PROXECTO EPÍSTOLAS

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4 MENCIóNS A José Zorrilla (1817-1893)

Poeta e dramaturgo do romanticismo español.
Epístolas
Mencionado/a [4]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1884-03-00 Mencionado/a
Carta de Emilia Pardo Bazán a Carmen Miranda, 1884
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Emilia Pardo Bazán a Carmen Miranda, 1884 en 00/03/1884

Hoy Domingo

Querida Carmen: esos estudiantes pecan de demasiado cortos, atados y formalitos; por eso yo se los recomendaba á Jacobo, y efectivamente le avisaba en la carta: como no hicieron ningún desmán se les podía recomendar.
Con la enfermedad de tu cuñada no me atrevo á decirte nada de que vengas al baile que el Folk-Lore dará en Pascua, para sacar cuartos por supuesto; pero como será en los salones de la Diputación me figuro que va a estar bueno, y haré mis posibles, que decía el otro, para que lo esté. – De todos modos podías venirte antes y te divertirías con los preparativos &c aunque materialmente no estuvieses; y sobre todo espantabas un poco esa tristeza y te animabas con nuestra compañía. Hoy se lo digo á Jacobo, y me alegraré infinito de que se resuelva a traerte. Es posible que la enfermedad de María dé largas, pues según Jacobo me explica está embarazada, y en ese estado dicen que no suelen morirse del pecho. En fin, Dios quiera que os dejen un poco en paz tantos lutos y calamidades.
Nosotros nos hemos divertido bastante estos Carnavales, lo que cabe por supuesto en la Coruña: hemos ido á cinco bailes, cuatro de sala y uno de majas con trajes improvisados, pues ya no se contaba con semejante añadido; estuvieron muy buenos, muy animados y muy concurridos; te diré lo que llevamos siquiera para que te entretenga: al primero el vestido de terciopelo nutria yo y mamá el azul oscuro con cola; al segundo el vestido que estrené en esa en un baile del Apóstol que es de raso verde aceituna con collarines; al tercero el traje de la velada de Zorrilla pero sin la falda de encaje y con cuerpo alto blanco y en la cabeza plumas color de fuego; al cuarto uno nuevo que me hice de terciopelo gris rata (una ganguita que encontré muy baratita) combinado con una tela roja brochada de gris. Estos fueron mis trajes y el de maja de faya verde la falda con volantes de encaje blanco y cuerpo de terciopelo oscuro y mantilla blanca. Mamá ese día llevó mantilla negra y encajes negros sobre transparente de raso cereza. El otro día llevó chaqueta negra y encarnada y falda de terciopelo negro. En fin, nos lucimos, estuvimos muy compuestas. Ahora en cambio no hay nada, en el Teatro unos japoneses que echan cintas por la boca, y pare V. de contar.
Supongo que habrá sido mi tío Ramón Somoza el que te ponderó nuestras diversiones; el pobre nos venia á ver vestidas y hacia unos comentarios muy chistosos.
Hay que aprovechar así las pocas distracciones que esto ofrece, y sobre todo entretener la vida cuando puede uno hacerlo sin graves inconvenientes, porque después no faltan nunca reversos a las medallas y si piensa uno en cosas desagradables no hay hígado que resista. Esta es la parte filosófica de todo este bureo.
Los niños ahora bien del todo, Blanca algo delgaducha pero muy chistosa cosiendo como una descosida. Jaime guapo, y todos muy diablitos.
Me alegraré de que ahí pase otro tanto, y que Ramoniña esté del todo curada. Dale un abrazo y recibe mil cariños de tu
Comadre
P.D. Por la primera proporción irá lo de la niña: –Ah! te diré lo que es la cuenta de Elisa y Tonina para que no te figures que es tanto: la de Elisa son 642 r. por un lado y luego
[cruzado transversal] 60 de aumentos de tela &c; la de Tonina son 148: en cuanto á la del platero no es nada todavía porque los pendientes ya me los pagaste (recordarás que eran 200 r.) y lo que hay ahora es los broches, que aun no me dijo cuanto eran, y el célebre brazalete, que aun no está listo y nos lleva costado a mamá y a mí unas cien idas á casa de ese prosma, adonde no quiero volver ya por no sofocarme, y ahora es mamá la que suele ir. Creerás que un collar mío lo tenia desde las fiestas y es cuestión de ponerle una argolla? En fin, cuando Dios quiera y esté el brazalete, allá irá, y ya te diré lo que cobró ese hombre.

