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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Laxeiro a Luís e Maruxa Seoane. Sen data
[S.d.]
Amigos Luis y Maruja:
Yo quiero o quería escribiros con esas ganas que tiene uno de hacerlo en algunos momentos, pero esta Lala me fuerza a que lo haga en unas horas que para mí son recuperadoras de fuerzas creadoras. Son las 11 de la mañana y esta madrileña descorazonada me vino a despertar de mi sueño en los sueños para que os ponga unas letras. Mira, yo no os puedo mentir, no le falto nada para que se armara un gran zafarrancho, pero vosotros creéis que esta mujer tiene derecho a forzarme a escribirle a unos señores que se están dando el gusto de pasearse por el Museo del Prado haciéndole guiños a los Goyas, a los Velázquez, a los Grecos, y que este que os escribe tenga que hacerse la ilusión que la mejor pintura del mundo se corre en la Galería Bonino de Buenos Aires. ¡Qué desgracia la mía! Luis, ya te escribiré otra carta con más noticias. Me alegro mucho de tus éxitos en Coruña y tengo seguridad que estos se culminarán en Madrid, yo así lo deseo.
Abrazos para ti y Maruja
Laxeiro
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1951-06-19 |
Mencionado/a |
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Nova YorkParís |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1951 en 19/06/1951
París, Hôtel du Quai Voltaire, 19 jun., 1951
Mi querido amigo Luís Seoane:
Tenía el propósito de escribirle desde Londres, pero me falto tiempo para hacerlo. Lo hago, pues, desde aquí –desde este París que quiero entrañablemente y que no me explico que a Vd. no le haya gustado–, o, por lo menos, gustado en la medida que debió gustarle. Puedo decirle, en cambio, que Londres no me gusta? Cómo explicar que habiendo tantas cosas que nos gustan a ambos disintamos precisamente en esto? Para mi gusto, Londres es una ciudad demasiado grande, con un movimiento enloquecedor en sus calles. Luego, no tiene cafés. Esto es sencillamente terrible: el hombre, desde que sale desde su casa y hasta que vuelve a ella está obligado a trabajar o bien a entrar en una taberna o en una iglesia –las únicas dos cosas que hay en abundancia. La mayoría de los ingleses parece preferir la taberna, donde se emborrachan con cerveza caliente... Una ciudad donde uno no puede sentarse a una mesa de café para conversar con un amigo o para mirar la calle simplemente, para pensar o nada más que dejar pasar el tiempo (en las tabernas, los ingleses están casi siempre de pie y beben junto al mostrador), podrá ser todo lo que se quiera, pero no una ciudad civilizada... Londres es seguramente la ciudad del mundo que tiene más Bancos y donde se ven más hombres de galera y aún con sombreros de copa y jaquets. El Dr. Derisi (que guarda un muy cariñoso recuerdo suyo y que tiene colocado en un sitio de honor la tela que le ha comprado –ciertamente muy buena) nos ha puesto su automóvil y su chófer a n/ disposición; con él hemos recorrido la ciudad en todos los sentidos: reconozco que tiene unos parques muy hermosos, que las calles son limpias, que el Támesis es un río respetable y que todos los policemens tienen un aire absurdo de senadores (qué cosa distinta del policía de París, bonachón y con un aire de pícaro que comprende muchas cosas –sobre todo, si de debilidades humanas se trata!) y con todo, repito, Londres no me gusta. A las 10 de la noche cierran los restoranes y a las 12 sólo se ven algunos borrachos retardados, o prostitutas en las esquinas, o invertidos. Es claro que los ingleses ricos tienen sus nightclubs donde pueden emborracharse a gusto y hasta divertirse...; pero Vd. se imagina, Seoane, un pueblo que se emborracha con cerveza caliente? Le advierto, Seoane, que no tengo motivos de resentimiento; antes al contrario, la semana que pasamos Aída y yo en Londres ha sido como un paréntesis principesco en la vida un poco estrecha que estamos haciendo para que la plata nos alcance: Derisi nos reservó alejamiento en un barrio residencial (20, Chesham Place –cerca de Hayde Park: un departamento que daba sobre la plaza, con baño y cocina eléctrica, frigidaire, etc. La placita –un triángulo que no pasa de un cuarto de manzana –sólo se veía concurrida de 8 a 10 de la mañana y de 6 a 7 u 8 de la noche; pero no por chicos o por pareja de enamorados (estos prefieren el Hayde Park –y con razón, desde luego), sino por mujeres u hombres que traían a pasear –y a hacerles hacer sus necesidades– a sus perros...
Además de poner a n/ disposición su coche y su chófer todas las veces que nos daba la gana, nos acosó con toda clase de atenciones: cenas, una première de Antonio y Rosario (dos bailarines –un hombre y una mujer– que bailan danzas españolas y que en la noche del debut tuvieron un éxito estruendoso), entradas para ver el Hamlet con el actor Alec Guinness (en el New Theatre) nada más que porque vio que yo tenía interés en verlo... Se imagina Vd. todo eso? No es como para que todo ya le guste a uno? Pues bien, a pesar de todo esto, en Londres yo me sentía como un extraño –y no ciertamente por el desconocimiento del idioma (menos lo conocía en Amsterdam, pues en inglés, por lo menos, sé decir hasta una media docena de palabras y contar hasta no sé qué cantidad– pero siempre superior a la que necesitaba). El sábado último caminé casi dos horas por las más importantes y céntricas streets: Picadilly, Oxford, Regents... y no encontré un solo sitio donde tomar un café! Aparte de todo eso, los ingleses son gente muy simpática... Todos los ingleses (Bernard Shaw era una excepción) respetan a su rey, a los policías y el uniforme de los soldados de la guardia real; siempre se ven ingleses embobados contemplando el espectáculo bastante pueril del cambio de la guardia. Y es que el inglés, comparado –por ejemplo– con el francés o incluso el español es siempre un poco provinciano –a pesar de su aire distinguido y de su capacidad para los negocios.
Sí, evidentemente no me gusta Londres y podría pasarme muy bien sin conocerlo, si no fuera por sus Museos. Éstos son realmente magníficos. Sólo visité muy ligeramente el British Museum, pero, en cambio, lo hice muy detenidamente con la National Gallery, la Tate Gallery y la Wallace Colection. No voy a hablarle a Vd. precisamente de tanta obra como me ha impresionado. Sería caer en una ingenuidad imperdonable. Pero, a propósito de la pintura inglesa, sería demasiado osado decir que me empalagan un poco Gainsborough y Reynolds y Lawrence (este último en menor grado) a pesar de ser grandes pintores? Qué distancia cuando uno los compara –a ellos, esencialmente retratistas– con los retratos de Goya y Velázquez de la National Gallery y de la Wallace Colection! En cuanto a los prerrafaelistas, puedo decir que me parecen tontos –además de insignificantes– con Dante Gabriel Rossetti a la cabeza? Pienso que solamente Turner y Constable son realmente grandes; sobre todo, y antes que todo, y por encima de todo, Turner. Ellos salvan la pintura inglesa; sobre todo Turner. Cómo pinta este hombre! Y qué lirismo en toda su obra –aún en la de su época comprendida (y así clasificada en la Tate Gallery) entre los años 1805-1810 y que por momentos parece un anticipo de Corot; pero es a partir de 1830 cuando Turner alcanza su más alta expresión y al final de su vida ya es una verdadera locura de la luz –casi medio siglo antes de que Monet pintara sus “Nimpheas” y su maravillosa serie de la “Catedral de Rouan”... Los impresionistas franceses están bien representados en la Tate Gallery y, sobre todo, los postimpresionistas: Cézanne, Gauguin y Van Gogh –de quienes este Museo posee algunas de las talvez mejores cosas. Es curioso que cada vez que uno se topa con los grandes de la pintura se está tentado de decir que es lo mejor que se ha visto de ellos. Lo que hay en realidad es que todo, o casi todo lo que han hecho es impresionantemente bueno. Y a propósito de Gauguin y Van Gogh, cómo se achica el primero al lado de éste, tan apasionado, tan atormentado: es como un pozo en ebullición, en tanto que Gauguin se pierde un poco en la decoración, sobre todo en su época de Tahití... Hay una discreta representación de Modigliani y de Chagall en tanto que muy buena de Bonnard y, de los vivos, de Picasso (de éste tienen La femme a la chemisse –1905, Femme assise –1925, entre otros) y de Bracque, y de Matisse (no sé por qué, pero siempre me parece Matisse un tanto superficial –con una marcada tendencia a lo bonito).
Perdóneme, sin querer parecería que incluyo a Chagall entre los muertos cuando en realidad sólo quise incluirlo entre los que están nada más que medianamente representados... En escultura, con excepción de Rodin, quien me ha impresionado realmente es Epstein. La Tate Gallery sólo posee de él algunas piezas pequeñas –pero qué fuerza expresiva y qué seriedad en la factura! A Falcini le mandé una fotografía de The Visitation que me parece estupenda.
Y basta por hoy: No piensa Vd. que uno se pone tonto viendo tanta cosa bella y queriendo comunicar su entusiasmo a los demás? No me crea pedante, por Dios! Sólo pretendo fijar la impresión que me producen las cosas y lo que pienso de las mismas. Es probable que me equivoque a menudo, pero estas cartas son para mí un medio de descargarme –como quien, en la marcha, descarga las baterías de su coche para evitar que éste se ahogue. Hay momentos en que me parece que mi receptividad está colmado y tengo miedo de que me estalle algún compartimento del cuerpo...
Y me defiendo escribiendo. Nunca sentí realmente la necesidad de escribir hasta ahora; pero cómo hacer para no gritar a los cuatro vientos mis admiraciones y mi entusiasmo? A veces, frente a algunas obras, me pondría a cantar o a gritar si no temiera que me tomen por loco: No lo hago, pues y en su lugar escribo estas interminables cartas – como si los amigos tuvieran alguna culpa. Aunque, pensándolo bien, es claro que la tienen y justo es que se aguanten.
