1954-01-11 |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Serrano Plaja a Luís e Maruxa Seoane. 1954 en 11/01/1954
11-1-54
Queridos Seoane y Maruja:
Si yo no tuviera una confianza ilimitada en vosotros, creo que no me atrevería ni a escribirles. Mas como sí que la tengo, abuso de ella, viniendo así a ser esta carta un verdadero abuso de confianza. Lo peor de todo es que ni siquiera tengo una excusa para presentar por haber dejado de escribir durante tanto tiempo. No me ha pasado nada, no me he muerto ni he tenido cálico biliar, ni me han metido en la cárcel ni nada. Nada.
¿Qué, pues, deciros, a más de desearos y de muy verdad –aunque tal vez ya vosotros no creáis en verdad ninguna que venga de mi parte– que os vaya lo mejor posible en 1954? Bueno, sí, algo más puedo deciros –siempre con la intención de justificarme, si es que puede, ante vosotros y que será algo vago, pero que me permitiréis que lo deje así: digamos que he estado tan aburrido de mí mismo durante tanto tiempo que ni siquiera por correspondencia me atrevía yo a exponer a mis amigos al contagio de enfermedad que tan pesada resultaba ya para mí mismo.
En fin, yo pensaba ya escribiros estos días, de cualquier modo. Pero la puesta en marcha, o si queréis, el acicate para hacerlo de una vez ha sido la llegada, ayer, de una tarjeta postal de Schoemberg. Sí, figúrate tú, Luis, de él mismo. De manera que casi me dan ganas de sacar a relucir lo de los escondidos caminos de la Providencia, etc. Claro está que tú has comprendido ya y entonces no te extrañará mayormente: la dicha tarjeta era tuya, en el sentido de que era la reproducción de algo tuyo. Te aseguro que cuando he dicho antes lo del acicate, casi tiene un sentido literal, porque al verlo fue como si de verdad la vergüenza me diese un formidable espaldarazo para decirme: “de hoy no pasa”. Y aún con todo, pasó de hoy, ya que esto fue ayer. Pero al fin y al cabo aquí estoy. Y no sólo para escribiros y deciros que os deseo muy buen año y alegrarme de que os vaya lo mejor posible, y recordaros mucho más que mejor, sino también con la formidable pretensión que sigue: yo quiero saber que, a pesar de todo, no estáis enfadados conmigo. Lo cual quiere decir que, aun reconociendo que tendríais más que derecho a ello, yo os ruego que no sea así; y que si lo era, que me perdonéis y que tal manera de perdonar se manifieste aunque no sea más que en dos palabras –literalmente, dos palabras– pero que me lleguen pronto. Ale, sed buenos y hacedlo, pero ahorita, ya mismo.
Las tales dos palabras es lo que podríamos llamar la ración mínima; peor no está de ninguna manera prohibido que se multipliquen, como los panes y los peces. Ni –tampoco– que fueran para anunciarme o, mejor, confirmarme el anuncio que algunos amigos me dieron de que pensáis volver por aquí. Esa, por ejemplo, sería una excelentísima manera de desearme buen año para el 54.