1963-09-12 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1963
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 12/09/1963


El Castro, 12 de septiembre de 1963

Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires

Querido Lorenzo:

Tengo la exposición de grabados abierta en La Coruña. Tiene gran éxito. Vinieron gentes de toda Galicia a la inauguración y la piensa, luego de un silencio deliberado, rompió a hablar sobre ella con gran elogio. Estoy muy contento de haberme decidido a hacerla. De Buenos Aires continúo sin noticias nada más que las que publican los diarios de inundaciones y alguna que otra (política) sin demasiada importancia desde aquí. No mandé nada a la exposición argentina de París. Resultaba una complicación el envío y no tengo ganas de depender de funcionarios de embajadas. Esto es todo. Ahí van algunas noticias:
En Ginebra, se está celebrando una gran exposición retrospectiva de Pablo Picasso en el espacioso local del Ateneo. Reúne alrededor de trescientas obras entre óleos, grabados y litografías que comprende parte de la producción del pintor entre los años 1897 y 1960. Una crítico de arte, Isabelle Vichniac, hace un elogio de la selección presentada que ofrece al público perfecta idea sobre la evolución de la pintura de Picasso y de las distintas épocas y maneras de su producción: “Yo querré siempre –afirma– guardar en el recuerdo, –como nuestras abuelas dejaban secar entre las páginas de un libro la flor preferida de un ramo– la imagen de ese minotauro herido muerte en la arena, al que una joven espectadora acaricia la testuz vacilante con una mano de la que se deposita toda la dulzura del mundo”.
En París, acaba de celebrarse el octavo Congreso Internacional de Arqueología Clásica. El vasto tema que se desarrolló fue el La expansión de la civilizaciones griega y romana sobre las culturas periféricas. Estuvieron representados alrededor de un centenar de instituciones culturales y científicas y numerosos centenares de congresistas inscriptos que representaron a numerosos países. Además de la influencia sobre Francia y la Península Ibérica estudiaron las de la zona romanizada del Rhin, la de Bélgica y las que ejercieron a través de la cultura romana y céltica en el arte escandinavo. También fue objeto de comunicaciones el arte africano, las herencias púnicas y la influencia greco-romana; las excavaciones efectuadas en Tracia y los nuevos descubrimientos en la necrópolis real de Salamina en Chipre. En la ciudad de Hamburgo será constituido un Museo de Arte Moderno siguiendo las teorías de Le Corbusier y su remate de crecimiento ilimitado. La municipalidad de esa ciudad alemana posee una de las colecciones más ricas de arte contemporáneo, adquirida, en parte considerable, luego de la última guerra.
La Estafeta Literaria de Madrid, –la estafita literaria como algunos le denominan– acaba de publicar un número íntegramente dedicado a la Tierra de Campos, que comprende partes de las provincias de León, Palencia y Valladolid, y a su producción literaria. Nombres ilustres de la historia literaria peninsular como Jorge Manrique, Sem Tob y el Marqués de Santillana, se unen a los románticos Zorrilla y Núñez de Arce, y a los más actuales, entre los cuales destacamos sobre todos al poeta desterrado Jorge Guillén. La Estafeta Literaria anuncia ir publicando en sucesivos números una historia literaria de España por regiones naturales y países distintos. El próximo parece que será dedicado a Andalucía la baja.
Índice, revista de artes y letras de Madrid, publica entre algunas colaboraciones importantes destinadas a aclarar el panorama político y social español, una caricatura de Mingote, el caricaturista del diario ABC en la que un personaje pregunta a otro: “-Y usted, ¿qué considera más importante: ser católico o ser de derechas?”. El dibujo responde a la división cada vez más importante que se está efectuando entre los católicos de España como del mundo. De un lado, los que mantienen su fe a las doctrinas de su iglesia y de otro, los que mantienen su fe a las doctrinas de su iglesia y de otro los que creen que la institución iglesia debe actuar como salvaguardia de sus privilegios.

Éstas son una pocas noticias. Espero que te sirvan y también espero enviarte alguna más importante en un próximo envío. Saludos y abrazos de Maruja y míos para Marika y para todos aquellos que pregunten por nosotros. Cariños de Díaz Pardo y Mimina. Otro abrazo para ti de:

[Seoane]

1964-01-07 Mencionado/a
Carta de Seoane a Varela. 1964
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1964 en 07/01/1964



