Proxecto Epístola

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Epístolas
5 Destinatario/a [1]
Remitente [4]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1972-05-20 Remitente
de Alicia Ortiz Alonso, a Maruxa Seoane
Washington, D.C.
Transcrición

Transcripción da epistola de Alicia Ortiz Alonso, a Maruxa Seoane en 20/05/1972


Mayo 20, 1972
Washington, D. C.

Querida Maruja:

Tanto Ote como yo, os prometimos una carta algo más explicativa que la anterior y, francamente, después del larguísimo silencio de no sé cuantísimos años, tenemos que contarnos algo, pero... ¿por dónde empezar? Ya, por agradeceros los folletos que, naturalmente, nos han gustado mucho y nos ha dado mucha alegría el ver que Luis se ha abierto camino y que ha llegado a lo que un artista como él debe llegar. No me cabe en la cabeza el que haya expuesto en Washington y no lo hayamos sabido; tan ocupados estamos, tan preocupados también y tan embrutecidos, que no nos enteramos de lo que más importa. La vida da tantos giros imprevistos y tiene tantas sorpresitas... Hemos perdido muchos contactos, no digo amigos, porque los buenos amigos no se pierden nunca; pero estamos en la higuera. Estoy segura de que si nos viésemos mañana continuaríamos: “decíamos ayer”, como si efectivamente hubiese sido ayer y... ayer fue, pues la vida tan corta que tenemos, casi ya se nos marchó sin apenas darnos cuenta.
Tuvimos dos cartas de los Dieste: de Carmen y de Rafael. Muy simpáticas y muy interesantes y muy como son ellos. No coinciden en muchas cosas con vuestra versión ni con otras. “Cada quien es cada quien”, como dicen los mejicanos, peor están contentos y optimistas y como se ven con familiares y amigos tienen gente con quien hablar de intereses mutuos. Nosotros estamos alejados del mundanal calor y encanto de las personas que entiendes y te entienden y metidos en un barullo de todos los demonios y ganándonos la vida con el sudor de todo el cuerpo. Amén.
Tuvimos aquí a Cuqui y a la nieta de 10 años que es una criatura angelical y preciosa. Si Luis la viera, tendría que pintarla. Es algo inaudito esa niña. Tiene una personalidad extraña, pero maravillosa y se ha portado como la persona más madura y más delicada y discreta de la tierra. ¿Serán cosas de abuela? Al niño también le adoro, pero no se parece a su hermana ni en físico, ni en personalidad. Va a hacer 16 años en agosto y está alto y guapísimo. Los dos son muy inteligentes y hablan 4 lenguas, pero no les gusta la escuela, por lo que creo que van a resultar genios. ¿A qué genio le gustó la escuela?
Estoy dando clases de español otra vez después de un montón de años en los que he estado metida en otros problemas e incluso cuidando del nieto. Cuando a los americanos nos iba bien, nos íbamos pescar y nos echábamos en la hierba a soñar muy tranquilamente; ahora que nos va bastante mal, estamos un tanto histéricos. ¿Qué hacer con los seres humanos? Se me va la cabeza en todas direcciones y tengo que confesar que estoy muy pesimista. Esas bombas atómicas... ¿nos llevarán a un cosmocidio? Y allá va el planetita con todo el tinglado y... tinglado es.
Leo mucho y releo también; todo lo bueno que se me presenta. Desde Américo Castro, Ortega, Unamuno, Juan Ramón, etc., hasta Moliére, Platón, etc., ¡Qué lástima! El hombre ha sido más o menos lo mismo desde los albores de la historia.
Vamos al campo todos los días y eso nos serena algo y nos envigoriza el alma y el cuerpo; los americanos han descubierto la naturaleza y se están dando cuenta de que tienen un país hermosísimo; salen a las afueras ávidos de aire, de sol, de ejercicio, de paz, de desmaquinización... y con un montón de sandwiches y de coca-colas.
De salud vamos pasablemente, por el momento.
Termino porque Ote va a echar la carta al correo.