Y termino. Estamos de nuevo en París, de donde pensábamos salir el sábado para Viena; pero se nos ha presentado un inconveniente y francamente no sé ya bien lo que voy a hacer. Al pedir pasaje para embarcarnos de regreso el 2 de octubre en Lisboa (tengo tomado y pagado el pasaje de regreso –open dat) me informan que no lo hay para esta fecha ni para fechas aproximadas, etc. Escribí urgentemente a Derisi para que, con su influencia, trate de solucionarme este lío. Entretanto, no podremos movernos de París hasta no saber a qué atenernos –pues sería difícil mantener contacto con Derisi, o la Empresa, moviéndonos de un lado a otro... París me agrada ciertamente –pero en mi estado de ánimo con este contratiempo que me desorganiza (ojalá no sea en mucho) los planes tan cuidadosamente trazados, nada es muy agradable; y aún mayor es la preocupación de Aída –que se traga las lágrimas para no aumentar la mía. Espero que todo se arreglará, sin embargo. Es inconcebible que se me venda un pasaje “a fijar fecha” y que, a casi 4 meses de la fijada para el regreso, se me conteste que para ésa y las próximas fechas el pasaje está completo en los tres barcos que tocan Lisboa; pero cómo ponerme a discutir desde aquí? Yo no tengo tiempo para hacerlo –y nada se arregla conque la razón esté de mi parte. Espero, repito, que con la mediación de Derisi todo se arreglará.
Perdóneme, querido Seoane, esta lata. Mucho, muy muchos saludos a todos los amigos –que, por ser muchos, no nombro, y para Vd. y Maruja un grande abrazo de Aída y mío.
Scheimberg
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1951-09-27 |
Mencionado/a |
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París |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1951 en 27/09/1951
París, 27 de sept (a la 1 de la mañana), 1951
Amigo Seoane:
Está de Dios que yo no vea Galicia. En 1920, cuando vine a España entré por Cádiz. Cuando iba a salir de Madrid, se me había acabado el dinero y las ciudades que visité luego de Castilla: Ávila, Salamanca, Valladolid, Burgos y León, lo hice con dinero de mis compañeros de viaje y siguiendo un itinerario común que non incluía Galicia. Esta vez ya tenía pasajes y alojamiento reservados pª La Coruña, Santiago y Vigo y hasta me había munido de una guía de Galicia muy completa. Pero, he aquí que al ir a visar n/ pasaportes pª entrar en Portugal pª embarcarnos en Lisboa, nos pusieron dificultades en el consulado de ese país pª el visado del pasaporte de Aída por su origen ruso. En vano, traté de convencer al empleado que Aída era argentina y que viajaba con pasaporte de tal. Nos dijo que era indispensable consultar a Lisboa y que eso llevaría entre una y dos semanas. Esto sucedía el día 20 y nosotros debíamos embarcarnos el 2 de octubre. No había posibilidad de comunicarme con el cónsul (que, según el empleado, estaba de vacaciones) y habría sido tonto pretender convencer al empleado de que Aída no se proponía derrocar al gobierno de Portugal, porque evidentemente no lo creería: “Pero es de origen ruso”, insistía el pobre... Qué miedo le tienen a la revolución los gobiernos de estos pueblos de mendigos! Se sienten terriblemente cómodos en su mísero papel de lacayos del imperialismo yanqui o inglés –cualquier cosa!– con tal de mantenerse arriba, es decir, abajo –a los pies de sus amos–, hay que leer los editoriales de su prensa dirigida pª darse cuenta. Hasta donde llega su abyección. A pesar de las molestias que todo esto me ha ocasionado (y los gastos, sobre todo) me he sentido ampliamente compensado por el gusto que sentí de ver el miedo que les inspira Rusia a los grotestos dictadores de Portugal como de España. Y a sus clases pudientes... Decidí, pues, marchar rápidamente a París pª arreglar la salida por el Havre. Con qué gusto se vuelve siempre a París. Il n´y a pas de literature en touts ça; pero es que aquí hasta el aire es dulce. Aquí no sería concebible siquiera esta frase oída a un vendedor de cacahuetes de la Alhambra de Granada, nos dijo: “me gustaría acostarme a la noche y no despertar al día siguiente y acabar así esta vida miserable”. Hacía cinco años que no probaba carne y come apenas lo indispensable pª ir tirando. Y así como él lo pasan los 4/5 de los habitantes de España.
Perdóname que vuelva sobre este tema, pero él me ha amargado todo el tiempo q’ he estado en España, casi un mes... Y luego las dificultades pª desplazarnos de un punto a otro: o se resigna uno a hacer colas interminables, hasta de días enteros –sin la seguridad de que va a tener billetes o se los adquiere a los estraperlistas que realizan sus negocios en las mismas colas y a la vista de las policías (y seguramente que en combinación con éstos). Uno, en Madrid, pª conseguir billetes pª Sevilla me exhibió su cédula de identidad e invocó el testimonio del vigilante que cuidaba la cola pª avalar su honorabilidad. Debido a estos inconvenientes uno nunca puede estar seguro de llegar a un sitio en la fecha propuesta, o si va a llegar siquiera. Y uno tiene que decidirse a viajar en autobús a pesar de tratarse de un medio de locomoción muy costoso (así viajamos de Sevilla a Granada) a viajar en 1rª donde hay una posibilidad mayor de conseguir pasaje. Pª obtener billetes de Granada a Madrid (suprimí Córdoba del itinerario pª no complicarme más la existencia) tuve que asegurar una propina al empleado de R.E.N.F.[E] y así fue como obtuve pasajes que –según los informes que se daban a los pasajeros en la misma R.E.N.F.[E], estaban agotados desde hacía varios días. No es cosa fácil avenirse a todo eso. Ya me había resignado a omitir Ávila, Segovia y León en razón de esas dificultades cuando surgió la inesperada del Consulado portugués. Lo que aproveché pª hacer una escapada a Ávila (el Escorial, Toledo, Aranjuez, los visitamos antes de salir pª Andalucía) antes de dejar España; y me alegro de haberlo hecho a pesar de que esta ciudad –como Toledo y el Escorial– ha perdido su vieja espontaneidad y se ha incorporado al detestable mercado turístico. Cómo he extrañado esta vez las noches pasadas hace 31 años en Toledo, y en el Escorial, y en Ávila, en que el silencio era tan denso que infundía miedo!
Cuál es el sentimiento dominante que me ha dejado este viaje a España? Desilusión? Talvez el término no sea exacto. Yo no venía a España a visitarlo a Franco, sino sus Catedrales y sus Museos (los de España); pero, se puede visitar acaso esta España –la de los Museos, Catedrales, sin ver la otra? Casi diría –por lo menos, esto me ha pasado a mí– que la España de Franco se nos ha impuesto pª no dejarnos ver a aquella aparte de la humillación que se siente siempre de viajar por un país donde hay que estarse cuidando de lo que se habla). Y es que habría que vendarse los ojos pª no ver a este pueblo consumiéndose de falta de comer y con su tradicional dignidad perdida! En ninguna parte, hemos visto tantos ciegos, por falta de higiene, ni tantos retardados –seguramente por la misma razón– y ni en Nápoles tantos mendigos como en Sevilla, y Granada, y en Aranjuez el día que fuimos allí a ver una corrida de toros. Hasta mujeres de aire respetable y vestidas decorosamente le piden a uno una limosna así que le ven cara de extranjero. Yo nunca me había imaginado –hasta ahora, se entiende– que un retardado, o un contrahecho o contuso pudiese ser un verdadero capital pª su familia; y, sin embargo, así es. Los hay a quienes acompañan uno o dos miembros sanos de la familia pª pedir y recoger la limosna... Todo esto es ciertamente desesperante.
Pero no le hablo de n/ visitas a los Museos, a las Catedrales –que es a lo que vinimos. Que cosa nueva, por lo demás, podría decirle de esos verdaderos dioses de la pintura que son –cronológicamente, no por el orden de mis preferencias– el Greco, Velázquez y Goya? Quién les habría dicho en vida de ellos que con el tiempo llegarían a ser una fuente de recursos importante pª su Nación! Porque Vd. puede prescindir de las Catedrales góticas o románicas de España: las hay superiores, respectivamente, en Francia o en Italia; pero suprima Vd. al Greco, a Velázquez, a Goya, a los turistas de todo el mundo no tendrían casi pª que venir a España... Se me olvidaba la Alhambra y el Alcázar, pero es q’ ese arte de miniaturista casi –a pesar de la grandiosidad de esos monumentos de la arquitectura árabe– no ha llegado nunca a conmoverme, esto es, a hacerme vibrar (es un arte sensual que no nos hiere más allá del a corteza y que siempre se aproxima a la decoración); y de los primitivos, sobre todo de los fresquistas catalanes, porque estos no son un tópico pª la generalidad de los turistas. Qué continuidad encuentro yo entre esos frescos de los siglos XI a XIII–y no más allá del XIII– y la pintura “negra” de Goya y algunas de las cosas de Picasso. A veces, pienso que la gente no se da cuenta hasta qué punto es español Picasso, a pesar de haber realizado casi toda su obra fuera de España. Y es que el artista, cuando lo es de verdad (no me refiero a esos indiferenciados académicos del arte abstracto –que no pasa de ser un arte de modistería), lleva a la patria –es decir, la tradición y los sentimientos de su pueblo, en la sangre, en las entrañas, y aún sin proponérselo lo representa. De las cinco o seis veces q’ he ido esta vez al Prado, dos he ido nada más que con el propósito de despedirme de Goya, y no he podido dejar de hacerles una visita cada vez al Greco y a Velázquez especialmente. Dios mío, cómo se puede pintar así?...
Vuelvo a lo mío. No desilusionado, sino asqueado. He atravesado esta vez España –yo que tanto la quiero y la siento– o talvez por eso precisamente con cierta repugnancia; repugnancia de los pobres muñecos, pobres y criminales muñecos que la gobiernan; repugnancia de los que aplauden o de los que se limitan a hacer chistes pª convencerse talvez a sí mismos de que no son tan viles; y repugnancia, sobre todo, de los mercenarios de la prensa. Estos plumíferos son hoy los únicos “intelectuales” visibles de esta pobre España de Franco. A un viejo mozo del Café Universal al que pregunté por la peña literaria q’ allí se reunía cuando yo estuve en 1920, me dijo: “Desde la guerra (cuando un español habla de la guerra, se refiere a la suya –a la guerra civil española–, pues pª los españoles de España la otra guerra, la universal, no ha existido y recién ahora al engancharse España al carro de Truman empiezan a darse cuenta de q’ hubo una guerra además de la suya); desde la guerra –repito– no existen más peñas en Madrid”. Al principio, no quería hablar, pero luego nos fue tomando confianza y era él quien me buscaba la lengua. Pero no es cierto que no existan peñas, existen, las de los periodistas, y la de los fabricantes de confituras teatrales –pero pª hablar de toros (que ya casi tampoco existen: hasta los toreros han perdido el coraje –coraje nada más que animal, pero coraje al fin) o de putas (que éstas sí existen hoy en abundancia, por necesidad). Qué chatura, Díos mío, en esta España “deshabitada” (no es de Rafael este epíteto?) de Franco. Las librerías están inundadas de libros de religión, mejor dicho, de cosas de sacristía, o de novelas bobas. “Tiras 2 mil ejemplares de una obra –nos decía una librera y editora de Madrid– es ya un verdadero éxito; por lo general, ninguna edición pasa de los mil ejemplares”. Decía que los españoles no leen porque el libro es caro y no está al alcance de los bolsillos del pueblo; y tal vez sea mejor que no lean pª no envenenarse más la sangre. El diario más importante y respetable de España, el de ese vacuo monigote de Luca de Tena, el ABC, dedica sus editoriales a protestar de la “familiaridad” con que algunas españolas tratan a sus santos preferidos o de la manera como visten los turistas y de otras cosas por el estilo. Por todas partes, no se ven si no curas y militares, que apesta. Toda España parece hoy una aldea y a pesar de que no hay uno sólo que no proteste por la carestía de la vida (un huevo vale entre 2 y 2 y media pesetas; en los cafés un vaso de leche no grande vale más que un coñac y mucho más que un vaso de manzanilla: en España resulta más barato emborracharse que llenarse apenas el estómago), salvo los obreros más ilustrados y que deben vivir ocultándose permanentemente, yo no podría asegurar en qué medida está la generalidad contra Franco; “Franco es un asceta” nos decía en un tono insolentemente chulo un farmacéutico que viajaba de Granada a Madrid en el mismo compartimento que nosotros. “Nosotros también tuvimos un asceta –le dije– hace más de cien años y dejo empobrecido y ensangrentado nuestro país. Y ahora tenemos dos”. Y es que llega un momento en que no se puede aguantar ya tanta sandía, o tanta farsa...
