Proxecto Epístola

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Simón Scheimberg (-1973)

Avogado arxentino, coleccionista de arte e de ideoloxía comunista de orixe xudea. Foi presidente da Sociedad Israelita de S. M. en Carlos Casares en 1932 e membro dunha loxia masónica. Reuniu unha colección de 155 obras arxentinas e internacionais, sobre todo debuxos e estampas. A colección foi doada pola súa viúda Aída Scheimberg e os seus fillos ao MNBA en 1977.
Coa súa muller viaxou a Galicia en dúas ocasións froito das relacións que estableceron en Bos Aires con intelectuales galegos no exilio.
Epístolas
71 Destinatario/a [25]
Remitente [46]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1975-03-30 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 30/03/1975


Buenos Aires, marzo 30 de 1975

Mis queridos amigos, Luis y Maruja:

Tardé mucho en contestarles porque siempre pensaba reunir noticias para enviarles. Pero lo que aquí pasa es un bodrio, nadie entiende, lo único que es uniforme son los asaltos, los robos y la muerte; por un quítame esas pajas te conviertes en cadáver, nadie sabe por quién, nunca se descubre, y lo que es peor, yo no me imaginé que hay tantos resentidos, en la policía, en el ejército, en los gremios y así todo. Ya a fuerza de ver asesinatos, nos preguntamos cada vez que abrimos los diarios a quien le tocará el turno. Pero cada vez que hay que dirigir un mensaje al pueblo, se llena la boca con patria, antipatria, hacemos lo que quiere Perón y muchas lindezas más. Y vamos a los chimentos, porque aquí no hay estas hermosuras que les brinda España; la buena, y yo los saboreo, disfruto junto con ustedes como si los estuviese viendo y en muy buena compañía. El 16 de abril se van Roxane y Luisa a Europa; Roxane ya conoce Europa, pero Luisa esta viviendo en un paraíso, no hace más que hacer anotaciones que ya los viajeros con experiencia le proporcionan. Veremos que cuentan a la vuelta.
Luisa Golu [boff] iba a viajar en mayo, pero tiene un drama familiar, un poco porque está obsesionada, que la tiene muy enferma. Está flaca, vieja y obsesionante. Sus parientes se han instalado en España, no sé si con ayuda de Nélida, pero él es un excelente profesional y hará muy buen papel. Todo es misterio, todo son susurros y lo demás lo que uno se imagina. Así que el viaje se ha postergado, no se sabe para cuándo.
El matrimonio me da mucha pena, pero no se puede hacer nada por ellos. Y ahora va una anécdota de una amiga, Ethel Gallo, que está muy bien disfrutando del merecido descanso que ganó el marido.
Resulta: la mamá de Ethel, tiene 97 o 98 años y empieza a declinar; cada vez que está grave, llaman al médico y… imagínate, hace lo que puede. El otro día, la mamá se descompuso, llaman al médico, muy bueno, por cierto, y le revisa a la enferma. Y este es el diálogo: “abuelita, usted está muy bien, no tiene nada importante, dígame abuelita, tiene novio? ” Y la viejecita, a vuelta de hoja le dice, “no, pero usted me da el número de teléfono? ” Qué me dicen?
Da gusto llegar a esa edad y tener la lucidez y el humor para contestar así. Olica me obligó a salir con ellos por unos días; no me preguntó y me trajo el boleto. Ella Schterbu, Augusto, Rosita y los chicos alquilaron casa en Pinamar y yo estuve con ellos 13 días. No sé si conocés Pinamar, pero es un lugar de los dioses en donde el campo, los bosques de pinos y el mar se dan la mano para regalo de los veraneantes. A mí me hizo muy bien, porque no pensaba en nada, los hijos estuvieron muy cordiales y me respetaban mi silencio. Yo volví como nueva, tranquila... pero ahora volví de nuevo; no me acostumbro; es tanto, tanto lo que perdí que no me alcanzarán los días para consolarme; y la verdad, a pesar de tener una formidable familia, no me importaría morirme mañana mismo. Quisiera que mandes la fecha para cuando hagan la exposición, que como siempre estaré presente y les desearé mucha, mucha, suerte, como se la merecen. Les envío, además, un corte de La Nación de los domingos, donde se refieren a Luis, por cierto, muy elogioso. Yo no sé si Luis se acuerda del Banco Popular Israelita; bueno, ese banco tiene un bajorrelieve de Falcini, extraordinario, y un mural de Seoane. El banco se vendió para hacer una galería, por supuesto se echó abajo, pero el mural, según me contaron, quedará en pie, como adorno de la galería, y el bajorrelieve? Pidieron 100.000.000 de pesos (pobre Falcini) y habrá algún postor para que el bajorrelieve se salve? Cada vez que voy a la de Anita, que vive en Corrientes al 2400, y paso por allí, siento como si estuviera agonizando una persona conocida y muy querida. Acá en Buenos Aires está la mamá de Nélida, vino para arreglar unos asuntos; imagínese, ella que le hace la vida imposible a su hija, extraña terriblemente y está loca por terminar sus asuntos y volver a España. Creo que esta carta está muy deshilvanada, está como mi ánimo, pero creo que les conté todo lo que aquí pasa. Maruja, me gustaría que saludes a todos los argentinos que yo conozco y estén allá, a tus hermanos, muy buenas noticias las que me cuentan de ellos; saludos muy, pero muy cariñosos a Díaz Pardo y la familia (el muchacho que estaba acá, está todavía?) a los Dieste, a todos los recuerdo siempre. Cariños, mucho cariños a Luis, mucha suerte en su exposición, a ti, Maruja querida, un abrazo de María, de mis hijos, de mis hermanas. Cariños, miles de cariños para ustedes de

Aída

1973-10-08 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 08/10/1973


Buenos Aires, octubre 8 de 1973

Mis queridos amigos:

Con razón que tardaban tanto en contestar! Yo ya estaba preocupada, pero nunca sospeché la razón de la tardanza. Por tres vías supimos del accidente: Esther habló por teléfono, lo mismo Sima y Sarita se enteró en lo de Sofovich y me avisó. Bueno, Maruja, ya tuviste el “baño de sangre”, nadie se puede zafar de esto. Si alguno dice que nunca tuvo un accidente automovilístico, no dice la verdad. Por suerte, salieron bien de la prueba, con una pierna y brazo rotos y algunos magullones, pagaron su tributo al automóvil. Cómo están ahora, fue un accidente muy doloroso? No se imaginan lo que Scheimberg y yo lo sentimos y tan lejos! Me imagino las que habrán pasado!
Scheimberg también estuvo enfermo, adelgazó bárbaramente, toda la ropa le queda colgando, pero, por suerte, está mejorando y en este momento le están haciendo investigaciones y espero que dentro de tres días sabremos a qué atenernos y empezará el régimen correspondiente. Ya le habrán visto a Nélida y a su mamá, les habrá contado todo lo que pasa aquí; ella está muy contenta, ojalá le pase lo mismo a su madre, que se fue a regañadientes. Nos estamos acercando a la posesión del Gobierno, ya sabrán muchas cosas por las noticias que tienen; yo tengo una “bronca” que ni puedo pensar, las promesas se están diluyendo poco a poco y se... repite la historia; cuando vuelvan a Buenos Aires hablamos largo y tendido. Ahora no tengo fuerzas. Ojalá sanen pronto y bien y vamos a contar los días que faltan para la vuelta, pero si tuvieran ganas de escribir y tienen ánimos, siempre la carta será muy bien recibida.

Saludos cariñosos de Scheimberg y de todos los amigos de aquí, besos y abrazos de

Aída

1973-08-15 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 15/08/1973


Buenos Aires, agosto 15 de 1973

Luis y Maruja, amigos queridos!:

El otro día estuvieron en casa Sofovich y Elsa; están locos de alegría con el viaje que hicieron, lo bien que pasaron con ustedes y nos trajeron los saludos cariñosos que nos enviaron, lo mismo de los amigos de allá, muchas gracias. Qué les puedo contar? Estamos en vísperas de las elecciones más raras; con una vicepresiden (sic) que hasta ayer no se sabía quien era. Todo se cocina en casa, desde el Presidente provisional, hasta ayer desconocido, hasta el más insignificante nombramiento. Todo lo maneja Perón: recién ahora comprendo lo de Campora al Gobierno y Perón al poder. Es tan vivo y astuto Perón que con la mejor sonrisa del mundo consiguió que le devuelvan todos los títulos, que el pueblo le pide que por favor quiera ser Presidente, lo mismo que Rosas, él no quiere, pero si su pueblo se lo pide, se sacrificará. Él ya es mayor, que quería retirarse a la vida tranquila, pero el pueblo quiere y él hace lo que “su pueblo le pide”. Y ahora Isabelita, otro capítulo; Perón se muestra inocente, qué hay? Israel y la India no tienen gobernantes mujeres? (salvo las distancias). Corren los chismes, algunas verdades que van de boca en boca, que se repiten en voz baja; se barajan nombres, hechos, López Rega que es la “eminencia gris”, viene, va, despliega una actividad asombrosa, en fin, es jauja, y nosotros todos a merced de todos estos patanes que nos van a gobernar y llevar al país a la cumbre de la gloria.
Ustedes, cuando vuelvan, lo podrán comprobar con sus propios ojos. Por lo demás, la vida transcurre a pesar de todo: salimos los martes que es cuando el cine cuesta más barato, vamos a pocas exposiciones; la que se hizo en Galatea sobre el homenaje a Picasso fue muy pobre, la crítica no la trató bien. Estamos impacientes que vuelvan para tenerlos entre nosotros, que me imagino traerán muchas novedades. Estoy leyendo un libro Los gallegos y Buenos Aires escrito por Pérez Prado, que hace varias referencias de Luis Seoane; por cierto, muy simpáticamente contado, como lo es todo el libro, con bastante buen humor; como lo son las cosas referidas a los gallegos que tienen alguna prestancia; muy linda la referencia a Castelao. Trata también la suerte de los italianos y de los judíos, a estos últimos deja que César Tiempo se refiera a ellos.
Hace un frío infernal y estamos deseando que llegue la primavera. Bueno, creo que les referí, malamente, todo lo que hay que contar, lo demás lo verán prontito con sus propios ojos. Reciban muchos cariños de Scheimberg y míos, retribuyan los saludos de los amigos y hasta pronto.

Aída

[Escrito por Simón Scheinberg:] Con un abrazo particular y hasta pronto, los saludo yo también.

Scheimberg

1973-07-24 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 24/07/1973


La Coruña, 24 de julio de 1973

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Queridos Aída y Scheinberg:

Hubiésemos querido contestar más rápidamente. No fue posible, perdón. Supongo que habrán tenido noticias nuestras por Sofovich que llegó a ésa antes que Elsa que fue por barco y habrá llegado en estos días, pues estuvieron unos días aquí en La Coruña y con quienes hicimos algunas excursiones. Hice, como saben, mi exposición en Madrid con mucho éxito y ahora estoy trabajando nuevamente en mis cosas, pintando poco, sobre todo dibujando. Nos deprime mucho la cuestión política de la que estamos bastante informados en general por la prensa de aquí y con bastante buenos comentarios. En España, desde luego, por esta vez el pueblo no se dejó engañar e intuyo el verdadero significado del peronismo. Había sido engañado hace veinte años y más cuando se le suponía por lo menos un partido reformador. Pero no quiero comentar nada de esto, aunque esté deseando recibir noticias, pues me prometí a mí mismo callar y esperar hasta que algunos amigos y sobre todo los hijos de los amigos sepan por experiencia la razón que nos asistía. En una sola cuestión, creo que aciertan en suponer a Perón un hombre hábil. No creo que hubiese político argentino más astuto y hábil y con muy pocos rivales en el exterior. Una especie de mezcla de gobernador de Córdoba, Sabattino y Barceló, el extinto caudillo de Avellaneda. Un ser ambiguo, con una política ambigua que engaña a una ingenua mayoría presidencial, pues nuestra decisión es marcharnos en la segunda quincena de septiembre para poder aprovechar lo que resta del año trabajando en Buenos Aires.
No sé si le escribimos que en nuestros días de Madrid con motivo de mi exposición, hemos visto una extraordinaria de Torres García con la obra enviada del Uruguay y la que se juntó, importantísima, de Barcelona. Muy bien presentada. Estaba también los famosos murales de la Diputación catalana. Pienso que Torres García gana mucho en nuestros días, que su obra se engrandece a medida que pasa el tiempo. A mí siempre me gustó, pero ahora se puede ver como un gran maestro. Viéndolo sólo por su pintura y sin el ruido que armaba defendiéndola y exaltándola y celoso como estaba del éxito de los demás. Muy pocos de los grandes artistas de su época y que fueron famosos resisten, a mi juicio, el paso del tiempo como él. En Barcelona, le dedicaron una extraordinaria y voluminosa monografía en la exposición de Madrid se colocaron ampliadas que servían para seguir el desarrollo de su vida y de su obra. Fue efectivamente una muestra que, al valor de ella se unía el de su presentación. Es curioso que la Argentina no hubiese podido hacer algo parecido para cualquiera de sus grandes pintores desaparecidos. Aquí como en el resto de Europa no se sabe nada del arte argentino, ni sudamericano. Solamente de Guayasamín, el pintor ecuatoriano, muy flojo, a mi juicio, de la línea de Siqueiros, pero a una gran distancia de éste y estúpidamente demagogo. Lo mejor que vi de él fue una naturaleza muerta que seguramente había hecho para vender, sin darle demasiada importancia. Negro y sucio de color. Sus cuadros con pretensiones sociales en los temas los compran seguramente para oficinas del Estado sin servir ni a la clase humilde de su pueblo ni al arte, así lo pienso.
Bueno, Aída y Scheinberg, en septiembre estaremos por ahí, pero escriban antes, falta mucho. Reciban un gran abrazo de Maruja y mío:

[Seoane]

1973-06-30 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 30/06/1973


Buenos Aires, junio 30 de 1973

Querido Seoane:

Le escribo ésta, casi a pedido de Ora Waisman Diamond (Galatea). Ella recibió su carta en que le dice que acepta participar en la Exposición de homenaje a Picasso. Ésta se va a realizar, o bien el 1º de agosto próximo, o bien el 11 del mismo mes. Desde luego, le está muy, pero muy agradecida. Ahora bien, se trata de saber: 1º si Vd. va a estar aquí, en Buenos Aires, para esta fecha, y puede hacerle llegar el título de la obra con tiempo para la confección del catálogo; 2º, en caso de que Vd. no estuviera con la debida anticipación, cómo le va a hacer llegar la obra. Esto es casi todo al respecto.
Y ahora a otra cosa. Nos alegró mucho su éxito en la exposición en Madrid. Recibimos el catálogo de la misma. Piensa quedarse mucho tiempo en España? Nos imaginamos que ya se habrán encontrado con Sofovich y Elsa, pues sabemos que se proponían hacerles una larga visita en La Coruña. Lamentamos no poder participar de ese encuentro. Están Vds. bien? Por aquí, sin otras novedades. Aunque no ha hecho mucho frío todavía, salimos poco. La temporada artística anda muy floja por ahora. En cuanto a la situación política del país, ninguna novedad puedo agregarle a lo que les escribió Aída. Solamente esto: que las medidas del gobierno tomadas hasta ahora por el Gobierno dejan un saldo muy positivo, aunque la crisis es muy fuerte y si ésta no mejora un poco, puede llevarnos a un mal fin. Lo que está pasando en el Uruguay y en Chile no es alentador que digamos. Las derechas se defienden muy bien: cuentan con más recursos que las fuerzas de izquierda. Con todo, tenemos la vaga esperanza que salgamos del paso. Esto es todo. Aída y yo los saludamos a Vd. y a Maruja, y a los amigos Díaz Pardo y a los Dieste. Escríbannos. Un abrazo muy fuerte de

Scheimberg

1973-06-25 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 25/06/1973

Buenos Aires, junio 25 de 1973

Luis y Maruja, amigos queridos:

Hasta ahora no he podido escribirles una línea, pues estaba apabullada por la muerte de Falcini aunque esperada no por eso menos dolorosa; siempre queda una pequeña esperanza “no puede ser”, pero el mal estaba agravándose día a día, hasta hubo que amputarle una pierna como último recurso, por si quedaba la esperanza de salvarlo. No hubo nada que hacer, ese hombre que parecía tan corpulento quedó reducido a la nada en poco tiempo, nunca recuperó el habla y ha debido sufrir lo indecible porque tenía conciencia de lo que le pasaba. Todavía no puedo pensar en Falcini en pasado; las cosas que tenemos de él, me recuerda a cada momento. No me imaginé nunca la fortaleza de Germain, tendrá sus momentos de flaqueza, por qué no? Pero guarda una compostura y lo lleva con bastante inteligencia.
Y ahora las novedades de aquí que son numerosas. Cámpora fue a buscar a Perón a Madrid, con un séquito digno de un sultán; los homenajes madrileños fueron para Cámpora; Perón rehusó todos, yo no sé porqué, y se fue de Madrid como un ciudadano cualquiera aunque despedido por las autoridades españolas como un gran señor. Toda la República peronista se movió y trasladó a Ezeiza para recibirlo; todo lo que podía moverse y trasladarse desde Jujuy para abajo se utilizó, se instaló campamentos de carpas, cocinas, instalaciones de agua, cloacales, fogones que ardieron toda la noche, todo lo que la imaginación ha previsto, todo ha sido superado, pero... el día de la llegada se armó la tremolina con ataques desde los árboles de francotiradores que allí estaban escondidos, entre el pacífico pueblo que estaban con sus mujeres, niños, bombos, carteles, cantos, etc. La masacre fue muy grande y Perón bajó en Morón y de allí se fue a su casa en Gaspar Campo.
La culpa se la echan diferentes facciones de peronistas, pero la verdad no sé si va a surgir. A la noche, Perón al pueblo agradeciendo la demostración y disculpándose no poder corresponder al gran homenaje que el pueblo le había destinado. Al día siguiente, dirigió un mensaje al pueblo recomendando trabajo y dedicación para cumplir el plan peronista de recuperación. De los acontecimientos del día anterior, ni una palabra: hay muchísimos heridos, muertos y un dolor del alma que el pueblo se llevó sin poder ver al líder y escucharlo desde una gran tribuna que se había levantado en el camino Richieri. Ahora esperemos los acontecimientos, hay muchas esperanzas; las medidas del Gobierno que se tomaron son buenas; vamos a ver.
Nos alegró muchísimo el éxito que tuvo en la exposición, no podía ser de otra manera. Como yo sé que Botella al mar está preparando el festejo de sus 25 años de existencia hay probabilidades de que venga, escríbanos cuando será. Por lo demás, todos estamos bien de salud, afrontando fríos de 2º y de noche más; salimos los martes para ver alguna película muy buena y nos dedicamos los otros días del trabajo a casa; cumplimos el precepto.

Saludos de Scheimberg a todos los amigos, a ustedes muy cariñosos y muy, muy grande cariño de

Aída

Saludos de María

[Escrito por Simón Scheinberg:] Queridísimos Maruja y Luís:
Perdónenme que siga sin escribirles. He cedido el trono a Aída. Pero no quiero que en ningún momento piensen que no los recuerdo con el cariño y respeto de siempre. Los abraza

Scheimberg

1973-06-10 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 10/06/1973


La Coruña, 10 de junio de 1973

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Queridos amigos Aída y Scheinberg:

Debemos cartas a todos los amigos y en especial a ustedes, de quienes recibimos el mismo día de la inauguración de mi muestra un telegrama de saludo que agradecemos muchísimo y una carta, que creo que nos trajeron suerte, pues comencé vendiendo dos cuadros apenas se abrió. La exposición tiene mucho éxito, muy buenas críticas y mucho público, la Galería montada por Carmen Waugh que tiene ahí la de la Calle Florida, no sólo está muy bien situada, sino que además está perfectamente montada por un arquitecto chileno, cuyo apellido no recuerdo en este momento, que está en Madrid de agregado cultural de la embajada de su país. Como además es escultor sabe que el protagonista de una galería no lo es la Galería en sí misma, la presentación de la salas, etc., sino la obra que se exhibe, que paredes, muebles, vitrinas, etc., deben pasan desapercibidos para mostrar solamente los óleos, esculturas, grabados... que se presentan en un marco simple y digno. Es una de las más bellas galerías de Madrid donde aumentan diariamente. La clase media española que se enriquece –turismo y emigrantes– se lanzó a comprar cuadros en galerías y remates inverosímiles donde la obras de artistas españoles alcanzan muy altos precios. En Buenos Aires, más de un incauto vendió su Sánchez Barbudo, su Sorolla o su Pradilla por muy pocos pesos en un remate cualquiera, que alcanzó cifras millonarias en pesetas en otro de Madrid. Algo que yo vi ahí como negocio, pero que naturalmente no entraba entre mis condiciones intelectuales, las referidas a compraventa a realizar. Los nietos que se desprendieron de los cuadros comprados por sus abuelos pertenecientes al pasado de España, Italia y Francia no se tomaron la molestia de informarse sobre la pintura de estos países ni sobre el valor de las obras heredadas. Y los pobres rematadores de Buenos Aires, casi analfabetos, en general, en estas cuestiones se dejaron sorprender por los rematadores españoles en el caso que conozco.
Bueno, nosotros regresamos a La Coruña hace una semana, pues no aguantábamos el calor de Madrid y estábamos cansados de vida de hotel. He vendido seis cuadros. La galería está muy bien atendida por Carmen Waugh y sus ayudantes y la exposición se cierra todavía el 14, es decir, el jueves de esta semana en que les escribo. De ahí no sabemos nada más que las noticias de los diarios, muy abundantes en los diarios de Galicia al revés de los del resto de España, con muy buenos comentarios. De cualquier manera, no sabemos qué pasa. Por aquí pasaron Elena y Baudizzone, anduvimos juntos tres días y nos contó muchas cosas que no conocíamos en cuanto a la posición política en general de algunas gentes. Comprendemos que los jóvenes editen en mayor cantidad que nunca las obras de Sade y las referidas al masoquismo y las lean y sigan, son de verdad, lo prueban los hechos, su Marx y Engels, desde nuestra madurez lo lamentamos por ellos. En mi caso, me sentaré a la puerta a esperar como un oriental, un chino, creo, los años que sean.
Por favor, escríbannos. Estamos ansiosos de noticias de ustedes y de todos los amigos.

Un gran abrazo para los dos de Maruja y mío:

[Seoane]

1973-05-17 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 17/05/1973


Buenos Aires, 17 de mayo de 1973

Queridos amigos, Luis y Maruja:

No se imaginan la alegría que me produjo la llegada de la carta de ustedes, no sabía que pensar; que Maruja estaba mejor me lo dijo Paulite por teléfono que la mamá estaba contenta y bien, también, lo supe por ella, entonces quedaba que no habían recibido las cartas mías, donde, más o menos, les contaba cosas de Buenos Aires. Además Sofovich nos dijo que Luis se quejaba (por teléfono) que nadie le escribía. Por suerte, ya pasó; queremos que esta carta llegue al mismo día que la inauguración de la exposición, deseándoles, como siempre, mucho éxito, espiritual y monetario; no dudamos que, como siempre, las dos cosas se realizarán, nosotros estaremos presentes con nuestro pensamiento y los buenos deseos. Mucho nos alegraron la noticias de ustedes; no me extrañó nada que Maruja maneje auto hasta la creo capaz de manejar un avión. Ahora el tráfico de Buenos Aires pone a prueba al chauffeur más pintado, así que reservo el premio “Nobel” para ella. Tenemos una relativa calma, no sé si es presagio para lo mejor o lo peor; mientras, aunque no creemos mucho, tenemos esperanzas, esto nunca se pierde. Por de pronto, esperando tiempos mejores, vamos al cine, pues hay muy buenas películas, aunque la de Buñuel nos defraudó a medias. Buen trabajo, buena dirección, muy buena intención pero...
Las novedades son: ustedes pasarán una linda vacación con Sofovich que andará por allá con su familia, ya les llevará mucho cariño y las novedades, aunque desde su punto de vista, la otra novedad y la más importante es que Falcini está enfermo, su arteriosclerosis sufre los efectos de la vejez, 84 años, y se le produjo una afasia, pérdida del habla, de la cual sale muy lentamente; además sufre de caídas por falta de equilibrio y resulta un serio problema para Germain que tampoco está bien, que tiene 88 años, que sufre de reuma, que es sorda, que está sola y tiene q’ recurrir a gente de la calle, a cualquier hora, para que la ayuden para levantarlo, que fin de una vida! Nosotros estamos bastante bien, esperando siempre noticias de los amigos.
Estuvimos en Galatea, se realiza allí una exposición bastante interesante de 14 mujeres jóvenes. Les transmito el pedido de Ora tal cual: “El sentido de la libertad en la obra de Picasso, con este título, se realizará en Galatea un homenaje al gran Picasso, me gustaría que Seoane acepte esta invitación en la cual habrá 16 otros artistas. La obra deberá ser inédita y la muestra se realizará alrededor de septiembre-octubre”. Les transcribo tal cual el pedido, Luis contestará. Y nada más por hoy. Ya habrá más noticias a partir del 25 de Mayo.

Saluden y agradezcan a los amigos de allá, a todos, siempre los recordamos con cariño. Saludos de amigos y familiares nuestros. Muchos cariños de Scheimberg y míos y les deseamos mucho éxito.

Aída.

[Escrito por Simón Scheinberg:] Con un especial abrazo de este perezoso amigo.

Scheimberg

1973-04-03 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 03/04/1973


Buenos Aires, abril 3 de 1973

Queridos amigos, Luis y Maruja:

Hoy es un día lluvioso y triste y el deseo de conversar con ustedes es muy grande; cómo estará Maruja? Las noticias que tengo hace mucho es que había tenido un gran problema de salud, pero que la había superado. Por aquí hay muchas novedades de todo calibre; ustedes ya saben que hubo elecciones y también ya deben saber los resultados: Todos votaron F.R.E.J.U.L.I hasta las personas más insospechables, jóvenes del barrio norte tomando represalias contra sus padres, jóvenes de todas las latitudes confiados en que por fin tendrán un mundo mejor; se olvidan del pasado o no lo conocen. Cámpora, en una declaración, aseguró que no habrá ni represalias, ni venganzas, que sólo se va a hacer justicia... pero qué justicia, la del Talión? Quién va a gobernar nuestro pobre país? Cámpora? Perón? Pobre Argentina! Mientras tanto, abundan los asaltos de terroristas y de los otros, secuestros y otras yerbas, no se pueden leer los diarios si no fuera por alguna correspondencia extranjera, todo sería imposible. La vida está carísima en orden de valor: la carne, la fruta, la verdura y hasta el pescado que antes era más barato; los huevos a 600$ la docena (?), los pollos a 960$ el kilo. Dónde están las ricas milanesas? Dónde ese puchero sabroso que era la comida de los pobres? Pero nosotros no somos pesimistas, creemos que ya vendrán tiempos mejores, aunque no tenemos mucho para esperar. Mientras tanto los restauranes, los cines, los teatros, los sitios de veraneo están llenos de gente, viven al día, no piensan en el futuro que es tan incierto. Veremos!
Adelante con los faroles! Como cantaban los niños en la vereda. Nosotros los jubilados aprovechamos que los lunes y martes el cine cuesta la mitad y vimos El Padrino, El Atentado, Tío Vania, Mi querida Luisa y Cabaret y alguna otra de menor importancia. Vemos a los amigos y algunos conocidos que preguntaban por ustedes. Sé que Luis hace una exposición en Madrid, en el mes de Mayo, pero cuándo? Queremos saber para estar con ustedes y palpar la buena suerte. Recibimos una tarjeta de Elsa y Sofovich, estaban en París por cuatro días, qué suerte! El que tiene plata sabe lo que hacer. Nosotros no los vemos, las noticias son esporádicas y cariñosas. Así es la vida! Me gustaría saber algo de la señora, cómo se halla y cómo la trata su patria. Scheimberg está bien, pero muy perezoso, los acontecimientos lo tienen apabullado y desorientado como a casi todo el mundo. Mi gente está bien, trabajan y viven, solamente la construcción está muy, pero muy en baja y, por supuesto, que la arquitectura sufre mucho. Pero como la sangre no llega al río, Olica se defiende bastante, además no tiene hijos y el marido también trabaja; acaban de cumplir veinte años de casados. A Irene le encanta el tapiz de Seoane que Olica tiene colgado. Y qué más? Quiero que esta carta los encuentre bien, lo mismo sus familiares. Nosotros, a la espera de sus noticias, los saludamos con mucho, mucho cariño y les deseamos buena suerte.

Abrazos de Scheimberg y míos

Aída

[Escrito por Simón Scheinberg:] Queridos Luís y Maruja:

Lamento que Aída me haya ganado de mano, pues tenía el propósito de hacerlo yo. De todos modos, queda abierto el diálogo. Yo ando muy pesado. Los años, a mi altura, llegan muy pesados y no me resigno a aceptarlos. Pero no hay más remedio. De modo que a vivir y adelante. Para post-data creo que ya es bastante. Los quiero a Vds y los abrazo.

Scheimberg

1973-02-14 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 14/02/1973


La Coruña, 14 de febrero de 1973

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Querido Scheinberg:

Estamos en España desde hace algo más de un mes y no tenemos demasiado que contar. Todo está como si fuese ayer desde muchos puntos de vista en cuanto a las cuestiones que siempre nos interesaron más. En Barcelona, volvimos a ver algunos de sus museos, algunos mejorados o engrandecidos como el de Picasso, por ejemplo, con nuevas y muy valiosas piezas y terminado el arreglo de la unión de los dos palacios, casi terminado hace dos años, pero que ahora lo vimos terminado totalmente. En Madrid, se puede decir que vi yo solo la ciudad, pues Maruja padeció una fuerte gripe que le obligó a guardar cama en el hotel durante cuatro días. Madrid está en pleno desarrollo. Es una ciudad convertida a la fuerza en gran ciudad, sin que el destino ni los ciudadanos hubiesen hecho nada por engrandecerla. Se engrandece a la fuerza porque así conviene al Estado, tratando de hacer de ella la capital de España sin que una otra ciudad pueda parangonársele. Aquí se trató en estos últimos años de que Madrid fuese más importante que Barcelona, y las ciudades de Castilla, Valladolid, Burgos, fuesen más importantes de lo que fueron en los últimos siglos. Para esto las convierten en ciudades industriales. Se puede afirmar las convirtieron. Desde hace medio siglo y más, concretamente, hoy un Estado puede disponer el porvenir de un país haciendo que se instalen grandes industrias en determinadas zonas para que progresen y esto se vino haciendo aquí. En el caso de Galicia, nos toca la peor parte. El Mediterráneo y Castilla absorben todo lo que significa riqueza industrial. Sobre ella se proyecta la maldición de Isabel la Católica y la política aragonesa de su esposo Fernando, ahora centralista. Domaron Galicia, según expresión del Padre Zurita, el cronista de ellos y si no la domaron, porque esto no ocurrió, la arruinaron y hoy continúa el destino incierto de Bretaña e Irlanda, sus hermanas de origen. Se conserva bellísima, pero muy pobre y hasta los secaderos de pescado y las fábricas de salazón de pescado disponen de arriba, se instalan en ciudades castellanas. En cuanto a problemas culturales, se me ocurrió ayer un dibujo donde representase a dos campesinos gallegos hablando entre ellos diciéndole uno al otro, “¡Qué suerte tienen los castellanos que pueden estudiar su idioma en la escuela..!” Esto dicho en gallego, claro está.
En Madrid, aumentaron las galerías de arte, hoy hay muchas. Ocurre el mismo fenómeno de hace unos años en Buenos Aires y se hacen remates con obras representativas sobre todo de fines de siglo y los primeros años de éste. Los precios que la pintura española en los remates de ahí se alcanzan en pesos se pagan aquí las mismas cifras en pesetas, lo que resulta un negocio espléndido para los negociantes, veinte veces más o algo así, de lo que se paga en Buenos Aires. Ahí los nietos se deshacen de los cuadros que compraron los abuelos y, en Madrid, otros nietos nuevos ricos, compran los cuadros que les hubiese gustado comprar a los abuelos. Así ocurre.

Escríbannos. Reciban un abrazo muy fuerte de Maruja y mío:

[Seoane]

1973-02-13 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 13/02/1973


Buenos Aires, 13 febrero [1973]

Queridos amigos, Luis y Maruja:

Hoy ha sido mi día feliz porque recibí carta de Maruja, de Sebastián y fui a ver mi Tío Vania. Yo no sé si ustedes saben que los lunes y martes las películas cuestan la mitad y muchísima gente concurre a los cines y algunos ven la misma película dos veces. Me afligí mucho saber que España no la recibió bien a Maruja, que la gripe y la flebitis la tuvieron a mal traer, pero, por suerte, ya está bien. Me alegré que la mamá de Luis esté muy contenta y muy acompañada y además, en su tierra, con los suyos, aunque aquí también lo estaba, pero muy sola y muy triste y esto, psicológicamente considerando, es una enfermedad muy desagradable.
Buenos Aires está un poco vacío, todos los amigos aprovecharon las vacaciones para irse y poder volver a tiempo para las elecciones. Y hablando de este acontecimiento, les diré que aquí todos los diarios le dedican muchísimo espacio y como no hay propaganda callejera (tan linda!) todas las radios y televisiones están ocupados en hacerlo, es un hervidero la ciudad, y se barajan muchos nombres. La gente, en definitiva, no sabe qué hacer y unos y otros se consultan. Hay slogans lindos algunos, y divertidos otros: dicen “Campora al Gobierno y Perón al poder”, “Vota Ezequiel Martínez, joven Presidente que sabe y puede” y así todo. A mí me desorienta los votos de las dos ruedas, y aunque tengo mi decisión tomada, veré lo que aún puedo hacer. Hemos ido al cine, vimos películas agradables. El asunto Matei, Querida Luisa (sic), La aventura es la aventura, Tío Vania, que es un poco teatral como todas las cosas de Chejov, llevada al cine.
Scheimberg lo está pasando muy bien y los días frescos, que los tenemos, mejor. Yo, como soy especialista en lecturas, estoy bien y tenemos mucha tela que cortar. Nos dedicamos a la República del Uruguay, que también tuvo su golpe de Estado.
Nos alegramos que Luis haya empezado a pintar y ya descontamos mucho éxito.
Y eso es todo, muchos saludos a todos los amigos, los Dieste, los Díaz Pardo, a todos.

Reciban abrazos y besos toda la familia y muchos cariños Luis y Maruja de

Scheimberg y de Aída

Siempre esperamos sus tan lindas cartas; hasta pronto amigos.

