PROXECTO EPÍSTOLAS

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3 MENCIóNS A Félix Valloton (1865-1925)

Pintor e gravador, membro do grupo dos Nabis.
Epístolas
Mencionado/a [3]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1963-04-02 Mencionado/a
Carta de Seoane a Sofovich. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sofovich. 1963 en 02/04/1963


Ginebra, 2 de abril de 1963

Sr. Bernardo Sofovich
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estoy ahora empezando a escribir cartas. Dejé pasar todo este tiempo para poder de mejor manera concretar las impresiones que voy recibiendo de lo que veo. Suiza me gusta mucho. Me encanta su paisaje, su nieve y sus ciudades y hasta sus gentes, creo que más a partir de Berna y hacia el norte. Se ven los defectos, pero también puede uno ir admirando sus virtudes y éstas son todas aquellas que nos enseñaron a practicar de niños nuestros padres y la escuela. Se trata de virtudes elementales y prácticas que sirven para hacer cómoda la convivencia. La practicidad es la norma de conducta habitual de estos montañeses, seguramente impuesta por el clima y la necesidad de preservarse de vecinos ambiciosos. Su fantasía está destinada a la invención de objetos útiles y a encontrar en su ejecución satisfacción artística. Les gusta que las cosas estén bien terminadas y produzcan buen efecto, que sean bellas. Quizás esta cualidad les viene de una larga herencia campesina, de encierros caseros en las largas nieves de sus montañas. Alrededor del fuego para calentarse el cuerpo debieron nacer las mejores virtudes suizas, y las virtudes de su arte. Pintan, dibujan, esculpen con exacta corrección, con largo conocimiento del oficio y con tozudez destinada a hacerlo lo mejor posible. Un gran pintor suizo es Hodler, que no tiene, a mi juicio, la resonancia universal que debiera. Extraordinario dibujante y pintor, un poco frío, pero muy sabio y que en su obra es espejo fiel del temperamento de su pueblo. Yo no sé si fue verdad histórica el suceso de Guillermo Tell o es leyenda, pero, cualquiera sea su origen, esa precisión conque dispara la flecha sobre la manzana que está en la cabeza de su hijo, es la precisión que caracteriza a Suiza y a sus artistas. Posiblemente, nada se encuentra individualmente genial en este país. Su genio, en todo caso, es producto del esfuerzo colectivo. Los retratos de Holder son admirables como lo son muchos de sus paisajes de montañas, donde las nieves y las nubes se confunden en color y forma para dejarnos ver por trozos el azul del agua y el verde de los vegetales. Cada línea de sus retratos es exactamente del tamaño que corresponde y está en el único sitio donde puede estar en el cuadro, sirviendo al mismo tiempo para definir al retratado. Pero esto mismo ocurre en los retratos de Goya o de Rembrandt y existe además algo indefinible que escapa a toda lógica y a la corrección del oficio. Félix Valloton, otro suizo, es un maestro, pero le falta el valor de saber desprenderse de lo que es correcto y que fue aprendido. Uno piensa en Renoir o en Monet, que vivían por los mismos años, posiblemente de más edad, no lo sé, pero que se atrevían a dejarse llevar por la fiebre del color y de la expresión. He visto estos días un desnudo rojo de Renoir muy descuidado de dibujo en el sentido académico, pero bellísimo de color y, ¿quién nos diría que esas manchas verdes y azules de Monet componen el detalle de un paisaje?
Vi algunas exposiciones extraordinarias, una de ellas de Jawlensky, del que le hablo a Scheinberg, y en una galería dedicada a libros de arte y grabados cuatro libritos, más chicos que los librillos de papel de fumar, de 3 centímetros por 2 aproximadamente, ilustrados por Picasso con aguafuertes. Son ejemplares numerados y de muy poco tiraje y cuestan 1.000 francos suizos, unos 31.000 pesos más o menos. Aparte de esto, también algunos espléndidos Picasso que vi por galerías, aparte de los museos, que nunca he visto reproducidos.
Bueno, refiriéndome a cuestiones de otra índole. ¿Cómo va el asunto del cobro de la Hebraica? ¿Qué dice el doctor Bruetman? ¿Y Bernárdez? ¿Continúan yendo a Ranelagh? Suponemos que sí si el verano este año es tan constante en ésa como aquí el invierno. Ayer nevó en Ginebra y hoy amanecimos con lluvia y frío, a pesar de esto, los comercios y las gentes están preparadas para gozar de la primavera. Me gustaría que nos enviasen noticias de ésa. Supimos por los diarios de la renuncia del Ministro del Interior y antes de los sucesos provocados por la actitud de la Marina. Le ruego que nos escriba.