Pero ya estamos de nuevo en París. Aquí camino con la cabeza levantada y aspiro con fuerza el aire como pª limpiarnos los pulmones. Yo no sé si esta carta es una mera repetición de la que le escribí desde Madrid al día siguiente de visitar el Manzanares (la recibió Vd.?); pero la rabia, la indignación que me produce todo esto es tan fuerte no me deja hablar de otra cosa, aún a riesgo de aburrirle –y de repetirme. Y es que uno debiera no avergonzarse de repetir las cosas todas las veces que sea necesario hasta que se nos metan por los ojos –como los maestros de escuela. Y luego que al hablar de estas cosas de España hablo también un poco de n/ pobre Argentina y de lo que a los argentinos hoy nos está pasando...
Van a hacer 5 meses que aquí en París empezó n/ peregrinaje por la Europa occidental. Y con qué miedo! Veníamos con un idioma deficiente y con una ignorancia de toda una vida. Yo no sé si le he sabido tomar el pulso a esta Europa tan castigada!; pero juro que he tratado de acercarme a su vista con el corazón limpio y dejando de lado, tanto como es posible, ideas formadas. Creo que mis convicciones –de las que no me avergüenzo, sino al contrario– no me han impedido ver las cosas; digo mal, me han ayudado a verlas mejor. El 29 nos embarcamos en el Havre. Con qué impaciencia esperamos Aída y yo este día. Casi 6 meses son mucho tiempo pª estar lejos de la patria y de los amigos. El hombre es un animalito que necesita del cariño de los amigos para vivir tanto como de las cosas más primordiales para comer. Extraño n/ tertulias, n/ extravagantes y a veces insensatas discusiones y, sobre todo y por encima de todo, el afecto amasado en muchos años de convivencia, las cosas que nos han rodeado siempre y que queremos que nos sigan rodeando. A todos, a todos, un gran abrazo de Aída y míos.
Y ahora sí: hasta pronto!
Un abrazo particular pª Maruja
Scheimberg
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1954-08-13 |
Mencionado/a |
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Frankfurt |
Montevideo |
Orixinal
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Hans Platschek a Lois Tobío Fernández, 1954. en 13/08/1954
Frankfurt/Main, d. 13/8/54
Börsenplatz 13
Estimado amigo Tobío,
Espero que este volumen de cuartillas no le produzca un sentimiento de pánico. Se trata, como verá usted, de un libro que me encargó Merli en Noviembre del año pasado y que prometi entregar en Marzo de 1954. El tiempo se ha extendido bastante, ya que varios problemas inmediatos y la dificultad de producir tanta cantidad de paginas escritas a ritmo seguido me han impedido ser tan puntual como se espera de un prusiano en su propia salsa. Será posible que usted me revise el material tan pronto que le sea posible y lo envie luego (certificado) a Joan Merli, Peru 973, Buenos Aires? Mil gracias de antemano.
Mi silencio no se debió a un olvido, por el contrario. Le iba a escribir concretamente dos veces, o al menos pensaba en usted en estas situaciones con toda intensidad. La primera vez fue al llegar a Europa. Habia descendido del barco en Vigo y una joven amiga, que conoci a bordo me invitó a pasar la tarde con sus padres, falangistas de primera hora. No revelé mis ideas al respecto y me fue departida la sorpresa de encontrarme con gentes amargadas, con una nausea a toda actividad politica. Se produce en ellos lo que siempre acontece en sociedades establecidas por golpes o revoluciones: la vieja generacion de combatientes es sustituida, tarde o temprana, por otra generacion de administradores. No quiero pecar ni blasfemar pero fascismo unido con mercantilismo pacífico es uno de los espectaculos mas repulsivos que pueden darse.
La segunda vez de mi evocacion de una tarde de conversacion animada en la calle 26 de Marzo fue la percepcion de un espectro que ronda por Alemania, cubierto con prestigios y articulos laudatorios, mas aun: el mismo espectro se ha convertido en articulo laudatorio –usted se imagina que hablo del benmerito José Ortega y Gasset. Si Miguelito no seria ya un caballero adulto, le sugeriría bautizar a uno de sus osos "Ortega", a los fines de crear un oso emisario. Lo curioso es que Ortega, critico de las masas se ha convertido en Alemania en el filosofo del "kleimen Mann". Para el Carnaval he decorado los bailes de la Facultad de Filosofia de acá; uno de los éxitos fue mi simbiosis de Ortega y Marylin Monroe.
Estos dos apuntes no son otra cosa que un intento de tranquilizar mi consciencia delante de usted. Habria que contar algunos eventos de la Alemania reconstruida, burguesa por antonomasia y dispuesta en guiar al mundo contra el bolcheviquismo. Herr Adenauer es la version alemana de Cesar Batlle; los intelectuales (existen intelectuales en Alemania, aunque no parezca: con intelectuales entiendo "catchers" espirituales y herejes profesionales) dicen que vivimos en una democratura bajo el regimen de "konradolf". Pero no hay que asustarse. Lo tragico y al mismo tiempo, lo abismaticamente comico es que se trata de ficciones y en el fondo, ningun aleman quiere cambiar la manteca por los cañones. Por otra parte no existe nadie, Konradolf menos que menos, capaz de suscitar los sentimientos míticos del aleman medio para quitarle la manteca. La prosperidad se ha convertida en Weltanschauung, Chicago en el nuevo Damasco y si algun dia (Dios lo evite) venga aqui una depresion, estamos de nuevo frente a un conglomerado de psicoticos que esta vez caen en una resignacion animal.
Para ser un artista prominente hay que tener aqui muchos años de paciente servicio a la causa de alguna abstraccion. Hasta los cuarenta años somos Nachwuchs, hasta los setenta, pintores jovenes, hasta los noventa podemos llamarnos maestros y aspirar al titulo de profesor, a partir de esta edad vienen los exitos: la orden pour le merite, el titulo de General o Coronel-general e incluso Mariscal de Expresionismo o de la Abstraccion temperamental. Pero yo no me aflijo y sigo pintando y, poco a poco gano terreno. En Abril expuse en la exposición del Künstlerbund, la única general que se produce anualmente aqui y el jurado (compuesto de la elite actual de los pintores) me aceptaron un maximo de cuadros, la mayor cantidad de un joven de estas regiones. Expuse luego en Darmstadt, con buena critica, en primavera preparo una gran exposicion en el Museo de Witten, una ciudad del Ruhr. Incluso he vendido un cuadro desde mi primera exposicion en Frankfurt hasta ahora.
Mis economias van asombrosamente bien, mejor seguramente que en Montevideo. Trabajo para la radio de Frankfurt, escribiendo textos para varias secciones, algunos muy tontos, pero desde hace tres meses hago comentarios de exposiciones y ya puedo expresarme con todo el sarcasmo que a veces es necesario. Luego hago traducciones del español o al español y, con mi amiga, del frances y del ingles. Durante el invierno las cosas no iban y fui obligado a escribir cuentos rosas para los diarios, bajo pseudonimo, se entiende. Espero que estos elaborados se pierdan cuanto antes en la obscuridad. "Tengo que partir, Elfrieda", dijo Hellmut con su voz metálica que dejaba traslucir su antigua posicion militar. "Partir?" Elfrieda elevó sus ojos azules hacia él y mientras una lagrima corria sobre su mejilla, repitió con voz plena de angustia: partir ..." No se ria, hay cuentos de esta indole que fueron re-impresos de diario a diario, a veces llegaron a publicarse una docena de veces.
El unico problema aqui es el de la vivienda. Espero encontrar algun dia proximo una pieza independiente, bajo el techo, mejor dos. Bajo ningun pretexto iré a vivir otra vez de subalquilando una habitacion en una familia burguesa, pequeñaburguesa tal como lo hice ingenuamente en los primeros momentos. Fue algo escabroso.
Con todo, el clima europeo es estupendo, maxime en aquellas minorias que constituyen las posibilidades de supervivencia que tenemos. Mis amigos son escritores o pintores o filosofos jovenes que tiene una vision entre cinica y natural de las cosas y que producen lo unico valedero que saldrá de estos años de las vacas gordas. Por mas que estas vacas se obstinan a negar de que sean simbolos de una estulticia germanica.
Lo mejor de todo es Josephine, berlinesa, casada con un espectro frances, actriz muy joven y de mucho talento (cosa que dice Piscator, no yo solamente) y una chica estupenda. Como yo le gusta vivir aqui, por las vacas gordas, como yo se siente extranjera. Afortunadamente le gustan mis cuadros y me cree un gran pintor.
De todo esto usted habrá notado que mi regreso a Montevideo no tiene lugar, al menos hasta que las circunstancias me obliguen hacerlo. Pero yo no creo en estas circunstancias a corto plazo. Por algo soy admirador de Mendes-France y del Pandit Nehru. Será porque no tengo oportunidad de leer el "Dia"?
Mis saludos a su señora a la que va destinada esta carta del mismo modo que a usted. No tanto a Miguelito: mejor que le de mis saludos afectuosos. Mejor que tenga una vision de Europa que se compone de Velazquez, Mozart y Montaigne. Algun dia tendra la oportunidad de buscar a estos fantasmas benévolos dentro de las casas oscuras y los tranvias chirriantes. Pero se les encuentra, se les puede encontrar y esto me hace pensar en algunos viajes muy lindos que hice a Francia, a Suiza y a traves del Rhin y en las grandes ventajas de la condicion del viajero y del extranjero por propia decisión.