7-1-64

Al finalizar el año 1963, queremos recoger, en un resumen, lo más señalado de la temporada teatral en Madrid. Aunque esta temporada 1963-64 se encuentra todavía en su primer período, son ya numerosos los títulos estrenados.
El Teatro Infanta Isabel empezó con una comedia de Alfonso Paso, Las señoras los prefieren pachuchos, que tuvo una crítica adversa y duró poco en cartel. Para sustituirla, se estrenó otra comedia de Paso, Sí quiero, que tuvo mejor crítica, aunque resulte bastante difícil explicar por qué. Este autor, tremendamente prolífico, ha conseguido que sus piezas se parezcan tanto las unas a las otras, que el simple hecho de que los críticos manifiesten juicios distintos acerca de ellas no deja de ser una prueba de sutileza verdaderamente prodigiosa.
El Teatro Club ha realizado una operación análoga: después del estreno de Las separadas, de Alfonso Paso, que obtuvo mala crítica y poco éxito de público, ha estrenado otra comedia del mismo autor, titulada Gorrión, también mal acogida por la crítica, sin que podamos juzgar de su éxito de taquilla, pues aunque se mantiene en cartel, hace muy poco tiempo que fue estrenada.
El Teatro Marquina abrió la temporada con El pensamiento, adaptación de un cuento de Leónidas Andreiev –El médico loco–. Se trata de una pieza que, a pesar de las excelentes calidades literarias de Andreiev, tiene un cierto olor de vejez, más que de antigüedad. El estudio de los caracteres o, mejor dicho, del carácter del protagonista, el doctor Kergentsef, se basa en un psicologismo que, a estas alturas, bien puede ser calificado de intranscendente. Este estreno era esperado con verdadero interés, debido a que su intérprete era Fernando Fernán Gómez, actor nacido en Buenos Aires, pero cuya vida ha transcurrido enteramente en España. Después de sus interpretaciones en Mi querido embustero (temporada 1961-62) y Sonata a Kreutzer (1962-63), Fernando Fernán Gómez está considerado, con entera justicia, como un actor verdaderamente excepcional. En El pensamiento, su interpretación fue también digna de los mayores elogios, aunque es preciso añadir que el papel se presta a unos efectismos ciertamente inferiores a la calidad del intérprete. Lo mismo puede decirse –aunque, desgraciadamente, acentuando las tintas– de la obra que Fernán Gómez estrenó, en el mismo teatro, a continuación de El pensamiento. Se trata de El capitán veneno, de Alarcón, interpretada para el cine por el mismo actor, hace años. La versión teatral es de Víctor Ruiz Iriarte, autor de éxito en Madrid, hace algún tiempo, y que actualmente lleva algunas temporadas sin estrenar nada original. Fernando Fernán Gómez ha producido cierta decepción en el público aficionado al buen teatro, pues tiene suficientemente demostradas sus enormes posibilidades de actor, y se le exige que apunte a dianas más altas.
El Teatro Lara comenzó su temporada con Aprobado en inocencia, la obra de Luis Peñafiel –seudónimo de Narciso Ibáñez Serrador–, bien conocida en Buenos Aires por su título primero: “Aprobado en castidad”. Éste es también el título con que había sido anunciada en Madrid, aunque a última hora la censura obligó a cambiar la castidad por la inocencia. El éxito obtenido por esta pieza en Madrid es análogo al contenido en Buenos Aires, y actualmente ha sobrepasado ya las doscientas representaciones.
El Teatro Bellas Artes inició la temporada con Calígula, de Albert Camus. Es la primera pieza de Camus cuyo estreno se permite en España, en teatro abierto al público. Ha tenido un gran éxito, permaneciendo unos tres meses en cartel, con una interpretación extraordinaria de José María Rodero, el actor que con Fernando Fernán Gomez comparte hoy el mando interpretativo en España. Un papel tan complejo como el de Calígula ha encontrado en José María Rodero al actor capaz de revelar todas sus facetas, con una evidencia alucinante. Bien puede calificarse de inolvidable el trabajo de Rodero en esta pieza de Camus.
En el mismo Teatro Bellas Artes, a continuación del Calígula, se ha estrenado en Madrid Los árboles mueren de pie, de Alejandro Casona. Esta pieza, dada a conocer en Buenos Aires en 1949, llega a España con un retraso notable. El público la ha acogido muy bien, y la crítica la ha elogiado unánimemente, repitiéndome ahora el fenómeno que ya se produjo en las dos temporadas anteriores con La dama del alba y La barca sin pescador. Como no es nuestro propósito del de ejercer una crítica, sino el de dar unas noticias teatrales, nos abstendremos de enjuiciar las causas –de telones adentro o de telones afuera– que dan origen a este éxito del teatro de Casona en la España actual.
En el Teatro Español, dedicado a los clásicos, la temporada se abrió con No hay burlas con el amor, de Calderón, siguió con Don Juan Tenorio, de Zorrilla, y actualmente se representa La prudencia en la mujer, de Tirso de Molina. Para dentro de unos días, se anuncia la reposición de El sueño de una noche de verano, de Shakespeare.
En el Teatro María Guerrero –igual que el Español, dependiente, de un modo directo, del Ministerio de Información y Turismo, o de su Dirección General de Cinematografía y Teatro–, la temporada se ha abierto, hace unos días, con Los verdes campos del Edén, original de Antonio Gala, que obtuvo el Premio Nacional Calderón de la Barca, 1963, para autores noveles. La crítica la ha recibido con un júbilo que parece un tanto excesivo. En los círculos teatrales madrileños se cree saber que el estreno de esta pieza estaba previsto para fechas posteriores, pero medidas ministeriales han dado origen a su estreno en estas fechas, pues la obra que debía inaugurar la temporada era El matrimonio del señor Missisipi, de Durrenmatt, en adaptación de Carlos Muñiz. El hecho de que el adaptador fuese uno de los firmantes de la famosa carta de los intelectuales, ha provocado esta medida gubernativa, que –de momento, al menos–, cierra las puertas de un teatro nacional a un intelectual discrepante.

