Proxecto Epístola

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Luís Falcini (1889-1973)

Escultor. Iniciou a súa formación artística co tallista Benjamín Asmaghi e posteriormente, en 1910, ingresou na Escuela Nacional de Bellas Artes. En 1911, o Congreso Nacional concedeulle unha bolsa para continuar estudos de perfeccionamento en Europa, máis especificamente en París e Florencia (1911-1914). Volveu ao país e en 1915 viaxou novamente a Europa, onde permaneceu ata 1918. Durante a súa estancia alí, foi expositor nos salóns da Société des Artistes Français, París, 1914. Foi convidado a representar o país na Exposición Internacional de Arte durante o mesmo ano.
Desenvolveu un importante labor docente en Arxentina e Uruguai. En 1918, trasladouse a Montevideo, convidado a colaborar na reforma do ensino das artes e oficios. En 1921, foi designado profesor no Colegio Nacional de La Plata. Foi inspector técnico de ensino secundario, normal e especial e organizou a Escuela de Bellas Artes de Santa Fe. Publicou numerosos ensaios e artigos en diarios e revistas arxentinos e uruguaios. Foi expositor regular en salóns nacionais e provinciais.
Entre os premios obtidos figuran o Terceiro Premio de Escultura na Exposición Internacional de Bellas Artes del Centenario Argentino (1910), o Segundo Premio Nacional de Escultura con Fiamma Extincta (1924) e o Primeiro Premio na Exposición do Centenario de Paraná (1930). Interveu nos concursos dos monumentos a Rawson, Bernardino Rivadavia e Juan Bautista Alberdi.
Está representado nos seguintes museos: Museo Nacional de Bellas Artes de Bos Aires; Provinciais de Paraná, La Plata, Santa Fe, Mendoza (Arxentina) e Nacional de Montevideo (Uruguai). As súas obras integran coleccións privadas de París, Milán, Montevideo, Rosario e Bos Aires.
O 9 de setembro de 1971 a Academia Nacional de Bellas Artes nomeouno Académico de Número.

Epístolas
47 Destinatario/a [18]
Remitente [29]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1973-06-12 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 12/06/1973


La Coruña, 12 de Junio de 1973

Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Contesto tarde su carta pues desde ella no hice otra cosa que pintar y enredarme en asuntos diversos. Ahora estoy exponiendo en Madrid con bastante éxito en una Galería que instaló en esa ciudad Carmen Waugh, que tiene la otra ahí en Buenos Aires, en la Calle Florida. La muestra mía se clausura el jueves próximo, es decir, pasado mañana.
De ahí, de Buenos Aires, nos llegan las noticias más contradictorias, las que envían nuestros amigos y las que viene publicando la prensa española. En realidad no sabemos nada o al menos no podemos hacernos una idea de lo que viene ocurriendo políticamente. Pero dejemos esto.
Con motivo de nuestra ida a Madrid por la exposición vimos la excelente muestra de Torres García que allí se celebra. La más importante seguramente de cuantas se hicieron de él, pues se reúne la obra de juventud en Cataluña incluídos los murales de la Diputación de Barcelona, con influencia muy clara de Puvis de Chavannes, pero notables, y los cuadros algunos de tendencia simbolista, los más lejanos en el tiempo y los que anunciaba el Torres García de más tarde, de colecciones catalanas, aparte los enviados de París y de Uruguay. Los cuadros muy bien presentados y la exposición gigantesca.
Toda ella prueba en su continuidad, en perjuicio de las teorías de Torres García, que su temática americana, la que él creía incorporar a sus cuadros hechos en el Uruguay y su pintura constructivista era muy europea, o mejor muy universal y que empezaba a nacer en Cataluña, cuando su lengua era la catalana, la de su padre, y soñaba con Francia. Pero esto ocurre muy a menudo con los pintores que teorizan sobre lo que hacen al mismo tiempo que pintan, pues por veces la obra les lleva inconscientemente, del modo que sea, sin poder explicárselo y a lo mejor sin poder verlo, o viendo su propia obra con ojos cariñosos de padre, por caminos distintos a los de sus teorías.
En el mismo edificio se presentaba una muestra de las joyas de Dalí, espantosa para mi gusto, corazones que parecen frutillas palpitando a impulsos de un motor, materiales nobles subordinados a un mal gusto increíble pero con trucos y sorpresas que halagaban la capacidad de asombro de las monjitas, los niños y de los analfabetos. Esta exposición se llenaba de público, al revés de la de Torres García, casi vacía la mayoría del tiempo. Así ocurre con el arte. No hemos visto otra cosa importante.
En Barcelona una exposición interesante de grandes fotografías muy bien montadas y explicaciones del movimiento Dadá, y, antes, en la misma galería en que expongo un grupo de surrealistas sudamericanos, algunos muy interesantes, entre ellos el cubano Lam y el chileno Matta. Esto es todo.
No sabemos aún cuando volveremos, quizás en octubre. No sabemos. Por esto necesitamos las cartas de ustedes donde nos hablen de Buenos Aires.

Un gran abrazo para Germaine y usted de Maruja y mío:

[Seoane]

1973-03-21 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 21/03/1973


Buenos Aires, Marzo 21 de 1973

Señor
Luis Seoane

Querido amigo:

Su carta del día 5 me lo muestra tranquilo, trabajando con ánimo sereno, preparando su próxima exposición en Madrid que deseamos sea todo un éxito artístico.
Veo que su encierro no le impide querer saber lo que ocurre en el mundo. Me lo explico, máxime en estos días de desastres naturales y humanos. En la Argentina acabamos de asistir a un fenómeno curioso, no asombroso por cierto. Las recientes elecciones han venido a demostrar el repudio al gobierno que padecemos. Las cifras del triunfo a lo Pirro no aclaran nuestro panorama político. Cada vez más confuso e incierto.
Las exclusiones no impidieron las más inverosímiles alianzas de izquierdas y de derechas. Las mayoritarias, las del triunfo numérico, las de la juventud mostraron los peores contubernios. De justicialistas, nacionalistas de la peor especie, de conocidos conservadores. Cócteles que anuncian nuevos desastres.
Los que asuman el gobierno en esta situación económica, sin doctrina ni programa de acción que les permita hacer frente con posibilidades de éxito, alentarán a los que sueñan con los golpes de fuerza fascistas. Los aventureros de siempre están ejerciendo el terror intimidatorio en todos los medios.
Los miembros de la Comisión de Artistas Plásticos, Mirabelli, Presas y Cañas fueron blancos de atentados por una organización M. A. N. de tipo policial. Tendremos que pensar “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Con todo, no debemos caer en pesimismos. Tal vez aclare antes de lo que se pronostica.
Disculpen este panorama nada alegre.
Buen trabajo y mejor ánimo.
Éxitos compensatorios. ¿Después de la tormenta, el Sol?

Germaine y yo les agradecemos los saludos y afectos, que les retribuimos con creces.

L. Falcini

1973-03-05 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 05/03/1973


La Coruña, 5 de marzo de 1973

Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires

Querido amigo:

Llevamos pronto dos meses en España. O los llevamos ya, ayer se cumplieron, el mismo día en que le dedicaron la calle de La Coruña al Almirante Brown, con bandas de música, el Embajador argentino, estallido de bombas y banderas argentinas y españolas. Todo ocurrió cerca de casa, casi junto al mar. Estamos pasando unos días de invierno espléndidos, luego de otros días de tormentas marinas y vientos fuertes en el mes de febrero, y yo trabajo, pinto lo que puedo para una exposición que se celebrará en mayo en Madrid, a fines de Mayo. Quisiera que fuese lo mejor posible. Como todos los artistas en general de nuestra época, creo, vacilando en cuanto a los propósitos. ¡Que lejos de aquellos de hace varios siglos, o casi de uno nada más, que solamente seguros de su oficio, sin fines ulteriores, realizaban su obra con destino concreto, el rey, la iglesia, la nobleza, la burguesía... Todo el cambio comenzó con la revolución francesa, o antes, con los enciclopedistas, y el pintor, el escultor con la libertad de temas y ejecución ganaron en dudas y problemas. Perdieron en seguridad y en tranquilidad. Luego los críticos... Uno piensa lo feliz que debe ser un carpintero, un herrero, etc., ese artesano que trabaja en su taller esforzándose en la obra bien hecha, depositando en ella un oficio muy sabido, y dirigiéndose, luego de terminado su trabajo, a reunirse con sus compañeros en una taberna o en un café a hablar de todo menos de su oficio.
Hoy al artista se le exige que, aparte de esculpir o pintar, hable de su arte como Baudelaire y se le exigen propósitos y explicaciones. Yo no puedo imaginar a nadie que se hubiese acercado a un pintor de la Edad Media o del Renacimiento, por ejemplo, a pedir explicaciones por un Neptuno que hubiese pintado, o por una Piedad que le hubiese encargado la iglesia. Es posible que dijese, “ese fué el encargo”. Pero es que además en aquella época nadie soñaba con rebasar el planeta pero en cambio las gentes conocían mejor al mundo que les rodeaba. Hoy nadie me preguntaría nada por un tritón que pintase, pero sí, seguramente, me preguntan por un campesino, a pesar de tenerlos, el que pregunta, a su lado mismo e incluso descender de ellos. En cuanto al oficio... ¡Que tragedia la de aquellos que desdeñan el dibujo…! por ejemplo. No pensaron que todo pasa, hasta en arte.
Pero lo mejor es encerrarse en el taller y trabajar. Buscar uno el propio mundo e ir aislándose intensamente con ese mundo que va naciendo de sus manos, su única torturante gloria. Cualquier día empiezo a ponerles nombres, José, Carmen, etc., a los personajes que fuí pintando y están en los cuadros que no me compraron y me quedan a mí. Viviendo con ellos vivo con mi verdadero pueblo, mi Buenos Aires, mi La Coruña. Les encontraré defectos, como se les encuentra a los familiares, a los vecinos, a los seres que se quiere y que a uno le preocupan, y me olvidaré de los que vendí, como ocurre con todos los pueblos que siempre, en general, se olvidan de sus emigrantes, o les queda de ellos un recuerdo remoto, pero ya sin nombres que les individualice.
Perdóneme esta carta. Pero prueba de que estoy encerrado trabajando y apenas veo a nadie. Por favor envíeme noticias de Buenos Aires. Dentro de muy pocos días son las elecciones en la Argentina. ¿Qué pasará? ¿Qué pasará hoy en Chile? ¿Y en Francia?

Un gran abrazo para todos los amigos y otro grande de Maruja y mío para usted y su esposa:

[Seoane]

1971-09-28 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 28/09/1971


Buenos Aires, Setiembre 28 de 1971

Sr. Luis Seoane
La Coruña

Mi recordado amigo:

Mucho le agradecemos las interesantes noticias acerca de la ampliación del Museo Maside, pequeño y gran exponente de los grandes creadores de España, del arte contemporáneo.
Las noticias de Uds. tienen de lo que pasa aquí por los diarios ha de ser lo suficiente para darse idea de nuestra realidad de opereta dirigida desde Madrid por el militar que conoce y explota nuestras debilidades a su gusto y conveniencia política. Utilizando los peleles, como marionetas para la izquierda, la derecha, para adelante y atrás, es decir, para ninguna parte, dando el triste espectáculo de masas amorfa que confunde pretendiendo dirigir. Conscientemente o no, lo que logran es ampliar la masa de cañón por anticipado....
Ofreciendo un esquema de la realidad nacional desde el capo que después de haber estado preso cuatro años, hoy le pide al ausente que vuelva con todos los honores, como a un salvador y algo más. Hasta pronto queridos amigos. Germaine y yo los recordamos siempre a Maruja y a usted con el cariño que merecen.

L. Falcini

1971-08-30 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 30/08/1971


La Coruña, 30 de agosto de 1971

Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Debo carta a todos los amigos. Pasé un mes muy atareado en cuestiones al márgen de mi trabajo habitual. Añadimos una nueva sala al Museo Carlos Maside que fundamos Díaz Pardo y yo. Abrimos en el piso superior del mismo Museo una galería para exposiciones que consideramos importantes de arte contemporáneo. Comenzamos con una de grabados de Picasso y Miró y seguiremos, seguramente con una de pintura de Solana y luego otra de grabados del mismo pintor. Se trata de una sala que se hizo en el lugar destinado a estudio mío en El Castro y que usted debió haber visto cuando estuvo aquí. Tiene tres paredes perfectamente iluminadas y una de ventanales que se abren a un paisaje extraordinario. La organización de todo esto que debí hacer solo, pues Díaz Pardo se ocupa de la nueva fábrica de Sargadelos, me llevó mucho tiempo impidiéndome comunicarme con los amigos de aquí y de ahí.
No tengo, por todo esto, apenas noticias de ahí más que las que traen los diarios, abundantes, como creo que le dije en otra, en describir actos de terrorismo y comentar declaraciones peronistas. Lo único importante es el desgraciado suceso de Bolivia con la caída de Torres que a mi, muy poco informado desde aquí, sobre lo que ocurre en ese país, me pareció siempre un hombre bien intencionado que llevaba camino de transformar las estructuras bolivianas.
Pero todo esto forma parte de un proceso lento tras el cual saldrán, esperemos, beneficiados los pueblos de América. Lástima de esos dos pasos atrás que siguen al paso adelante en todo este tipo de cambios. Por aquí todo está lo mismo. Miguel Ángel Asturias recibió el homenaje de Madrid que dio su nombre a una calle y un pueblo de Castilla le designó hijo adoptivo, “Lo que va de ayer a hoy”, diría un castizo del 1900. Pero no es el único que reniega de su pasado. Hay otros que se hacen peronistas, que es una forma de créer que en política se puede aplicar ese juego de azar que se llama “La ruleta rusa”. Empiezo a sentir ganas de regresar a Buenos Aires. Quizás lo hagamos a finales de octubre.
Un gran abrazo a todos los amigos comunes. Tengo que escribirle a Frontini para decirle que hice su encargo, pero que Alberti en general no escribe cartas. Uno muy fuerte para usted de Maruja y mío y para los suyos:

[Seoane]

1971-07-11 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 11/07/1971


Buenos Aires, Julio 11 de 1971

Sr. Luis Seoane
La Coruña

Queridos amigos:

Me alegro de saberlos de nuevo en Galicia, después de haber pasado por Roma, Barcelona y Madrid.
Del Museo de Arte Moderno de Roma, su opinión acerca de la obra de Boccioni me interesa mucho, máxime después de haber visto la representación que el oficialismo italiano acordó a Boccioni en la muestra de la escultura italiana, que se difunde por América.
En esta importante exhibición, muy irregular e incompleta, para dar una visión de la plástica peninsular. El escultor futurista más importante no está representado en su dinamismo característico, de formas en acción. La muestra está presidida por un hermoso Ecce Puber, de Medardo Rosso y un desnudo de Marini. Lo demás, sin interés para nosotros. En cambio faltan muchos, conocidos con sus aportes representativos.
Sus referencias al Museo Picasso y a su ampliación. Mucho me alegra lo que dice de la amistad con Sabartés, de quien se hablaba como de un servil del genio contra los visitantes. Y al saber que Vd. comenzará a trabajar como siempre. Espero que el sol y las pocas lluvias de su Galicia, la de su corazón, les sean propicios.
En las mismas salas que Ud. exhibió sus telas, en ART GALLERIE INTERNACIONAL, acaba de mostrar Urruchua 70 óleos, temples y litografías, al mismo tiempo que sus memorias. Se ve muy bien, espaciadas. El vasco sigue rodeado de amigos y discípulos que lo adoran. Las litografías y temples dedicados a España tienen interés plástico. ¿Recuerda lo que tiene Scheimberg? En estos momentos, Chile está en primera plana, por la catástrofe minera y por el cobre de sus minas. Más la amenaza de las elecciones digitadas para nosotros.

Hasta pronto, con un abrazo para Maruja y Usted de nosotros dos.