Reciban Elsa y Ud. el saludo de Maruja y mío y además Ud. un abrazo de:

[Seoane]

1963-04-17 Mencionado/a
Carta de Sofovich a Luís e Maruxa Seoane. 1963
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Sofovich a Luís e Maruxa Seoane. 1963 en 17/04/1963


Bs. As., 17-4-1963

Queridos Luis y Maruja:

Hemos recibido vuestras cartas. Utilizo el doble plural, porque junto con Chola leímos también las que recibieron Falcini y Enrique y Anita Goldstein; nos falta la de Scheimberg que seguramente veremos hoy o mañana. Todas tuvieron la virtud de acercarnos casi físicamente a Uds.; Maruja escribe como habla y Enrique tiene razón cuando dice que se escucha su acento gallego. Además, y a mi especialmente, me llenaron de hambre de viaje, este viaje siempre postergado por los avatares de la vida. A Chola le vendría estupendamente bien hacerlo, de tal manera que me comprometo a tener los ojos abiertos para no perder la primera oportunidad que se nos presente pro domo viaje.
Comparto, Luis, todo lo que Ud. dice sobre Hodler y Valloton, desde luego, lo comparto a través de las reproducciones. En un tomo que tengo sobre la revista La revue blanche, de una hija del fundador, muy bien ilustrado, se puede ver, junto a los grabados y litografías de Bonnard y Vuillard que Valloton ha conseguido el milagro de ser frío hasta cuando grava en madera, que ya es difícil conseguirlo; pero los grabados son perfectos de dibujo y de limpieza. –Hodler resulta más cálido–.
Suiza descripta por Uds. da la sensación de que en cualquier momento podríamos recibir una carta de Maruja contándonos que al abrir una puerta del departamento salió un cu-cú cantando la hora, aunque todos sabemos que eso le va a pasar a Ud., Luis, sacando la envoltura de una tableta de chocolate.
Tuvimos una revolución la misma noche que salió para Ginebra Núñez Búa; tuvo características especiales, esta vez los golpistas se jugaron enteros, hubo batallas, bombardeos por aire y por tierra, centrados en lo fundamental en Magdalena, Punta Indio, City Bell, Córdoba (en la ciudad) y Jujuy; la lista de muertos y heridos es de cierta importancia. El cielo de La Plata se veía, por la noche, iluminado por las luces de bengala que tiraban los aviones de la marina para ametrallar las columnas de tanques y artillería que desde Campo de Mayo avanzaban contra Punta Indio y Río Santiago. La derrota de los golpistas en la guerra fue total, pero a medida que avanzaban las fuerzas azules –es decir, el orden constitucional y las elecciones–, estas mismas fuerzas azules retrocedían políticamente emitiendo comunicados que cada vez las acercaban más a la filosofía política y social de los colorados: antiperonismo y más antiperonismo.
De cualquier manera, pienso que el saldo final con la derrota más o menos fulminante de esta revolución dirigida por capitanes de submarinos es un hecho positivo. La marina ya no va a poder asustar por algún rato.
Pasemos a otras noticias; la primera es un bomba, cobré los $60.000 m/n del Museo, que ya se los giré por la casa de cambios Baires, vía aérea, a la Societé de Banque Suisse, Zurich, esta casa que supongo tendrá sucursal en Ginebra, lo citará para hacer efectivo el giro. Bernárdez pagará los intereses en estos días y con ese dinero abonaré el pagaré de réditos; el saldo, juntamente con una cuota de $10.000 m/n, que he obtenido, mejor, que obtendré la semana que viene del doctor Bruetman, se lo enviaré por la misma vía, si Ud. n dispone lo contrario o algún otro medio. La semana que viene visitaré a Eudeba para ver que pasa.
Los $10.000 m/n de la Hebraica tienen mucha anécdota en su alrededor, pero que no merecen el tiempo de contarla. Obtuve la promesa de otro tanto para el mes que viene.
El precio del librito de Picasso mete miedo, con todo veré si Peralta Ramos tiene interés en él. En cuanto a otros Picasso aunque aquí no hay muchas novedades, por ahora me he cortado la coleta, salvo que Ud. encuentre el número 7 de DU, primer número de esa revista especialmente dedicado a Picasso y que, supongo, rareza y todo, estará más al alcance de mi agujereado bolsillo.
Ranelagh los sigue extrañando, más ahora que Ghersinich obtuvo del intendente de Berazategui un ejército de máquinas que han mejorado de tal manera la calle que han dado en llamarla La Avenida Plátanos.

