| 1959-04-01 |
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Madríd - Palma de Mallorca |
epístola |
Orixinal -
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| 1963-10-31 |
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Madrid - Montevideo |
epistola |
Orixinal -
Transcrición
Transcripción da Carta de Lois Tobío Fernández a Virgilio Garrido, 1963. en 31/10/1963
Señor Don
Virgilio Garrido
Pimienta 963
MONTEVIDEO
31 de outubre de 1963
Querido Garrido:
Tengo su carta para contestar desde hace no sé cuanto tiempo y la verdad es que entre los veraneos y las frecuentes excursiones, por un lado, y el trabajo por otro apenas tengo tiempo para contestar a los amigos en manera relativamente larga. Mis vacaciones han tenido que ser fragmentadas por la imposibilidad de ausentarme una temporada larga de la oficina. Aquí tenemos 30 días al año, lo que no está mal y he debido tomarlos por entregas semanales. María del Carmen y Constanza estuvieron casi un mes en Barcelona mientras yo seguía en Madrid trabajando. Después nos fuimos los tres a Alicante mientras Miguel se pasaba el verano en Galicia.
El ambiente de Alicante, turístico y veraniego, es muy distinto del de Madrid. A veces uno creería no estar en España, no sólo por lo internacional del público, franceses sobretodo, sino también por el tono general y el estilo de vivir libre de las mojigaterías, inhibiciones y otras zarandajas que aquí en Madrid son bastante comunes.
Toda la costa alicantina está experimentando una formidable transformación al levantarse rápidamente núcleos balnearios enormes y numerosos. El turismo viene en un volumen enorme y deja mucho dinero. Me dicen que en la costa andaluza, la de Málaga (Torremolinos y Marbella sobretodo) la cosa es todavía más espectacular. Aparte de los beneficios económicos, es evidente que este aflujo turístico está haciendo mucho bien al país, o a una parte del país por lo menos, limpiándolo de rancias telaranias que lo tienen haciendo un papel anacrónico y pintoresco en la Europa actual.
Como desde hace algunas semanas tenemos el coche nos hemos dedicado a recorrer los alrededores de Madrid, habiendo encontrado lugares sumamente interesantes tanto en lo histórico-arqueológico como en lo paisajístico. Las salidas de Madrid hacia el sur son, en general, áridas y monótonas. Pero hacia el norte se encuentran a veces lugares francamente bellos, paisajes de media montaña y valles verdes y arbolados. Fue para nosotros una sorpresa, por ejemplo, Illescas, con sus iglesias y sus cinco Grecos que podrían ser la gala de cualquier museo norteamericano. Visitamos el castillo de Manzanares el Real, espléndido aunque en ruinas y nos preguntamos porqué no lo convertirán en un parador de turismo pues está en un lugar ideal junto a la carretera.
En el viaje a Alicante vimos también, más o menos de paso algunos lugares interesantes y para mí enteramente desconocidos, hasta de oídas: Chinchilla de Monte Aragon por ejemplo, poco después de Albacete, villa casi medieval encaramada en un cerro impresionante. Y algunos castillos como el de Almansa, y los pueblos alicantinos, Elda, enorme, feo e industrioso: en aquellos días se celebraba allí una convención internacional de zapatería. También nos agradó mucho Elche, de resonancias africanas, un poco arregladito ya para los turistas americanos; y el puerto de Santa Pola, que visitamos al atardecer en un momento maravilloso pero donde el pescado al menudeo cuesta más que en Madrid.