Falcini

1971-06-14 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 14/06/1971


La Coruña, 14 de Junio de 1971

Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos nuevamente en Galicia después de haber pasado por Roma, Barcelona y Madrid. En Roma, vimos nuevamente, aparte de otros museos, el Museo de Arte Moderno que tiene muchas piezas muy interesantes, entre ellas unas pocas de Boccioni. Cada vez que lo vuelvo a ver, pienso que es mucho más importante su figura dentro del arte europeo de lo que generalmente se destaca y me gusta tanto o más como escultor que como pintor. Su busto de La madre del artista y Formas únicas de continuidad en el espacio son realmente muy importantes para el desarrollo de la escultura de más tarde, la de Duchamp Villón en Francia, que me recuerda en su propósito a las Formas únicas de Boccioni y a Sibellino, en Buenos Aires, en la mujer del sombrero que tiene Scheimberg, pariente de la primera, la de La madre del artista. Me gusta el Museo de Arte Moderno de Roma, tan lleno de luz y amplio y con una tremenda caricatura de Grosz casi a la entrada que representa un cerdo condecorado.
En Barcelona estuvimos en el Museo Picasso con el nuevo palacio habilitado para su servicio, pared por medio del anterior comunicándose a través de nuevas puertas abiertas en las paredes, y que contiene 800 piezas más del pintor, dibujos, acuarelas, óleos, que tenía depositadas en casas de familiares y que Picasso donó el año pasado. Son casi todas pintadas en España y que abarcan las distintas épocas de su pintura hasta el año 25 aproximadamente. Se convirtió, efectivamente, en un museo extraordinario, ejemplar, superando quizás los sueños de Sabartés. Es un museo que tiene su orígen en una amistad nada común de Picasso continúa manteniendo después de muerto Sabartés, dedicándole, como si viviese, cada nuevo grabado que hace.
Ya en Galicia, estoy comenzando a trabajar, debo hacer nuevos objetos de porcelana y en este mes voy a grabar todo lo que pueda. Desde que llegamos, llueve permanentemente y hace más bien frío. Algo inusitado en esta época del año, a mi no me disgusta, pero a alguna gente que viene a pasear el clima le está trastornado todos los planes proyectados. En Galicia, Mayo es un mes donde se alternan lluvias y sol, pero Junio es ya, en general, un mes de sol, con Julio y Agosto, al menos de muy pocas lluvias. Este año parece que el clima hubiese cambiado. A nosotros, sin embargo no nos afecta. En Castilla está nevando como si fuese invierno.

Esto es todo por hoy. Saludos y un abrazo de Maruja y mío para su esposa y usted:

[Seoane]

1970-03-03 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 03/03/1970


Buenos Aires, 3 de Marzo de 1970

Querido amigo:

Su carta de la Coruña me recuerda su vegetación, el espectáculo de las rías, la extraordinaria y desconocida para mí belleza natural de esa región de Galicia me encandiló de tal manera que desatendí sin proponérmelo el propósito de conocer el lugar donde está su casa y ver de ahí la legendaria Torre de Hércules. Repitiendo, sin saberlo, lo que me ocurrió durante la primera visita a la isla de Capri, llevado por el deseo de conocer una de mis grandes admiraciones: GORKI.
No lo encontré en su casa. Y como quien hace tiempo, me puse a vagar por las bellezas naturales. I faraglioni, las cuevas a lo largo de la costa, los grandes lagartos azules, me enajenaron de tal suerte que con el sueño de la isla volví al punto de partida, Nápoles. Recién advertí que la isla me había hecho perder la razón del motivo del viaje.
Su vuelta a Galicia, con los ojos plenos de Londres y sobre todo de lo revisto y revivido en profundidad las maravillas del Brithis Museum. Su entusiasmo, bien meditado, de la escultura asiria, una de las maravillas que [han visto] mis ojos y mi espíritu juveniles en todos los aspectos del arte. Las sorprendentes cacerías de los leones compitiendo con las figuras de los tímpanos del Partenón en mi admiración.
Hoy recuerdo, al conjuro de su carta que contesto, una de mis visitas al Brithis, en compañía del escultor uruguayo Michelena y de Curatella Manes, en que los ojos y las manos rivalizaban su entusiasmo. No sin dejar de admirar los testimonios de las artes de América precolombina.
Esta vuelta al pasado, en plena madurez crítica comprensiva, me recuerda que en mi reciente viaje reafirmé la gran valoración del arte de los románicos. En Barcelona lo que más me atrajo fue el Museo de Picasso y el centro medieval, cuyas expresiones afloran en las calles de Santiago de Compostela, coronada con el Pórtico de la Gloria de Maestro Mateo.
En París, las calles desbordantes de juventud acapararon mi entusiasmo. Aquí asombré a los amigos al saber que no había visitado el Louvre. El barrio latino, cosmópolis de razas, de juventud, alternando en el tiempo con las expresiones medievales que atesora el Museo Cluny...
Qué consecuencias tendrá en mi labor todo este maremágnum de sensaciones y meditaciones?
Por de pronto, estoy embarcado en nuevos trabajos de distinta índole, como para entrar en materia.
Días pasados, el amigo Francisco Gil, del Ateneo, me hizo entrega del hermoso cuaderno del Diario Poético de Unamuno, con sus hermosos grabados y el afectuoso recuerdo de los amigos.
Todavía no ha comenzado la temporada de exposiciones. Las largas vacaciones veraniegas se van extendiendo con los sofocantes calores. De modo que Buenos Aires es un desierto, en muchas dimensiones...
Le estimaré recordarme con mis mejores recuerdos al gran amigo, al artista generoso, Díaz Pardo y su simpática esposa. Y ustedes, Maruja y Vd. reciban un fuerte y apretado abrazo del amigo de siempre.

Falcini

1970-02-04 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 04/02/1970


La Coruña, 4 de febrero de 1970

Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos nuevamente en Galicia luego de un mes aproximadamente entre Londres, Barcelona y Madrid. Por mi parte comencé a trabajar realizando algunas piezas para porcelana y pintando. Para el mes de Abril expondré en Madrid, en una galería nueva y debo ilustrar para una editorial de Madrid el Martín Fierro. Es posible que salga un Martín Fierro bastante galleguizado pero me agrada la posibilidad de hacerlo. Tengo que hacerlo antes del 15 de marzo.
En Londres vi nuevamente el Museo Británico, la Tate Gallery y algún otro Museo. Ví nuevamente todo lo que guardan de la escultura asiria, egipcia y oriental en el Museo Británico. Las maravillas egipcias y esos fantásticos leones alados asirios que convierten en ridículos los leones británicos y españoles de los escudos y de las entradas de los paseos. No sé como pudo ser la pintura, o, si lo sospecho, por los ejemplos que quedan, cae uno en la cuenta que la monumentalidad estuvo en aquella época solamente a cargo de la escultura.
Claro que esto ocurrió siempre que se hizo escultura monumental y pintura mural. La pintura no pudo, nunca, pienso, competir en grandeza con la escultura. Fué siempre más ilustración, procedimiento dedicado a la enseñanza más que dedicado a imponerse al espectador como en esas esculturas asirias, o esas otras gigantescas figuras egipcias. No se trata de cual arte sea superior, como se discutía hace tres siglos o algo más. Son artes distintas con fundamentos comunes.
En Méjico los relieves que se conservan de las viejas civilizaciones indígenas poséen una fuerza no alcanzada, a mi juicio, por ninguno de los muralistas de este siglo. Esas cabezas de guerreros o esas serpientes aladas, o algunos de los dioses que representaban se convierten en alegato ilustrativo a través de Ribera o de Siqueiros en un arte menos impresionante, sereno y eterno. No es igual una armadura de metal que su dibujo. Las simulaciones de la pintura no recrean la naturaleza. La escultura la eterniza. A medida que pasan los años me atrae más la escultura cuando es tarde para intentar hacerla.
En Barcelona volví a ver el Museo Picasso y el de arte románico e incluso fuí al Museo del Traje recién inaugurado, espléndido, abarca desde el siglo XVI hasta comienzos del XX y en él se representa la necesidad del ornamento que sintió siempre el hombre. A través del traje va uno identificando a las gentes de distintas épocas de acuerdo con la historia del arte. Encuentra las correspondencias a los gustos de época. Se encuentra el traje que corresponde a Velázquez o los hermanos Le Nain, o el que corresponde a Fragonard o a Goya, y no porque estos pintores los hubiesen copiado, sino porque corresponden a sus estilos, como los de comienzos del siglo XX son modernistas o Art Noveau, o como quiera decírsele.
Bueno, todo esto es una disquisición que tiene por objeto decirle algo de nuestra vida a usted y a los amigos y pedirles que nos escriban.

Un gran abrazo con saludos para todos de Maruja y mío:

[Seoane]

1969-11-09 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Milán
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 09/11/1969


Milano, 9 de Noviembre de 1969

Querido amigo:

He tomado contacto con España a través de Dolores [Ibárruri], magnífica mujer, un gran espíritu de lucha, una gran nostalgia de su patria que alimenta su razonado optimismo fundado en actualizada información. Pasé una hora oyéndola vibrar.
Luego, Madrid, hermosa ciudad, recorrida con la cordialidad de Maiztegui. Los amigos suyos y de Frontini, Marcial Suárez, Manolo y Joaquin, amigos que me trataron muy generosamente, recordándolo a ud. mucho con mucho cariño. Además, el Prado -Goya en su época negra, que lo hace único con el plafón de San Antonio de la Florida.
Y las artesanías de América, en especial de México, arte popular de inagotable ingenio y belleza.
A continuación, Santiago con su Magnífico Pórtico de la Gloria que he visto largo de tiempo, con la colaboración de su amigo el profesor Piñeiro y de nuestro amigo Díaz Pardo y su mujer Carmen, mostrándome los encantos de su taller de Osedo, prolongados en el taller de construcción circular, en compañía del arquitecto constructor. Allí vi trabajar simultáneamente a las artesanas del lugar en la ejecución de hermosas piezas y me enteré de muchas cosas agradables en las que Ud. tiene intervención. Y todo esto, con un hermoso paseo costeando las rías y el amplio paisaje de Coruña, tan hermoso como inesperado. [Del] bello espectáculo de las arquitecturas románicas, pasé a otras igualmente medioevales e históricas, las de Barcelona, vistas de noche con su amigo Losada, profesor que me habló con gran inteligencia de la situación. Y más tarde, con Audivert y su exposición en el Instituto Francés. Ahora hago una pausa con Badi para salir muy en breve para Roma. Allí espero ver a Alberti y volar para Buenos Aires enseguida.

Hasta muy pronto, reciban un gran abrazo Ud. y Maruja de su amigo de siempre.

L. Falcini

1969-10-05 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Moscú
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 05/10/1969

: está en ruso.

Sres. Maruja y Luis Seoane
Montevideo 1985, nº 13
Buenos Aires
Argentina

Moscú, 5 de Octubre de 1969

Queridos amigos:

Con esta imagen del teatro Bolshoi reciban los afectuosos saludos de Falcini. Mañana inaugura Castagnino y dos días después salgo para Leningrado.

Falcini

1969-02-02 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 02/02/1969


Buenos Aires, Febrero 2 de 1969

Señor Luis Seoane
La Coruña

Mi querido amigo:

Trataré de acusar recibo de sus muchas atenciones. Desde el hermoso envío del catálogo ilustrado de la obra de Miró, que la Municipalidad de Barcelona exhibe como homenaje en el año de Miró.
Emocionante homenaje de la ciudad a su ilustre artista. Reconocimiento vital que tienen acento popular, de la mayor nobleza.
A este regalo, recuerdo del amigo, Ud. lo hace seguir de su emocionante poema Homaxe a un paxaro, ilustrado de doce grabados en madera. Poema, donde el verbo y el color se integran, se exaltan mutuamente para evocar la imagen trágica de un pájaro en la noche, el invierno, la lumbre del hogar, en cuyas llamas se inmoló en la fuga imaginaria del terror instintivo.
Y las reflexiones del poeta artista acerca de la muerte del hornero, cuyo fantasma lo llevan en ellos como otros fantasmas de muertos, hermanos nuestros de los que no se puede hablar. Paso del hornero por la vida... y sus resonancias innumerables las experimenté fuertemente en estos momentos. Su creación, en efecto me llegó cuando perdí a mi hermano Arturo, con quien manteníamos una verdadera hermandad en lo afectivo, en lo político como en lo cultural. Lo sabía muy enfermo. El mes pasado estuve con él, dialogamos de muchas cosas... Su cabeza funcionaba bastante normalmente. Regresé a Buenos Aires.
Antes de pasar una semana, una mañana me llamó telefónicamente mi sobrina, médica, diciéndome que Arturo se había agravado. Apenas tuvimos tiempo de llegarnos en avión. Diez horas más tarde, se nos iba... tras emocionante agonía, el 20 de enero.
Días antes recordábamos hechos corrientes en horas de luchas pasadas y presentes. De ahí la resonancia de su homenaje que voló al fuego... no sé si me explico o divago?
Y para completar, aún más su amistad, antes de ayer recibí su carta fechada el 21 de enero.
La evocación del paisaje gallego, con sus lluvias interminables, con las verdegurantes montañas a lo lejos y el mar bravío que le hacen soñar en llegar a tener una casa en sus costas.
Evocación que resuena en mí como una invitación al viaje que hubimos de realizar este año y que temo que en caso de presentarse la ocasión, ya sea demasiado tarde para conocer la tierra de Maestro Mateo y morada de tantos amigos como comunes, como Uds. siempre tan fraternales.
Agradecido a sus buenos recuerdos y los estímulos al trabajo necesario.

Reciban Ud. y Maruja un fuerte y expresivo abrazo de este amigo de siempre

Falcini

Al recibo de estas líneas, Luis y Rosina deben haberles anticipado mis saludos. Sarita ya sabe que llegaron bien a Madrid.

1968-12-19 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 19/12/1968


Buenos Aires, Diciembre 19 de 1968

Señor Luis Seoane
Osedo. La Coruña

Queridos amigos:

Al fin tenemos noticias directas de Uds. Después de tantos preguntarnos si había noticias, Scheimberg, Sarita y yo tuvimos cada uno carta y por cierto muy interesantes todas. Anticipándonos algo de lo que nos dirán a su regreso.
De aquí, no es mucho lo que le pueda decir. Del momento político, ni que hablar.
De la temporada artística del año, que comenzó con la fiesta del color que Ud. nos dio con diez anos de pintura, seguidas de las de Butler, y la de Centurion, terminó, para mí, con la de Castagnino en Rubbers, que no recuerdo si Uds. alcanzaron a ver. Fue una muestra de la pintura de Castagnino, enriquecida de color y de temática: a sus caballos, a sus campos de cardales muy interesantes, agregó escenas de amor, episodios del drama de Cristo y del Che en paños de la Verónica, todo exhibido en la “boite” negra de Florida 935. Otra muestra interesante fue la del grupo de ceramistas del Molino de Viento, exponente alegre, juvenil que comienza muy bien. Imaginarán la alegría de los Torrallardona, como padres y maestros.
Estas cosas positivas de Buenos Aires, al mismo tiempo que la prohibición del homenaje a Castagnino al cumplir sus sesenta años de vida...!!
Por otra parte, la simpática y generosa iniciativa de Uds. de poder realizar una muestra total de mi labor fue desestimada por el Ministerio de Cultura. No habrá razones...?
Conversaciones con amigos comunes, me actualizaron sus incitaciones para que yo escribiera recordando hombre y momentos que tuve la suerte de conocer en la marcha.
Ya ve Seoane cómo está ud. presente en mi recuerdo que obliga a mi reconocimiento,

[manuscrito:] un gran abrazo para Maruja y usted de

Falcini

Nota. De su interesante carta de viaje que trato de contestar, me interesará saber precisiones de la obra del Ticiano que tanto le gustó. Y tratándose de la maravillosa época última del gran pintor.