De mí, no sé bien que podría contaros. Vivo, que no es poco, aunque como antes os decía, por momentos soportándome apenas, lo que es más que mucho, como pesadez. Escribo, no mucho, algunos poemas como resultado concreto. En prosa, tengo comenzadas tres novelas que han sido otras tantas derrotas para mí ya que ninguna he conseguido terminar. En los momentos de optimismo me da por echarle la culpa a Francia o, con más precisión, a mí mismo por seguir viviendo aquí. Pero ya digo que se me ocurre en los momentos de optimismo. Por lo demás, y por lo que sé de los amigos míos que andan por ahí (y ahí es desperdigados por América) parece que tampoco se sienten contentos, y entonces yo trato de consolarme con ello, por lo mal de muchos, consuelo de tontos, pero consuelo al fin. De vez en cuando traducen por aquí alguna cosa mía. Y en estos últimos meses que acaso siento una mejoría en el sentido de que me siento con mayor acopio de energía (que me da de sí por lo menos para tratar de escribir a los amigos de quienes me acuerdo con simpatía) me he hecho algunas promesas solemnes de las que no me atrevo a hablar, porque yo mismo no estoy muy seguro de cumplir. Por de pronto, hace algún tiempo mandé una novela mía a México donde, al parecer, la van a publicar. Pienso hacer otro tanto con algunos poemas. Leo lo que puedo. Voy a las exposiciones (a propósito, la última de Clavé que yo no sé si es buena o mala, aunque a mí me parece que es buena, ha tenido un éxito sin precedentes: el mismo día de la apertura, en Drouan David, había vendido todo) aunque no a todas. Alguna vez veo a Colmeiro, muy de pascuas a ramos y para jugar una partida de ajedrez que le gano invariablemente lo que le da una furia realmente divertida y me hace unas teorías formidables para demostrarme que, aunque yo le gano, él juega muchísimo mejor que yo. Es un tipo de lo más curioso aunque excelentísimo. Ya le conocéis.
Últimamente, estas Navidades he tenido dos buenas cosas: una, la visita de mi hermano que, al cabo de los años, ha conseguido un pasaporte y ha estado pasando unos días con nosotros; otra, que por esos mismos días cayó por aquí Rossi. Yo no sé si vosotros le teníais el mismo aprecio que yo, mas como el mío es grande, por eso digo que su venida, con su mujer, fue una buena cosa para mí: venía a organizar la Trienal de Milán y le estuve sirviendo de intérprete con mucha gente absurda, pero nos reímos mucho y lo pasamos bien. Él acaba de organizar en Milán la exposición de Picasso que quizá es la más importante que se ha conseguido hacer en los últimos treinta años picassianos, ya que ni en Roma, poco antes, consiguieron como logró Rossi presentar, simultáneamente, a más de los cuadros de aquí el Guernica del Metropolitan, y varios de los Picassos que están en Moscú. En consecuencia, el éxito ha sido fabuloso: 185 mil visitantes y 65 millones de liras. Y, en consecuencia, también, para Rossi un éxito de organización que cotiza, creo, en forma de autoridad y respeto.
¿Qué más? Yo creo que, de no ponerme a escribir un libro de memorias, así, en carta, no me queda más por decir. Ah, si: el chico este año es el primero de la clase por dos meses seguidos y, como yo, en general, nunca conseguí ser si no el último o poco menos, estoy de un orgullo paternal formidable; aunque en el fondo, en el fondo, casi desconfiado e inquieto: eso, ser el primero, me parece a mí tan anómalo que no sé, no sé...
Y termino. Recibid un abrazo mío bien fuerte y bien verdadero, como quisiera dárosle materialmente. Dad saludos de mi parte a los amigos que supongáis que los apreciarán como recuerdo y vosotros sed buenos, no me toméis en cuenta el que haya dejado de escribiros durante tanto tiempo y contestad. Por mi parte, prometo solemnemente que si veo que lo hacéis, es decir, que lo pasado pasado, me portaré como persona seria. Otro abrazo
Arturo Serrano Plaja
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1965-07-07 |
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Bos Aires |
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada] |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1965 en 07/07/1965
Buenos Aires, 7 de julio de 1965
Sr. D. Isaac Díaz Pardo
El Castro
Querido Isaac:
Recibí dos cartas tuyas luego de escrita mi última, no sé qué día, y recibí también los recortes de los diarios que son para mí de gran utilidad. Creo haberte escrito que las tapas para esos dos libros las envío cuando quieras, pero no se adonde, ni formato, ni cantidad de páginas aproximadas de ellos, ni límite de tiempo para el envío. Las tapas y los nuevos dibujos de Laxeiro y los míos. Maruja está buscando los originales de fotografías, tienen que existir muy buenas y en cantidad considerable en los archivos de los diarios, o en los particulares de los fotógrafos de ellos. Bueno, en cuanto a tu otra carta que te agradezco mucho por lo significa de amistad, no la contesto por ahora; no me entendiste, y no creo, por tu respuesta, que valga la pena insistir. Continúo fiel a mis convicciones pero estoy harto de todos los lugares comunes que se usan en nombre de ellos y que terminan sirviendo a los empresarios. No tienes, pues, por qué escribirme sobre una posible afección a no sé qué glándulas –no sé que tienen que ver las glándulas con estas cuestiones– ni sobre la posibilidad de que me “incomprometa”, ni la de que marche a Suiza a hacer arte abstracto para vender a los millonarios suizos, pues no es el mejor país para vender a los millonarios ni es tampoco un centro decisivo del arte abstracto, ni el arte abstracto o lo que así se llama, es tan despreciable como para que uno deje de pensar seriamente en él. Tiene al menos una gran tradición en el arte folklórico de todos los pueblos desde la prehistoria, sin que a los pastores o campesinos que los hicieron les compraron los millonarios suizos, y sin que Picasso y otros grandes pintores que yo admiro cambien en nada porque les compren los marchantes y millonarios de todo el mundo, no únicamente de Suiza, y hagan su Guernica y su Corea cuando llega el momento. Para ellos y no para otros, de hacerlo, aunque el resto de la vida hagan el arte que quieren. Por mi falta de talento y habilidad quizás no pueda llegar nunca a hacer nada de lo que ellos hicieron. En cuanto a lo de “incomprometido” no quiero discutir esta palabra. Creo que la discutimos bastante, la inventaron hace más de treinta años y resulta hoy caída en desuso y es una necedad. El arte está comprometido siempre, aunque a veces resulte difícil de entenderlo a los agitadores del compromiso y a los otros, los que piensan que el artista debe ser ajeno a las cuestiones de los hombres. Por los mismos años en París Eugenio Sue era socialista y Balzac monárquico y nosotros ya nos hemos olvidado de Eugenio Sue. Pero todo esto lo sabes tú de sobra y creo que usas la palabra sólo para irritarme. Como puedes notar estás, y estoy, en cuanto a discusiones, como en 1963 a la hora del desayuno, lo que resulta un buen síntoma. Sobre los economistas, etc., no quiero escribirte hoy, terminan siempre cuando son financieros, además, pidiendo la supresión de las garantías de trabajo de los obreros. Algo que yo jamás hice desde mi supuesta torre de marfil. (Sobre la torre de marfil –generalmente igual o parecido a la torre de marfil de un científico– publiqué hace años unas paradojas en dibujos con un prólogo del que tampoco me desdigo). Pero todas estas son cosas que no les preocupan, en general, a los amigos de esa. Pero ahí van noticias más importantes que las que se refieren a mí. Laxeiro está haciendo una espléndida exposición en la Galería Lascaux con mucho éxito de público y venta. El primer día vendió cinco cuadros, seguramente venderá más en esta semana. En el Centro Gallego se está organizando una exposición de Dionisio Fierros, con cuadros de género y algún paisaje, pertenecientes todos a un coleccionista de Buenos Aires. Son catorce cuadros los reunidos. También se organiza un concierto de canto medieval gallego para final de mes, y, aparte, alguna conferencia de Vilanova y de una doctora argentina, Sra. Pastor, sobre el quinto centenario de los irmandiños y las revoluciones burguesas en Galicia durante la Edad Media. Como puedes notar ya no puedo hacer otra cosa, pues no me queda tiempo, que ocuparme del Centro Gallego. Ahora no sé como zafarme de este compromiso. De pintar, hacer mis trabajos y no puedo. Me alegro mucho de los dibujos que piensas publicar ¿de qué se trata?, ¿un álbum? ¿les acompañan narraciones como el anterior tuyo? A Domínguez lo vi una o dos veces más y no conseguí nada nuevo de él. De Vigo recibí por correo aéreo un ejemplar de mi monografía quedó muy bien. Hoy le acuso recibo. Villamarín supongo que se irá a vez al Castro. Iba a Orense con su hermano para ver a sus padres. Aquí le hicieron una gran cena de despedida. En ella vi a Núñez Búa que luego, días más tarde, estuvo en casa. Ni una palabra acerca de la discusión vuestra, ni sobre ti. José Luis Romero debió haber llegado, al menos lo esperaban días pasados amigos comunes, pero aún no lo vi. Le llamaré uno de estos días para que me cuente sus impresiones. Laxeiro me dice que el problema de Luisa y su hija es cosa de él, que por otra parte nunca fueron a sus exposiciones. De modo que no te ocupes de eso. Te va a escribir.