Miguel vino entusiasmado de Galicia que recorrió casi enteramente. Admirado –naturalmente– de Santiago, del paisaje de las rías bajas y del de mi tierra cantábrica. Ahora, ya en los carrilos universitarios, sigue el curso preuniversitario de ciencias, entre extrañado y divertido del estilo de esta enseñanza y de las pintorescas anécdotas que cada día recoge. La enseñanza española actual se encuentra en un estado bastante deficiente. No hablemos de la primaria: la oficial, en medio de estrecheces y penurias, reducida a la gente proletaria, es atrasada, rutinaria y lamentable; la clase media envía sus hijos casi sin excepción a los colegios religiosos cuyos métodos y sistemas Vd. ya conoce pues no han cambiado nada en lo fundamental respecto a los de antaño. Y en cuanto a la enseñanza universitaria, el importante número de catedráticos nombrados practicamente a dedo al terminar la guerra ha hecho que en buena parte los profesores universitarios carezcan de la competencia mínima necesaria para ampliar su función. No hay duda que así como descuidan la primaria hay cierto empeño en mejorar la universitaria pero esa mejora se ha proyectado sobre los elementos materiales que sobre los personales. Los edificios de la ciudad universitaria son, en general, estupendos, por lo menos en apariencia; pero el espírito y el contenido están muy lejos de tan lúcido continente. En las nuevas generaciones de profesores se nota algún cambio, mejor preparación y un cierto afán de progreso. Pero el lastre de lo de atrás es todavía muy fuerte y en conjunto esta universidad no solamente está muy por debajo de la de los países europeos sino también retrasada e involucionada respecto a lo que era hace x-años, cuando soplaban vientos de renovación. Hasta donde puedo saberlo, la investigación está burocratizada en institutos oficiales con muchos cargos y enchufes pero con resultados que no corresponden a la apariencia. Días atrás un señor Botella Llusiá publicó en el diario católico Ya un artículo de crítica dura a la universidad española actual, señalando su divorcio de la sociedad, su falta de resonancia en el medio y su ausencia de vitalidad. Reconocía que en los tiempos en que los estudiantes bullían y se agitaban la universidad tenía más vida y más proyección. Pero así son las cosas y no hay por el momento señal alguna de que la universidad pueda mejorar.
Estuvo a punto de cerrarse el Liceo de Barcelona y el teatro de la Zarzuela por dificultades económicas. Ante el clamor que se levantó, las autoridades decidieron tomar a ambos bajo su patronato económico y así pudo salvarse algo de lo poco que queda en materia de difusión de la cultura musical. No se ha vuelto hablar más del nuevo teatro de la ópera que dijeron que iba a construir la Fundación March y, por cierto, cerca de donde nosotros vivimos.
Recibo Marcha normalmente y através de ella sigo la vida de ese país, sus dificultades, sus escandaletes y sus cosas pintorescas. No puedo disimular que sigo añorándolo y que, apesar de todo, de los blancos y de los colorados, de los contrabandistas y de los chanchullos, la vida ahí es amable y buena. De buena gana volvería aunque María del Carmen –la uruguaya– no opina lo mismo.
En mis próximas cartas le hablaré de otros temas de aquí y entre tanto reciba los más estrechos abrazos, con recuerdos y saludos para todos los amigos montevideanos.
[sen asinar]
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| 1976-11-02 |
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Madrid - Bos Aires |
epístola |
Transcrición
Transcripción da Carta de Azcoaga a Seoane. 1976 en 02/11/1976
Madrid, 2 de noviembre de 1976
Sr. D. Luis Seoane
Buenos Aires
Querido Luis:
A mi mañana de jubilado, que acaba de percibir sus honorarios como tal, llega la alegría de tu monografía squirrueña, en cuya síntesis bibliográfica echo de menos alguna cosa que uno escribió sobre el artista. Inmediatamente, me armo de papel y sobre para acusarte recibo, no vaya a ser que cuando quieran llegarte estas líneas a Buenos Aires, estés tú por aquí... Ayer sin ir más lejos, hablamos mucho de ti con María del Carmen Krukemberg, celebrando como siempre tu calidad y lo que supones de derroche. Lo he hecho en “sus momentos”, con Lorenzo y con Arturo, que deben de seguir por la piel del toro, aunque jueguen a no hacerse ver... Este último, durante la última y