Falcini

[Manuscrito:] Feliz año nuevo 1969

1968-12-07 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 07/12/1968


Madrid, 7 de diciembre de 1968

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hoy he comenzado a escribir algunas cartas, a usted entre los primeros, y no porque tenga demasiado que decir, sino porque, egoístamente, espero respuestas y noticias de los amigos. A Scheimberg le digo los lugares en donde estuvimos, Nueva York, tres ciudades alemanas, Colonia, Bonn y Dusseldorf, y después en Roma y Barcelona.
En Nueva York alcanzamos a ver una extraordinaria exposición de frescos italianos renacentistas: Giotto, Piero della Francesca, Paolo Ucello, etc., seguramente extraídos de pequeñas iglesias del campo italiano a donde no acudían turistas y que deben engrosar actualmente un Museo, no sé cual, en Italia. El Paolo Ucello es un fragmento abstracto, de líneas cruzándose hasta el infinito y pudo haber sido la pintura que inspiró a Balzac La obra maestra desconocida. Para ver estos frescos hay, o había para los días que estuvimos nosotros, que guardar colas bastante aburridas.
En Roma vimos el nuevo Museo de Arte Moderno, espléndidamente presentado, donde se puede seguir todo el desarrollo de la pintura italiana desde el 900 y poco antes y donde hay ejemplos muy buenos de todos los grandes artistas que caracterizan el fin de siglo y lo que llevamos andado de éste hasta las últimas escuelas. Tambien tienen una colección bastante nutrida de arte extranjero, sobre todo franceses y alemanes. De los escultores están bien representados Medardo Rosso, Martini, Marini y Manzú. De Fontana tienen además de algunas de las últimas obras, dos o tres que corresponden al período de su regreso a Rosario y Buenos Aires.
En Barcelona vimos la gran exposición Miró, que para mí creo que fué muy importante, pues afianzó alguna de mis convicciones de los últimos años con respecto a la pintura. Está perfectamente presentada en un edificio de orígen gótico dedicado, hasta hace pocos años, a hospital, el Hospital de la Santa Cruz, y donde los colores y las líneas de Miró deben vencer la fuerza, largo y altura, de las enormes paredes de piedra. Uno no se explica por qué, o si se lo explica, no sabe expresarlo, la pintura de Miró, alegre, inspirada en parte en las decoraciones de los barros de Cataluña y de Baleares, casi folklórica, recuerda en su fuerza, en su dominio de los muros, a la pintura románica. Muy importante de la exposición de Miró es la obra gráfica de éste, mucho más importante de lo que yo sabía y de notable calidad, las litografías, los aguafuertes, los grabados en madera... Barcelona siente gusto en afirmar públicamente sus valores y este año lo ha convertido en el “año Miró”, organizando esta muestra y publicándose algunos libros dedicados al pintor en los que se prueba la capacidad gráfica de los catalanes.
En Madrid de momento no vimos nada que valga la pena. Al Museo del Prado le están remozando las paredes, sacándoles las telas que constituían el fondo de los cuadros y simplemente, pintándolas, lo que queda mucho mejor. En Roma volvimos a ver el retrato del Papa Inocencio, de Velázquez, mucho mejor presentado actualmente, y ese cuadro fantástico del Ticiano, España defendiendo la religión, o un título parecido, de los últimos años de su vida.
Bueno, esto es todo por hoy. Cuéntenos noticias de Buenos Aires. Estamos ansiosos de ellas. Saludos para todos.

Saludos de Maruja y un gran abrazo de:

[Seoane]

Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane


Buenos Aires, Julio 31 de 1967

Sr. Luis Seoane
La Coruña
Galicia

Querido amigo:

Su caída nos sorprendió a todos sus amigos, que son muchos los que les quieren bien.
En estos momentos estará mejor del brazo y habrá vuelto a su trabajo, tan necesario para su espíritu y su espíritu y su vitalidad. Poco antes de que ud. nos diera la noticia de lo que le ocurriera, corría en Buenos Aires el rumor de que ud. se había accidentado, pero sin precisiones. A su vuelta conoceremos cómo fué. Al llegarle estas líneas estará en condiciones de volver al trabajo y a su plena actividad.
Imaginamos el golpe que sería para Uds. la desaparición del amigo Arranz. Por lo que me dice, me entero que Vds. también entendían que Arranz debía mostrar las maravillas de su arte cerámico. Y, digo también porque muchas son las veces las que yo le instaba a realizar una muestra de su obra personal. Pero el, con su acostumbrada modestia, sonreía. A veces, con Tove le llevábamos la carga sin conseguir decidirlo. Y, poco después se nos fue.
Queridos, Maruja y Seoane, este año pensé que iríamos a verlos en Galicia, de vuelta de Rusia a la que me habían renovado la invitación. Pero hasta ahora no se concretó la renovación, muy a pesar mío, atento al deseo de llegar a conocer Galicia y la obra del Maestro Mateo en compañía de Ustedes. Qué fiesta para Sarita y para mí! Qué sueños!!! Será verdad tanta belleza? Yo no desespero!

A la espera de buenas noticias de Uds., un gran abrazo de

Falcini

1967-06-08 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 08/06/1967


Buenos Aires, Junio 8 de 1967

Luis Seoane,

Querido amigo:

Ayer, inesperadamente, me entero de su cumpleaños, por Cumpleaños en el arte, en televisión, mediante una simpática recordación efectuada por Cuadrado, recordando sus comienzos. Según me dijeron, porque yo no lo oí. Se refirió a los años de bohemia, en España.
En esos momentos, teníamos la mala noticia que nos daba Tove: el fallecimiento del amigo Arranz, ocurrida a las siete de la mañana. Arranz padecía de la descalcificación de dos vértebras, además su vieja afección pulmonar hizo crisis en dificultades para respirar y una infección cerebral que terminó en un síncope, que acabó con su vida. Entró en coma a media noche, pero con lucidez hasta entonces y sin hacerlo sufrir en forma visible. Lo acompañaron, además de su magnífica compañera Tove, de sus dos hijos. En esa casa se pensó mucho en ustedes dos.
Thobe nos encargó muy particularmente a Sarita y a mí a que les escribiera, anunciándole el deceso.
Esta mañana, cumpliendo una de sus voluntades, fue llevado al crematoria de la Chacarita.
Para despedirlo estábamos muchos amigos, entres otros, Gori Muñoz, Kornblith, Lozada, Mirella y Baltar, Tove, Núñez Bua, Frontini, Scheimberg, su amigo con quien convivió en Tucumán, nosotros y tantos más, muchos más y todos sus compañeros de la escuela. Sin olvidar a sus muchas alumnas.
Demás está decirle la alegría que dio leer sus entusiasmos tan sentidos del arte popular, celebrando los encantos, sus “duendes”, la gracia natural, irreproducibles.
Interrumpo estas líneas para ir a patinar los bronces elegidos por Payró para integrar mi representación a través de mi donación al Fondo Nacional de las Artes.

Como anticipo de la exposición que realizaré el próximo 21 de Agosto en la galería NEXO y para terminar estas desordenadas noticias, reciban Ustedes dos nuestros afectuosos saludos.

Saludos a Díaz Pardo

Falcini

1967-05-24 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 24/05/1967


Gijón, 24 de Mayo de 1967

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Recibí carta suya hace bastantes días y otra más reciente de Frontini en vísperas de nuestra salida de Madrid. Una carta larga que me alegró mucho, como la suya, como las de todos los amigos de quienes siento ausencias y con los que me gustaría charlar y discutir sobre aquellos asuntos que a todos nos interesan, porque el discutir es tambien algunas veces, prueba de amistad, no se discute con cualquiera, sino con quien se estima o al menos se estima su juicio. En cuestiones de arte se discute ahora muy poco. Más bien se escribe o se habla despreciando lo que no se estima o no se comprende. R.[omero] B.[rest] dá por muerto, en grabado, en una noticia de catálogo, a Picasso o por existente en pasado, así me dijeron, o consideró su aporte poco valioso y, sin embargo, a mí me parece que su aporte en ese género, el del grabado, como en otros, el aporte de Picasso resulta fundamental en nuestra época. En España quienes siguen las nuevas tendencias estéticas no pueden soportar a los que continúan una tradición de la pintura española que tiene ya más de un siglo, la de Goya, y al revés.
A unos les parece que el dibujo de los más jóvenes, totalmente seco, mecánico, técnico, con mucho de “art nouveau”, es preferible a ese dibujo de línea sensible, caligráfico, temperamental, que constituyó la gloria de Toulouse Lautrec, de Bonnard y, antes, de Daumier y Goya. Pero no discuten, se desprecian. Quizá en lo más hondo de ellos se envidien y no comprenden que tanto para unos y para otros lo que puede salvar su obra es la “gracia”, ese algo indefinible que para los cristianos se alcanza en la santidad, lo que los andaluces denominaron “duende” y que es lo que yo encuentro en muchas obras de arte popular.
En el Rastro de Madrid hemos comprado unos ex-votos extremeños, naturalmente anónimos, que tiene eso, “gracia”, algo encantados, inexplicable, que vence a todas las torpezas. No tienen probablemente un gusto establecido por el hábito de repetirse, que es lo que constituye un estilo, pero tienen un candor que me atraen. Eso es lo que tiene todo el arte cultivado que estimamos, junto con otras cualidades de orden distinto, técnicas, y lo que le une a la creación popular realizada sin técnica alguna, una canción, una edificación campesina, una leyenda, etc.
En la zona minera de Asturias por donde pasamos para venir a Gijón, esas casas blancas de cal, en las que destacan como ornamento la cantería de sus aberturas, el color de las puertas y ventanas y la pizarra de sus techos, o la teja roja, en un paisaje verde y negro con un cielo casi siempre gris, tienen la “gracia”, la ingenuidad de los ex-votos que compré en El Rastro y, al mismo tiempo, la de los dibujos de Bonnard o de algún artista sabio como éste. Aquí, en Gijón, queda mucha de esa edificación surgida de los constructores del pueblo y lo que desentona hasta ahora son esas nuevas construcciones al estilo de las revistas de arquitectura en uso la que le hace perder carácter, como ocurre con las nuevas construcciones en casi todas las ciudades europeas que vimos.
Pero esta rotura con un pasado que había alcanzado a distinguirse ya no se discute. Se desprecia ese pasado como los fanáticos de éste desprecian lo bueno, útil y bello de lo nuevo. Vivimos en una época en que parece no tratarse de congeniar en nada. A mi juicio podrían los arquitectos buscar de encontrar coincidencias entre ese acierto de la construcción popular y sus técnicas, pero no, se trata de cambiarlo todo en su totalidad, aunque este cambio borre las características de un pueblo antiguo.
En Gijón la guerra se llevó muchas cosas, entre ellas el espléndido museo de dibujos que había coleccionado Jovellanos y que alcanzaba desde los grandes artistas renacentistas a Goya, del que no quedó nada, y ahora tratan de borrar sus características más visibles.

Un gran abrazo de Maruja y mío para ustedes dos:

[Seoane]

1967-05-03 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 03/05/1967


Buenos Aires, Mayo 3 de 1967

Sr. Luis Seoane
Madrid

Mi querido amigo:

Nuestros amigos comunes, y yo, celebramos sus éxitos europeos como pintor y grabador. La inauguración de la muestra de grabados de Madrid, con la cálida demostración de amigos, de ex compañeros y de jóvenes recordando el paso del hombre, artista y ciudadano leal, consecuente, generoso, de gran conducta, que todos le reconocemos, no podía menos que dejarle la satisfacción inolvidable, el éxito sentimental y político, el refrendo artístico, que eso supone. Esa noticia, más las que los diarios propalan estos días, y el entusiasmo de Cuadrado, de su amor de poeta, divulgado por televisión, ha acuciado mi interés por conocer España, agudizado actualmente por la posibilidad de ir a Rusia de que se habla en la embajada de ese país. Si podemos ir y reunimos los pesos necesarios, nos llegaríamos a la tierra de sus mayores y de sus amores.
Comprendo muy bien cómo ha podido tocarle la demostración hecha a Ud. y a su obra de artista, máxime cuando acabo de experimentar algo parecido durante un breve viaje al Uruguay, de muy pocos días, después de una larga ausencia. Un tocante encuentro con viejos amigos, compañeros y ex discípulos. Dejándome la sensación de que uno no ha pasado como un gusano por ese país. Actualizando los años de trabajos, de luchas.
Hace apenas dos días inauguraron una escultura mía en una plaza de San Fernando, Provincia de Buenos Aires, con una emocionante exteriorización popular. Y esto como anticipo de la exposición que haré en la galería Nexo, el 21 de agosto. Esta muestra comprenderá esculturas mías y las de un joven escultor: Enrique Azcárate. De común acuerdo, pretendemos demostrar que puede haber continuidad escultórica entre las generaciones, dentro de la diversidad de expresiones, con vistas a la calidad artística. La unidad conceptual puede unirnos. Veremos.
Las actividades del Museo Nacional de Bellas Artes comenzó este año con una muy interesante muestra de nuestro grabado actual. Hay trabajos de interés por su calidad artística y de dominio artesanal.
El 15 de este mes, inaugurará de grabados, en Van Riel, Pompeyo Audivert, refrendando y ampliando su interesante participación en el Museo Nacional. Anoche se inauguró en Nexo una muestra de pinturas, dibujos y litografías de Bruno Casinari, creo que en gran parte pertenecientes a la colección Acqune.
Se recibieron noticias de Rusia en el sentido de que será posible tener los óleos de Picasso existentes en Leningrado, en segunda mitad de 1968, siempre que Di Tella confirme su demanda.
Romero Brest me leyó la confirmación de Di Tella. Al mismo tiempo me anunció la posibilidad de que en Di Tella se exhiba una muestra de pintura soviética con anterioridad a la de Picasso.
A tal efecto, Romero Brest sería invitado a Rusia para colaborar en la selección de las obras de los pintores soviéticos.
En los altos de Galatea, se mostraron diez y siete obras de artistas desaparecidos que integran la colección de Simon Scheimberg, suscitando el interés que Ustedes podrán imaginar.
Podría pedirle, amigo Seoane, para cuando vuelvan, una reproducción, en tarjeta postal o como sea, del Ángel de la Muerte de Barlach, de la ciudad de Colonia? Disculpe mi pedido.
Nada de bueno de la situación argentina puedo decirle.

[Manuscrito na marxe esquerda da segunda folla:] Todos esperamos la vuelta de Uds. dos, augurándoles una feliz y exitosa estada en Europa. Nuestros mejores saludos para ustedes dos y un fuerte abrazo del amigo de siempre.

Falcini

1967-04-18 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 18/04/1967


Madrid, 18 de abril de 1967

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Acabo de inaugurar ayer, 17, una exposición de grabados en Madrid, en la misma galería donde acaba de celebrarse la de Alberti y en la que, a continuación de la mía, se realizará la del escultor Alberto Sánchez que usted, creo, conoció, fallecido en el exilio hace dos o tres años. Fué, la de mis grabados, una inauguración emocionante. Se llenó la sala de gente joven que fue sucediéndose durante unas tres horas, aparte de los viejos amigos y compañeros. Un grupo de jóvenes artistas y estudiantes gallegos me entregaron dos pliegos con un poema, diversos dibujos y numerosas firmas. Aunque no tuviese otro éxito que éste, sentimental y político, de la inauguración, me daría por muy satisfecho.
Una vez me dijo mi padre al terminar mis estudios en la Facultad de Derecho: “No sé si serás un buen abogado o no, pero nunca dejes de ser honrado; la honradez es el mejor negocio de un hombre”. Pues bien, no únicamente por consejo de mi padre, sino porque surgió así de mi carácter, de mi modo de ser, traté de serlo siempre y yo pienso, que ahora la adhesión que recibí no lo fué tanto seguramente por la bondad de los grabados sino porque traté de ser en cualquier oportunidad honrado y leal. Mi padre fué un viejo anarquista, muy desengañado de todo en los últimos años de su vida, pero conservándose fiel a sus principios que a lo largo de ella tuvo como orgullo su lealtad de corazón y honradez. Ayer pensé muchas veces en él y más cuando aquellos jóvenes me entregaban el poema con las firmas y los dibujos. Intimamente se los dediqué.
No sé por qué le escribo de esto. Seguramente porque cuando escribo una carta a un amigo que estimo me gusta decir aquello que pienso en el mismo momento de escribir. En las paredes de la sala cuelgan los grabados que hice al atropello a Santo Domingo y una cabeza que le hice a León Felipe, poeta con cuyos versos los estudiantes hacen ahora canciones de protesta.
El domingo que viene volveremos a Colonia por cuatro o cinco días con motivo de la inauguración de la exposición de pintura. Volveremos a ver El Angel de la Muerte de Barlach y las notables esculturas que tiene esa ciudad y de las que creo le hablé en otra carta.
De Buenos Aires tenemos ahora las noticias que nos llegaron de algunos amigos, además de las que vamos leyendo en los periódicos de aquí. Se hicieron grandes comentarios en la prensa alrededor de la reunión de Punta del Este, todos ellos en general pesimistas y no demasiado buenos en cuanto al porvenir inmediato de América del Sur y Centro América. Otras noticias son alrededor de los aumentos de precios y las bajas de las monedas de algunos países, Argentina sobre todo, con respecto al dólar. Creo que los corresponsales extranjeros deberían informarse sobre algo más que asuntos desdichados. Por ejemplo, debieran atender a suministrar información sobre aspectos culturales y humanos de los países donde están acreditados.
Argentina es en muchos terrenos una suma de desastres, pero, en cambio, en distintos aspectos de la cultura Buenos Aires ocupa un lugar de privilegio en el mundo a pesar de su situación geográfica y uno, estando lejos, se siente orgulloso de la enorme inquietud intelectual de su población y de todo lo que allí se consigue sin que el Estado intervenga. Quizá éste debiera ocuparse menos de las truchas, los salmones y los ciervos de los lagos y los bosques del Sur, muy interesante para unos pocos pescadores y cazadores que pueden desplazarse de un lugar al otro del planeta, que de informar sobre lo que Buenos Aires posée de riqueza e inquietud intelectual. Incluso de nuestros artistas barbados y extremistas en estética y de sus caciques, que son tan buenos como los de cualquier parte y merecedores de la correspondiente atención turística.
Las minifaldas y los “capeloni” de Maipú y Florida tienen tan buenas piernas y largos cabellos como los de otras ciudades y esto es, si se quiere, tambien importante para el conocimiento de los pueblos. Uno puede aprender de esto en España. Tan púdica, tan recatada, y que, sin embargo, sus oficinas de turismo no dudan en mostrar al mundo como en sus playas pueden exhibirse los más bellos cuerpos de todas partes casi desnudos, con más sol. Claro que esto no tiene que ver con lo que se supone la vida española, pero, a la hora de acrecentar el turismo se unen, “los negocios son los negocios”, para la evocación, Santa Teresa de Jesús, el Greco, Don Quijote, el Cid y todas las glorias españolas unidas a esas jóvenes acostadas en las doradas playas del mediterráneo. Una lección muy bien aprendida de Francia. Ahora empieza a exhibir los propios “rebeldes sin causa” por si sirve al negocio turístico.

