PROXECTO EPÍSTOLAS

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4 MENCIóNS A Émile Antoine Bourdelle (1861-1929)

Escultor francés, un dos máis destacados da Belle Époque e ao mesmo tempo antecedente da escultura monumental do s. XX.
Epístolas
Mencionado/a [4]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1960-02-24 Mencionado/a
Carta de Falcini a Seoane. 1960
Bos Aires
Basilea
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Falcini a Seoane. 1960 en 24/02/1960


Buenos Aires, Febrero 24 de 1960

Querido amigo Seoane:

Hoy recibí su objetiva y entusiasta carta Basilea. Sus “dos letras” tan nutridas de observaciones me demuestran que Ud. y Maruja están viviendo en un mundo de valores que hacen posible la existencia de necesidades onde el artista y su labor creadora se hacen presentes, visibles, en toda la ciudad; en las calles, en las casas. La pintura y la escultura integrando en todas partes a la arquitectura, incorporadas a la vida ciudadana.
Imagino el espectáculo de Rodin y de Lipchitz alternando con Bourdelle, Maillol, con Daumier, Degas y Renoir escultores. De ver enfrentados a Lembruck y Sintenis con Giacometti y Calder muy cerca de hermosas piezas góticas en los museos de Basilea y Zurich que Uds. están viendo y en tantos lugares públicos, sin excluir las empresas industriales y comerciales ni la morada particular.
Frente a esa realidad, Ud. pensará más de una vez en nuestras primeras y limitadas experiencias, limitadas por la falta de continuidad de las mismas, pero anticipo, quizás, de hermosas realizaciones.
Nos alegramos que ustedes estén contentos y que sus cosas vayan bien. Sofovich nos leyó el sábado una carta suya. La primera que yo conocí. Mañana, en Mar del Plata, Scheimberg y yo haremos conocer las que recibimos.
La situación política, las largas y sofocantes vacaciones; las elecciones en puertas, con la exclusión de partidos y la visita del amo, además del ascenso astronómico del precio de la vida, tienen todo detenido. Las fechas de que Ud. oyó hablar, de inauguración y demás, sigue siendo pura imaginación.
Espero que sus próximas cartas sean igualmente reconfortantes. Los míos y los amigos los estrechan en un fuerte abrazo, con uno muy fuerte para Ud. de

Luis Falcini

1963-05-07 Mencionado/a
Carta de Seoane a Falcini. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Falcini. 1963 en 07/05/1963


Ginebra, 7 de Mayo de 1963

Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Me llegó su carta en vísperas del 1º de Mayo, que aquí se celebró con una gran manifestación encabezada con las banderas de Suíza y la de España republicana, ésta con crespones negros. Fué el tercer acto en esta ciudad dedicado a Grimau. El segundo, que fué la protesta de todas las organizaciones sindicales, se remató con una ofrenda floral. Se lanzaron al lago dos coronas de claveles blancos y centenares de claveles rojos para que el Rhône llevase simbólicamente esas flores a la costa española. Un elemento obrero muy activo en esta ciudad parecen ser los anarquistas. Los socialistas acaban de ganar las últimas elecciones del Cantón y el Partido del Trabajo, comunistas, aumentó en la ciudad sus votos. Europa efectivamente está convulsionada, y se vé, aunque no sea Suíza la mejor ventana para ver; pero, a diferencia de lo que ocurre en la Argentina, las posiciones están tomadas por los distintos sectores populares, son muy claras, y las gentes actúan con una serenidad que ahí se desconoce. Además les ayuda su larga historia. No se trata aquí de soltarle al primero que protesta una andanada de nombres que van desde San Martín a Uriburu por ejemplo, para mostrarlo antipatriota. Ni el ejército, aunque se subleve, se siente tutor de la patria. Napoleón, Garibaldi, el Gran Capitán, o Guillermo Tell, son muertos que viven en la gloria de sus países, pero que están verdaderamente muertos para la historia actual.
No es una guerra entre rosistas y sarmientistas la que está planteada, sino entre dos formas de civilización y en ella se notan, viviendo aquí, los avances y retrocesos, el terreno que se ceden para dar batallas. Ocurren fenómenos como el de Suíza, un país sin trabajadores propios, que dejaría de ser próspero sin la mano de obra italiana, española o griega. Aparte, naturalmente, el depósito de los capitales negros procedentes de todo el mundo que engrandecen la banca de este país y que hacen que su prosperidad sea en parte absolutamente inmoral y haga más patente la hipocresía de ser un país campeón de la libertad. Su banca, las leyes del Estado, amparan a los Gómez de Venezuela, a los Trujillo y a los Perón. Al menos esconde para los pueblos los tesoros que les arrebataron.
En Winterthur, vimos el famoso Museo de Oskar Reinhart y había que hacer un esfuerzo para no recordar, viendo tanta espléndida obra de arte, que su inmensa fortuna se debió en parte a la fabricación de armas y a las guerras. El Sr. Oskar Reinhart, un apacible técnico de la muerte, coleccionaba fundamentalmente pintura alemana, austriaca y suíza del siglo XIX, una pintura de género, tranquilizadora, bucólica, con vacas doradas en verdes montañas, campesinos endomingados, interiores de escuelas infantiles, tabernas donde el pintor mostraba la alegría de los trabajadores en los instantes de asueto, etc. El Sr. Oskar Reinhart luego de calcular la eficacia mortífera de sus armas se sentaba seguramente frente a esos cuadros y sentía una paz infinita, veía bellos desnudos, flores, niños angelicales, las colinas del Tirol, los azules lagos. Böcklin le proveía de leyendas y Anker de retratos de niños. Los artistas acudían a adorar la naturaleza, la vida, seguramente por los mismos años de Reinhart. Bourdelle veía en las pastoras de cabras de su país diosas del Olimpo y adoraba cada movimiento de un cuerpo. Miss Duncan decía, aproximadamente, “es como una sacerdotisa eterna, ella evoca todas las grandes obras de la más noble y alta antigüedad”. Reinhart no veía la vida, a la Duncan, a todo lo que es bello en la tierra, sino su anécdota a través de los cuadros. A la vida la mataba con su actividad. La idea que tenía de la vida es la que tiene Suíza de la libertad. La libertad es la vida, vivirla, no los reglamentos, ni las leyes. Un griego fue siempre un hombre libre y un italiano y un español, aunque los quemasen y los matasen.
Me extendí quizás demasiado y aún no le felicité por La mujer del éxodo colocada en el jardín al aire libre. Al aire libre es donde siempre debiera estar. Debe quedar espléndida y me alegro mucho de esa decisión de Romero Brest. Los momentos que se ven por Ginebra son bastante flojos. La mujer del éxodo en los jardines del Lago Léman tendría un emplazamiento extraordinario y con una figura de Rodin, El deseo, que ví hace pocos días en una plaza, un poco perdida, honrarían el jardín, al lago y a la ciudad. Pero mejor quedaría en Madrid, si las cosas cambiasen.