Bueno, por hoy nada más. Te vuelvo a pedir que me envíes el formato de las publicaciones para las que tengo que hacer las tapas. Ellos tienen varias colecciones y quiero hacerlas lo mejor posible. Maruja y yo pensamos en el mar de Sada. Os rogamos toméis un café, Mimina y tú, en la Terraza en recuerdo nuestro. Un gran abrazo para todos de:
Seoane
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1967-01-19 |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Falcini. 1967 en 19/01/1967
Madrid, 19 de Enero de 1967
Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Recibimos la fotografía que nos envió de una obra suya con las felicitaciones para este año que agradecemos mucho. Me alegró encontrarnos en Madrid con una imágen de su escultura, siempre rigurosa, pero dejando traslucir tras el rigor su apasionada fé en la vida, en el hombre y en la naturaleza, que es lo que el artista debe fundamentalmente revelar cualquiera sea el género de sus búsquedas y el camino estético que lo oriente. Eso es el realismo, tal como yo lo entiendo, todo lo demás es formalismo, academia, dejarse ir por cauces que otros iniciaron.
Acabamos de ver una exposición de escultura de un gran artista español, Pablo Serrano, toda ella compuesta de formas deducidas de la naturaleza, barrocas si se quiere, como puede ser barroco un árbol, la tierra y el mar tormentoso, presidida por una gran cabeza (creo tiene un m. de alto) de Antonio Machado, copia de otra que la policía le retiró en Baeza en un acto que intelectuales y estudiantes habían organizado para colocar una placa en la casa en que había vivido el poeta en los años en que había sido profesor en esa ciudad. La cabeza que le hizo Pablo Serrano es, efectivamente, monumental, como una mascarilla gigantesca, pero plena de vida, dejando traslucir a través del rostro fielmente reproducido la enorme sabiduría y la humanidad de Machado. Es tambien un canto a la vida lo que ejecutó Serrano, un canto al hombre y poeta que fué Machado, un canto elevado en bronce que ha de perdurar por mucho tiempo. Esta copia, la que ahora se exhibe en una galería madrileña, la acaba de adquirir el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York, mientras la otra continúa encerrada en un depósito policial.
Así viene siendo España desde hace siglos. Ningún pueblo ama la libertad más que sus hijos y ninguno la escarnece más. Poco antes de llegar nosotros a Madrid un congreso de críticos de arte españoles pidió se incorporase al Museo del Prado el Guernica de Picasso y es posible que algunos de los que piden esto ahora hubiesen dado lugar al dolor de Guernica, pero el ir dando tumbos del blanco al negro, blanco y negro extremos, de la cal al carbón del infierno, es una condición española, al menos de gran parte de España, pues en Galicia el pueblo se deja llevar por la fatalidad y su condición es la de los vagabundos y peregrinos.