Un gran abrazo para todos los amigos y para los suyos y usted reciba una muy fuerte de Maruja y mío:

[Seoane]

1967-03-22 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 22/03/1967


Buenos Aires, Marzo 22 de 1967

Sr. Luis Seoane
Madrid

Mi querido amigo:

Recibí hace unos días su carta, con la presencia de su pensamiento activo, que tanto me interesa, a mí como a los amigos comunes, siempre ávidos de noticias, ya que sus cartas son leídas, a menudo, en ruedas cordiales recordándoles.
Le diré que me alegra nuevamente leer sus conceptos que figuran la imagen del escultor, del artista y del hombre Barlach. De su acento campesino, de su aspecto gótico.
Aspectos dominantes en la obra del escultor alemán capaces de impresionar sensiblemente al artista Seoane, cuyos caracteres nutricios, campesinos y góticos, siempre me impresionaron como constantes en su obra, espiritualmente actuales.
Barlach con sus expresiones desgarrantes justifica, en mi opinión, el calificativo de “de protesta expresionista” que Ud. oportunamente recuerda. Su doloroso misticismo tiene la forma que le corresponde. Forma expresiva. Su estilo plástico.
Me impresiona saber de sus afinidades y amistad con Kathe Kolwitz, cuyo arte trasciende, quizás más, por su profundo realismo, que lo hace más accesible a mayor número de gentes. Sin embargo, esas dos expresiones de arte tienen un fondo conceptual común. Lo gótico y lo campesino, como el gran arte popular gozan de una gran actualidad. Documentado en un hermoso libro que tradujo José Luis Romero La gran Claridad de la Edad Media. Hace tiempo que yo rastreaba los comienzos del humanismo, no en el Renacimiento, sino en la Edad Media en mi último viaje por Europa, en Italia tuve una gran revelación. En Florencia, en el museo de la catedral, vi unas esculturas de mármol, obras de Arnolfo di Cambio, escultor y arquitecto de Santa María dei Fiore. La concepción plástica de su escultura tiene una forma tan luminosa y tan plena que no tiene equivalentes en el Renacimiento. Fue compañero de Giotto y de Pisano, con quien colaboró en varias obras.
Fue el antecesor de Della Quercia, el escultor de la basílica de San Petronio de Bolonia. Sin embargo, se le conoce como arquitecto.
Acerca del posible misterio de lo bueno o lo malo que hacemos, del misterio de los orígenes de las imágenes personales que motivan las meditaciones finales de su carta que contesto, me recuerdan parejas observaciones que me hacía Alfredo Guttero en su carta desde Florencia.
En efecto, nuestras imágenes suelen tener sus orígenes en realidades ensoñadas, a través de viajes, o ya sea de los “paisajes interiores” que el atavismo desarrolla en nosotros oscuramente; precisamente los que nos han impresionado y nos modelan todavía mediante la intuición.
Serán ésas las huellas invisibles para el ojo común que están actuando, creando un medio complejo de poderes íntimos? Entre las cuales están estas divagaciones mías.

Hasta siempre, les digo a Ud. y a Maruja, con los mejores recuerdos míos y de Germaine.

Falcini

1967-02-25 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 25/02/1967


Madrid, 25 de febrero de 1967

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Recibí hace días su carta en la que me dice haber recibido el pequeño almanaque de Barlach. A mí me interesa mucho este escultor, no solamente porque encuentre en su obra un casi permanente tema campesino que me es particularmente grato, sino porque aparte de lo que alguien llamó “protesta expresionista” de que se vale, que ayuda a fundar, recurre a las formas del gótico que es el estilo en que alcanza madurez su país. En efecto, en las reproducciones de ese almanaque faltan las formas y temas más dolorosos de Barlach, seguramente porque los editores no las consideraron las más adecuadas para su finalidad. En nuestros días los editores de almanaques piensan ofrecernos una imágen optimista de la vida, más bien que recordarnos la brevedad de nuestro tránsito por la tierra y los sufrimientos que debemos padecer, a manera de los poetas ascéticos del XVII o del XVIII. Sin embargo, Barlach era una escultor ascético y doloroso.
Me gustaría conocer bien su vida. Es un hecho importante que hubiese sido muy amigo de Kathe Kolwitz. Los rostros de las figuras que ambos ejecutan se parecen, son de una misma raza campesina y trabajadora, aunque los de ella estén hechos con una mayor naturalidad, sean menos angulosos y más sentimentales. Tambien es curioso que no haya desnudos en su obra, por lo menos yo no los he visto, que tenga necesidad de largos mantos y capotes para envolver los cuerpos. Es, quizá, otra señal de ascetismo y tambien de su debilidad por los pliegues verticales del gótico. Tambien puede ser un modo de caracterizar al pueblo, su pueblo, aún sin que las ropas tengan una referencia a las costumbres, a las modas, de los años de su vida.
Perdóneme estas divagaciones. A veces pienso en cuestiones como ésta cuando dejo de trabajar. Trabajando, usted debe saberlo mejor que yo, no puede pensarse en ellas. Uno reflexiona sobre lo que hace y la intuición nos va llevando de la mano, aún sin quererlo. Hay mucho de misterio en lo que uno hace, bueno o malo, y de herencia que no está concretada en cláusulas testamentarias.
Me acuerdo ahora de su relieve maravilloso, purísimo, de la muchacha desnuda en el balcón. De dónde le llegó a usted esa imágen? Para mí viene de la patria mediterránea de sus padres, de las cercanías del mar donde nacieron Venus y las ninfas. Las gentes del Atlántico, que desde siglos vienen admirando esas formas, cuando se enfrentan con un desnudo son mucho más despiadadas, incapaces de representar semejante pureza, toda esa castidad. Ejemplos los desnudos de Rembrandt, la Betsabé, los de Rodin. Vuelva a perdonarme. Posiblemente no sé lo que escribo. Escríbame y envíeme noticias. Empezamos a sentir nostalgia de Buenos Aires y de los amigos. De las nubes que pasan por encima de la terraza de la casa de la calle Montevideo y del paso de los largos trenes de Retiro.

Saludos a todos los amigos y un gran abrazo de Maruja y mío para Germaine y para usted:

[Seoane]

1967-02-15 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 15/02/1967


Buenos Aires, Febrero 15 de 1967

Señor
Luis Seoane
Madrid

Querido amigo:

Recibimos vuestras cordiales expresiones, que agradecemos mucho a Maruja y a Usted.
Precediendo a sus afectuosas palabras, me llegó el calendario con reproducciones de esculturas de Barlach, el escultor alemán cuya humanidad ganó mi admiración desde los comienzos de mi larga autodidacia de escultor, de artista.
Siempre me impresionó, en su escultura, el drama que la agitaba, a través de sus originales expresiones artísticas.
Las esculturas que reproduce el calendario alemán confirman mi entusiasmo cuando conocí su obra, en piezas mas dramáticas, más aún de las reproducidas aquí.
Gracias, de nuevo, por el buen recuerdo.
Su carta de España me alcanzó mientras leía el cuarto tomo de las memorias de Erhenburg: La Nuit Tombe. Sus recuerdos de España, de las virtudes del pueblo español, son tan sentidos, tan entrañables, que comunican su amor a la condición humana de la gente con la cual alternó y vivió en las buenas y en las malas. Qué exaltación del poeta y del hombre MACHADO.
Mientras tanto, nos llegan noticias de lo ocurrido en Baeza; de lo ocurrido con María Pineda, y de lo actual... y de la consagración del poeta a través de Pablo Serrano.
Hace unas noches nos reunimos en casa de Scheimberg para enterarnos del gran homenaje de Francia a Picasso, en el hermoso catálogo que Ud. le envió. Con nosotros estaban Sima e Isaac Kornblith y Bernardo Waisman. Pero es un catálogo para ver detenidamente.
Aquiles Badi, recordando mi amor de Florencia, me envió por unos amigos una publicación de reciente aparición:
Firenze–I giorni del Diluvio que es una nueva versión de Apocalipsis, lleno de reconocimiento a la solidaridad, la fraternidad del pueblo florentino.
De Aquí, poco de bueno. La crisis hace viajar a todos. Deseamos que Uds. vivan lo positivo de lo que ven y saben.

Los abrazan Germaine y este su amigo que lo hace trabajando fuerte, enriqueciéndose en su pensamiento y en su producción. De cuyos frutos no hemos de tardar en ver, con Uds.

Falcini

1967-01-19 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 19/01/1967


Madrid, 19 de Enero de 1967

Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Recibimos la fotografía que nos envió de una obra suya con las felicitaciones para este año que agradecemos mucho. Me alegró encontrarnos en Madrid con una imágen de su escultura, siempre rigurosa, pero dejando traslucir tras el rigor su apasionada fé en la vida, en el hombre y en la naturaleza, que es lo que el artista debe fundamentalmente revelar cualquiera sea el género de sus búsquedas y el camino estético que lo oriente. Eso es el realismo, tal como yo lo entiendo, todo lo demás es formalismo, academia, dejarse ir por cauces que otros iniciaron.
Acabamos de ver una exposición de escultura de un gran artista español, Pablo Serrano, toda ella compuesta de formas deducidas de la naturaleza, barrocas si se quiere, como puede ser barroco un árbol, la tierra y el mar tormentoso, presidida por una gran cabeza (creo tiene un m. de alto) de Antonio Machado, copia de otra que la policía le retiró en Baeza en un acto que intelectuales y estudiantes habían organizado para colocar una placa en la casa en que había vivido el poeta en los años en que había sido profesor en esa ciudad. La cabeza que le hizo Pablo Serrano es, efectivamente, monumental, como una mascarilla gigantesca, pero plena de vida, dejando traslucir a través del rostro fielmente reproducido la enorme sabiduría y la humanidad de Machado. Es tambien un canto a la vida lo que ejecutó Serrano, un canto al hombre y poeta que fué Machado, un canto elevado en bronce que ha de perdurar por mucho tiempo. Esta copia, la que ahora se exhibe en una galería madrileña, la acaba de adquirir el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York, mientras la otra continúa encerrada en un depósito policial.
Así viene siendo España desde hace siglos. Ningún pueblo ama la libertad más que sus hijos y ninguno la escarnece más. Poco antes de llegar nosotros a Madrid un congreso de críticos de arte españoles pidió se incorporase al Museo del Prado el Guernica de Picasso y es posible que algunos de los que piden esto ahora hubiesen dado lugar al dolor de Guernica, pero el ir dando tumbos del blanco al negro, blanco y negro extremos, de la cal al carbón del infierno, es una condición española, al menos de gran parte de España, pues en Galicia el pueblo se deja llevar por la fatalidad y su condición es la de los vagabundos y peregrinos.
Sentimos mucho la noticia del fallecimiento de su hijo y lamentamos no haber estado en Buenos Aires para acompañarles. Recibí carta de Frontini. Mañana o pasado le contestaré. Debo carta a muchos amigos. Saludos. Por hoy reciban Uds. el abrazo de Maruja y mío, acompañándoles en su dolor:

[Seoane]

1966-12-26 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 26/12/1966

Buenos Aires, 26 Diciembre 1966

Señor Luis Seoane
Madrid

Mi querido amigo:

Su hermosa carta de París, fechada 13-12-66, llegó en momentos difíciles para nosotros. Días antes, el 10 de diciembre, perdimos al hijo; después de una larga dolencia y una penosa intervención quirúrgica, un cáncer generalizado se lo llevó, cuando pensábamos que se recuperaba.
Sus cartas del París de Picasso, con la evocación de mis primeros amores con la escultura, confirmándolos, me hizo bien:
La terrible imagen de Rotterdam devastada de Zadkine, la figuración más impresionante de este gran escultor, tan vinculado a cierta escultura gótica y tan saqueado hoy por tantos escultorcitos que pretenden explotar sus soluciones, sin recordarlo. Comparto su impresión y su juicio, Seoane. Lo mismo le digo de la obra total de Barlach. Ignoro aún El ángel de los muertos de Colonia. De Kathe Kollwitz conocía la escultura monumental Los padres de duelo, cuya realización escultórica me impresionó, sin saber que recordaba al hijo muerto en la guerra. Tampoco sabía que Barlach y Kollwitz fueron compañeros de lucha. Las imágenes del dolor humano de Nuestra señora de las ruinas, como la de La cruz de la peste, todas forman un rosario de obras comprometidas por su significación al extremo de su carta me estimula para el trabajo. Tuvo usted Seoane en esta carta el acierto psicológico que yo necesitaba.
Además, su entusiasmo ante lo que va descubriendo en su deambular por el arte del presente y del pasado es muy comunicativo, máxime frente a la exposición de Picasso. Todavía se expone, en Di Tella, 150 grabados del monstruo sagrado, todos de la colección Leirís [?]. Es una muestra impresionante. En estos momentos estamos gestionando la muestra en Bs. As. de los óleos de Picasso que están en Leningrado, di Tella se haría cargo de los gastos.
1966 será y es el año de Picasso, veremos si él autoriza el préstamo de las obras. Yo lo tendré al tanto de las gestiones.
Todavía no me llegó el almanaque con las reproducciones de Barlach que desde ya le agradezco con un gran abrazo para ustedes dos, los mejores votos para 1967.

Falcini

PD: Sus cartas van circulando entre los amigos.

F.

1963-12-23 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 23/12/1963


Buenos Aires, diciembre 23 de 1963

Señor Luis Seoane
Madrid

Mi querido amigo:

El 26 de Noviembre, día de su muestra en Madrid, recibí su carta anunciándomela. Dejé pasar unos días antes de contestarla. Aquí, también, con interminables y copiosas lluvias y, como un descanso, aproveché la oportunidad de pasar unos días en Miramar, en la simpática casa de Petroni, en un lugar privilegiado desde donde se ve el mar con sus variantes, cuyo aire tonifica y pone alas al cuerpo y al espíritu.
De vuelta, me llega su carta comunicándome el éxito de su exposición. Éxito de público y de crítica y, sobre todo, la resonancia que tuvo en la juventud, con la consiguiente satisfacción suya de artista, que nosotros comprendemos y valoramos con la alegría de amigos que le quieren bien.
Comprendemos que haya podido superar los temores que nos acosan en vísperas de exhibir nuestra nueva imagen, nuestra última expresión artística, máxime en un medio del que Ud. faltaba desde hace tiempo. De modo que su muestra debió resultar una revelación para muchos.
Yo, particularmente, valoro su éxito y sobre todo su resonancia que es la justificación de la labor de todo artista auténtico: trascender. Si lo sabré yo! Pues, al silencio que recibió mi muestra en Bonino, silencio que se acrecentó con mis cinco últimos envíos al Museo Nacional de Bellas Artes, a pesar de ser invitado por su dirección.
Razón de más para celebrar sus éxitos, imaginándonos la alegría suya y la de Maruja en el reencuentro con la tierra de sus amores, de sus amigos de siempre. Está demás decirles que los recordamos siempre, extrañándolos mucho. Mi viejo sueño!
Aquí hemos realizado una exposición de trabajos como homenaje a Siqueiros preso. En estos días salió la primera tanda de trabajos que ha de constituir la Sala Argentina en el Museo de Bellas Artes de La Habana, con obras donadas a tal fin. Preparo en estos momentos una reproducción en material granítico de la Mujer del Éxito con destino a la España que queremos, a la España del pueblo.