Abrazos,

Alicia

1972-02-21 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Alicia Ortiz Alonso, a Xosé Otero Espasandín
Bos Aires
Washington, D.C.
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Alicia Ortiz Alonso, a Xosé Otero Espasandín en 21/02/1972


Buenos Aires, 21 de febrero de 1972

Sr. D. José Otero Espasandín
Washington

Queridos Espasandín y Alicia:

Creo que no podéis daros cuenta de la emoción que nos produjo vuestra carta. Igual que vosotros estuvimos durante mucho tiempo pendiente de los Dieste por vuestra dirección, pero siempre se olvidan de dárnosla, seguramente por las razones que tú mismo expresas. Creo que fue en 1966 cuando recibimos una carta de Espasandín dirigida al Centro Gallego en la que daba noticia de haberse jubilado en la Organización Mundial de la Salud. En 1967, nos parece, fuimos a San João de Estoril para encontrarnos y estar con vosotros, pero acababais de marchar, no supieron decirnos hacia dónde, hacia San Andrés de España nos dijo el dueño de un ultramarinos y nosotros no conocíamos más que San Andrés de Teixido. Pensamos que sería Santander y nos pareció muy extraño que nadie tuviese noticia de esto. La dirección de Portugal nos la había dado Mincho. En otro viaje anterior habíamos estado con Cuqui y su esposo en La Coruña. En Lisboa, a nuestro regreso de San João de Estoril, nos sentimos decepcionados, pues estábamos seguros de encontrarnos. De España hay mucho que escribir, que hablar. Todo cambió mucho, pero continúa existiendo la división profunda que hizo posible la guerra. Todos los problemas que España heredó de la monarquía continúan sin solucionar, subyacen ocultos en el crecimiento de las ciudades, sobre todo de las que eran ya ciudades grandes, Madrid, Barcelona, Valencia, etc., y en el relativo bienestar de una parte de la clase media que luego de los años de hambre producidos después de la guerra, hasta alrededor del 55, pudo proveerse de todo lo que era popular en la sociedad de consumo en que vivimos. Pero el pueblo tiene que emigrar y esta vez emigran gentes de toda España. Los países que encabezan la emigración son Galicia, siempre primera en las desgracias, y Andalucía, con Extremadura, son las regiones que peor están. En Galicia, quedan aldeas desiertas. No hay quien trabaje la tierra y la gente de mar emigra a otras partes. Toda la flota mercante noruega está compuesta de tripulantes gallegos y los pescadores trabajan para empresas holandesas, alemanas, etc. En Terranova, hay unos tres mil pescadores gallegos según leí no hace mucho en un diario gallego. Es verdad que los ánimos se aflojan poco a poco en los que no es fundamental. Tú puedes escribir cartas libremente. Puedes opinar sobre muchas cuestiones que no amenazan en absoluto los fundamentos económicos, sociales y políticos del Estado español. Incluso los dirigentes de ese Estado hacen declaraciones sorprendentes en su supuesto liberalismo. Puede entrar quienquiera hubiese salido por razones políticas de España, porque, ¿qué importa la opinión de una persona en general ya anciana, que salió de España hace más de treinta años y es desconocida de todo el mundo o sólo conocida de una minoría intelectual? Pueden hacer elogios de Machado, de Hernández, de Unamuno y se editan libros de éstos y de otros heterodoxos políticos que por sus precios pueden comprar únicamente una minoría, profesionales y universitarios, que la Dirección General de Seguridad conoce sobradamente y sabe que no cambiarán jamás sus ideas. Los funcionarios de Bellas Artes pueden reclamar el Guernica de Picasso para un Museo de Madrid. Se legisla para Castilla. Se convierte a la capital oficial y a Valladolid en dos grandes ciudades industriales. Hundieron en lo posible a Cataluña. Se enseñan los otros idiomas españoles. En la Facultad de Filosofía y Letras que tiene ahora su sección de lenguas románicas, se enseña y