Queridos Luis y Maruja, basta por hoy; con un fuerte abrazo.

Sofovich

Reabro esta carta el 22-4-63

Las detenciones a las que se refiere Chola son las de Musich, Merchensky, Gringauz, Ernesto Sábato y otros, estando prófugos Dardo Cuneo, Narciso Machinandiarena, Ramón Prieto, Isidro J. Odena y otros, todos ellos inculpados por decreto de constituir un grupo “marxista-leninista de tipo insurreccional latinoamericano”, vinculado al señor Rogerio Frigerio y bla, bla, bla. Interpuse recurso de habeas corpus por todos que estoy tramitando en estos momentos. Todo esto confirma lo que decía en la etapa anterior de la carta: la victoria colorada por encima de su derrota militar.
Si uno de estos días tengo algún rato de descanso, les haré una carta más extensa sobre todo esto. Ayer domingo pude descansar en Ranelagh de tanto ajetreo, el día fue maravilloso, tanto que por momentos me hizo olvidar nuestra soledad.

Nuevamente, un abrazo de quien les quiere mucho.

Sofovich

[Manuscrito:] Cobré los intereses de Bernárdez

1963-05-13 Mencionado/a
Carta de Seoane a Payró. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Payró. 1963 en 13/05/1963


Ginebra, 13 de Mayo de 1963

Sr.
Julio E. Payró
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Llevo aquí en Suíza algo más de dos meses y estaré, seguramente, casi un mes más. Anduve por todas sus ciudades importantes, viendo museos y grandes exposiciones individuales organizadas por los mismos museos o por galerías privadas, y todo aquello que pueda ofrecerse a la curiosidad del público. Es un país difícil y espléndido en muchos aspectos.
A mi, personalmente, me conmueven sus preocupaciones teológicas en su afán de reducir la teología a sentido común, estatutos y reglamentos, el movimiento alquimista de Basilea con sus personajes curiosos, mezcla de charlatanas, teólogos, químicos y médicos, y el genio gráfico popular de sus habitantes que les lleva, sobre todo en el norte, a diagramar instintivamente una pared o cualquier espacio con una seguridad y acierto que hace, a mi juicio, perfectamente suizo y nacional el arte de Max Bill y de los concretos, no tan distante como pudiera parecer a simple vista de Hodler o Valloton a pesar de las figuraciones de éstos. Les une a todos una parecida preocupación gráfica, este gusto particular de su país, e igual exactitud en la colocación de un tono o en la disposición de una línea en la composición del cuadro. Me gusta el Hodler de la última época –siempre es un excelente pintor– el de los retratos, paisajes de lagos y montañas y cuadros históricos de lansquenetes, o lo que sea, en guerra. Su paleta gris y blanca, y esa hábil línea negra que sabía desplazar sobre los planos de color para definir un gesto o un objeto. Pero desde los primitivos suízos hasta los concretos hay una línea anímica nacional que puede explicarse por la arquitectura rural, con sus pontones del exterior de los edificios que definen espacios, por la composición de las leyendas con sus letras góticas en las fachadas de las casas, desde el siglo XIV o XV hasta hoy, por la composición coloreada de las ventanas y puertas, perfectamente concretas, o de muchos de sus emblemas. Atraviesa uno la frontera y ya no es lo mismo Francia ni la misma Alemania, más unida al norte de Suiza.
Entre éstos dos países Suíza significa el amor por la materia, solo por ella; a un color solo por éste, y a una línea exacta y definida. Si tuviese que buscar un ejemplo pondría el de los cencerros de las vacas antes de llegar al de las artes gráficas actuales. A todo esto no he dicho nada de nosotros. Estamos encantados. Alquilamos un departamento de un ambiente y trabajo, pinto. Las obras mías parece que gustan bastante y tengo esperanzas de hacer algo. Casi concretadas tengo exposiciones para la próxima temporada en Zurich y Basilea. Estuvimos con su hijo y su nuera dos o tres veces. Han estado con nosotros muy amables y nos parece conocerles de siempre. Su hijo preside una agrupación hispanoamericana que realiza una labor espléndida a través de un pequeño teatro de aficionados con obras españolas y de latinoamérica. De vez en cuando le iré dando cuenta de nuestra vida. De Buenos Aires creo que tenemos nostalgia desde la semana de salir de ahí, por los amigos sobre todo.

Reciban Anita, María Inés, Silvia y usted el saludo de Maruja y mío y usted además el abrazo de su amigo:

[Seoane]