PROXECTO EPÍSTOLAS

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3 MENCIóNS A Leonardo da Vinci (1452-1519)

Polímata do Renacemento italiano —á vez anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, enxeñeiro, inventor, músico, poeta e urbanista—.
Epístolas
Mencionado/a [3]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1967-06-01 Mencionado/a
Carta de Seoane a Scheimberg. 1967
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1967 en 01/06/1967


Gijón, 1º de junio de 1967

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos en Gijón en casa de mi hermana hasta el martes próximo, día 6, y estamos, como quien dice, lejos de todo lo que viene preocupándome en los últimos tiempos, museos, galerías, etc.; Gijón tuvo antes de la Guerra uno de los museos de dibujos más importantes de Europa, el Jovellanos, con el nombre de este ilustre político asturiano, de aquí, de esta ciudad, cuyas doctrinas se habían nutrido de los enciclopedistas franceses y de Feijóo, como muchos de los grandes americanos de la independencia. El museo fue destruido en la Guerra y poseía centenares de dibujos del Renacimiento italiano, Miguel Ángel, Leonardo, etc., y luego Velázquez, El Greco, Zurbarán, hasta Goya y pintores de su época de finales del XVIII hasta principios del XIX. Cuidador de este Museo en la década del 20 fue Moreno Villa, el notable poeta y pintor que falleció exiliado en México, quien confeccionó un catálogo que ya no se encuentra. Fue una gran pérdida la del Museo Jovellanos. Hoy sólo queda el Museo Municipal que posee algunas obras interesantes sobre todo de artistas de la ciudad, los naturalistas de los últimos años del siglo pasado, Álvarez Sala, Martínez Abades, que fueron muy reproducidos en las páginas artísticas del Blanco y Negro y de La Esfera, de un naturalismo regionalista como entonces se usaba, bastante sentimental muy de acuerdo con las poesías de otro asturiano, Campoamor, con sus Doloras. De esa época también, pero que falleció hace pocos años, fue un gran pintor de aquí, de Gijón, Evaristo Valle, triunfador como dibujante en París en revistas de moda, que repentinamente deja la capital del mundo para encerrarse en ésta, puerto industrial, y pintar escenas mineras, trabajos del puerto y escenas populares, con un humor y desgarro próximo por igual a Ensor y a Solana y a quien Lafuente Ferrari, el historiador de arte madrileño, dedicó un tomo impresionante hace dos o tres años. Otro pintor que aún vive, nonagenario, es Piñole, que pintó esos mismos temas y que aún siendo interesante no alcanza a mi juicio, el humor ni el dramatismo de Evaristo Valle. Esto es todo en cuanto a arte. En lo que se refiere a naturaleza, aquí está el Mar Cantábrico que se extiende hasta el Finisterre gallego, acerado, profundo, tormentoso, poblado de naufragios y leyendas, como todo el Atlántico Norte, donde intervienen por igual sirenas y embarcaciones errantes, apestadas, condenadas a errar para siempre, o marinos corsarios, iguales o muy parecidas leyendas que en la costa gallega. Junto a ese mar un país montañoso, abrupto, verde, cuando no negro de minerales, de carbón, que es uno de los más bellos de Europa. También estas montañas encierran leyendas, hadas, las xanas y brujas y sucesos históricos deformados por el pueblo referidos a los moros, muy presentes en Asturias, porque aquí comienza, en Covadonga, la Reconquista. En una ladera de la costa, casi junto al mar, en una casa solitaria, vivió hasta hace diez o quince años una anciana poeta gallega, Rosario Acuña, que tenía fama de bruja y de quien decían las gentes del pueblo que convocaba a los espíritus. Las gentes evitaban el contacto con ella y se apartaban de la casa y a mí me hubiese gustado conocer su misterio, pero parece imposible. Todos los que conozco dicen lo mismo, que tenía fama de bruja, de echar a las gentes el mar de ojo y de reunirse con los espíritus. Es posible que hubiese contemplado más de un naufragio desde alguna de las ventanas de esa casa blanca y solitaria en que vivía. Me hubiese gustado ser su amigo. Debía ser como una vieja sacerdotisa de tiempos remotos. Le escribo a usted sobre pintores y la naturaleza de Gijón y Asturias y, nada de Rosario Acuña, sobre las gentes, mejor lo hablaremos a nuestro regreso. Impunemente, podría hablarse de los indianos que aquí hay muchos en los cafés, hablan en voz alta y recuerdan todos los acentos de América, pero no vale la pena, el asturiano es, en general, bastante vanidoso. Escríbannos. Pueden hacerlo ya al Castro.

Un abrazo para todos los amigos, para sus hijos y un fuerte abrazo para Aída y usted de Maruja y de:

[Seoane]

Porcelanas del Castro. Osedo. Sada.
La Coruña. España.