estudia el gallego, pero, en cambio, se le niega a Galicia industrias vitales y se aplica una ley de concentración agraria que hace huir a los campesinos de su tierra. Todo es muy complejo y conviene analizarlo en España mismo. Desde fuera es imposible. Se han publicado algunos libros sobre el idioma gallego, el último que sepa es precisamente de la Facultad de Letras y se titula Gallego, Gallego 1, le dicen en las librerías porque es el número 1 de una serie sobre el idioma que prometen aparecerá. Se publican muchos libros gallegos, pero la editorial más importante continúa siendo Galaxia. Hay muchos escritores jóvenes, algunos de mucha calidad, Méndez Ferrín, Xohana Torres, etc. En cuanto a la Academia, actúa con la parsimonia de todas las Academias, pero en el caso de la Gallega no cuenta siquiera con el dinero para regularizar la publicación de algo tan indispensable como su boletín. Además de García Sabell y Dieste están Piñeiro, Fernández Del Riego, Carballo Calero y otras gentes igualmente valiosas y dinámicas, pero que no pueden hacer demasiado. Tiene, esto sí, una buena biblioteca y algunos ejemplares raros.
De nuestra vida, apenas puedo decirte otra cosas que Maruja y yo continuamos con las implacables variantes que produce en todos la edad, lo mismo. Tenemos muchos amigos, trabajo todo lo que puedo, he hecho muchas cosas, pintado, grabado, editado revistas, libros, etc., y hasta una audición radial, Galicia emigrante, que duró 17 años, para la que hacía todo el texto y en la que alguna vez te dediqué algunas notas. Luego de Londres, en 1949, vivimos en una oportunidad seis meses en Basilea y en otro viaje otros seis meses en Ginebra. Hice varias exposiciones en Alemania y otros países europeos, e hice una de más de cien obras en Madrid. Pero siempre volvemos a Buenos Aires. Esto acabó por gustarnos y hoy es en exposiciones, conciertos, teatro, cine, la ciudad que en Occidente sigue a París, Londres, Nueva York, por su enorme movimiento cultural. Resulta ya una ciudad monstruosa que no conoceríais con sus ocho millones y medio de habitantes. Varela está aquí, trabaja mucho en traducciones, estos días precisamente le acaban de encargar la traducción de las obras completas de Gil Vicente. De mi familia, falleció hace años mi padre. Mi madre tiene 85 años y mi hermano continúa trabajando en su profesión y tiene dos hijos, uno que estudia ingeniería y una chica que estudia bachillerato. De los amigos comunes venidos de España, quedan pocos. Fallecieron, además de Farias y entre muchos, Cimorra, Julián Bautista, Viladrich, Mariano Perla muchas grandes figuras de la República, políticas y militares, entre ellos Jiménez de Asúa y el general Martínez Monje. Maruja Mallo regresó a España y vive en Madrid. Cuadrado se conserva como siempre. Buenos Aires es verdad que fue muy duro con vosotros, pero en algunos años, la década del 50 al 60 todo cambió , en parte, creo que contribuyeron mucho los emigrados españoles, alemanes e italianos que tuvieron parecidos comienzos duros, y una juventud que ahora tiene alrededor de 40 años que se exigió mucho a sí misma. A Attilio Rossi lo vimos en Milán en el año 60, vive bien y está contento. Alberti está en Roma, muy bien, estuvimos con los dos, con él y María Teresa, dos o tres veces en distintas oportunidades.
Con Varela os hemos recordado muchas veces y Maruja y yo recordamos vuestra casa de Belgrano, las reuniones que hacíamos, los proyectos que forjábamos, algo que quedó atrás, pero de que continuaremos escribiéndonos. El año pasado realicé una exposición retrospectiva de grabados en el Museo de Arte Moderno y en el catálogo publiqué el retrato que hice en litografía de Espasandín. Era una especie de homenaje a unos amigos muy queridos de los que hacía muchos años no teníamos noticias. Ahora, al fin, tuvimos noticias de ellos y nos alegró como no podéis imaginaros.