Un apreton de manos y hasta pronto
su amigo
Platschek [sinatura autógrafa]
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1956-06-13 |
Mencionado/a |
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Bos Aires |
Nova York |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Zegrí. 1956 en 13/06/1956
Buenos Aires, 13 de junio de 1956
Sr. D.
Armando Zegrí
Estimado amigo:
Recibí su sincera carta que me agradezco y lamento hondamente el resultado final de la exposición. En cuanto a las críticas de los diarios, que no llego a saber concretamente si tienen o no importancia en ésa, aparte de las frases alentadoras para un pintor desconocido ahí, noto que ponen demasiado ingenuo empeño en querer encontrar filiaciones al pintor, de lo que se deduce que Picasso, Matisse y Leger están influyendo en mí, a pesar de la disparidad entre sí de sus obras, cuando la verdad es que es posible que determinadas coincidencias se produzcan por mi interés, cada día más creciente, en la pintura románica y en la obra de los miniadores medioevales de códices. Busco mi expresión por medio de una pintura plana de fuertes contrastes de color y con un grafismo espontáneo que se le superpone, que es quizás lo que chocó a los amigos que gustan de mis grabados y dibujos y a quienes desconcertó mi pintura. No trato de hacer una pintura lavada, sino de huir de cualquier clase de texturas que distraigan la intensidad del tono plano. En este sentido, prefiero la pintura lavada de Velázquez y Goya de la última época a las calidades, insuperables como tales e inocuas, que encontraba en el siglo XIX el francés Monticelli o que encuentra ahora Monsieur Dubuffet (nunca tan Monsieur como este pintor, nin tan clase media en pintura). Entretenerse en buscar las calidades, por ejemplo, de una pared descascarada, su textura, no puede ser una finalidad de la pintura que no debe librar esta finalidad al hallazgo fortuito de esas calidades o del uso de instrumentos extraños de distintos oficios para conseguirlas. El color, el dibujo y los grandes ritmos son para mí nada más que un medio de expresión. Busco una pintura que tenga su mayor fuerza en el sintetismo de elementos con que la realizo. El afán de los críticos de ésa de querer buscar en los franceses la filiación del pintor y en hablar de escuela francesa me llamó la atención. La llamada escuela de París es una escuela universal en la que la mayoría no son franceses más que de domicilio y su afán de libertad ayudó a crecer a la actual pintura del mundo. En Matisse, tienen tanta importancia para su formación las decoraciones de los muros de Argel como los impresionistas y en Picasso, Grecia, la Prehistoria española, los íberos y Goya pesan más que los pintores que le rodean o que le ayudaron a formarse, como para Leyer las figuras de los naipes son más importantes para su obra que los cuadros de Monet. Y es lo que me ocurre a mí, salvando las distancias. Me importan más los murales de San Isidoro de Léon, los miniados de los libros de horas o las tallas populares que la famosa escuela de París, excluyendo, claro está, algunos de sus valores. Si me encuentro afín a esos pintores que citan los críticos es, pues, en sus preocupaciones y en el posible origen de lo que caracteriza su obra. Siento, pues, que no hayan visto en mi obra otra cosa que una pintura lavada en lugar de su espontaneidad y falta de arrepentimiento y que no se diesen cuenta que también ese lavado es una forma de textura, pero más honesta, a mi juicio, que el poner un tono, borrarlo, insistir con otro, limpiarlo con cuchillo, pintar uno nuevo, pero no con pincel, sino con rodillo, pegar un poco de arena o de papel o lo que sea y pintar con otro tono encima para conseguir esas famosas texturas que nada tienen que ver con la expresión pictórica, y sí con el aburrimiento. Sólo el tiempo produce auténticas texturas.
En cuanto a los cuadros, dígame usted qué debo hacer. Quisiera que devolviera el del señor Lóizaga y que su señora y usted seleccionasen para su casa el que más le guste como obsequio mío. Si usted cree que vale la pena, utilícelos de momento para sus exposiciones colectivas y como fondo de la galería y si usted [...]
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1958-06-24 |
Mencionado/a |
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Nova YorkParís |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1958 en 24/06/1958
París (Hôtel Quai Voltaire), 24 de junio [1]958
Amigo Seoane:
Me he tomado esta tarde unas pequeñas vacaciones para escribirle. Pensaba hacerlo en Santander, antes de abandonar España –para despacharle la carta desde Hendaya, por temor a que fuera abierta y que la mención de nombres de los amigos de España pudiera crearles a estos alguna molestia (lo sucedido a a Del Riego es para tenerlo en cuenta); pero las cosas se dieron en tal forma que no pude cumplir con mi deseo. Al llegar a París, el día 19, me enteré de la muerte de Maside y Vd. no se imagina todo lo que me ha conturbado esta noticia. Aunque sólo cambié con él algunas palabras, pues su estado de salud (como se lo dije a Vd. en una postal despachada desde Santiago) le impedía casi hablar y no había mejorado, cuando unos días después fui a despedirme de él, su muerte me impresionó como si se hubiera tratado de un viejo amigo mío. Y es que todos sus amigos, nada más que por serlo nosotros de Vd., nos recibieron, a Aida y a mí, como si hubiéramos sido amigos de toda la vida. Y yo se lo agradezco ahora. Si en toda España no me he sentido en ningún momento extraño, en Santiago nos hemos sentido, Aída y yo, como en n/ propia casa. Cuánta cordialidad y calor humanos hemos hallado en sus amigos! Era a nosotros, si, pero era principal y fundamentalmente a Vd. a quien agasajaban. Aquí –es decir, en Galicia–, se lo quiere a Vd. talvez como a ninguno. Y yo me alegro de que así sea... Cuando cruzamos el Miño, en la frontera que separa a Portugal de España, a Aída y a mí se nos apretó el corazón y casi lloramos de emoción. El Miño, para Aída y para mí, era muchas cosas juntas: era Rosalía de Castro (cuya tumba visitamos e Santiago, en compañía de Bouza Brey) y era Unamuno, en sus Andanzas y visiones de España y Portugal y eran Vds., Vd. y Maruja. Veníamos de Coimbra, donde durante tres días nos sentimos por un momento estudiantes –aunque un poco maduros– Aída y yo y participamos de los festejos de la Quema de las Cintas, tan particulares y tan llenas de encanto. El paisaje era el mismo (Portugal y Galicia forman casi una unidad –no sólo geográfica, sino idiomática) y, sin embargo, nos pareció distinto. Y lo es en verdad. El paisaje parece que se adulzara y el ser humano es más hondo. Sí, creo que se trata de eso en realidad. En el portugués, talvez, haya siempre algo de teatral, como en el andaluz –aunque en menor medida–; en el hombre gallego no hay nada de teatral. Daría la impresión que se mueve siempre como si estuviera entrecasa, con naturalidad, pero con una naturalidad llena de señorío... Pero, por Dios!, no es de eso de lo que yo quería hablarle, sino de la cordialidad de que nos rodearon sus amigos a Aída y a mí. Con Del Riego y su mujer, Evelina, pasamos dos días deliciosos en Vigo... Y sólo estaba en mi plan quedarnos allí algunas horas! Pero quién se separa así como así, de las personas tan agradables e inteligentes ambos, que rivalizan en agasajarlo a uno? Con Evelina caminamos la ciudad y con ambos, conocimos las comedurías típicas y hablamos de tantas cosas que nos eran comunes. Y luego, Santiago... Llegamos allá el 22 de mayo a eso de las 8 de la noche. Dejamos n/ equipaje en el hotel España y salimos a caminar, Aída y yo, debajo de los soportales, a meternos la ciudad en el alma. Es una ciudad viva, donde las piedras llenas de ancianidad no son un obstáculo. El encargado del hotel se empeñó en que esa misma noche me comunicara con Maside y me presentó para eso a un sobrino de éste, un estudiante que está cursando, creo que el último año de sus estudios de medicina y es aficionado a la pintura. Se llama Carlos. A él le entregué la carta suya para Maside –y por él me enteré de la gravedad del estado de su tío. El pobre no quiso dejar de cumplir con su pedido y comprometió al doctor Bouza Brey para que nos acompañara a todas partes. No creo que muchos hayan tenido un más entendido guía que nosotros. Con él caminamos de arriba abajo Santiago. Y a cada momento, nos repetía: “No dejen de decirle a Seoane que conocieron la calle del Preguntoiro y la iglesia de la Ánimas, y..., y....” así toda la ciudad. En el Instituto de Estudios Folclóricos nos presentó a a P. Jesús Carro. Qué viejecito simpático! Allí en el Instituto guardan todas las cosas que Vd. publica. Por primera vez, creo que no me habría costado ningún esfuerzo decirle padre a un cura, a pesar de mi natural resistencia a hacerlo (y de aquellas palabras del Evangelio que dicen más o menos: “No me llaméis padre; Padre hay uno sólo, y está en el cielo”). Sólo la Catedral la quisimos visitar sin Bouza Brey. Qué majestuosa fábrica romana [sic] la Catedral de Santiago! Y luego, su Pórtico de la Gloria... No menos de seis veces volvimos a verla, a distintas horas y tratando, yo, de no dejarme llevar por recuerdos o sugestiones literarias.... Tiene talvez razón Unamuno cuando dice que aquí no se puede, como con el gótico, hacer literatura. Ni aquí caben distracciones. Y, sin embargo, dos misas importantes que allí, en la Catedral, escuchamos –la que se celebra el 23 de mayo en recordación de la batalla de Clavijo, y una misa del Episcopado (creo que el 25), carecieron de unción mística...
