PROXECTO EPÍSTOLAS

----

4 MENCIóNS A Evaristo Valle (1873-1957)

Artista plástico, escritor e ensaísta. Pertence á denominada "Escuela de Gijón".
Epístolas
Mencionado/a [4]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1964-01-13 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1964
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1964 en 13/01/1964



Gijón, 13 de enero de 1964

Sr. D. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estoy en Gijón y mañana marcho nuevamente a Galicia para despedirme de amigos y familiares antes de regresar a Buenos Aires. Pasaré el mes de febrero íntegro o casi íntegro en Madrid. Maiztegui quedó en enviarte directamente el resumen musical del año 63 en Madrid, que le solicité para Hora once. Espero que lo haya hecho. Ahí van ahora algunas noticias:
El historiador y crítico de arte español Lafuente Ferrari acaba de publicar una extensa monografía sobre el gran pintor asturiano Evaristo Valle. Un extraño artista con influencias del Gauguin de Bretaña y que mezcla en sus cuadros temas de Solana y del belga Ensor tratados con la ironía peculiar de su país. Mas Ensor que Solana, pero respondiendo siempre a la realidad asturiana. Uno de los grandes pintores españoles casi desconocidos en la misma Península y que a comienzos de siglo prometió, en muy pocos años de París, convertirse en un dibujante universal conocido, sino hubiese decidido vivir entre las gentes de su pueblo. Una decisión que muchos no comprenden.
Isidore Isov, el poeta letrista francés que tuvo su cuarto de hora en París al terminarse la última guerra, un cuarto de hora de escándalo, se ha convertido en una especie de desorganizador de Pompas Fúnebres como le denomina un semanario parisién. Actuó como espontáneo recitando sus poemas letristas en el destierro de Jean Cocteau, hace muy pocos meses y, recientemente, en el sepelio de Tristán Tzara. Parece como si el letrimo y su jefe Isidore Isov se nutriese de público solamente en los entierros y alrededor de las tumbas de los verdaderos poetas.
Jean Dubuffet, el pintor francés del movimiento artístico El arte bruto, conocido por la calidad y cantidad de sus texturas y por el extraño mundo figurativo que sirve de tema a sus obras, solicitó a un librero de la Rue de Beaux Arts de Parías un extraño dibujo situado al lado del teléfono de la librería con destino al Museo de Arte Bruto: “¿Cuánto cuesta?, preguntó al librero señalando el dibujo. -Nada, no está a la venta, responde el librero. -¿Cuánto?, insiste Dubuffet. -Nada, repite el librero. Y añade: -Si os divierte llevároslo. -Bien, dice el pintor, esta obra me interesa para el Museo de Arte Bruto que estoy organizando. Os propongo un cambio. Vuestro dibujo por uno de los míos”. Dubuffet envuelve el dibujo con precaución y algunos días más tarde envía al librero un trabajo suyo que los clientes de la librería admiran colgado de una pared. El dibujo que había interesado tan extraordinariamente a Dubuffet era un conjunto muy heterogéneo de líneas trazadas por el librero al azar de las conversaciones telefónicas, una masa confusa de tinta con esos signos que generalmente se trazan distraídos cuando una persona atiende al teléfono en una conversación más o menos larga y, en este caso, según parece, durante muchas conversaciones.
Se acaba de editar de Paul Eluard, reunidos en tomo, una colección de poemas perdidos publicados en revistas políticas, o de arte, en diarios, catálogos y de circunstancias, que su autor no había reproducido en ninguna obra suya. Uno de ellos, publicado en 1951, es el titulado En Espagne que dice así:

S´il y a en Espagne un arbre teint de sang
C´est l´arbre de la liberté
S´il y a en Espagne une bouche bavarde
Elle parle de liberté
S´il y a en Espagne une verre de vin pur
C´est le peuple qui le boire.

Son nada más que tres noticias, pero Gijón no es demasiado buen sitio para ser muy comunicativo y hace demasiado frío para extenderse. Un gran abrazo a todos y uno especial para Marika y para ti de Maruja y de:

[Seoane]

1967-05-25 Mencionado/a
Carta de Seoane a Rafael e Emma Lifschitz. 1967
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Rafael e Emma Lifschitz. 1967 en 25/05/1967


Gijón, 23 de Mayo de 1967

Sres. Emma y Rafael Lifschitz
Buenos Aires

Queridos amigos:

Recibimos la carta última de ustedes dirigida a Madrid. Nos hemos venido a Gijón, en Asturias, el día 21 de este mes, es decir, hace dos días y aquí estamos en casa de mi hermana y mi cuñado hasta dentro de dos semanas aproximadamente, en que iremos a La Coruña. La exposición de grabados de Madrid se cerró el día 17, luego de estar abierta durante un mes, y, aparte del éxito de crítica y público, vendí 12 grabados de los 21 que expuse, entre ellos uno nuevo, el retrato de un poeta desterrado de México, León Felipe, cuyo apunte a lápiz le hice en noviembre y cuyo grabado hice en España a mi llegada. De Colonia sé que la exposición se celebra con mucho éxito y que estuvo a verla Payró* de paso por aquella ciudad y que le gustó mucho. Hay dos muy buenas notas de críticos alemanes sobre ella, cuyo resumen les enviaré próximamente, tan pronto las tenga debidamente traducidas, juntamente con las de España.
En Gijón, no creo pueda trabajar, pues vamos a estar muy poco tiempo, tenemos aquí hermana, cuñado y parientes, todos muy solícitos con nosotros y queremos andar un poco por Asturias. Gijón es una ciudad muy antigua, aún quedan restos romanos en ella, y es el puerto de la cuenca carbonífera asturiana, seguramente por esto mismo en sus barrios predomina un tono gris y negro en sus viejas casas que contrasta con el azul acerado del mar Cantábrico, muy a la manera de Rouault o de alguna marina expresionista alemana de Nolde, por ejemplo. Aquí hubo un gran pintor casi desconocido en Buenos Aires y en el resto de España, Evaristo Valle, que pintó muchas escenas del puerto y de la zona minera y se le tenía por un gran dibujante, pero renunció a su porvenir universal para encerrarse en esta ciudad y pintar a su pueblo, muriendo a los ochenta y pico de años.
Hoy se cotiza muy alto su obra y se le considera como uno de los grandes pintores españoles. Yo creo que su prestigio ha de crecer aún mucho más, pues fue, efectivamente, muy importante pintor post-impresionista. Otro buen pintor asturiano, Piñole, aún vive, es casi nonagenario y también pintó a este pueblo suyo. A media hora de aquí está Oviedo, la capital asturiana, con una catedral importante y dos monumentos de los siglos IX y X, Santa María de Naranco y San Miguel de Lillo, pre-románicos, y que constituyen por algunas razones auténticos misterios de la arquitectura medieval española. Todo dentro de uno de los paisajes montañosos más impresionantes y bellos de Europa y que imprime un fuerte carácter a sus habitantes, verdaderos montañeses aún siendo costeros y dedicándose muchos de ellos a los trabajos del mar.
Bueno, éste es el lugar donde estamos como introducción a nuestro viaje a Galicia. Toda España es muy diversa de país a país y a pesar del centralismo político mantiene cada uno de éstos sus características propias en los más diversos aspectos de la sociedad y de la cultura. Escribiremos con más noticias nuestras y, por favor, no dejen de escribirnos y enviarnos noticias.

Un gran abrazo de Maruja y mío para Carlos y Eduardo y para ustedes dos:

[Seoane]

1967-05-26 Mencionado/a
Carta de Seoane a Negri. 1967
Xixón
Bonn
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Negri. 1967 en 26/05/1967


Gijón, 26 de Mayo de 1967

Srta. Nélida Negri
Bonn

Querida amiga:

Recibimos su carta en Gijón, a donde llegamos el día 21 y donde estaremos hasta el día 8 ó 9 de Junio, con noticias de Payró, de la exposición de Petorutti y de las fotografías de Peter, ¿se escribe así?, etc., que agradecimos mucho y quisiéramos ahora saber algo de la exposición de la Galería Boisserée, que suponemos debe cerrarse mañana, si va a Hamburgo o no, que críticas hubo y cual es su destino. Perdóneme por mi impaciencia. Desde Madrid enviamos un paquete con 14 grabados para completar la exposición de Münster, creo que ninguno de los enviados ahora estaba en la exposición de Bonn, y, con los que quedaron de ésta, pueden constituir una buena muestra de ellos. La de Madrid fué un éxito en todos los sentidos: público, crítica y venta, como le escribí ya a Tomás y quedé muy contento de haberla hecho.
Estamos deseando llegar a Galicia donde comenzaré de nuevo a trabajar, aquí en Gijón, por muchas razones, es imposible, pasamos gran parte del día charlando en las reboticas de mi hermana y de mi cuñado, cada uno tiene una farmacia, y viendo cine, sobre todo películas del Oeste. Todo en un clima de frío, viento y lluvias, pero gozando de un paisaje montañoso extraordinario, con altos picos de nieve y con las laderas y las montañas y valles matizadas de los más bellos verdes. Gijón es un puerto minero, a muy poca distancia está la cuenca carbonífera de Asturias, y su color es blanco, gris y negro que contrasta con el azul agrisado del Cantábrico. La ciudad posée poco interés, apenas unas ruínas romanas y algunos edificios civiles medievales. La gran colección Jovellanos, de dibujos de pintores italianos, franceses y españoles del renacimiento a Goya, fué destruída durante la guerra civil y su pinacoteca municipal tiene solo obras de artistas asturianos, algunos muy interesantes como Valle y Piñole, de un expresionismo local al tratar temas de mineros, campesinos y de la costa.
Suponemos que Payró debe estar ya de vuelta de su recorrido alemán. Nos hubiese gustado mucho haber coincidido con él para gozar de su saber y de sus observaciones, pero debemos contentarnos con limitarnos a comentar nuestros recuerdos en Buenos Aires. Supongo que Tomás habrá recibido ya los dibujos de Lugones, a lápiz y a tinta, pues en la conversación telefónica que tuve con él me había dicho que no los había recibido y me cuesta pensar que se hayan perdido. Fueron enviados desde Madrid por correo aéreo certificado. Le ruego me dé noticias de si llegaron o no y de la exposición de Colonia.