1971-09-20 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 20/09/1971


Buenos Aires, 20 de Septiembre de 1971

Queridos Maruja y Luís Seoane:

Estoy hecho un perezoso, peor que nunca. Pero hoy tengo dos noticias para darles y quiero ser el primero en hacerlo: primera, Falcini acaba de ser designado académico de Bellas Artes –creo que para cubrir la vacante dejada por Emilio Centurión (en la misma sesión fue designado Córdoba Iturburu para la vacante dejada por Payró –salvando las distancias). Hasta este momento en que les escribo, la noticia no ha sido dada en los diarios; segunda, hemos recibido –Aída y yo– hace cosa de un mes, una muy cordial carta del director del Museo Nacional de Bellas Artes, invitándonos a exponer en el Museo todas las piezas que integran nuestra colección, aproximadamente para Junio del año que viene, para cuya fecha calcula que estarán terminadas las obras que se están realizando para la ampliación del Museo. Contesté, aceptando. Calculo que ambas noticias les agradarán. Y ahora, a otra cosa. La temporada artística, en cuanto se refiere a las artes plásticas, sigue siendo floja; las Galerías andan alarmadas, casi no se vende. Y es que la crisis afecta hoy a todas las clases sociales. Y aquí tengo que rectificarlos. No sólo estamos batiendo el record en cuanto a atracos y robos, sino también en cuanto se refiere a inflación. Dos records nada envidiables por cierto. En la postdata que agregué a la última carta de Aída, señalaba que en el término casi puede decirse de días, nuestra moneda sufrió varias minidevaluaciones que llevaron el dólar a 500 pesos moneda nacional y que en el mercado paralelo se traducía a 570; pues ahora hubo un día en que el dólar se cotizó en el mercado paralelo a 770 y ahora parece estabilizarse (momentáneamente) a 650 y pico. Esta carrera inflacionaria alarma a todo el mundo y determina un estado de receso en todas las actividades del país –con su natural colazo de desocupación y de agitaciones subversivas. Nuestro país es, talvez, el único donde la devaluación del dólar ha determinado una baja del peso moneda nacional y ya hay quienes pronostican la posibilidad de que en poco tiempo el dólar llegue a 1.000 pesos. Para salvar en algún modo la situación, el Gobierno proyecta aumentar los salarios, demás está decir que con cuentagotas –en tanto que los precios suben en una proporción infinitamente mayor. A esto nos llevaron los gobiernos militares y los técnicos en economía... Y, mientras el Gobierno nos promete elecciones libres para marzo de 1973, nadie cree que el actual pueda mantenerse hasta tanto tiempo. Éste es el panorama que presenta el país. Se habla abiertamente de próximos golpes de estado. Y volviendo a las actividades artísticas: Willy Withlow está realizando una muy buena labor al frente del Museo de Arte Moderno y aún no estando muy de acuerdo con la orientación, debemos reconocer que ha convertido este Museo en un centro de interés. Nos dijo que se propone escribirles. Talvez lo haya hecho ya. En cuanto a los nuevos diarios a que hace referencia su carta del 30 de agosto, sólo sé de uno: La Opinión. En sus comienzos se insinuaba como un órgano independiente e inclinado a las tendencias sustentadas por Frigerio y Frondizi –con pocos avisos oficiales. Ahora es abundante la cantidad de avisos oficiales y la de que ha sido comprado por gente de Lanusse –con intenciones de propiciarse su candidatura para la próxima Presidencia. Que es lo único que nos faltaba. Tratándose de Timerman (no sé con cuántas m y n se escribe) todo es posible... Ah, Granatta –María– se escribe con una sola t. Lo que se escribe con dos t es Kornblihtt1. La novela a que usted se refiere es algo así: los viernes a la eternidad. La leyó Aída y no le pareció extraordinaria (yo la leeré cuando le toque el turno).
Bueno, Seoane, siga trabajando y que sigan estando bien, usted y Maruja. Para agua-fiestas, creo ya es bastante. Nosotros estamos bastante bien y extrañándolos. Esperamos verlos pronto. Abrazos y besos míos. Aída va a agregar una post-data. Una vez más, gracias y hasta siempre.

Scheimberg

[Carta manuscrita]

Maruja y Luis, amigos míos:

La parte social la haré yo. Por de pronto, el invierno se despide lluviosamente, y el 21 de septiembre, me temo, será un poco aguafiestas para todo lo que se venía preparando; Santa Fe se engalanó, Florida se empaquetó y hasta alrededor del obelisco se adornó con una alfombra, hecha con 30.000 begonias traídas de Bélgica en homenaje a la exposición de horticultura que se realiza en Buenos Aires. Los Castagnino iban a inaugurar su casa en San Telmo con una exposición monstruo del dueño de casa, a la que está invitado tout Buenos Aires: después le contaré. Ahora la nota más saliente es el estreno mundial de Beatrix Cenci en Washington, ópera de Ginastera con libreto de Shand y Girri. Los Shand se fueron al estreno; los preparativos del vestuario de Susana hicieron época: un vestido dorado para la noche del debut y otro de muy paquetier para la recepción de la embajada. La noche del estreno, por vía satélite, vimos a Ginastera y Shand. Yo recorté las críticas; creo que fueron de cortesía. Ahora, el libro de Granata Los viernes de la eternidad tiene de todo, agorería, videncias, espíritus, ánimas, erotismo, apocalipsis, sui generis, una literatura metafísica que agobia por su sapiencia y a ratos chispazos de humor. Suerte que al final se salva el Amor y la Pureza. Estoy impaciente por saber la opinión de Luis y de Scheimberg. Y nada más, estamos bien, preparándonos para votar a Lanusse o a Perón.

Un abrazo para todos los amigos, y especiales par ustedes de

Aída

A Lala la vimos de pasada, siempre prometiéndonos llamar.
1. A palabra correcta é Kornblitht.

1971-08-30 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 30/08/1971


La Coruña, 30 de agosto de 1971

Sres. Aída y Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mis queridos amigos:

Esta vez soy yo el que no escribe. He pasado más de un mes desde que recibimos la última carta de ustedes y no hemos contestado, pero es que pasaron muchas cosas en cuanto a trabajo, prisas por hacerlo, etc., que nos tuvieron alejados de todos los amigos. Inauguramos una nueva sala del Museo, hicimos una galería de exposiciones para éste y se inauguró con enorme éxito con una muestra de Picasso y Miró. La próxima será de Solana. Pero de todo esto ya hablaremos a nuestro regreso. Entre las jarras-busto que hice últimamente, luego de la de Rosalía de Castro, está la de Casals. Hice también algún grabado y bastantes dibujos. Mientras tanto, fui recibiendo algunas noticias de Buenos Aires de los amigos, y políticas, de estas últimas muchas se vienen publicando en los diarios de aquí, comentadas por sus corresponsales o dejadas en simples noticias. Se publican muchas noticias procedentes o dejadas en simples noticias. Se publican muchas noticias procedentes de ahí, por desgracia, y por ellas parecen rivalizar Buenos Aires con el Nueva York de hace bastantes años en cuanto a atracos. Claro que éstos se extienden y se están produciendo en Europa, igualmente en Colonia y Berlín, que en Madrid o Sevilla. Buenos Aires, sin embargo, parece llevar el primer puesto. En España no dejaron entrar el primer número de la revista Libre, que hacen en París Cortázar, Vargas Llosa, García Márquez, etc., que fue dirigida en este primer número por Juan Goytisolo, el escritor catalán. Parece que une ensayos de sociología y política con obras de creación. Me hubiese gustado leerla. Igual ocurre con Plural, una publicación literaria de México, dirigida por Octavio Paz. Pero estas lecturas resultan muy difíciles aquí. Entran, o van a entrar esas publicaciones, siempre entran, pero no se pueden adquirir fácilmente. En cuanto a Buenos Aires, tengo noticias de que se publican dos nuevos diarios, uno muy bien hecho, según me dicen, de Timermann, y de que se ha publicado una muy buena novela de María Granatta, ¿es con dos tt? De exposiciones no sé nada. Las últimas noticias en cuanto a ellas las tuve por Payró, ¡cuánto siento su fallecimiento! Parecía que se iba a presentar una buena temporada iniciada con los afiches polacos y Calder. Siento haberme perdido estas dos exposiciones. Aquí, claro, es una ciudad pequeña, se hacen pocas exposiciones. En cuanto a cine, estamos viendo, en general, o volviendo a ver, películas vistas en Buenos Aires y que, por razones que desconocemos, no se dejaron ver aquí hasta ahora. De teatro hemos visto Romance de lobos, muy mal puesta en escena, con el hidalgo brutal de la obra de D. Ramón convertido en un alfeñique, mas bien en una especie de burócrata en vacaciones, desafiando una tormenta con unos zapatitos muy cuidados, para andar sobre pisos encerados y pantalón con raya, como para oficinas. Nos acordamos mucho, aún con sus defectos, de la misma obra puesta en el Teatro San Martín.
Bueno, esta vez son las pocas noticias que puedo enviar. Estamos bien, trabajamos, vamos algunos días al cine, vemos el mar desde las ventanas, un mar muy bello y en el portal de la casa se amontonan los niños del barrio, en general, de ojos claros y con dos manchas rojas cada uno, naturales, en sus mejillas. Conocí un día al cónsul argentino Sr. Quiroga, pariente, me dijo, de Sarmiento, sanjuanino, gris como la niebla.

Un gran abrazo de Maruja y mío para los dos y para los parientes y amigos:

[Seoane]

1971-07-07 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 07/07/1971


Buenos Aires, 7 de julio de 1971

Queridos amigos Luis y Maruja:

Estaba esperando tener alguna noticia que contarles de este Buenos Aires tan querido y tan vapuleado, y tengo muchas, algunas muy tristes y otras alegres. Empezaré por las primeras para poderlas contrarrestar con las segundas.
Amigos, en menos de 3 semanas murieron Policastro, que estaba muy enfermo, Nali Roselo que de toda la vida no estaba bien, Payzonzas, Israel Hoffman, un escultor judío que vivía en Entre Ríos y Julio Payró; muy sensibles todas esas muertes. Hoy en noticias fúnebres de La Nación, he visto que ustedes figuran, entre otros amigos, participando la muerte de Payró.
El sábado 3 estuvimos en el cumpleaños de Sofovich; cumplía 60 años y los dueños de casa tiraron la casa por la ventana porque también la inauguraron. ¡Qué piso, uno no sabía dónde mirar primero; nosotros, que llegamos los primeros, tuvimos ocasión, llevados de la mano de Elsa, de admirar el lujo y buen gusto de todo. La dueña de casa vestía de gran fiesta, un modelo de color ciruela de riguroso largo, lo mismo que Claudia; el pibe parecía un principito y Bernardo, radiante y feliz. Entre la concurrencia estaba, por primera vez, toda la familia de Bernardo, la hermana y los sobrinos y las hijas, Laura y Alcira, ésta con su último punto, bien hippie. La fiesta, servida con generosidad y exquisitamente; los amigos de siempre, el matrimonio Enrique y Anita, ella como siempre deliciosa, su hermana y el marido; Lola Madanes y su esposo; Regina Rubinstein y su esposo, el matrimonio Mantero, y otros que yo conozco y no me acuerdo el apellido; todos, todos muy contentos y alegres de gozar de esa hermosa fiesta. Nosotros estuvimos con Varela, Marica no fue, no se porqué. A las dos de la mañana, cuando nos fuimos, todavía quedaba mucha gente para seguir de farra. Yo creo que Elsa debe pellizcarse todo el día para saber si lo que vive es realidad o lo sueña. Me alegro por ella y, sobre todo, por Bernardo, se lo ve muy contento. Ahora, hablando de otra cosa, le contaré que estuvimos en Art Gallery en la inauguración de la retrospectiva de Urruchúa. Mucha gente, sobre todo, sus alumnos que lo quieren mucho; le financiaron un libro Memorias de un pintor, muy bien presentado; las ¾ partes son sus memorias y el resto, muy robespierosamente, juzgando el nuevo arte y castigando el intelectualismo en el mismo. Fuimos también a la inauguración de Margot Parker, en el Triángulo, muchos amigos, todos, una concurrencia distinguida y elegante; estaban los Lifschitz, que se acercaron a nosotros muy simpáticamente; los Rotzait, él acaba de salir de una operación muy delicada de hígado; ella, muy bonita y elegante; los Melella que en septiembre se van a Europa y piensan encontrarse con ustedes; y a propósito, me olvidaba de decirles que los Sofovich también se van a Europa y tratarán de ir en una fecha para poder estar con ustedes.
Y ahora, las cosas de acá; como siempre, la incertidumbre y la carestía de la vida que va en aumento escandalosamente; el dólar a 570$, que le parece? Hablando con Lifschitz nos dijo que en Europa son los mismos problemas, pero que allá no los siente el turista sino los habitantes de cada país. Ya se inauguró la calle Florida, la calle peatonal, como la llaman ahora; la calle es preciosa, sin veredas, con macetones en el centro; las vidrieras se engalanaron en homenaje a la calle. La inauguró el intendente y Lanusse, nuestro Presidente, en sus respectivas comitivas. Nuestro Presidente se detuvo en un café al paso y pidió un café; le preguntó al mozo que le servía si era casado, –no–, le dijo, –pero me voy a casar pronto–; entonces, nuestro Presidente, muy generoso, le dijo que lo va a ayudar un poco y le regaló 2 billetes nuevos de 10$ (2.000$) como propina. Les aclaro que un escobillón para barrer la casa vale 1.500$ de los viejos, no es verdad que estuvo grande nuestro Presidente? Esto se publicó en La Nación, en un recuadro.
Nosotros estamos bien, los amigos, mi familia, los hijos, los nietos, todos; la vida corre sin pena ni gloria esperando siempre tiempos mejores. Vendrán? Fuimos al cine y vimos películas hermosísimas. Si tienen oportunidad de verlas allá, no las pierdan: Una investigación de un ciudadano sobre toda sospecha1, italiana; Tristana, de Buñuel; Mi padre, un extraño, americana. Y nada más por hoy, cariños a todos, todos los amigos, especiales a los Díaz Pardo, a tus hermanos y ustedes reciban nuestro cariño de siempre, los extrañamos muchísimo. Hasta la próxima.

Aída.

[Escrito por Scheinberg:] Queridos Maruja y Luís Seoane: Gracias por v/ cartas del 2 de junio. Se cruzó seguramente con una anterior de Aída, en la que les agradecía el llamado telefónico en la noche de su cumpleaños. Me preparaba para escribirles pero nuevamente Aída me ganó de mano. Quiero aclararles que la cotización del dólar a que se refiere la carta es la del mercado paralelo –que es el que cuenta. Como Vds., estamos cada vez mejor. Cuándo saldremos del pozo? Con todo –y a pesar de n/ gobiernos, Buenos Aires sigue siendo agradable para vivir. Yo, aguantando. En medio de la pena de estas muertes a que se refiere la carta de Aída, me alegró que Policastro y Julio Payró se hiciesen cremar: es un desafío a los timoratos –sobre todo en el caso de Payró. Yo no sé si Vds. están de acuerdo, pero a mí –repito– me alegró. Y aquí termino. Por hoy basta. Abrazos, de Aída y míos.

Scheimberg

1. O título correcto é: Investigación sobre un ciudadano libre de toda sospecha dirixida por Aldo Petri en 1970

1971-06-02 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 02/06/1971


La Coruña, 2 de junio de 1971

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Después de algo más de un mes comenzamos a escribir carta a los amigos, estamos en deuda con todos. Estuvimos en Roma unos días, paseamos nuevamente por sus calles, volvimos a sentarnos en los cafés de la Plaza Navona, de los de la Plaza del Popolo, y en el Café Grecco, frente al retrato de Búfalo Bill, muy cerca de una pequeña obra de Fortuny. Roma es casi una ciudad muerta, muy bella, en el mes de abril todas sus plazas, las escaleras de la Plaza de España, principalmente, rebosaban de flores, era la primavera. Las flores, las huelgas y los precios la hacían ver como una ciudad viva. Sin embargo, los turistas la pasean, la paseamos, como visitando el pasado, una ciudad asolada por un terremoto, una ciudad que ya no es, como descrita por Juan Rulfo, de Pedro Páramo. Es una sensación extraña la que nos produjo esta vez Roma. Es verdad que existen calles como la Vía Marguta (Carnaby Street) con artículos Pop, pero también esos carabinieri muy finales de siglo y esos ciudadanos que parecen antiguos actores de la Comedia del Arte que hubiesen servido de modelo al hijo de Tiepolo. Barcelona con menos valor que Roma, mucho menos importante, nos dio la sensación de una ciudad más viva, más actual. Pero ya hablaremos de todo esto. Alberti, muy bien, igual María Teresa. Alberti, trabajando mucho, muy interesado por las noticias de Buenos Aires, con un dejo de nostalgia porteña, Parlermo, Castelar, los amigos... AL tanto de cuanto ocurre en ésa por cartas que recibe, por noticias de los diarios, por argentinos que viajan a Roma y van a verle, etc. Hablamos de todos los amigos comunes y, naturalmente, de ustedes. He grabado mucho y estaba muy contento del éxito universal de su poema sobre el juicio de Burgos y, sobre todo, de su divulgación clandestina en España. También de la exposición que le hicieron de sus libros y grabados en el Colegio de Arquitectos de Barcelona. En cuanto a esta ciudad, hemos visto la ampliación del Museo Picasso añadiéndole otro palacio contiguo y que encierra las 700 u 800 obras que donó últimamente y que estaban depositadas en casas de familiares de él desde hace muchos años. Queda un Museo extraordinario que la ciudad muestra con verdadero orgullo. Aparte de la obra grabada que poseía y a la que siempre se le añaden nuevos grabados enviados por Picasso, está la serie completa de Las Meninas. Las Meninas y las obras de las primeras épocas hasta el cubismo con inclusión de los cuadros cubistas que pintó en sus viajes a España y alguno nuevo de la serie de El pintor y la modelo.
Bueno, esto es todo por ahora. Continuaremos escribiendo. Por favor, contesten ustedes. Un gran abrazo para todos los amigos y uno grande para Aída y usted de Maruja y mío:

[Seoane]

1971-05-28 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 28/05/1971


Buenos Aires, 28 de mayo de 1971

Mis muy queridos amigos Luis y Maruja:

Nunca se van a imaginar la impresión que produjo, que en medio de la gente, se oyera “¡Aída le llaman de España!” Todo el día los estaba recordando y lamentando que no estuvieran aquí; que efluvios tiene el corazón, que llegan tan lejos y cómo [en] una llamada correspondida me habla Maruja. Yo no sé si gritaba mucho, pero sólo sé que emocionada oía perfectamente la voz de Maruja diciéndome sus buenos deseos, de ella y de Luis. Cuando les anuncié a los amigos que ustedes habían llamado, una ovación cerrada rubricó la noticia. Gracias, muchas gracias.
Todos los amigos y todos los familiares nos reunimos en casa, que estaba especialmente adornada con flores, muchas flores y luces todas las luces. La gente lucía sus mejores galas, sus mejores risas y humor: éramos ochenta personas que desparramados por las diferentes dependencias, no se notaban. La fiesta empezó a las 19 y terminó a las tres de la madrugada. Me sentí muy feliz y orgulloso de tener tan y tantos buenos amigos... y su llamada de España me colmó de felicidad.
Por aquí, por Buenos Aires, pasan muchas cosas. Salimos poco, los días son cortos y muy fríos, pero esto no impide que hallamos ido a la inauguración de la donación Santana Mercedes, muy linda, a la inauguración de Calder todo en el Museo de Bellas Artes. Una inauguración de grabados y dibujos de Roualt y de afiches de teatros y conciertos polacos en el Museo de Arte Moderno, muy interesante. Willy estaba muy contento por el éxito de las exposiciones y además la embajada polaca donó todos los afiches, como cien, al museo.
Además vimos una muy pero muy interesante muestra de arte asiático, todas esculturas, en Bonino; una muestra de Soldi en el salón nuevo de Rubbers, muy hermoso, hecho en mármol blanco el piso y las paredes y techos negros; bien iluminados y no sofisticado como el de la calle Florida; otra muestra de Carlos Alonso en una sala nueva de la calle Esmeralda 882; dibujos en tinta y colores sobre un tema de Rembrandt, La lección de anatomía, me ha divertido mucho en esta muestra, está hecha con mucho humor. Y a propósito, un chimento: Alonso se mandó mudar a Italia con una piba de veinte años y colombiana además. Pobre Yvonne, tan linda y tan sufrida... este enfant terrible! Por lo demás, tenemos un gobierno revolucionario, que deshace lo ya hecho para volverlo a hacer de la misma manera, pero con otro nombre: para que vean qué bien estamos, les diré que el pan comible lo pagamos 100$ el kilo, la leche en el mostrador 55$ el litro, los huevos 360$ la docena, la carne... bueno, la carne cualquier cantidad y 1 semana sí y otra semana no! Nosotros que somos un país carnívoro, imagínense! Pero ni así se arregla la economía del país, pero eso sí, vamos a tener la calle más linda del mundo para peatones; la avenida más linda y más ancha del mundo y una plaza de la República más linda del mundo para el paso del tráfico, porque deshicieron la plaza como estaba antes y la volvieron a remodelar. No sabemos donde debemos tomar los colectivos, porque como arreglan todas las calles desvían el tráfico. Díganme, no somos un gran país? Y lo es, nadie, ningún gobierno desde el año 30 lo pudo destruir. Con todo, Buenos Aires es la gran ciudad que yo no cambiaría por ninguna otra ciudad, ni por París. La gente aunque ande muy preocupada, llena de cines de buenas películas, los teatros, los conciertos, la ópera. Y ahora, me gustaría saber algo de ustedes, cómo llegan, cómo encontraron a los amigos y familiares, qué hacen, si Seoane va a hacer alguna exposición. Todo lo que se refiere a ustedes nos interesa, así que escriban...
Saluden a todos los amigos, a Carmen tu hermana, a Matilde, a sus hijos; especiales saludos a Díaz Pardo y los suyos. Muchos cariños y un abrazo grande a Luis y a ti de Schiemberg y uno especial, muy especial para ustedes de

Aída

1970-04-22 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 22/04/1970


Buenos Aires, abril 22 de 1970

Queridos amigos Luis y Maruja:

Hoy me levanté un poco nostálgica y pensé que escribiéndoles me va a pasar; la verdad que ya los extrañamos bastante, somos tan pocos los amigos que quedan que cuando algunos se alejan por mucho tiempo, empieza la “morriña” (está bien así?) A todo esto se agrega que aquí en Buenos Aires no hay ni altos ni bajos: una amenaza de paro general para mañana, un otoño con 30 grados de calor, una política con cambios de ministros cada 15 días, nadie sabe como arreglar nuestro país, donde la vida se hace cada vez más difícil, salvo los grandes millonarios que pueden comprar pisos por 30.000.000 de $ casi al contado. Belgrano está lleno de esta mercadería. Ayer inauguró Torrallardona en el 3º piso de Art Gallery, una exposición del dibujo muy interesante; hubo mucha gente y por fin se pudo ver muchas caras conocidas. La exposición la presentó el poeta Coletti, que dicen que estuvo muy bien y el libro lo presentó Caride que dicen que estuvo muy pesado. La familia de Torrallardona en pleno, menos el nietito de 6 meses, todos muy contentos y muy buenos mozos. Estuvieron muchos amigos comunes que sería muy largo de enumerar, pero tengo que dedicarme a Polita que preguntó por ustedes, le llamó la atención que Maruja no le haya escrito y me pidió mi número de teléfono (por décima vez) para que yo le diga la dirección de Carmen. Y ahora un poco de chumento: todos los heridos de Montevideo están muy bien; Pepita tiene todavía un problema con el dedo meñique que esperamos le pasará; a Luisa K. le robaron el cuadro de Spilimbergo, una hermosa sanguina; ella está en un dilema si lo denuncia o no porque Frontini le aconsejó que le va a traer muchos problemas muy desagradables.
Yo estuve con una erisipela en el tobillo de un pie, enfermedad infecciosa que ya desapareció, solamente algunos privilegiados; guardé cama 16 días enteros y 7 a 8 días media día. La primera vez que salí a la calle y al querer subir a un ómnibus me torcí el pie de la misma pierna –me caí y con hematomas en las dos piernas; otra vez 6 días en cama con hielo y heme aquí después de dos meses renqueando todavía, y como los huesos viejos tardan en arreglarse, yo salgo lo mismo. Ahora nos gustaría saber cómo les fué en la exposición, no debía preguntar, seguramente, fue un éxito como les suele suceder siempre. Cuando regresarán a Buenos Aires, si ya saben la fecha exacta, todos los amigos preguntan para que yo les informe.
Bueno, amigos, estas líneas son un poco una manera de estar con ustedes y acortar la espera de la vuelta.
Como siempre, queremos que saluden a los amigos, todos; especiales cariños a Carmen, su hijo y a Matilde.

Un abrazo muy fuerte y todo el cariño que ya saben que les tenemos de Scheimberg y de

Aída

P.D. Isaac Kornblith acaba de perder uno de los hermanos mayores, Jorge, creo que ustedes lo conocían.

Tuve que abrir la carta, porque ustedes sintiendo nuestra nostalgia nos envían una hermosa carta que la recibimos hoy. Los felicitamos por todo, por el éxito en la exposición, por lo de Martín Fierro, tema inagotable, por todo lo que hacen y van a hacer.

Cariños

1970-04-15 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 15/04/1970


La Coruña, 15 de abril de 1970

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Acabamos de regresar de Madrid, llegamos hace dos días, la exposición constituye un éxito, excelentes críticas, bastante público y unas pocas ventas. Se clausura hoy y me vine por cuestiones de trabajo aquí. También dejé en Madrid más de cincuenta dibujos para Martín Fierro que saldrá en septiembre. Antes de comenzar a ilustrarlo, suponía que iba a resultar un Martín Fierro galleguizado y al terminar de hacer los dibujos, repasándolos, me pareció bastante criollo. Al editor le gustaron mucho. Me harté de hacer indios, gauchos y milicos, deteniéndome mucho más en ilustrar a Hernández en su narración que en los trajes, pues sospecho que Martín Fierro, el gaucho Cruz, o el viejo Vizcacha de haber existido, no lo sé, no andaría vestido demasiado fielmente a las prendas que se exhiben en el Museo del Parque Lezama, en casos más propios de estancieros que de peones. Todo esto aparte de las cabezas-jarras para hacer en porcelana y de los dibujos de murales para la nueva fábrica, también de porcelana, de Sargadelos. Una fábrica notable en su arquitectura que sigue la forma circular de las antiguas edificaciones célticas de las que quedan ejemplos en Galicia y en la Asturias del límite gallego y que se unen al paisaje montañoso, ondulado, de estas regiones. Los murales se hacen en porcelana y pizarra, muy abundante esta en Galicia, así como el caolín del que se hace la porcelana. Trabajé, pues, bastante y proyecto hacer algunas nuevas obras antes de regresar.
Me llegó la carta suya por partida doble a Madrid y a La Coruña, la de Madrid la recibí en el momento de la inauguración de la exposición, la llevó Carmen, la hermana de Maruja, de manera que los tuvimos presentes tanto Maruja como yo, en ese día, a usted y Aída, muchas gracias. España está pasando un momento de falsa euforia. Encandilados con los elementos mecánicos, desde el auto al lavaplatos que la población posee a plazos. La televisión corrompe la cultura heredada del pueblo y en las aldeas, fomentados por el Estado, se abren teleclubs. En los últimos diez años, según estadísticas de emigración, han emigrado de Galicia más del 50% de su población, precisando, de la población comprendida entre los 18 y 45 años, la mejor, la de mayor energía y capacidad física. La tierra la trabajan los ancianos y niños creciendo el subdesarrollo hasta el punto de alarmarse el gobierno o aparentar estar alarmado, pues la emigración, como el turismo, son un negocio para la Hacienda española. Las gentes no confían en nada, únicamente en las mejoras que puedan aportarle individualmente la emigración y la posible aventura que ésta significa. En Terranova, hay miles de gallegos dedicados a la pesca, como en Australia son peones, o en Noruega, marineros, en general, sin contar todos los que trabajan en oficios o de peones en Europa Occidental. Se calcula en más de un millón salidos en los últimos diez años. Éste, Galicia, es un país de gente probablemente bondadosa, pacífica, resignada. Hubiese sido más útil, parece, desde el punto de vista del posible progreso colectivo, que fuesen exactamente lo contrario, más capaces para el crimen y la trampa que para la paz y la compasión. También el modo de ser de un pueblo, su desdén por las normas, resulta que influye en su prosperidad. Me doy cuenta del cinismo de lo que afirmo, pero es que estoy contagiándome del nada dudoso cinismo de la realidad política que nos toca vivir, al parecer en cualquier parte de la tierra. Pero no quiero escribir una carta pesimista, no soy pesimista y creo en la ira que se despierta algún día en las gentes buenas. Creo, pues, en la posible ira de Galicia y en la ira a lo mejor cercana de los pueblos del mundo contra el hipócrita pragmatismo de los burócratas gobernantes y tecnicistas.
Perdóneme el disparate de esta carta. Suponemos que Aída recibió una carta de Maruja en contestación a la de ella donde le comunica el accidente de los Golubof, también le escribió a Luisa en la misma fecha.

Un gran abrazo para ustedes dos de Maruja y mío, para todos los amigos, de:

[Seoane]

1970-03-30 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 30/03/1970


Buenos Aires, 30 de marzo de 1970

Querido Seoane:

Estoy realmente avergonzado de mí mismo al confrontar la fecha de su carta y ésta en que recién le contesto. Espero que Maruja y Usted me lo perdonen. Es que hay tan pocas cosas –al menos agradables– de que escribirles, que he ido aplazando esta respuesta hasta hoy, en que he decidido ponerme a la máquina y escribirle, a lo que salga, con tal de llegar a tiempo para desearle un buen éxito (como se lo merece) en la exposición que usted va a realizar en la Galería Ramón Durán de Madrid. Sí, Aída y yo queremos que nos tenga como presentes en el día de su inauguración: buena suerte!
Novedades, ninguna por aquí –salvo la adopción del secuestro como procedimiento político, que no ha previsto Marx, pero que seguramente no habría despreciado Bakunin. Del secuestro de personas, se entiende; y entre éstas, diplomáticos. Aquí tuvimos el de un cónsul paraguayo –que terminó felizmente, después que los gobiernos de la Argentina y el de Paraguay lo dejaron sin respaldo. Sus autores bien podrían ser peronistas de los llamados de izquierda, o bien exiliados liberales de Paraguay en respuesta a las persecuciones contra los opositores de Stroesner (con quien nuestro gobierno está ahora a puro besitos) –o, podría ser, en respuesta al secuestro de un médico paraguayo exiliado (creo) en la ciudad de Corrientes, por la policía paraguaya y que las autoridades de ese país se niega a devolver. Sea como fuere, lo cierto es que a los pocos días de aquel hecho, los tacuaras o los que fueren intentaron ayer secuestrar a dos diplomáticos de la URSS –los que resultaron heridos en el tiroteo que se produjo entre secuestradores y la policía. El asunto no está muy claro, sin embargo. Otra derivación de estos hechos es la proliferación de atentados contra la gente de izquierda –aunque hasta ahora con poco resultado, pues los nacionalistas parece que se manejan con los datos de la SIDE, que tiene datos ya perimidos –como ser domicilios donde vivían (pero donde ya no viven) los presuntos izquierdistas. No pasa día en que aquí, en Buenos Aires, o en ciudades del interior, no estallen bombas. O pasan cosas como ésta: un alto funcionario del gobierno –no sé en que acto– hizo una referencia que un grupo de la oficialidad del ejército consideró agraviante; pues bien, en número no menor de la media centena, en horas del día y sin ocultamientos (es decir, a la vista de todo el mundo) se dirigieron, no recuerdo si al lugar donde se desempeña o donde debía concurrir el dicho funcionario, para tomarse justicia por sus propias manos, y no se retiraron hasta que alguien les informó que el buscado no vendría allí. Como usted ve, estamos en pleno far west.
Bueno, Seoane, no es de esto de lo que quería hablarle, sino decirle que estoy de acuerdo con usted en que el material que se va a trabajar determina muchas veces la calidad de la obra que se va a realizar, pero que con papel masché difícilmente se va a realizar una obra perdurable, como esos leones de que usted me habla en su carta que contesto. Y basta por hoy. Le escribo esta carta por partida doble, pues no sé si va llegarle a Madrid (adonde se la dirijo, o a la dirección de La Coruña, adonde también se la dirijo).
Un gran abrazo de Aída y mío para Maruja y para usted. Escríbanos. Y una vez más: buena suerte! Suyo,

Scheimberg

1970-02-16 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane en 16/02/1970


Buenos Aires, febrero 16 de 1970

Querida Maruja:

La verdad que hace tanto calor que a una se le secan las ideas, por esa carta que recibimos nos produjo tanta alegría que trataré de escribirles, a ver si tengo algo que contarles.
Ya me extrañaba tanto silencio y alarmada llamé a lo de Paulite y alguien me contestó que no estaba y que llegaría a fin de mes (se referían a enero).
Dije que la carta de ustedes nos produjo mucha alegría, como todas las cartas de ustedes, sobre todo a mí, pues en lo que se refiere a los conceptos de Luis que dice de la escultura vista en el British Museum, yo siempre he pensado como él, pero no lo sabía decir ni tan sabiamente ni tan hermosamente. Nos enteramos por Falcini que Luis va a exponer en Madrid inaugurando una sala. Te imaginarás que estaremos presentes en nuestro pensamiento y les desearemos que tenga tanto éxito como está acostumbrado y un poco más.
Y ahora los chismos de acá: Los Golu fueron a pasar las fiestas de Fin de Año a Montevideo con el papá de Luisa que va a cumplir 86 años. Pepita y Perla andaban muy deprimidas por sus muchos problemas, entonces fueron invitados por los Golu porque iban además en auto. Todo anduvo muy bien, pero un día resuelven ir a Punta del Este; el auto revienta una goma, y Golu, sin gran experiencia automovilística, frena el coche, que es lo peor que pudo haber hecho; novela supersintética: el auto dio unas cuantas vueltas, se abrió la puerta y Pepita y Luisa salieron del coche mal heridas; Luisa en un pie y una vértebra de la nuca y Pepita con dos costillas rotas. Lo primero que pensamos fue en los ojos de Luisa, que aquí evitaba los movimientos bruscos, por su retina, pero, ya ves, con estos saltos del coche en los ojos no le pasó nada, pero todavía usa un corralito en el cuello. Sacaron la lotería, porque el accidente pudo ser fatal, gracias a Dios ya están bastante bien y cada una se dedican a sus actividades.
Por lo demás, no pasa nada, el verano se está portando bastante bien con los que no pudieron salir. Los extrañamos mucho y nos gustaría saber cuándo piensan volver.
Como es una carta deshilvanada, te diré también que pasamos un día hermoso en la quinta de Susana que también preguntó por ustedes y si tenemos noticias y yo le prometí que cuando les escriba les mandaré saludos de ellos. Alguna vez fuimos al cine y vimos una película muy buena, que no creo que la den en España, porque la iglesia no queda bien parada; se llama En el año del Señor; se refiere a una revuelta de los carbonarios en la época de León XII en Italia –seguramente que Luis tiene conocimiento de esta revuelta, que es un canto a la libertad. Es lo mejor que vimos, porque Isadora que es la biografía de la bailarina; un bodrio norteamericano sin el genio creador de la Duncan. La presentan como una histérica revolcándose con todo el mundo, aunque fuera cierto, pero nada dicen de la creación de la escuela de baile de París, de Berlín, de Moscú, ni de sus filigranas griegas bailando con los pies desnudos.
Seferino (sic)1 película italiana, una película zafada con un gran director y estupendos escenarios.
Y nada más, Maruja, he estado con ustedes un ratito, dale saludos cariñosos a Carmen, Matilde, que no le conozco, pero me basta que sea tu hermana a quien quieres mucho; a los Díaz Pardo, a todos los amigos de España, a quienes recordamos con mucho cariño.
Scheimberg me pide que le digan a Luis que uno de estos días les va a escribir personalmente, a cuenta va un saludo cariñoso.