Celebrando la recordación del escultor Alberto Sánchez que conocí en 1953, recuérdenos a Maruja y Ud. reciba un fuerte abrazo de

Falcini

1963-12-09 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 09/12/1963

Madrid, 9 de diciembre de 1963

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

En una carta que he escrito hoy a Scheimberg, hablo de la exposición mía en Madrid. Falta una semana para cerrarse y constituye un éxito de crítica y público, como a él le digo. Se han publicado muchas notas y artículos y muchos jóvenes desfilan por ella. Les sorprende la pintura, los grandes contrastes y espacios de color en un momento en que la pintura española se ha ennegrecido más que en ninguna época anterior, y la falta de materia, de lo que ahora se llama materia, cuando a la pintura de aquí, como a la de todas partes, a esa materia se le arriman materiales, a veces en demasiada cantidad. Y sorprenden tambien los grabados cuando aquí muchos pintores están preocupados por éste género de arte.
Me pasó, pues, el miedo al fracaso que tenía antes de la inauguración de esta exposición. Ayer estuvo en ella una amiga de usted y de Castagnino, pintora, Carlota Malamfant, creo que son así su nombre y apellido, que me dijo que en vísperas de venir a Europa había estado con usted y que había visto en su taller nuevos trabajos suyos que elogió calurosamente. Hablamos de usted y también de Castagnino, que según parece debió haber venido a París por las noticias que ella tenía, luego de haber sido elegido académico, nueva que yo no conocía y que me alegró, pero que debe suponer el fallecimiento de algún académico anterior que no sé quien habrá visto.
Aquí estuve con Larco que estos días celebra una exposición de acuarelas en otra galería madrileña, y con Alberto Greco, que ahora inventó un nuevo movimiento pictórico, el “vivo-dito”, por el cual ya apenas pinta y lo que hace más bien es acotar lo que le gusta y firmarlo. Hizo algunos escándalos inofensivos e ingénuos que no trascendieron demasiado. Estos días marchó a Galicia en busca de unas pequeñas figuras modeladas en miga de pan y coloreadas, que son tradicionales en las cercanías de una ermita medieval a la que van muchos peregrinos.
En Madrid se ve mucho pintor extranjero, del norte de Europa e ingleses y bastantes japoneses y filipinos. Entre las exposiciones que ví últimamente vi una de pintores de muchas nacionalidades que viven en las Baleares. Casi todos, o todos, informalistas o aformalistas. Muchas barbas, pantalones tejanos o yanquis y materiales en los cuadros. Entre ellos un escultor alemán que presentaba un gran bulto negro, del negro de los viejos lutos, tétrico, de un barroquismo absurdo no pensado producido por ramas de árbol y telas que las envolvían, que aparecía como una gran araña gigantesca, o un mónstruo desconocido, y que me pareció solo adecuado para una película de Boris Karlof, o algunas de las de miedo de episodios de mis años infantiles. No comprendí su destino. Tenía cuatro o cinco metros de alto y tuvieron que sujetarlo a la pared de modo especial, quizás por su peso. Es posible que tampoco su autor clasificase esta obra como escultura, sino como pintura. Tampoco lo sé. No deja de ser curioso sin embargo que para algunos españoles este tipo de arte constituya como un modo de aproximación a un posible ingreso en el Mercado Común Europeo. El resto de la exposición resultaba más discreta, siempre, naturalmente, informalista o nuevos figurativos a la manera que se conocen en Buenos Aires.
Estos días me enteré de que en Praga, creo que en Praga, preparan una monografía del escultor Alberto Sánchez que usted conoció. De aquí envían fotografías de sus obras, las que pudieron encontrar o hacer de antes de la guerra y de sus dibujos satíricos.

Esto es todo por hoy. Reciba usted y los suyos el cariño de Maruja y mío. Y un abrazo grande de:

[Seoane]

1963-11-20 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 20/11/1963

Madrid, 20 de noviembre de 1963

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hace unos días recibí su carta y no me puse a contestarla inmediatamente por todos los preparativos de la exposición, que se inaugurará el día 26 de este mes. Presenté 91 obras, 35 óleos y el resto grabados. En este momento tambien debe estar celebrándose otra mía de grabados en la Galería Engelberts, de Ginebra, pero no lo sé concretamente y espero carta de esa galería. En Madrid está lloviendo constantemente. Tambien aquí se habla del cambio de clima, pues a los madrileños parece les gusta más el año dividido en dos partes, de frío y calor, aunque sea de temperaturas exageradas. Pienso, sin embargo, que a los campesinos de Castilla, de los mismos alrededores de Madrid, les debe gustar esta lluvia. Castelao publicó una vez un dibujo que tenía el siguiente pié en gallego, que traduzco aproximadamente: “A los señoritos no les gusta la lluvia, pero les gustan las patatas”.
La novedad artística más importante de estos días es la muestra de grabados de Solana. Son 25 grabados aguafuertes que se reunieron en un álbum del que se hicieron unos 270 ejemplares en papeles distintos y cuyo costo va desde 160.000 pesetas por los primeros números, a 60.000 los más baratos, cifras equivalentes a 400.000 y 150.000 pesos argentinos. A Varela le he escrito que quizás el Museo de Bellas Artes de esa o el Fondo Nacional de las Artes debiera comprar alguno de los últimos para hacer más completa la muestra del pintor en el Museo de Buenos Aires. Algunos museos del norte europeo ya compraron ejemplares. El de litografías de Miró que actualmente se expone en Barcelona cuesta 210.000 pesetas y son 75 ejemplares. Es curioso como en todas partes se renueva el grabado y como cada vez más los artistas se dedican a él. Es como si conscientemente o no tratasen de encontrar una salida divulgadora y popular de su arte. Los de Solana son desde luego parientes en su desgarro de los de Goya, pero pertenecen a un mundo de él y tienen la calidad de sus óleos, aún siendo a veces deducidos de temas ya pintados o antecedentes de algunos de sus cuadros. Les falta el humor goyesco o en todo caso son de un humor distinto.
Solana recoge un trozo horrendo de miseria y lo pone a la vista de espectador y siempre parece decir: ahí queda eso, sin más comentarios. Goya les imprime como una intención metafísica, y el mundo sobrenatural mezclado con la intención social y política de su momento está presente en ellos.
Lo malo de Madrid es que para ver exposiciones quedan muy distantes unas galerías de otras, y, algunas, son de un snobismo en el lujo de su presentación que pienso que a mucha gente del pueblo les produce reparos entrar. Además sus encargados tan pronto uno pisa el umbral de ellas parecen hacer con la vista la radiografía del bolsillo del visitante. Es posible que esta especie de vendedores-rayos X sean útiles al pintor, pero si uno fuese comprador creo que los trataría como enemigos. Quizás estén permanentemente esperando al yanki que merezca el atraco. Nosotros volveremos seguramente en febrero. Es posible que antes ocurran sucesos notables que deseamos contemplar. Recuerden los últimos días de Evita presentándose en público obligada por las circunstancias del momento.
Las noticias de Buenos Aires parecen ser buenas según la información de los corresponsales de los diarios españoles y según las cartas de ustedes. Todo esto nos produce una gran alegría. Aquí conocí hace pocos días a un pintor, Usandivaras, de Salta, que desde hace años vive en España. No sé como es su pintura. Me dijo que estos días iba a exponer en La Coruña.

Bueno, esto es todo por hoy. Me acuerdo de todos los amigos y a todos les da usted un abrazo de Maruja y mío, así como a los suyos. Reciba usted otro fuerte de:

[Seoane]

1963-11-01 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 01/11/1963

Buenos Aires, 1 de Noviembre de 1963

Señor
Luis Seoane
Madrid

Mi querido amigo:

Recién hoy puedo contestarle a su carta del 11 de Octubre último, de Madrid. Hermosa carta iluminada con las saudades de su tierra, de la Galicia que celebró su vuelta. De la Galicia de su infancia, de sus comienzos, que Ud. revivió con la intensidad del amor milenario que la estirpe gallega tiene de su tierra y de su historia. Hermosa carta amiga de la que quería acusarle recibo en cuanto viera los grabados que Ud. le enviara a Sarita, según le anuncia en última carta. Pero como tardan en llegar, no demoro más estas líneas. Sarita le escribirá cuando le lleguen.
Sus amigos de aquí celebramos las noticias de la exitosa exposición de la Coruña, de la que he leído la presentación del catálogo y los comentarios de un joven escritor, que Ud. mandó a Scheimberg. Esta reaparición suya en España preanuncia, para nosotros sus amigos, la consagración que le valdrá la gran exposición de Madrid.
Lo veo, amigo Seoane, trabajando en el taller que le preparó Díaz Pardo “con extraordinarias vistas sobre el mar y montañas y castillos”. En esa rica naturaleza, que hizo sentir y pensar que la realidad, esa realidad, era superior a cualquier memoria que la idealiza¿se?. Frente a ella crece la libertad de la imaginación creadora, recreándola.
Esa libertad creadora que [en] la Edad Media ha sembrado sus lares de tan nobles expresiones escultóricas, que provocan su justa estimación en oposición a las adocenadas manifestaciones de finales de siglo y comienzos de este Este juicio crítico, que yo comparto plenamente con mi admiración hacia el hondo humanismo del arte románico, me resulta oportunísimo por su aplicación a algo que termina su carta amiga.
En efecto. Me satisface su contento de pensar que yo podría realizar el monumento a Lisandro de la Torre. Mi proyecto gustó a amigos y hasta a algunos de los integrantes de la comisión de amigos de de la Torre que organizan el homenaje, motivó el entusiasmo de que dio cuenta Sarita a Uds. Y aquí viene la aplicación de su juicio sobre la escultura monumental de fin de siglo: la mayoría de la comisión organizadora desea una efigie a lo finisecular. Y han cerrado nuestro entusiasmo con su negativo silencio. Qué mediocridad!!!
Espero sus noticias de Madrid, de cómo le fue en Madrid. Mientras tanto reciba con Maruja nuestros saludos afectuosos y un abrazo para Ud. De

Falcini

PD: De nuestra realidad podré decirle algo de mi próxima, cuando hechos confirmen o nieguen esperanzas; muy pronto. Por ahora, el hecho más significativo fue la entusiasta admiración al pueblo español que se tributó al poeta Marcos Ana y a los presos españoles.

1963-10-11 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 11/10/1963


Madrid, 11 de octubre de 1963

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Ahora debo carta yo. Ayer he escrito a Sarita dándole algunas noticias generales nuestras. Voy también a escribirle a Scheimberg. Hemos regresado hace pocos días de Galicia y estamos adaptándonos con saudades de esa tierra, a Madrid. No quiero escribir demasiado sobre mis impresiones, prefiero hablar a mi regreso, me resulta por ahora más cómodo. Todo se produce con una gran sutileza. Algo semejante a El proceso de Kafka. Mi exposición de La Coruña, se lo escribí a Sarita y Varela, constituyó un éxito y ahora preparo la de Madrid, óleos y grabados. He pintado en Suíza y Galicia.
En este último lugar, en un estudio espacioso con extraordinarias vistas sobre el mar y montañas y castillos, que me preparó en su fábrica Díaz Pardo. Creo que nunca volveré a trabajar en un sitio de mayor belleza y más cómodamente. Hice algunos cuadros grandes, dos de dos metros de ancho, con temas gallegos, además de grabar. Algunos días con Maruja y el matrimonio Díaz Pardo viajamos por sitios que conocía antes y de los que me quedaba el recuerdo. Siempre tuve miedo que éste fuese superior a la realidad pero me encontré que ésta, la realidad, era superior a cualquier memoria y que la idealización que producen juntos tiempo y nostalgia resulta un esquema disminuído de aquella.
En Betanzos, una pequeña ciudad medieval cercana a La Coruña, que tuvo su esplendor en la antigüedad y la Edad Media siendo un notable puerto comercial que traficaba sobre todo con Francia e Inglaterra, aparte de sus iglesias románicas y de su trazado urbanístico, volví a ver el sepulcro historiado de Andrade, del siglo XIV, con la estátua yacente del noble, de caza en el ataud de piedra y todo ello sobre dos enormes jabalíes, animales totémicos de la casa de Andrade. Creo que debe ser difícil encontrar su sepulcro más rico y severo de esa época en la Península Ibérica y que al mismo tiempo sea fiel testimonio de la rudeza del período histórico a que pertenece. Este sepulcro me hizo pensar que mucho más que las crónicas con su relato de hechos es el arte el que nos va fijando el verdadero carácter de un período histórico. Estos ingenuos momentos de Madrid hechos a finales de siglo y principios de éste, de señores de levitones o señoras de abundantes pechos y ropas, decorados con armas, arpas, paletas y libros, según el oficio y arte en que había sobresalido el representado, es fiel espejo de una época de España.
Una época en que tambien los primitivos santos rudos de su iglesia, fueron convertidos en muñecos asexuados para que los vistieran y adornasen las bobaliconas damas de la buena sociedad, y esto aún continúa. Es lamentable estar en una iglesia románica o gótica y encontrarse con estos adefesios vestidos de puntillitas y con búcaros y flores por todas partes que le impiden a uno la visión total de la arquitectura y aún de la escultura que pueda restar de otros siglos.
En el cementerio de La Coruña hay otro sepulcro contemporáneo que merece atención y es el que Bonome, un escultor gallego perdido y olvidado, hizo para Pérez Lugín, el autor de La Casa de Troya.
Me alegré mucho de la noticia de que usted ejecutará el monumento a Lisandro de La Torre en Buenos Aires, porque, aparte de cualquier razón de amistad y admiración por su obra de mi parte, no creo que ningún escultor esté en condiciones espirituales de sentir la rebeldía de De la Torre, su intransigencia, su disconformismo, como usted. Estoy seguro de que será uno de los más bellos monumentos de Buenos Aires. Le felicito, pues, muy sinceramente.
Escríbame aunque solo sean pocas líneas. Déme noticias de esa. Un gran abrazo para todos los amigos y usted reciba con el saludo para usted y los suyos de Maruja y mío, el abrazo de:

[Seoane]

1963-09-16 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Galicia
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 16/09/1963


Buenos Aires, Septiembre 16 de 1963

Señor Luis Seoane
Galicia

Mi querido amigo:

Su carta última me lo muestra feliz. Trabajando en casa de un amigo, enclavada en bellos paisajes de su Galicia, en un lugar que les actualiza a Ud. y a Maruja años de su formación, alternando con viejos amigos, amigos y gentes sencillas que les reverdecen el corazón. Y lo confirman una vez más en su amor por el humanismo de la Edad Media, cuya presencia tienen a mano en todo momento. Me los imagino como peces en el agua, en su elemento. La alegría que trasunta su carta nos aguza el deseo de oírles la voz contándonos lo que no pueden decirnos por carta. Esperamos entretanto el éxito de sus dos exposiciones en Madrid y en La Coruña, Galicia con los álbumes de grabados del Toro Jubilo y O Meco. La que piensa realizar en Madrid y en Galicia, antes de regresar a Buenos Aires, contendrán óleos?
La situación argentina nos obliga a ser espectadores. Si bien la palabras de nuevo equipo de gobernantes son tranquilizadoras, no lo son los actos últimos de los militares que todavía detentan el poder y no quieren levantar el estado de sitio. La amnistía es para los militares y civiles alzados el 2 de abril, pero ella no alcanza a los trabajadores presos por cuestiones gremiales. Lo que puede llegar a ser un caldo de cultivo...
Y todo esto con un equivalente que quiere ser de la plástica: el concurso actual e internacional de la fundación Di Tella: no ha tenido hasta ahora alguien que apruebe lo expuesto y menos los premios locales y extranjeros. Felizmente Butler exhibe en estos momentos un conjunto de óleos de verdadera calidad, reconfortante, en la galería Bonino. Días pasados, en la galería Witcomb se realizó el remanente de las obras de la Colección Palanza, donde un Picasso, firmado Ruiz Picaso, pintado en Barcelona, antes de la época azul, que tiene más de Nonell que de Picasso, alcanzó la suma de 4.500.000 pesos, que con la comisión se habrían pagado $ 5.000.000. Otra novedad es el nombramiento de Laxeiro como vicepresidente de la S. A. A. P.
Y para terminar, por ahora, le diré que yo estoy trabajando en todo lo que puedo. En octubre expondré en el Museo, con otros escultores, cinco esculturas últimas y, talvez, también en octubre y en una nueva galería Arthea, un conjunto mayor de trabajos: esculturas y dibujos. Por otra parte, los amigos de Lisandro de la Torre me han pedido el proyecto de un monumento recordatorio para ser colocado en la Diagonal Norte, frente al edificio YPF y de la C/H. ADE. Espero ahora que mi boceto guste y esté dentro de sus posibilidades económicas. Es un trabajo que me agradaría realizar. Así, pues, me espera mucho trabajo o mucho descanso. Lo más probable será esto último para completar mi ficha. Sabe Ud. que en estos momentos se pide para Siqueiros 16 años de prisión? En Noviembre haremos una exposición de homenaje a Siqueiros, integrada por trabajos de artistas argentinos que deseen testimoniar su protesta ante esa condena monstruosa. La muestra tendrá lugar en la nueva sala del Estímulo de Bellas Artes Maipú y Córdoba.