Escribid. Un gran abrazo para Alicia y para ti de Maruja y mío:

[Seoane]

Remitente
de Alicia Ortiz Alonso,de Cuqui Otero Ortiz, a Luís Seoane, a Maruxa Seoane
Transcrición

Transcripción da epistola de Alicia Ortiz Alonso,de Cuqui Otero Ortiz, a Luís Seoane, a Maruxa Seoane


Queridos Luis y Maruja:

Digo lo que Maruja, que ya Ote os cuenta lo más sobresaliente de por aquí. Os recordamos constantemente y no hay cosa agradable que hagamos o que veamos que no digamos “¡cuánto disfrutarían los Seoane aquí!”. Precisamente hoy, al ir con nuestra cestita a recoger las judías verdes de la huerta, pensamos en lo agradable que sería recogerlas en vuestra compañía. El maíz está divino y los tomates no los vamos a dar comidos, así que Maruja no te olvides de mandarme la receta de la mermelada.
Ote enseña en los cursos de verano, además hace armarios para libros que son verdaderas obras de arte, atiende al huerto, escribe para Atlántida, etc., así que siempre se le ve ocupado con una cosa o con otra. Yo tengo bastante que hacer con esta casa tan grande, subiendo y bajando escaleras todo el día, alguna clase particular de español y esta debilidad nerviosa que ya me viene fastidiando desde hace varios años, pero que ahora me fastidia mucho más. La que lo pasa bien es Cuqui, este es el sitio apropiado para criar chicos, ya que casi todo es campo y hay muchas facilidades para hacer deportes. Todos jugamos al tenis en los campos del College; yo, con el deseo de ver si mejoro, Ote con el de disfrutar del deporte y hacer ejercicio y Cuqui, con el de ver si aprende bien y nos gana a los dos, lo cual no tardará mucho en suceder.
Enhorabuena a Luis por el cuadro que debe ser muy hermoso y por la exposición del libro gallego, cosa de mucha importancia. ¡Qué lastima que no podemos ver nada de eso!
¿Cómo van los amigos y que sucede por ahí? Sacando vuestras cartas y las de algunos otros amigos, no tenemos la menor idea de que pasa en Buenos Aires. Yo no leo apenas los periódicos, en general me desaniman mucho y unos días te levantan el ánimo hasta el cielo y otros te hacen caer al abismo precipitadamente, así que he decidido caer sin ayuda de nadie.
Escribid, ya sabéis que somos sentimentales, que os recordamos mucho y que vuestras cartas nos dan una alegría muy grande.

Alicia y Cuqui

1948-06-08 Remitente
de Alicia Ortiz Alonso, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Nova York
Waynesburg
Transcrición

Transcripción da epistola de Alicia Ortiz Alonso, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 08/06/1948


Junio 8, 1948
45 E. Franklin St.
Waynesburg, Pa.

Queridos Luis y Maruja:

Mil gracias por el libro de Luis tan hermoso; ya os dice Otero que nos gustan; yo os habría robado el original de la portada. Cuqui se lo devoró en un momento y su comentario fue: “¿de donde saca Luis esas cosas tan bonitas? Ya os dice Ote también que al fin tenemos casa; es muy mona y cómoda, aunque aún le falta mucho como podréis suponer. Vuestro cuarto está al lado del Cuqui, del cuarto de baño, tiene dos ventanas, un placard, y lo que se ve desde las ventanas es lo más bonito.
Nos han cedido un terrenito en una de estas colinas en donde hemos plantado coles y tomates y ahora vamos a plantar judías verdes, guisantes y rabanitos; para las patatas ya es demasiado tarde. Hemos pasado unos ratos estupendos rastrillando, cavando, plantando, etc. y Ote tiene las manos que da pena vérselas. La primavera es aquí algo divino y ¡cuánto, cuánto nos acordamos de España! Los prados verdes, las zarzas en flor, los arroyitos llenos de peces, los árboles inmensos, la bruma del anochecer, los pájaros... todo. No podemos pensar en vosotros y en eso sin una gran pena y os nombramos mil veces al día. Ahora mismo acabo de tender la ropa en nuestro jardincito y a mi alrededor volaban los cardenales (de aquí) cantando como los ángeles.
Mucho os agradecería que os enteraseis de cual es nuestra situación con respecto al departamento de Vidal 1940, nº 7; la señora que lo ocupa no deja de escribir insultándome y amenazándome con llevar el asunto a las autoridades norteamericanas. No sabemos que lío ha armado o la han armado pero el caso es que nos reclama dinero y nos molesta. Es profundamente desagradable, pues nosotros hemos tratado de hacer las cosas limpias y honestas, como siempre. ¿Sabrás que Maruja Salgués se ha casado con un norteamericano?