Abrazos y saludos de él y de

Aída
1. Refírese ao filme italiano dirixido por Pietro Germi, Serafino

1970-01-21 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Nova York
A Coruña
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 21/01/1970


La Coruña, 21 de enero de 1970

Sres. Aída y Simón Scheinberg
Buenos Aires

Queridos Aída y Scheinberg:

Hoy empezamos a escribir cartas a los amigos. Entre resfríos, yo no lo tuve, Maruja sí, viajes, visitas a los parientes y amigos, no nos quedó tiempo para escribirles aunque siempre les recordamos. Volvimos a Londres después de veinte años. Habíamos estado en 1949. Todo está muy cambiado, pero continúa gustándonos mucho, es una gran ciudad en la que creo podríamos vivir con gusto. Es la misma sensación que experimentábamos en 1949. Los ingleses tienen muchos defectos, pero tienen fantasía, humor y son acogedores, claro que no me olvido de Gibraltar y las Malvinas, pero sospecho que ese peñón y estas islas las tienen para que los gobiernos español y argentino tengan pretexto, a cuenta del imperialismo inglés, para esconder, cuando conviene a esos gobiernos, otras cuestiones. No me entiendan mal, por mi parte no renuncio a reivindicar ambos territorios, pero me gustaría que antes esos gobiernos resolvieran los múltiples problemas de las naciones a que se deben. Por ejemplo, no acabo de entender por qué se ofrece cooficializar el inglés y castellano a los gibraltareños y un grado de autonomía que ni siquiera éstos piden y eso no se hace con los idiomas gallego, catalán y vasco y no se les da la autonomía a que tienen derecho y piden, pues se trata de países con territorio más importante que el de Gibraltar y que vienen solicitando sus libertades desde hace mucho. Tampoco entiendo por qué se aspira a incorporar las Malvinas cuando se tiene una inmensa tierra sin poblar y una de las mayores costas del mundo sin explotar. Claro que no tiene porque tenerlas Inglaterra, pero creo que debe existir un orden de preferencias en las reclamaciones y, en este caso, me parece más oportuno rescatar para la Argentina, por ejemplo, la Patagonia de los Menéndez. Behety y yanquis y en España no reclama Gibraltar cuando se vende la Península entera. Pero no era de esto de lo que quería escribirles, sino de los museos que volvimos a ver en Londres invirtiendo más tiempo que otros en el Museo Británico y en la Tate Gallery, esta vez ocupaba muchas de sus salas por una exposición de arte isabelino inglés, (hay también un isabelino español más reciente y pertenece a la picaresca) interesante, pero me hubiese gustado volver a ver la Tate Gallery completa. El Museo Británico siempre deslumbrante sobre todo con el arte de las antiguas culturas. Afortunadamente, los escultores asirios y egipcios no conocieron los nuevos materiales y alcanzaron con la piedra tallada un arte eterno y esto ocurre con el arte de otras civilizaciones, el griego, la de oriente, las de Roma las que proceden de la Prehistoria. Vivimos una época de transición y de experimentos. Es posible que de nuestra cultura queda muy poco para los próximos 5.000 o 10.000 años, solamente lo que ese escriba sobre ella y, en todo caso, ejemplos técnicos de como se dio comienzo a muchas aventuras del futuro que ni siquiera podemos soñar. Una lámpara eléctrica, un transistor o un televisor de hoy será motivo de curiosidad como lo son ahora, a sólo medio siglo, un automóvil de la década del 10 al 20, o un gramófono. Pero esos egipcios sentados, tallados pacientemente en piedra, esos dioses griegos o esos leones alados asirios, estarán lo mismo que hoy, estoy seguro, sorprendiendo la sensibilidad de los hombres futuros. Es posible que no quede para entonces nada de Kósice, se levantarán Iguazúes en cualquier parte mucho más importantes que unos chorros de agua, siempre la misma agua o sólo unas gotas, también siempre las mismas. En Galicia estamos gozando de la lluvia, un material imposible de encerrar de momento y una escultura hidráulica que sería inconcebible, pero, en cambio, que bien vendría mucha más piedra que la que hasta ahora se labró, brillando con la lluvia, criando musgo sobre la pátina que ella crea. Figuras como las egipcias o las orientales o las románicas que representasen a las gentes de ahora hieráticas, como absortas ante lo que vendrá y que ni siquiera sueñan. Aída y Scheinberg, perdonen el disparate de esta carta, sólo quería saludar a ustedes y a todos los amigos. En la próxima, les escribiré sobre España.

Un abrazo para Falcini, Sarita, Ana, María, hijos y nietos, a todos los amigos comunes, etc. Y uno muy fuerte de Maruja y mío para ustedes dos:

[Seoane]

N/D es: Paseo de Ronda 15, 6º izquierda. La Coruña. España

1969-04-14 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 14/04/1969


Buos. Aires, 14 de abril de 1969

Queridos Maruja y Luís Seoane:

Perdónennos que no hayamos contestado a v/ carta del 20 de marzo pasado. Es que es difícil hacerlo. Las cartas de Luis son para guardar, no para contestar. Por otra parte, tenemos oído que piensan regresar a Buenos Aires a fines de este mes. De modo que sería ocioso robarles el tiempo con una larga carta para decirles con riesgo lo que con impunidad puede decirse hablando. Pero, nada más que para ubicarlos con relación a lo que está pasando en n/ país, les incluyo dos recortes de La Nación y de La Prensa con relación al atropello del Gobierno al Fondo Nacional de las Artes y uno más de La Nación a lo que aún quedaba en pie de la Ley 1420 (de educación común). Si Vds. piensan en lo que representan ideológicamente ambos diarios, ya podrán imaginar hasta donde ha llegado el descontento por esos atropellos... Y todo esto toma al pueblo cansado y lo que es peor: escéptico. Pero prometí no comentarlo por carta –y debo cumplir.
Estamos bien de salud y deseamos que también lo estén Vds. Los extrañamos. Aída y yo los abrazamos. Hasta pronto, pues.

Scheimberg

1969-03-20 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 20/03/1969

El Castro, 20 de marzo de 1969

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Acabo de escribir a Falcini y le hago mención de cruceros gallegos hechos por canteros del pueblo que se conservan policromados y de algunos monasterios que voy viendo que se encuentran diseminados por la montaña y la costa gallega y que Maruja y yo, acompañados por los Díaz Pardo, mejor dicho, llevados por éstos, vemos los sábados a la tarde y domingos. Es impresionante ir constatando el centro cultural que llegó a ser Galicia hasta que los Reyes Católicos la domaron, como dice el cronista de ellos. Durante tres siglos crearon los cancioneros, uno de los monumentos literarios más importantes de la Edad Media, impulsaron la escultura románica hasta crear su mejor ejemplo con el Pórtico de la Gloria y desarrollaron la arquitectura hasta sembrar Galicia de iglesias y monasterios de ese estilo. De ahí casi se salta al barroco, pues los ejemplos góticos y neoclásicos son muy pocos, aunque algunos, como el Hospital Real de Santiago, hoy Hostal, es un excelente ejemplo de plateresco. Pero el barroco vuelve a ser el otro gran estilo gallego, que los gallegos adoptan porque se aviene a su temperamento, como se avino antes el románico. Y románica y barroca es Galicia, siempre libre, y romántica como seguramente pocos pueblos. La comida continúa siendo románica, como la vida y la conversación, y la literatura es en gran parte barroca. Valle Inclán es un buen ejemplo de lo último y Camba y Castelao de lo primero. El clasicismo es el estilo que no parece venirle bien a los gallegos. En general, se trata de un país anárquico, aún en el siglo XX, de tribus y clanes, de parroquias, que son heredadas de los viejos castros célticos, con iglesias asentadas sobre piedras de dólmenes, que cree en las propiedades de la luna, adora al sol, quizás porque llueve mucho, cree en la transmigración de las almas y cuando no ponen a la puerta de las casas un ramo de flores silvestres que le ahuyenten el mal de ojo y el aire de muerto, clavan en los hastiales de las casas astas de vaca con conjuros. Algo que podría decribir Walter Scott de su Escocia. Ambos países, muy viejos y misteriosos. Misterioso porque su historia conocida, la de Galicia, comienza con Roma y todo lo anterior es leyenda y mito. Me gustaría vivir en un país que uniese todo esto a la inquietud cultural de Buenos Aires y que reuniese para mi egoísmo a los amigos de uno y otro sitio. En cuanto a los jóvenes, de los que hablamos en otras cartas usted y yo, es posible que no sepan a donde les lleva su rebeldía, pero lo importante es que éstas existan; siempre llevan a alguna parte. Nadie sabía en qué iban a parar las dos revoluciones más importantes del siglo XVIII, pero ellas se hicieron y mejoraron el mundo, aunque, luego de realizadas, los burócratas, tecnócratas, etc., hubiesen formulado cánones y creado disciplinas y se hubiesen convertido en conservadoras.
Bueno, esto es todo por hoy. Está lloviendo seguido desde hace días. Todo el paisaje que se ve desde mi estudio, las montañas y el mar, lo cubre a lo lejos la niebla y de cerca el verde de los prados y las huertas. De vez en cuando pasan por el camino unas vacas muy mojadas conducidas por una mujer o un niño, ambos de botas y que cubren su cabeza y sus cuerpos con paños. La lluvia para ellos no tiene importancia, están habituados a ella. Como los cuervos y las gaviotas. Saben, además, que ella es la pobre riqueza de Galicia. La otra riqueza, la opulenta, la van a buscar los hombres sobre todo al norte de Europa, a otras partes menos lluviosas, pero más frías.

Un gran abrazo para Aída, Augusto, Rosita, Olika, Schtirbu, los amigos comunes, y usted y Aída reciban otro además de Maruja y mío:

[Seoane]

1969-02-27 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 27/02/1969


Buenos Aires, 27 de febrero 1969

Querido Seoane:

Recibí su carta del 31 de enero que debe haberse cruzado con una mía que por esos días le escribí y que ya habrá recibido. De cualquier manera, deberá disculparme mi parquedad para escribir –que ya es tradicional en mí; ahora agravada por los achaques de la edad. La vejez (esa palabra fea que Aída no quiere ni oír) me ha tomado con todo ensañamiento y parece que pretendiera cobrarse en los años que me quedan aún por vivir los debidos tributos, y que yo, como todo criollo que se respete, trato de eludir. Veremos si salgo airoso de esta pelea. Lo cierto es que estoy desazonado –y las cosas que pasan no ayudan siempre a sobreponerse–. Está visto, amigo Seoane, que con mis cartas pase lo que con las composiciones musicales: la nota clave me traiciona y me lleva por caminos que no he querido recorrer. Dejemos, pues, esto donde está –como justificación o disculpa. Muy interesante su clasificación por edades del mundo que concurre a las exposiciones y salas de espectáculos: no será que los hombres de la edad media, quiero decir, que hoy anda promediando los 50 años o poco más son los que han sufrido más el impacto de los acontecimientos y no se sienten con fuerzas para reaccionar, mientras que a los viejos nos ha tomado ya curtidos y preparados para las desilusiones. Tiene usted razón en poner su confianza en los jóvenes (aunque hippies y todo): lástima que sea un movimiento demasiado desarticulado que no sabe dónde va a desembocar. Hacía falta un poco del romanticismo anarquista que se incorpora a los movimientos de masas como un antídoto a su excesiva burocratización. Pero no sigo. Ya tendremos tiempo de hablar de estas cosas cuando vuelvan al pago. Es decir, usted a hablar y yo a escucharle con gusto, aunque casi siempre usted se va demasiado lejos... Ya le expresé mi admiración (y agradecimiento) por la carpeta de grabados en homenaje a un pájaro1 –y, en especial, a la emocionada página que le sirve de presentación. Realmente conmovedor, y lo curioso es que todos los amigos que recibieron el cuaderno coinciden en ello. Bravo por la idea de incorporar a su museo imaginario las cabezas de Unamuno y de Valle Inclán: Y por qué no a la serie de sus retratos en grabados? Ya hallaré lugar en las paredes de mi casa para ubicarlos. Y no le pregunto si trabaja mucho –pues sería algo redundante. Cuándo vuelven? Aquí los extrañamos mucho y como se lo merecen. No deseo tocar el tema político de nuestro país porque no quiero ponerlos de mal humor y quiero evitar todas las putiadas que me sugiere. Baste decirle que vamos de mal en más mal, es decir, en peor.
Y aquí iba a terminar esta latosa carta si no fuese que acaba de llamarme Ora Waisman Diamond, que me pide le formule un pedido en su nombre. Para mayo aproximadamente quiere preparar una muestra así: Cómo ve su obra pasada el artista? Talvez mejor. Cómo haría hoy una obra ya realizada hace 10 ó 15 años? Se expondría junto con la foto de la obra elegida, su versión actual. Ya cuenta con la aceptación de Russo, Presas, Butler, Castagnino y otros –y desea muy vivamente contar con su colaboración. Se trata de recrear un tema que ya tuvo su forma... Bueno, espera su respuesta y le agradaría que sea de aceptación.
Y aquí termino. Aída y los míos, bien. Los amigos, dispersos por el veraneo. Los únicos que hemos quedado en Buenos Aires somos nosotros y los Goluboff –que les agradecen y retribuyen los saludos. De viajar ya no se habla–por ahora al menos.

Saludos de Aída y míos para todos los amigos –especialmente a los Díaz Pardo y los Dieste –y para Maruja y usted un grande abrazo de ambos. Hasta siempre.

Scheimberg

[Escrito por Aida Scheinberg:] Queridos amigos: Acabo de llegar de lo de Kornblith y sin consultarles puse sus nombres en el obsequio que los amigos le vamos a hacer a Isaac que en mayo cumple 70 años. Quiero decirles además que ya estoy deseando que vuelvan para darles un abrazo y además quiero que vuelvan, nada más.
Todo lo dijo ya Scheimberg y yo no hago más que agregar mis cariñosos saludos para los amigos de allá y para ustedes.

Aída
1. Refírese á obra de Luis Seoane: Homaxe a un páxaro.

1969-02-02 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane en 02/02/1969


Buenos Aires, febrero 2 de 1969

Mi muy querida Maruja:

Si te dicen que el infierno está sembrado de buenas intenciones, no lo creas, porque yo, todas las mañanas me he levantado con intención de escribirte, pero ha hecho tanto, tanto calor que las ideas se me cocinaban antes de nacer. Por fin, hoy hace un poco de fresco, Dios se ha compadecido de todos los pobres que no pueden salir de este infierno que es Buenos Aires. Después de la carta que les escribió Scheimberg yo puedo agregar que los extrañamos mucho, que ya podrían volver…
Algunos chimentitos locales: Luisa Kaufman es abuela de un hermoso nieto que se llama Juan Emanuele (dicen que ahora se usan estos nombres); Luis y Roxane están desde el lunes 27 de enero en Madrid; Santa está muy triste con la partida y se siente muy sola; Luisa Goluboff está planeando muy tímidamente un viaje por Europa. Después no hay ninguna novedad importante. Buenos Aires está muy despoblada, se consiguen entradas para los cines, se viaja cómodamente en los colectivos. Y a propósito de colectivos, les diré que este Gobierno hace obra, todos los números están cambiados para que nadie sepa que medio de transporte tiene que tomar y este acertijo distrae un poco la atención de la gente; tenemos teléfono medido (3 comunicaciones diarias) así que guerra al amor por teléfono, nada de perder tiempo, a trabajar! Y nada más.

Un saludo cariñoso a la familia Díaz Pardo (vendrán por acá?) y un abrazo fuerte para Luis y otro muy fuerte para ti de

Aída

1969-02-02 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 02/02/1969

Buenos Aires, febrero 2 de 1969

Querido Seoane:

Estoy en falta con Vd. y Maruja; mejor dicho: estamos en falta Aída y yo. Pero por donde empezar. La situación del país no es muy halagüeña que digamos; uno vive con la sensación de que algo se está moviéndonos bajo los pies. En qué va a terminar todo esto? Lo que es real es que los salarios están congelados mientras que los precios de las cosas siguen subiendo –a pesar de los beatíficos comunicados oficiales y de las no menos beatíficas promesas de empresarios y comerciantes comprometiéndose a no aumentar los precios. Pero Aída, que va a la feria sabe muy bien que nada tienen que ver los comunicados con la realidad. Es aquello de que lea menos estadísticas y comunicados oficiales y vaya más a las ferias. A partir del 1º de enero se va a permitir un aumento en los salarios del 8% cuando ya los costos han subido en un 30%. Los sindicatos empiezan a agitarse, pero no pueden ir muy lejos con una C.G.T. Dividida y con dirigentes vendidos. Todo se va en fintas –hasta que un día la masa desborde a los dirigentes y se arme la gorda... Hay algo que está madurando, pues las cosas no pueden seguir así: La Argentina –que era el país que estaba en primer término entre los países consumidores de carne (alrededor de 110 kilos de carne por año y por habitante) figura hoy en cuarto lugar con un promedio de 60 kilogramos y la misma relación hay en el consumo de la leche.
Pero no es de eso de lo que yo quería hablarles, o por lo menos por donde yo quería empezar. Comience, pues, como en las novelas de Cortázar, a leer desde aquí y en último término el principio de esta carta y sólo si ve que vale la pena hacerlo. En realidad, le estoy escribiendo como si ya hiciera mucho tiempo que están fuera del país. Y no hace acaso mucho tiempo? Qué es mucho tiempo? Para los amigos ya es. Y a propósito de tiempo: Ya va para una semana que recibimos su Homaxe a un paxaro. Hermosos los 12 grabados y muy hermosa y sentida la página conque Vd. presenta el cuaderno; es una página escrita con el corazón en la punta de los ////////////dedos, una página plena de emoción y de poesía. Bravo! Y muchas gracias. Es un regalo realmente regio y excesivo, muy por encima de nuestros merecimientos. Y agregue todavía (ya casi me olvidaba) el estupendo catálogo de la exposición Miró –Barcelona 1968-1969 y el de las 58 piezas de Picasso, donadas por éste para el Museo Picasso con la serie de Las Meninas y Los pichones –que recibimos hace cosa de dos o tres semanas–... La verdad: Aída y yo estamos apabullados con tanto obsequio. Qué otra cosa más que las gracias podemos darles? Solamente lamentamos no poder retribuirles tanta atención... Qué más? Esperemos que ya hayan recibido la postal que les despachamos, firmada por los amigos que se reunieron en casa en la noche del sábado 25 de enero –en que celebramos el cumpleaños de Luisa Goluboff y su reintegro a la vida normal, con la visión casi totalmente recuperada. Aída y yo, bien de salud, tratando de mantener un pacto de no agresión con el tiempo. Ella para evitar que avance su sordera y yo para que los años que aún me faltan por vivir no me aporreen demasiado. Un pacto de no agresión, pero ayudado con todo un repertorio de “muestras gratis” de que me provee Augusto y Rosita. Ambos y Olica y Schtirbu les mandan saludos. Y aquí termino. Recibí en tiempo su carta del día 7 de enero, despachada desde Madrid. No cree Vd. que esa propensión a la pornografía que Vd. señala en la literatura y en el cine y en las artes visuales es común a todos los períodos de decadencia? Es como una evasión de los instintos demasiado tiempo aprisionados por una moral exagerada y que se da en su forma más agresiva en los ambientes y pueblos más puritanos. Ya Freud en su mediocre ensayo sobre Leonardo señaló la pornografía como una evasión del genio hacia la naturaleza. Yo pienso que debe ser un signo de vejez tanto en los pueblos como en los hombres y mujeres. Por mi parte, confieso que un poquito de pornografía –no mucha, desde luego– me ha gustado siempre (léase Rabelais, Bocaccio o Quevedo) y más ahora que me voy poniendo viejo. Dejemos esto para debatirlo mano a mano, cuando tengamos la suerte de tenerlos de vuelta, en Buenos Aires. Y aquí corto esta carta desarticulada –con nuestros abrazos para Maruja y Vd. y n/ saludos a los Díaz Pardo y los Dieste, de Aída y míos.

Scheimberg

1969-01-31 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 31/01/1969


El Castro, 31 de enero de 1969

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos sin noticias de ustedes. Les hemos escrito una carta hace tiempo y no hemos recibido respuesta, únicamente, aquí en El Castro, una felicitación de Fin de Año que agradecimos mucho. Suponemos, también, que habrá recibido el catálogo de la exposición de Miró en Barcelona, un acontecimiento notable que pasa ahora íntegramente al Museo Guggenheim de Nueva York. Por mi parte, estoy pintando todo lo que puedo, pues debo alternar la pintura con algunos objetos de porcelana para la nueva fábrica que se hace en el norte de Galicia y, entre los proyectos que tengo, están los de hacer dos cabezas, un poco mayores que las anteriores, de Valle Inclán y Unamuno. Publiqué además una nueva carpeta de grabados en madera con tema de pájaros, unos pájaros naturalmente inventados dedicados al recuerdo de un hornero muerto en Ranelagh, como se dice en el prólogo escrito en gallego, que les traduciré cuando regresemos. La carpeta, un álbum de formato más bien pequeño, se lo envié por correo aéreo hace cuatro o cinco días. Galicia está como siempre. Las ciudades crecen lentamente y la gente emigra. Unos pocos, siempre los intelectuales, trabajan lo que pueden para cambiarla. Algo han conseguido en los últimos años. En estos momentos, se celebra aquí, en La Coruña, una gran exposición de Souto, un gran pintor gallego fallecido en México hace pocos años y que fue el que abrió camino a la nueva pintura gallega. De él se puede decir, recogieron enseñanzas algunos pintores prestigiosos de después. Se trata de grandes óleos y acuarelas. Óleos con temas de pescadoras gallegas, de maternidades y de figuras de carnaval. Unos personajes de Carnaval que no tienen nada que ver con los de Ensor y Solana. Souto fue el pintor que hizo los más impresionantes cuadros de la Guerra Civil, el mismo Ensor le dedicó un bello poema en una exposición que había hecho al final de ella en Bruselas. Las estampas son escenas de puerto, campesinas y de pescadores. Se trata de una gran exposición, pero lo notable es la gente que acude a ella. Voy casi todos los días y observo el público. Se trata de personas que tienen más de cincuenta años de jóvenes que no pasan de los 25. Parece que hubiese una generación completa a quien no le interesa la pintura, o el arte, y en general nada, pues pienso que esto que ocurre con la
[Falta continuación]

1969-01-25 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 25/01/1969


Sábado 25 de enero de 1969

Maruja y Luis Seoane
Cerámicas del Castro
Osedo. La Coruña
ESPAÑA

La troupe, reunida en Amberes 980, los recuerda con cariño y los abraza desde Buenos Aires.

[Firman]

Luisa y Isaac [Goluboff]
Mucha suerte

Luisa / Chusa¿? Kaufman

Pepita [Potik]

Perla Grimberg

Sofía/Sonia ¿? Malajovich
Malajovich

Anita Petroni

Myriam Goluboff

L. Falcini

Muchos cariños. Aída
Sheimberg

1968-12-07 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 07/12/1968


Madrid, 7 de diciembre de 1968

Sres. Aída y Simón Scheinberg
Buenos Aires

Queridos amigos:

Hace casi mes y medio que salimos de Buenos Aires y aún no hemos escrito a ningún amigo. La verdad es que apenas nos quedó tiempo para hacerlo. En Nueva York, anduvimos por sus calles más que en el otro viaje, volvimos a ver sus magníficos museos y nos detuvimos a ver sus gentes, en la calles, en los restaurantes, en esa obscena calle 42, en la que se agrupan las librerías destinadas a vender libros referidos a temas sexuales, cuyas tapas están hechas con fotografías de desnudos femeninos o masculinos, cuyo sexo se tapa con un breve trozo de papel blanco, en remedo de la hoja de parra, una hoja de parra que sugiere mucho más de lo tapa, y los cines con películas pornográficas cuyas fotografías anunciadoras son un modelo, naturalmente impúdico, del género. Al lado de cines y librerías, los locales con máquinas tragamonedas a cuya entrada un alto cowboy, de metal pintado, alza lentamente sus revólveres para apuntar al joven o al niño que acertó en su disparo a dar en el vientre, o en el corazón, o en donde sea, del muñeco. Todo dentro del más ajustado realismo publicitario, lo mismo que el realismo de las fotografías de los cines y las tapas de los libros sobre temas sexuales. A mí me encanta la calle 42 de Nueva York, con camiones de la policía en algunas esquinas, un público considerable de rostros de todas las razas que pasean sus veredas y donde se puede sospechar que se desate la violencia y se produzca el crimen en un instante cualquiera. Me gusta la calle 42 o el Village que justifican el arte pop, un arte mucho más realista de lo que las gentes ajenas a Nueva York piensan en casi todas partes. Verdaderamente, neoyorkino en sus temas y hecho siguiendo el estilo de los grandes afiches y carteles de publicidad.
Pero de todo esto ya hablaremos, si soy capaz de hacerlo, a nuestro regreso. Ahora con referencia a Nueva York, sólo se me ocurre recordar al comienzo de ese himno tradicionalista, beato, español, dirigido a los indiferentes, ateos, socialistas, republicanos, etc., que decía: “De Luzbel las legiones se ven ya marchar, y sus negros pendones el sol enlutar...”
Después de Nueva York, estuvimos en Alemania, Dusseldorf, Colonia y Bonn, y en Roma. Estuvimos con los Alberti que los encontramos muy bien, mejor que en el viaje anterior, recordando a todos los amigos, y luego en Barcelona y ahora en Madrid. Ya le escribiré con más clama sobre estos lugares y lo que fuimos viendo. En Barcelona, está celebrándose una gran muestra retrospectiva de Miró, extraordinaria, cuyo catálogo les enviamos hace unos diez días por correo ordinario. Festeja la ciudad los 75 años del pintor, y después de Barcelona toda esa obra pasará, pasa a ser expuesta en abril o mayo, al Museo Guggenheim de Nueva York.
Ahora estamos cansados de hoteles y de viajes y estamos deseando llegar a Galicia para trabajar y gozar del clima de lluvia, del verdadero invierno de Galicia. Cuando está más verde, las tormentas se suceden en el mar y las gentes lamentan la constancia de la lluvia. Una buena estación para trabajar. Escríbannos al Castro. Allí estaremos dentro de unos quince días. Tenemos ganas de saber noticias de ésa y de todos ustedes. Hasta entonces, reciban el fuerte abrazo extensible a todos los amigos, de Maruja y mío:

[Seoane]

1967-09-04 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 04/09/1967


El Castro, 4 de septiembre de 1967

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

No sé si deben ustedes carta o somos nosotros los que estamos en deuda. Es lo mismo. Es posible que la deuda sea nuestra. Ha transcurrido el tiempo estos meses sin apenas haber tomado conciencia de su tránsito, por lo menos en lo que se refiere a días y semanas.
Acabo de terminar los grabados de un nuevo álbum con destino a una colección de la galería Das Schwarzw Schaf, de Munster, donde terminó, según me dicen con bastante éxito, la exposición de grabados. El álbum va a constar de seis grabados, ya hechos, a dos colores con un tema, el pulpo y debo enviarlos estos días a esa ciudad alemana. Tenía el proyecto de hacerlo hace algún tiempo, en realidad desde que había hecho uno de mayor tamaño, también a dos colores, hace algo más de un año en ésa. El pulpo es una especie de animal totémico de los gallegos y se dicen de él aquí muchas cosas interesante, pero lo más importante para mí es que es un elemento indispensable de las grandes reuniones populares y resulta una forma familiar de las gentes de esta tierra. Algunos eruditos dicen que en la antigüedad mercaderes griegos se lo llevaba a ciudades del Mediterráneo y a su país donde tenía una gran aceptación, por lo que es posible que los pulpos representados en sus cerámicas fuesen de origen gallego. Yo no me meto en esto, todo es posible. De cualquier manera, me atrae la idea de que así hubiese ocurrido. Venir a esta costa de tormentas, la costa del olvido que le decían los romanos, para llevarse pulpos no me parece demasiado descabellado. Con otros medios, antes de hacerse popular en Buenos Aires, se lo hacían llevar hasta ahí los emigrantes de Galicia y como recuerdo de esto queda desde el siglo XVIII la palabra pulpería. Los antiguos pulperos colgaban el pulpo seco junto a las cuerdas, los rebenques, las velas y los baldes del techo de esos establecimientos, como se colgaban aquí, sin los rebenques de las tabernas. Pues bien, hice seis grabados de ellos y es lo último que por esta vez hago en Galicia, pues a mediados de este mes salimos para Madrid dispuestos a emprender el regreso a Buenos Aires luego de estar dos o tres días en Barcelona y uno o dos en Salamanca. Creo que este viaje fue fecundo en trabajos. Lástima del mes perdido con motivo del accidente del brazo. De ahí no sabemos apenas nada. Los diarios de aquí sólo destacan las grandes desgracias latinoamericanas y la Argentina no parece haber entrado, al menos para la prensa española, en un período de grandes desgracias. Sus mejores páginas están dedicadas a grandes relatos, memorias, reportajes, etc., de exdirigentes de la última guerra mundial, o de príncipes en el destierro, o de artistas de la canción y del cine. Sustituyen así a las novelas por entregas de mediados de fines del XIX. Uno vive como en una isla remota y a veces tiene uno la sensación de estar toda Galicia poblada de Robinsones Crusoes. Pero de todo esto ya hablaremos con calma a nuestro regreso. Aquí todo parece eterno e inmodificable, aunque crezcan las ciudades y la costa se pueble cada vez más de viveros de mariscos. La belleza del país contribuye a esta impresión y el carácter bondadoso, escéptico y cortés del pueblo.
Esta carta, como casi todas las mías, dicen muy poco, pero el caso era monologar con ustedes desde lejos, aunque sólo fuese del pulpo y de los diarios. El diálogo será muy próximamente sobre otros muchos temas y más fundamentales. Hasta entonces reciban Aída y usted, sus hijos y los amigos comunes, el gran abrazo de:

[Seoane]

1967-07-22 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 22/07/1967

El Castro, 22 de julio de 1967

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hace semanas que debí haberles escrito, pero pasan los días prometiéndome hacerlo y otras cuestiones menos importantes seguramente que la comunicación con los amigos, me distraen. Estoy tallando unas cabezas de personajes medievales gallegos para jarras de porcelana en el estudio que me cedió Díaz Pardo. Se trata de poetas, héroes, revolucionarios, soldaderas, reyes y santos gallegos anteriores al siglo xv y las hago pensando que en un país con una historia prohibida, o que se oculta, alejada de la enseñanza, de la primaria y de la otra, bueno es que se comience a divulgarla por los bazares, interrogándose el posible comprador sobre el personaje representado. ¿Quién era ese rey García al que Víctor Hugo dedicó uno de sus dramas, y por qué fue rey de Galicia en el siglo xi, que ocupa el trono por muy poco tiempo y está preso por su hermano Alfonso vi durante casi veinte años en el castillo de Luna? ¿Y Ruy Xordo, el jefe de la rebelión campesina de mediados del siglo xv? ¿Y quiénes, la jefe de un levantamiento popular Mari-Castaña y otro, conductos de la burguesía medieval compostelana, Juan Tuorum, o la soldadera María Balteira, o el poeta Martín Códax? ¿Quién ese San Rosendo que lucha contra los vikingos, conducidos por otro santo, San Olaf, y les vence? En los rostros que tallo, procuro analizar la psicología de estos personajes, imprimiéndoles el carácter que parecen revelar sus hechos para colorearlos luego al modo popular. Es posible que Falcini tuviese mucho que reprocharme de estas tallas desde el punto de vista formal, pero actúo en cierto modo tallando yeso como el pastor que con una navaja lo hace en madera, o el cantero que labra un tema de su gusto sin ninguna preocupación de oficio. Ya hice once de las dieciocho que me propuse hacer. Además lucho con ellas un poco a la manera compadrita del jovenzuelo que amenza a otro y dice, “a ti te puedo solo con la mano izquierda”, puesto que mi brazo derecho continúa doliéndome con cualquier movimiento no calculado y no puedo extenderlo ni levantarlo. Con esto, sin embargo, no justifico nada. Aquí, aparte de esto, hacemos una vida retirada, sólo saliendo de vez en cuando para ver alguna maravilla románica o barroca y paisaje. Galicia, abandonada por los campesinos, que emigran en cantidad al norte europeo, se ha convertido en un gran bosque y recuerda en la montaña a los paisajes de los viejos miniados de finales del medioevo, los del Libro de Horas del Duque de Berry, por ejemplo. Incluso, con el crecimiento de los bosques, vuelven a aumentar algunos animales salvajes, el jabalí y el lobo, lo cual le hace más similar a las viñetas ilustradas del Libro de Horas.
De Buenos Aires apenas tenemos otras noticias que las que los amigos nos envían. Leemos La Nación aérea que da la sensación de que todo ocurre ahí de color de rosa. Es posible que sea así, peor no lo creemos.
Bueno, esto es todo por hoy. Estamos deseando ver a todos los amigos. A todos, nuestro abrazo. Y ustedes y familia reciban uno más fuerte de Maruja y mío:

[Seoane]

Saludos para Aída y usted de Díaz Pardo y Mimina que les recuerdan con cariño.

1967-07-19 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 19/07/1967


Buenos Aires, julio 19 de 1967

Querido Seoane:

Cuánto tiempo sin comunicarnos! Me disponía a contestarle (contestarle? No, a corresponder a su muy hermosa carta del 1º de junio cuando ocurrió la muerte de Arranz –y no sabía cómo darle la noticia–. Ya lo sabe Vd., por varios contactos. El entierro fue un acto muy emotivo. A pesar de no haber diarios ese día, estuvo muy concurrido. Rodrigo Bonome despidió los restos en un discurso muy sentido. Al día siguiente, incineraron el cadáver... Cuántas cosas ocurrieron en este tiempo! La guerra relámpago de Israel, que no terminó y ahora el ansia expansionista despertada –mejor dicho, acrecentada en el sector belicista que domina allí. Qué difícil resulta ubicarse cuando los sentimientos se mezclan y aun se sobreponen a la razón! Y esto más, que ninguna de las partes está integrada por santos. Pero dejemos esto para mejor oportunidad...
Por aquí, a los tumbos por una pendiente resbaladiza que nos va arrastrando a todos y sin que se prevea por el momento adónde va a parar. Se acabó la euforia “revolucionaria” y el gobierno se va deshilachando poco a poco. El dólar, en el mercado paralelo, va excediendo ya a la en un momento arbitraria cotización oficial. Ya tenemos una nueva ley de hidrocarburos en cuya virtud el país podrá quedar hipotecado indefinidamente. Como quien dice: un Frondizi aumentado y mejorado –es decir, empeorado. Ya estudió una ley contra el comunismo en que se establece el delito de opinión –justamente cuando ya nadie opina y se deja estar... Pero dejemos también esto que duele demasiado.
Vd. como anda? Por Tove supimos que Vd. se dislocó un brazo y que no podía trabajar. Ya está bien? A Vd. no lo concibo ocioso. O está en dictador? –como decía Heine cuando se vio obligado a dictar sus cosas. Pónganos al tanto. Cómo está Maruja? Cuándo los tendremos de regreso? Por un afiche exhibido en Bonino, nos enteramos que Vd. va a exponer grabados en Alemania del 25 de junio al 25 de agosto. Cómo anda eso? Cómo le fue en las exposiciones de grabados en Madrid (por Lala tenemos entendido que bien) y de óleos en Bonn? Todo eso, todo lo que se refería a Vd. nos interesa. Sus cartas son leídas en las reuniones de amigos. Falcini y yo pensamos que sería muy interesante reunir esas cartas y publicarlas. Ésas, sí! Y no sigo, porque no quiero hacerle cosquillas a su vanidad. (A propósito de amigos: ¡Pepita Potik es abuela! Le alegrará que Vd. y Maruja lo sepan). En cuanto a nosotros, bien –sobrellevando el mal tiempo en la mejor forma posible. Aída no escribe porque su sordera la tiene de mal humor y no quiere amargar a los amigos.
Seoane, Maruja, escriban, escríbannos aunque tardemos en contestar. Es, a veces, tan difícil hacerlo. Abrazos, hasta siempre, hasta pronto.

Scheimberg

Saludos a los Díaz Pardo.