1976-08-07 Mencionado/a
Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1976
Bos Aires
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1976 en 07/08/1976

Buenos Aires, 7 de Agosto de 1976

Sr. D. Isaac Díaz Pardo
Sargadelos

Querido Isaac:

Recibí tus notas y tu carta la última, del 11 y 13 de Julio y otra del 24/VII. Te agradezco mucho tu invitación al regreso con motivo de mi salud. Posiblemente todo se resuelva bien, de momento dejé aplazadas todas las exploraciones médicas hasta después del 14, día de la clausura de mi exposición en Bonino. Creo que todo irá bien. Estos días tengo un gran dolor de espalda producto, con seguridad, de un enfriamiento y no fui a la galería ni hice nada, volveré hoy. La inauguración constituyó una manifestación de amistad, que es lo que resultan ser las inauguraciones. Tiene mucho éxito de crítica y público y creo que a pesar de todas las dificultades porque atraviesa esto venderé algo. Ya vendí dos obras. Me quedan tres exposiciones más, una en septiembre en Rosario y dos a fin de año, Mar del Plata y aquí mismo en Buenos Aires. Trabajo lo que puedo. De la exposición de esta estoy contento, creo que es una de las mejores de las hechas por mí en los últimos tiempos. De ahí leí algunas notas que me prestó un amigo que regresó de esta unos días en esa, en La Voz de Galicia un artículo de González Garcés sobre Tomasello, afirmando que es una de las grandes personalidades del arte en el mundo. Me gustaría que viniese a Buenos Aires, pues aquí están muchos pintores que resultan antecedentes de Le Parc y Tomasello y otros que fueron sus compañeros de inquietudes y colaboraban con ellos en igual camino estético y siguen como ellos trabajando con iguales propósitos. Con arreglo al criterio de Garcés esta es una ciudad tan llena de grandes personalidades universales que de venir aquí él mismo se desorientaría. A mí me interesan más Mac Entyre y Vidal, por poner dos ejemplos, y no salieron, que sepa yo, de Buenos Aires. NO sé si siquiera estuvieron alguna vez en París. En mi época, aparte de algunos nombres realmente universales de esta ciudad, Picasso, Bracque, Matisse, Masson, etc. buscábamos los alemanes casi desconocidos en Francia, abstractos y no abstractos, los ingleses como los que formaban el grupo “Unit One” en el que se destacaba como animador Paul Nasch, los expresionistas belgas que admirábamos todos, Maside, Souto, Colmeiro, Mazas, etc., que eran Ensor Permecke, De Smet, o los muralistas mejicanos, por otras razones, sin olvidarnos de Malevitch o Rodchenko y otros. El arte se hacía en cualquier parte y no nos dejábamos engañar por la propaganda hecha para orientar al consumidor. Claro que seguramente éramos un poco aldeanos y yo al menos en estas cuestiones continúo siéndolo juzgando una vaca por lo que realmente vale, no por lo que dicen que vale. En La Coruña ahora no se trata de enseñar a su pueblo lo que se hace en Galicia, como se hizo en la barraca Resol y soñamos hacer tú y yo hace pocos años, sino enseñarle los “originales” de lo que más se reproduce en las revistas subvencionadas por las galerías de arte internacionales. El público no sabe lo fácil que resulta venderse para un artista con pocas dotes que tenga. Cuando buscábamos de conocer los artistas de otros países, lo más similares a Galicia por su geografía, historia, costumbres, etc., lo hacíamos tratando de encontrar lo diferencial de nuestro espíritu gallego para expresarlo como lo hacían ellos. Buscábamos aquello que nos unía con el pueblo y con nuestro pasado artístico. Ahora no, vivimos lo que se dice sociedad de consumo y lo que se consume es universal, claro que las ciudades son cada día más cosmopolitas, pero las ciudades no son los países que vienen formándose, cuando no son artificiales, desde la prehistoria y de acuerdo con una naturaleza. Les conmueve Tomasello pero no les conmueve Laxeiro, por poner un ejemplo, para mí una personalidad gallega universal pero cuyo arte gallego no puede entenderse sin Galicia como es el caso de Maside y Castelao, por alegar dos ejemplos más. De Leonardo y Velázquez nos interesa su pintura y no los ornamentos ya olvidados hechos para los duques y los reyes con motivo de sus fiestas; y Tomasello, como Le Parc, son puro ornamento, bellísimo ornamento. Picasso, fue un español, no podía ser otra cosa y Matisse y Bracque franceses, ¿de dónde son Tomasello, Le Parc y Vasarely, o los que aquí hacen lo mismo? Y qué nos importan a nosotros que soñamos con reivindicar a un país y ofrecer nuestra visión de él?
Perdóname esta lata, algún día hablaré de esto con Garcés a quien respeto no sólo por lo que le debo sino también por lo que vale, pero quería confiar esta inquietud a alguien y te la confío a ti. La representación mía para la Asamblea, efectivamente, no se la envié a José Luis, se me pasó. Perdonadme. Espero tu carta escrita con calma. Cuéntame de los amigos comunes. Esta semana que viene te enviaré la monografía. Quizás tenga necesidad de un contrato de ahí. Ya te escribiré si lo necesito. Hoy le escribo también a Varela de quien recibí carta y a José Luis. Recibid todos, Mimina, María, José, Rosendo si está ahí, todos un abrazo de Maruja y mío y tú otro grande de:

