Proxecto epístola

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L’Arte Moderna

Fondo: Luís Seoane depositado na Fundación Luís Seoane.

Revista especializada en arte contemporánea. Editada en Roma, nela escribía Giulio Carlo Argan, entre outros.
Epístolas
2 mencións
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1969-01-16
Carta de Seoane a Whitelow. 1969
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada]
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Whitelow. 1969 en 16/01/1969


El Castro, 16 de enero de 1969

Sr. Guillermo Whitelow
Buenos Aires

Querido Billy:

Te escribo tarde, llegué tarde a ésta, pues estuvimos más tiempo del que pensábamos en Asturias y es ahora cuando comienzo a ponerme al día en trabajos, pintura, grabados, etc. y correspondencia. El asunto Mallah me deja perplejo, pues tanto él como Najmías habían quedado en liquidar el 10 de diciembre a Enzo y nada tiene que ver mi viaje con el cobro de ese dinero. Es además absurdo que tenga que depender de mi regreso el cobrar algo que me pertenece. No sé qué hacer. Creo que le escribiré a Mallah, os enviaré copia. Creo, según noticias que tuve, que la exposición de los Torrallardona –menos los padres– fue un éxito, de lo cual me alegra mucho. Se trata de gente que busca, como puede, su propio camino. En España, hasta ahora, gozo de muchas cosas no demasiado nuevas para mí; de interminables discusiones acerca de todo, de las gentes y las calles de las ciudades y, desde que estoy en Galicia, de la maravilla de este paisaje, de sus nieblas, hasta de su lluvia seguida, constante, que lo mantiene con la más variada cantidad de verdes y del mar, el mar tenebroso de los legionarios romanos, de múltiples leyendas de naufragios y el del barco siempre a la deriva del holandés errante. Un mar violento cuyas olas alcanzan en la costa coruñesa de altura de las casas de seis y siete pisos, de 15 a 20 metros. Estoy imprimiendo un pequeño álbum de grabados, Homenaje a un pájaro, el título en gallego igual que el breve texto que le antecede, una cuartilla en el que recuerdo a un hornero consumido por las llamas, en Ranelagh, un hornero que Maruja y yo quisimos salvar. Sin embargo, siento ganas de regresar a Buenos Aires. Me hacen falta los amigos de ésa y el estar metido en mi estudio entre mis cosas. Extraño todo eso. En todo caso, me gustaría repartirme entre Galicia y Buenos Aires, nada más. Creo que todo lo otro no me interesa demasiado. Si se trata del pasado, aquí tengo tanto pasado como en cualquier otra tierra europea y más, incluso que bastantes de ellas, aquí está el puerto más antiguo del mundo calculado en miles de años, el de Bares, y algunos de los más bellos monumentos europeos y si se trata de hoy, de la actualidad, prefiero Buenos Aires a Nueva York y a casi todas las ciudades nuevas o que tienen partes nuevas que tratan de vivir el siglo xx o así lo manifiestan. La pobreza y la suciedad de Nueva York no la tiene Buenos Aires, claro que tampoco tiene sus museos ni sus ricos.
Bueno, ya hablaremos de todo. Escríbeme. Un gran abrazo a todos los amigos y a Enzo –que no escribe– y otro grande para ti de:

[Seoane]

Nota: ¿Qué exposición fue esa mía de Walter Thompson Argentina? ¿Qué expusieron mío? ¿Qué pasó en Mar del Plata con la exposición de óleos proyectada?
Nota 2: Adjunto copia de esta carta a Mallah y Najmías, lo más amable que puedo.
Nota 3: ¿Recogisteis los grabados que compré en la Primera Bienal de Grabado? ¿No te olvidas de comprarme L´Arte Moderna, tal como me prometiste?

1969-01-24
Carta de Whitelow a Seoane. 1969
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Whitelow a Seoane. 1969 en 24/01/1969

Buenos Aires, 24 de enero de 1969

Querido Luis:

Mientras Enzo trata de ponerse en contacto con el dúo Mallah-Najmías, yo te escribo para que no pase más tiempo entre tu carta y la respuesta. Los días transcurren normalmente. Por mi parte, entregado el inventario de los cuadros, dibujos, grabados, libros, etc. Hasta ayer hizo bastante calor, pero hoy, luego de lo que los diarios llaman una “microtormenta”, respiramos un poco. Enzo ha ido por dos días a Rosario, acompañando al matrimonio Roselot, quienes, en estos meses, publican semanalmente notas sobre las grandes colecciones argentinas. Comenzaron con los Scheimberg, luego Lorenzutti y Alessandro. Y así seguirán. Por supuesto, los clientes poderosos, como decía Maruja Mallo, está veraneando, de modo que en materia ventas todo ha entrado en punto muerto. De vez en cuando aparece algún comprador con cara de aburrido, y algún americano en busca de grabados de color local. Mientras, Testa está elucubrando las sutilezas de la nueva Galería, y contamos con el ardor del joven Puppo que, como su nombre indica, tiene grandes habilidades para correr y brindar, tomando medidas y examinando huecos y llenos en el subsuelo magno. Enzo considera que en mayo estaremos allá, aunque quizás, como suele suceder, se demore un poco. Con respecto a tu exposición en Walter Thompson, te explicaré mejor de qué se trata. Esta firma ha inaugurado sus nuevas oficinas, las cuales cuentan con un espacio aceptable para exponer cuadros o esculturas, en la sala que precede a la de proyecciones. Se supone que esta sala es el paso obligado de los ejecutivos dispendiosos, que concurren a deleitarse –o no– con los slogans urdidos por el equipo de Walter Thompson. Su director, el señor Webster, bastante sensible a la pintura, nos pidió que cada tanto le prestáramos cuadros para colocar en esa antesala de la gloria, de modo que tanto los empleados de la firma como los ilustres visitantes pudieran sin mayor esfuerzo disfrutar de un panorama aunque fragmentario de la pintura argentina actual. Y es por esa razón que enviamos cuatro cuadros tuyos con cuatro de Puppo, que aún está ahí, y que el mes que viene reemplazaremos por otros de otros dos autores. En segundo lugar, debo decirte que Enzo se ha ocupado de los grabados que compraste en Art Gallery, y yo, a mi vez regularmente, de la compra de la revista Arte Moderna. También han llegado las tapas, que te tengo guardadas con el resto. Por ordenanza municipal, han hecho desplazar el quiosco, entonces el muchacho viene personalmente a traerme la revista todos los miércoles. Por último, los cuadros para Mar del Plata ya fueron enviados, pero aún no tenemos noticia acerca de la exposición.
El que ha muerto es el Petiso González Garaño, como recordarás, estaba bastante postrado últimamente. Este lunes asistimos a su entierro en la Recoleta, en una graciosa bóveda que remeda un castillo gótico. Hablaron Butler y Burzio, pero lo mejor fue, como siempre la necrología que Manucho había escrito seis meses antes y que, con horror, le habían extraviado en La Nación, a raíz de la mudanza. Dos anécdotas. Una, sobre el difunto; la otra, sobre la nueva Nación. Parece ser que el Petiso se había vuelto muy avaro en sus últimos tiempos y, en consecuencia, murió enormemente rico. En su velorio sólo había dos coronas enormes (pues está de modo no mandar flores ahora, y todos aprovechan la ocasión): una de la Academia Nacional de Bellas Artes, y la otra del... ¡Palacio de las Papas Fritas! Esto, porque se sospecha que el Petiso era el dueño de tan exquisita institución. Y así lo acompañaron al sepulcro las dos academias.
Segunda: el día de la inauguración de los nuevos talleres de La Nación, asistió un mundo de gente. Había que apretar un botón para poner en marcha las maquinarias flamantes. La madrina lo hizo, pero nada respondió al toque del botón. Entonces, Bartolito apretó a su vez el adminículo. Nada. Recurren al obispo Caggiano y, dice Manucho que tal vez milagrosamente, se oyó un chirriar y se supuso que las máquinas funcionaban. El cóctel siguió ruidosamente tapando el maullido de gato de las máquinas. Pero, horror! horror! Al día siguiente, nadie recibe La Nación a la hora sólita. Qué pasará, decíamos. Habíamos anunciado inclusive el nuevo formato, un poco más chico. Lo que pasó fue que, cuando apretaron el botón, más máquinas estaban frenadas, pero ante la insistencia y la digitación sacra de Caggiano, dificultosamente comenzaron a trepidar, rompiéndose y despedazándose! Ergo, durante dos meses, por lo menos, estarán en reparaciones, y hemos vuelto a las antiguas máquinas próceres, y al mismo formato de siempre. ¿Qué te parece?
Estoy en la segunda versión de Macbeth, que debo entregar en febrero al Fondo de las Artes. Con respecto a esta entidad, hubo nueva alarma. Se sucedieron los pedidos para que no desapareciera y, finalmente, Pinasco y Cía. lograron entrevistar al Presidente, quien los tranquilizó, diciéndoles que el Fondo no iba a desaparecer. Sí, eso lo sabemos. Lo que puede cambiar es su estructura, y dejar de ser autárquico, y ése es el temor. Así estamos por el momento. De modo que mi traducción irá a dar a las fauces de un dios conocido a medias, y no sé cómo será lo del pago. Se ve que hay un litigio entre Venus y Mercurio en mi horóscopo actual, porque el libro que tengo en Kraft sigue inmóvil. Kraft está medio fundida. Le han pasado las deudas de la firma a la sección editorial, y entonces ésta, que andaba bien, ha tenido que quebrar. Y así, se ha ingurgitado mis 30.000 pesos, y ni siquiera contestan a mis cartas. Yo esperaré hasta marzo, y luego veremos. Imagínate cómo me ha perjudicado esto, en un momento en que se está dando el Sueño de una noche de verano, en una traducción que me pertenece con Manucho, quien siempre con gran generosidad habla del “poeta Whitelow”. ¿Dónde anda ese poeta, dirá la gente, cuyos libros nunca se ven? Yo quería justamente que saliera en noviembre, pues la obra fue estrenada en diciembre. Ya ves, caro Luis, cómo me mortifican los astros. Por suerte, lo he tomado con calma, y me digo que no hay mal, etc. A Manucho le han dado el premio Forti Glori, pero Forti está muy sentido porque él no estuvo presente cuando la apertura de los cómputos. Le ganó a Silvina Bullrich por ocho votos. Justo. El producto del premio ya lo ha invertido en la compra de una gran propiedad en Córdoba, seis manzanas de La Cumbre. Es una casa a la española que fue de Avelino Cabezas, con siete dormitorios, y una biblioteca de 14 metros. Por el parque, que es un bosque, hay diseminadas casitas, un lago artificial con una isla, un pequeño teatro donde caben unas cincuenta personas, una torre que fue atelier de Jorge Larco... Manucho piensa vivir allí por lo menos la mitad del año, y creo que puede convertirse en un centro de atracción. Por suerte, Anita no tiene inconveniente en ir a vivir a Córdoba. El lugar parece que es espléndido. Quizás vaya a verlo en febrero. Pero recién será de Manucho en abril, cuando termine de pagarlo todo. Se lo han dejado en 7 millones de pesos, lo cual es tirado.
Bueno, Luis, hasta pronto, cariños para Marujita, y mucho éxito en tus cosas.

Un fuerte abrazo de,

Billy