Pero vuelvo a sus amigos. El día 24 estuvimos con el matrimonio García Sabell. Le dejé su carta en el consultorio y unas horas más tarde nos llamó al hotel para que fuéramos a tomar el café a su casa. Qué persona extraordinaria es el doctor García Sabell (y qué hermosa y agradable su esposa)! Había muchas personas a la mesa y se habló de muchas cosas –y de todas era de ver y oír con qué precisa exactitud hablaba García Sabell. Al llegar a la casa y ver allí tanta gente reunida casi lamenté haber ido, pero luego sentí –después de casi 3 horas– tener que marcharme. Tiene una extraordinaria biblioteca con raras y lujosas ediciones de literatura y de arte, y pinturas y dibujos seleccionados con un finísimo gusto. Como recuerdo de ese día, para Vd., hizo firmar a los presentes una foto en que él –García Sabell– está en su Consultorio, con la pared del fondo cubierta con los estampados que le editó Bonino a Vd.. No se la envié desde España –y sí lo hago ahora, por temor a que se perdiera. El único que allí desentonaba era un socialista ,Tarul o Marul, que decía una sarta de banalidades en un tono que habría envidiado Lerroux –y a quién García Sabell había pedido que me informara sobre las cosas de España. En un momento dado, García Sabell le corto el discurso para mostrarnos la biblioteca y las pinturas, y todo terminó bien... Felizmente en España hemos tenido mejores informantes que ese presuntuoso y trasnochado socialista: lustrabotas, mozos de café, un changador en La Coruña, un maquinista de la RENFE en el camino de Salamanca a Madrid, un conductor de automóvil en Santander, etc., etc. En la misma mesa de García Sabell, un señor Briones de Villa García de Arosa. Estos socialistas tan fuera de época y que no sirven ni para colgarlos de la pared! (Ahora, al releer las firmas, veo que se llamaba Martul)... Pero me estoy perdiendo en detalles sin interés. Abandonamos Santiago, Aída y yo, con verdadera pena, dejando amigos y cariños. Y me fui a despedir de Maside, sin sospechar que se nos moriría pocos días después. Para Vd. me mandó un gran abrazo, un emocionado abrazo. Ahora, al transmitírselo, pienso que él presentía que era el último...
Y luego según n/ desfile precipitado: La Coruña, con su Torre de Hércules, a cuyo faro ascendí hasta el punto más alto –celebrando así a mi manera lo que Vd. celebró en dibujos de sabia caligrafía y Rafael Alberti en emocionados versos; León, cuya catedral sigue siendo un milagro de ligereza, y su Igl. de San Marcos –de un románico sobrio y cuya capilla funeraria conserva en su cúpula unos frescos sólo equiparables a los del Museo de Arte antiguo de Barcelona. Y luego más, Zamora –en que todo, o casi todo, es románico y en la que el reloj del tiempo pareciera haberse detenido. Y Salamanca, que para mí estaba llena de recuerdo de Unamuno; y, sin embargo, en esta España de Franco sólo se ha salvado de él el hermoso busto en bronce de Victorio Macho (y una cabeza en bronce, de la misma obra, en Madrid, en la Academia de San Fernando). Con quienes intenté hablar de Unamuno, o no sabían mucho de él, o temían hacerlo, y hasta el aula donde en 1920 le escuché dictar una de sus clases de filología ha desaparecido. Sólo el chófer que nos condujo de Santander a Irún tuvo un recuerdo emocionado para Unamuno; y era nada más que un obrero del volante!.. En Madrid estuvimos con Maíztegui (políticamente muy bien ubicado) a quien hicimos llegar su carta y con quien caminamos y hablamos mucho. Debo volver sobre las emociones experimentadas frente a Goya, y Velázquez, y el Greco? En cada sitio nos fuimos despidiendo como si fuera la última vez que vamos a verlo. En Madrid, al salir de San Antonio de la Florida, visitamos una vez más el Manzanares y con Aída nos juramentamos que volveríamos, sí, a España –pero acompañando a los españoles del exilio y para danzar todos juntos sobre los podridos restos de Franco... Yo no sé si se puede crear sobre el odio; pero cuando pienso nada más que en lo que en España tenemos oído sobre este grotesco payaso de la historia que es Franco, empiezo a creer que el odio es casi un deber. Odiar, sí, y hasta la muerte. Hay que formar el gran ejército del odio contra los enemigos de la vida. Cómo se comprendería en España a un nuevo [Mateo] Morral! Pensándolo serenamente, ya sé que no sirve de mucho el atentado individual; pero qué satisfacción se sentiría si alguien hiciese estallar por los aires a esa carroña. O es que solamente los tiranos tendrán derecho a disponer de la vida de los demás y nos hemos de horrorizar si alguien les revienta a ellos los huesos? Desvarío, pero, Seoane, hay que haber oído todo lo que llevamos oído en España y pensar en este pobre pueblo que se muerde los codos de rabia ante su propia impotencia –y que nos venga luego con reflexiones académicas sobre la buena táctica política. El atentado individual, sí, ya lo sé, no es solución –pero a veces puede ser una lección; y el tiranicidio, en cualquier caso y en última instancia, siempre será una medida de higiene para el mundo... Desgraciadamente creo que habrá Franco para rato –y solamente un vuelco total en la política internacional podría precipitar su caída. Se producirá ese vuelco? Lo espero. Pero, cuándo?.. Yo he recogido datos sobre lo que ganan los obreros y los empleados en España y lo que cuestan los artículos de primera necesidad. Pensaba mandárselos a Vd., pero, después de reflexionarlo, me parece tonto hacerlo. De qué le serviría a Vd.? Bástele eso: el pueblo está cada vez peor y las cárceles no se vacían. Todos los días se filtran noticias de nuevos procesos y nuevas condenas, mientras los rufianes de la prensa ensayan nuevos ditirambos para el Gran Payaso. Es un asco! Y termino, Seoane. Lea en los diarios españoles la “interviú” que acaba de hacerle a Franco un periodista de Le Figaro; produce náuseas...
De otras cosas quería hablarle, y ya ve, siempre se cae en lo mismo. Pero algún día eso deberá terminar. Terminar... Es lo único que ya nos queda por pedir.
Si en otro momento llego a estar más tranquilo (y aquí, en Francia, con De Gaulle, no es como para estarlo) le escribiré de otras cosas. Esta vez, perdóneme. Sepan, Vd. y Maruja, que están en nuestro corazón –y que, para Vds. y para nosotros, deseamos un mejor porvenir.
Los abrazamos
Scheimberg
P. D. He retenido esta carta hasta hoy, 25, y al fin me decido a mandarla; no sabría que cambiar en ella, o si destruirla del todo. Esto lo dejo a su arbitrio…Y adiós.
S.
1. O autor éstase a referir ás obras Por tierras de Portugal y España (1911) e Andanzas y visiones españolas (1922) , mesturando os títulos.
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1963-04-29 |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Varela. 1963 en 29/04/1963
Ginebra, 29 de abril de 1963
Sr. Lorenzo Varela
Buenos Aires
Querido Varela:
Recibí tu carta del 22 y te agradezco todas las noticias que me envías. Resulta confusa la de Paspagnoli, ¿es Director del Museo Nacional, como escribes, o del de Arte Moderno, en lugar de Squirru? Si lo es del Museo Nacional, ¿qué pasó con Romero Brest? Siento verdaderamente la muerte de Lorenzo Domínguez, era un gran artista y un excelente amigo. Para mí, además, otro español del exilio, aunque hubiese nacido en Chile, ocupado cátedras en la Argentina, etc., como escultor nació en España, donde se formó y a cuya sangre pertenecía. De aquí la noticia más importante fue la ejecución de Julián Grimau en Carabanchel. Toda Europa se conmovió. Manifestaciones en todas las ciudades europeas. En Francia, Italia y Suiza, obispos y organizaciones católicas hicieron pública su protesta. Aquí, en Ginebra, hubo dos manifestaciones. La última, el sábado 27, de todas las organizaciones sindicales. Al terminar el acto, donde sólo hizo uso de la palabra un dirigente obrero, lanzaron al lago dos coronas de claveles blancos y centenares de claveles rojos para que remontasen las aguas del Rhône y llegasen simbólicamente a la costa de España. Franco se cerró definitivamente, pienso, muchas puertas europeas, las que se había entreabierto para la liberación de su economía y su política. La prensa francesa es en casi totalidad, intransigente con él, con la ahora dudosa ayuda económica de De Gaulle y con Malraux, del que nadie puede escuchar su silencio. Pero ahí van algunas noticias, pues no creo puedas pasar la de Grimau.
En Ginebra, se ha inaugurado una gran exposición del pintor cubano Wilfredo Lam en la Galería Krugier, seguramente una de las más amplias y selectas de esta ciudad, que comprende obras desde 1938 hasta 1962. Se trata, en general, de cuadros de gran formato, de un surrealismo muy particular y realizados con una técnica muy sintética. Sus temas, muy repetidos desde hace años, se refieren a un mundo cubano tropical y de resonancias africanas y oriental. Cañaverales, grandes pájaros, pies y manos muy dibujados sugiriendo no se sabe de qué cuerpos, picos de aves, todo formando ángulos agudos dibujados con precisión. En la primera época, usaba una paleta de verdes, rojos y violetas muy tímidamente puestos al modo impresionista y en los últimos años dibuja simplemente con negro sobre un fondo gris casi blanco. Manifiesta un mundo original que tiene que ver lo mismo que con su país, con su origen chino y negro. Se trata desde luego de un excelente pintor, sabio y menor, que con los años redujo sus aspiraciones y que alcanzó, como los chinos con sus aguadas o como Goya con sus últimos óleos y grabados, a encontrar todo el color posible sólo en el negro.
En la ciudad vieja de Ginebra, se instaló una nueva galería de arte, la Galería Iolas. Se trata de una galería de Nueva York que ha abierto dos sucursales en Europa, en París y en Ginebra. Seguramente, en esta última ciudad, como muchas empresas norteamericanas con el fin escondido de burlar los impuestos de su país. Se inaugura con una muestra de Max Ernst, unas sesenta obras, casi todas ellas de la última época del pintor y los precios de los cuadros oscilan entre 150.000 francos suizos, es decir, 4.600.000 pesos aproximadamente, el de mayor tamaño que es de alrededor de un metro cuadrado, y 21.000 francos suizos, es decir, 690.000 pesos el más chico, el grandor de media tarjeta postal. La calidad, con ser buena en general, no está, pensamos, de acuerdo con los precios. Los mejores cuadros de Max Ernst se presentan, como ya comentamos, en el Museo de Zurich.
Suiza acabad de obsequiar a la Unesco con un tapiz de Le Corbusier de 6,50 x 3,50 metros que decorará la sala 5 y que evocará, según una frase del delegado suizo, “la alegría de vivir y una incesante juventud”. Esperamos que el tapiz, como los tapices de los cuentos orientales, pueda desprenderse a ratos de la pared a que fue destinado para llevar, entre nubes, alegría y juventud a los pueblos subdesarrollados y hambrientos que tantas valiosas horas de preocupación consumen a los delegados de la Unesco. La preocupación de Le Corbusier fue, antes de pronunciarse los discursos, colocar su gran tapiz en la pared de una sala exigua como parece que es la sala cinco de la Institución internacional. Se le presentó al arquitecto racionalista un problema de Chesterton que, seguramente, por nada racionalista, podría el escritor inglés resolver más fácilmente.