A la espera de noticias de Uds., vayan muchos saludos afectuosos de los amigos que retribuyen los suyos, de los míos y un fuerte abrazo para Uds. dos de este amigo de siempre.

Falcini

1963-08-22 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 22/08/1963


El Castro, 22 de Agosto de 1963

Sr.
Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estoy nuevamente sin escribir a nadie, viviendo en casa de Díaz Pardo y trabajando todo lo que puedo cerca de una de las más bellas rías de Galicia, a unos kilómetros de La Coruña, la ciudad de Maruja, y donde fuí a la escuela y viví. Estoy maravillado de la belleza que me rodea, que casi tenía olvidada y de las gentes del pueblo que veo y con quienes hablo cuando tengo oportunidad. A Scheimberg le escribí una carta seguramente absurda pero en la que quería expresar este encantamiento.
Veo mucha gente amiga que fueron compañeros míos en mi época escolar, o a parientes que hacía muchos años que había dejado de ver. Y de vez en cuando hacemos alguna salida para ver alguna ermita o monasterio románico en los alrededores de La Coruña, o un viejo castillo derruido, contemplando ménsulas y capiteles que representan vicios y que le traen a uno el recuerdo de la fuerte inquietud social de la Edad Media y todo el esplendor pasado de este país. Tendremos, a mi regreso, mucho que hablar de todo esto de entonces y de la actualidad gallega y española. Ahora no puedo. Entre otras razones porque tengo que ordenar las impresiones que recibo. Creo que estamos en vísperas de un nuevo renacimiento espiritual, llamémosle así, de España. Existen aspectos sutiles, que no se conocen, no pueden conocerse, como es natural, a distancia y de los que tampoco se puede tener idea pasando unos pocos días en cualquiera de sus ciudades.
Creo que antes de volver a Buenos Aires voy a realizar dos exposiciones, una en Galicia y otra en Madrid. Aquí en La Coruña sale estos días un álbum de grabados a dos colores, El toro Júbilo, sobre una costumbre castellana y, dentro de diez o quince días más, otro, O Meco, sobre una leyenda gallega que dicen algunos dió orígen a Fuenteovejuna de Lope de Vega. 19 grabados entre los dos álbumes que son por los colores en realidad 38.
De ahí las noticias que envían las agencias son contradictorias. No podemos tener idea de la realidad argentina por los diarios. Me gustaría que ustedes me escribiesen sobre esto. No recibo carta ni noticias de nadie. Seguramente debo yo carta a todos y me hacen pagar mi falta de respuesta, o se han perdido cartas, lo que me parece improbable.

Un abrazo a todos los amigos de Maruja y mío, a los suyos y usted reciba el muy fuerte de su amigo:

[Seoane]

1963-07-05 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Galicia
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 05/07/1963


Buenos Aires, Julio 5 de 1963

Señor Luis Seoane
GALICIA

Mi querido amigo:

Recibí su tercera carta, ésta desde Madrid, leímos la que envió a Scheimberg y la que recientemente recibió Sarita. Todas tan jugosas como suyas, que revelan la alegría de Uds. dos de encontrarse en Europa, y muy especialmente en España. Tardé en responder a su última carta, esperando poder darle alguna buena noticia de la Argentina, esperando que aclare. Pero la situación está tan confusa que nadie entiende nada ni vé nada que permita forjar esperanzas inmediatas. Esta noche termina la campaña electoral. Pasado mañana será día de votar, con la proscripción del partido comunista y el veto a todos los candidatos peronistas o sospechosos de tales o de contactos sospechosos. Y como casi todos los partidos especulaban con el aporte peronista, han caído en la redada: el conglomerado del “frente nacional popular”, los demócratas cristianos, la C. G. T. y los populares/conservadores. Han declarado la abstención y el voto en blanco muchos sectores cuyo número va engrosándose. Mientras tanto los aprestos militares, desde hace varios días, adquieren carácter alarmante de posibles reacciones sangrientas para reprimir explosiones multitudinarias. Talvez no ocurra nada de esto. De cualquier modo felicítense de estar lejos de aquí, por ahora. Imagine el clima en el que vivamos. Por poco sensible que se sea no se está para el trabajo concentrado. La cabeza y el oído están de continuo fuera del taller. Ya ven Uds. el panorama de la Argentina de estos momentos. Con todo, preparo mi envío a la muestra del Museo Nacional y la del Museo de Morón, sin descuidar mi envío a la Sala Argentina de la que le habló Scheimberg. Le agradezco su comentario sobre la exposición de Giacometti y su referencia a Rodin, con saludos de Sarita y míos para Maruja y un abrazo para Ud. de:

Falcini

Julio 10 de 1963.

Estimados Maruja y Seoane:

Deliberadamente postergué la continuación de esta carta por 2 motivos: 1º, actualizar nuestras noticias. Desde el 7 de julio comenzamos a vivir una nueva era de pacificación. Los resultados de los comicios dieron el triunfo a los Radicales del Pueblo, partido que no quiso entrar en combinaciones oportunistas, pues conocía su fuerza electoral. Tengo la impresión que la mayor parte de la ciudadanía está satisfecha por el resultado de estas elecciones. Ha quedado ratificada nuestra opinión que el pueblo argentino es fundamentalmente radical, mal que le pese a nuestros amigos utópicos. Además se ha desinflado el mito peronista (apenas el 20% de los votos incluyendo socialistas de vanguardia y comunistas) que debía regir el rumbo de nuestra política y botín codiciado por todos los partidos.
En estos momentos en la UCRI de Allende que ha ocupado el 2º puesto, se conversa sobre la posibilidad de apoyar a Illia en la junta de electores.
2º motivo: el envío de su remesa. Hoy por segunda vez llamaré al ing. Mario Aisenson para solicitarle el saldo de su compra. Si hasta mañana no me lo trajera, le mandaré un giro por $ 54.800 frmado de la siguiente manera: $ 30.000 de los Aisenson, $ 20.000 de Nélida y $ 8.400 –cobrados al Teatro del Pueblo por una compra que hiciera Carlos Alonso en la época de Malamud. Se trata de una Naturaleza Muerta, (óleo), que adquirió para ir formando el patrimonio artístico de su hijita Paloma. Además me he informado que tienen 2 cuadros suyos, un paisaje, óleo, titulado Árboles y un pastel grande Figura. A mi pedido iban a actualizar los precios.
Queridos amigos, aquí en nuestro ámbito familiar las cosas no han cambiado fundamentalmente; vuestra ausencia se hace sentir y mucho. Reciban de nuestros amigos y familiares un fuerte abrazo y mi afectuoso recuerdo.

Sarita

1963-06-19 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 19/06/1963


Madrid, 19 de junio de 1963

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hace bastantes días recibí su carta con las novedades de Buenos Aires y de ustedes. Estábamos en vísperas de venirnos a España a donde llegamos hace tres o cuatro días para encontrarnos con un tío nuestro que reside en Méjico, tiene 82 años y está en ese país desde cuando usted puede imaginarse. Hasta ahora hemos andado siempre con él y los otros familiares que residen aquí. No hemos visto nada de lo que nos rodea, no hemos estado con nadie que no fuese de nuestra familia y revivimos en nuestras conversaciones la Galicia de hace un cuarto de siglo. Aunque personajes anónimos, pertenecemos, parece, a la historia. Una historia vaga, confusa, de polémicas lejanas, escaramuzas callejeras, guerras y destierros. Resultamos un poco fantasmales y pueriles para los sobrinos más jóvenes.
Ellos tienen ahora, como teníamos nosotros hace muchos años, fé ciega en lo que hacen, piensan y en lo que consideran seguridad en los medios. Nosotros tenemos igual fé, pero un tanto gastada por los desengaños y el tiempo. Somos tres generaciones los que nos reunimos a charlar, separados por un lapso aproximado de un cuarto de siglo de tiempo entre las tres, y no acertamos a tener una visión común de esta vida actual. Nos une sin embargo una misma libertad en el juicio y una misma actitud negativa y anárquica que parece distinguirnos de siempre para cualquier disciplina. Una actitud que quizás llevamos transmitiéndose en la sangre desde épocas muy remotas. Que pervive por una especie de memoria ancestral de una libertad perdida, no sabemos cuando o muy lentamente a través de generaciones.
Pero no es de esto de lo que quería hablarle. Antes de salir de Ginebra vimos una exposición de óleos y esculturas de Giacometti que el año pasado llevó el premio de la Bienal de Venecia. Confieso que me interesó poco. Su pintura me pareció revuelta y sucia y muy sabida de memoria en su insistencia. Algo más su escultura si no me pareciese que ella nos trae la presencia de algo putrefacto y muerto. Entre El hombre que marcha de Rodin y El hombre que marcha de Giacometti, existe un abismo de vitalidad. En Rodin está verdaderamente la marcha del hombre y se dignifica la fuerza del hombre y de la marcha. En Giacometti es el hombre vencido quien parte y se trata de algo enfermizo o así lo aparenta. Es posible que muchos no estén de acuerdo conmigo. Lo que prefiero de él son las pequeñas esculturas.
Le agradecemos mucho las noticias de esa. Estamos sin más noticias que la de Le Monde que aquí, ahora, nos enteramos, no llega todos los días. Esta es una carta rápida.

Saludos a sus familiares y abrazos a todos los amigos de Maruja y míos. Usted reciba de los dos uno fuerte:

[Seoane]

1963-05-25 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Xenebra
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 25/05/1963


Buenos Aires, 25 de mayo de 1963

Sr. Luis Seoane
Ginebra

Mi querido amigo:

Su carta con noticias de la resonancia que tuvo en Suiza el fusilamiento de Grimau, particularmente de las organizaciones sindicales, cuya protesta fue rematada por la simbólica ofrenda floral lanzada a las aguas del lago para que el Rhône llevara esas flores a la costa española, me emocionó de veras, primero, porque revela esa capacidad de reaccionar ante tamaña injusticia y, en seguida, por oposición a la apatía argentina, que nos avergüenza, por la insensibilidad que podría significar para propios y extraños.
Esta insensibilidad política, tremendamente antisocial, ayer tuvo entre nosotros, si no me equivoco y si es una reacción popular, la acción de un “comando para combatir el hambre”. En el Minimax Superket, situado frente al Parque Rivadavia, sustrajeron un camión cargado de siete u ocho toneladas de verduras, con el que se trasladaron a una villa miseria, de Villa Lugano, donde distribuyeronle entre los moradores que al parecer lo esperaban. Con los alimentos recibían volantes anunciando la organización de comités de lucha para combatir el hambre, la miseria y la desocupación. La comisaría no tomó medidas contra nadie, para evitar la resistencia de los beneficiados. Y los demás...
Por otra parte, el diario La Nación de hoy da un extenso telegrama, procedente de The New York Times donde dice que la Falange española está bajo la amenaza de división, en un acto. Cantarero del Castillo previno que a menos que se llevara a cabo reformas sociales en España, el proletariado “establecerá su dictadura”. Ojalá anuncie buenos vientos para el pueblo español, hacia un ascenso tan esperado.
Y la Argentina sumida en el desconcierto de sus dirigentes hoy nos enteramos de la ley monstruosa que el desgobierno acaba de promulgar para reprimir las actividades comunistas en el país, decreto que puede alcanzar a todos. Es un estímulo a la delación, a la calificación canallesca, a las venganzas de la ambición. Este decreto homicida tiene un segundo, que legisla sobre el doble visado para viajar de y a España.
A pesar de ello, María Casares, en Yerma, pudo provocar y conocer, como Gori Muños, con su arte, la admiración delirante de nuestro público, desde las salas del Teatro Municipal San Martín. Esto por lo español. Y por lo ruso–soviético, el estadio del Luna Park vibró del entusiasmo de millares de personas, durante muchas noches, celebrando la alegría oriental del Ballet Moisseiev, espectáculo de ritmos y colores folklóricos.
Pasando a otras actividades: la galería Bonino inició sus actividades del año con una muestra de pinturas de Vidal, Pellegrini, D´Astrel Baldasua, Batlle Planas, Aizemberg y Seguí, con el título A partir de Vidal. De los tres primeros hay opinión hecha. De los otros me interesan los envíos pictóricos de Basaldúa, cuya figuración evoca con una intensidad colorista. Y Seguí, con un intenso expresionismo menos sabio, más instintivo. En Riobo, Alonso hace un alarde de trabajo en muchas aguadas, en las que persiste un desorden en procura del espacio, que no logra claridad, según mi ver.
Yo trabajo en la preparación de lo que constituirá mi envío a la muestra de esculturas que Romero Brest prepara para la segunda de Julio, en el Museo, de un número limitado de escultores, con otro de pintores, reunidos bajo el signo La generación madura se expresa.
Usted, Seoane, cuándo muestra sus trabajos en Suiza? Tiene taller? En buenas condiciones? Está pintando? o grabando?
Mucho le agradezco sus buenas y cordiales expresiones para mi Mujer del Éxodo y, sobre todo, sus afectuosos deseos de que la veamos en Madrid, cuando las cosas cambien. Supongo que Ustedes habrán recibido las cartas de Scheimberg y la de Sarita, que les dicen cómo los recordamos y extrañamos.

Los míos retribuyen vuestros saludos, los amigos les hacen llegar los suyos; a Maruja y a Ud. un fuerte recuerdo mío y Ud. reciba un abrazo de:

Falcini

[Escrito na marxe esquerda:] Una noche vimos unas interesantes pinturas de Lea Lublin que piensa exhibir en la Galería Riobo, en agosto próximo.