única conversación que tuvimos, dudaba si volverse a la Argentina o traerse a España a la esposa... Pero nada te puedo decir exactamente sobre quien está por lo visto tan ocupado, que no le he vuelto ni a sospechar... Si vienes a primeros de noviembre como unos y otros me dijeron, a lo mejor llegas a una modesta exposición realizada por la Fundación March de Giacometti y una bastante interesante, organizada por Biosca sobre María Blanchard, “el hada de las migajas”, a que Bergamin se refirió en alguna ocasión. Por lo demás... Se cierran y se abren galerías, y entre las que se cerraron figuró en su momento la mía, a la que arranqué para mi suerte indemnización discreta y jubilación anticipada. Lo poético, más bien languidece, para no quebrar la costumbre, aunque en los talleres haya el trajín de ordinario. En lo teatral se ha estrenado El adefesio de Alberti con extraordinario éxito, se ha puesto una Bernarda Alba lorquiana, en donde la Bernarda es Bernardo, y se ha estrenado algo de un polaco, titulado Los emigrados, que aún no he visto, y que probablemente es el suceso del arranque teatral. Los familiares de Leopoldo Panero se echaron la manta al hombro y se pusieron a hablar pestes del vate en un “film” titulado El desencanto. Hay quienes dicen que la película, con independencia del tema, es muy interesante. A mí me parece una nadería como película y algo infame e indecente como tema. Las gentes –Gerardo Diego, Regino Sainz de la Maza– cumplen ochenta años, como locos. Los que aún andamos por los 64, confiamos en un plus de 16 al menos, y comprendemos perfectamente que los cumplidores no acepten homenajes, porque la fecha se las trae... Familiarmente, todo marcha en esta vuestra casa, que ya ha alcanzado la cota del noveno nieto... (Isabel, tres; Clara Eugenia, cuatro; Myriam, dos). Nació la llamada Diana muy mermadilla, y con la ayuda de la incubadora, se ha convertido en una mozuela con rebarba como don José María Gil Robles, que es admiración de deudos y extraños. Rafael terminó medicina y anda por esos terrenos de buscar y no encontrar camino a seguir, como le ocurre a cada hijo de vecino, cuando concluye su carrera... Tiene buenas perspectivas. Y mientras no le falte, la “pensión Az”, ¡que sigue suministrando! María, tan entusiasta en sus quehaceres como siempre, asegura que está llena de alifafes. Yo no se los veo por ningún lado. Me acompaña siempre que es posible a mis “giras culturales provinciales” –últimamente a Ávila, a Alicante y a Salamanca)– y no ceja en sus atenciones por lo que se refiere al nietismo... Por lo demás... El firmante, en vista de que recibe del aire un puñado de pesetas, por haber trabajado toda su vida como un esclavo, está entregado de lleno a su dilecta esclavitud de escribir... Y aquí le tenéis, pendiente de llevar a cargo cuatro encargos, y ver cuando salen su libro sobre “Alberto” y el poético, titulado aunque no lo parezca El dinero, que duermen hace tiempo el sueño de los editores, con alguna otra pareja.
Sin otra cosa que contaros y muy agradecido a vuestro recuerdo, en nombre de María y mío, recuerdos para Maruja y un gran abrazo para ti de tu invariable
Enrique Azcoaga
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| 1978-11-21 |
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Bos Aires - O Castro [parr. Osedo, conc. Sada] |
epístola |
Transcrición
Transcripción da Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1978 en 21/11/1978
Buenos Aires, 21 de Noviembre de 1978
Sr. D. Isaac Díaz Pardo
Sargadelos
Querido Isaac:
Recibí tu carta del 30/X. Estuvieron por aquí José Luis y María Elena. El recibirlos nos produjo gran alegría aunque, para nuestro gusto, estuvimos muy poco con ellos y no les hemos acompañado todo lo que quisiéramos, pues viajaron por toda la república y salieron, creo, bien impresionados de muchas cosas. Coincidió todo con el cierre de una exposición en la víspera de su llegada y la apertura de otra en vísperas de marcharse. Vimos juntos, sin embargo, algo muy importante en el planetario, el Concierto Cósmico, ilustrado con una maravillosa proyección de formas abstractas realizadas con rayos Láser. Algo extraordinario de belleza, que, después de nuestra ida, éramos muy pocos espectadores y vimos de casualidad el último ensayo antes del estreno, se forman colas para sacar entradas con no sé cuantos días de antelación.
