PROXECTO EPÍSTOLA

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TEMÁTICA: Grabado de una cabeza de León Felipe

Trátase dun gravado do poeta León felipe realizado en 1967. Foi unha edición de sete grabados. Un deles está depositado no Museo de Belas Artes da Coruña.
Epístolas
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Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
1967-04-14
Carta de Seoane a Scheimberg. 1967
Madrid
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1967 en 14/04/1967

Madrid, 14 de abril de 1967

Sr. Simón Scheinberg

Mi querido amigo:

He recibido sus cartas y el catálogo de la exposición de Galatea con el prólogo tan bellamente escrito y justiciero de Varela. Debió haber quedado muy bien esa exposición, colocados uno al lado de otro los pintores tan distintos que fundamentan el arte argentino de nuestro siglo, vistos así, en una galería, independientes, alejados del hogar donde usted los tiene, sin el apoyo sentimental que les presta la colección y el coleccionista que, naturalmente, influye en la visión del espectador visitante y librado cada cuadro a su propia libertad y fuerza, la que del pintor pudo o supo transmitirle. Me hubiese gustado verla y haber estado con ustedes ese día. Nosotros continuamos el género de vida que creemos haberles descrito en nuestras cartas y que suponemos les habrá relatado Lala, a quien, por cierto, le pedimos que les dijese que no habíamos recibido carta de ustedes ni de los otros amigos en bastante tiempo. Pues bien, al día siguiente de su partida recibimos una de ustedes y luego fueron llegando otras. El lunes inauguro una exposición de grabados en la Galería Fernando Fe. Expongo entre otros los grabados de Santo Domingo y una cabeza que le hice grabada en madera, aquí en Madrid, a León Felipe sobre un apunte hecho en México. Es un modo de continuar la oposición que representó la exposición de Alberti y de anteceder a la del escultor Alberto Sánchez, gran artista abstracto, que ustedes conocen, muerto en el exilio. La exposición de Alberti constituyó un gran éxito de público, de venta e incluso de crítica. El ABC le dedicó una buena nota y todos ustedes conocen el significado de este diario en Madrid. Ahora se prepara, creo que para la próxima temporada, ésta termina en junio, una nueva muestra de Alberti en Barcelona. El día 23 de este mes salimos para Colonia, donde estaremos tres o cuatro días, pues inauguro el 25 una exposición de óleos. Veremos cómo me va, mejor dicho como les va a los cuadros, pues a partir de que uno los da por terminados siguen una vida independiente del autor. Cuando uno los ve, al cabo de meses y de años les encuentra, como a los familiares y a los amigos, las arrugas y los achaques del tiempo y no se sorprende un poco. Debe pasarle al pintor algo parecido al padre que luego de muchos años ve nuevamente a un hijo cuyo recuerdo se fijó en el instante de la separación, “¿pero éste es mi hijo?”. –“¡Qué cambiado está..!” pensará para sí. Nada es eterno, se suele decir y el dicho es una perogrullada, pero una perogrullada que se afianza en nosotros a medida que nos alejamos de los años en que soñábamos que nuestras convicciones, sentimientos, hechos, etc., estaban destinados a la eternidad. Cuidado, no estoy filosofando. Ni siquiera lo intento. Lo que ocurre que, de vez en cuando, me encuentro en España con un excompañero, amigo ahora, que me dice: “Tengo un dibujo tuyo que me regalaste en Santiago cuando éramos estudiantes, tienes que verlo...” Yo hago lo posible por no verlo para no tener que decirme “¿Cómo pudiste tú haber hecho esto y encima regalarlo?” Y me dan ganas de pegarme un par de bofetadas por haber creído, hace tanto años, haber hecho algo interesante. Quizás dentro de otros muchos años me ocurra lo mismo con lo que ahora expongo aquí en Madrid y en Colonia. Lo único que siempre nos conmueve es lo que otros han hecho y hemos querido y continuamos queriendo, aún no siendo genios sus autores, no llamándose, por ejemplo, Goya ni Picasso. Ésta es posiblemente una carta distinta a la que pensaba escribirles. Apenas noticias, casi escribiéndoles de cuestiones que uno piensa algunas veces y luego deja de pensar en ellas y que nos llevarían a tratar de vivir en estado primitivo en la selva, como soñaron los anarquistas, Quiroga y Giambiagi en sus juventudes, si en mi caso no estuviese demasiado encariñado con las ciudades y lo que éstas ofrecen en nuestra época, de cine, por ejemplo. Una noticia. En Mallorca se reunieron los parlamentarios europeos a tratar asuntos relativos a sus funciones, estaban representados todos los países, o casi todos, desde la Unión Soviética hasta España. Bueno, ésta es una noticia que libro al juicio de cada uno. Yo la doy por juzgada.
Escríbannos. Deseamos saber de todos los amigos y de Buenos Aires. Un gran abrazo para todos los familiares y amigos y para ustedes de Maruja y mío:

[Seoane]

PD: Después del 10 de mayo, estaremos en Gijón, en casa de mi hermana, cuya dirección es: Luis Eguiburu (Para Luis Seoane). Farmacia. La Calzada, Gijón, España.
Y ya en junio, en El Castro, en casa de Díaz Pardo. Cerámicas del Castro. Osedo, Sada. La Coruña.

1967-05-13
Carta de Seoane a Whitelow. 1967
Madrid
Bos Aires
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Whitelow. 1967 en 13/05/1967


Madrid, 13 de mayo de 1967

Sr. Guillermo Whitelow
Buenos Aires

Mi querido amigo:

Hoy le he escrito a Enzo quejándome de la falta de respuesta de él y tuya a mis cartas. No quiero insistir contigo. También le doy noticias de mis exposiciones en Alemania y España. He trabajado mucho. Hice alrededor, aparte de óleos, la mayoría de los que ahora se exponen en Colonia, algunos grabados, un retrato de León Felipe cuyo apunte hice en México, unas cincuenta acuarelas con un tema, cabezas barbudas en general, paisajes y notas abstractas, deduciendo todo el partido posible de esa técnica y además, se lo digo a Enzo, más de cien cabezas hechas en cafés de diversas ciudades de gentes anónimas, atendiendo en lo posible, dada la rapidez de los apuntes, a sus rasgos y a su psicología. De ellas seleccionaré unas cincuenta para editar en la colección iniciada por tu libro de poemas. Hemos estado en algunas ciudades castellanas, entre ellas Cuenca, misteriosa, con sus casas edificadas sobre rocas gigantescas, hogar primero de aves de rapiña tan altas rocas y casas seculares, como los edificios modernos de Nueva York, donde, seguramente, en el pasado, los cristianos oteaban el horizonte en busca de huestes moras que tratarían de aniquilar, utilizando como arma la ventaja de la altura. En una de esas casas antiguas que tiene como pared lateral la roca que limita un precipicio, han acondicionado un Museo de Arte abstracto español, extraordinario. En su acondicionamiento han respetado unos artesonados mozárabes y unas pinturas murales del siglo xv, en sus partes menos deterioradas, que representan escenas caballerescas y que se avienen muy bien con la pintura que exponen y los sobrios muebles de nuestro tiempo. Resulta uno de los más bellos museos de cuantos he visto, situado en una ciudad provincial de procesiones extrañas, medievales, residencia de ricos manchegos que no recuerdan para nada ni a Don Quijote, ni siquiera a Sancho, aunque bien quisieran ellos que así fuese, en el caso del primero y, en mi caso, me gustaría que al menos se pareciesen o imitasen al Sancho gobernador. Lo único quijotesco de esa ciudad, aparte su construcción verdaderamente quijotesca, pero de Quijotes lejanos, olvidados, es el Museo de Arte Abstracto, que no tuve tiempo a saber que pensaban de él la fuerzas vivas de la ciudad. Sólo sé que le gusta al dueño de restaurante Baviera, un gallego emigrante en Castilla que se dispuso a coleccionar cuadros de los pintores representados en el museo.
Bueno, me gustaría que me contestases a alguna carta, que me enviases noticias de ahí, de la galería, de lo que se te ocurra, pero que escribieses.

Un gran abrazo de Maruja y mío:

[Seoane]

Nos vamos para Asturias y Galicia. La dirección en Asturias es:
Farmacia Eguiburu. La Calzada. Gijón. España
Y en Galicia, después del 10 de junio:
Porcelanas del Castro. Osedo. Sada
La Coruña. España.

