PROXECTO EPÍSTOLA

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TEMÁTICA: Exposición de Roberto Aizemberg. Bos Aires. 1975

[evento cultural] Exposición retrospectiva “Oleos, esculturas y grabados” de Roberto Aizemberg realizada na Art Gallery de Bos Aires en 1975.
Epístolas
1
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1975-05-02
Carta de Burd a Luís e Maruxa Seoane. 1975
Bos Aires
A Coruña
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Burd a Luís e Maruxa Seoane. 1975 en 02/05/1975


Buenos Aires, 2 de mayo de 1975

Queridos Maruja y Luis:

Hace ya varias semanas que hemos recibido vuestra carta y francamente ya no tengo más excusas para sentarme y contestarles. La verdad es que pienso que poco voy a tener que contarles de grato ya que nuestras cosas y nuestro país no nos dan oportunidad de hacerlo.
Pero lo que sí es placentero es que de sólo sentarme a la máquina tengo ya la sensación de estar en comunicación con Uds. Ya hemos dicho muchas veces que la presencia de los amigos es fundamental para nosotros como lo es también para Uds. y estos desencuentros en nuestros respectivos viajes en esta oportunidad se nos ha hecho especialmente duro. Hubiésemos deseado tanto que a nuestra vuelta de Europa estuviesen Maruja y Luis quienes habrían comprendido mejor que nadie nuestros problemas de readaptación a este medio...
Ahora me imagino mucho mejor tus relatos, Luis, de esos momentos de tu llegada a Argentina, en esas circunstancias tan difíciles, sin Maruja todavía, y la de ella a su vez, mirándote desde el barco con tu pelo rapado sin comprender qué cosas sucedían en ese nuevo suelo, a la vez tan conocido y desconocido al punto de convertirse en totalmente incomprensible.
Así estábamos nosotros, pero ahora, más optimistas, de acuerdo a opiniones de otros.
Las nuestras son que todavía nos esperan muchos días de incertidumbre y de dificultades. Uno abre todos los días el diario y, por cierto, que no son realmente edificantes las noticias, que llegan con increíble monotonía. Por ello es doblemente dura la falta de Uds. para nosotros.
Aquí hay una especie de modorra mental, bastante general, aún entre nuestras amistades más esclarecidas. Es como si no se quisiera enfrentar una realidad. Nosotros que tanto hemos coincidido casi siempre con Uds. tenemos bastantes dificultades en comprendernos con otra gente, que a mi juicio no desean, (quizás como mecanismo de autodefensa) ver cosas que yo creo obvias.
También las dificultades se manifiestan en todas las actividades del mundo artístico. Hace tiempo que no se siente esa corriente innovadora y activa en las galerías de arte, en el cine, por ejemplo, muy poco es lo que se ve y en la TV gran chatura lo mismo que en la radio.
Hasta ahora, y ya estamos en junio, sólo una exposición retrospectiva de [Roberto] Aizemberg, muy buena por cierto, merece mencionarse entre lo positivo. Pero también veo en ello una muestra de la falta de ubicación mental del público y de la crítica debido, creo y te lo repito, a la falta de verdaderos parámetros: las opiniones fueron tan ditirámbicas en todos lados, casi sin excepción, que otra vez parecía esto una provincia que se regodeaba del mago de turno. Es que ¿acaso puede ser diferente si se carece de elementos de comparación? Uds. saben bien la confianza que yo tengo, tanto como Uds. en el intelectual argentino, en su savia, en su empuje, en su claridad.
Si lo que yo veo es cierto y no solamente el fruto de días pesimistas, entramos en una zona oscura o por lo menos gris que a nadie puede alegrar y que costará mucho modificar y llenarla de nuevo de colores brillantes de siempre. Así siempre tendremos a nuestros mejores valores en otros lares; más cálidos y acogedores.
Yo confieso que poco he hecho desde mi llegada. Trabajo con dificultad. Estoy terminando una gran tela de 1,22 x 1,77 que ha dado mucho que hacer y no sé si me gusta el resultado. Antes había terminado un trabajo más pequeño, de 0,50 x 0,70, eso es todo. Ambas están concebidas en un estilo un poco diferente a lo que Uds. ya conocen y que inicié a trabajar en ese estilo en París. Mi deseo es quitarle a lo que estoy haciendo un poco esa apariencia de “joya”, de ese perfeccionismo que molesta. Así hago unos fondos manchados y la misma línea es, si bien no modifico lo perfecto de sus elipses, por lo menos empleo lo que podrían llamarse campos o zonas que se superponen y van integrando el conjunto. Todo ello subrayado con algunas elipses gruesas en espiral que, a su vez, encuadran dentro del cuadro. Y en el color, evito el degradé y por el contrario busco armonías, a veces contrastantes, pero siempre con paletas de colores restringidos en su cantidad.
En París había iniciado un camino donde todo lo que te explico en el párrafo anterior se veía reforzado con un recorte en la tela, de dimensiones importantes, de formas que tenían que ver con el resto del campo del cuadro y que permitían ver el fondo de la pared, de manera tal que había una continuidad pared–cuadro–pared–cuadro–pared, que me interesó bastante y que pienso seguir ahondando todo lo que pueda, para lo cual me es imprescindible retomar mi ritmo de trabajo, que espero será pronto.
Releo tu carta Luis, y pienso qué útil es, en circunstancias como las actuales nuestras, refugiarse en la sabiduría de otros como la de los escultores de esas tallas que me describís, y que son una fuente permanente [de] incitación al trabajo creador. Por suerte para nosotros, tenemos nuestros recuerdos tan vivos y aquí sí que sirven las documentaciones fotográficas de esos trabajos de todas épocas, que tengo la fortuna de ver a menudo en mis colecciones de fotos. De ello me felicito a menudo.
No tenemos planes inmediatos. Salvo retomar el trabajo lo antes posible con toda su intensidad, y si es posible cumplir con todo lo que ya uno se ha propuesto antes y que Uds. conocen perfectamente. Viajaremos quizás el año que viene, mientras seguiremos viendo y leyendo todo lo que podamos.
¡Qué manera de hablar de nosotros! ¿Y Uds.? ¿Qué planes inmediatos? Tenemos verdadera necesidad de saber cómo te ha ido en tu exposición, Luis, con lujo de detalles. De más está decir con que ganas leemos vuestras noticias, vuestras alegrías y que necesitamos saber de vuestras tristezas también. Por lo menos en París teníamos la posibilidad de telefonearles y de ir a encontrarles. No se imaginan cuánto lamentamos no habernos encontrado! Esto no volverá a ocurrir, lo prometemos.
Pienso que se dan cuenta que si decimos que nos despedimos con un fortísimo abrazo, sendos de Esther y mío, Uds. sienten lo cálido de nuestra despedida que es verdaderamente hasta pronto. Así lo hacemos.

Esther y Lipa

[Manuscrito por Esther Burd:] Queridos: Por hoy va un fortísimo abrazo, la próxima será más larga.

Esther