PROXECTO EPÍSTOLA

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TEMÁTICA: editor

Epístolas
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Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Data Relación Remitente - Destinatario Orixe Destino [ O. ] [ T. ]
Carta de Rosalía a Murguía. Sen data
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Rosalía a Murguía. Sen data

...nos hallamos demasiado lejos. Paciencia. Ninguna contestación tuve de Joaquina, y no quiero mandarle más a la niña, a no ser que tú me mandes otra cosa. Que se lo coman y se lo guisen todo.
Nada sabía de que Compañel estuviese enfermo. Cierto es que no tenía por quién. Apresúrate, sin embargo, a hacer cuentas; bueno será. Si yo fuese hombre, saldría en este momento y me dirigiría a un monte, pues el día está soberbio; tengo, sin embargo, que resignarme a permanecer encerrada en mi gran salón. Sea. Adiós. Recibe todo mi corazón y perdóname cuanto te hago sufrir: tú eres el que tienes que perdonarme a mí y no yo a ti. He leído ayer un cuento de Poe, precioso aunque sencillo. Allí comprenderías que era poeta. Otro que he leído de él, de un género opuesto, se parece al modo de escribir de Larra. Las damas verdes de Jorge Sand tienen muchísima semejanza en cierto estilo con mi joven azul. ¿Qué te parece? Van a decir que he querido imitarla.
Cien besos y adiós. Voy a pasearme un poco por tu cuarto, pues tengo los pies helados.
Tuya,
Rosa

1881-07-25
Carta de Rosalía a Murguía. 1881
Lestrobe [conc. Dodro, prov. CO]
Orixinal Transcrición

Transcripción da epistola Carta de Rosalía a Murguía. 1881 en 25/07/1881

Lestrove, 25 de julio de 1881
Mi querido Manolo: te he escrito ayer, pero vuelvo a hacerlo hoy deprisa para decirte únicamente que me extraña que insistas todavía en que escriba un nuevo tomo de versos en dialecto gallego. No siendo porque lo apurado de las circunstancias me obligan imperiosamente a ello, dado caso que el editor aceptase las condiciones que te dije, ni por tres, ni por seis, ni por nueve mil reales volveré a escribir nada en nuestro dialecto, ni acaso tampoco a ocuparme de nada que a nuestro país concierna. Con lo cual él no perderá nada, pero yo perderé mucho menos todavía.
Se atreven a decir que es fuerza que me rehabilite ante Galicia. ¿Rehabilitarme de qué? ¿De haber hecho todo lo que en mí cupo por su engrandecimiento?
El país sí que es el que tiene que rehabilitarse para con los escritores, a quienes, aun cuando no sea más que por la buena fe y entusiasmo con que por él han trabajado, les debe una estimación y respeto que no saben darles y que guardan para lo que no quiero ahora mentar. ¿Qué algarada ha sido ésa que en contra mía han levantado, cuando es notorio el amor que a mi tierra profeso? Aun dado el caso (que niego) de que yo hubiese realmente pecado por lo que toca al artículo en cuestión, ¿era aquello suficiente para arrojar un sambenito sobre la reputación literaria grande o pequeña de cualquier escritor que hubiese dado siempre probadas muestras de amor patrio, como creo yo haberlas dado? No; esto puede decirse sencillamente mala fe, o falta absoluta no solo de consideración y gratitud, sino también de criterio. Pues bien: el país que así trata a los suyos no merece que aquellos que tales ofensas reciben vuelvan a herir la susceptibilidad de sus compatriotas con sus escritos malos o buenos. Y en tanto, ya que tan dañada intención han encontrado en lo que narré, para dar a conocer (y no para alabarla ni censurarla) una costumbre antiquísima, y de la cual aún quedaba algún resto en nuestro país, pueden consolarse leyendo la estadística (que no tiene amor propio ni entrañas) y en la cual hallarán datos científicos respecto de la moralidad de nuestra tierra, por lo que toca a cierta cuestión que han sacado a relucir ciertos periódicos escandalizados con mi artículo. Si así arremetiesen contra la estadística sería mejor, a ver si así lograban borrar lo que es peor mil veces que lo que en mí han censurado tan bravamente.
Hazle, pues, presente al editor que, pese a la mala opinión de que al presente gozo, ha tenido a bien acordarse de mí, lo cual le agradezco, mi resolución de no volver a coger la pluma para nada que pertenezca a este país, ni menos escribir en gallego, [de] una vez que a él no le conviene aceptar las condiciones que le he propuesto. No quiero volver a escandalizar a mis paisanos.
Los niños quedan buenos y ennegreciéndose cada vez más al sol; bueno es que parece que ha aplacado un poco sus ardores insoportables de esos días atrás. Nada sé de lo que pasa por Santiago, ni un periódico logro ver de allá. Lo que sí recibo diariamente es El Noroeste de La Coruña, que tienen la atención de mandarme en lugar de El Clamor. Respecto de El Imparcial, lo recibo un día sí y dos no. Variaciones de Correos.
Me llaman a comer. Recibe cariños de todos y tú sabes te quiere tu mujer.
Rosalía