1967-05-26
Carta de Seoane a Cherniavsky. 1967
Xixón
Vicente López
Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Seoane a Cherniavsky. 1967 en 26/05/1967


Gijón, 26 de Mayo de 1967

Sres. Julia e Isidoro Cherniavsky
Vicente López

Mis queridos amigos:

Recibimos en Madrid la carta última de Isidoro hace quince o veinte días, no recuerdo ahora exactamente la fecha, y nos alegró muchísimo saber de ustedes. Nosotros continuamos viendo lo que podemos y descansando ahora en Asturias del trabajo de Madrid, donde pinté mucho, grabé algo –una cabeza de León Felipe– y expuse con éxito hasta el 17 de este mes. La exposición de Colonia se cierra mañana, luego es probable que se remita a Hamburgo y uno de estos días se inaugura la de grabados de Munster. Aquí, en Asturias no hago nada sino gozar del paisaje maravilloso de este país de montañas abruptas, eternamente verdes, coronadas en parte de nieve y con valles idílicos donde no es cuenca minera, que es negra y blanca como esta ciudad, Gijón, que es su puerto más importante. Maruja y yo pasamos una buena parte del día entre las farmacias de mi hermana y de mi cuñado, a 500 metros una de la otra, haciendo tertulia de rebotica y actualizando viejos recuerdos familiares, universitarios y de los otros, de los que no se debe hablar demasiado. En la primera decena de junio nos iremos a Galicia, donde volveré a trabajar hasta nuestro regreso a Buenos Aires. Tengo muchos proyectos, algunos de los cuales pienso realizar allí en donde cuento con un gran estudio acondicionado para mí por un amigo y desde el cual veo bosques, campesinos trabajando la tierra como hace dos mil años, una aldea marinera y el mar. De vez en cuando hablaré con algún campesino o pescador que poséen una especie de memoria secular, que estoy seguro me contará, a propósito de cualquier noticia actual, alguna leyenda heredada del ciclo caballeresco, o me referirá hazañas de las ánimas que pueblan la fantasía gallega y de fantasmas errantes condenados. Si es un viejo campesino es posible que lleve en el bolsillo migas de pan para alimentar las hadas de las fuentes, y si se trata de un viejo pescador nos relatará picardías y hazañas de los delfines, o sucesos de ocurridos hace mucho en las rías, en los que intervinieron fuerzas sobrenaturales, que él, como el campesino, tratará de explicarlos con intervención de los muertos. Todo ello después de muchas razones: argumentos más o menos racionalistas, porque algunas gentes, maestros, médicos o curas, se vienen empeñando en que no sean tan paganos y no crean en aquello que no vieron y les contaron sus padres y abuelos, a quienes, por otra parte deben creer, o que dicen haber visto ellos mismos en algún momento de alucinación. Todo esto tiene para nosotros un encanto indescriptible, nos vuelve a la niñez y a todos los miedos pasados. En el viaje anterior conocimos un cura muy alto y de ojos azules, con una sotana pobre llena de suciedad y manchas, que actuaba de radomante buscando agua, a través de la vibración de la plomada, para algún vecino. Era un visionario de orígen campesino que había olvidado las lecciones del seminario, y había regresado al paganismo. A nuestro juicio era lo mejor que pudo haberle ocurrido, de no vivir su tiempo como, naturalmente, no lo vivía. Continuaba siendo en el siglo XX el sacerdote, el druída, de una tribu anterior a Roma en esta parte de occidente. No sé por qué les escribo de todo esto, como no sea porque esta Galicia es la que nos explica de alguna manera a Maruja y a mí. De Buenos Aires tenemos pocas noticias. De pintura en Madrid vimos muy poco últimamente que valiese realmente la pena, una exposición muy buena de Lucio Muñoz, que expuso hace años en Bonino, una notable grabadora norteamericana y una de dibujos muy buenos ilustrando a Bertold Brecht de un escenógrafo catalán. También vimos otra muy amplia de Torres Aguero con el que estuve en Madrid.
Esto es todo por hoy. Escríbannos. Uno de estos días le escribiré a Dina y Abrasha Rotemberg, de quienes no tenemos noticias. Un gran abrazo para los dos de Maruja y mío:

[Seoane]