Sentimos mucho la noticia del fallecimiento de su hijo y lamentamos no haber estado en Buenos Aires para acompañarles. Recibí carta de Frontini. Mañana o pasado le contestaré. Debo carta a muchos amigos. Saludos. Por hoy reciban Uds. el abrazo de Maruja y mío, acompañándoles en su dolor:
[Seoane]
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1967-02-02 |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Payró. 1967 en 02/02/1967
Madrid, 2 de febrero de 1967
Sr. Julio E. Payró
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hace semanas, o meses, ya no sé, que debí haberle escrito. En Bonn, con Nélida y Tomás Negri una noche en la que les hemos recordado, decidimos escribir una carta colectiva que no llegamos en ningún momento a redactar, pues la dejamos para mañana, un mañana como ocurre en estas decisiones con todos los mañanas, que no llegó. Sin embargo les tuvimos siempre presentes. Ahora estamos en Madrid instalados en un pequeño departamento que alquilamos por unos meses quizás hasta Julio o Agosto, y desde aquí haremos algunas correrías a ciudades castellanas antes de ir a Asturias y Galicia, a donde iremos a comienzos de la primavera, cuando sean menos constantes las lluvias. Es inútil tratar de describir en una carta todo lo que vimos desde que salimos de Buenos Aires y nos gustó. Méjico en primer término, la gloria de su barroco, la riqueza de tanto ornamento en oro componiendo algunos de los altares más bellos del mundo. La piedra trabajada elevándose entre plantas y árboles tropicales, o que a nosotros nos lo parecieron, en paisajes por kilómetros semejantes a los de Castilla por el color. La arquitectura, lo que queda de ella, y la escultura precolonial. Y luego el pueblo. Un pueblo de complicados y agresivos mestizos, atrozmente nacionalistas, y de indios pobres, simpáticos y cordiales que se mueven como ánimas en pena en un mundo de “muertitos”. Todos los “muertitos” quizás de las civilizaciones perdidas que perduran en ellos por una especie, es posible, de memoria ancestral, los aztecas, los toltecas... La ciudad de Méjico tiene un espléndido museo antropológico, pero las calles mismas son un museo, por ellas pasean los restos de viejas civilizaciones y sus mezclas. En las más recientes con los españoles queda, en general, en los ojos y en el rostro la crueldad de conquistadores y aztecas. El águila y la serpiente son, a mi juicio, un exacto símbolo de Méjico sin poder saber yo a cual sangre pertenecen la serpiente y águila, a conquistadores o conquistados. Nosotros, de orígen europeo, tambien festejamos los “muertitos”. El festejo es similar al de todos los pueblos primitivos. Nuestros bisabuelos de Galicia tambien comían y bailaban sobre las tumbas de sus antepasados en el día de los muertos y en el atrio de las iglesias. Le escribo sobre Méjico porque seguramente es lo que más me impresionó en cuanto a países y al que deseo volver. Luego me impresionaron de otra manera la ciudad de Nueva York, muchos de los museos que ví, el Guernica, las exposiciones de Picasso, la cordialidad de la familia Negri y el haber encontrado en Roma una “trattoría” con dos grandes cuadros del pintor exiliado español Gaya, envejecido, solitario y a quien llaman, el dueño de la trattoría y los camareros, “el profesor”, que fueron pintados como homenaje al Ticiano y a Velázquez. El homenaje de un hombre desterrado, aparentemente vencido, que solamente vive en su pintura.