Uno de los más importantes críticos de arte de Europa, el francés Georges Duthuit, acaba de publicar un libro, Le feu des signes en Ediciones Skira de Suiza. Con este motivo, acaba de declarar “los estetas generalmente vienen después de los artistas, de sus obras”. En el libro se vuelve contra la estética contemporánea, la dispersión del arte de nuestra época, la concepción individualista del arte y reniega de los prefacios que hizo en los últimos tiempos para pintores del informalismo y de la abstracción lírica, como Riopelle y Sam Francis. El pintor, afirma, debe participarnos la certeza de pertenecer al mundo. La obra de arte no puede reducirse a sabios juegos formales ni a especulaciones geométricas o psicológicas. El libro de Duthuit estalló como una bomba en los medios artísticos y del comercio de arte. Antes se había rebelado contra la concepción estética del Malraux publicando su excelente libro El museo inimaginable.
Georges Mathiew, afecto por la mala crítica que obtuvo de su gran exposición en el Museo de Arte Moderno de la ciudad de París, responde a uno de los más sañudos, André Chastel, de Le Monde, con un artículo en uno de los últimos números de Arts, en el que, si bien logra comadrear alrededor de la obra de Chastel, no consigue desde luego defender su pintura, que era lo que algún público esperaba. En compensación, en uno de los últimos números de París Match, aparece retratado en las poses más diversas vestido de lujosos trajes, que unas veces parecen hacen surgir su figura de una tela del Ticiano o de Velázquez y otras de Goya, y entre muebles muy curiosos y caros. Fotografías singulares que en nuestra época tienen mucho que ver, aunque parezca mentira, con el comercio artístico.
Morir en Madrid es la última película de Frédéric Rossif, el autor de otra muy buena Le temps du ghetto, hecha a base de documentales extraídas de los archivos. También de los archivos de varios países extrajo la documentación gráfica para relatar la guerra de España. Un relato apocalíptico, según juzgan algunos críticos, que mereció el que interviniese la censura francesa cortando frases del texto redactado por Madeleine Chapsal. En estos días, la película de Rossif es la más comentada de Francia y su nombre Morir en Madrid sirvió, en general, como título a los numerosos comentarios que se hicieron contra Franco alrededor de la ejecución de Grimau. Resulta un excelente recuerdo en el momento en que Francia se apresta a ayudar financieramente a España formando parte de su gobierno Malraux, el caballero, subrayamos entre comillas, de La esperanza.
Querido Varela. Éstas son las noticias por hoy. Creo que abundantes. Escríbeme. Un abrazo de Maruja y mío para los dos:
[Seoane]
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1963-05-22 |
Mencionado/a |
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Xenebra |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 22/05/1963
Ginebra, 22 de mayo de 1963
Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Estábamos verdaderamente alarmados por la falta de noticias directas de ustedes. No sabíamos a qué atribuirlas. Nosotros, es cierto, no escribimos inmediatamente después de nuestra llegada porque no queríamos dejarnos llevar por impresiones rápidas. Su primera carta, la del día 16 de la que usted me escribe, no la hemos recibido. Pero no fue la única perdida. Tampoco recibí una que me envió un amigo mío del Centro Gallego a quien envío semanalmente las colaboraciones de la audición Galicia emigrante. De modo que puede imaginarse la alegría con que Maruja y yo abrimos su segunda carta, la que nos llegó, del 12 de mayo. De mis asuntos, los referidos a la pintura, no puedo decir aún si me va bien o mal. Creo que, en general, me va bien. Es posible que haga algunas exposiciones en Basilea, Zurich y Ginebra, en las tres ciudades o en dos de ellas, aún no lo sé, pues no tengo nada firme concretado, y es también posible que haga un mural de hierro para unas oficinas de Zurich. Gustan mucho mis obras y en este sentido estoy contento, pero la gente es muy lenta para decidir cualquier asunto, y yo, venido de Buenos Aires, soy aquí como un caído de Marte, pues la vara de medir en cuestiones artísticas es París o Nueva York. Para la Suiza alemana, Alemania además de París y Nueva York. Nueva York cada vez menos, pues París recobra en estas cuestiones su influencia. El arte italiano actual no cuenta en Suiza. El caso de Marino Marini, muy comprado aquí, no sirve como ejemplo, pues vivió muchos años en Zurich. Se trata de una influencia económica, de intereses comerciales de galerías en la que nada tiene que ver la calidad de la obra de un artista. En Ginebra, según veo ahora en un diario para transmitírselo a usted, hay 23 galerías de pintura. De ellas dos o tres son directamente sucursales de galerías norteamericanas y llevan el mismo nombre de la casa central, las otras tienen nombres independientes, pero sus dueños son agentes de venta de grandes galerías de París. El marchand, aquí, más que un agente cultural es un agente financiero que depende de otros agentes financieros de tipo distinto. La obra de arte posee un valor económico al que se atiende en primer término y, concretamente, la banca le dedica especial atención. Un marchand de París o de Nueva York invierte sumas muy importantes en la propaganda de un artista contratado por su galería, le hace intervenir en exposiciones internacionales, bienales, concursos, etc., promueve campañas de prensa por medio de ensayos de expertos, reportajes sobre el artista, su vida, sus costumbres, etc. Todo sirve como pretexto de la nota, el castillo que compró Buffet que es un pintor de 32 o 35 años a quien espera un porvenir más glorioso que su pasado; la colección de perros de otro; el amor por los muebles antiguos y las ropas lujosas y extrañas de Mathieu; el catolicismo gaga de Utrillo, cualquier motivo sirve para una nota en París Match o en revistas similares y otras breves notas para agencias periodísticas internacionales, que luego compran y reproducen por precios baratísimos los diarios y revistas de todo el mundo, especialmente las que como en Buenos Aires son exclusivamente comerciales. Luego, también por medio de agentes, los mismo directores, comienza la venta a museos europeos de países ricos, los del Báltico, Suiza, Alemania Occidental, Holanda, Bélgica y es entonces cuando aparece el agente bancario o el experto financiero que invierte grandes cantidades en estos valores. En Suiza, se ve muy bien esto. El experto financiero de cualquiera de esos multimillonarios árabes, por ejemplo, lo que más abundan de países petroleros, o que un día siendo ministros se levantaron con el tesoro de su patria, norteamericanos, o de cualquier parte, compran una cantidad de cuadros del pintor consagrado en París, que tiene ya una cotización alta, y los deposita en un banco suizo sin que el propietario jamás los vea, pues no le interesan como arte, sino como inversión, y sin que esos cuadros vean más la luz en mucho tiempo. Estos cuadros rinden más beneficio al adquiriente que muchas acciones de empresas industriales y comerciales. Calcule usted la suba de valor de una obra de Buffet o cualquiera en su condición, de 1950 a 1960, este cálculo le dará a usted idea del beneficio. De Max Ernst podía adquirirse en París en 1949 un pequeño óleo suyo por unos 15.000 francos de entonces. Ahora, en una galería norteamericana de Ginebra, óleos suyos de tamaño de media tarjeta postal valen 21.000 francos suizos, es decir, alrededor de 650.000 pesos argentinos. Y esto que ocurre en la obra de artistas actuales para con las antigüedades. No hay, creo, pequeña villa suiza, casi aldeas, que no tengan su tienda de antigüedades, objetos extraños que pasan de unas manos a otras creciendo de valor. Creo que me extendí demasiado sobre esta cuestión, pero ello explica muchas cosas. Solana, un gran pintor español, tiene una cotización local en España, pero no la tiene internacionalmente y eso ocurre, por ejemplo, con Carrá en Italia, Figari en la Argentina, etc. Pero todo ello aclara porque lo que se ve en galerías son exposiciones de artistas provenientes de París. Alguien que venga por su cuenta, solo, de Calcuta o Buenos Aires, debe luchar con enormes dificultades y la primera importante es el miedo de las galerías a perder dinero. Sin embargo, por mi parte, no me quejo. Vine, eso sí, en mal mes, debí haber llegado en invierno. Ahora tengo que esperar. Mientras tanto, iremos a España alrededor de mediados del mes que viene luego de pasar unos días en París para ver museos y amigos y volveremos aquí en septiembre. Hemos estado en Grenoble y vimos espléndidos óleos de Matisse, Bonnard, Picasso y los cubistas en general. También notables obras antiguas: Zurbarán, Velázquez, Goya, aparte de los franceses y primitivos. Un notable retrato de Fantin Latour. Grenoble es una ciudad encantadora que como todas las del Delfinado y la Savoya tienen además el atractivo de su soberbio paisaje. Por todas partes, trabajadores españoles en cantidad. Como aquí mismo en Ginebra, castellano, catalán y gallego son idiomas que se escuchan corrientemente por las calles. Anduvimos también por regiones suizas. Hasta estuvimos en Gruyère, el lugar de los famosos quesos que resulta que se hacen sin agujeros, muy compactos y que los agujeros son de Ementhal, un sitio entre Berna y Lucerna. Gruyère tiene un hermoso castillo. He hecho algunas acuarelas de paisajes alpinos. Todo esto me atrae mucho. Pero, en esta época del año, los suizos, por lo menos los que a mí me interesan para mis asuntos, se marchan de vacaciones y nosotros aprovechamos para ir a España.
Tuvimos noticias del tremendo efecto causado por el movimiento europeo de protesta por la ejecución de Grimau, sobre todo de las protestas católicas, de obispos, de congregaciones, etc., que se manifestaron con firmas o en la calle junto a las personalidades de izquierda y los partidos políticos. Los diarios españoles, por vez primera, dieron noticia de algunas de ellas sin alterarlas, aunque luego las comentaran caprichosamente. Pemán arremetió contra Mauriac en el ABC. Es inútil, algo cambia también en España. Pemán usa argumentos que no sirven para un católico francés y que empiezan a no servir tampoco a algunos españoles con miedo al porvenir. Sobre la Argentina, los comentarios son de pesimismo alarmante. Nosotros sentimos no tener más noticias.