1963-05-07 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 07/05/1963


Ginebra, 7 de Mayo de 1963

Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Me llegó su carta en vísperas del 1º de Mayo, que aquí se celebró con una gran manifestación encabezada con las banderas de Suíza y la de España republicana, ésta con crespones negros. Fué el tercer acto en esta ciudad dedicado a Grimau. El segundo, que fué la protesta de todas las organizaciones sindicales, se remató con una ofrenda floral. Se lanzaron al lago dos coronas de claveles blancos y centenares de claveles rojos para que el Rhône llevase simbólicamente esas flores a la costa española. Un elemento obrero muy activo en esta ciudad parecen ser los anarquistas. Los socialistas acaban de ganar las últimas elecciones del Cantón y el Partido del Trabajo, comunistas, aumentó en la ciudad sus votos. Europa efectivamente está convulsionada, y se vé, aunque no sea Suíza la mejor ventana para ver; pero, a diferencia de lo que ocurre en la Argentina, las posiciones están tomadas por los distintos sectores populares, son muy claras, y las gentes actúan con una serenidad que ahí se desconoce. Además les ayuda su larga historia. No se trata aquí de soltarle al primero que protesta una andanada de nombres que van desde San Martín a Uriburu por ejemplo, para mostrarlo antipatriota. Ni el ejército, aunque se subleve, se siente tutor de la patria. Napoleón, Garibaldi, el Gran Capitán, o Guillermo Tell, son muertos que viven en la gloria de sus países, pero que están verdaderamente muertos para la historia actual.
No es una guerra entre rosistas y sarmientistas la que está planteada, sino entre dos formas de civilización y en ella se notan, viviendo aquí, los avances y retrocesos, el terreno que se ceden para dar batallas. Ocurren fenómenos como el de Suíza, un país sin trabajadores propios, que dejaría de ser próspero sin la mano de obra italiana, española o griega. Aparte, naturalmente, el depósito de los capitales negros procedentes de todo el mundo que engrandecen la banca de este país y que hacen que su prosperidad sea en parte absolutamente inmoral y haga más patente la hipocresía de ser un país campeón de la libertad. Su banca, las leyes del Estado, amparan a los Gómez de Venezuela, a los Trujillo y a los Perón. Al menos esconde para los pueblos los tesoros que les arrebataron.
En Winterthur, vimos el famoso Museo de Oskar Reinhart y había que hacer un esfuerzo para no recordar, viendo tanta espléndida obra de arte, que su inmensa fortuna se debió en parte a la fabricación de armas y a las guerras. El Sr. Oskar Reinhart, un apacible técnico de la muerte, coleccionaba fundamentalmente pintura alemana, austriaca y suíza del siglo XIX, una pintura de género, tranquilizadora, bucólica, con vacas doradas en verdes montañas, campesinos endomingados, interiores de escuelas infantiles, tabernas donde el pintor mostraba la alegría de los trabajadores en los instantes de asueto, etc. El Sr. Oskar Reinhart luego de calcular la eficacia mortífera de sus armas se sentaba seguramente frente a esos cuadros y sentía una paz infinita, veía bellos desnudos, flores, niños angelicales, las colinas del Tirol, los azules lagos. Böcklin le proveía de leyendas y Anker de retratos de niños. Los artistas acudían a adorar la naturaleza, la vida, seguramente por los mismos años de Reinhart. Bourdelle veía en las pastoras de cabras de su país diosas del Olimpo y adoraba cada movimiento de un cuerpo. Miss Duncan decía, aproximadamente, “es como una sacerdotisa eterna, ella evoca todas las grandes obras de la más noble y alta antigüedad”. Reinhart no veía la vida, a la Duncan, a todo lo que es bello en la tierra, sino su anécdota a través de los cuadros. A la vida la mataba con su actividad. La idea que tenía de la vida es la que tiene Suíza de la libertad. La libertad es la vida, vivirla, no los reglamentos, ni las leyes. Un griego fue siempre un hombre libre y un italiano y un español, aunque los quemasen y los matasen.
Me extendí quizás demasiado y aún no le felicité por La mujer del éxodo colocada en el jardín al aire libre. Al aire libre es donde siempre debiera estar. Debe quedar espléndida y me alegro mucho de esa decisión de Romero Brest. Los momentos que se ven por Ginebra son bastante flojos. La mujer del éxodo en los jardines del Lago Léman tendría un emplazamiento extraordinario y con una figura de Rodin, El deseo, que ví hace pocos días en una plaza, un poco perdida, honrarían el jardín, al lago y a la ciudad. Pero mejor quedaría en Madrid, si las cosas cambiasen.

Saludos a los suyos, un abrazo a todos, todos, los amigos, de Maruja y mío y usted reciba uno fuerte de:

[Seoane]

¿Por qué no me escribe Scheimberg? Le escribí dos cartas, ¿es qué no le llegaron? Maruja le escribió tambien a Aída.

1963-04-24 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Xenebra
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 24/04/1963


Buenos Aires, 24 de abril de 1963

Sr. Luis Seoane
Ginebra

Mi querido amigo:

Hace varios días que me llegó su hermosa carta de Ginebra con su amplio panorama de Suiza y de los suizos, con su penetrante visión de hombre y artista latino. La hice leer de Sofovich, y yo leí la que le usted envió a él, en Ranelagh, en compañía de Elsa, Sarita y María Luisa Sofovich, recordándoles a Uds. dos viendo la casa que fue de Uds., lamentando todos que se hubiesen desprendido de ella. En fin, recordándoles mucho. Al día siguiente en lo de Scheimberg nos intercambiamos la lectura de las respectivas cartas recibidas. Todos esperamos que allí les esperen muchas satisfacciones: trabajos, exposiciones, compras, resonancia artística pública, buena acogida de la crítica y de los artistas, sin excluir –claro está– del público visitante de las muestras y que no olviden de viajar mucho durante la estadía en Europa, que se las deseamos larga y provechosa. Sé muy bien que llegan a una Europa convulsionada que ofrece al hombre sensible aspectos desagradables y otros agradables que compensan y justifican el viaje, máxime sabiendo que han dejado una Argentina en manos militares engreídos de su fuerza material y de su incultura política y general, que han impuesto el miedo y el desasosiego que paraliza las mejores intenciones en todos los sectores del país. Hoy se anuncia ya la postergación de las cacareadas elecciones generales, con las proscripciones conocidas. Se han prohibido las manifestaciones el 1º de Mayo y la C. G. T. ha resuelto acatar la prohibición, tratar de realizar actos en locales cerrados. Pero, hasta ahora, no se advierte ninguna reacción popular...
El fusilamiento del comunista español no tuvo repercusión entre nosotros, al menos ostensiblemente. Indiferencia o inactividad por temor? Hasta cuándo?
El Museo Nacional de Bellas Artes ha comenzado a exponer esculturas al aire libre en una parte de los jardines que rodean a su edificio. Entre ellas figura mi Mujer del Éxodo. Comienza en la ciudad el movimiento artístico a través de las exposiciones. Entre nuestros amigos el asunto [Evgueni] Evtouchenko y sus derivaciones actuales y futuras da lugar a fuertes y apasionadas discursiones...
Advierto los diferentes panoramas que muestran en su carta y la mía, por ello los felicito una vez más por haber emprendido el viaje, aún con deseos de volverlos a ver pronto. Mientras tanto reciban, Ud. y Maruja, nuestros saludos, de los míos, y de este su amigo, un fuerte abrazo para Ud. de

Falcini

1963-04-01 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 01/04/1963


Ginebra, 1 de Abril de 1963

Sr. Luis Falcini
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hace veinte días que estamos en ésta y hasta ahora no traté de hacer otra cosa que mirar y, cuando pude, ver y comprender. Las ciudades suízas son encantadoras, más, para mí, las de la Suíza alemana: Berna, Basilea, Zurich, me gusta lo que tienen de medieval estas ciudades, sobre todo Basilea y Berna y encontrar el arte por sus calles, bueno y malo, pero siempre hecho con amor y oficio. Me gustan las fachadas pintadas, con relieves, o solo con viñetas heráldicas y frases en caracteres góticos que no entiendo, pero distribuídas de manera que uno puede encontrar en su disposición el genio gráfico suízo. Es un arte racional el que hacen las gentes de este pueblo. Racional como sus máquinas y sus comidas.
Suiza va siendo una inmensa máquina donde los hombres actúan formando parte de su engranaje y cuando tienen tiempo para detenerse a pensar en sus vidas sueñan con el apasionado desorden latino, o con la supuesta vida libre en la para ellos desconocida América de las grandes pampas, horizontes y selvas. La misma belleza del paisaje está aquí muy construida y pensada. Apenas queda rincón que el hombre no hubiese diagramado. Se trata de un esfuerzo de siglos y el propósito de libertad que les llevó a hacer este país condicionándolo a las montañas, los ríos y la nieve, y a racionalizar su religión, acaba por encadenarlos. Pienso que la vuelta de muchos suízos a la iglesia católica es un regreso instintivo a las viejas supersticiones, a la poesía de las imágenes y los ritos, a la anarquía teológica y al desorden y variedad latina que distingue a esta iglesia. Nosotros, herederos de Grecia y Roma y de las leyes bíblicas, que la iglesia nos resumió en catecismos y más bien procuró hacernos olvidar, buscamos algo de ese orden y racionalidad que a ellos ahora les distingue. Pero corremos el peligro de sumirnos en otro exceso y en la nostalgia de la acción instintiva, humana y verdaderamente libre. Perdóneme esta disquisición.
Al arte suízo le falta en general dejarse llevar por el instinto, por ese supremo valor del “me dá la gana” de otros pueblos. Todo está demasiado calculado y sabido, por esto, seguramente, su genio se expresa fundamentalmente en las artes gráficas, industriales y prácticas, lo que, a mi modo de pensar, no les desmerece, sino que los distingue. Son sobre todo notables e ingeniosos artesanos y su arte tiene siempre una finalidad colectiva. Se comprende que Le Corbusier sea suízo y hubiese inventado aquello de la “máquina para vivir” refiriéndose a la casa. Uno ve en los museos las habitaciones medievales de este país y ya entonces eran “máquinas para vivir”, como verdaderas máquinas semejan las fachadas de sus casas antiguas, cada ángulo de la decoración formada por las maderas obedece a una necesidad formal de resistencia y geometría.
Quizá esto explique a Max Bill y su concretismo. Pero uno come los sabios e insuperables chocolates de Suíza y a uno le queda en el paladar la nostalgia de los chocolates hechos a mano en las viejas ciudades españolas, heredado del descubierto en Méjico, menos dulce y más arenoso. Más primitivo y más humano, como ocurre con los quesos de Italia y España. He vuelto a ver a Hodler y a los primitivos suízos, Conrad Witz y Nicolás Manuel, se trata de extraordinarios técnicos de la pintura, de grandes pintores que hay que conocer, pero les falta el toque de dramatismo, locura e instinto, o el genio renovador de sus contemporáneos de algunas otras partes de Europa. Hodler pintó algunos cuadros con figuras yacentes. En ellos está todo lo que caracteriza a la muerte, el color y los gestos últimos, pero se trata de una muerte limpia, ascética, muy poco dolorosa y cruel, humanamente animal, tal como la descubrieron Rembrandt o Goya.
En los museos de Basilea y Zurich encontré nuevos ejemplos de escultura, incorporados a partir de 1960 por adquisición o donaciones. A la entrada del Museo de Zurich junto con La puerta del infierno de Rodin y la gran escultura de Lipschitz están ahora Moore y Marino Marini con una maternidad y un caballero, respectivamente. En el patio del de Basilea junto con Los burgueses de Calais de Rodin, está otro caballero de Marini de bronce, como el de Zurich. Pero más que en escultura es en pintura en lo que aumentaron estos museos. Extraordinarias piezas de impresionistas y casi todas las escuelas posteriores se han incorporado a ellos, pero a todo esto iremos refiriéndonos con tiempo en otras cartas. Uno siente como el arte constituye una necesidad para las gentes de Suíza. Está presente en todas partes y hasta ahora no me referí a los maravillosos libros que se ven en las vidrieras de las librerías impresos en Zurich o en Lausanne, o en Newchatel, y por los cuales uno siente, otra vez más, no ser millonario.

Un gran abrazo para todos los amigos, de Maruja y mío, saludos para los suyos y otro abrazo de su amigo para usted:

[Seoane]

1960-05-25 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Luís Falcini
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Luís Falcini en 25/05/1960

Gijón, 25 de mayo de 1960

Sr.
Luis Falcini
Buenos Aires

Querido Falcini:

Recibí su espléndida carta ya no sé donde, pues creo que hace mucho que no vivo tan intensamente y los sucesos se acercan o alejan de la memoria como nunca creí que pudiese suceder. Ya hablaremos personalmente de Italia, ese maravilloso país, y tambien de España, donde recibo las más notables emociones producto de sus maravillas y del sentimiento, del mío, del de los antiguos amigos y familiares. Me gustará hablar con usted de escultura de la que ví en Roma, en Florencia y de la que estoy viendo en España, de la ibérica y de las tallas en madera de los coros de las catedrales y de las iglesias. Como tambien de ese escultor de pájaros extraños, murciélagos y reptiles que fué el arquitecto Gaudí, aunque él no modelase por sí mismo que yo sepa. Si viviese en Barcelona creo que escribiría una monografía que se debería titular Flora y fauna del arquitecto Gaudí. Pero bueno, de todo esto ya hablaremos, repito, personalmente. Ahora, en estos días, no me resta ánimo para escribir tal cantidad de cosas sobre las que me gustaría hacerlo, tal la diversidad de sensaciones que experimento y la necesidad que siento de estar y charlar con ustedes. Estaremos de regreso el día 21 del mes que viene y ya nos reuniremos para hablar. Hasta entonces, con el ruego de que transmita mi saludo a todos los amigos, reciba usted el fuerte abrazo con saludos de Maruja, de:

[Seoane]

Nota:
Sé que ésta es un conato de carta, que debiera escribir más, referirme a todo cuanto quiero después de haberlo visto y tratado de comprender como ocurre con Roma, con alguna pintura que allí encontré, con las viejas columnas romanas y con su arquitectura, pero me es imposible. Estoy en Gijón de Asturias recordando días vividos y mirando de frente a viejos compañeros universitarios y a mis familiares.

1960-05-07 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 07/05/1960


Buenos Aires, mayo 7 de 1960

Querido amigo Seoane:

Recibí su carta de Venecia, de fecha 14 de Abril, con sus deslumbramientos de esta ciudad, que Ud. sintetiza estupendamente en esa suma magnífica del hombre italiano, el mar, la tierra y la luz, sin olvidar nada y menos aún al Ticiano, ni al Tintoretto y los OROS de esa Venecia del Palacio Ducal y del prodigio del Tintoretto.
Después de esa hermosa carta, que nos ha llevado antes por Génova y por Milán, la Génova del Palazzo Bianco y del Cristo trágico; la imagen expresionista del hombre, que no conozco. Milán, la del Palazzo Sforzesco que atesora la imagen cumbre de Miguel Ángel, esa imagen del Dolor universal hecha mujer por el soplo divino del hombre creador. Milán la del encuentro con los amigos [Aquiles] Badi y Attilio Rossi. (Recuerdo Milán y le pregunto: vió el pequeño museo del Duomo, moderno y bien presentado, con piezas desprendidas de su fábrica durante los bombardeos? En éste, como en otro pequeño museo de la catedral de Florencia, he visto hermosas obras de la escultura de fines de la Edad Media y comienzos del Renacimiento italiano (y muy especialmente los mármoles de Arnolfo di Cambio, que tuvo contactos con Giovanni Pisano). Ud. los conoció en sus recientes andanzas? Y en sus hallazgos? Como fondo emocional de los hermosos y audaces Medardo Rosso? Como eslabones de la gran cadena? Todos los amigos hemos gustado la hermosa carta que contesto, como puedo, antes de que Vds. se vayan demasiado lejos. Quisiera encontrarlos aún en Madrid, cuyo Prado sigo sin conocer. Y decirles que ayer Cóppola dio término a su hermosa muestra de fotografías en color de Bariloche. Y que ayer, también, supe de la muerte de Ginés Parra, amigo de amigos, el transformador de París emocional con su paleta. El Buenos Aires de las exposiciones comienza débilmente. Y los recuerda a Uds. dos en rueda de amigos que les quieren bien. Y particularmente nosotros que les tenemos presentes, diciéndoles hasta luego con cariños y

[manuscrito:] un abrazo de

Falcini

1960-03-31 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 31/03/1960


Buenos Aires, 31 de marzo 1960

Querido Seoane:

Recibí su carta de regreso de Munich y de vuestro reencuentro con los alemanes; con su vieja artesanía y su extremo barroco.
Uds. andan por países que en mis andanzas no llegué a conocer, a pesar de mi curiosidad por las piedras policromadas y de las otras. Los nombres de Maillol, Lembruck y Barlach, así como los de Despiau y Meunier me actualizan obras de mi larga admiración. No me parece raro que advierta contactos en la obra de Barlach y en la de Kathe Kolwitz. Creo como ud. que ello radica en la gran humanidad de los dos creadores. Imagino el baño de esa revisión de valores, en escala universal, que les proporciona este viaje. En consecuencia, le auguro una buena cosecha. Y a propósito, cuándo se realizarán las muestras de sus trabajos? Proyecta alguna más además de las dos que nos había anunciado? Ahora, en vísperas de la entrada en Italia, le diré que en Buenos Aires comienza la temporada artística con una exposición de reproducciones de acuarelas antiguas y modernas, organizada por la UNESCO, bastante aleccionadora, donde se puede apreciar la calidad y la madurez y el estilo del antiguo arte chino y del japonés. Esta muestra ha dado lugar a una conceptuosa nota de Parpagnoli, en La Prensa, que termina con una reflexión que se diría extractado de una de las cartas de Scheimberg, de su último viaje. Casi al mismo tiempo, el Museo Nacional, de aquí, inauguró una exposición de la pintura actual en el Japón.
A pesar de que la mayoría de los autores de las obras expuestas no parecen advenedizos, el conjunto produce el efecto deprimente de ver como se inferioriza el arte de Oriente al occidentalizarse en la forma expuesta. La impersonalización parece ser la consigna. Por otra parte, el Consejo Británico nos muestra fotografías y pequeños bronces de H. Moore. Por las fotos se ve a un gran escultor muy diverso y contradictorio. Los pequeños bronces no le favorecen. Y yendo a lo que más interesa en este momento aquí, las elecciones dicen hasta que punto el país es radical y peronista, es decir, la misma cosa, ¿hasta cuándo? Bueno, queridos amigos, reciban cariños nuestros, de los míos y de los amigos comunes.