Ahora en Madrid estoy trabajando y por estos días está abierta en Bonn una exposición de grabados míos que, según Negri, tiene mucho éxito. Ya les iré escribiendo, así de la misma manera que ahora, súbitamente, cuando menos lo proyecto. Un abrazo para los [escrito na marxe esquerda:] amigos comunes y otro grande para María Inés, Silvia y usted de Maruja y mío:
[Seoane]
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1972-02-21 |
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Bos Aires |
Washington, D.C. |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Ortiz Alonso e Otero Espasandín. 1972 en 21/02/1972
Buenos Aires, 21 de febrero de 1972
Sr. D. José Otero Espasandín
Washington
Queridos Espasandín y Alicia:
Creo que no podéis daros cuenta de la emoción que nos produjo vuestra carta. Igual que vosotros estuvimos durante mucho tiempo pendiente de los Dieste por vuestra dirección, pero siempre se olvidan de dárnosla, seguramente por las razones que tú mismo expresas. Creo que fue en 1966 cuando recibimos una carta de Espasandín dirigida al Centro Gallego en la que daba noticia de haberse jubilado en la Organización Mundial de la Salud. En 1967, nos parece, fuimos a San João de Estoril para encontrarnos y estar con vosotros, pero acababais de marchar, no supieron decirnos hacia dónde, hacia San Andrés de España nos dijo el dueño de un ultramarinos y nosotros no conocíamos más que San Andrés de Teixido. Pensamos que sería Santander y nos pareció muy extraño que nadie tuviese noticia de esto. La dirección de Portugal nos la había dado Mincho. En otro viaje anterior habíamos estado con Cuqui y su esposo en La Coruña. En Lisboa, a nuestro regreso de San João de Estoril, nos sentimos decepcionados, pues estábamos seguros de encontrarnos. De España hay mucho que escribir, que hablar. Todo cambió mucho, pero continúa existiendo la división profunda que hizo posible la guerra. Todos los problemas que España heredó de la monarquía continúan sin solucionar, subyacen ocultos en el crecimiento de las ciudades, sobre todo de las que eran ya ciudades grandes, Madrid, Barcelona, Valencia, etc., y en el relativo bienestar de una parte de la clase media que luego de los años de hambre producidos después de la guerra, hasta alrededor del 55, pudo proveerse de todo lo que era popular en la sociedad de consumo en que vivimos. Pero el pueblo tiene que emigrar y esta vez emigran gentes de toda España. Los países que encabezan la emigración son Galicia, siempre primera en las desgracias, y Andalucía, con Extremadura, son las regiones que peor están. En Galicia, quedan aldeas desiertas. No hay quien trabaje la tierra y la gente de mar emigra a otras partes. Toda la flota mercante noruega está compuesta de tripulantes gallegos y los pescadores trabajan para empresas holandesas, alemanas, etc. En Terranova, hay unos tres mil pescadores gallegos según leí no hace mucho en un diario gallego. Es verdad que los ánimos se aflojan poco a poco en los que no es fundamental. Tú puedes escribir cartas libremente. Puedes opinar sobre muchas cuestiones que no amenazan en absoluto los fundamentos económicos, sociales y políticos del Estado español. Incluso los dirigentes de ese Estado hacen declaraciones sorprendentes en su supuesto liberalismo. Puede entrar quienquiera hubiese salido por razones políticas de España, porque, ¿qué importa la opinión de una persona en general ya anciana, que salió de España hace más de treinta años y es desconocida de todo el mundo o sólo conocida de una minoría intelectual? Pueden hacer elogios de Machado, de Hernández, de Unamuno y se editan libros de éstos y de otros heterodoxos políticos que por sus precios pueden comprar únicamente una minoría, profesionales y universitarios, que la Dirección General de Seguridad conoce sobradamente y sabe que no cambiarán jamás sus ideas. Los funcionarios de Bellas Artes pueden reclamar el Guernica de Picasso para un Museo de Madrid. Se legisla para Castilla. Se convierte a la capital oficial y a Valladolid en dos grandes ciudades industriales. Hundieron en lo posible a Cataluña. Se enseñan los otros idiomas españoles. En la Facultad de Filosofía y Letras que tiene ahora su sección de lenguas románicas, se enseña y estudia el gallego, pero, en cambio, se le niega a Galicia industrias vitales y se aplica una ley de concentración agraria que hace huir a los campesinos de su tierra. Todo es muy complejo y conviene analizarlo en España mismo. Desde fuera es imposible. Se han publicado algunos libros sobre el idioma gallego, el último que sepa es precisamente de la Facultad de Letras y se titula Gallego, Gallego 1, le dicen en las librerías porque es el número 1 de una serie sobre el idioma que prometen aparecerá. Se publican muchos libros gallegos, pero la editorial más importante continúa siendo Galaxia. Hay muchos escritores jóvenes, algunos de mucha calidad, Méndez Ferrín, Xohana Torres, etc. En cuanto a la Academia, actúa con la parsimonia de todas las Academias, pero en el caso de la Gallega no cuenta siquiera con el dinero para regularizar la publicación de algo tan indispensable como su boletín. Además de García Sabell y Dieste están Piñeiro, Fernández Del Riego, Carballo Calero y otras gentes igualmente valiosas y dinámicas, pero que no pueden hacer demasiado. Tiene, esto sí, una buena biblioteca y algunos ejemplares raros.