Bueno, Scheinberg, nada más por hoy. Lamentamos la enfermedad de Aída. Esperamos que cuando llegue ésta haya mejorado. Nosotros los recordamos siempre y les extrañamos como a todos los amigos de ésa, a los que escribimos y a los que aún no les hemos enviado noticias nuestras. Para todos, todos, un gran abrazo de Maruja y mío y otro especialmente para Aída y usted de Maruja y de:
[Seoane]
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1963-06-19 |
Mencionado/a |
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Madrid |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 19/06/1963
Madrid, 19 de junio de 1963
Sr. Simón Scheinberg
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Llevamos algo más de una semana en Madrid. No hemos visto casi nada ni, en general, a nadie que no fuese de nuestra familia. Hoy salieron para Barcelona Esther y Lipa. Con ellos estuvimos una mañana en El Escorial viendo las líneas severas de una arquitectura hecha de razón, contemplando, además, por breves instantes El carro de heno de El Bosco. Me acordé de un amigo que en su apasionamiento político encontraba tétrico este edificio y veía a su través lo negro de España. Confundía severidad y medida con otras cuestiones. España sorprende a las gentes y son los mismos españoles, a mi juicio, los principales creadores de mucha confusión y españolada. Nos hemos habituado como permanentes. Juzgamos a Carlos I o Felipe II, Trastámaras o Austrias, como personajes de hoy, sin calcular la época en que les tocó actuar. Se habla del temperamento de los españoles y se juzga por una de las caras de la moneda dejando de lado la otra cara, el canto, material, decoración, etc. El Escorial es para mí una de las obras más lógicas de la Península Ibérica, representativo además de uno de los períodos de su historia más absolutamente razonable, cuando todo se medía y legislaba haciendo que el cálculo fuese norma de Gobierno. España era entonces fría y flemática y eran otros europeos los que tenían la sangre caliente y voceaban. El fracaso económico cambió más tarde sangre y voces. La economía, todo el mundo lo sabe en nuestros días, altera el temperamento de los pueblos y de los hombres, cambia sus gritos y las virtudes o defectos de la sangre y de la herencia. La teoría de los reflejos es tanto como una ley biológica una ley económica. Cuando alguien dice toma a otro, por lo general, se le produce saliva en la boca. Toma y daca es un principio de economía. Pero me estoy perdiendo con todo esto. Lo que quiero decir es que me maravilló volver a ver El Escorial y juzgarlo pensando luego de lo visto unido a esa capacidad de medida un vigor que tiene algunas veces el español. Herrera, Velázquez, Cervantes, Juan de la Cruz... Y mucho más viéndolo con Esther y Lipa que saben observar muy bien y no se dejan desorientar por juicios precipitados. El Museo de Arte Contemporáneo, el único que vi hasta ahora, tiene a su entrada dos notables obras de escultura en piedra de un escultor gallego, Otero Besteiro, que figuran un cerdo y una vaca. Dentro una preciosa cabeza de caballo. Pero no tuve tiempo realmente a juzgar nada de lo poco que hasta ahora vi. Aquí me encontré con muchos parientes que hacía más de un cuarto de siglo que no veía, de todas las ideas y temperamentos, y con uno sobre todo, un tío mío que lleva el mismo tiempo que yo fuera de España, algo menos, que tiene 82 años y que regresó lleno de nostalgia para volverse para siempre seguramente a México. Estoy con ellos desde hace una semana. No hacemos nada más que hablar y comer. Lipa les contará.
Aquí alquilamos un pequeño departamento como centro de trabajo. Pienso pintar mucho. En Suiza, dejé un contrato en Ginebra con una galería que va a representar mis grabados, me encargaron un mural en Zurich para unas oficinas, que tendré que entregar en septiembre, y se expondrá pintura en Basilea, seguramente en otoño.
Esto es todo. Creo que conseguí bastante hasta ahora.
Un abrazo para todos los amigos comunes, para Aída, usted y los suyos, de Maruja y mío, los recordamos a todos. Y otro más grande de:
[Seoane]
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1963-07-15 |
Mencionado/a |
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Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Scheimberg a Seoane. 1963 en 15/07/1963
Buenos Aires, 15 de julio de 1963
Querido Seoane:
Estoy realmente alarmado. De tres cartas que le escribí a Vd. sólo ha recibido la segunda. La última, del 8 de junio pasado, como medida de seguridad, se la despaché certificada al nombre de su cuñado en Madrid. Salvo que Vd. haya recibido ésta con retraso –después que me despachó la suya del 19 de junio, en la que me habla de su viaje y admiración por El Escorial–. Comparto su entusiasmo y admiración por esta monumental e incomparable fábrica arquitectónica. Desde 1920, en que visité por primera vez el Escorial, admiro a Herrera y en las dos veces que volví a visitar España, nunca dejé de hacerlo al Escorial –éstas con Aída– y mi admiración no ha hecho más que acrecentarse. Su estilo –modelo de sobriedad y de limpieza– corresponde a mi juicio al estilo de vida de la época de Felipe II, ascético, pero en modo alguno pobre (que son dos cosas distintas). Allí, en el Escorial, además de El Carro de heno de ese gran surrealista que fue El Bosco, he vuelto a ver siempre con deleite el San Mauricio, del Greco, y creo que un Expolio1 maravilloso de Goya –con un Cristo estupendo en el centro, envuelto en una túnica de amarillo de seda (allí lo he visto?), un Velázquez y creo que un par de Tizianos –entre muchas otras de valor–.
Ya aquí, en nuestro Buenos Aires, estuvimos unos días con Esther y Lipa, quienes nos transmitieron sus afectuosos saludos. Muchas gracias por recordarnos y pensar en los pobres que no podemos viajar.
De haberse realmente perdido mis dos aludidas cartas, me daría una verdadera pena, pues la historia habrá perdido irremisiblemente el testimonio de dos nuevos augurios políticos míos total o casi totalmente equivocados –como casi todos los míos–. En efecto, a pesar de mi temor de que se llegara a votar el 7 de julio (con proscripciones y ostracismos) el país votó –y creo que con una sensatez que no habría sospechado–. Por mi parte, colaboré en ese acto de sensatez votando para Presidente y Vice la fórmula de Ilía-Perette, de la UCRP (que era una manera de votar contra Aramburu y el continuismo). En el caso de Ilía, hay por lo menos: 1º, que es un hombre honrado y de una vida limpia; 2º, que prometió anular –y por decreto, como corresponde– los contratos petroleros, en cuyo nombre se ha saqueado al país (aunque Sofovich siga creyendo lo contrario); 3º, prometió comerciar con todos los países que quieran comprarnos y vendernos; y 4º, promete anular las proscripciones y los decretos en que se procesa las ideas y en los que, so capa de anticomunismo, se coloca en el index a todas las fuerzas liberales y progresistas del país. Esperemos que esta vez los militares permitan que esas promesas se cumplan. Por de pronto, hay muchos de éstos que están deseando que alguien tenga los c... suficientes para hacerlo. Además que hay una experiencia que no puede repetirse...
Permítame que por razones de prudencia y para no equivocarme una vez más, interrumpa aquí mis pronósticos y esperanzas. El nuevo gobierno tendrá que luchar a brazo partido con los sectores más reaccionarios del Ejército (que son los más) y con el Pentágono, que no se van a cruzar seguramente de brazos y movilizará al ejército de mulatos que lo sirven. Y no sigo. Cuanto menos escriba, menos me equivocaré.
Por de pronto, hay una verdadera euforia en el país y yo participo de ella –aunque, le confieso, me alarma una sola cosa: el coro de aplausos conque ha sido recibida esta victoria de la UCRP. Además, son muchos –y yo entre ellos– los que se alegran que hayan sido desoídas las órdenes de nuestros dos santones: Perón y Frondizi, aunque de paso hayan sufrido un descalabro los de la CGT.
Y ahora a otra cosa: en mi última, le escribí de una sección argentina de pintura, escultura y grabados que un grupo de amigos piensa protagonizar dentro del Museo de Bellas Artes de La Habana. La primera lista de obras la integrarían: Usted, Alonso, Anadón, Audivert, Badi, Berni, Castagnino, Diomede, Giambiagi, Lea Lublín, Policastro, Soldi, Spilimbergo y Urruchúa, y de los escultores, Falcini, María Carmen y talvez Sibelino. A Badi le escribió Falcini y a Berni y Spilimbergo, Falcini y Castagnino. A mí me encargaron que yo obtuviera su asentimiento. Luego que las obras de éstos hayan llegado a su destino, el grupo organizador ampliará la nómina –aunque cuidando siempre que se trate de artistas con títulos para figurar en un Museo. Piénselo con calma, y mándeme su consentimiento a la brevedad posible.
Lo felicito por el mural que le han encomendado y la preparación de sus Exposiciones de grabados y pintura. Estoy seguro que tendrá éxito –y tenga presente que en esto acierto bastante más a menudo que en política. Mándenos noticias, para seguirlo en su carrera de éxitos.
Por sus últimas cartas llegadas a amigos, y más por lo que nos dijeron Esther y Lipa, veo que están Vds. contentos de encontrarse en España. Me alegro, aunque no se encariñen tanto como para quedarse allí definitivamente. La Argentina –a pesar de todo– sigue siendo un país donde es agradable vivir y si mis augurios y los nuevos gobernantes no nos fallan, se volverá a vivir sino como en la belle époque, por lo menos bastante mejor que ahora. Lo de la belle époque corresponde a una asociación de ideas que no deja de ser lógica –pues cada vez que pienso en Balbín (jefe virtual de la UCRP) no puedo dejar de hacerlo simultáneamente en los buenos tiempos del tango con corte y el conventillo de las 14 provincias –mejor desde luego que “villas miseria” de hoy.
En cuanto a otras cosas, estoy pobre de noticias. Salgo poco para no hacerlo sin Aída, cuya sordera no mejora. A veces, ella se olvida y sobrepone, aunque otras sufre mucho con lo que le pasa.
Dentro de unos momentos, veré a Varela (Lorenzo) que me citó para EUDEBA. Le dije en mi última que la exposición de los dibujos de los 10 fue un éxito de público y la edición de los 10 cuentos (120 mil ejemplares) se está vendiendo como pan?
Mis Cartas europeas están casi listas. Todavía no vi como quedó la tapa que Vd. me dibujó (espero que resulte estupenda). Manuel López –que ya se repuso después de casi dos meses de enfermedad– retomó a su cargo el cuidado de la edición, en la que suprimí el pie de la editorial. Le manda muchos saludos.
Y termino. Un gran abrazo para Maruja y Vd. de todos nosotros y que sigan bien y con suerte. Saludos a los amigos que le salgan al paso. Chau,
Scheimberg
O autor refírese á obra de Goya: El Prendimiento de Cristo
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1963-10-26 |
Mencionado/a |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sofovich. 1963 en 26/10/1963
Madrid, 26 de octubre de 1963
Sr. Bernardo Sofovich
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hemos recibido la carta de ustedes con la noticia del nacimiento del niño Pablo David, que acabamos de conocer por una carta de Varela y que fue una agradable sorpresa por la que les felicitamos muy sinceramente a Elsa y usted. Este acontecimiento venía a explicar para nosotros cuando llegó la carta de Varela, el silencio de ustedes, y al llegar la que ahora nos envían del día 15, teníamos una escrita felicitándoles que ahora sustituyo por ésta. En la última carta que les hemos escrito acusaba recibo de las pesetas en La Coruña, llevaba fecha del 22 de agosto y era la tercera enviada desde España de las que no teníamos respuesta. Así se lo hice saber a Varela hace pocos días, pues me escribió bastante alarmado de que yo no les escribiese. Creo que el nacimiento del niño les debió tener muy atareados, que deben de estar ustedes, como es natural, absorbidos por él y muy ilusionados.