Querido Varela:

Te envío el resumen de la temporada 1963 de teatro por Marcial Suárez, novelista y autor dramático, es uno de los más inquietos escritores de esta hora española. Como autor de piezas teatrales consiguió por tres veces, y naturalmente con tres obras distintas, el premio Calderón de la Barca, el más alto del teatro español, sin que ninguna de sus obras fuese representada por razones políticas y sin que, de momento, tenga posibilidad de que se le represente. Trabaja como redactor de Radio Madrid, y continúa incansable elaborando un teatro de carácter realista donde tienen cabida a los problemas más vivos de España que le toca vivir. Para Hora once hizo este comentario exclusivo sobre la temporada española 1963.
En Madrid, y en la Sala Goya del Círculo de Bellas Artes, está realizando una exposición de grabados en madera el artista argentino Albino Fernández. El prólogo del catálogo de la muestra lo firma el historiador y crítico de arte Moreno Galván. Se destacan entre los cincuenta y cinco grabados presentados los que reúne con el título de Canto a la libertad y los seis de La balada del hombre.

[Seoane]

1967-03-17 Mencionado/a
Carta de Seoane a Scheimberg. 1967
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1967 en 17/03/1967


Madrid, 17 de marzo de 1967

Sres. Aída y Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mis queridos amigos:

No tenemos noticias de ustedes. Les escribimos el 21 de febrero y no sabemos si les llegó o no nuestra carta. Hoy les enviamos el catálogo de la exposición de grabados de Alberti que está celebrándose aquí con gran éxito. A Kornblith le escribo con más detalle de esta muestra, que resultó muy importante por otras cuestiones que usted percibe y que de alguna manera se sobreentienden en la lectura de los trabajos de los dos críticos de arte y del Director del Museo de Arte Contemporáneo que se publican en el catálogo. Nosotros continuamos con la vida que, creo les manifestaba en nuestra última carta, hacíamos. Gran parte del día trabajando, al atardecer y de noche saliendo, cumpliendo compromisos, viendo cine y teatro, o simplemente paseando por las viejas calles de esta ciudad, de cuando verdaderamente era Villa y Corte, los serenos andaban con llaves de hombres, no yales, marcaban el va..., o el ahora voy con los golpes de vara y decían las horas. A las horas de los embozados en largas capas. Cuando Goya y Moratín, o Larra o Espronceda, o el Duque de Rivas, gustaban, seguramente, andar más por las calles, mientras los absolutistas discurrían en sus gabinetes románticos las más oscuras repercusiones. Cuando Valle Inclán declamaba a la luz de un farol versos del Canto a Teresa, de Espronceda, o estrofas de Zorrilla. A la hora de los maullidos de los gatos. Este es el Madrid que me gusta, el de Gómez de la Serna; el otro, el nuevo, el que está construyéndoseme parece atroz. Cuando no participa del gusto arquitectónico corriente en todas las ciudades es aún peor, pues la tradición, el viejo o los viejos estilos, sólo se guardan para algunos aspectos de la política y para la conservación de costumbres anacrónicas. La vida como las que envidiábamos siendo estudiantes desde Santiago de Compostela, con verdaderos jefes de peña, donde un escritor presidía un grupo derrochando diariamente talento e ingenio. Ahora casi el único café es el Gijón, del que escapo, pues temo escuchar el discurso de algún ex compañero mío de facultad, ahora magistrado, registrador de la propiedad o funcionario de algo, sobre como debe cazar el faisán y las características del faisán macho, o temas similares. Además se parece demasiado a las salas de estación de los pueblos, donde siempre llegan conocidos de Buenos Aires, o de otras partes, que están con nosotros de paso, por curiosidad, esperando un tren que no llega e igualmente incómodo. Lo que queda, pues, es añorar, transformar para uno la crónica en leyenda, y pasear. El pueblo es el mismo que vivieron aquellos inmortales que recordamos. Sólo cambiaron los trajes. También cantan las mismas canciones.
Escríbannos con noticias. Un gran abrazo de Maruja y mío para los dos. Azucen a los amigos para que nos escriban:

[Seoane]