De nuestra vida, apenas puedo decirte otra cosas que Maruja y yo continuamos con las implacables variantes que produce en todos la edad, lo mismo. Tenemos muchos amigos, trabajo todo lo que puedo, he hecho muchas cosas, pintado, grabado, editado revistas, libros, etc., y hasta una audición radial, Galicia emigrante, que duró 17 años, para la que hacía todo el texto y en la que alguna vez te dediqué algunas notas. Luego de Londres, en 1949, vivimos en una oportunidad seis meses en Basilea y en otro viaje otros seis meses en Ginebra. Hice varias exposiciones en Alemania y otros países europeos, e hice una de más de cien obras en Madrid. Pero siempre volvemos a Buenos Aires. Esto acabó por gustarnos y hoy es en exposiciones, conciertos, teatro, cine, la ciudad que en Occidente sigue a París, Londres, Nueva York, por su enorme movimiento cultural. Resulta ya una ciudad monstruosa que no conoceríais con sus ocho millones y medio de habitantes. Varela está aquí, trabaja mucho en traducciones, estos días precisamente le acaban de encargar la traducción de las obras completas de Gil Vicente. De mi familia, falleció hace años mi padre. Mi madre tiene 85 años y mi hermano continúa trabajando en su profesión y tiene dos hijos, uno que estudia ingeniería y una chica que estudia bachillerato. De los amigos comunes venidos de España, quedan pocos. Fallecieron, además de Farias y entre muchos, Cimorra, Julián Bautista, Viladrich, Mariano Perla muchas grandes figuras de la República, políticas y militares, entre ellos Jiménez de Asúa y el general Martínez Monje. Maruja Mallo regresó a España y vive en Madrid. Cuadrado se conserva como siempre. Buenos Aires es verdad que fue muy duro con vosotros, pero en algunos años, la década del 50 al 60 todo cambió , en parte, creo que contribuyeron mucho los emigrados españoles, alemanes e italianos que tuvieron parecidos comienzos duros, y una juventud que ahora tiene alrededor de 40 años que se exigió mucho a sí misma. A Attilio Rossi lo vimos en Milán en el año 60, vive bien y está contento. Alberti está en Roma, muy bien, estuvimos con los dos, con él y María Teresa, dos o tres veces en distintas oportunidades.
Con Varela os hemos recordado muchas veces y Maruja y yo recordamos vuestra casa de Belgrano, las reuniones que hacíamos, los proyectos que forjábamos, algo que quedó atrás, pero de que continuaremos escribiéndonos. El año pasado realicé una exposición retrospectiva de grabados en el Museo de Arte Moderno y en el catálogo publiqué el retrato que hice en litografía de Espasandín. Era una especie de homenaje a unos amigos muy queridos de los que hacía muchos años no teníamos noticias. Ahora, al fin, tuvimos noticias de ellos y nos alegró como no podéis imaginaros.