Lamento todo lo ocurrido a Parga Pondal y supongo que el hijo del que no sabe, no será el que estaba casado con la joven que formaba parte del Ballet Gallego, que a mí me pareció una excelente persona.
En cuanto a la interpretación de mi apellido me parece hecha por alguien que aprovecha la candidez de quienes buscan antecedentes nobiliarios y no de quien sabe filología. El escudo si, parece que es uno de los que corresponden al apellido Seoane, aludiendo además a la planta. Otro es el que cita el Padre Gándara que tiene sobre un castillo una cabeza de hombre armado en su puerta y alrededor las dos ramas de flores. También tiene otro escudo con siete cabezas de lobo. Este es el que más me gusta pero ni este ni los otros me corresponden en cuanto a antecedentes del pasado de mi familia. Los antepasados que a mí me interesan son los enterrados en el monte porque eran liberales y se dijo que hacían la misa negra. De buscar antecedentes me gustaría encontrarlos en la prehistoria, imposible, ya lo sé, no tan cercanos a nosotros como puede ser la edad media.
Por José Luis te envié un ejemplar de Imágenes de Galicia. Después de eso hice diez ilustraciones e madera para el libro Senos, de Ramón Gómez de la Serna y de momento no haré más nada en Buenos Aires. Todo lo dejo para el 80. En cuanto a lo que me dices de Madrid o Barcelona para ir a vivir, no. En cualquiera de estos sitios me siento más emigrante que en Buenos Aires y no saldría de esta ciudad para domiciliarme en ninguna que no sea ciudad gallega. Buenos Aires es, de momento y desde hace mucho, algo más que Madrid y Barcelona juntas en el orden cultural. Haré como en los últimos años, de vez en cuando irá a esas ciudades como aquí voy a Córdoba, a Tucumán o Rosario, solo a exponer y, en el caso de Madrid o Barcelona, a ver alguna exposición que traigan las Fundaciones March o Miró. Te agradezco nuevamente el ofrecimiento del departamento de Ponzano y comprendo muy bien que trates, por razones de delicadeza, quizás de no venderlo, pero trataremos de arreglarnos para estar en esa ciudad como hasta ahora. En cuanto a la venta no me preocupa, voy a vivir en Galicia de ella, la pintura o de otros proyectos que estoy perfilando. Voy a vivir, que es cuanto aspiro y no aspiro a más porque, para una docena de años aproximadamente que me faltan para dejar de hacerlo, no voy a hacer lo que no quise cuando tenía más fuerzas y excelentes proposiciones. Entre algunas cosas que le enseñé a José Luis está el afiche que hice para I.B.M. de Estados Unidos, al que concursé con otros siete artistas de todo el mundo a solicitud de esta empresa y que tenía olvidado. Lo verás cuando traslade mis obras todas, las mías y las de otros de mi propiedad, a esa. Me importa la Galicia pequeña, no tan grande como Madrid y Barcelona, pero cuya grandeza la están haciendo los que viven en ella. Haldor Laxness, el gran escritor islandés, premio Nobel de Literatura de hace años, vive aún en su país y escribe en islandés y su país es, en habitantes, menos que Galicia.
En cuanto a la Universidad fue siempre así, debería saberlo Parga Pondal, el 90 por ciento de sus profesores eran, en mi época, carlistas y monárquicos conservadores y nosotros luchamos contra ellos. El estudiante es quien modifica la Universidad. Contra las teorías que sustentan los profesores, son, en general, los únicos que luchan generación tras generación. Refiriéndome a la Biblioteca, nacida a fines del siglo XIV o del XV, posee donaciones que se remontan por lo menos al XVI y guarda en sus depósitos desde el Diurno de Fernando I, del siglo XI y más de cien incunables, hasta, en mi época de estudiante, la biblioteca de Lago González y la de América, hecha por los emigrantes, con Gumersindo Busto al frente, comenzaba a principios de siglo y abierta cuando yo terminaba el bachillerato, posiblemente la más completa de Europa y paralizados los envíos en 1936. Se puede escribir un libro solo con la Biblioteca compostelana.
Bueno, no te doy más la lata. Un abrazo para los dos y para todos vosotros de Maruja y mío.
Seoane
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