1967-06-01 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Xixón
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 01/06/1967


Gijón, 1º de junio de 1967

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos en Gijón en casa de mi hermana hasta el martes próximo, día 6, y estamos, como quien dice, lejos de todo lo que viene preocupándome en los últimos tiempos, museos, galerías, etc.; Gijón tuvo antes de la Guerra uno de los museos de dibujos más importantes de Europa, el Jovellanos, con el nombre de este ilustre político asturiano, de aquí, de esta ciudad, cuyas doctrinas se habían nutrido de los enciclopedistas franceses y de Feijóo, como muchos de los grandes americanos de la independencia. El museo fue destruido en la Guerra y poseía centenares de dibujos del Renacimiento italiano, Miguel Ángel, Leonardo, etc., y luego Velázquez, El Greco, Zurbarán, hasta Goya y pintores de su época de finales del XVIII hasta principios del XIX. Cuidador de este Museo en la década del 20 fue Moreno Villa, el notable poeta y pintor que falleció exiliado en México, quien confeccionó un catálogo que ya no se encuentra. Fue una gran pérdida la del Museo Jovellanos. Hoy sólo queda el Museo Municipal que posee algunas obras interesantes sobre todo de artistas de la ciudad, los naturalistas de los últimos años del siglo pasado, Álvarez Sala, Martínez Abades, que fueron muy reproducidos en las páginas artísticas del Blanco y Negro y de La Esfera, de un naturalismo regionalista como entonces se usaba, bastante sentimental muy de acuerdo con las poesías de otro asturiano, Campoamor, con sus Doloras. De esa época también, pero que falleció hace pocos años, fue un gran pintor de aquí, de Gijón, Evaristo Valle, triunfador como dibujante en París en revistas de moda, que repentinamente deja la capital del mundo para encerrarse en ésta, puerto industrial, y pintar escenas mineras, trabajos del puerto y escenas populares, con un humor y desgarro próximo por igual a Ensor y a Solana y a quien Lafuente Ferrari, el historiador de arte madrileño, dedicó un tomo impresionante hace dos o tres años. Otro pintor que aún vive, nonagenario, es Piñole, que pintó esos mismos temas y que aún siendo interesante no alcanza a mi juicio, el humor ni el dramatismo de Evaristo Valle. Esto es todo en cuanto a arte. En lo que se refiere a naturaleza, aquí está el Mar Cantábrico que se extiende hasta el Finisterre gallego, acerado, profundo, tormentoso, poblado de naufragios y leyendas, como todo el Atlántico Norte, donde intervienen por igual sirenas y embarcaciones errantes, apestadas, condenadas a errar para siempre, o marinos corsarios, iguales o muy parecidas leyendas que en la costa gallega. Junto a ese mar un país montañoso, abrupto, verde, cuando no negro de minerales, de carbón, que es uno de los más bellos de Europa. También estas montañas encierran leyendas, hadas, las xanas y brujas y sucesos históricos deformados por el pueblo referidos a los moros, muy presentes en Asturias, porque aquí comienza, en Covadonga, la Reconquista. En una ladera de la costa, casi junto al mar, en una casa solitaria, vivió hasta hace diez o quince años una anciana poeta gallega, Rosario Acuña, que tenía fama de bruja y de quien decían las gentes del pueblo que convocaba a los espíritus. Las gentes evitaban el contacto con ella y se apartaban de la casa y a mí me hubiese gustado conocer su misterio, pero parece imposible. Todos los que conozco dicen lo mismo, que tenía fama de bruja, de echar a las gentes el mar de ojo y de reunirse con los espíritus. Es posible que hubiese contemplado más de un naufragio desde alguna de las ventanas de esa casa blanca y solitaria en que vivía. Me hubiese gustado ser su amigo. Debía ser como una vieja sacerdotisa de tiempos remotos. Le escribo a usted sobre pintores y la naturaleza de Gijón y Asturias y, nada de Rosario Acuña, sobre las gentes, mejor lo hablaremos a nuestro regreso. Impunemente, podría hablarse de los indianos que aquí hay muchos en los cafés, hablan en voz alta y recuerdan todos los acentos de América, pero no vale la pena, el asturiano es, en general, bastante vanidoso. Escríbannos. Pueden hacerlo ya al Castro.

Un abrazo para todos los amigos, para sus hijos y un fuerte abrazo para Aída y usted de Maruja y de:

[Seoane]

Porcelanas del Castro. Osedo. Sada.
La Coruña. España.

1967-05-09 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 09/05/1967


Bs. Aires, mayo 9 de 1967

Querido Seoane:

Contesto a su carta del 14 de abril. Ni tantas arrugas ni para darse de bofetadas en lo que respecta a sus obras del pasado –o mejor dicho, juveniles–. Dice Unamuno en alguna parte que sólo escribe para siempre el que escribe con la sangre de su cuerpo. Y esto tanto vale para el que escribe como para el que pinta o esculpe, o crea en cualquier género. Con las obras así escritas nos pasa como con los hijos salidos de nuestra sangre –que no envejecen para los padres. Somos nosotros los que envejecemos. Y las obras podrán ser distintas con el tiempo; pero siempre habrá algo que denuncie la común paternidad. Yo he visto algún dibujo suyo de su época de estudiante; no sabría decir de su valor definitivo, pero creo que sabría descubrir que le pertenece. Con menos distancia, eso no sólo me pasa a mí con las obras suyas de tan distantes años como son los q’ van del año 47 a la fecha –sino a cuantos pasan por mi casa: “Esto es un Seoane”, dicen frente a cualquiera de ellas. Es algo parecido a lo que pasa con el mentón pronunciado de los Borbones (o lo que fueren). Es el hilo de sangre que da, repito, la paternidad. Quién más variado que el Van Gogh de colores negros de su época de Bélgica del delirantemente luminoso de sus últimos años? Y, sin embargo, Vd. que entiende y yo que no entiendo no nos equivocamos en la atribución. Y no digamos ya con Goya... Y esto que pasa con Vd., y con Van Gogh, pongamos por caso, no nos pasa con los apresurados incubadores de obras y de estilos en las que ni la esperma es la misma (perdóneme la expresión). Pero no quiero seguir por este camino tan fácil es extraviarse para el lego.
Espero que le haya ido bien –y con provecho además– en sus exposiciones de Madrid (grabados) y de Colonia (óleos). En cuanto a la primera, sé que, por lo menos de público, ha sido todo un éxito. Pero como no sólo de arte vive el artista...
Aquí siempre lo mismo: empantanados y sin vislumbrarse ninguna salida, que es lo trágico. Dios dirá.

Y nada más por ahora. Besos y abrazos para Maruja y Vd., de Aída y míos.

Scheimberg

1967-04-14 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 14/04/1967

Madrid, 14 de abril de 1967

Sr. Simón Scheinberg

Mi querido amigo:

He recibido sus cartas y el catálogo de la exposición de Galatea con el prólogo tan bellamente escrito y justiciero de Varela. Debió haber quedado muy bien esa exposición, colocados uno al lado de otro los pintores tan distintos que fundamentan el arte argentino de nuestro siglo, vistos así, en una galería, independientes, alejados del hogar donde usted los tiene, sin el apoyo sentimental que les presta la colección y el coleccionista que, naturalmente, influye en la visión del espectador visitante y librado cada cuadro a su propia libertad y fuerza, la que del pintor pudo o supo transmitirle. Me hubiese gustado verla y haber estado con ustedes ese día. Nosotros continuamos el género de vida que creemos haberles descrito en nuestras cartas y que suponemos les habrá relatado Lala, a quien, por cierto, le pedimos que les dijese que no habíamos recibido carta de ustedes ni de los otros amigos en bastante tiempo. Pues bien, al día siguiente de su partida recibimos una de ustedes y luego fueron llegando otras. El lunes inauguro una exposición de grabados en la Galería Fernando Fe. Expongo entre otros los grabados de Santo Domingo y una cabeza que le hice grabada en madera, aquí en Madrid, a León Felipe sobre un apunte hecho en México. Es un modo de continuar la oposición que representó la exposición de Alberti y de anteceder a la del escultor Alberto Sánchez, gran artista abstracto, que ustedes conocen, muerto en el exilio. La exposición de Alberti constituyó un gran éxito de público, de venta e incluso de crítica. El ABC le dedicó una buena nota y todos ustedes conocen el significado de este diario en Madrid. Ahora se prepara, creo que para la próxima temporada, ésta termina en junio, una nueva muestra de Alberti en Barcelona. El día 23 de este mes salimos para Colonia, donde estaremos tres o cuatro días, pues inauguro el 25 una exposición de óleos. Veremos cómo me va, mejor dicho como les va a los cuadros, pues a partir de que uno los da por terminados siguen una vida independiente del autor. Cuando uno los ve, al cabo de meses y de años les encuentra, como a los familiares y a los amigos, las arrugas y los achaques del tiempo y no se sorprende un poco. Debe pasarle al pintor algo parecido al padre que luego de muchos años ve nuevamente a un hijo cuyo recuerdo se fijó en el instante de la separación, “¿pero éste es mi hijo?”. –“¡Qué cambiado está..!” pensará para sí. Nada es eterno, se suele decir y el dicho es una perogrullada, pero una perogrullada que se afianza en nosotros a medida que nos alejamos de los años en que soñábamos que nuestras convicciones, sentimientos, hechos, etc., estaban destinados a la eternidad. Cuidado, no estoy filosofando. Ni siquiera lo intento. Lo que ocurre que, de vez en cuando, me encuentro en España con un excompañero, amigo ahora, que me dice: “Tengo un dibujo tuyo que me regalaste en Santiago cuando éramos estudiantes, tienes que verlo...” Yo hago lo posible por no verlo para no tener que decirme “¿Cómo pudiste tú haber hecho esto y encima regalarlo?” Y me dan ganas de pegarme un par de bofetadas por haber creído, hace tanto años, haber hecho algo interesante. Quizás dentro de otros muchos años me ocurra lo mismo con lo que ahora expongo aquí en Madrid y en Colonia. Lo único que siempre nos conmueve es lo que otros han hecho y hemos querido y continuamos queriendo, aún no siendo genios sus autores, no llamándose, por ejemplo, Goya ni Picasso. Ésta es posiblemente una carta distinta a la que pensaba escribirles. Apenas noticias, casi escribiéndoles de cuestiones que uno piensa algunas veces y luego deja de pensar en ellas y que nos llevarían a tratar de vivir en estado primitivo en la selva, como soñaron los anarquistas, Quiroga y Giambiagi en sus juventudes, si en mi caso no estuviese demasiado encariñado con las ciudades y lo que éstas ofrecen en nuestra época, de cine, por ejemplo. Una noticia. En Mallorca se reunieron los parlamentarios europeos a tratar asuntos relativos a sus funciones, estaban representados todos los países, o casi todos, desde la Unión Soviética hasta España. Bueno, ésta es una noticia que libro al juicio de cada uno. Yo la doy por juzgada.
Escríbannos. Deseamos saber de todos los amigos y de Buenos Aires. Un gran abrazo para todos los familiares y amigos y para ustedes de Maruja y mío:

[Seoane]

PD: Después del 10 de mayo, estaremos en Gijón, en casa de mi hermana, cuya dirección es: Luis Eguiburu (Para Luis Seoane). Farmacia. La Calzada, Gijón, España.
Y ya en junio, en El Castro, en casa de Díaz Pardo. Cerámicas del Castro. Osedo, Sada. La Coruña.

1967-04-07 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 07/04/1967


Buenos Aires, 7 de abril 1967

Queridos Maruja y Luís Seoane:

Hace un par de días, nos habló Lala. Nos dijo que ustedes no han recibido carta nuestra. Nos extraña. Tres cartas les llevamos escritas (sin contar la tarjeta de saludo para el Año Nuevo), las dos últimas son del 27 de febrero (en ésta le acusaba recibo del catálogo de la Exposición de Picasso) y del 27 de marzo la última, en respuesta a la suya del 17 del mismo mes y envío del catálogo de la exposición que está realizando en Madrid Rafael Alberti. Espero que a estas horas ambas cartas ya les han llegado. La primera sé que la recibieron por carta que nos escribió una de las hijas de Torrallardona. Sería lamentable que alguna carta se haya perdido. Lo que interesa es que sabemos que ustedes están bien y que también lo estamos nosotros. Sabemos además (esto por Sofovich, no por las cartas suyas) que usted, Luís, está exponiendo con éxito en Bonn y que el 15 va a inaugurar una exposición de grabados en la Galería Fernando Fe, de Madrid. Aída y yo le deseamos mucho éxito y que venda además. Escríbannos al respecto.
Como sospecho que a estas horas ya están en v/ poder la dichas cartas mías, es poco lo que tengo que agregar. Onganía aquí, y Salazar en Portugal han declarado, enfáticamente, en sendos discursos que sus respectivos programas de gobierno se ajustan en un todo a las ideas sustentadas por la última encíclica de Paulo VI. No se dijo alguna vez que es cosa de viajar menos y leer más los diarios? De marxista trasnochado calificó un diario newyorquino esa encíclica.
Y para no darles más lata, ahí va el catálogo de la exposición que con obras de mi colección inaugura la temporada 1967, Galatea. Lleva prólogo, mejor dicho, presentación de Lorenzo Varela, muy simpático por cierto. Me gustaría conocer su opinión.
Y nada más por ahora. Abrazos y besos de Aída y míos; saludos de todos los amigos.

Scheimberg

1967-03-27 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 27/03/1967


Buenos Aires, 27 de marzo, 1967

Queridos Maruja y Luís:

Perdónenme que no haya acusado antes recibo a v/ cartas de 21 de febrero y el 17 de marzo. Recibieron la mía en que les decía que me había llegado el catálogo de Picasso? No sé si les anunciaba que también lo recibió Sofovich. Ya debe haberles escrito. Novedades? Seguramente, ya no lo es para ustedes que desde el lunes 13 el dólar está a 350 pesos (más alto que en el mercado paralelo); que la C.G.T. ha quedado prácticamente liquidada –aunque por razones tácticas se la mantiene como ficción legal; que desde hace cosa de un mes todos los argentinos, varones y mujeres mayores de 14 años, estamos enrolados (léase militarizados y pasibles de ser sometidos a la jurisdicción militar) en virtud de la ley de Defensa civil? Como ustedes ven, las novedades no son muy alentadoras que digamos... Esto de la ley de Defensa civil –que incluye a los extranjeros, llegado el caso– el pueblo no lo toma muy en serio; pero bastará que un día el Jefe de la Nación se levante de mal humor y entonces ya será difícil predecir lo que puede pasar. Todo esto es realmente lamentable, aunque era de prever. Qué otra cosa podía esperarse de la conjunción de hacendadas y botas y la desgraciada presión del FMI y del Pentágono? Nos queda la esperanza de que algunas leyes duran sólo lo que sus autores en el poder...
Recibí el catálogo de la exposición de grabados y dibujos que realiza Rafael Alberti en Madrid. Se trata de un hecho por muchos motivos significativos –como usted, Luis, lo señala en su última carta. Sugestivos los textos de los tres trabajos que incluye el catálogo. Por alguna razón –sería largo de explicar– me agradó más el de Gaya Nuño (no sé si es el mejor). No sé nada de la vida de los Alberti. Hace muchos meses que no recibimos ni una línea de ellos (ni de Rafael –que es reacio a escribir cartas– ni de María Teresa). Recibimos carta de Torrallardona, de París. Está loco con la Exposición de Picasso. Como ustedes ven, esto es general.
Por aquí, las temporadas de Exposiciones no han comenzado. Galatea va a iniciar en breve la suya con 16 obras de mi colección, correspondientes a pintores muertos. El catálogo va a llevar una presentación de Lorenzo Varela. Marika me la leyó por teléfono. Creo que se trata de una página plena de simpatía.
Y esto es todo por ahora. Ah, gracias por el paseo por el viejo Madrid con que ustedes nos regalaron. Es el Madrid que conocí en los primeros meses del año 21 cuando existía el Pombo, el Botín, el Continental, el Universal –y que añoré cuando volvimos, Aída y yo, en 1951 y en 1958. Lástima que todo eso desaparezca.
Besos y abrazos de Aída y míos. Y usted, Luis, siga trabajando. ¡Buena suerte! Escríbannos. Hasta siempre.

Scheimberg

1967-03-17 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 17/03/1967


Madrid, 17 de marzo de 1967

Sres. Aída y Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mis queridos amigos:

No tenemos noticias de ustedes. Les escribimos el 21 de febrero y no sabemos si les llegó o no nuestra carta. Hoy les enviamos el catálogo de la exposición de grabados de Alberti que está celebrándose aquí con gran éxito. A Kornblith le escribo con más detalle de esta muestra, que resultó muy importante por otras cuestiones que usted percibe y que de alguna manera se sobreentienden en la lectura de los trabajos de los dos críticos de arte y del Director del Museo de Arte Contemporáneo que se publican en el catálogo. Nosotros continuamos con la vida que, creo les manifestaba en nuestra última carta, hacíamos. Gran parte del día trabajando, al atardecer y de noche saliendo, cumpliendo compromisos, viendo cine y teatro, o simplemente paseando por las viejas calles de esta ciudad, de cuando verdaderamente era Villa y Corte, los serenos andaban con llaves de hombres, no yales, marcaban el va..., o el ahora voy con los golpes de vara y decían las horas. A las horas de los embozados en largas capas. Cuando Goya y Moratín, o Larra o Espronceda, o el Duque de Rivas, gustaban, seguramente, andar más por las calles, mientras los absolutistas discurrían en sus gabinetes románticos las más oscuras repercusiones. Cuando Valle Inclán declamaba a la luz de un farol versos del Canto a Teresa, de Espronceda, o estrofas de Zorrilla. A la hora de los maullidos de los gatos. Este es el Madrid que me gusta, el de Gómez de la Serna; el otro, el nuevo, el que está construyéndoseme parece atroz. Cuando no participa del gusto arquitectónico corriente en todas las ciudades es aún peor, pues la tradición, el viejo o los viejos estilos, sólo se guardan para algunos aspectos de la política y para la conservación de costumbres anacrónicas. La vida como las que envidiábamos siendo estudiantes desde Santiago de Compostela, con verdaderos jefes de peña, donde un escritor presidía un grupo derrochando diariamente talento e ingenio. Ahora casi el único café es el Gijón, del que escapo, pues temo escuchar el discurso de algún ex compañero mío de facultad, ahora magistrado, registrador de la propiedad o funcionario de algo, sobre como debe cazar el faisán y las características del faisán macho, o temas similares. Además se parece demasiado a las salas de estación de los pueblos, donde siempre llegan conocidos de Buenos Aires, o de otras partes, que están con nosotros de paso, por curiosidad, esperando un tren que no llega e igualmente incómodo. Lo que queda, pues, es añorar, transformar para uno la crónica en leyenda, y pasear. El pueblo es el mismo que vivieron aquellos inmortales que recordamos. Sólo cambiaron los trajes. También cantan las mismas canciones.
Escríbannos con noticias. Un gran abrazo de Maruja y mío para los dos. Azucen a los amigos para que nos escriban:

[Seoane]

1967-02-21 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 21/02/1967


Madrid, 21 de febrero de 1967

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Recibí su carta en la que me dice haber recibido el catálogo de Picasso. Me alegro que le hubiese llegado. Espero que también lo haya recibido Sofovich encargado juntamente con el tuyo. Nosotros disfrutamos por estos días muy relativamente de Madrid. La mayor parte del tiempo lo paso encerrado en el pequeño departamento que alquilamos trabajando. Tengo pintados unos quince cuadros, algunos de regular tamaño, que han de exhibirse en Colonia y en alguna galería de aquí, posiblemente después de nuestro regreso a ésa. La parte vieja de Madrid está muy bella. Las viejas calles alcanzan su mayor esplendor en la noche, cuando los faroles las iluminan por partes acentuando las sombras, volviéndolas casi a los años de su nacimiento, hace dos o tres siglos nada más, en el caso de esta ciudad muy moderna comparada con otras de España y del mundo, pero que a uno le bastan para conocer una vida pasada y unos personajes que vivieron padeciendo, triunfaron, murieron en el anónimo o en la gloria, pero que todos ellos amaron la noche, las calles apenas iluminadas conjuntamente con la claridad de la luna y de los faroles, porque en esas horas alcanza su mayor lucidez el diálogo, la canción suena mejor, los hombres se suelen presentar más verdaderos y hasta el amor, aunque sea reja por medio, adquiere la intimidad que contribuye a su grandeza. Un sábado a la noche, ahora, en invierno, por las cercanías de la Plaza Mayor, por la calle de Cuchilleros, alrededor del mercado de San Miguel, Madrid es extraordinario. En algo supera a todas las capitales europeas y es su alegría. Se trata de la alegría de un pueblo de trabajadores sin esperanzas de demasiados progresos personales que saben que al día siguiente gozarán de un dominio sin patronos y sin trabajo, que la mañana y la tarde será de ellos, de sus familias, de sus parientes y amigos y que esa noche para ellos es única, pudiendo gozar del tinto o del blanco en el mesón de su preferencia y cantar las canciones de su ciudad, o las de los países de España de donde proceden, Castilla, Galicia, Andalucía... Un sábado a la noche Maruja y yo enseñábamos a un matrimonio amigo la Plaza Mayor, eran aproximadamente las diez de la noche y de repente un grupo de marineros con su uniforme, ocho o diez, rompieron a cantar a coro una vieja canción gallega, San Benitiño de Lérez, sonaba bajo las arcadas como una canción de nostalgia y desafío, marcando la distinción de otra tierra y otras costumbres. Pero inmediatamente fueron un grupo de vascos, ya no en un idioma romance cargado de latines como el gallego, sino en el suyo de origen desconocido, antiquísimo, los que desafiaron a Madrid haciendo notar su diferencia y así fue, después, en todas aquellas calles que rodean a la Plaza Mayor. Grupos de jóvenes cantando canciones de sus países, andaluces, extremeñas, castellanas, a las puertas de los mesones, hombres y mujeres, con guitarras y otros instrumentos, algunos estudiantes en grupos vestidos de tunos haciendo sonar pasodobles y valses. Lo que quiero decir es que un museo o un cuadro puedo verlo en cualquier momento. Ahí están por siglos para que se vean, pero esto que vivimos una noche no volverá a repetirse, al menos de igual manera, será, para siempre, una noche única, sólo nuestra, una maravillosa obra de arte que nos pertenece para siempre, como sólo les pertenece la noche del sábado a los trabajadores de los países pobres, mal gobernados, donde los patrones pueden abusar sin riesgo de castigos. Una noche convertida en gigantesca obra de arte por un pueblo entero porque aún la televisión no llegó, para corromperlo, a todos los hogares. Ésta es la noticia más importante que hoy les envío. Uno puede soñar manolas y chisperos de un Madrid castizo, pasado. Instante en que esas calles fueron escenario de motines populares, con los primeros Borbones y con los últimos, de pronunciamientos militares, de guerra y de historia en general, peor lo más importante es el instante que se vive, teniendo una conciencia de que está viviéndolo. Aunque no sea más que eso, pasear por una calle y encontrarse con un cartel que dice Joyería Las amas de cría, en la Calle Mayor. Por favor, escríbannos. Un abrazo de:

[Seoane]

1967-02-11 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 11/02/1967


Buenos Aires, sábado 11 de febrero, 1967

Querido Seoane:

Por carta recibida de una de las chicas de Torrallardona (Cristina), sé que Vd. recibió mi carta del 27 (?) de enero y también que los encontraron, a Vd. y a Maruja, muy bien. Me apresuro a escribirle ésta para que sepa que ya recibí el estupendo catálogo que Vd. me ha hecho enviar de la exposición de Picasso en el Grand y Petit Palais. Recorriéndolo, y a pesar de que la obra de Picasso es conocida (cómo es cierto aquello de que sobre ningún artista –ni vivo ni muerto– se escribió tanto como sobre la obra de Picasso y sobre el hombre Picasso!), me he explicado la impresión de asombro y la desazón que le produjeron. Espero que ya habrá reaccionado de esta última y que ya estará trabajando de nuevo con la misma intensidad y seguridad de siempre. Siempre he creído que el artista verdadero –escritor, pintor, escultor, músico– viene al mundo armado de su palabra, y si tiene algo que decir, lo hará con su palabra, que siempre será suya, propia, y de ningún otro. Y es que el artista verdadero se crea su instrumento –que es único, suyo y nada más que suyo–. Esto se lo puedo decir a Vd., porque lo considero –y no es para halagarlo, ni cosa de amistad– en esa categoría, de los que traen un mensaje y saben expresarlo. Pero basta de sobarle su vanidad...
Repasando el catálogo, volví a envidiarlos –a Vd. y a Maruja– por la suerte (bien merecida, por lo demás) que han tenido de poder ver la obra viva –y tan viva!– de ese monstruo único que es Picasso. Y a propósito del catálogo: vio Vd. que en la reseña biográfica y a pesar de tratarse de una edición oficial no se ocultan las opiniones y actuación política de Picasso? Habría podido hacerse esto en estos momentos en n/ país? No son cosa tabú ciertas militancias entre nosotros?... Y pasando a otra cosa: Cómo los tratan los fríos? Parece –por lo que nos dicen los diarios– que estos no son obstáculo para que los ánimos anden calientes. Esperemos que todo sea para bien –por aquello de que bien está lo que bien acaba...
Bueno, Seoane; bueno, Maruja: Téngannos al tanto de sus andanzas y trabajos. Abrazos de Aída y míos.

Scheimberg

[Escrito por Aída Scheinberg:] Querida Maruja: En realidad, Scheimberg lo dijo todo, además de decirlo muy lindo. Estoy absolutamente de acuerdo con él. Amigos y familiares están afuera o muy lejos. Qué grande que es Buenos Aires cuando los seres queridos están ausentes! El otro día, pensé mucho en ti; estaba acostada mirando el cuadro de Luis, La mujer de bata azul; aunque no es un retrato, siempre que lo miro, me siento cerca tuyo. Nos gustaría saber a dónde se puede escribir a los Torrallardona. Un abrazo fuerte a Luis y a ti, Marujita de

Aída

Tímidamente te pregunto cuándo vuelven.
(Saludos cariñosos a los hermanos)

1967-01-27 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 27/01/1967


Buenos Aires, viernes 27 de enero 1967

Querido Seoane:

Recibí hace algunos días su carta del día 13 despachada de Madrid y no quiero que pase este mes sin escribirle. Por unas líneas de saludo de año nuevo que le mandé en vísperas de Navidad, ya sabrá que recibí sus anteriores cartas del 13 de noviembre, de Nueva York, y del 12 de diciembre, de París. Gracias porque se acuerdan de nosotros, usted y Maruja. Aquí los recordamos y los extrañamos. Desde que ustedes se marcharon, casi no hemos visto a los amigos, salvo a los habituales –a los de casi todos los días–. Ah, sí!, el día de Navidad hicimos una pequeña despedida en casa a los Torrallardona y a Lala que viajaban unos días después: sólo estuvieron, aparte de los familiares y los amigos que llamo de casi todos los días, Falcini y Julia Lublin con su esposo. Ella es realmente una mujer encantadora, él muy simpático... Novedades?
Cerramos el año artístico, también aquí, con una importante muestra de grabados y litografías de Picasso, en Di Tella: 150 piezas, todas pruebas de artista, firmadas, que abarcaban de 1927 a 1965 (30 de la serie Vollard y las restantes procedentes de la galería Louise Leiris). Fue un éxito de público extraordinario. Debió cerrar el 13 de diciembre y se la prorrogó hasta el 23 y aún habría podido continuar por mucho tiempo con el mismo interés por parte del público. Por intermedio de la Embajada soviética en Buenos Aires, Romero Brest (con la colaboración de Falcini) gestiona traer para este año las 9 piezas de Picasso del Museo de Leningrado y que ahora están en París integrando la muestra de Picasso del Grand Palais. Las gestiones parece que están bien encaminadas. Esperemos que terminen con éxito. Cómo les envidiamos que hayan tenido la fortuna, usted y Maruja, de asistir a la muestra de Picasso en París. Pero bien se la merecen ustedes. (A propósito, aún no he recibido el catálogo de esa muestra –que usted me anuncia en su carta de París).
Cerramos bien el año artístico y no lo iniciamos mal. Durante 3 días solamente se exhibieron en Plástica los 70 grabados que van a exhibirse en abril en la Casa Argentina de París y luego en distintos países de Europa. Es una muestra importante que honra al arte argentino y que significó una verdadera sorpresa para mí por la cantidad de nombres nuevos. Hay 2 grabados suyos, que ya conocíamos. Son 35 artistas con 2 piezas cada uno. Es una muy buena selección. El jurado de selección lo integraron Blum, Rodríguez y Péccora –y Ocampo por Relaciones Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Otras novedades? La gente anda dispersa por el veraneo y los ex-ricos (léase jubilados) sin movernos de la casa. Terminamos el año político con una crisis parcial de Gabinete: se marcharon felizmente Martínez Paz (Interior) y Salimei (Economía) y entraron desgraciadamente en su reemplazo: Krieger Vasena (libertadora) en Economía y Borda (ex Forjista, primero y Peronista luego hasta 1949). Esperanzas? En su discurso-programa, el nuevo ministro del Interior nos prometió la felicidad para el futuro –un futuro sin plazo próximo. Entretanto, y mientras esa felicidad llega (si es que llega!) prometió usar de la fuerza (de la que disponemos –dijo) para con los que se opongan a la obra de la gran Revolución Argentina y como premio a los conformes –y mientras llega la felicidad, el pan a 52 pesos el kilo, la leche a casi 30 pesos y los huevos a casi 10 pesos la unidad. Esto por ahora. Además aumentos en transporte (98 pesos el viaje de ida a La Plata en ómnibus), en la luz, gas, etcétera. No está bien eso?
Y ahora una mala noticia. El mismo día 25 enterramos a Oliverio Girondo y a un amigo, el doctor Peluffo –Julio Luis Peluffo– usted lo conocía –era una bellísima persona y una inteligencia extraordinaria. Nos ha dolido mucho su muerte. La de Oliverio Girondo no era de extrañar, pues nunca se repuso del accidente que sufrió hace cosa de un par de años... Bueno, a otra cosa y a vivir: El 5 de febrero salen Sarita y Silvia, las dos solas, para México y Estados Unidos: 2 semanas en México y 2 semanas en Nueva York. Se trata de una agradable travesura en la que usted tiene su parte de culpa –con las cartas que de allí escribió–.
Y basta ya. Gracias por hacernos partícipes de vuestro viaje; gracias, Seoane, gracias, Maruja. Sígannos escribiendo; es una felicidad renovada leerlos –y mientras esperamos vuestra carta. Saluden a los amigos comunes.

De todos nosotros, de los amigos; de Aída y míos especialmente, un gran abrazo para usted y Maruja. Hasta siempre!

Scheimberg

[Escrito na marxe esquerda da última folla:] P.S. Esta carta va en nombre de Aída y mío. También es común la envidia que les tenemos y común nuestros buenos deseos.
Vale.

1967-01-13 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Nova York
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 13/01/1967


Madrid, 13 de enero de 1967

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos en Madrid desde hace doce días sin ver casi nada, únicamente las gentes que encontramos al paso y alguna que otra exposición particular. Ayer vimos una de litografías de Miró, muy sabia, capaz de deducir partido estético a cualquier rasgo al parecer insignificante, a una mancha que pareciera surgida del descuido y que, sin embargo, aparece admirablemente situada en el rectángulo del papel. Y otro día vimos en una galería las esculturas de Pablo Serrano, un gran escultor aragonés. De todos modos, aún estoy impresionado por las exposiciones de Picasso en París. Desde Madrid por lo que estoy viendo, todo los que pueden, aún aquellos que parecen no poder, acuden a París a ver esas exposiciones. Cuando un día, pasado el tiempo, se haga historia, el fenómeno de la atracción ejercida por este genio indudable deberá ocupar un capítulo importante, pues, a París acuden no solamente artistas y aficionados, sino gentes que uno sospecha al margen de estas cuestiones. Algunos, pienso, va a ver la obra de Picasso como podían haber ido a ver al hombre más gordo del mundo, o a la mujer con barbas en algún circo generalmente alemán del pasado. Ahora los fenómenos de esta naturaleza son más frecuentes o parecen serlo e inspiran menso curiosidad popular. Pero Picasso...
En en vestíbulo del Grand Palais, en el guardarropas, pueden verse las valijas de gentes venidas de todas partes de Europa a ver su obra. Antes de buscar hotel, acabamos de descender del tren o del avión, van al Grand Palais o al Petit Palais a ver la obra del gran pintor que les atrajo y desorientó durante tantos años. Y es cierto que nadie sale desilusionado. Entrar en el recinto de estos palacios es como penetrar a grandes salones encantados de los cuentos infantiles, donde el color, las formas, el ingenio gobiernan nuestros sentidos. Claro que hay grandes artistas de nuestra época, unos han muerto hace muy poco tiempo y otros viven, pero ninguno, a mi juicio, alcanzó a dominar de tal modo su oficio, a alterarlo con arreglo a su capricho y a inventar procedimientos y formas hasta él desconocidas. No se trata de comprenderlo, simplemente hay que admirarlo. Nadie comprende una catarata, se puede explicar, su belleza, la que surge del agua cayendo, levantando espuma, creando a través de ella los colores del arco iris, convirtiendo el agua en polvo casi invisible, eso no se explica, no se acierta a describir su grandeza y éste es el caso de la obra de Picasso. A mí, personalmente, me produjo su visión unas ganas enormes de pintar, tal la libertad que muestra como posible en pintura y, al mismo tiempo, su recuerdo, ahora lejos de esas muestras, una tremenda incapacidad de trabajar de tal manera me pienso incapaz de crear algo que se semeje a esa fuerza. Ese monstruo Picasso tiene la virtud además de situarnos en nuestros límites. Nos propina una tremenda lección de humanidad. No continúo, todo esto, en mi caso, es para recordarlo en conversaciones que tendremos, Dios mediante, como se continúa diciendo por costumbre en España. Por favor, escríbannos, dennos noticias de los amigos, noticias en general.

Grandes abrazos para todos, para Aída y para usted de Maruja y míos.

[Seoane]

La dirección ahora es: Dr. Esquerdo 75, 3º derecha. Madrid

1963-12-09 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 09/12/1963


Madrid, 9 de diciembre de 1963

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Debo cartas a todo el mundo. Creo que no escribí ninguna desde que se inauguró mi exposición aquí en Madrid. Supongo que las noticias que debió haber llevado Díaz Pardo, a quien encargamos le entregase el abanico a Aída, el que encomendó a Maruja para su arreglo, y una visita a ustedes, habrá subsanado mi falta. La exposición resulta un éxito de público y de crítica, ésta, la de Madrid, un tanto desorientada en cuanto a la casilla donde poder clasificarme y hasta ahora, falta una semana para que se clausure, he vendido cinco cuadros, otra pequeña hazaña o favor de la suerte, pues se trata de una sala donde apenas se vende. Estamos, pues, muy contentos. De otras noticias, las que más importan, continúan circulando cartas y nuevas firmas de adhesión a la primera carta de los intelectuales y circula clandestinamente la entrevista hecha al abad de Monserrat por el corresponsal de Le Monde en París. Otro Abad, el de La Santa Cruz del Valle de los Caídos, contesta a aquel con el lenguaje y lugares comunes habituales, los corrientes en la prensa diaria los días de las conmemoraciones. De cualquier modo, la división, en este caso benedictina, se muestra pública. De Buenos Aires se publican notas optimistas referidas a Illía, pero algunos argentinos viajeros que vemos, entre ellos un comerciante español de La Plata, parecen recibir noticias contradictorias y sobre todo están alarmados por el alza de los precios y falta de dinero. En Madrid, esta alza es también alarmante. Creo que ya no se puede hablar de España como país de bajos precios. Hoy todo aquí vale como en otras partes de Europa, quizás en algunos artículos un poco menos que en Italia o Francia. Desde luego, se puede encontrar actualmente en Madrid todo cuanto se produce en cualquier parte del mundo, apertura a la libre importación hecha, según dicen, con miras al ingreso en el Mercado Común Europeo que puede arruinar a muchos productores españoles. El fenómeno aquí es el común en los países que se clasifican como subdesarrollados económicamente; una clase media que se empobrece y proletariza, emigra o trata de buscar trabajos que menospreciaba, y una clase nueva, la de los enriquecidos por el favor oficial o capacidad aventurera en los negocios y, como en todas partes, es peor que la vieja aristocracia al menos en sus modos y cultura. Al mismo tiempo que se enriquecen, compran títulos de nobleza. Existen casos pintorescos como el caso de unos señores que tenían negocio de pompas fúnebres en La Coruña que ahora son los marqueses o condes de no sé qué, igual que otro, juez del trabajo en mis años de abogado, que ahora resulta propietario de otro título. Esta clase de nuevos ricos ennoblecidos por dinero es mucho más pretenciosa que la vieja aristocracia. Por mi parte, estoy dispuesto a no relacionarme con gentes de esta clase que no me demuestren que sus antepasados no rompieron cabezas a mandoblazos a moros o flamencos. Los viejos castillos y antiguos palacios pasan a ser propiedad de esta nueva clase y los restauran con imitaciones de muebles antiguos y copias de cuadros. Los viejos castillos y palacios tienen ahora este destino y el de convertirse en hospederías para el turismo. San Isidoro de León va a ser, por lo que se proyecta, un hostal como el que fue Hospital Real de Santiago. A todo esto se une la discusión sobre la legitimidad de los posibles futuros reyes y existen pretendientes para muchos gustos. Los reyes de Grecia están ahora en España con pretexto del próximo nacimiento de un nieto aquí, con el propósito, según se murmura, de garantizarle a su hija y yerno el Reino de España. Se pasean por las calles madrileñas y visitan las tiendas de antigüedades y el rastro. No continúo porque estoy corriendo el riesgo, querido Scheinberg, de escribirle a usted una carta de otra época y de atrasarnos en el tiempo.
Les dejo por hoy, cuénteme nuevas de ésa. Les recordamos a todos, reciban usted y Aída el fuerte abrazo de Maruja y mío:

[Seoane]

1963-12-09 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 09/12/1963


Bs. As., 9 dic. 63

Queridos Maruja y Seoane:

En la seguridad de que ésta les llegue en pleno éxito de la Exposición inaugurada el 26/XI y con nuestros mejores augurios para el año 1964 y “con los días contados”. Esperándolos siempre, los abrazamos.