Escribid. Un gran abrazo para Alicia y para ti de Maruja y mío:
[Seoane]
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1973-04-22 |
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A Coruña |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1973 en 22/04/1973
La Coruña, 22 de abril de 1973
Sr. D. Lorenzo Varela
Buenos Aires
Queridos Marika y Lorenzo:
Llevamos tres meses aquí en La Coruña y hemos escrito muy poco a todos los amigos y a vosotros nada, esperando hacerlo Maruja y yo con abundancia de noticias personales, pues, en cuanto a las otras no podemos mejorar las de los diarios ni en cantidad ni en calidad brutal con que se acumulan. Hemos vivido el tiempo electoral del peronismo en España, donde por vez primera en tantos años los diarios y el pueblo español demostraron poca simpatía, casi ninguna, por el peronismo, destacando los mejores comentaristas la confusión en que estaba sumido el pueblo argentino y el riesgo que significaba el triunfo de una causa donde se reunían carcas, conservadores, librecambistas, nacionalistas, liberales, pro-yanquis, fascistas, socialistas aparentemente democráticos, comunistas, trotskistas, de Mao, sindicalistas, tercermundistas, post-conciliares, etc. Lo vivimos con un gran asco. Nos dan muchas ganas de sentarnos a la puerta de nuestra casa, como los chinos –no tenemos una casa, sino un departamento y ya no es igual– a ver pasar el tiempo y ver, si se pudiese, rodar el mundo. Pero no es posible y lo sentimos. Nos pasamos la vida viendo como en política triunfan los peores y esta vez, en cuanto a la Argentina, el perro –perdón perro– que escucha el gramófono de los discos de la Víctor.
Aquí también vivimos la muerte de Picasso. La gente mejor lo sintió. La no tan buena y la mala probaron su necrofilia y todo se viene discutir si se debe traer el Guernica y si se debió enterrar en España a Picasso, etc. Luego de muerto, se olvidan hasta de los atentados a su obra en Madrid y otras partes de España y el odio que manifestaban siempre al leer solamente su nombre. Un pintor de éxito en Madrid, Quirós, declaró: “Era muy mayor y es lógico que se muriera algún día este señor”. Parece una frase de España negra de Solana, la que corresponde quizás a la franqueza castellana. Leer su nombre debía ser para este Quirós una tortura. Ser pintor y no tener el genio ni la capacidad de trabajo, ni la inquietud de él, tenerle una envidia cainita, como debió tenerle, debía ser atroz.
Bueno, a lo nuestro. Os estamos esperando. Creemos que vendréis en junio. También os esperan los Diestes, García Sabell, Díaz Pardo, Paz Andrade, etc. Queremos que nos digáis cuándo vais a venir para no hacer planes ni regresar a Buenos Aires por esas fechas. Yo expondré en Madrid alrededor del 20 de mayo. Trabajé mucho. Tengo 22 o 23 óleos nuevos y están a punto de salir un libro de crónicas que fueron para la radio de Buenos Aires, de temas curiosos, traducidos al gallego, que se titula Comunicacións mesturadas, y un libro de dibujos de los años 40 al 50 aproximadamente, que tienen más de veinte años y que se titula Un feixe de dibuxos case esquecidos.
De ahí apenas tenemos noticias. Solamente las acciones guerrilleras que cubren columnas de los diarios de aquí y declaraciones cada vez más suaves de Perón, anunciando con ellas una vuelta a las andadas. El hará el milagro de reconciliar el capital con el trabajo haciendo que todos los trabajadores sean capitalistas. Descubrió también que el Mercado Común Europeo no tiene, en caso de invertir dinero en otros países, carácter imperialista. Los franceses, ingleses, alemanes, etc., son buenos y sólo los yanquis son malos. Claro que es una política que intenta para el final si no da resultado volcarse a los yanquis. Pero vuelvo al tema primero y no quiero. Aquí, de haber elecciones, pasaría algo parecido.
Perdóname esta carta. No me contestes si no quieres, pero escribe, quedaste en hacerlo y dinos cuándo venís. Envíame algún original tuyo para que te reciba publicado cuando llegues.
Un gran abrazo para los dos de Maruja y mío:
[Seoane]
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