Para Maruja y para usted, un abrazo de

Falcini

1960-02-24 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Basilea
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 24/02/1960


Buenos Aires, Febrero 24 de 1960

Querido amigo Seoane:

Hoy recibí su objetiva y entusiasta carta Basilea. Sus “dos letras” tan nutridas de observaciones me demuestran que Ud. y Maruja están viviendo en un mundo de valores que hacen posible la existencia de necesidades onde el artista y su labor creadora se hacen presentes, visibles, en toda la ciudad; en las calles, en las casas. La pintura y la escultura integrando en todas partes a la arquitectura, incorporadas a la vida ciudadana.
Imagino el espectáculo de Rodin y de Lipchitz alternando con Bourdelle, Maillol, con Daumier, Degas y Renoir escultores. De ver enfrentados a Lembruck y Sintenis con Giacometti y Calder muy cerca de hermosas piezas góticas en los museos de Basilea y Zurich que Uds. están viendo y en tantos lugares públicos, sin excluir las empresas industriales y comerciales ni la morada particular.
Frente a esa realidad, Ud. pensará más de una vez en nuestras primeras y limitadas experiencias, limitadas por la falta de continuidad de las mismas, pero anticipo, quizás, de hermosas realizaciones.
Nos alegramos que ustedes estén contentos y que sus cosas vayan bien. Sofovich nos leyó el sábado una carta suya. La primera que yo conocí. Mañana, en Mar del Plata, Scheimberg y yo haremos conocer las que recibimos.
La situación política, las largas y sofocantes vacaciones; las elecciones en puertas, con la exclusión de partidos y la visita del amo, además del ascenso astronómico del precio de la vida, tienen todo detenido. Las fechas de que Ud. oyó hablar, de inauguración y demás, sigue siendo pura imaginación.
Espero que sus próximas cartas sean igualmente reconfortantes. Los míos y los amigos los estrechan en un fuerte abrazo, con uno muy fuerte para Ud. de

Luis Falcini

1954-01-16 Remitente
de Luís Falcini, a Maruxa Seoane
Milán
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Maruxa Seoane en 16/01/1954


Milán, 16 de enero 1954

Querida Maruja:

Aquí, en Milán, termina la primera etapa de nuestro hermoso viaje.
No quería dejar Italia sin comunicarme contigo, donde tantas veces los hemos recordado con cariño.
Los días se han sucedido con una rapidez asombrosa. Las horas resultan escasas para ver y admirar tanta maravilla, y queda tanto sin alcanzar!
Nápoles, Roma, Florencia, Venecia, Milán, cada una de estas ciudades tenía reservada su sorpresa de manera que he vivido de asombro en asombro.
No quiero extenderme en relatos interminables, sobre la riqueza y belleza de esta hermosa Italia que serán motivos de charlas personales, pero no quiero dejar de anotar que estamos viviendo en un país completamente nevado, que hemos llegado en un invierno como hace años no ha sufrido Europa, pero nosotros, intrépidos navegantes con nuestro optimismo en las mochilas, no en las valijas que han sido nuestro tormento, cara al viento cumplimos nuestro derrotero. En Bologna la víspera de nuestra llegada hacía 13,4º bajo cero. Qué te parece Maruja? Temperatura ideal para Seoane, no para Sarita.
El lunes salimos para París a vivir nuestras últimas etapas del viaje.
Hoy estuvimos con Attilio Rossi, otro motivo para recordarlos: recordarlos como se merecen.

Querida Maruja, un fuerte abrazo a Seoane, no sé si debo atreverme a mandarle hasta un beso fraternal y tú recibe el afecto cariñoso y sincero de

Sarita

Saludos a los Rotzait.

1954-01-16 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
París
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 16/01/1954


Camino de París, enero 16 de 1954

Querido Seoane:

En este largo deambular son diversas ciudades y las obras de sus artistas, de todos los tiempos, son muchas las veces que lo he recordado, que lo hemos recordado, y que me he dicho: “hoy le escribo el motivo de mi recuerdo”. Y sin embargo, me he dejado estar. Ud. sabrá disculparme, máxime si se le ocurre pensar en la sucesión sin tregua de este ver y andar.
En cuanto tomé contacto con Italia, me enfrenté con la gran exposición de la obra de Picasso, integrada con las piezas que posee Moscú, conjunto excepcional que documentó el dramático proceso del arte de este siglo a través de su artista máximo, con la primicia de contemplar la Pietá Rondanini de Miguel Ángel, obra de un expresionismo conmovedor que la ciudad de Milán adquirió a la de Roma y que se ofrecerá a la contemplación del público en una sala del Palacio Sforzesco decorada con frescos del ‘300.
Y luego imágenes románicas, que Vd. siente tanto, desprendidas por la metralla que las arrancó de las arquitecturas que integraban y que hoy un sentimiento de piadosa humanidad exhibido como un alegato contra la fuerza, hasta detenernos ante ese amanecer de los tiempos modernos y de la pintura que es El pago del tributo de Masaccio; o ante el triunfo de la inteligencia que se arquitectura en la Leyenda de la Cruz de Piero della Francesca; o descubrir una latitud inconmensurable del arte de Rubens en Enrique IV en la batalla de Ivry o en Enrique IV entrando en París, geniales precedentes de la modernidad de Delacroix; o de la obra de Tintoretto: el de las 56 telas de la Scuola di San Rocco, que culmina en la sinfónica “Crucifixión” del conjunto, hasta llegar a los magníficos frescos de la capilla de los Scrovegni pintados por Giotto, vistos y admirados en la misma Pádova que exhibe en todo su esplendor el genio de Donatello con su Gattamelata, la figura ecuestre que integra la “gran” Trinidad con el Marco Aurelio de Roma y el Colleoni, de Venecia, que también hemos meditado largamente.
No necesitaré decirle que solo menciono los puntos más altos de mi admirado panorama, en busca de afirmaciones. Y que de estas cumbres solo mente algunos puntos. Cómo decirle mi comprensión de la fuerza conceptual y artística de obras como el San Mateo o la Piedad de Miguel Ángel, del Duomo de Florencia o del Jeremías de la Sixtina, como lo que he sentido ante El Cristo muerto de Mantegna, de la Galería Povera; y que decirle acerca de mi descubrimiento, de hecho, de la humanidad y de la plenitud escultórica de Arnolfo di Cambio, ese magnífico tallista del Trecento?
No he de terminar este breve itinerario de imágenes sin nombrar a Jacopo della Quercia, ese gran escultor del Renacimiento que decoró el portal de San Petronio de Bologna, cuya modernidad explica su postergación en el concurso para decorar las puertas del Bautisterio de Florencia, según lo prueba un simple cotejo de los relieves de ese portal con los de las puertas decoradas por Ghiberti.
Cómo ve, si me sigue la cuerda, esta carta será una lata. De modo que seguiremos largo y tendido en otra oportunidad. Salúdeme a los amigos. Y Uds., con Maruja, sientan un fuerte abrazo del amigo

Falcini

1953-12-19 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Capri
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 19/12/1953


Luis y Maruja Seoane
Bmé. Mitre 3793
Buenos Aires
República Argentina

Capri, 19 de Diciembre de 1953

Mis muy queridos amigos:

Desde Barcelona, hermosa ciudad de vuestra querida España, les envié una tarjeta. Quise testimoniarles mi recuerdo afectuoso.
La tarjeta lleva la dirección equivocada y lamentablemente no la recibirán.
Desde ayer los recordamos en nuestras conversaciones y hoy, desde la hermosa Capri que a Vds. evocaría seguramente Mallorca o Menorca, Vds. dos nos acompañaron con la amistad que nos profesamos. Afectuosamente, hasta siempre, sus amigos

Falcini y Sarita

1949-09-19 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Londres
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 19/09/1949


Bs. As., Seti 19 de 1949

Señor Luis Seoane
Londres

Querido Seoane:

Confirmando su anuncio, Buenos Aires Herald notificó acerca de la inauguración de su muestra de pinturas en esa. Esperamos, porque lo deseamos de veras, que esa exposición les depare muchas satisfacciones. Y que los días de Londres, sin conocer inglés, les resulten pintorescos, como me resultaron a mi las varias visitas que hice sin poder nunca articular algo que entendieran los ingleses. Felizmente, entonces ya, los museos pródigos de obras maestras me hablaban una lengua que yo entendía. Esperamos también que sus dolencias momentáneas hayan desaparecido.
Imagino fácilmente los efectos del cúmulo de impresiones experimentadas en París y en Londres y, muy especialmente, en lo que se refiere a las artes. Sus cartas son sumamente ilustrativas al respecto. El viaje de regreso le permitirá ordenar sus observaciones. Ya me preparo para oírle en las próximas reuniones que nos anuncia. Frontini está ahora en México, adonde fue delegado al Congreso Continental Americano de la Paz. De él también esperamos relatos de interés.
Aquí las novedades artísticas son pocas. En la quincena pasada se exhibieron en la galería Viau unas pinturas interesantes de Arie Aroch , artista palestino, de quienes expondremos, como de otros coterráneos algunas obras en la Hebraica durante la segunda quincena de Octubre. Hoy inauguramos una muestra de las últimas pinturas de Alfredo Guttero.
En una sala de Flonder se abre hoy una de telas de Parra.
Como usted podrá advertir, el panorama no es muy interesante, máxime si se piensa en lo que Uds. están viendo.
Por aquí se prepara la reaparición de Nueva Gaceta, con nuevo formato y contenido, donde podremos decir algunas cosas que queremos que se digan. Confiamos en que podremos contar con su colaboración. En la primera quincena de octubre pensamos ofrecer en nuestra Sala un grupo de piezas que están a nuestro alcance, referidas al ser humano y su mundo, como reacción ante tanto “abstractismo”. Bueno, amigo Seoane, a la espera de poder festejar su retorno y el de Maruja, reciban un grato recuerdo de los amigos y en especial de

Luis Falcini

[Escrito na marxe esquerda:] Saludos para los amigos comunes

1949-07-14 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 14/07/1949

Buenos Aires, julio 14 / 49

Querido Seoane:

Su carta del 14 de junio me lo muestra a Vd. tan entusiasmado de lo que vive allí, como para no dejarnos dudas acerca de su acierto en realizar el viaje. Tengo la seguridad de que le será de gran provecho. Sus observaciones acerca de París, de su pueblo y de lo que ve en sus museos, no sólo me han vuelto a renovar el deseo de volver allá, si no que acusa la diferencia con esto, tan chato y segundón a todo. En estos momentos estamos sufriendo una avalancha abstractista: En la exposición De Manet a nuestros días, que tiene lugar en el Museo Nacional, ilustrada verbalmente por el católico militante Bernard Dorival; Del Prete y el uruguayo Costigliolo en dos salas del centro; y el 20 será inaugurado una El arte abstracto en Francia; comentada por Leon Degand, invitado especialmente. Después de Sartre y Camus, ahora esto. Y lo que es peor, no se produce la reacción necesaria.
Me alegra saber su reivindicación de Ingres y David y su reafirmación en Delacroix y Courbet.
En fin, su carta está tan llena de sugestiones para mí que quisiera estar allí para comentarla sin término aparente. Confío, sin embargo, en algo inesperado que me permita largarnos antes de que se me cierren aquí todos los caminos. Porque la reacción marcha a pasos agigantados, a pesar o quizás porque se presiente la fuerza latente que dé al suelo con ella.
Espero que sus trabajos gusten y se vendan como para que pueda ensanchar la experiencia que lo tenía allí. No deje de escribirme cuando pueda. Sus cartas serán leídas por los amigos, como sus anteriores.

Con saludos de los amigos para ustedes dos y los amigos. Reciban de Germaine y de este su amigo que los recuerda bien, todo el bien que se merecen. Cordialmente,

Falcin

1949-05-26 Remitente
de Luís Falcini, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Falcini, a Luís Seoane en 26/05/1949

Buenos Aires, mayo 26/49

Querido Seoane:

A los pocos días de su partida para Europa, recibí de Montevideo sus líneas recomendándome al pintor alemán. Luego tuve ocasión de conocerlo, pero no me fue posible todavía serle útil. Talvez exponga en Muller.
Hace unos días me llegaron noticias suyas de París, y conmigo varios amigos: Sarita, Frontini, Scheimberg. (Sarita me encarga ya que yo le escribo antes, de anunciarles carta de ella para dentro de unos días).
Demás estará decirle que su entusiasmo por París lo comprendo por haberlo vivido. Tan seguro estoy que no desespero de poder renovar la experiencia. Por ello me explico que hasta el momento de su carta de Ustedes no hayan tenido tiempo más que para recorrer ese maravilloso París y frecuentar algunas salas del Louvre. Imagino sus emociones frente a Zurbarán y a los retratos familiares de Rubens que tanto me impresionaron. Yo, también, como Giambiagi, celebraría recorrer con Uds. esa condensación de la historia del arte que es el Louvre.
Nos ha sido tan grato recibir noticias de Uds. que nos leímos vuestras cartas. Al leer la que recibió Frontini, me enteré de la impresión que le produjo el Balzac de Rodin y de que me asoció a esa impresión. Por rara coincidencia, su carta llegó en momentos que preparábamos una exposición de esculturas y dibujos originales de Rodin que inauguraremos el I de junio. En esa ocasión yo hablaré de la escultura y del significado de la obra de Rodin.
He sometido la sugestión de trasladar la sala de la Hebraica a la rue de la Boetie o al Faubourg Saint Honoré al Dr. Scheimberg. Mentalmente ya hacemos con Uds. tertulia allí. Algunos más felices, pronto se harán presentes, como Kornemblithh, dentro de poco.
En cuanto a lo que Ud. llama un error de haberlo designado delegado de la S. A. A. P. ante el Congreso, no comparto su opinión. Creo lo contrario. Máxime siendo yo el autor de la moción que todos compartieron. Su elogio de la representación de la U. M. A. se lo hice conocer a Nélida que lo celebró, lo mismo que su saludo.
Espero conocer nuevas impresiones y noticias de que el viaje les resulta provechoso, en todo sentido.
De la temporada artística de Buenos Aires poco es lo que puedo decirle digno de interés. En este momento tenemos en nuestra Sala una muestra de esculturas, monocopias y dibujos de Cecilia Marcovich, que revelan a una artista de calidad, sobre todo para nuestro medio. Después de la de Rodin, tendremos una de Victorica.
Sin más, por ahora, les digo, a pesar del deseo de contarlos de nuevo entre nosotros, que ojalá puedan quedar allí mucho tiempo, trabajando con provecho.

Salúdeme mucho a Colmeiro, a Serrano Plaja, a Audivert, a Alicia y a demás amigos comunes y reciban ustedes dos el saludo de Germaine que agradece vuestro recuerdo y el de este amigo de siempre.

Luis Falcini.

[Manuscrito:] PD: Por este correo sale carta para Colmeiro dirigida a Ed. Berthier