Aída y Scheimberg

1963-11-20 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 20/11/1963


Madrid, 20 de noviembre de 1963

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hoy escribo también a Falcini. Estoy casi en vísperas de la exposición, que se inaugura el día 26 de este mes. No sé qué ocurrirá. Presento 91 obras entre óleos y grabados que a mí personalmente –hasta ahora– me satisfacen, veremos si los viejos amigos y parientes y no tengo relación con las que gustan del arte. En cierto modo, esta exposición es como una prueba a la que me someto. Madrid está lluvioso y estos días comenzó el frío. Nada este mes de ese aire de Madrid que mata a un hombre y no apaga un candil. Sólo un día en lo que va de mes el viento gallego, escoba del cielo despojó a éste de nubes y la capital felipeña lució esa luz nítida, transparente, de que está justamente orgullosa. En cuanto al otro clima, el que siempre nos preocupó a usted y a mí y a muchos amigos de ésa, existe un título –de novela, película, poema, etc., no recuerdo ahora de qué– Con los días contados, aplicado al caso. A mí, personalmente, me gustaría sumar todos esos días estando aquí. Veremos si tengo esa suerte.
De Buenos Aires vienen al parecer buenas noticias. Casi diariamente en las últimas semanas informan los diarios sobre la marcha de la política argentina y ayer publicaron la noticia del decreto sobre los contratos de petróleo. Ayer a la mañana me la pasé entera en el Museo Arqueológico viendo sobre todo las pequeñas estatuas ibéricas, la infinita riqueza de formas que se puede alcanzar alrededor de un sólo tema, en este caso, debe ser el sacerdote ofreciente, si no son imágenes de pastores y pastores cubiertos con ese largo manto que aún usan en algunos pueblos de Castilla y que en los días de invierno cubren de la lluvia y el frío a los campesinos de toda la Península. Parecía seguirse a través de esas diminutas figuras algunas de las metamorfosis de Picasso yendo desde el naturalismo más cuidadoso de la reproducción humana hasta la estilización más abstracta, como hizo Picasso con la paloma, el toro y el hombre. Llegamos a ver estilizaciones que prueban una inteligencia reflexiva que hacen dudar a uno del adelanto en estas cuestiones de nuestra época y de las próximas que nos anteceden. Es curioso como el hombre usa por una especie de memoria ancestral, por instinto o por lo que sea, el saberlo es cosa de científicos o que ellos deben averiguarlo, iguales recursos gráficos. Por ejemplo, me llamó la atención que en los mantos de algunas de estas figuras usasen la línea en cadena para simular tejidos y adornos, en esta forma ∞∞∞, pero verticales, en general, como igualmente lo hacen Velázquez y ahora algunos pigmenos como yo que se dedican a estas cosas. Ése y otros recursos, círculos, espirales, puntos entre líneas, etc., parecen ser instintivo, lo pienso porque en mi caso, luego de estructurada la obra y de casi ejecutada, me dejo llevar por esas formas que me vienen no sé de dónde. Es curioso como también aparecen en cerámica y en todas las artesanías donde hacen uso del ornamento. Desde luego, en arte, resulta difícil descubrir Américas. Quizás estos motivos sean comunes de siempre a nuestra visión y es posible que las artesanías sean el vínculo que une a aquellos primeros artistas, transmitiéndoles desde no sabemos qué edad remota, a Velázquez, que no conocía el arte Prehistórico celta, ni el íbero, ni apenas arte de la antigüedad y tuviese presentes estos recursos por la cerámica, la herrería, etc., a su tiempo y a nosotros, o porque también se hereden con la animalidad del hombre, como los pájaros y otros animales heredan las formas de sus construcciones. De cualquier manera, estas formas resultan una permanente del arte y del hombre. Bueno, esto es todo. Bergamín, ya lo saben, está refugiado en la embajada uruguaya. Invitado, según dicen, unánimemente y con iguales frases, los diarios de ésta por el embajador, de quien es, por los visto, amigo. Estoy muy contento del clima que vivo. A los gallegos, o de esta procedencia, nos gusta la lluvia y las castañas calientes. Lo dicho, con los días contados.
Esto es todo por hoy. Un gran abrazo a todos los amigos que nos recuerden aún para maldecirnos porque no escribimos cartas ni tarjetas, tampoco de ahí nos contestan algunos. Y Aída y usted reciban otro muy fuerte de Maruja y mío:

[Seoane]

Nota: Acaba de salir una nueva revista, Tiempo de España, es la segunda que nace este mes, la primera es Cuadernos para el diálogo, y trae en una breve antología un pequeño poema de Lorenzo [escrito na marxe esquerda:] Varela titulado A la libertad. Mañana o pasado le escribo a él. Pero dígaselo, por favor, por teléfono. Gracias.

1963-11-20 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 20/11/1963


Buenos Aires (Amberes 980), novbre. 20/ [1]963

Querido Seoane:

Muy poco tengo para comunicarle. Casi no vamos Aída y yo a exposiciones y actos. Lo primero, porque estamos un poco fatigados de la monotonía de las muestras, en que siempre parece que uno volviera a ver cosas ya vistas y revistas –lo que no sería muy grave; lo grave es que se trata de cosas que con verlas una vez ya sobra. Talvez soy un poco injusto con nuestros artistas –sobre todo, cuando pienso que han merecido crónicas elogiosísimas de la crítica extranjera (entre otros, una de Lassaigne –jurado para el concurso de Di Tella de este año– en uno de los números recientes de Letres Francaises). Lo segundo, porque no quiero hacerlo sin Aída –que no mejora de su sordera y, lo que es peor, no tiene posibilidades de mejorar, y es poco probable que pueda usar audífonos. Sin embargo, hemos tenido un año abundante en exposiciones y rico en actividades culturales. Una noticia que seguramente le agradará: acaban de otorgarle a Borges el premio instituido por el Fondo de las Artes (este año para literatura) de 500 mil pesos –como premio a su abundante y meritísima labor de escritor.
Pero no es este el motivo de esta carta. El motivo es: 1º, estar presentes Aída y yo con Vd. en el día de la inauguración de su muestra en Madrid; 2º, felicitarlo muy efusivamente por su Toro Jubilo o Júbilo (o como se diga –según apunta Vd. en su poético y erudito prólogo) y por su Meco o don Juán gallego, perseguido al final por los maridos agraviados en vez de la sombra del Comendador: en uno y otro caso, para gloria y salvación de la institución matrimonial. Hermosas las leyendas y no menos los grabados.
Escríbanos de las cosas de España; y también Maruja, cuyas cartas son saborosísimas y a las que Aída siempre espera poder contestar. Y a propósito de España: Qué pasa con Bergamín y los 101 restantes? Por aquí y por ahora las cosas no van del todo mal. A pesar de las amenazas venidas de afuera, de la visita de [Averall?] Harriman y de todas las presiones, los contratos petroleros han sido anulados. Ya es algo. Lo que vendrá después no sabemos –aunque tengo siempre la esperanza de que Ilia (sin acento, como él lo quiere) hará un gobierno digno –y lo que es más importante, honesto. Que Dios nos oiga. Y nada más por ahora. En vez de vaticinios quiero escribir sobre hechos y sucedidos.
Los esperamos pronto (qué hay de su exposición en Suiza?) y para quedarse entre nosotros. Entretanto, un grande abrazo y besos de Aída y míos para Maruja y Vd. y un saludo de todos los pocos amigos a quienes vemos. Chau.

Scheimberg

1963-11-04 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 04/11/1963


Buenos Aires, 4 de noviembre de 1963

Querido Seoane:

Recibí el catálogo de la Exposición de grabados que Vd. realizó en la Asociación de Artistas de La Coruña, así como parte de las hermosas –y por momentos atrevidas palabras pronunciadas por el veinteañero Alberto Míguez en el banquete que le ofrecieron los amigos de La Coruña; y también la hoja de La Voz de Galicia a Vd. dedicada. Bien, muy bien. Me alegro –y conmigo Aída y todos los amigos– del éxito alcanzado y que Vd. se merece, por lo demás. Creo que tienen razón sus amigos de allá cuando lo llaman pintor gallego. Y de qué modo lo es Vd.!; y con qué profundidad y autenticidad! Con todo –y nada más que por vanidad patriótica– lamento que no se haya recordado bastante su condición de argentino... Pero, qué importa? A Vd. lo tenemos en nuestros museos y en nuestras casas y, sobre todo, en nuestros corazones. Esperamos que su exposición de pinturas y grabados en Madrid resulte un triunfo... Me olvidaba decirle que de la hoja La Voz de Galicia me agradó sobremanera lo que Vd. dice en la interviú que le hacen. Se lo leí a Falcini y participa de mi entusiasmo. Recibí también su carta de Madrid, del 15 de octubre. Gracias por sus recuerdos y por las palabras amables que tiene para los amigos. Vd. sabe bien que también nosotros –Aída y yo, los amigos, los recordamos y extrañamos a Vd. y a Maruja (Aída le agradece de alma las tan cordiales cartas y que se decidirá a contestar así que mejore de ánimo). Piensa volver a Suiza? Cuándo? Mis Cartas europeas parecen que han gustado bastante a los amigos. Me dice Vd. que a los amigos de Madrid se las mande... No será una imprudencia y talvez ponerlos en un compromiso? A pesar de esta preocupación, estoy impaciente porque Vd. las conozca –mejor dicho, las vea ya impresas–. Su tapa ha quedado muy bien. Muy interesante todo lo que Vd. me dice de las cosas de España. Es como un nuevo renacimiento. En la comida que le dieron a Ana en Cochabamba 955 y a la que asistimos Aída y yo, se repartió el petitorio de los 1021. Vale por su valentía y, sobre todo, por quienes lo firman. Cómo no estar orgulloso de un pueblo que cuenta con un tal planten de escritores, poetas, artistas y profesores universitarios?
Por aquí, a la espera de que las promesas se vayan convirtiendo en actos. Por de pronto, y salvo en algunos aspectos, creo que las cosas andarán un poco mejor. Es cierto que subsisten las leyes represivas –que se comprometieron a anular al día siguiente de la asunción del mando y que ahora dejan para que decida el Parlamento–, pero no es menos cierto que hay como una sensación de libertad en las calles y en todas partes. Y en cuanto a nuestro petróleo, no sería difícil que de un momento a otro se anulen los contratos (la venta de Petroquímica ya se anuló y no pasó nada; al contrario, Compancs2 ha tenido un gesto muy elegante acatando la decisión del Gobierno). Por de pronto, la gente que integra Energía y Combustibles e YPF es de lo mejorcito de este Gobierno y todo hace presumir que no se van a achicar ante las amenazas y chantages que nos vienen de Estados Unidos. Las Empresas Petroleras y sus defensores dicen y repiten que hacen un mal negocio; pero nunca se ha visto defender tan zañudamente un mal negocio como este de las concesiones petroleras. Y cómo se movilizan sus testaferros criollos!
No quiero anticipar vaticinios para no tener de que lamentarme luego; pero no puedo ni quiero ocultarle que espero –esperamos– que el país se va a enderezar; no sé si mucho, pero algo sí... Y ya sería un buen principio.
Y aquí termino. Me he quedado sin luz en mi escritorio y aprovecho la última que me llega de la calle. Escriba, escríbannos Vd. y Maruja aunque los de aquí seamos un poco remolones en contestar. Básteles saber a Vd. y Maruja –lo ignoran acaso?– que todos los amigos de aquí los extrañamos y los esperamos. Pero para quedarse entre nosotros...

Bueno, Seoane, Maruja, reciban los saludos de los amigos y de Aída y mío un grande abrazo. Hasta siempre, hasta pronto.

Scheimberg

P.S. Mis cosas personales no mejoran hasta ahora –aunque no han muerto aún las esperanzas de salvar al Banco–.

1 Refírese ao manifestó asinado por 102 intelectuais (entre outros José Bergamín que tivo que exiliarse de novo en 1963) dirixido a Manuel Fraga, no que se denunciaban torturas y represión contra os mineiros asturianos.
2 Refírese á empresa petrolífera argentina.

1963-10-15 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 15/10/1963


Madrid, 15 de octubre de 1963

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estamos de regreso en Madrid desde hace aproximadamente quince días. El 18 de julio, cuando se inició la huelga de Asturias, nos encontrábamos casualmente en esa región, dos meses después estando en Galicia nos enteramos que la huelga continuaba atravesando diversas alternativas y, en estos días, 102 intelectuales madrileños dirigieron una carta a uno de los ministros, el de Información y Prensa, pidiendo noticias sobre las torturas que se dice aplicaron en aquella huelga. El ministro respondió a uno de los firmantes, Bergamín, con una larga carta donde se admite que se le cortó el pelo (por el modo de decirlo parece que por humor) a dos mujeres de los huelguistas. Dando la sensación de libertad el mismo ministro permitió que se publicaran las dos cartas, que los diarios madrileños, todos dependientes de él, comentan en general en términos desdeñosos para los firmantes y los huelguistas. Bergamín, según dicen, le envió otra carta de respuesta invitándolo al diálogo público sobre éste y otros sucesos. En la Universidad de Madrid antes de finalizarse el curso pasado, un catedrático, que fue compañero y amigo mío en su época de estudiante, Santiago Montero Díaz, pronunció una conferencia favorable a Cuba y a Fidel Castro con la protesta de los cubanos exiliados. Otra carta de Montero Díaz afirmando sus principios y atacando a éstos circula en el ambiente universitario. Sólo estas dos noticias pueden darle una idea del ambiente político que se respira en Madrid y en España en general, aparentando el público indiferencia ante todos estos problemas. Son varias las cartas con firmas que últimamente los intelectuales dirigieron a los poderes públicos e invariablemente son tachados de comunistas aunque muchos de ellos sean reconocidamente de derechas y aún del Opus Dei. En un ciclo de conferencias celebrado en La Coruña en el mes de agosto, se pronunciaron algunas francamente valientes y precisamente una de ellas al finalizar mi exposición y con motivo de ésta. Muchos artículos de diario están escritos con sobreentendidos difíciles de comprender para quienes sean ajenos a los problemas diarios de España, e igual ocurre con el lenguaje de los conferenciantes. Estos días se celebra en Madrid un Seminario Internacional titulado Realismo y realidad en la literatura contemporánea, patrocinado por el Club de Amigos de la Unesco y el Instituto Francés de Madrid. En ningún diario madrileño leí hasta ahora la noticia sobre un suceso tan importante en el que participan personalidades del exterior: franceses, italianos, ingleses. Bueno, éstas son algunas noticias referidas a este momento de España. Las que pueden interesarnos de otra índole, las artísticas por ejemplo, aún no pude ponerme al día sobre exposiciones, prácticamente no comienza la temporada hasta este mes. La mía es el 25 de noviembre de óleos y grabados. He pintado bastante en Galicia, antes en Suiza, y ahora comencé a hacerlo aquí en el departamento minúsculo que tenemos. Trabajo, y tanto Maruja como yo nos acordamos de todos los amigos de ésa y de Buenos Aires.
Deseamos tener noticias y apenas nos llegan. No sabemos nada de Sofovich, ni de Lipa, no nos escriben hace mucho y tampoco de otros amigos.
En Galicia, hemos pasado unos meses maravillosos y nos gustaría tener una casa en su costa para invitarles a todos a estar algunas temporadas en uno de los paisajes más bellos de Europa. De Cartas europeas que estoy impaciente por tener, enviaría sólo ejemplares a los amigos de Madrid. El mío le ruego que me lo guarde hasta nuestro regreso.
Esto es todo por hoy. Nos enteramos con mucha pena por usted del cierre del Banco Israelita. Esperamos que se resuelva de alguna manera favorable. ¿Qué tal Illía en sus primeros días de Gobierno?

Un abrazo a todos. A Anita y Petrone, María, Silvia, Nélida, Pepita y Luisa Kaufman, a los Golubof y a todos aquellos que nos recuerden, y otro muy fuerte para Aída y usted, y para los hijos de:

[Seoane]

1963-09-12 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 12/09/1963


Buenos Aires, 12 de septbre, [1]963

Querido Seoane:

Estoy realmente avergonzado. Desde q’ la recibí, hace aproximadamente un mes, ando con su carta del 9 de agosto en el bolsillo para contestarla, y no lo hice porque andaba (y ando) totalmente absorbido por las cosas del Banco Israelita. Ni a exposiciones ni al cine casi voy. Hice una escapada para ver la colección de Palanza que salió al remate –que totalizó (nada más que en cuadros) casi 50 millones de pesos: Un retrato de hombre de Picasso, cuando firmaba todavía Pablo Ruíz Picasso (está reproducido en el libro de Merli) se vendió en 4.550.000 pesos y lo compró un señor totalmente desconocido y apellido rumano –aunque sospecho que por encargo. Y una visita, a todo correr, a la exposición de Butler en Bonino y que parece haber vendido a la fecha todas o casi todas las piezas expuestas. Ah! A todo correr visité la muestra de Di Tella: Lamentable. Algo así, o peor aún, la calificó Lorenzo Varela en su audición de Radio Mitre; y una media hora el 27 de agosto, en la inauguración de Lea [Lublin]. Está realmente bien y por primera vez ha merecido una crítica justa –y en algunos casos hasta entusiasta. Y esto es todo.
Las cosas del Banco desembocaron en lo peor. Su intervención y liquidación por orden del Banco Central. Andamos corriendo como locos: los abogados, en los recursos de orden legal; los directores, en mil diligencias de todo orden para ver si se puede levantar la medida. El Banco Central tomó posesión el día 30 de agosto y a la fecha casi han sido retirados todos los depósitos. Un desastre!
Salió Cartas europeas: La presentación es buena, aunque –aparte de haber tenido que cambiar 2 páginas (cortando los pliegos), ha debido agregarse un Fe de erratas. A pesar de eso, impresiona bien. No he tenido tiempo de distribuirlo entre los amigos a que está destinado; pero ha gustado a los pocos amigos a quienes he tenido oportunidad de entregarlo. Para usted y los amigos de España tengo reservado y dedicados unos 10 ejemplares. No los despaché por temor a que ello sea una imprudencia. Vd. dirá. A pesar de que no tengo la cabeza para estas cosas, tengo una verdadera impaciencia porque Vd. lo conozca y lo vea. Si no a España, les despacharé un ejemplar (o los que Vd. me indique) a Suiza –adonde calculo que irá pronto ya. Y con los dedicados, qué hago?
Cuándo piensa volver? No se imagina Vd. en qué medida los extrañamos nosotros, y los amigos. Y aquí debiera terminar. Sólo quiero agregarle –que a pesar de todos los desaguisados que está haciendo el gobierno a todo vapor (con el evidente propósito de crearle problemas difíciles a Ilía y Peretti) y la posibilidad de que esas dificultades y las insistentes declaraciones de éstos en el sentido de que están firmemente decididos a cumplir el programa electoral: anulación de los contratos del petróleo, de los compromisos con Segaba y con el Fondo Monetario, y más y más, puedan desembocar en un nuevo golpe, me resisto a creer en ello. Lo cierto es, sin embargo, que en estos días –y a medida que salen a la luz nuevos decretos encaminados a cercenarle los recursos al nuevo Gobierno– el dólar está subiendo y la gente empieza a andar inquieta. Felizmente, ya faltan nada más que días para el 12 de octubre.
Aída anda siempre con intención de escribirle a Maruja. Si no lo hace, no es por falta de deseo, sino porque con su problema del oído no tiene ánimos para hacerlo. Lo hará en cuanto le hayan desaparecido los ruidos y los mareos –que van disminuyendo– y sepa que puede usar audífonos. Esperemos que sea pronto.
Espero que Vds. estén bien. A pesar de mi silencio, del silencio de Aída, escríbannos. Siempre los leemos con gusto –y envidiados por quienes no tienen la suerte de que Vds. les escriban. Y basta de declaraciones de amor.

Aída y yo y todos los míos los abrazan a Vd. y a Maruja. Hasta pronto.

Scheimberg

1963-08-09 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 09/08/1963

El Castro, 9 de agosto de 1963

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estoy en deuda con usted y con todos los amigos. Desde hace bastantes semanas no escribo a nadie, y no es que me falten novedades que transmitir, pero es que más bien prefiero, cuando llegue el momento, hablar de ellas. Existen ocasiones en que no se debe o no se puede, según se vea, escribir. Estoy muy contento en Galicia. Estoy en mi salsa como quien dice y pasmado, como hoy mismo le escribo a Varela, pasmado una vez más del paisaje que me rodea. Una leyenda gallega, que tiene su correspondiente irlandesa como ocurre con mucha sabiduría popular de este país, expresa que hace muchos siglos un monje salió de su convento hacia el bosque vecino para meditar. Llegando al bosque se distrajo con el canto de un pájaro y quedó encantado por su música durante doscientos o trescientos años. Cuando regresó al monasterio, el prior y los frailes eran otros y había cambiado la arquitectura del edificio. Había transcurrido el tiempo que duró el encantamiento y cuando despertó sólo habían cambiado los hombres y lo que éstos hacen. El paisaje y él habían permanecido eternos e iguales. El monje era san Ero de Armenteiro, un santo gallego no aceptado, que sepa yo, por el Vaticano, como muchos santos de esta tierra, vagabundos, o muy estáticos y románicos como era él, pero están en las leyendas o venera el pueblo. Santos que sólo pueden percibirse en el cielo neblinoso de Galicia. El pájaro fue un ruiseñor y el monasterio de Armenteira existe aún, incorporado, éste sí, al santoral de los monumentos oficiales. Yo estoy encantado como el personaje legendario, pero del canto del paisaje me despiertan a menudo cuestiones de índole real. Pero no es momento de hablar de ellas. Galicia continúa siendo para nosotros una maravilla y más en este verano de lluvias finas y nieblas que convierten en fantasmal el paisaje de las montañas y del mar. Estamos en casa de Díaz Pardo, al lado de la nueva planta que acaba de inaugurar de su fábrica de porcelana y a doce o trece kilómetros de La Coruña. Apenas hemos visto familiares, tan a gusto nos encontramos entre ellos, los amigos, y las gentes del pueblo que les rodea. He trabajado algo. Estos días sale de una imprenta coruñesa un álbum de grabados en madera titulado El toro júbilo, un remoto tema ibérico de Castilla la Vieja, salvaje y pagano como son en general los temas de Castilla, pero que se celebra anualmente. Al san Ero de Galicia algún gallego humorista le buscó correspondiente castellano. Salió el monje de un convento, se dispuso a andar por la llanura de su país meditando y, en un árbol solitario, abrasado por el sol, –allí no había bosque– cantó un pájaro perdido. El monje distraído en su meditación, colérico, levantó una piedra del suelo y mató un pájaro para continuar orando o meditando. Con la versión del fraile castellano se establece la división de caracteres entre Galicia y Castilla. El toro júbilo es una fiesta que corresponde a la Prehistoria. Los campesinos sujetan un toro bravo, cubren su cuerpo de barro y ponen brea a los cuernos que se encienden con fuego. Empavorecido el toro corre por la noche castellana ahuyentando con las llamas los malos espíritus, las brujas, o convocando no sé cuales seres misteriosos. Nos hubiese gustado coincidir aquí con los amigos personales de Buenos Aires. Hubiésemos visto juntos montañas, bosques, mar, y hubiésemos traído a la memoria antiguas leyendas gallegas. Ahora los ingenieros acaban de anegar la laguna Antela, para no sé qué beneficio hidroeléctrico y con ella se anegó la leyenda de la ciudad hundida sobre cuyos techos y campanarios cruzaban peces negros, y desaparecieron innumerables caballeros del rey Arturo que allí se habían convertido en mosquitos.
Perdóneme esta carta bastante disparatada, la leyenda es un refugio y éste es un país maravilloso propicio a ellas. Envíenme noticias de ésa. De los amigos, de arte, de la situación general. Estamos ansiosos de ellas. Le escribí a Sofovich y no me contestó porque le falta tiempo, o no me llegaron sus cartas. Yo estaré aquí hasta el primero de septiembre, luego regresaré a Madrid. A Falcini le escribiré mañana y a los otros amigos.

Un gran abrazo para Aída, usted y los suyos de Maruja y mío. Les recordamos siempre.

Seoane

1963-07-15 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 15/07/1963


Buenos Aires, 15 de julio de 1963

Querido Seoane:

Estoy realmente alarmado. De tres cartas que le escribí a Vd. sólo ha recibido la segunda. La última, del 8 de junio pasado, como medida de seguridad, se la despaché certificada al nombre de su cuñado en Madrid. Salvo que Vd. haya recibido ésta con retraso –después que me despachó la suya del 19 de junio, en la que me habla de su viaje y admiración por El Escorial–. Comparto su entusiasmo y admiración por esta monumental e incomparable fábrica arquitectónica. Desde 1920, en que visité por primera vez el Escorial, admiro a Herrera y en las dos veces que volví a visitar España, nunca dejé de hacerlo al Escorial –éstas con Aída– y mi admiración no ha hecho más que acrecentarse. Su estilo –modelo de sobriedad y de limpieza– corresponde a mi juicio al estilo de vida de la época de Felipe II, ascético, pero en modo alguno pobre (que son dos cosas distintas). Allí, en el Escorial, además de El Carro de heno de ese gran surrealista que fue El Bosco, he vuelto a ver siempre con deleite el San Mauricio, del Greco, y creo que un Expolio1 maravilloso de Goya –con un Cristo estupendo en el centro, envuelto en una túnica de amarillo de seda (allí lo he visto?), un Velázquez y creo que un par de Tizianos –entre muchas otras de valor–.
Ya aquí, en nuestro Buenos Aires, estuvimos unos días con Esther y Lipa, quienes nos transmitieron sus afectuosos saludos. Muchas gracias por recordarnos y pensar en los pobres que no podemos viajar.
De haberse realmente perdido mis dos aludidas cartas, me daría una verdadera pena, pues la historia habrá perdido irremisiblemente el testimonio de dos nuevos augurios políticos míos total o casi totalmente equivocados –como casi todos los míos–. En efecto, a pesar de mi temor de que se llegara a votar el 7 de julio (con proscripciones y ostracismos) el país votó –y creo que con una sensatez que no habría sospechado–. Por mi parte, colaboré en ese acto de sensatez votando para Presidente y Vice la fórmula de Ilía-Perette, de la UCRP (que era una manera de votar contra Aramburu y el continuismo). En el caso de Ilía, hay por lo menos: 1º, que es un hombre honrado y de una vida limpia; 2º, que prometió anular –y por decreto, como corresponde– los contratos petroleros, en cuyo nombre se ha saqueado al país (aunque Sofovich siga creyendo lo contrario); 3º, prometió comerciar con todos los países que quieran comprarnos y vendernos; y 4º, promete anular las proscripciones y los decretos en que se procesa las ideas y en los que, so capa de anticomunismo, se coloca en el index a todas las fuerzas liberales y progresistas del país. Esperemos que esta vez los militares permitan que esas promesas se cumplan. Por de pronto, hay muchos de éstos que están deseando que alguien tenga los c... suficientes para hacerlo. Además que hay una experiencia que no puede repetirse...
Permítame que por razones de prudencia y para no equivocarme una vez más, interrumpa aquí mis pronósticos y esperanzas. El nuevo gobierno tendrá que luchar a brazo partido con los sectores más reaccionarios del Ejército (que son los más) y con el Pentágono, que no se van a cruzar seguramente de brazos y movilizará al ejército de mulatos que lo sirven. Y no sigo. Cuanto menos escriba, menos me equivocaré.
Por de pronto, hay una verdadera euforia en el país y yo participo de ella –aunque, le confieso, me alarma una sola cosa: el coro de aplausos conque ha sido recibida esta victoria de la UCRP. Además, son muchos –y yo entre ellos– los que se alegran que hayan sido desoídas las órdenes de nuestros dos santones: Perón y Frondizi, aunque de paso hayan sufrido un descalabro los de la CGT.
Y ahora a otra cosa: en mi última, le escribí de una sección argentina de pintura, escultura y grabados que un grupo de amigos piensa protagonizar dentro del Museo de Bellas Artes de La Habana. La primera lista de obras la integrarían: Usted, Alonso, Anadón, Audivert, Badi, Berni, Castagnino, Diomede, Giambiagi, Lea Lublín, Policastro, Soldi, Spilimbergo y Urruchúa, y de los escultores, Falcini, María Carmen y talvez Sibelino. A Badi le escribió Falcini y a Berni y Spilimbergo, Falcini y Castagnino. A mí me encargaron que yo obtuviera su asentimiento. Luego que las obras de éstos hayan llegado a su destino, el grupo organizador ampliará la nómina –aunque cuidando siempre que se trate de artistas con títulos para figurar en un Museo. Piénselo con calma, y mándeme su consentimiento a la brevedad posible.
Lo felicito por el mural que le han encomendado y la preparación de sus Exposiciones de grabados y pintura. Estoy seguro que tendrá éxito –y tenga presente que en esto acierto bastante más a menudo que en política. Mándenos noticias, para seguirlo en su carrera de éxitos.
Por sus últimas cartas llegadas a amigos, y más por lo que nos dijeron Esther y Lipa, veo que están Vds. contentos de encontrarse en España. Me alegro, aunque no se encariñen tanto como para quedarse allí definitivamente. La Argentina –a pesar de todo– sigue siendo un país donde es agradable vivir y si mis augurios y los nuevos gobernantes no nos fallan, se volverá a vivir sino como en la belle époque, por lo menos bastante mejor que ahora. Lo de la belle époque corresponde a una asociación de ideas que no deja de ser lógica –pues cada vez que pienso en Balbín (jefe virtual de la UCRP) no puedo dejar de hacerlo simultáneamente en los buenos tiempos del tango con corte y el conventillo de las 14 provincias –mejor desde luego que “villas miseria” de hoy.
En cuanto a otras cosas, estoy pobre de noticias. Salgo poco para no hacerlo sin Aída, cuya sordera no mejora. A veces, ella se olvida y sobrepone, aunque otras sufre mucho con lo que le pasa.
Dentro de unos momentos, veré a Varela (Lorenzo) que me citó para EUDEBA. Le dije en mi última que la exposición de los dibujos de los 10 fue un éxito de público y la edición de los 10 cuentos (120 mil ejemplares) se está vendiendo como pan?
Mis Cartas europeas están casi listas. Todavía no vi como quedó la tapa que Vd. me dibujó (espero que resulte estupenda). Manuel López –que ya se repuso después de casi dos meses de enfermedad– retomó a su cargo el cuidado de la edición, en la que suprimí el pie de la editorial. Le manda muchos saludos.
Y termino. Un gran abrazo para Maruja y Vd. de todos nosotros y que sigan bien y con suerte. Saludos a los amigos que le salgan al paso. Chau,

Scheimberg

O autor refírese á obra de Goya: El Prendimiento de Cristo

1963-06-19 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 19/06/1963


Madrid, 19 de junio de 1963

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Llevamos algo más de una semana en Madrid. No hemos visto casi nada ni, en general, a nadie que no fuese de nuestra familia. Hoy salieron para Barcelona Esther y Lipa. Con ellos estuvimos una mañana en El Escorial viendo las líneas severas de una arquitectura hecha de razón, contemplando, además, por breves instantes El carro de heno de El Bosco. Me acordé de un amigo que en su apasionamiento político encontraba tétrico este edificio y veía a su través lo negro de España. Confundía severidad y medida con otras cuestiones. España sorprende a las gentes y son los mismos españoles, a mi juicio, los principales creadores de mucha confusión y españolada. Nos hemos habituado como permanentes. Juzgamos a Carlos I o Felipe II, Trastámaras o Austrias, como personajes de hoy, sin calcular la época en que les tocó actuar. Se habla del temperamento de los españoles y se juzga por una de las caras de la moneda dejando de lado la otra cara, el canto, material, decoración, etc. El Escorial es para mí una de las obras más lógicas de la Península Ibérica, representativo además de uno de los períodos de su historia más absolutamente razonable, cuando todo se medía y legislaba haciendo que el cálculo fuese norma de Gobierno. España era entonces fría y flemática y eran otros europeos los que tenían la sangre caliente y voceaban. El fracaso económico cambió más tarde sangre y voces. La economía, todo el mundo lo sabe en nuestros días, altera el temperamento de los pueblos y de los hombres, cambia sus gritos y las virtudes o defectos de la sangre y de la herencia. La teoría de los reflejos es tanto como una ley biológica una ley económica. Cuando alguien dice toma a otro, por lo general, se le produce saliva en la boca. Toma y daca es un principio de economía. Pero me estoy perdiendo con todo esto. Lo que quiero decir es que me maravilló volver a ver El Escorial y juzgarlo pensando luego de lo visto unido a esa capacidad de medida un vigor que tiene algunas veces el español. Herrera, Velázquez, Cervantes, Juan de la Cruz... Y mucho más viéndolo con Esther y Lipa que saben observar muy bien y no se dejan desorientar por juicios precipitados. El Museo de Arte Contemporáneo, el único que vi hasta ahora, tiene a su entrada dos notables obras de escultura en piedra de un escultor gallego, Otero Besteiro, que figuran un cerdo y una vaca. Dentro una preciosa cabeza de caballo. Pero no tuve tiempo realmente a juzgar nada de lo poco que hasta ahora vi. Aquí me encontré con muchos parientes que hacía más de un cuarto de siglo que no veía, de todas las ideas y temperamentos, y con uno sobre todo, un tío mío que lleva el mismo tiempo que yo fuera de España, algo menos, que tiene 82 años y que regresó lleno de nostalgia para volverse para siempre seguramente a México. Estoy con ellos desde hace una semana. No hacemos nada más que hablar y comer. Lipa les contará.
Aquí alquilamos un pequeño departamento como centro de trabajo. Pienso pintar mucho. En Suiza, dejé un contrato en Ginebra con una galería que va a representar mis grabados, me encargaron un mural en Zurich para unas oficinas, que tendré que entregar en septiembre, y se expondrá pintura en Basilea, seguramente en otoño.
Esto es todo. Creo que conseguí bastante hasta ahora.