Saludos a los suyos, un abrazo a todos, todos, los amigos, de Maruja y mío y usted reciba uno fuerte de:

[Seoane]

¿Por qué no me escribe Scheimberg? Le escribí dos cartas, ¿es qué no le llegaron? Maruja le escribió tambien a Aída.

1963-05-22 Mencionado/a
Carta de Seoane a Pagano. 1963
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Pagano. 1963 en 22/05/1963


Ginebra, 22 de Mayo de 1963

Sra. Sara B. de Pagano
Buenos Aires

Querida amiga:

Hemos recibido su carta con las noticias de ahí que agradecemos. Apenas leemos en la prensa de aquí y de París algún que otro comentario desolador y algún día, cuando en un diario trae algún cable escueto, buscamos otro diario que lo interprete y aclare. Su carta y la de Scheinberg que llegaron casi juntas, nos produjeron alegría, aparte por saber de Udes y los amigos, por saber algo más de lo que ahí ocurre. Nosotros continuamos una vida normal, tratando de ver lo que podemos y trabajando con esperanzas de que algunas gestiones iniciadas lleguen a ser realidad. Ahora durante un tiempo, el verano, marcharemos a España a estar con la familia en Madrid, Asturias y Galicia. Antes pasaremos por París. Estaremos muy pocos días, unicamente para ver museos y amigos. Queremos aprovechar lo más posible este viaje. Hace pocos días, le escribo a Scheinberg, hemos estado en Grenoble donde hay un notable Museo de arte antiguo y moderno. De entrada solamente tuvimos que acordarnos de Falcini, pues allí, en el vestíbulo, estaban tres piezas de Bourdelle de seis o siete metros de alto, La Virgen que estuvo expuesta en Buenos Aires en su museo, La Victoria y otra cuyo título ahora no recuerdo, impresionantes. Supongo que en alguna otra parte de Francia estarán al aire libre que es donde deben conseguir todo el efecto para que fueron hechas. De cualquier manera aún con el techo del palacio que sirve de Museo, encima, estas obras de Bourdelle son muy importantes. Quizás les falte al aire libre esa calidad vegetal en el modelado, de tronco, o algo así, que hace que a las obras de Rodin se las vea incorporadas más definitivamente a un parque, como ocurre con La musa que está a la puerta del Museo de Ginebra.
Interrumpo la carta aquí para escribir sobre otros asuntos. La venta de ese cuadro mío en el Teatro del Pueblo me sorprendió, lo tenía absolutamente olvidado. Debe tratarse de algún cuadro entregado hace años y del que luego no me acordé más. Seguramente, como ocurre siempre, o casi siempre, lo vendieron al precio de entonces. A Malamud le entregué un cuadro y un pastel hace mucho tiempo. El pastel se había vendido y creí que me había devuelto el óleo. Parece que no fué así. Le ruego, pues, me lo cobre. El arquitecto Aisenson y su hermano me adeudan 40.000 pesos. 15.000 José, y 25.000 su hermano. Le agradecería que me hiciese tambien el favor de cobrarlos, si ellos pueden pagarlo ahora, pues quizás necesite de todo ese dinero en España.
En cuanto a mis obras gustan mucho en general. Me ofrecieron un puesto para trabajar en cuestiones gráficas en una empresa norteamericana en Ginebra, pero no acepté. No es en Ginebra precisamente donde me gustaría trabajar en estas cuestiones, prefiero Buenos Aires donde se paga menos o no se cobra nada. Esto es muy difícil de explicar. Sarita, le agradecemos todas las molestias que se toma por nosotros y le rogamos a Ud., como a todos los amigos, que nos escriban. Los tenemos a todos presentes aunque no escribamos a todos. Saludos a los suyos, a Falcini, a Nélida, Anita y Petroni, Silvia, María, etc., a todos y un abrazo cordial de Maruja y mío:

[Seoane]

1970-02-04 Mencionado/a
Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1970
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Esther e Lipa Burd. 1970 en 04/02/1970

La Coruña, 4 de febrero de 1970

Sres. Esther y Lipa Burd
Buenos Aires

Mis queridos amigos:

Estamos avergonzados por no haber escrito antes. Llevamos mes y medio fuera de Buenos Aires y hemos escrito dos o tres cartas iniciales con el propósito de hacerlo a diario con todos los amigos. Esto fué hace unos quince días. Desde entonces hasta hoy no hemos escrito a nadie, pero hoy, ya en febrero, comenzamos con los amigos de la calle Arroyo, con Shand y con vosotros. Estuvimos en Londres menos tiempo del que pensábamos por culpa de un fuerte catarro de Maruja y porque nos urgía venirnos a España, pero Maruja con resfrío y yo sin él anduvimos nuevamente por los excelentes museos londinenses. Solamente nos fallaron algunas salas de la Tate Gallery, pues se exponía en ellas ejemplos de Arte Isabelino, para mí de interés relativo pues no aportaron nada importante a la pintura de su época, muy cuidadosa, eso sí, del dibujo de los detalles de vestidos, joyas, etc., y de dejar testimonio del esplendor imperialista que comenzaba. No vimos, pues, los excelentes ejemplos de parte del siglo XIX que allí se guardan. Tengo en la memoria un cuadro de Daumier con blancos que me hubiese gustado volver a ver, como tambien esculturas de Epstein que a mí me interesa mucho, guardadas por la muestra a que me referí. En el Museo Británico vimos la impresionante Sala asiria que en 1949 no pudimos ver pues aún estaba guardada en el depósito subterráneo realizado para guardar las obras de arte en los bombardeos. Uno piensa viendo asirios, egipcios, griegos y escultura oriental en general sin olvidar las civilizaciones americanas, que luego del románico y el gótico occidentales y algunos ejemplos, no demasiados, que uno encuentra aislados, que la escultura es un género en decadencia. Resulta pintoresco e infantil bastante de lo que hoy se realiza. Claro que no toda la escultura de hoy. Empecé salvando a Epstein, pero por ahí viven Moore, Picasso y Marini, otros ingleses. Otros ingleses como Moore y otros de otros países. Aquí mismo en Galicia hay un gran escultor muerto hace pocos años, Asorey, de prestigio solo local pero llamado a ser descubierto algún día fuera de España por la fuerza y originalidad de sus esculturas en piedra y por sus pocos monumentos. Unía el clasicismo de Bourdelle, que le influyó, al barroco gallego. En Barcelona vimos un nuevo museo interesante, aparte de los otros, el Museo del Traje inaugurado hacía un mes, que comprende desde el siglo XVI hasta el modernismo, faltando alguna sala por habilitar por ser muy reciente su inauguración. Al Museo Picasso le incorporaron nuevas piezas y es el único que reúne toda su obra grabada aparte de poseer los setenta o más cuadros de las Meninas, la serie completa. Ahora, desde el día 15 de enero no veo más que el mar desde el departamento de La Coruña cuando dejo de trabajar. Hice nuevas cabezas grandes para porcelana, tres, entre ellas una de Picasso, y debo hacer para una editorial de Madrid las ilustraciones del Martín Fierro. Comenzaré estos días y pienso con gusto en esos dibujos. Estoy buscando documentación y ya encontré alguna. Para sentirme cómodo solo necesitaría tener Buenos Aires a una hora de distancia y teneros a todos los amigos aquí. Teniendo Buenos Aires tendría todo lo que va por el bajo del centro hasta Olivos. La calle Florida, la calle Lavalle, plazas como la de Francia o como la vuestra de Arroyo y alguna calle de Caballito con jacarandás en flor. Aquí en La Coruña tengo un mar violento de leyendas y temporales y lo que queda de la ciudad antigua dada la fiebre progresista de todos los concejales del mundo. Por algo Valle Inclán usaba la palabra concejal para agraviar a los estúpidos. Enviarme noticias. Escribir, por favor.

Un gran abrazo para los dos de Maruja y:

[Seoane]