Reciban su madre, Tomás y usted abrazos muy cordiales de Maruja y míos y saludos en nuestro nombre a Payró si está en Bonn:

[Seoane]

1967-06-01 Mencionado/a
Carta de Seoane a Scheimberg. 1967
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1967 en 01/06/1967


Gijón, 1º de junio de 1967

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos en Gijón en casa de mi hermana hasta el martes próximo, día 6, y estamos, como quien dice, lejos de todo lo que viene preocupándome en los últimos tiempos, museos, galerías, etc.; Gijón tuvo antes de la Guerra uno de los museos de dibujos más importantes de Europa, el Jovellanos, con el nombre de este ilustre político asturiano, de aquí, de esta ciudad, cuyas doctrinas se habían nutrido de los enciclopedistas franceses y de Feijóo, como muchos de los grandes americanos de la independencia. El museo fue destruido en la Guerra y poseía centenares de dibujos del Renacimiento italiano, Miguel Ángel, Leonardo, etc., y luego Velázquez, El Greco, Zurbarán, hasta Goya y pintores de su época de finales del XVIII hasta principios del XIX. Cuidador de este Museo en la década del 20 fue Moreno Villa, el notable poeta y pintor que falleció exiliado en México, quien confeccionó un catálogo que ya no se encuentra. Fue una gran pérdida la del Museo Jovellanos. Hoy sólo queda el Museo Municipal que posee algunas obras interesantes sobre todo de artistas de la ciudad, los naturalistas de los últimos años del siglo pasado, Álvarez Sala, Martínez Abades, que fueron muy reproducidos en las páginas artísticas del Blanco y Negro y de La Esfera, de un naturalismo regionalista como entonces se usaba, bastante sentimental muy de acuerdo con las poesías de otro asturiano, Campoamor, con sus Doloras. De esa época también, pero que falleció hace pocos años, fue un gran pintor de aquí, de Gijón, Evaristo Valle, triunfador como dibujante en París en revistas de moda, que repentinamente deja la capital del mundo para encerrarse en ésta, puerto industrial, y pintar escenas mineras, trabajos del puerto y escenas populares, con un humor y desgarro próximo por igual a Ensor y a Solana y a quien Lafuente Ferrari, el historiador de arte madrileño, dedicó un tomo impresionante hace dos o tres años. Otro pintor que aún vive, nonagenario, es Piñole, que pintó esos mismos temas y que aún siendo interesante no alcanza a mi juicio, el humor ni el dramatismo de Evaristo Valle. Esto es todo en cuanto a arte. En lo que se refiere a naturaleza, aquí está el Mar Cantábrico que se extiende hasta el Finisterre gallego, acerado, profundo, tormentoso, poblado de naufragios y leyendas, como todo el Atlántico Norte, donde intervienen por igual sirenas y embarcaciones errantes, apestadas, condenadas a errar para siempre, o marinos corsarios, iguales o muy parecidas leyendas que en la costa gallega. Junto a ese mar un país montañoso, abrupto, verde, cuando no negro de minerales, de carbón, que es uno de los más bellos de Europa. También estas montañas encierran leyendas, hadas, las xanas y brujas y sucesos históricos deformados por el pueblo referidos a los moros, muy presentes en Asturias, porque aquí comienza, en Covadonga, la Reconquista. En una ladera de la costa, casi junto al mar, en una casa solitaria, vivió hasta hace diez o quince años una anciana poeta gallega, Rosario Acuña, que tenía fama de bruja y de quien decían las gentes del pueblo que convocaba a los espíritus. Las gentes evitaban el contacto con ella y se apartaban de la casa y a mí me hubiese gustado conocer su misterio, pero parece imposible. Todos los que conozco dicen lo mismo, que tenía fama de bruja, de echar a las gentes el mar de ojo y de reunirse con los espíritus. Es posible que hubiese contemplado más de un naufragio desde alguna de las ventanas de esa casa blanca y solitaria en que vivía. Me hubiese gustado ser su amigo. Debía ser como una vieja sacerdotisa de tiempos remotos. Le escribo a usted sobre pintores y la naturaleza de Gijón y Asturias y, nada de Rosario Acuña, sobre las gentes, mejor lo hablaremos a nuestro regreso. Impunemente, podría hablarse de los indianos que aquí hay muchos en los cafés, hablan en voz alta y recuerdan todos los acentos de América, pero no vale la pena, el asturiano es, en general, bastante vanidoso. Escríbannos. Pueden hacerlo ya al Castro.

Un abrazo para todos los amigos, para sus hijos y un fuerte abrazo para Aída y usted de Maruja y de:

[Seoane]

Porcelanas del Castro. Osedo. Sada.
La Coruña. España.