Abrazos de

Alicia

1948-02-29 Remitente
de Xosé Otero Espasandín,de Alicia Ortiz Alonso, a Luís Seoane
Nova York
Waynesburg
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Xosé Otero Espasandín,de Alicia Ortiz Alonso, a Luís Seoane en 29/02/1948

Nuevas señas: 44, East Wayne Street
Waynesburg, Pa. USA
29 de febrero de 1948

Sr. D. Luis Seoane
Buenos Aires

Querido Luis:

Ayer, mientras nos hallábamos con las manos hasta el codo en la tercera mudanza –que no lleva trazas de ser la última– nos llegó tu carta fecha 23 del corriente. Con los riñones medio averiados de cargar libros y todo lo cargable ayudado por dos alumnos y por Alicia y Cuqui, me pongo a escribirte la respuesta en el nuevo mechinal; para colmo me encuentro un tanto resfriado y con la cabeza un tanto hueca, así que no te extrañes si el nivel de la correspondencia se interrumpe con un bache o precipicio mayor de la cuenta. En primer término, debo decirte que llegó el mamotreto de Hurtado y Palencia con todos los atributos de la sacrosanta cochambre nacional. Me va a prestar muy buenos servicios, pese a todos los pesares, y te agradezco como se merece un obsequio de esta monta económica. Estoy leyendo ahora un libro sobre Cervantes publicado por la Universidade de Oklahoma con ocasión del centenario; su autor es un inglés que ha residido muchos años en Portugal y España, donde fue corresponsal de un importante diario londinense; ha escrito muchos libros sobre autores ibéricos, entre ellos uno sobre Gil Vicente, otro sobre Fray Luis, otro sobre Arias Montano; es autor del libro o antología portuguesa publicada por la Universidad de Oxford y similar al de poesía española editado por Fritz–Maurice Kelly y ahora corregido por Trend. Sospecho que el autor es católico, aunque no estoy seguro, pero aun así, ¡qué amplitud de ideas y qué generosidad y documentación ante el autor del Quijote! Nuestros profesores de literatura, aun los de la talla de Hurtado y Palencia, producen una impresión lamentable por comparación con este hombre de letras, ahora residente en la Columbia Británica. Todo cuanto afirma sobre Cervantes va respaldado con multitud de citas al pie de la página tomada a veces de las obras menos leídas de nuestro Manco: el Persiles, los Entremeses, comedias apenas editada, etc. Hay alguna coladura en pequeños detalles, no tanto relativos a Cervantes como a otros aspectos de nuestra literatura, pero se los perdonas con gusto por el horizonte de conjunto y las vías de interpretación cervantina y literaria en general que despliega. Pero no pude terminarlo por culpa de la dichosa mudanza, así que si algo nuevo se me ocurre, te lo diré en la carta siguiente. Aquí, seguimos haciendo nuevas exploraciones. El pasado domingo un señor nos llevó hacia el suroeste, hacia el estado de Virginia del Oeste, a unos cincuenta kilómetros de ésta. Había una luz excelente y tuvimos ocasión de explayar la vista sobre un círculo de colinas dilatado, de espléndidos contrastes y armonías. A veces te encontrabas frente a frente de una cañada de robles y sicómoros, éstos de blanco a la manera de los bidoeiros o de los álamos blancos de Galicia. Otro curioso aspecto del paisaje por esta parte son los derricks del petróleo o del producto afín al petróleo, el gas natural. A esta circunstancia débese que el gas de cocinar sea aquí baratísimo, pues no necesitan extraerlo del carbón, sino del suelo directamente. El dueño de la casa donde ahora vivimos es un técnico de una campaña petrolera y me prometió llevarme consigo cuando vayan a perforar la corteza terrestre en busca de un depósito de este producto. –Hace cosa de una semana Alicia y yo fuimos a dar uno de nuestros frecuentes paseos; por la noche había caído una respetable