Un abrazo para todos los amigos comunes, para Aída, usted y los suyos, de Maruja y mío, los recordamos a todos. Y otro más grande de:

[Seoane]

1963-06-14 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Amberes
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 14/06/1963


Amberes 980, 14 de junio de 1963

Querido Seoane:

Recibí su carta del 22 de mayo y la del 25 del mismo mes –ésta con el dibujo para la tapa de mis Cartas1 y las hermosas líneas con que la acompaña. No cree Vd. que las mismas podrían ir como Prólogo para el libro? Si ello no fuera para Vd. un compromiso, con mucho gusto las pondría yo al frente. En cuanto al dibujo, muy de acuerdo. Lo entregué en la Imprenta, aunque no a Manuel López –que estuvo enfermo últimamente y después de casi 2 meses recién empieza a venir a la Imprenta muy espaciadamente–. Me atiende un señor Díaz, quien me mostró una prueba de galeras con sus correcciones. La prueba definitiva me prometió corregirla Lorenzo Varela (es decir, Varela el bueno) –quien estuvo hace poco en casa con Marika. Vinieron a verla a Aída, que no mejora mucho que digamos por ahora, lo que la tiene nerviosa y sin ánimos para comunicarse con nadie; y menos para escribir, sobre todo cuando se trata de destinatarios como Vd. o Maruja. La verdad es que da un poco de miedo. Además, qué de novedoso se les puede decir a Vds. que no sepan? A casi nada más que 20 días de la fecha señalada para las elecciones, nadie podría honradamente asegurar que éstas van realmente a realizarse y en caso de que eso suceda, cómo van a realizarse. Todos los días aparecen nuevos decretos y resoluciones encaminados a cercenar los derechos ciudadanos y, sobre todo, a crear un clima propenso a la abstención; o a vetar, en última instancia y como única salida, al candidato que sea del agrado del Gobierno (léase Ejército). Los radicales de la UCRI se acaban de dividir definitivamente y los de la UCRP no se atreven a formular una plataforma que los haga simpáticos al pueblo. La verdad es que –quiérase o no– son los votos peronistas los únicos que pueden decidir de la suerte de la votación. Y si por casualidad –salvándose del veto judicial– la fórmula del Frente: Solano Lima-Sylvestre Begnis, se impusiera en definitiva, poco o nada habremos ganado, pues que llegaría al poder (si es que llega, repito) comprometida a dar su visto bueno a cuanto desaguisado y venalidad cometió el gobierno de Frondizzi –en otras palabras, a ratificar la venta del país, o renegociarla–. Lo mismo da. Entretanto, el costo de la vida aumenta vertiginosamente (en más de un 30% con relación a 1962, hasta ahora) y se calcula –sin exageraciones propagandísticas– que hay no menos de 750 mil desocupados y las quiebras y convocatorias han aumentado en no sé cuántos cientos de veces con relación al mismo año 1962. Esto no es muy alentador que digamos. Lo que no impide que a más de 700 pesos la platea se hayan agotado los abonos y las entradas a las funciones extraordinarias de Vittorio Gassman (yo conseguí una platea para mí, para una nueva extraordinaria que va a dar el domingo próximo, valiéndome de un revendedor) y durante 18 días ha trabajado el Ballet Moissef en el Luna Park con local lleno de bote en bote (que bien valía la pena) y no pudo prolongar más su estada por dificultades que le puso el SIDE a Iriberri, el empresario. Las localidades de los cines de estreno oscilan entre 85, 90 y 100 pesos: Lo que no obsta para que se llenen. Evidentemente, hay una nueva clase para la que nada resulta caro; y en cuanto a los que no forman parte de la misma, pues que ya nadie cree en el ahorro –o, lo que es lo mismo, en la estabilidad de nuestro signo. Y los Ministros de Economía que se vienen sucediendo hacen lo posible para darles la razón. Y esto es casi todo. Nos vamos desbarrancando a ojos vista. Como Vd. ve, esto no es muy alentador que digamos. Con todo, si por uno de esos milagros las elecciones se realizaran y se constituyera un Gobierno de derecho –de derecho, y no de atracadores– es muy probable que las cosas mejoraran algo. Por lo menos, iríamos presos o nos apretaríamos el cinturón, pero en nombre de la ley y no de arbitrarios decretos dictados con la más absoluta discrecionalidad.
En cuanto a las más cosas, poco o nada puedo decirle. Estoy un poco retraído. No veo casi exposiciones y casi no vamos al cine, pues las pocas veces que lo hacemos Aída tiene miedo a los vértigos. Ayer asistí sólo a la entrega del Gran Premio de Honor de la SADE a Canal Feijó por su labor literaria y cuatro premios de 50.000 pesos cada uno (con dinero del Fondo de las Artes) a cuatro escritores del interior: Un acto simpático y concurrido, a pesar de ser día da Corpus Christi. Y para no quedarme en esto sólo, hoy concurrí al homenaje que le hizo la misma SADE a Leopoldo Lugones en el Teatro San Martín. Habló Borges, proclamado ayer por Silvina Bullrich como uno de los mejores escritores de la hora actual. Borges no estuvo muy feliz, además de la impresión penosa que produce. Quién sí lo estuvo y dictó una clase de conducta para los escritores fue José Pedroni, además que estuvo muy ajustado en sus elogios y apreciaciones críticas.
Los amigos, bien; envidiándolos. Falcini, con Castagnino y Saulo, en la empeñosa tarea de juntar obras para crear una sección argentina en el Museo de Bellas Artes de La Habana. En la lista, por orden alfabético, figuran: Alonso, Anadón, Badi, Berni, Castagnino, Diomede, Giambiagi, Lea Lublín, Policastro, Vd., Soldi, Spilimbergo, Torrallardona y Urruchúa; y como escultores, Falcini, María Carmen y Sibelino. Muchos ya han sido hablados y están conformes. Las obras van a ser de calidad. Se trata de una compra “simbólica”, algo así como los grandes premios de honor –que tan poca gracia le hacen a los que los reciben. Me pidieron que yo le transmita el pedido a Vd.; Benitez le escribe a Spilimbergo, y Falcini a Badi y Berni.
Los Burd andan por Madrid. Los vieron? Por varios conductos sabemos aquí de sus trabajos; y últimamente por Blum, que vio a Falcini. Esperamos que todo les ande bien, como Vd. se lo merece, por lo demás. Aquí, en el Museo de Arte Moderno acaba de inaugurarse la muestra de Eudeba. Es una muy feliz muestra de dibujos, y los suyos lucen muy bien. Es una lástima que falta ahora ese gran animador que era [Rafael] Squirru. El volumen de los cuentos se vende muy bien –aunque la selección pudo ser mejor–.
Esperamos que se encuentren bien en España y hayan encontrado bien a los suyos; y a todos los amigos. Para todos, nuestros más cordiales saludos de Aída y míos. Y para Maruja y Vd., de ambos, un gran abrazo –y hasta pronto–. No esperen que les escribamos para escribirnos. Los extrañamos y sentimos un verdadero placer cuando tenemos noticias de Vds.; y más si son buenas y esperanzadas. Una vez más, chau. Cariños de los míos.

Scheimberg
1. O autor refírese á súa obra Cartas Europeas (Segundo Cuaderno de viaje)

1963-05-22 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 22/05/1963


Ginebra, 22 de mayo de 1963

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Estábamos verdaderamente alarmados por la falta de noticias directas de ustedes. No sabíamos a qué atribuirlas. Nosotros, es cierto, no escribimos inmediatamente después de nuestra llegada porque no queríamos dejarnos llevar por impresiones rápidas. Su primera carta, la del día 16 de la que usted me escribe, no la hemos recibido. Pero no fue la única perdida. Tampoco recibí una que me envió un amigo mío del Centro Gallego a quien envío semanalmente las colaboraciones de la audición Galicia emigrante. De modo que puede imaginarse la alegría con que Maruja y yo abrimos su segunda carta, la que nos llegó, del 12 de mayo. De mis asuntos, los referidos a la pintura, no puedo decir aún si me va bien o mal. Creo que, en general, me va bien. Es posible que haga algunas exposiciones en Basilea, Zurich y Ginebra, en las tres ciudades o en dos de ellas, aún no lo sé, pues no tengo nada firme concretado, y es también posible que haga un mural de hierro para unas oficinas de Zurich. Gustan mucho mis obras y en este sentido estoy contento, pero la gente es muy lenta para decidir cualquier asunto, y yo, venido de Buenos Aires, soy aquí como un caído de Marte, pues la vara de medir en cuestiones artísticas es París o Nueva York. Para la Suiza alemana, Alemania además de París y Nueva York. Nueva York cada vez menos, pues París recobra en estas cuestiones su influencia. El arte italiano actual no cuenta en Suiza. El caso de Marino Marini, muy comprado aquí, no sirve como ejemplo, pues vivió muchos años en Zurich. Se trata de una influencia económica, de intereses comerciales de galerías en la que nada tiene que ver la calidad de la obra de un artista. En Ginebra, según veo ahora en un diario para transmitírselo a usted, hay 23 galerías de pintura. De ellas dos o tres son directamente sucursales de galerías norteamericanas y llevan el mismo nombre de la casa central, las otras tienen nombres independientes, pero sus dueños son agentes de venta de grandes galerías de París. El marchand, aquí, más que un agente cultural es un agente financiero que depende de otros agentes financieros de tipo distinto. La obra de arte posee un valor económico al que se atiende en primer término y, concretamente, la banca le dedica especial atención. Un marchand de París o de Nueva York invierte sumas muy importantes en la propaganda de un artista contratado por su galería, le hace intervenir en exposiciones internacionales, bienales, concursos, etc., promueve campañas de prensa por medio de ensayos de expertos, reportajes sobre el artista, su vida, sus costumbres, etc. Todo sirve como pretexto de la nota, el castillo que compró Buffet que es un pintor de 32 o 35 años a quien espera un porvenir más glorioso que su pasado; la colección de perros de otro; el amor por los muebles antiguos y las ropas lujosas y extrañas de Mathieu; el catolicismo gaga de Utrillo, cualquier motivo sirve para una nota en París Match o en revistas similares y otras breves notas para agencias periodísticas internacionales, que luego compran y reproducen por precios baratísimos los diarios y revistas de todo el mundo, especialmente las que como en Buenos Aires son exclusivamente comerciales. Luego, también por medio de agentes, los mismo directores, comienza la venta a museos europeos de países ricos, los del Báltico, Suiza, Alemania Occidental, Holanda, Bélgica y es entonces cuando aparece el agente bancario o el experto financiero que invierte grandes cantidades en estos valores. En Suiza, se ve muy bien esto. El experto financiero de cualquiera de esos multimillonarios árabes, por ejemplo, lo que más abundan de países petroleros, o que un día siendo ministros se levantaron con el tesoro de su patria, norteamericanos, o de cualquier parte, compran una cantidad de cuadros del pintor consagrado en París, que tiene ya una cotización alta, y los deposita en un banco suizo sin que el propietario jamás los vea, pues no le interesan como arte, sino como inversión, y sin que esos cuadros vean más la luz en mucho tiempo. Estos cuadros rinden más beneficio al adquiriente que muchas acciones de empresas industriales y comerciales. Calcule usted la suba de valor de una obra de Buffet o cualquiera en su condición, de 1950 a 1960, este cálculo le dará a usted idea del beneficio. De Max Ernst podía adquirirse en París en 1949 un pequeño óleo suyo por unos 15.000 francos de entonces. Ahora, en una galería norteamericana de Ginebra, óleos suyos de tamaño de media tarjeta postal valen 21.000 francos suizos, es decir, alrededor de 650.000 pesos argentinos. Y esto que ocurre en la obra de artistas actuales para con las antigüedades. No hay, creo, pequeña villa suiza, casi aldeas, que no tengan su tienda de antigüedades, objetos extraños que pasan de unas manos a otras creciendo de valor. Creo que me extendí demasiado sobre esta cuestión, pero ello explica muchas cosas. Solana, un gran pintor español, tiene una cotización local en España, pero no la tiene internacionalmente y eso ocurre, por ejemplo, con Carrá en Italia, Figari en la Argentina, etc. Pero todo ello aclara porque lo que se ve en galerías son exposiciones de artistas provenientes de París. Alguien que venga por su cuenta, solo, de Calcuta o Buenos Aires, debe luchar con enormes dificultades y la primera importante es el miedo de las galerías a perder dinero. Sin embargo, por mi parte, no me quejo. Vine, eso sí, en mal mes, debí haber llegado en invierno. Ahora tengo que esperar. Mientras tanto, iremos a España alrededor de mediados del mes que viene luego de pasar unos días en París para ver museos y amigos y volveremos aquí en septiembre. Hemos estado en Grenoble y vimos espléndidos óleos de Matisse, Bonnard, Picasso y los cubistas en general. También notables obras antiguas: Zurbarán, Velázquez, Goya, aparte de los franceses y primitivos. Un notable retrato de Fantin Latour. Grenoble es una ciudad encantadora que como todas las del Delfinado y la Savoya tienen además el atractivo de su soberbio paisaje. Por todas partes, trabajadores españoles en cantidad. Como aquí mismo en Ginebra, castellano, catalán y gallego son idiomas que se escuchan corrientemente por las calles. Anduvimos también por regiones suizas. Hasta estuvimos en Gruyère, el lugar de los famosos quesos que resulta que se hacen sin agujeros, muy compactos y que los agujeros son de Ementhal, un sitio entre Berna y Lucerna. Gruyère tiene un hermoso castillo. He hecho algunas acuarelas de paisajes alpinos. Todo esto me atrae mucho. Pero, en esta época del año, los suizos, por lo menos los que a mí me interesan para mis asuntos, se marchan de vacaciones y nosotros aprovechamos para ir a España.
Tuvimos noticias del tremendo efecto causado por el movimiento europeo de protesta por la ejecución de Grimau, sobre todo de las protestas católicas, de obispos, de congregaciones, etc., que se manifestaron con firmas o en la calle junto a las personalidades de izquierda y los partidos políticos. Los diarios españoles, por vez primera, dieron noticia de algunas de ellas sin alterarlas, aunque luego las comentaran caprichosamente. Pemán arremetió contra Mauriac en el ABC. Es inútil, algo cambia también en España. Pemán usa argumentos que no sirven para un católico francés y que empiezan a no servir tampoco a algunos españoles con miedo al porvenir. Sobre la Argentina, los comentarios son de pesimismo alarmante. Nosotros sentimos no tener más noticias.
Bueno, Scheinberg, nada más por hoy. Lamentamos la enfermedad de Aída. Esperamos que cuando llegue ésta haya mejorado. Nosotros los recordamos siempre y les extrañamos como a todos los amigos de ésa, a los que escribimos y a los que aún no les hemos enviado noticias nuestras. Para todos, todos, un gran abrazo de Maruja y mío y otro especialmente para Aída y usted de Maruja y de:

[Seoane]

1963-05-12 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 12/05/1963

Domingo, 12 de mayo 1963

Querido Seoane:

Recibí su carta del 30 de abril –que debe haberse cruzado con una mía del martes 16 de mismo mes–. Allí, en mi carta, después de darle noticias de la iniciación de nuestra temporada artística y de las sombrías perspectivas que nos deparaba nuestra absurda y confusa situación política, le prometía para una próxima carta hablarle de Biografía Precoz1de Evtouchenko –que leí con verdadero interés y deleite. Pero las cosas de aquí están cada vez más enredadas y sería absurdo que pierda y le haga perder tiempo con comentarios que Vd. debe adivinar, pues que en este aspecto (el que sirve de leit motiv a la biografía de Evtouchenko –y que constituyó repetido tema en las Memorias2 de Ehrenburg) siempre hemos coincidido. En la interesante interviú que en Letres francaises precedió a la dicha biografía precoz, dice Evtouchenko que el hombre comunista tiene la obligación de denunciar el error donde lo descubra (y más si se trata de fraude o mala fe) y con más razón –dice– debe hacerlo el poeta–sin preocuparse del uso que de esa denuncia puede hacer el enemigo. Y así es, en efecto. Con el pretexto de cuidarnos de servir al enemigo, se pretende –a menudo con mala fe– de acallar una crítica justa –sin darnos cuenta que con ello hacemos un doble daño: el de ocultar una verdad y el de provocar la sospecha en cuanto decimos después. En este sentido, talvez el aspecto más vulnerable que ofrece la obra de Ehrenburg es el de haber callado cosas que no pudo ignorar y que debió denunciar. Pero dije que no iba a hablarle de esto. Ya tendremos ocasión de hacerlo en otro momento más propicio que éste que estamos viviendo aquí, en nuestro país. Estamos acercándonos a grandes pasos a un gobierno militar y no sería extraño que esto suceda mañana mismo, antes de que tenga tiempo de despacharle esta carta. Y lo peor es que no hay perspectiva de evitarlo, ni posibilidad. Los partidos (y esto es algo más de lo mucho que le debemos a Frondizi) están divididos y desarticulados, sin saber para dónde enderezar; y algo parecido le pasa al movimiento obrero, internamente dividido por intereses de fracción y gobernados por dirigentes venalles –y en el mejor de los casos, cobardes– Todos los días leemos nuevas proclamas y declaraciones –que casi siempre sólo sirven para disimular intenciones. A menos de 2 meses de la fecha señalada para las elecciones, Rauch se descarga con un memorial en el que exige –como condición para posibilitar las mismas– aparte del cambio de todo el equipo civil de Gobierno, la modificación de todos los códigos, y no sé cuántas cosas más. Todo esto sería para reír si no fuera tan trágico. Un ex-diputado radical amigo, el doctor Carlos E. Cisneros, me recordaba hace apenas algunos días, a propósito de lo que nos está pasando, la envidia conque no hace aún más de un par de décadas le hablaban de nuestro país en los demás de latinoamérica... Y pensar que ahora, hasta en el Congo africano le hablaron despectivamente de la Argentina al ingeniero Casella en un viaje que acaba de hacer no hace más que algunos meses. Y a la descomposición de los partidos se una la falta de hombres que puedan significar siquiera una esperanza. La desorientación, el desconcierto, son totales y sólo Dios sabe cuándo saldremos de esto –y cómo!–. Entretanto el pueblo sigue inconmovible, indiferente a todo –como si en este juego nada tuviese que ver: una insensibilidad y una indiferencia que alarman. Creo que somos uno de los pocos países donde el asesinato de Julián Grimau ha pasado casi inadvertido. Solamente una protesta del Centro Gallego y de una agrupación republicana; y nada más. Ni una protesta de nuestra prensa aborregada –que apenas si se hizo eco (y nada más que por un prurito profesional) en la sección de lo telegramas de las muchas protestas habidas en el extranjero –sobre todo, en países de Europa–. Me imagino de la magnitud de éstas, que han obligado a Franco a prometer que en lo sucesivo esos juicios van a ser sometidos a jueces civiles y no militares. Después del asesinato, la burla. Entre las pocas cosas que se han filtrado en nuestros diarios, es interesante la carta que le ha dirigido a Franco el doctor Galarza al día siguiente creo del fusilamiento de Grimau. Ah, si tuviésemos aquí gente de ese coraje!.. Pero para qué derramar inútiles lágrimas cuando lo que se necesita es el valor de arrojar piedras. Que es el que nos falta.
Ya ve Vd., querido Seoane, mientras Vd. y Maruja deambulan por esas calles de Ginebra, la calvinista, a la busca de Dios, nosotros aquí lo andamos buscando para que nos salve: Y como en el caso de Vds., no lo encontramos –o, como en la filosofía kafkiana, se nos cierran los caminos cada vez que más parece que nos aproximamos a Él. Dios te busca!, se titula, según su carta, el folleto que le entregó la salvacionista suiza en el día de Semana Santa que a Vd. y a Maruja se les ocurrió la peregrina idea de buscar a Dios... Y si fuera que no nos busca en realidad, por qué en su estúpida vanidad de Todopoderoso para nada nos necesita? De todos modos, gracias por el paseo a través de calles y vidrieras de Ginebra que con Vds. he hecho. Y si en esto estuviera la razón de ser de Dios? Un pretexto nada más para buscarlo y así buscarnos?
Y aquí voy a terminar. Deseamos saber cómo le va a Vd. en sus cosas y cuáles son sus perspectivas, aunque confiamos en que todo les andará bien –como Vd. y Maruja se lo merecen–.
En lo que a mi se refiere, estoy cada vez más acorralado por preocupaciones de orden profesional –que de nada provechoso me proveen y sí sólo de dolores de cabeza que no me dejan tiempo ni lugar para pensar en cosas mejores. Y lo peor es que creo q’ como las del país, no tienen salida (por lo menos visible).
Aída, que recibió la segunda carta de Maruja, tenía el propósito de escribirle; pero, desgraciadamente, no está ahora en las mejores condiciones de ánimo para hacerlo: van a hacer para dos semanas que se le ha agravado la sordera –y ahora de ambos oídos. Está en tratamiento y esperemos que, en el peor de los supuestos, todo esto no vaya más allá de la necesidad de usar de audífonos. Mientras tanto, casi no salimos. A los amigos tampoco los vemos casi. Esperemos, sin embargo, q’ todo se andará y que nuestros males no duren los cien años del pronóstico popular...
Gracias, Seoane; gracias, Maruja, por vuestras hermosas cartas. Sigan escribiéndonos y téngannos al tanto de cuanto les acontece. Aquí los extrañamos.

Abrazos, etc.

Scheimberg

Ah, espero la tapa para mis Cartas europeas, 1958. –Vale–.

1. O autor refírese á obra Autobiografía precoz de Eugène Evtouchenko
2. Trátase da obra Gentes, años, vida: Memorias, 1921-1941 de Iliá Ehrenburg.

1963-04-30 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Xenebra
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 30/04/1963


Ginebra, 30 de abril de 1963

Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

No recibí respuesta a mi carta anterior. Quizá esté en camino. Tenemos hambre de noticias de Buenos Aires. Ayer y anteayer recibimos las de Sofovich y Falcini que nos produjeron un gran alegría. Creo que no tengo nada nuevo que contarles de nosotros, pero ahí va una estampa de un día en Zurich, el día de Viernes Santo, con todo cerrado menos alguno que otro restaurante o café.
Dios nos busca en Zurich
Doblaban las campanas desde el alba. Era Viernes Santo. Doblaron todo el día. A la salida del hotel, a las nueve de la mañana, lo sorprendente eran las calles desiertas. Sólo, en general, uno que otro zuriquense de edad las travesaba a grandes pasos, seguramente, para llegar a tiempo a alguna ceremonia religiosa. El río Limat estaba azul, el día claro, espléndido, y los cisnes, para despiojarse, ondulaban sus cuellos sobre su propio cuerpo. Quizá lloviese al atardecer o a la noche. Así sucedió. Nosotros nos entretuvimos en pasear por el muelle del río Limat. Viendo, una vez más, las vidrieras de los comercios. Deteniéndonos a descifrar los títulos de los libros alemanes, o suizos alemanes, y los viejos y nuevos grabados que se ofrecen en venta en alguno de esos establecimientos, mapas antiguos, grabados de interiores de casas campesinas del siglo XIX, grabados con vacas y escenas de labor; grabados de hoy, de Miró, de Max Ernst, de Bazaine, de Manessier..., sólo línea y colores, de técnica rigurosa, inexplicables y simples como el Viernes Santo y el mundo. Una mujer se acerca a nosotros, anciana, menuda, vestida de negro y con un sombrero ridículo en la cabeza. La mujer tenía el rostro blanco, muy blanco y los ojos azules, bondadosos, muy azules. Extrajo de la cartera un pequeño folleto en alemán y nos lo ofreció. En francés, malo explicamos que era inútil el ofrecimiento. No entendíamos alemán. “Mercí, madame”, le dijimos. Preguntó de que idioma éramos. Español, respondimos. “Un momento”, nos contestó. Revolvió en la cartera y del fondo de ella sacó otro folleto que en su ángulo izquierdo superior tenía escrita a pluma una indicación. Sp. El idioma español estaba en el fondo de la cartera. El título nos alarmó. Decía en rojo y entre admiraciones “¡Dios te busca!”. Agradecimos, y nos echamos nuevamente a andar. Por fin, alguien nos buscaba en Zurich y nada menos que Dios. Alguien superior al Director de Turismo, a las autoridades de la ciudad, del Cantón y aún a los mismos gobernantes de la Confederación Helvética. Dios, pensamos, estará en cualquier parte. Resolvimos andar. Abandonamos el muelle Limat, subimos hacia la catedral, la contemplamos, dimos vuelta a su alrededor, alzamos los ojos hacia sus cúpulas revestidas de metal. Dios no nos encontró. No estaba allí. Vimos el gigantesco Carlomagno con la espada sobre las rodillas. Seguimos por aquellas calles estrechas, medievales. Veíamos las calles, los edificios, las vidrieras. En una, pequeñas tallas en madera para el turismo, campesinos suizos tallados, animales, el oso más que cualquier otro, escudos de los Cantones y de las ciudades, objetos de cuero, de metales, todo lo que uno piensa que nadie compra. En otra, bellísimas piedras apenas pulimentadas del Brasil y de la Argentina. Piedras de todos los colores, cantos rodados de las orillas de los grandes ríos. La vidriera de una relojería. Relojes de muchos tamaños y formas. Sólo raramente se puede hablar de estilos. Chatos, abombados, de bolsillo, de pulsera, para la pared, para los muebles. Y cadenas y correas, y precios. Y otras vidrieras, con fotografías de cupletistas y bailarinas. Con apellidos españoles y franceses. Blancas y negras. Morenas y rubias, de diversos colores y formas, como los relojes, los objetos para el turismo y los emblemas de Suiza. Una vidriera entre todas, sólo con un bikini y un precio. ¿Para qué más? Dios no nos encontraba. Decidimos entrar en un café. Volvimos a pensar. Dios puede estar en todas partes. A la izquierda de nuestra mesa un mulato joven, barbudo y con el cabello descuidado y sucio. Seguramente, un artista. Un pintor. Miraba sin ver a nadie. Quizás él fuese Dios. Pero no, tampoco. Posiblemente, un santo. Mujeres beatas, beatas protestantes, impasibles, tomaban su café con leche o crema, o su cerveza, luego de las ceremonias religiosas. Eran como grandes madres estáticas, indiferentes, moviendo sólo la cabeza como las lechuzas para penetrarnos con sus ojos fríos. Dios, evidentemente, no estaba con ellas. Únicamente, las conmovía el dulce y los pasteles. Tenían la edad de la gula. Salimos. Continuamos andando. Llegamos a la estación. Entramos. Compramos Le Monde del día anterior. Escuchamos hablar en las tertulias de emigrantes italianos y españoles. Hablaban en voz alta, reían, cuando no se les notaba preocupados, pensando en dinero. Nadie piensa, ya se sabe, más en dinero que los pobres. Nosotros. Nuevamente salimos. Dios no estaba entre las boleterías y los kioskos, ni entre los trenes. Posiblemente, no había llegado. Ningún tren lo había traído hasta esa hora. Habíamos pasado el Bahnoft Brücke antes de ir a la estación y desde aquí seguimos por Bahnhof Strasse. Nuevas vidrieras. Ahora elegantes. Muebles, alfombras, perfumes, cosméticos, trajes, maniquíes en actitudes amaneradas, de rostros morenos con cabellos de nylon. Comimos algo en un restaurante cualquiera. En una mesa cercana, otra gran madre impasible girando únicamente las pupilas de sus ojos. Las manos sobre las rodillas. Observándolo todo. Estableciendo in mente las incorrecciones de los extranjeros. Abandonamos el restaurante y anduvimos por las viejas y bellas calles. Solos. Anduvimos la colina que fue castro celta. Miramos los viejos techos al estilo de los flamencos. Un capilla del siglo XV. Todo. Nos fatigamos andando. Al atardecer, regresamos hacia el hotel. Por el Quaibrücke, Bellvueplatz, seguimos por Ramí Strasse unos centenares de metros, y volvimos al Quai Limat. En el río, los cisnes se despiojan más sañudamente que a la mañana. Con los largos cuellos aún más ondulados. Y los patos alzaban a un tiempo sus cortas patas para rascarse las cabezas. Caían unas gotas de lluvia. Dios no nos encontró. Sin embargo, el folleto que nos había dado la anciana de ojos bondadosos, y que terminaba en un pequeño capítulo que aseguraba nos necesitaba, comenzaba afirmando: “¡Dios te busca!”. Dios nos buscaba. Nos necesitaba. Pero no nos encontró. Nosotros, naturalmente, tampoco lo encontramos. Seguramente, ese día nos hubiésemos entendido. Hubiésemos estado solos en las calles de Zurich. Él y nosotros. Hasta la hora de los bikinis en los cabarets y de los borrachos agrupados a las puertas de los bares.
Claro, es el hombre quien generalmente busca a Dios. El que llegue a encontrarlo es otra cuestión.
Fue un día así. Dormimos perfectamente, a pesar de los grandes almohadones que nos ponen como almohadas en los hoteles y de los fastidiosos edredones.
La ejecución de Grimau conmovió a Europa entera. Hubo actos en todas las ciudades europeas de protesta. Aquí, en Ginebra, los obreros lanzaron simbólicamente coronas y claveles al lago para que el río las llevase a la costa española. Obispos y sacerdotes católicos de Francia y Suiza protestaron contra Franco. En Rabat, en plena embajada de España, en cuyo salón se celebraba un concierto, un joven se levantó, dijo una palabras de protesta y pidió un minuto de silencio por Grimau. Sólo el embajador y unos cuantos se mantuvieron sentados. Casi todo el público se levantó en su homenaje.
Otro día enviaré más noticias nuestras y de lo que vemos. Un gran abrazo a todos los amigos, a Aída y los suyos de Maruja y míos y otro para usted, fuerte, de:

[Seoane]

1963-03-27 Destinatario/a
de Luís Seoane, a Simón Scheimberg
Basilea
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Luís Seoane, a Simón Scheimberg en 27/03/1963


Basilea, 27 de marzo de 1963

Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hemos estado en estos días en cuatro ciudades suizas: Ginebra, Zurich, Winterthur y Basilea. Estamos ahora en esta última ciudad, la más agradable de las cuatro, la que mejor se hace querer y dentro de dos o tres días regresaremos a Ginebra, la más antipática para mi gusto y en la cual uno va distinguiendo el calvinismo en el rostro de sus habitantes, en general, unos rostros desabridos. Sin embargo, esta vez nos quedaremos más tiempo en esa ciudad. Se dice que en el siglo XVI Calvino estimuló a los orfebres para que en lugar de imágenes de santos y cálices hiciesen relojes. También cuentan que cuando quemaba a Miguel Servet, éste, entre llamas, le gritó algo así como: “Calvino, eres un miserable, un tacaño, quisiste ahorrarte leña en esta ocasión”. Es posible que el reformista fuese un genio de la economía, tal como la entienden algunos, que ahorrando leña a los condenados al fuego e impulsando la fabricación de relojes en lugar de obras de fantasía, imprimiese fisonomía y carácter práctico a las gentes. Una nariz es sólo para respirar y una boca para comer. Desconcierta que en Ginebra hubiese nacido Rousseau y hubiese vivido Voltaire. A Miguel Servet, quemado con leña, pudieron esculpirlo con tiempo la liga de librepensadores franceses con el gesto español furioso que tiene su estatua en París. Afortunadamente, en Ginebra, hay rostros de todas partes del mundo que hacen olvidar los ginebrinos, y por ellos, y por mis asuntos, nos quedamos de momento en esta ciudad para hacer desde ella viajes frecuentes a Zurich y a Basilea y tal vez a Milán. Hemos visto tres grandes exposiciones igualmente magníficas: de Jawlensky, en Ginebra; Jacques Villón, en Zurich, y de Paul Klee, en Basilea. La menor en cantidad, la de Paul Klee, reúne sesenta y dos obras. Me impresionó enormemente la de Jawlensky, del que ya conocía muchas obras, pero sus cabezas de la última época, de pequeño formato, repetidas como tema, pero creándose nuevos problemas de pintura, me pareció una lección espléndida para un pintor. Le vienen a uno al recuerdo, contemplándola, el carácter obsesivo de los íconos rusos e igual misticismo. Jawlensky en su último período es algo así como un San Juan de la Cruz en pintura. Pienso –otros lo pensaron antes– que sólo Rusia y España produjeron hasta ahora en Europa, temperamentos así de obsesionados, y de fanáticos por igual de claridad y tinieblas. Ni España ni Rusia ahorraron jamás la leña de los condenados, ni cambiaron, cuando la tuvieron, la fantasía por los relojes. Y, sin embargo, en mi caso estaré en Ginebra, no en otra parte, por si los relojes pueden ser útiles a los fines que me propongo. Los Museos de Basilea y Zurich han aumentado en estos últimos tres años con valiosas obras de arte contemporáneo. La última donación, la de un señor multimillonario, La Roche, dueño de una de las firmas más importantes de productos químicos, se está exponiendo actualmente en una de las grandes salas del museo y consta de 1 Picasso (ya había donado cuatro), 1 Juan Gris (anteriormente había donado 11), 11 Braque, 6 Le Courbusier, 20 Ozenfat, 7 Leger y 4 esculturas de Lipschitz, entre otros. El Museo de Basilea es una maravilla y se lo merece esta ciudad por su amor al arte. Estos días en la vidriera de una zapatería se exponen obras primitivas de arte popular australiano que colecciona su dueño y nosotros estamos parando en un hotel que tiene, solamente en su comedor, un Matisse, dos Roualt y una serie de litografías de Manessier, con un Buffet y otros autores. Todas obras originales y, en otras dependencias, Paul Klee, Bonnard y otros pintores, y obras de franceses, alemanes y suizos en los dormitorios. Tiene además una espléndida colección de piezas etruscas, dos grandes vitrinas en el comedor y una en el vestíbulo. El dueño del hotel va él mismo a excavar a Italia y las piezas que encuentra, algunas de valor incalculable por su originalidad, fueron descubiertas por él. Basilea es un centro de arte y fantasía. Lo fue con los alquimistas de la Edad Media, con Holbein que dejó aquí donde vivió gran parte de su obra y con los químicos actuales. Es una de las ciudades que prefirieron siempre los alemanes mejores cuando no podían respirar en su patria, Nietzche, Stefan George, y ahora, desde Hitler, Jaspers.
Refiriéndome a otras cuestiones, la prensa francesa Le Monde y L´Express se refieren con extensión a la polémica sobre literatura y arte en Rusia. L´Express trae en sus últimos números del 610 al 614, correspondientes a este mes de marzo, importantes revelaciones del poeta Evtovchenko sobre la actitud de escritores y artistas, y Le Monde por su parte la crónica de la polémica levantada en Francia en el P. con motivo de negarse los estudiantes afiliados a cualquier clase de autocrítica por considerarla hipócrita y negativa. Con respecto a Buenos Aires tuvimos noticias bastante buenas por este diario y negativa. Con respecto a Buenos Aires, tuvimos noticias bastante buenas por este diario de la actitud de la M. Creo que convendría leer el libro de Evtovchenko que acaba de salir en París, L´autobiographie précoce, además del de poemas Trois minutes de vérité.
Esto es, en general, un resumen de lo que vamos viendo. En cuanto a Buenos Aires, estaremos emocionados por las atenciones de todos los amigos.

Un gran abrazo para Aída, usted y los suyos y otro para los amigos comunes, a algunos de los cuales escribo también hoy, de

Seoane

[Manuscrito:] Nota: Esta carta fue escrita en Basilea hace unos días. La echamos al correo ahora en Ginebra. Las manchas de arriba del papel vienen desde la fábrica. No son salpicaduras de nuestra cena.

1960-04-26 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 26/04/1960


Buenos Aires, Amberes 980, 26 de abril de 1960

Querido Seoane:

Recibí su carta del 14, despachada de Venecia, y recién ayer –aprovechando el comienzo de la temporada de Exposiciones– me encontré con Falcini y la hice conocer su carta y él a mí la que él recibió. Esos días transcurridos sin comunicarme con Falcini le darán una idea de lo atareado que ando. En efecto, le dedico a mi bufete –a partir del “affaire Todres”– más tiempo que el que le he dedicado en todos los años que llevo de profesión (y son más de 40). Estoy cansado y a la espera del momento feliz en que pueda enrollar el título y no acordarme más que soy abogado. Gracias por las cosas de que me informa en su carta y por las noticias de sus andanzas. Participo así, con gusto, de su aventura viajera –de la suya y Maruja–. Lamento no haber conocido en las dos veces que estuve en Venecia el restorán (sic) Da Aldo; pero quiero recordarle, en homenaje nuestros hoteleros, que aquí en Buenos Aires existió un restorán, el Scafidi, que colgaba de sus paredes –tanto en Buenos Aires como en la sucursal que tenía en Mar del Plata– cuadros de los mejores artistas del país. Lamentablemente, Scafidi liquidó y su ejemplo no ha sido seguido sin en escasa escala por algunos cantineros, como Barrachina, La Casa de la Troya, etc., que decoraron sus paredes con murales. También esto desapareció junto con esas cantinas. Esperemos, sin embargo, que con el tiempo volvamos a la buena tradición –casi diría casera (quiero decir, nuestra –como Vd. ve por los antecedentes que le doy). Ayer, 25, inauguró Cóppola una interesante muestra de fotografías en colores. Allí encontré a Lorenzo Varela y conversamos largamente de Vd. y de Maruja y de su hermoso viaje. Unos días antes, inauguró Rosemarí una muestra de pintores argentinos (impresionistas y postimpresionistas) para la que presté 3 piezas de mi colección; y presté otras 9 (entre ellas su Figura 1958) para una gran muestra que va a inaugurar el 9 de mayo el Museo de Morón. Como Vd. ve, colaboro con mi colección –hecha como “me dio la gana”?– en la medida que puedo para prestigiar el arte argentino –que, como lo vengo sosteniendo desde hace mucho (y Vd. lo sabe), no es tan despreciable como algunos pretenden. Y basta por hoy. Me alegro de coincidir con Vd. y Le Monde, en mi opinión sobre el momento argentino. Y ahora: buena suerte en España. Muchos saludos a los amigos de allí y para Vd. y Maruja un gran abrazo de Aída y mío.

Chau, hasta pronto.