Seoane

1977-08-29 Mencionado/a
Carta de Seoane a Baudizzone. 1977
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Baudizzone. 1977 en 29/08/1977

La Coruña, 29 de Agosto de 1977

Dr. Luis M. Baudizzone
Buenos Aires

Queridos Baudi y Elena:

No sé, ahora, si os debemos carta o nos la debeis. Pero es lo mismo, porque sentimos ganas de escribiros y la[s] satisfacemos escribiendo que parece ser lo debido. Os recordamos con cariño y agradecemos, ya os lo hemos dicho, vuestros días coruñeses. Trabajé bastante. Con la mujer de un amigo nuestro comenzamos a hacer tapices siguiendo los medievales y en cierto modo los de Aubusson , que también se inspiraron en aquellos. Están hechos seis, dos de prueba y cuatro que pueden exponerse, pues nuestro plan primero es hacer una muestra de ellos tan pronto tengamos doce, las medidas son 1,50 x 0,78 y 2 mts x 1,20. Aspiramos a que los temas sean populares; trabajos, costumbres e históricos. Tambien en esto queremos seguir la tradición europea medieval, fundamentalmente en cuanto a usar colores planos, y la que en nuestros días instituyeron en cuanto a la actualidad de los temas, Lurçat, Gromaire, Saint Saens, etc, y una tapicera noruega cuyo nombre no recuerdo ahora, es noruego, que durante la última guerra los hizo con escenas de la invasión y dominación de su país, enterrándolos después en tubos de latón o no sé que metal y exponiéndolos luego de hecha la paz. Técnicamente son tan buenos como los de la Galería El Sol , así nos parece. Llevaré diapositivas a nuestro regreso. En setiembre expongo pintura, grabados y libros ilustrados en Santiago, donde empecé a exponer en 1929 siendo estudiante de Derecho, y, en ese mes tambien, empieza a circular por distintas ciudades españolas una muestra itinerante de grabados mios patrocinada por la Dirección General de Bellas Artes . Al mismo tiempo he escrito algunas pequeñas monografías que sirven a la historia del arte gallego. Todo esto interrumpido por pequeños viajes a determinados sitios de la costa circulando por carreteras, por las que nunca antes pasamos, y que atraviesen paisajes extraordinarios de grandes valles y frondosos bosques. Galicia envuelta en niebla es el otro espectáculo que admiramos a menudo. Esa niebla gris que se extiende hasta nosotros mismos envolviéndonos en ella y que puebla de misterio todo cuanto nos circunda y que, sin embargo, está tan desacreditada por los adoradores del sol. Este verano fué particularmente rico en nieblas y lluvias. Leo, por otra parte, bastantes ensayos sobre cuestiones de arte y el resultado de estas lecturas es que el artista debe seguir en cada época, siempre, naturalmente conociendo las inquietudes de la que vive, su camino personal. Ya no existe vanguardia, no existen nuevas escuelas que modifiquen fundamentalmente las reglas del pasado lejano, ni del inmediato, como ocurrió con el expresionismo o el cubismo y no quedan más que las personalidades. Todo lo otro es cuestión de críticos venales, en su mayoría snobs o pasmados, y comercio de arte. Todo cuanto leo confirma mi posición seguida hasta ahora surgida en mi, más que de fundamentos estéticos, de mi individualismo. De ahí mi simpatía por el pasado más lejano, prehistoria, Edad Media y por los Dadá , sobre todo los Dadá alemanes, ferozmente individualistas, y entre los que cabe el Goya de los grabados como precursor y el de la pintura negra. También releo a Hesse , para mí uno de los mayores escritores del siglo, otro tremendo individualista. El artista es como una araña que va creando hilos y más hilos para aprisionar, en lugar de una mosca, una nueva forma, una idea, lo que sea, algo que le exprese, algo así, creo yo que pensaba Hesse del artista. Ninguna obra lo define del todo. La obra es la que deja hecha a su muerte. Ni Miguel Ángel es la Capilla Sixtina y el Moisés , ni la Pietá Rondanini , ni Leonardo es La Cena, ni La Gioconda , sino todo cuanto hicieron que es lo que generalmente constituye la obra. Lo otro, el aislamiento de una pieza, que generalmente se utiliza como ejemplo, es una parte ínfima de ella, falta el resto que es mucho más, y la vida de ellos.
Así fue saliendo esta carta con noticias de lo que más me preocupa, de lo que uno vive, que es impresionante. Escribidnos. Un gran abrazo para Elena y para tí de Maruja y mío.