nevada, pero los días precedentes a la nevada habían sido realmente primaverales. Como consecuencia, habían llegado del sur grandes bandadas de una especie de pájaro de la familia del tordo que aquí llaman robin por tener el pecho colorado como el robin europeo. Los pobres estaban chasqueados, pues el tiempo les había jugado una mala pasada, y se refugiaban a la orilla de los regatos, único sitio donde podían encontrar algo de comer. Ayer una gran bandada se posó delante de nuestra casa; Cuqui fue la primera en advertirlos y dio la voz de alarma, así que inmediatamente salimos a la ventana a verlos. Es un pájaro realmente hermoso con su pecho anaranjado, su cola larga y con una mancha blanca en el arranque de la cola. Esto quiere decir que la primavera está cerca, si bien hoy han caído copos de nieve durante todo el día. Ayer por la noche hizo bastante viento, y como estamos mismo al lado del parque del colegio, durante toda la noche, al despertarme, sentía el zumbar del viento en los árboles, que a Alicia le causaba miedo y a mí una dicha extraordinaria, pues me traía a la memoria el viento otoñal de Galicia. Hace cosa de quince días, dimos otro paseo Alicia y yo hasta un bosque cercano a la ciudad. El suelo estaba seco y por ello pudimos sentarnos a nuestras anchas debajo de los árboles; sin darnos cuenta, rompimos a cantar, mientras el viento balanceaba las copas desnudas de los robles, y de pronto nos acordamos de Maruja. “Si estuviera aquí Maruja –nos dijimos– con qué gusto hubiera cantado canciones gallegas entre estos robles casi gallegos”. Naturalmente, nos dio la rabia de siempre saberos ahí entre esa podredumbre sin el consuelo de un bosque solitario donde recordar, donde soñar, donde cantar, donde pintar, dormir, escuchar el rumor del agua, el cantar de los pájaros, el ruido de una furtiva alimaña... Pero un día será, un día estaréis con nosotros, Maruja podrá cantar a sus anchas y tú pintar, correr, fantasear y maravillarte de que el mundo exista todavía tal como lo hayas podido vivir en la Arzúa o en el Ulla. Es el caso que nosotros casi os necesitamos tanto a vosotros aquí, como vosotros nos necesitáis, de momento al menos, a nosotros, y por eso no cejaremos en nuestro empeño de traeros. Estad seguros. Esos retratos que estás haciendo pueden ser la clave de la venida; acaso se te pueda traer con el pretexto de hacer determinados retratos, y una vez aquí, hacerlos de veras; dinero hay bastante por aquí: todo es que podamos convencerlos de que los retratos bien valen unos centenares o millares de dólares. Esto no es fácil simplemente porque en las pequeñas ciudades no se entiende más de pintura que en la presidencia del Centro Gallego; pero todo es cuestión de empezar: en cuanto una señora encopetada se haga un retrato, se lo hace hasta el moro Muza. Mándame, pues, algunas de esas fotografías cuanto antes, aunque tengas que hacerlas a toda prisa. Poco a poco Alicia y yo nos vamos familiarizando con esto y vamos teniendo mayor autoridad moral y hasta intelectual, lo cual puede el día menos pensado resultar en una solución como la de la sección de arte, la decoración de una sala del colegio o del gimnasio. Éste es el edificio del colegio de grandísimas proporciones con piscina, comedores, pista de basketball y muchas cosas más. ¿Quieres saber que aún no tuve ocasión de ir a Pittsburgh? La cosa parece fácil y lo es, pues muchos de mis alumnos vienen y van todas las semanas en su coche particular, y además hay servicio continuo de ómnibus. Pero hay una cantidad de zarandajas por el medio que mete miedo. Mañana pienso ir, pero saldremos de aquí tarde, y estaremos sólo unas horas: nos lleva un matrimonio en su coche. He recibido hoy unos impresos de Galicia (Santiago) para adquirir acciones de una empresa editorial entre cuyos fundadores está Pedrayo,Varela Radio y otras personas, algunas que yo no conozco. Supongo (que) estarás al tanto de lo que se trata; la idea me parece excelente, y la ocasión casi también. Claro está, no puedo adquirir acciones, pero si pudiera, la cosa no me disgusta, pues es un aspecto de muchos de nuestros proyectos tantas veces discutidos. Bien aconsejada esta editorial puede hacer mucho, sobre todo si las cosas pasan adelante. Espero que me digas por tu parte algo de lo que sepas; ¡quién sabe si Pedrayo no llevó tus proyectos a Galicia! Voy a contestarles de todos modos y darles ánimos. Los poemas de Alvariño me parecen muy buenos, como a ti; tienen hondura y sinceridad lírica, riqueza de lenguaje, todo, en fin, cuanto se pueda exigir de un poeta moderno. Pero creo que Valle Inclán le haría el reproche de eludir los ritmos gallegos, los ritmos de danza, de faena y de molino. Pero el mismo defecto tenía Manuel Antonio y otros escritores jóvenes y hasta viejos, en parte debido a que, con la excepción de Valle Inclán, nuestros ritmos ancestrales pasaron desapercibidos. Es necesario llevar a cabo una investigación a fondo en ferias, romerías, espadelas, mallas, sachas, recuestas, foliadas, etc. y llegar a los elementos puros de nuestros ritmos. Los libros de Valle pueden servir de punto de partida, ¿no crees? Rosalía tenía un oído maravilloso y lo utilizó para enriquecer la versificación castellana; pero a mi modo de ver, en gallego quedó a mil leguas de D. Ramón, como se comprueba en Voces de gesta, por ejemplo. “Un fato de nenas novas –todas elas sin camisa– Eu no medio sin cirolas” ¿Hay algo más netamente gallego que el ritmo de estos versos populares tomados por Valle Inclán con su fino sentido rítmico? Algo de esto echo de menos en Alvariño y en todos los poemas gallegos de última hora. Bueno, Luis, estoy resfriado; tengo la cabeza hueca y estoy cansado de la mudanza. Me alegro de que Nova edite tu libro; es lo menos que Cuadrado y ellos pueden hacer por una persona a la que tanto deben. Me alegro que Colmeiro esté de buen humor y sobre todo de que pinte. ¡Cómo envidio esa visita tuya al estudio y esa revisión de sus lienzos de antaño y de hogaño! Hará bien si sale de ahí y si expone. El exponer es siempre bueno a la larga como tú estarás convencido. Lo malo es que a veces exige sacrificios y dispendios dolorosísimos. ¿Qué hacen Castañino y señora, Torrallardona y demás pintores de por ahí? Bueno, escribe pronto y te contestaré en el acto. Tus cartas son leídas y releídas por los tres –mejor dicho, vuestras cartas–. Saludos míos a los amigos: Dieste, Mariano, Farias, Cuadrado, Antonisen y Nogués, Torrallardona, Merli, Frontini, Sirio y Mallea, Varela, Losada –le voy a escribir para aclarar un asunto relativo a mis libros–, Colmeiro, Viau el joven, etcétera, etc. –Para vosotros dos un abrazo colectivo y un aturuxo

Otero

Queridos Luis y Maruja:

Los maridos se ve que no nos dejan ya nada que decir, lo agotan todo de ganas que tienen de comunicarse. Siempre pensamos en vosotros y casi compramos una casa con la idea de traeros, pero las condiciones resultaron demasiado difíciles y por ahora hemos desistido, pero ya aparecerá alguna para alquilar cuando menos lo pensemos en que quepamos todos. ¿Llamasteis a los Salgués de mi parte? No dejéis de hacerlo y decirles que no tenemos noticias suyas desde hace siglos. ¿Cómo están? Saludos a [manuscrito na marxe dereita por Alicia:] todos los amigos y escribid pronto, no seáis perezosos.

Alicia

[Manuscrito na marxe esquerda por Alicia:] Dile a Ascensión que le mandé 27 dólares a Maruca por el poncho que es lo que ella me dijo que valía. Gracias.