Scheimberg

1960-03-29 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 29/03/1960


Buenos Aires, 29 de marzo, 1960

Querido Seoane:

El sábado 26, en casa, en reunión de amigos, leímos sus dos cartas dirigidas a Aída y a mí (recibió Vd. mi respuesta a la primera, que le despaché en vísperas de carnaval?) y la segunda que escribió a Falcini. Algunos días antes, leímos, también en reunión de amigos, en casa de Lipa Burd las que Vd. escribió a éste y a Rotzait y la primera que escribió a Falcini. Como Vd. ve, sus cartas toman estado público apenas llegan (Sofovich me leyó la suya): primero, porque vienen de Vd. y nos interesa todo lo que a Vd. le afecta; y luego, por el interés de las mismas –por las muchas cosas que dice. Me olvidé de decirle que recibí el catálogo de la exposición Corot –uno de mis viejos amores–. Gracias. Nos encantó el motivo en virtud del cual ha sido diferida su exposición: Una gran exposición de obras suyas (óleos, dibujos, tizas, grabados, estarcidos, etc.) con el espaldarazo de un Museo, es una cosa para no desperdiciar (independientemente del hecho de que Vd. se lo merece). Pero dejemos esto: Vd. sabe cuánto lo queremos y admiramos los amigos... De lo que hoy quiero hablarle es de otra cosa, a saber: de las elecciones del día 27 y de las que, a pesar de la carencia de noticias argentinas en Europa, Vd. ya debe tener algunas a título de anticipo. En estas elecciones ha habido dos grandes derrotados: la UCRI (léase el Gobierno) en primer término, y el peronismo, después. Los peronistas esperaban que los votos en blanco (en los que hay que incluir alrededor de 250 mil comunistas) totalizarían más del 50% del electorado: y se hablaba incluso de un gran movimiento golpista para el momento en que se conociese este resultado. Esto puede no ser exacto, pero entra dentro de lo verosímil. Pues bien, los votos en blanco andan entre el 25 y el 30%. Los peronistas han sido los primeros sorprendidos de este resultado. Y es mejor que así sea. Vd. sabe hasta dónde me indignan las traiciones de Frondizi; pero prefiero un mal gobierno constitucional antes que el retorno de Perón o un nuevo gobierno de botas (aunque bien sé hasta qué punto mandan éstos ahora; pero los prefiero en un segundo plano y no como dueños del boliche y en actitud de salvadores de la patria. De modo, pues, que no lamente mucho que no haya podido votar. Los que están que se relamen son los Radicales del Pueblo, que han obtenido la mayoría en casi todo el país y en algunas provincias van a constituir mayoría en los parlamentos y los conservadores en dos provincias. Desgraciadamente, y por algún tiempo, el país no tendrá otra salida si no es la vía de los radicales. Esperemos que este repudio a la traición de Frondizi algo les enseñe... Y aquí dejo. Sigo terriblemente ocupado con las cosas del Banco Israelita del Río de la Plata, cuya situación aún no se ha aclarado y me toma un tiempo enorme –al punto que casi no tengo tiempo para otras cosas, salvo los escasos minutos que robo para algunas lecturas y para ver de vez en cuando a los amigos. Ayer terminé la lectura en castellano de El último justo (Le dernier des justes) de [André] Schwartz-Bart que me ha aplastado. Es terrible, además de ser buena la obra, literariamente. Es de una grandeza trágica impresionante. Realmente el alemán es un pueblo que da motivos para el odio. Y lo peor es que no hace nada –o muy poco– para que olvidemos.
Esto es todo por ahora. Aquí todos bien. Aída recibió la carta de Maruja y le va a escribir. Para ella y Vd. un gran abrazo de Aída y mío. Suyo, y hasta pronto.

Scheimberg

1960-02-25 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane, a Maruxa Seoane
Amberes
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane, a Maruxa Seoane en 25/02/1960


Amberes 980, 25 de febrero, 1960

Queridos Maruja y Luís Seoane:

Con algún retraso, recibí su sabrosa carta del día 15 (por Sofovich supimos con anticipación de varios días que Vd. nos había escrito). Ya estaba decidido a no contestarle por ahora, por temor a que ésta no le llegue a tiempo; pero por Carmen Dieste, que habló con Aída, me enteré que podía escribirle al domicilio de Unterer Rheinweg 86 (no sé si Rheinweg significa camino limpio o camino del Rhin) hasta más allá del plazo que Vd. nos fija en su carta. Me apresuro, pues, a mandarle estas líneas nada más que para que Vds. sepan que recibimos la suya y que los seguimos en su viaje –que les deseamos provechoso. No sé quien ha dicho que viajar es rejuvenecer; es decir, algo así como una inyección de novocaína que sólo lo ricos pueden darse el lujo de usar; y aunque a Vds. no les hace falta rejuvenecer, bien está viajar igual y hacer reserva de juventud para el futuro, por si acaso. Y aunque sea a un país aséptico como Suiza. De acuerdo con Vd. en lo que asepsia se refiere. Yo también prefiero los pueblos que antes preocupan de la limpieza de sus almas a la asepsia de los cuerpos y de los objetos, si ambas no fueran posibles –como parecería. Desgraciadamente, aquí ni una ni otra tenemos y ni siquiera, como a los portugueses con la tumba abierta y sin estrenar del Monasterio de los Jerónimos, nos queda –por ahora– la esperanza de que una tumba oportuna nos salve. Todo, como Vds., lo han dejado al marcharse con esto más: unos cuantos discursos más de Alzogaray, el héroe de la desvergüenza, y la fracasada payasada de un supuesto submarino –que no puede ser sino soviético, puesto que no ha podido ser identificado. Ah! Y la visita de Carnaval de Eisenhower, preparada con bombos y platillos –que nos dispensará su sonrisa protectora durante contados minutos, protegido por no sé cuántos miles de policías locales y otro tanto de policías de la FBI, etc., etc.
Y nada más por ahora. Le escribo apresuradamente estas líneas, nada más que unas horas antes de salir para Mar del Plata, adonde voy con Aída a pasar los días de Carnaval. Ahí está también Eisenhower 1 hora. Una coincidencia nada más que casual.
Perdóneme la pobreza aséptica de esta carta. Se trata de que Vds. tengan una respuesta, aunque escrita a la disparada, sobre todo para que sepan que las suyas no caen en el vacío, que las leemos con verdadero deleite y que esperamos noticias de la Exposición.
Buena suerte y hasta pronto.

Abrazos de Aída y míos.

Scheimberg

1958-10-12 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Roma
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 12/10/1958


Roma (Hotel Sistina), 12 oct., [1]958

Amigo Seoane:

Esta no pretende ser una carta. En vísperas de n/ salida para Orvieto, Siena, talvez Pisa o San Gimignano, etc., no quiero dejar sin respuesta la pregunta que formula Maruja en el menú de la comida dada por los amigos a Falcini, a saber: Si recibimos el catálogo que Vd. me ha mandado de su exposición. Si lo recibimos, e incluso yo le escribí a Vd. desde Agrigento una carta que despaché a mi llegada a Siracusa –que, esta sí, me temo que Vd. no haya recibido. Lleva fecha 22 de septiembre. De la misma –como de todas las [que] escribo– guardo copia, pues tengo la costumbre de escribir con carbónico. Me temo, asimismo, que varias cartas despachadas por mí en los días que coincidieron con la huelga de correos en Buenos Aires se hayan perdido. Así, por ejemplo:
A Vd., la expresada carta.
A Kornblith, una del 8 de sept. despachada de Roma y otra, también de Roma, del 30 de sept.
A Sofovich, de Roma, el 10 sept.
A Falcini, una de Nápoles, del 17 de sept., y otra de Taormina del 27 del mismo mes; y por último,
a Kaufman, una del 1º de oct., despachada de Roma en vísperas de n/ salida para Israel.
Tampoco puedo saber si Augusto recibió una mía del 25 de agosto, despachada de Florencia, y si recibió varios paquetes con impresos (catálogos, guías, postales, etc.) despachados desde Venecia–dos– y dos desde Roma. Dejo esta pesquisa a cargo de Maruja, para el caso de que tenga tiempo para ello y no tenga cosa mejor en qué perder su tiempo. Desde luego, cualquier respuesta deberá dirigírsenos a París, donde tenemos el propósito de estar, por lo menos, desde el 21 hasta el 31 de este mes. Si este pedido es desconsiderado –y empiezo desde ya a creer que lo es– que lo pase Maruja por alto y yo no me enojaré por ello.
Hoy me proponía escribir a Kornblith mis impresiones del viaje relámpago que hicimos a Israel; pero, la verdad, aún no estoy en condiciones de hacerlo. Siete días enteros recorriendo medio Israel en automóvil y una parte en avión por sitios tan dispares como son Tel-Aviv y Jerusalem, o el puerto de Ashkelón en cuyas proximidades se encuentran los restos del supuesto Templo destruido por Samsón (sic) o Cafarnaum, donde se encuentran las ruinas de una de las más antiguas Sinagogas –que luego fue creo que Templo romano y más tarde cristiano; o Nazareth, donde los cristianos veneran los supuestos restos de la casa donde María fue visitada por el Ángel de la Anunciación y donde Jesús habría pasado los años de su adolescencia oscura... Todo un mundo, o varios mundos, que sobreviven en cierto modo con características propias. Necesito realmente tiempo y calma para reconstruir todo esto. Pero, esto sí puedo anticiparle: a pesar de todos los reparos que pueden hacerse –y que yo comparto– es lo cierto que los adjetivos: extraordinario, maravilloso, etc, los he tenido que emplear aquí con frecuencia. Lástima que una mala política –que por momentos parece en vías de rectificarse– puede poner en peligro aún la existencia misma de Israel. Pero de todo esto ya hablaré más adelante, en cuanto haya puesto un poco de orden mis ideas. Lamentablemente, no he tomado apuntes y mi memoria no es siempre mi mejor colaborador. Me alegro de haber visitado Israel y sólo lamento hoy la exigüidad del tiempo que he destinado a esta visita –tanto para valorar las cosas en pro como las en contra que pueden decirse. Pero no sigo. Esta, repito, no pretende ser una carta sino un acuse de recibo.
Muchas gracias a Vd. y a Maruja, muchas gracias a todos los amigos, porque nos recuerdan. Aquí, tan lejos de la patria, nosotros los recordamos a todas horas y los extrañamos. Para todos, un gran abrazo de Aída y mío.

Scheimberg

1958-09-22 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Agrigento
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 22/09/1958


Agrigento (Albergo dei Templi), 22 sept. [1]958

Querido amigo Seoane:

Mañana a las 8 salimos pª Siracusa, desde donde quiero despacharle esta carta pª que Vd. la reciba no más tarde del día 27. Así estaremos presentes, Aída y yo, el día de la clausura de su Exposición. Deseamos que haya tenido éxito. Con Vd. y Maruja, pues, y los amigos que van a rodear su mesa... Y ahora, pª que nos sigan en esta etapa de n/ viaje, ahora va el prontuario de los últimos días. El 18 llegamos a Palermo, a las 17 y 15, después de un vuelo de 1 hora y cuarto desde Nápoles, sobre un mar tranquilo como un lago y con el espectáculo de los Apeninos a n/ izquierda. Cuando descendimos del avión, el sol comenzaba a ocultarse detrás de las montañas que encierran a Palermo dentro de una herradura perfecta, presagio de buena suerte. Palermo es como una hermana menor de Nápoles, pero sin la obsesión de lo monumental, tan común a casi todas las grandes ciudades de Italia. Influencia castellana, con su sobriedad natural en todos los órdenes de la vida?, o debido a la proximidad de los Templos griegos, maravilla de proporción? Lo ignoro. En Sicilia, lo mismo que en Nápoles, abundan los apellidos españoles y el siciliano está orgulloso del legado español –que es aquí más pronunciado que en Nápoles, sobre todo en la edificación. Si no fuera por el idioma y los gestos exagerados, al cruzar las aldeas de Sicilia uno se creería atravesando poblachos de Castilla. Hasta su misma aridez y el mismo color de su tierra seca. –Vía Maqueda, nos dice un comerciante de la calle Venezia (con la que aquella se encuentra), tratando de darle el acento castellano; y agrega, orgulloso –como si se tratara de un título nobiliario: –É un nomme spagnuolo. En cuanto a lo demás, el mismo hablar a gritos de los napolitanos y una suciedad aún mayor, si cabe, que en Nápoles. Una suciedad que no se recata y que no crea que tenga igual en ninguna ciudad civilizada. Los sicilianos pobres viven prácticamente en las calles. Calles sucias, que nunca se barren, y donde tienen sus negocios o sus pequeños talleres. Allí trabajan, o se pasan las horas del día jugando a la barajas, o mirando pasar –o no mirando siquiera. Donde hay una puerta y una mesa, hay hombres –y aun niños, jugando a las cartas–. En Palermo y en las aldeas próximas, que atravesamos dos días después. Y en todas partes, abundan los niños. Aquí los niños se reproducen como las moscas y trabajan casi desde que pueden andar sobre sus pies, como mandaderos, o ayudantes de mozos y camareros, o simplemente pidiendo monedas a los extranjeros: –Hay que enseñarles a trabajar desde chicos, nos dice la dueña de una Trattoria donde entramos a cenar, refiriéndose a un gurrumín que no debía tener más de 8 años y que nos alcanzaba los platos de comida. La cuenta sumaba 1.050 liras. Dejé 1.100 y le dije al chico: “50 liras son para ti”. El chico, que no conocía el valor de las monedas todavía, pretendió quedarse la moneda de 100 liras, lo que le valió una paliza, y que la patrona (creo que tía del chico) se guardara el vuelto. Los italianos son ladrones, me dijo el mozo, pretendiendo congraciarse con nosotros, mientras el niño pasó corriendo hacia la calle y mirándonos con rencor, convencido de que yo le había querido jugar una mala pasada. Me acordé de Don Quijote y del zagal que quiso librarse de la paliza que le daba su amo... Pero que no conozcan el valor de la moneda no es frecuente. Desde chicos ejercen el comercio a su manera, o se ejercitan jugando por dinero a la vista de los policías. En las casas sólo entran pª dormir. Generalmente, se trata de una sola pieza, donde rara vez se enciende la luz, que es dormitorio y comedor y cocina y donde toda la familia duerme en promiscuidad –casi siempre sin desvestirse y, naturalmente, sin bañarse. Con todo, Palermo es una ciudad hermosa y, como Nápoles, llena de color, ese color que atrae a los turistas y que a los sicilianos pudientes (que, como en todas partes, viven bien –aunque sin preocuparse mucho, también ellos, de la higiene) les avergüenza. Se extiende, Palermo, como un arco sobre un golfo de agua azul, cortada por 4 o 5 avenidas modernas y –éstas sí limpias–. Y entre una y otra avenida, las callecitas estrechas y sucias donde los negocios casi se dividen por ramos: la calle de las bicicleterías, la de marquerías y cromos del peor gusto, la de tallercitos de carpintería, etc. Y la más característica de todas: la calle Venezia, que va de la vía Roma a la de Maqueda, materialmente cubierta de pescaderías y freedurías y de puestos de verduras y frutas... En una de estas calles está el Museo Nacional, hoy nada más que Arqueológico, donde se encuentran piezas de escultura y de arquitectura, casi únicos, extraídas de las excavaciones que se están realizando en gran escala en toda Sicilia, sobre todo en Segesta, Selinunte y Agrigento, bien clasificados y con notas explicativas de suma sencillez. Otras cosas dignas de verse y que, naturalmente, visitaos, son su catedral y, sobre todo, el Palacio Real cuya Capilla Palatina, totalmente revestida por dentro de mosaicos de los siglos XII o XIII, de una belleza extraordinaria. Como lo son de igual belleza los mosaicos de la Igl. la Martorana. Y ya en otro orden, la pequeña Igl. S. Cataldo, de estilo normando y con gran influencia musulmana, de un interior severo, casi ascético. Es realmente notable aquí la cantidad de Iglesias con influencia de estilo normando (por ejemplo, la Catedral de Agrigento) –que mi ignorancia de la historia no me permite explicar. De los mosaicos de la capilla Palatina y de la Martorana, llevo unos pocos diapositivos que pasaré en Buenos Aires para regalo de los amigos.
El 20 nos levantamos muy temprano pª salir pª Agrigento en un ómnibus de la CIAT. Desde la ventana de n/ hotel y a esa hora, el monte Pellegrino, que encierra a la bahía por uno de sus lados, se veía como una enorme mancha carmesí, como si se le hubiera volcado un tintero de tinta roja encima. A las 8 salimos pª Agrigento, adonde debimos llegar casi a las 8 de la noche. Total, unos 380 km (contando las vueltas y revueltas), costeando un mar casi siempre maravillosamente azul, o internándonos, por momentos, un poco tierra adentro, y con la compañía de sus montañas áridas, grises o amarillentas, y con un paisaje que igualmente nos recuerda el paisaje castellano. Aquí la tierra es seca y el agua poco abundante, y hay que trabajarla mucho pª obtener un rendimiento casi siempre nada más que discreto. Solamente en las pequeñas zonas donde las tierras se han distribuido en virtud de una ley agraria que el gobierno democristiano sólo aplica con cuentagotas, las obras de riego se multiplican y la producción ha aumentado visualmente –al mismo tiempo que se ha abandonado la monocultura (uvas y/o aceites) –tan fatal pª el campesino, al mismo tiempo que provechosa pª los acopiadores de la ciudad. Hemos visto abundantes parcelas con siembras de algodón, hermosas con sus capullos blancos, algunas ya listas pª cosechar. Este año parece ser que la cosecha de la uva ha sido particularmente abundante, y durante mi trayecto era interminable la fila de carretas o de mulas cargadas de enormes cestos de uvas –como una procesión báquica, pero en la que en vez de Baco, hinchado de vino y encendido en deseos lúbricos, los que los transportaban eran campesinos sucios, miserablemente vestidos y de aspecto casi siempre miserable sus rostros. Esa uva será mañana el vino de los otros mientras a ellos les faltará quizás pª cubrir los precios de los arrendamientos y el pago de los impuestos cada vez mayores. A las 11 y media llegamos a Segesta. Alguna vez, en tiempos de la colonización griega, debió ser un centro de población importante; hoy es nada más que una colina y, en su parte más alta, los restos, admirablemente conservados, de un templo dórico, con sus 36 columnas casi sin retocar y sus metopas y cornisones (Rotzait le dará los nombres técnicos, que yo desconozco). Qué maravilla, Seoane, de proporción y de majestad! No le miento si le digo que casi caigo de rodilla de la emoción. Era mi primer encuentro con Grecia... Era tal mi entusiasmo que tomé un ligero apunte a pluma –que, felizmente, no tendré que utilizar, pues en una taberna y fonda hay, perdida en esa soledad, próxima al Templo, encontré unas buenas postales– y, ya aquí, en Agrigento, un diapositivo perfecto. Ya verá Vd. almorzamos en Èrice, en una hostería emplazada sobre el monte Giulia, a unos 500 ms. sobre el nivel del mar y desde donde se domina –como bien dicen las guías turísticas– una hermosa vista. En Èrice termina el mar Tirreno, mar italiano, y después de Trapani viajamos teniendo casi siempre a la vista el mar Mediterráneo –encuentro y camino de tantas civilizaciones ilustres. Es un mar con sabor a hogar, a cosa propia. Luego, Selinunte, donde se levantan restos de otro templo dórico –que arquitectos y arqueólogos tratan de reconstruir con la montaña de piedras que, como un mar revuelto, allí están amontonados–. Luego Sciacca y Puerto Empédocles y ya, con la noche encima, entramos en Agrigento, guiados por los restos de un Templo de Hércules, el de la Concordia (uno de los mejor conservados, según la Guía Azul) y el llamado de Juno –emplazados en una de las colinas que rodean a Agrigento y que esa noche (no sé aún por qué) nos esperaban profusamente iluminados y haciendo de embajadores maravillosos pª recibirnos en Agrigento.
Yo me he preguntado muchas veces, Seoane, durante este viaje por qué ha sido tan fuerte en mí el impacto ante la visión del Templo Dórico de Segesta y porqué, en cambio, no me conmueve en igual medida la escultura griega. Como respuesta provisioria, me he dado ésta: Que los griegos han tratado al cuerpo humano como una arquitectura ideal y si en ésta, la arquitectura, basta el equilibrio de las proporciones, que yo llamo gracia, en el cuerpo humano, lejos de ser una cualidad, puede ser un defecto...
Pero dejemos esto. Ya estamos en Agrigento, centro de una época de cultura griega. Nos alojamos en un hotel que está a la entrada de la ciudad, a unos 50 ms. del camino Nacional y a casi 200 ms. más abajo del punto más alto, donde está su Catedral. Es un viejo caserón de estilo castellano, en medio de palmeras y pinos y otros árboles cuya especie ignoro, y con un algibe de piedra, en desuso, realmente hermoso. Un de las ventanas de n/ pieza, en un 4º piso, mira hacia la colina de los Templos. Más allá, se ve el mar: una línea gris en el horizonte. Desde este balcón nos quedamos a contemplar los Templos hasta que las luces que los iluminan se apagaron.
Hace dos días que no leo un diario, y por un momento, me olvido de las cosas que nos rodean y pienso que soy nada más que un contemporáneo de aquellos hombres que concibieron y levantaron esos Templos. Y me siento orgulloso de ellos... O, ya luego, pero siempre ajeno al calendario, pienso que es el 29 de abril, cuando Aída y yo nos embarcábamos en Buenos Aires, llenos de inquietud por el temor de que no le dejasen a Frondizi hacerse cargo del gobierno, pero también llenos de esperanzas en la obra que va a realizar. Qué hermosos discursos los suyos, colmando la medida sin de nuestros sueños, por lo menos de nuestras más inmediatas aspiraciones. Pero el silencio absoluto que nos rodea y la noche me devuelven a mí mismo, Dios mío! Qué fueron de nuestros sueños, qué de nuestra fé? Y todo el amargor y la desesperanza de su tan honda carta del día 4 me contagian y me devuelven a la triste realidad de n/ calendario argentino. Que el cielo, o el diablo, nos den fuerzas pª resistir. Al día siguiente, volveré a recuperar esperanzas al contacto con estas piedras ilustres –que son historia–. Y dejo para otro momento la descripción de n/ caminatas en esta Agrigento que tan extraordinaria impresión nos ha producido a Aída y a mí.
Perdóneme, Seoane, esta pesada crónica y piense que se la escribo nada más que para sentirme más cerca de los amigos. A todos ellos, a Maruja y a Vd., de parte de Aída y n/, un grande y cordial abrazo.

Scheimberg

1958-08-28 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Florencia
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 28/08/1958


Florencia (Hotel Terminus-Milano), 28 de agosto, 1958

Querido amigo Seoane:

En Milán, recibí su tan enjundiosa e interesante carta del 18 de julio. Debo decirle que estoy de acuerdo con casi todo, o talvez con todo lo que en ella me dice? Yo también creo, como Vd., que los fines no justifican los medios, y que por medios injustos o inmorales no se pueden alcanzar buenos fines; y, sobre todo, que no puede ser buena política aquella que sacrifica en el hombre lo que tiene de más precioso, que es su dignidad. Y no es a eso adonde se encamina la humanidad; y la razón por la que Vd. y tantos luchamos contra el régimen capitalista?... Pero no sigo. No espere Vd. una respuesta a su carta, que me sería muy difícil dársela con lo ocupado que tenemos aquí, Aída y yo, todas n/ horas y no quiero que nos alcance el día 3 de septiembre, en que Vd. va a inaugurar su Exposición en Bonino, sin hacerle llegar n/ mejores augurios de éxito –los de Aída y los míos. Buena suerte, pues.
Aquí debería, en realidad, terminar esta carta. Permítame, sin embargo, que le distraiga todavía algunos minutos. Conoce Vd. el apólogo de los peregrinos que salieron al encuentro de Jesús? Creo que eran siete. Unos se distrajeron en el camino para escuchar el canto de los pájaros o pª extasiarse en la belleza de las plantas y de las flores, otros pª acudir al llanto de un niño o al reclamo de un menesteroso. Sólo uno llegó puntual a la cita, ciego y sordo a todo lo que a su alrededor sucedía.
Esto del premio al que llega se repite en numerosas leyendas. No otra cosa es la de Orfeo y Eurídice, o la del Príncipe de La flauta mágica, que con tan exquisita gracia comentó Mozart con su música.
No aspiramos acaso todos a llegar al encuentro con Jesús? Sí, yo también deseo llegar a Jesús (ponga Vd. en lugar de Jesús cualquier fin alto; yo sólo uso su nombre por una razón de economía); pero no con el corazón tan seco que no tenga ya nada que ofrecerle. Porque de eso se trata en definitiva: de no llegar con las faltriqueras del alma vacías. Ahora, que no es cosa de que nos distraigamos tanto en el camino que no lleguemos adonde debemos llegar. Que es precisamente lo que quisieran n/ enemigos, o los que no anhelan otra cosa sino disfrutar de lo que tienen. Ulises, que era bastante distraído y que se entretuvo quizás más de lo correcto con la ninfa Calypso (como el caballero Tanhäuser con la señora Venus) sabía que no debía hacerlo hasta el extremo de olvidar que debía volver a Ítaca, donde lo esperaba la fiel Penélope, y se ató al palo de su barco y se tapó los oídos para no ceder a los cantos de las Sirenas. También se trata de no dejarse seducir por los cantos de Sirenas... Y después qué? Liquidar a los pretendientes que asedian a Penélope y quedarse por el resto de sus días a gozar de sus bienes y reventar de hartazgo? No, eso no.
No será más apropiado, por ventura, para n/ caso, para Vd. y yo, y pª todos los que alimentan un loco sueño, el apólogo de Unamuno (y una vez más vuelvo a él) de los que salen a la búsqueda del sepulcro de N. S. don Quijote? Qué importa que el sepulcro no exista, si de lo que se trata en última instancia es de derribar en el camino a todos los curas y bachilleres y alguaciles que se opongan a la marcha de la gran columna y corregir agravios y desfacer entuertos donde se encuentren? Y si por ventura –o desventura– el sepulcro fuese encontrado, pues a enterrarlo de nuevo pª no interrumpir la marcha. Que de eso, sí, se trata. De desfacer los entuertos donde los haya. Y Jesús que espere, que cuando lleguemos a él tengamos la columna de nuestro crédito llena.
Yo no sé si esta divagación, querido Seoane, tiene algún sentido. Quede aquí, sin embargo, como salió al correr la pluma. Yo sé que son muchos los reparos que se pueden hacer. Creo, no obstante, que acabo de acercar n/ líneas.
Hasta pronto. Mucha suerte, repito, en su próxima Exposición. Y el día de la inauguración ténganos, a Aída y a mí, entre los amigos que van a estar con Vd.

Un abrazo a Maruja y a Vd., de Aída y mío.

Scheimberg

1958-06-24 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Nova York
París
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 24/06/1958

París (Hôtel Quai Voltaire), 24 de junio [1]958

Amigo Seoane:

Me he tomado esta tarde unas pequeñas vacaciones para escribirle. Pensaba hacerlo en Santander, antes de abandonar España –para despacharle la carta desde Hendaya, por temor a que fuera abierta y que la mención de nombres de los amigos de España pudiera crearles a estos alguna molestia (lo sucedido a a Del Riego es para tenerlo en cuenta); pero las cosas se dieron en tal forma que no pude cumplir con mi deseo. Al llegar a París, el día 19, me enteré de la muerte de Maside y Vd. no se imagina todo lo que me ha conturbado esta noticia. Aunque sólo cambié con él algunas palabras, pues su estado de salud (como se lo dije a Vd. en una postal despachada desde Santiago) le impedía casi hablar y no había mejorado, cuando unos días después fui a despedirme de él, su muerte me impresionó como si se hubiera tratado de un viejo amigo mío. Y es que todos sus amigos, nada más que por serlo nosotros de Vd., nos recibieron, a Aida y a mí, como si hubiéramos sido amigos de toda la vida. Y yo se lo agradezco ahora. Si en toda España no me he sentido en ningún momento extraño, en Santiago nos hemos sentido, Aída y yo, como en n/ propia casa. Cuánta cordialidad y calor humanos hemos hallado en sus amigos! Era a nosotros, si, pero era principal y fundamentalmente a Vd. a quien agasajaban. Aquí –es decir, en Galicia–, se lo quiere a Vd. talvez como a ninguno. Y yo me alegro de que así sea... Cuando cruzamos el Miño, en la frontera que separa a Portugal de España, a Aída y a mí se nos apretó el corazón y casi lloramos de emoción. El Miño, para Aída y para mí, era muchas cosas juntas: era Rosalía de Castro (cuya tumba visitamos e Santiago, en compañía de Bouza Brey) y era Unamuno, en sus Andanzas y visiones de España y Portugal y eran Vds., Vd. y Maruja. Veníamos de Coimbra, donde durante tres días nos sentimos por un momento estudiantes –aunque un poco maduros– Aída y yo y participamos de los festejos de la Quema de las Cintas, tan particulares y tan llenas de encanto. El paisaje era el mismo (Portugal y Galicia forman casi una unidad –no sólo geográfica, sino idiomática) y, sin embargo, nos pareció distinto. Y lo es en verdad. El paisaje parece que se adulzara y el ser humano es más hondo. Sí, creo que se trata de eso en realidad. En el portugués, talvez, haya siempre algo de teatral, como en el andaluz –aunque en menor medida–; en el hombre gallego no hay nada de teatral. Daría la impresión que se mueve siempre como si estuviera entrecasa, con naturalidad, pero con una naturalidad llena de señorío... Pero, por Dios!, no es de eso de lo que yo quería hablarle, sino de la cordialidad de que nos rodearon sus amigos a Aída y a mí. Con Del Riego y su mujer, Evelina, pasamos dos días deliciosos en Vigo... Y sólo estaba en mi plan quedarnos allí algunas horas! Pero quién se separa así como así, de las personas tan agradables e inteligentes ambos, que rivalizan en agasajarlo a uno? Con Evelina caminamos la ciudad y con ambos, conocimos las comedurías típicas y hablamos de tantas cosas que nos eran comunes. Y luego, Santiago... Llegamos allá el 22 de mayo a eso de las 8 de la noche. Dejamos n/ equipaje en el hotel España y salimos a caminar, Aída y yo, debajo de los soportales, a meternos la ciudad en el alma. Es una ciudad viva, donde las piedras llenas de ancianidad no son un obstáculo. El encargado del hotel se empeñó en que esa misma noche me comunicara con Maside y me presentó para eso a un sobrino de éste, un estudiante que está cursando, creo que el último año de sus estudios de medicina y es aficionado a la pintura. Se llama Carlos. A él le entregué la carta suya para Maside –y por él me enteré de la gravedad del estado de su tío. El pobre no quiso dejar de cumplir con su pedido y comprometió al doctor Bouza Brey para que nos acompañara a todas partes. No creo que muchos hayan tenido un más entendido guía que nosotros. Con él caminamos de arriba abajo Santiago. Y a cada momento, nos repetía: “No dejen de decirle a Seoane que conocieron la calle del Preguntoiro y la iglesia de la Ánimas, y..., y....” así toda la ciudad. En el Instituto de Estudios Folclóricos nos presentó a a P. Jesús Carro. Qué viejecito simpático! Allí en el Instituto guardan todas las cosas que Vd. publica. Por primera vez, creo que no me habría costado ningún esfuerzo decirle padre a un cura, a pesar de mi natural resistencia a hacerlo (y de aquellas palabras del Evangelio que dicen más o menos: “No me llaméis padre; Padre hay uno sólo, y está en el cielo”). Sólo la Catedral la quisimos visitar sin Bouza Brey. Qué majestuosa fábrica romana [sic] la Catedral de Santiago! Y luego, su Pórtico de la Gloria... No menos de seis veces volvimos a verla, a distintas horas y tratando, yo, de no dejarme llevar por recuerdos o sugestiones literarias.... Tiene talvez razón Unamuno cuando dice que aquí no se puede, como con el gótico, hacer literatura. Ni aquí caben distracciones. Y, sin embargo, dos misas importantes que allí, en la Catedral, escuchamos –la que se celebra el 23 de mayo en recordación de la batalla de Clavijo, y una misa del Episcopado (creo que el 25), carecieron de unción mística...
Pero vuelvo a sus amigos. El día 24 estuvimos con el matrimonio García Sabell. Le dejé su carta en el consultorio y unas horas más tarde nos llamó al hotel para que fuéramos a tomar el café a su casa. Qué persona extraordinaria es el doctor García Sabell (y qué hermosa y agradable su esposa)! Había muchas personas a la mesa y se habló de muchas cosas –y de todas era de ver y oír con qué precisa exactitud hablaba García Sabell. Al llegar a la casa y ver allí tanta gente reunida casi lamenté haber ido, pero luego sentí –después de casi 3 horas– tener que marcharme. Tiene una extraordinaria biblioteca con raras y lujosas ediciones de literatura y de arte, y pinturas y dibujos seleccionados con un finísimo gusto. Como recuerdo de ese día, para Vd., hizo firmar a los presentes una foto en que él –García Sabell– está en su Consultorio, con la pared del fondo cubierta con los estampados que le editó Bonino a Vd.. No se la envié desde España –y sí lo hago ahora, por temor a que se perdiera. El único que allí desentonaba era un socialista ,Tarul o Marul, que decía una sarta de banalidades en un tono que habría envidiado Lerroux –y a quién García Sabell había pedido que me informara sobre las cosas de España. En un momento dado, García Sabell le corto el discurso para mostrarnos la biblioteca y las pinturas, y todo terminó bien... Felizmente en España hemos tenido mejores informantes que ese presuntuoso y trasnochado socialista: lustrabotas, mozos de café, un changador en La Coruña, un maquinista de la RENFE en el camino de Salamanca a Madrid, un conductor de automóvil en Santander, etc., etc. En la misma mesa de García Sabell, un señor Briones de Villa García de Arosa. Estos socialistas tan fuera de época y que no sirven ni para colgarlos de la pared! (Ahora, al releer las firmas, veo que se llamaba Martul)... Pero me estoy perdiendo en detalles sin interés. Abandonamos Santiago, Aída y yo, con verdadera pena, dejando amigos y cariños. Y me fui a despedir de Maside, sin sospechar que se nos moriría pocos días después. Para Vd. me mandó un gran abrazo, un emocionado abrazo. Ahora, al transmitírselo, pienso que él presentía que era el último...
Y luego según n/ desfile precipitado: La Coruña, con su Torre de Hércules, a cuyo faro ascendí hasta el punto más alto –celebrando así a mi manera lo que Vd. celebró en dibujos de sabia caligrafía y Rafael Alberti en emocionados versos; León, cuya catedral sigue siendo un milagro de ligereza, y su Igl. de San Marcos –de un románico sobrio y cuya capilla funeraria conserva en su cúpula unos frescos sólo equiparables a los del Museo de Arte antiguo de Barcelona. Y luego más, Zamora –en que todo, o casi todo, es románico y en la que el reloj del tiempo pareciera haberse detenido. Y Salamanca, que para mí estaba llena de recuerdo de Unamuno; y, sin embargo, en esta España de Franco sólo se ha salvado de él el hermoso busto en bronce de Victorio Macho (y una cabeza en bronce, de la misma obra, en Madrid, en la Academia de San Fernando). Con quienes intenté hablar de Unamuno, o no sabían mucho de él, o temían hacerlo, y hasta el aula donde en 1920 le escuché dictar una de sus clases de filología ha desaparecido. Sólo el chófer que nos condujo de Santander a Irún tuvo un recuerdo emocionado para Unamuno; y era nada más que un obrero del volante!.. En Madrid estuvimos con Maíztegui (políticamente muy bien ubicado) a quien hicimos llegar su carta y con quien caminamos y hablamos mucho. Debo volver sobre las emociones experimentadas frente a Goya, y Velázquez, y el Greco? En cada sitio nos fuimos despidiendo como si fuera la última vez que vamos a verlo. En Madrid, al salir de San Antonio de la Florida, visitamos una vez más el Manzanares y con Aída nos juramentamos que volveríamos, sí, a España –pero acompañando a los españoles del exilio y para danzar todos juntos sobre los podridos restos de Franco... Yo no sé si se puede crear sobre el odio; pero cuando pienso nada más que en lo que en España tenemos oído sobre este grotesco payaso de la historia que es Franco, empiezo a creer que el odio es casi un deber. Odiar, sí, y hasta la muerte. Hay que formar el gran ejército del odio contra los enemigos de la vida. Cómo se comprendería en España a un nuevo [Mateo] Morral! Pensándolo serenamente, ya sé que no sirve de mucho el atentado individual; pero qué satisfacción se sentiría si alguien hiciese estallar por los aires a esa carroña. O es que solamente los tiranos tendrán derecho a disponer de la vida de los demás y nos hemos de horrorizar si alguien les revienta a ellos los huesos? Desvarío, pero, Seoane, hay que haber oído todo lo que llevamos oído en España y pensar en este pobre pueblo que se muerde los codos de rabia ante su propia impotencia –y que nos venga luego con reflexiones académicas sobre la buena táctica política. El atentado individual, sí, ya lo sé, no es solución –pero a veces puede ser una lección; y el tiranicidio, en cualquier caso y en última instancia, siempre será una medida de higiene para el mundo... Desgraciadamente creo que habrá Franco para rato –y solamente un vuelco total en la política internacional podría precipitar su caída. Se producirá ese vuelco? Lo espero. Pero, cuándo?.. Yo he recogido datos sobre lo que ganan los obreros y los empleados en España y lo que cuestan los artículos de primera necesidad. Pensaba mandárselos a Vd., pero, después de reflexionarlo, me parece tonto hacerlo. De qué le serviría a Vd.? Bástele eso: el pueblo está cada vez peor y las cárceles no se vacían. Todos los días se filtran noticias de nuevos procesos y nuevas condenas, mientras los rufianes de la prensa ensayan nuevos ditirambos para el Gran Payaso. Es un asco! Y termino, Seoane. Lea en los diarios españoles la “interviú” que acaba de hacerle a Franco un periodista de Le Figaro; produce náuseas...
De otras cosas quería hablarle, y ya ve, siempre se cae en lo mismo. Pero algún día eso deberá terminar. Terminar... Es lo único que ya nos queda por pedir.
Si en otro momento llego a estar más tranquilo (y aquí, en Francia, con De Gaulle, no es como para estarlo) le escribiré de otras cosas. Esta vez, perdóneme. Sepan, Vd. y Maruja, que están en nuestro corazón –y que, para Vds. y para nosotros, deseamos un mejor porvenir.

