más rica en matices de verdes. Los frutales y arbustos comenzaron a florecer y el blanco y el amarillo se mezclan con esa gama que va desde el pálido verde limón hasta el oscuro verde gris. El cielo está gris y rosado al atardecer, y el mar, el que vemos desde la ventana, es también casi negro, tenebroso. Siempre que miro para él, pienso que es difícil pintar el mar sin caer en esa especie de praderas agitadas por el viento que constituye el de Courbet y la sabiduría de los japoneses al hacerlo sólo con grandes tonos sin matizar y expresando su movimiento con un muy hábil grafismo, o como en el caso de la ola de Hokusai. Terminé de hacer un álbum de grabados, Imaxens celtas, en madera de camelio, durísima, que me rompió alguna gubia y me hirió varias veces en los dedos que sostenían el taco, al resbalar la herramienta sobre su superficie. Puede ser curioso, pues la moneda celta y sus medallas surgieron imitando las monedas griegas, sobre todo una que representaba a Felipe de Macedonia y un auriga. A partir de esta moneda, casi copiada al principio, fueron esquematizándola, aumentando en ella sus símbolos, convirtiendo en casi signo la figura humana y los animales hasta convertirlas en abstracción. Resulta ser una de las más bellas aventuras estéticas del pasado. El tránsito del realismo a la abstracción duró, creo, tres siglos de la Prehistoria. Esta abstracción no constituyó, que se sepa, un lenguaje, ni tampoco un alfabeto. Este pueblo que adora la piedra, las montañas y el agua, imaginativo y supersticioso, proclive a la parapsicología, no conocía la escritura y transmitía oralmente sus fantasmas y leyendas que llegaron hasta nuestros días, tenía, en cambio, la pasión del ritmo, que es fundamental. Contrariamente al egipcio y al griego, que amaban el realismo y el naturalismo en arte, que humanizaban y bestializaban a sus dioses respetando el cuerpo humano y el de los animales, los celtas trataban de expresar solamente el ritmo que éstos le sugerían y el total en general de la naturaleza. Hicieron un arte simbólico y abstracto. Lo que hice yo fue seguir ese tránsito a través de 20 grabados. Pienso que puede ser interesante.
Por favor, escríbannos. Estamos deseosos de saber de ustedes y de los amigos. También si entre los proyectos de ustedes está el de hacer un viaje por Europa. Nos gustaría verlos aquí antes de nuestro regreso. Y ahora, un gran abrazo de Maruja y mío para usted, Elsa y Pablo.

[Seoane]