Los abrazamos

Scheimberg

P. D. He retenido esta carta hasta hoy, 25, y al fin me decido a mandarla; no sabría que cambiar en ella, o si destruirla del todo. Esto lo dejo a su arbitrio…Y adiós.

S.
1. O autor éstase a referir ás obras Por tierras de Portugal y España (1911) e Andanzas y visiones españolas (1922) , mesturando os títulos.

1958-05-27 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane
A Coruña
Nova York
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane en 27/05/1958


27 mayo 1958

Sra. Maruja Seoane
Bmé. Mitre 3793, 2º F
Buenos Aires
República Argentina

Desde esta Torre de Hércules, cuyos 230 y pico de escalones subí en homenaje a Luis, y a Rafael Dieste –su prologuista– les enviamos un muy entrañable saludo, Aída y yo.

Scheimberg
Aida

[Escrito por Aida Scheinberg:] Te escribiré desde Madrid. Vale.

1958-05-24 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Santiago de Compostela
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 24/05/1958


Sgo., 24 mayo [1]958

A n/ muy queridos amigos Maruja y Luís Seoane:

Después de haber pasado dos días inolvidables con el matrimonio Del Riego, llegamos el jueves a esta su entrañable –y también ya n/ Santiago–. Sus monumentos y sus calles las hemos repasado como si fueran las páginas de un libro de texto (pero de una asignatura que se ama). Qué hondo han calado Vds. en el corazón de sus amigos de aquí (como en los de allá, por otra parte) y con qué cariño los recuerdan. Vimos a Maside–que en este momento está malo y guarda cama. Ayer recorrimos iglesias y calles con el Dr. Bouza Brey, que nos entregó toda una tarde (no presentó un admirador suyo: el P. Jesús Carro) y hoy pasamos una tarde magnífica con el doctor García Sabell y su esposa (qué gran persona es!): Tengo en mi cartera para entregarle personalmente una foto suya (de él) en su despacho, rodeado de cosas suyas, firmada por varios amigos suyos que allí encontramos, todos muy interesantes. Ya verá. Y ahora hasta pronto.

Saludos de Aída y un abrazo de

Scheimberg

1951-09-27 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
París
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 27/09/1951

París, 27 de sept (a la 1 de la mañana), 1951

Amigo Seoane:

Está de Dios que yo no vea Galicia. En 1920, cuando vine a España entré por Cádiz. Cuando iba a salir de Madrid, se me había acabado el dinero y las ciudades que visité luego de Castilla: Ávila, Salamanca, Valladolid, Burgos y León, lo hice con dinero de mis compañeros de viaje y siguiendo un itinerario común que non incluía Galicia. Esta vez ya tenía pasajes y alojamiento reservados pª La Coruña, Santiago y Vigo y hasta me había munido de una guía de Galicia muy completa. Pero, he aquí que al ir a visar n/ pasaportes pª entrar en Portugal pª embarcarnos en Lisboa, nos pusieron dificultades en el consulado de ese país pª el visado del pasaporte de Aída por su origen ruso. En vano, traté de convencer al empleado que Aída era argentina y que viajaba con pasaporte de tal. Nos dijo que era indispensable consultar a Lisboa y que eso llevaría entre una y dos semanas. Esto sucedía el día 20 y nosotros debíamos embarcarnos el 2 de octubre. No había posibilidad de comunicarme con el cónsul (que, según el empleado, estaba de vacaciones) y habría sido tonto pretender convencer al empleado de que Aída no se proponía derrocar al gobierno de Portugal, porque evidentemente no lo creería: “Pero es de origen ruso”, insistía el pobre... Qué miedo le tienen a la revolución los gobiernos de estos pueblos de mendigos! Se sienten terriblemente cómodos en su mísero papel de lacayos del imperialismo yanqui o inglés –cualquier cosa!– con tal de mantenerse arriba, es decir, abajo –a los pies de sus amos–, hay que leer los editoriales de su prensa dirigida pª darse cuenta. Hasta donde llega su abyección. A pesar de las molestias que todo esto me ha ocasionado (y los gastos, sobre todo) me he sentido ampliamente compensado por el gusto que sentí de ver el miedo que les inspira Rusia a los grotestos dictadores de Portugal como de España. Y a sus clases pudientes... Decidí, pues, marchar rápidamente a París pª arreglar la salida por el Havre. Con qué gusto se vuelve siempre a París. Il n´y a pas de literature en touts ça; pero es que aquí hasta el aire es dulce. Aquí no sería concebible siquiera esta frase oída a un vendedor de cacahuetes de la Alhambra de Granada, nos dijo: “me gustaría acostarme a la noche y no despertar al día siguiente y acabar así esta vida miserable”. Hacía cinco años que no probaba carne y come apenas lo indispensable pª ir tirando. Y así como él lo pasan los 4/5 de los habitantes de España.
Perdóname que vuelva sobre este tema, pero él me ha amargado todo el tiempo q’ he estado en España, casi un mes... Y luego las dificultades pª desplazarnos de un punto a otro: o se resigna uno a hacer colas interminables, hasta de días enteros –sin la seguridad de que va a tener billetes o se los adquiere a los estraperlistas que realizan sus negocios en las mismas colas y a la vista de las policías (y seguramente que en combinación con éstos). Uno, en Madrid, pª conseguir billetes pª Sevilla me exhibió su cédula de identidad e invocó el testimonio del vigilante que cuidaba la cola pª avalar su honorabilidad. Debido a estos inconvenientes uno nunca puede estar seguro de llegar a un sitio en la fecha propuesta, o si va a llegar siquiera. Y uno tiene que decidirse a viajar en autobús a pesar de tratarse de un medio de locomoción muy costoso (así viajamos de Sevilla a Granada) a viajar en 1rª donde hay una posibilidad mayor de conseguir pasaje. Pª obtener billetes de Granada a Madrid (suprimí Córdoba del itinerario pª no complicarme más la existencia) tuve que asegurar una propina al empleado de R.E.N.F.[E] y así fue como obtuve pasajes que –según los informes que se daban a los pasajeros en la misma R.E.N.F.[E], estaban agotados desde hacía varios días. No es cosa fácil avenirse a todo eso. Ya me había resignado a omitir Ávila, Segovia y León en razón de esas dificultades cuando surgió la inesperada del Consulado portugués. Lo que aproveché pª hacer una escapada a Ávila (el Escorial, Toledo, Aranjuez, los visitamos antes de salir pª Andalucía) antes de dejar España; y me alegro de haberlo hecho a pesar de que esta ciudad –como Toledo y el Escorial– ha perdido su vieja espontaneidad y se ha incorporado al detestable mercado turístico. Cómo he extrañado esta vez las noches pasadas hace 31 años en Toledo, y en el Escorial, y en Ávila, en que el silencio era tan denso que infundía miedo!
Cuál es el sentimiento dominante que me ha dejado este viaje a España? Desilusión? Talvez el término no sea exacto. Yo no venía a España a visitarlo a Franco, sino sus Catedrales y sus Museos (los de España); pero, se puede visitar acaso esta España –la de los Museos, Catedrales, sin ver la otra? Casi diría –por lo menos, esto me ha pasado a mí– que la España de Franco se nos ha impuesto pª no dejarnos ver a aquella aparte de la humillación que se siente siempre de viajar por un país donde hay que estarse cuidando de lo que se habla). Y es que habría que vendarse los ojos pª no ver a este pueblo consumiéndose de falta de comer y con su tradicional dignidad perdida! En ninguna parte, hemos visto tantos ciegos, por falta de higiene, ni tantos retardados –seguramente por la misma razón– y ni en Nápoles tantos mendigos como en Sevilla, y Granada, y en Aranjuez el día que fuimos allí a ver una corrida de toros. Hasta mujeres de aire respetable y vestidas decorosamente le piden a uno una limosna así que le ven cara de extranjero. Yo nunca me había imaginado –hasta ahora, se entiende– que un retardado, o un contrahecho o contuso pudiese ser un verdadero capital pª su familia; y, sin embargo, así es. Los hay a quienes acompañan uno o dos miembros sanos de la familia pª pedir y recoger la limosna... Todo esto es ciertamente desesperante.
Pero no le hablo de n/ visitas a los Museos, a las Catedrales –que es a lo que vinimos. Que cosa nueva, por lo demás, podría decirle de esos verdaderos dioses de la pintura que son –cronológicamente, no por el orden de mis preferencias– el Greco, Velázquez y Goya? Quién les habría dicho en vida de ellos que con el tiempo llegarían a ser una fuente de recursos importante pª su Nación! Porque Vd. puede prescindir de las Catedrales góticas o románicas de España: las hay superiores, respectivamente, en Francia o en Italia; pero suprima Vd. al Greco, a Velázquez, a Goya, a los turistas de todo el mundo no tendrían casi pª que venir a España... Se me olvidaba la Alhambra y el Alcázar, pero es q’ ese arte de miniaturista casi –a pesar de la grandiosidad de esos monumentos de la arquitectura árabe– no ha llegado nunca a conmoverme, esto es, a hacerme vibrar (es un arte sensual que no nos hiere más allá del a corteza y que siempre se aproxima a la decoración); y de los primitivos, sobre todo de los fresquistas catalanes, porque estos no son un tópico pª la generalidad de los turistas. Qué continuidad encuentro yo entre esos frescos de los siglos XI a XIII–y no más allá del XIII– y la pintura “negra” de Goya y algunas de las cosas de Picasso. A veces, pienso que la gente no se da cuenta hasta qué punto es español Picasso, a pesar de haber realizado casi toda su obra fuera de España. Y es que el artista, cuando lo es de verdad (no me refiero a esos indiferenciados académicos del arte abstracto –que no pasa de ser un arte de modistería), lleva a la patria –es decir, la tradición y los sentimientos de su pueblo, en la sangre, en las entrañas, y aún sin proponérselo lo representa. De las cinco o seis veces q’ he ido esta vez al Prado, dos he ido nada más que con el propósito de despedirme de Goya, y no he podido dejar de hacerles una visita cada vez al Greco y a Velázquez especialmente. Dios mío, cómo se puede pintar así?...
Vuelvo a lo mío. No desilusionado, sino asqueado. He atravesado esta vez España –yo que tanto la quiero y la siento– o talvez por eso precisamente con cierta repugnancia; repugnancia de los pobres muñecos, pobres y criminales muñecos que la gobiernan; repugnancia de los que aplauden o de los que se limitan a hacer chistes pª convencerse talvez a sí mismos de que no son tan viles; y repugnancia, sobre todo, de los mercenarios de la prensa. Estos plumíferos son hoy los únicos “intelectuales” visibles de esta pobre España de Franco. A un viejo mozo del Café Universal al que pregunté por la peña literaria q’ allí se reunía cuando yo estuve en 1920, me dijo: “Desde la guerra (cuando un español habla de la guerra, se refiere a la suya –a la guerra civil española–, pues pª los españoles de España la otra guerra, la universal, no ha existido y recién ahora al engancharse España al carro de Truman empiezan a darse cuenta de q’ hubo una guerra además de la suya); desde la guerra –repito– no existen más peñas en Madrid”. Al principio, no quería hablar, pero luego nos fue tomando confianza y era él quien me buscaba la lengua. Pero no es cierto que no existan peñas, existen, las de los periodistas, y la de los fabricantes de confituras teatrales –pero pª hablar de toros (que ya casi tampoco existen: hasta los toreros han perdido el coraje –coraje nada más que animal, pero coraje al fin) o de putas (que éstas sí existen hoy en abundancia, por necesidad). Qué chatura, Díos mío, en esta España “deshabitada” (no es de Rafael este epíteto?) de Franco. Las librerías están inundadas de libros de religión, mejor dicho, de cosas de sacristía, o de novelas bobas. “Tiras 2 mil ejemplares de una obra –nos decía una librera y editora de Madrid– es ya un verdadero éxito; por lo general, ninguna edición pasa de los mil ejemplares”. Decía que los españoles no leen porque el libro es caro y no está al alcance de los bolsillos del pueblo; y tal vez sea mejor que no lean pª no envenenarse más la sangre. El diario más importante y respetable de España, el de ese vacuo monigote de Luca de Tena, el ABC, dedica sus editoriales a protestar de la “familiaridad” con que algunas españolas tratan a sus santos preferidos o de la manera como visten los turistas y de otras cosas por el estilo. Por todas partes, no se ven si no curas y militares, que apesta. Toda España parece hoy una aldea y a pesar de que no hay uno sólo que no proteste por la carestía de la vida (un huevo vale entre 2 y 2 y media pesetas; en los cafés un vaso de leche no grande vale más que un coñac y mucho más que un vaso de manzanilla: en España resulta más barato emborracharse que llenarse apenas el estómago), salvo los obreros más ilustrados y que deben vivir ocultándose permanentemente, yo no podría asegurar en qué medida está la generalidad contra Franco; “Franco es un asceta” nos decía en un tono insolentemente chulo un farmacéutico que viajaba de Granada a Madrid en el mismo compartimento que nosotros. “Nosotros también tuvimos un asceta –le dije– hace más de cien años y dejo empobrecido y ensangrentado nuestro país. Y ahora tenemos dos”. Y es que llega un momento en que no se puede aguantar ya tanta sandía, o tanta farsa...
Pero ya estamos de nuevo en París. Aquí camino con la cabeza levantada y aspiro con fuerza el aire como pª limpiarnos los pulmones. Yo no sé si esta carta es una mera repetición de la que le escribí desde Madrid al día siguiente de visitar el Manzanares (la recibió Vd.?); pero la rabia, la indignación que me produce todo esto es tan fuerte no me deja hablar de otra cosa, aún a riesgo de aburrirle –y de repetirme. Y es que uno debiera no avergonzarse de repetir las cosas todas las veces que sea necesario hasta que se nos metan por los ojos –como los maestros de escuela. Y luego que al hablar de estas cosas de España hablo también un poco de n/ pobre Argentina y de lo que a los argentinos hoy nos está pasando...
Van a hacer 5 meses que aquí en París empezó n/ peregrinaje por la Europa occidental. Y con qué miedo! Veníamos con un idioma deficiente y con una ignorancia de toda una vida. Yo no sé si le he sabido tomar el pulso a esta Europa tan castigada!; pero juro que he tratado de acercarme a su vista con el corazón limpio y dejando de lado, tanto como es posible, ideas formadas. Creo que mis convicciones –de las que no me avergüenzo, sino al contrario– no me han impedido ver las cosas; digo mal, me han ayudado a verlas mejor. El 29 nos embarcamos en el Havre. Con qué impaciencia esperamos Aída y yo este día. Casi 6 meses son mucho tiempo pª estar lejos de la patria y de los amigos. El hombre es un animalito que necesita del cariño de los amigos para vivir tanto como de las cosas más primordiales para comer. Extraño n/ tertulias, n/ extravagantes y a veces insensatas discusiones y, sobre todo y por encima de todo, el afecto amasado en muchos años de convivencia, las cosas que nos han rodeado siempre y que queremos que nos sigan rodeando. A todos, a todos, un gran abrazo de Aída y míos.
Y ahora sí: hasta pronto!

Un abrazo particular pª Maruja

Scheimberg

1951-06-19 Remitente
de Simón Scheimberg, a Luís Seoane
Nova York
París
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Luís Seoane en 19/06/1951


París, Hôtel du Quai Voltaire, 19 jun., 1951

Mi querido amigo Luís Seoane:

Tenía el propósito de escribirle desde Londres, pero me falto tiempo para hacerlo. Lo hago, pues, desde aquí –desde este París que quiero entrañablemente y que no me explico que a Vd. no le haya gustado–, o, por lo menos, gustado en la medida que debió gustarle. Puedo decirle, en cambio, que Londres no me gusta? Cómo explicar que habiendo tantas cosas que nos gustan a ambos disintamos precisamente en esto? Para mi gusto, Londres es una ciudad demasiado grande, con un movimiento enloquecedor en sus calles. Luego, no tiene cafés. Esto es sencillamente terrible: el hombre, desde que sale desde su casa y hasta que vuelve a ella está obligado a trabajar o bien a entrar en una taberna o en una iglesia –las únicas dos cosas que hay en abundancia. La mayoría de los ingleses parece preferir la taberna, donde se emborrachan con cerveza caliente... Una ciudad donde uno no puede sentarse a una mesa de café para conversar con un amigo o para mirar la calle simplemente, para pensar o nada más que dejar pasar el tiempo (en las tabernas, los ingleses están casi siempre de pie y beben junto al mostrador), podrá ser todo lo que se quiera, pero no una ciudad civilizada... Londres es seguramente la ciudad del mundo que tiene más Bancos y donde se ven más hombres de galera y aún con sombreros de copa y jaquets. El Dr. Derisi (que guarda un muy cariñoso recuerdo suyo y que tiene colocado en un sitio de honor la tela que le ha comprado –ciertamente muy buena) nos ha puesto su automóvil y su chófer a n/ disposición; con él hemos recorrido la ciudad en todos los sentidos: reconozco que tiene unos parques muy hermosos, que las calles son limpias, que el Támesis es un río respetable y que todos los policemens tienen un aire absurdo de senadores (qué cosa distinta del policía de París, bonachón y con un aire de pícaro que comprende muchas cosas –sobre todo, si de debilidades humanas se trata!) y con todo, repito, Londres no me gusta. A las 10 de la noche cierran los restoranes y a las 12 sólo se ven algunos borrachos retardados, o prostitutas en las esquinas, o invertidos. Es claro que los ingleses ricos tienen sus nightclubs donde pueden emborracharse a gusto y hasta divertirse...; pero Vd. se imagina, Seoane, un pueblo que se emborracha con cerveza caliente? Le advierto, Seoane, que no tengo motivos de resentimiento; antes al contrario, la semana que pasamos Aída y yo en Londres ha sido como un paréntesis principesco en la vida un poco estrecha que estamos haciendo para que la plata nos alcance: Derisi nos reservó alejamiento en un barrio residencial (20, Chesham Place –cerca de Hayde Park: un departamento que daba sobre la plaza, con baño y cocina eléctrica, frigidaire, etc. La placita –un triángulo que no pasa de un cuarto de manzana –sólo se veía concurrida de 8 a 10 de la mañana y de 6 a 7 u 8 de la noche; pero no por chicos o por pareja de enamorados (estos prefieren el Hayde Park –y con razón, desde luego), sino por mujeres u hombres que traían a pasear –y a hacerles hacer sus necesidades– a sus perros...
Además de poner a n/ disposición su coche y su chófer todas las veces que nos daba la gana, nos acosó con toda clase de atenciones: cenas, una première de Antonio y Rosario (dos bailarines –un hombre y una mujer– que bailan danzas españolas y que en la noche del debut tuvieron un éxito estruendoso), entradas para ver el Hamlet con el actor Alec Guinness (en el New Theatre) nada más que porque vio que yo tenía interés en verlo... Se imagina Vd. todo eso? No es como para que todo ya le guste a uno? Pues bien, a pesar de todo esto, en Londres yo me sentía como un extraño –y no ciertamente por el desconocimiento del idioma (menos lo conocía en Amsterdam, pues en inglés, por lo menos, sé decir hasta una media docena de palabras y contar hasta no sé qué cantidad– pero siempre superior a la que necesitaba). El sábado último caminé casi dos horas por las más importantes y céntricas streets: Picadilly, Oxford, Regents... y no encontré un solo sitio donde tomar un café! Aparte de todo eso, los ingleses son gente muy simpática... Todos los ingleses (Bernard Shaw era una excepción) respetan a su rey, a los policías y el uniforme de los soldados de la guardia real; siempre se ven ingleses embobados contemplando el espectáculo bastante pueril del cambio de la guardia. Y es que el inglés, comparado –por ejemplo– con el francés o incluso el español es siempre un poco provinciano –a pesar de su aire distinguido y de su capacidad para los negocios.
Sí, evidentemente no me gusta Londres y podría pasarme muy bien sin conocerlo, si no fuera por sus Museos. Éstos son realmente magníficos. Sólo visité muy ligeramente el British Museum, pero, en cambio, lo hice muy detenidamente con la National Gallery, la Tate Gallery y la Wallace Colection. No voy a hablarle a Vd. precisamente de tanta obra como me ha impresionado. Sería caer en una ingenuidad imperdonable. Pero, a propósito de la pintura inglesa, sería demasiado osado decir que me empalagan un poco Gainsborough y Reynolds y Lawrence (este último en menor grado) a pesar de ser grandes pintores? Qué distancia cuando uno los compara –a ellos, esencialmente retratistas– con los retratos de Goya y Velázquez de la National Gallery y de la Wallace Colection! En cuanto a los prerrafaelistas, puedo decir que me parecen tontos –además de insignificantes– con Dante Gabriel Rossetti a la cabeza? Pienso que solamente Turner y Constable son realmente grandes; sobre todo, y antes que todo, y por encima de todo, Turner. Ellos salvan la pintura inglesa; sobre todo Turner. Cómo pinta este hombre! Y qué lirismo en toda su obra –aún en la de su época comprendida (y así clasificada en la Tate Gallery) entre los años 1805-1810 y que por momentos parece un anticipo de Corot; pero es a partir de 1830 cuando Turner alcanza su más alta expresión y al final de su vida ya es una verdadera locura de la luz –casi medio siglo antes de que Monet pintara sus “Nimpheas” y su maravillosa serie de la “Catedral de Rouan”... Los impresionistas franceses están bien representados en la Tate Gallery y, sobre todo, los postimpresionistas: Cézanne, Gauguin y Van Gogh –de quienes este Museo posee algunas de las talvez mejores cosas. Es curioso que cada vez que uno se topa con los grandes de la pintura se está tentado de decir que es lo mejor que se ha visto de ellos. Lo que hay en realidad es que todo, o casi todo lo que han hecho es impresionantemente bueno. Y a propósito de Gauguin y Van Gogh, cómo se achica el primero al lado de éste, tan apasionado, tan atormentado: es como un pozo en ebullición, en tanto que Gauguin se pierde un poco en la decoración, sobre todo en su época de Tahití... Hay una discreta representación de Modigliani y de Chagall en tanto que muy buena de Bonnard y, de los vivos, de Picasso (de éste tienen La femme a la chemisse –1905, Femme assise –1925, entre otros) y de Bracque, y de Matisse (no sé por qué, pero siempre me parece Matisse un tanto superficial –con una marcada tendencia a lo bonito).
Perdóneme, sin querer parecería que incluyo a Chagall entre los muertos cuando en realidad sólo quise incluirlo entre los que están nada más que medianamente representados... En escultura, con excepción de Rodin, quien me ha impresionado realmente es Epstein. La Tate Gallery sólo posee de él algunas piezas pequeñas –pero qué fuerza expresiva y qué seriedad en la factura! A Falcini le mandé una fotografía de The Visitation que me parece estupenda.
Y basta por hoy: No piensa Vd. que uno se pone tonto viendo tanta cosa bella y queriendo comunicar su entusiasmo a los demás? No me crea pedante, por Dios! Sólo pretendo fijar la impresión que me producen las cosas y lo que pienso de las mismas. Es probable que me equivoque a menudo, pero estas cartas son para mí un medio de descargarme –como quien, en la marcha, descarga las baterías de su coche para evitar que éste se ahogue. Hay momentos en que me parece que mi receptividad está colmado y tengo miedo de que me estalle algún compartimento del cuerpo...
Y me defiendo escribiendo. Nunca sentí realmente la necesidad de escribir hasta ahora; pero cómo hacer para no gritar a los cuatro vientos mis admiraciones y mi entusiasmo? A veces, frente a algunas obras, me pondría a cantar o a gritar si no temiera que me tomen por loco: No lo hago, pues y en su lugar escribo estas interminables cartas – como si los amigos tuvieran alguna culpa. Aunque, pensándolo bien, es claro que la tienen y justo es que se aguanten.
Y termino. Estamos de nuevo en París, de donde pensábamos salir el sábado para Viena; pero se nos ha presentado un inconveniente y francamente no sé ya bien lo que voy a hacer. Al pedir pasaje para embarcarnos de regreso el 2 de octubre en Lisboa (tengo tomado y pagado el pasaje de regreso –open dat) me informan que no lo hay para esta fecha ni para fechas aproximadas, etc. Escribí urgentemente a Derisi para que, con su influencia, trate de solucionarme este lío. Entretanto, no podremos movernos de París hasta no saber a qué atenernos –pues sería difícil mantener contacto con Derisi, o la Empresa, moviéndonos de un lado a otro... París me agrada ciertamente –pero en mi estado de ánimo con este contratiempo que me desorganiza (ojalá no sea en mucho) los planes tan cuidadosamente trazados, nada es muy agradable; y aún mayor es la preocupación de Aída –que se traga las lágrimas para no aumentar la mía. Espero que todo se arreglará, sin embargo. Es inconcebible que se me venda un pasaje “a fijar fecha” y que, a casi 4 meses de la fijada para el regreso, se me conteste que para ésa y las próximas fechas el pasaje está completo en los tres barcos que tocan Lisboa; pero cómo ponerme a discutir desde aquí? Yo no tengo tiempo para hacerlo –y nada se arregla conque la razón esté de mi parte. Espero, repito, que con la mediación de Derisi todo se arreglará.
Perdóneme, querido Seoane, esta lata. Mucho, muy muchos saludos a todos los amigos –que, por ser muchos, no nombro, y para Vd. y Maruja un grande abrazo de Aída y mío.

Scheimberg

1951-05-06 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Nova York
París
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 06/05/1951


Hôtel du Quai Voltaire 19, Paris
domingo, 6 mayo 1951

Mes amies Maruja y Luís Seoane:

Con la misma mano con que estreché la de Picasso, le escribo estas líneas. Desde el 1º estamos en este París que jour a jour (como diría Falcini) nos va conquistando cada vez más. Pero de esto discutiremos a nôtre retour. No se alarme, no es mucho más lo que sé del francés. Tenemos ya caminado (excepción hecha de 2 viajes en Metro –el 1º a n/ llegada a París, pues no andaban los taxis) un óvalo que abarca una buena parte de la ciudad: casi dominamos ya al barrio latino y Montparnasse. Aquí la vida es horriblemente cara, pero ya hemos descubierto una cantidad de bodegones donde se puede comer a precio aquí discreto: alrededor de 600 francos, 2 personas, sin servilletas y con manteles de papel. Llevamos visto muchas cosas. Estuvimos con Colmeiro y Serrano Plaja y Mme., quienes les mandan muchos saludos. Un gran saludo de Mme. Scheimberg y un fuerte abrazo para ambos, mío.

Scheimberg

1949-09-18 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 18/09/1949


Buenos Aires, 18 de septiembre de 1949

Queridos Maruja y Seoane:
Amigo Seoane:

Recibí hace tiempo su última carta despachada desde París el 3 de agosto, tan rica de observaciones (sabe Vd. que puede ser una explicación la que Vd. da del arte abstracto?) y estaba a la espera de su domicilio en Londres para contestarle. Su carta de Londres del día 7 de este mes la he recibido hace algunos días y no quiero demorar esta respuesta –a pesar de no estar hoy, domingo elegido de antemano para comunicarme con los amigos que tienen la suerte de andar viajando por Europa, en muy buenas condiciones de salud: Un amago de ataque de hígado, anoche, mientras cenábamos con los Viau y otros amigos. Pero deseo que esta carta le llegue antes de que termine su Exposición en Londres, con mis mejores deseos de éxito y los de todos los amigos –y son muchos!– que Vd. ha dejado aquí. En los diarios de Buenos Aires (primero en el Buenos Aires Herald y después en La Prensa y La Nación) se ha anunciado la inauguración de su muestra y que iría a la misma nuestro Embajador en Inglaterra. Cuidado con esos contactos, Seoane. Aquí estamos, a pesar de todo, tranquilos y anoche (antes de descomponerme, se entiende) Falcini y yo le asegurábamos a Viau que todo eso no pasaba de una simple medida protocolar y que Vd. va a salir ileso y seguirá ignorando, para bien del arte, a los figurones políticos –como ha ignorado hasta ahora al tal Basavilbaso, que tanto lo preocupa.
Bueno, espero que la herradura de siete clavos llevada desde aquí por Maruja y el elefante blanco –de pasta– (mejor habría sido que fuera de oro o marfil) les traigan suerte y que encuentren en Londres amigos de la buena pintura por lo menos tan inteligentes como yo... Pero vea, querido Seoane, que elegir un marte y 13 para inaugurar una exposición! Lo suyo constituye el más audaz desafío a la superstición, en la que yo –cruz, diablo! –gracias a Dios no creo...
Tenemos oído por acá que Vds. piensan regresar pronto. Aquí nos veremos, pues. Mi viaje se aplaza cada vez por más tiempo. No consigo juntar los pesos que me harían falta. Y en cuanto tengo algunos, aparece una exposición y, adiós plata –la mía y la que me prestan los amigos. He enriquecido bastante mi colección; y creo que bien. De todos modos, no desespero, pues en cualquier forma haremos el viaje Aída y yo. Con los Viau proyectamos hacerlo el año que viene... Con la baja que acaban de decretar de la libra esterlina y de otras monedas europeas, dicen que va a ser más fácil juntar los papeles (desgraciadamente con la reforma que acaba de aprobarse aquí, quitando el respaldo oro a nuestra moneda, ésta se va a desvalorizar a la par de las monedas europeas)... Allá veremos, sería demasiado prematuro complicarme ahora la bilis. Para eso basta y sobra con las cosas que están sucediendo aquí, que no ayudan, por cierto, a ser demasiado optimistas...
Maruja, Seoane: Sepan que los recordamos con cariño y todos aquí les deseamos mucha suerte.

Saludos de los amigos y un fuerte abrazo mío y de Aída.

Scheimberg y Aída

[Escrito na marxe esquerda:] P.D. Al ir a cerrar esta carta, me acuerdo que está en Londres un gran amigo mío, el representante de la Junta Argentina de Carnes, Dr. Domingo Derisi (33, Cork Street, Mayfair, London, W.1), a quien Vd. puede ver con toda confianza: Es un gran muchacho, aunque un poco loco. Si lo ve, salúdelo en mi nombre.

1949-06-18 Remitente
de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane
Transcrición

Transcripción da epistola de Simón Scheimberg, a Maruxa Seoane, a Luís Seoane en 18/06/1949


18 de junio, 1949

Queridos Maruja y Luís Seoane:

Aprovecho el día de hoy –feriado y víspera de otro feriado– que me levanté con ganas de escribir, cosa que no me pasa con frecuencia, para hacerlo. Además (y guárdenme este confesión), como siempre tengo la sensación de que estoy escribiendo para la historia –no por lo que respecta a mi persona, sino por la [carta] quien escribo– me siento cohibido y casi sin saber cómo hacerlo. Y, como es natural, termino casi siempre por no escribir y la gente por creerme un mal educado. Les doy esta explicación, queridos Maruja y Luis, nada más que para que me disculpen la demora en contestar a v/ carta del 11 de Mayo.
Nos alegra, a Aída y a mí, que les haya caído tan bien París. ¿Cómo no había de ser así? Nos imaginamos que vivir en estos momentos en París para personas inteligentes como Vds. y llenas de inquietudes de todo orden, es algo así como vivir en el centro mismo de la historia. Porque aunque el tono de nuestro tiempo no lo dé, talvez en estos momentos Francia precisamente, tengo para mí que las cosas sólo adquieren verdadera universalidad el día que Francia –es decir, París– las hace suyas. Pero dejemos eso porque Vds. van a creer realmente que me propongo parecer solemne e importante, lo que está muy lejos de mi ánimo y menos hoy, que gozamos de un día casi primaveral. Lamentamos no poder estar con Vds. y gozar con Vds. de todas aquellas maravillas, pero si Dios nos da vida (y no tendrá más remedio que hacerlo –si sabe lo que hace) algún día iremos por allí Aída y yo. Talvez el año que viene. En agosto, el 20, salen para Francia Kornblith y Sonia; piensan asistir al Congreso que se va a realizar en septiembre en Praga. Castagnino y Nina salieron hace cosa de un mes para Italia, de donde irán a París (si es que ya no están allí): Debieron llegar a tiempo para el Congreso de la Paz de París, pero n/ policía les impidió la salida para reducir la representación argentina en ese Congreso; pero nada han conseguido, pues la Argentina estuvo bien representada. Va dicho con eso que yo creo que la Sdad. Argentina de Artistas Plásticos ha tenido buen criterio al designarlo a Vd. para que represente en ese Congreso a los artistas argentinos. Qué importa que Vd. no tenga condiciones de orador si tiene otros títulos muy superiores? Pero no sigo para no envanecerlo... Escuché a los Drs. Fernández Ordóñez, de Córdoba, y Marianetti, de Mendoza, sus declaraciones –en pequeñas reuniones privadas (otra cosa no es posible hoy aquí)– sobre el Congreso. Por de pronto, creo que el mismo ha sido un perro serio para los guerristas de todo el mundo y lo será más a medida que el movimiento pacifista vaya tomando cuerpo en todo el mundo.
Gracias por las cosas que me dice de su visita a la Exposición de Zadkine (sólo a medias santo de mi devoción). Participo de su buena opinión sobre el arte –o algunos artistas argentinos. Por carta que hoy escribo a Colmeiro, sabrá de la Galería Cavalloti que aquí se ha inaugurado. Mandé también allí –para que Vd. esté representado– su mujer La blusa azul.
Para compensarme a mí mismo de no poder viajar, he agregado algunas pequeñas cosas a mi galería –adquiridas– y Sibelino me regaló un hermoso calco de una cabeza de mujer que expuso en la Hebraica (a cuenta de un fantástico retrato de la mujer que va a mandar –si no se acobarda, pues es de factura muy atrevida– al Salón y del que me prometió una copia).
Falcini está desarrollando este año un estupendo programa en la Hebrica, [escrito na marxe dereita da última folla:] que sigue siendo un centro de reunión de lo mejor de nuestros artistas plásticos. Trasmití sus saludos a los amigos. Escriban a menudo y téngannos al tanto de sus andanzas, aunque demoremos en contestar. Con un gran saludo de Aída y mis hijos para Maruja y Vd., los abraza

Scheimberg