Estamos siempre hambrientos de noticias. Trabajé mucho todo esta temporada, hice con mucho éxito la exposición de grabados en La Coruña, de la que usted tiene noticia, y ahora pronto, dentro de un mes, el 25 de noviembre, haré una gran exposición en Madrid de unas ochenta obras entre óleos y grabados. Todo este trabajo me retrajo de ver museos, monumentos, etc., lo que haré, volviendo a ver sistemáticamente lo que pueda de Madrid, a partir de la inauguración de la exposición. Calles y paisajes fue lo que más vi y lo que más hice fue hablar con las gentes que me fui encontrando en Madrid y Galicia. Hasta ahora sólo volví a ver muy de prisa Velázquez y Goya en El Prado. Volveré a verles con calma y extenderá las visitas a otros pintores y museos. Esta ciudad, me refiero a Madrid, (La Coruña tiene una belleza unida al paisaje, a las nieblas y al mito, nació bella) aparte de lo que sabemos continúa siendo una ciudad encantadora por su luz, tanto como por su pueblo, monumentos, calles, aunque nosotros preferimos la olvidada Galicia, cambiante de luz y visiones, matizada de colores, gris y verde sobre todos. Pinté muchos cuadros. Creo que influyendo en ellos este reencuentro con Galicia, con su paisaje y humanidad. Técnicamente, continúo el camino iniciado en Buenos Aires, un poco sorprendente, creo yo, para Madrid; no puedo saber como reaccionará la crítica y público, pues lo que hago, o intento hacer, es una pintura ascética y esquemática que no se aviene demasiado con el barroquismo y derroche de materia que parece norma de la más última pintura española, la que tuvo éxito en el exterior, coincidente, en este momento, con la de todas partes, pero con un carácter muy peculiar e imprimiéndole en general un fuerte sentido social a su manera, a la manera de cada pintor. Desde luego el promedio de pintura que se ve en galerías es, en cuanto a oficio, superior al de muchas partes. En general, se nota que los pintores, como los grabadores y escultores, se han aprendido muy bien su academia y algo de ese largo aprendizaje queda en sus obras a pesar de la iracundez de sus propósitos y de los resultados. Naturalmente, también existen quienes por snobismo o por lo que sea se improvisan pintores. A las jóvenes de buena sociedad y ricas parece haberles entrado el gusto de pintar como un modo de satisfacer su ocio, y como algo divertido que puede resultar de combinar materiales diversos, resultando que lo que fue drama creador en un artista se convierte, en manos de estas jóvenes, no en todas, en entretenimiento snob. Pero esto ocurre en todas partes. Existen gentes que parecen tener la suerte de tener tiempo de aburrirse, un tiempo que además no les cuesta dinero. Estos días se expone aquí un espléndido retrato pintado por Goya de José Bonaparte, el José I, el Pepe Botella del pueblo español, que tiene tres metros de alto por dos de ancho. El retrato parece haberse encontrado con motivo de la Guerra Civil, pero, hasta ahora, estuvo guardado y en reparación. Es la prueba definitiva, se cree, de la simpatía de Goya hacia los ideales de los invasores. Goya, Bethoven, esos dos sordos geniales pensaban, en cuanto al mundo de entonces, Europa, de igual manera.
Refiriéndome a otras cuestiones, con el dinero que usted, Sofovich, tiene procedente de los intereses que debe pagar Bernárdez, le ruego pague la cuota del Fondo de las Artes que vence creo que el 20 de diciembre. Le escribiré a usted con tiempo. No sabe cuanto le agradezco todas estas molestias que usted se toma por nosotros.
Esto es todo por hoy. Escríbanos. Aprovechen algún momento del feliz sueño de Pablo David para hacerlo. Un gran abrazo de Maruja y mío para los amigos comunes y para los dos:
[Seoane]
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1963-11-20 |
Mencionado/a |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1963 en 20/11/1963
Madrid, 20 de noviembre de 1963
Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hoy escribo también a Falcini. Estoy casi en vísperas de la exposición, que se inaugura el día 26 de este mes. No sé qué ocurrirá. Presento 91 obras entre óleos y grabados que a mí personalmente –hasta ahora– me satisfacen, veremos si los viejos amigos y parientes y no tengo relación con las que gustan del arte. En cierto modo, esta exposición es como una prueba a la que me someto. Madrid está lluvioso y estos días comenzó el frío. Nada este mes de ese aire de Madrid que mata a un hombre y no apaga un candil. Sólo un día en lo que va de mes el viento gallego, escoba del cielo despojó a éste de nubes y la capital felipeña lució esa luz nítida, transparente, de que está justamente orgullosa. En cuanto al otro clima, el que siempre nos preocupó a usted y a mí y a muchos amigos de ésa, existe un título –de novela, película, poema, etc., no recuerdo ahora de qué– Con los días contados, aplicado al caso. A mí, personalmente, me gustaría sumar todos esos días estando aquí. Veremos si tengo esa suerte.
De Buenos Aires vienen al parecer buenas noticias. Casi diariamente en las últimas semanas informan los diarios sobre la marcha de la política argentina y ayer publicaron la noticia del decreto sobre los contratos de petróleo. Ayer a la mañana me la pasé entera en el Museo Arqueológico viendo sobre todo las pequeñas estatuas ibéricas, la infinita riqueza de formas que se puede alcanzar alrededor de un sólo tema, en este caso, debe ser el sacerdote ofreciente, si no son imágenes de pastores y pastores cubiertos con ese largo manto que aún usan en algunos pueblos de Castilla y que en los días de invierno cubren de la lluvia y el frío a los campesinos de toda la Península. Parecía seguirse a través de esas diminutas figuras algunas de las metamorfosis de Picasso yendo desde el naturalismo más cuidadoso de la reproducción humana hasta la estilización más abstracta, como hizo Picasso con la paloma, el toro y el hombre. Llegamos a ver estilizaciones que prueban una inteligencia reflexiva que hacen dudar a uno del adelanto en estas cuestiones de nuestra época y de las próximas que nos anteceden. Es curioso como el hombre usa por una especie de memoria ancestral, por instinto o por lo que sea, el saberlo es cosa de científicos o que ellos deben averiguarlo, iguales recursos gráficos. Por ejemplo, me llamó la atención que en los mantos de algunas de estas figuras usasen la línea en cadena para simular tejidos y adornos, en esta forma ∞∞∞, pero verticales, en general, como igualmente lo hacen Velázquez y ahora algunos pigmenos como yo que se dedican a estas cosas. Ése y otros recursos, círculos, espirales, puntos entre líneas, etc., parecen ser instintivo, lo pienso porque en mi caso, luego de estructurada la obra y de casi ejecutada, me dejo llevar por esas formas que me vienen no sé de dónde. Es curioso como también aparecen en cerámica y en todas las artesanías donde hacen uso del ornamento. Desde luego, en arte, resulta difícil descubrir Américas. Quizás estos motivos sean comunes de siempre a nuestra visión y es posible que las artesanías sean el vínculo que une a aquellos primeros artistas, transmitiéndoles desde no sabemos qué edad remota, a Velázquez, que no conocía el arte Prehistórico celta, ni el íbero, ni apenas arte de la antigüedad y tuviese presentes estos recursos por la cerámica, la herrería, etc., a su tiempo y a nosotros, o porque también se hereden con la animalidad del hombre, como los pájaros y otros animales heredan las formas de sus construcciones. De cualquier manera, estas formas resultan una permanente del arte y del hombre. Bueno, esto es todo. Bergamín, ya lo saben, está refugiado en la embajada uruguaya. Invitado, según dicen, unánimemente y con iguales frases, los diarios de ésta por el embajador, de quien es, por los visto, amigo. Estoy muy contento del clima que vivo. A los gallegos, o de esta procedencia, nos gusta la lluvia y las castañas calientes. Lo dicho, con los días contados.
Esto es todo por hoy. Un gran abrazo a todos los amigos que nos recuerden aún para maldecirnos porque no escribimos cartas ni tarjetas, tampoco de ahí nos contestan algunos. Y Aída y usted reciban otro muy fuerte de Maruja y mío:
[Seoane]
Nota: Acaba de salir una nueva revista, Tiempo de España, es la segunda que nace este mes, la primera es Cuadernos para el diálogo, y trae en una breve antología un pequeño poema de Lorenzo [escrito na marxe esquerda:] Varela titulado A la libertad. Mañana o pasado le escribo a él. Pero dígaselo, por favor, por teléfono. Gracias.
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1965-07-23 |
Mencionado/a |
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Bos Aires |
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada] |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1965 en 23/07/1965
Buenos Aires, 23 de Julio de 1965
Sr. D. Isaac Díaz Pardo
El Castro
Querido Isaac:
Recibí tu última carta en la que al fin me envías las medidas del libro y cantidad de páginas de modo que pueda hacer la tapa que me pides y que enviaré la semana que viene a la dirección que me indicas. A Laxeiro le entregué inmediatamente la dirigida a él. En cuanto al otro asunto del Centro Gallego todo eso escapó, de mis manos, pues tengo la impresión de que no quieren hacer más de lo que hicieron. Todos, todos, si hubiesen tenido tiempo de reflexionar, –más que de reflexionar de consultarlo– una o dos semanas, lo hubiesen rechazado. No les importa Galicia más que como turistas. De los mil ejemplares que se hicieron aparte no saben bien qué hacer y yo mismo no cuento en este momento para enviarte, o para mí, con un solo ejemplar. Están excelentemente guardados. Hice una lista de corporaciones y entidades, prensa, etc., sin excluir ninguna a la que debe enviarse˙ Irán por correo ordinario, lo que retrasa un mes más el conocimiento general de este asunto. Refiriéndome a otras cuestiones, Varela pronunció una espléndida conferencia sobre Dionisio Fierros y otra muy buena sobre las rebeliones burguesas en Compostela en el siglo XII la profesora Pastor de Tognesi que ¡al fin! estudió las causas económicas-sociales de las rebeliones, planteando muy claramente los problemas que se originaban en los señoríos. Lástima que estas conferencias no se hubieran pronunciado una y otra en Galicia. El estudio de la profesora Pastor es el resultado de miles de documentos revisados y microfilmados en archivos de Madrid.
A Valentín le escribí cuando me participó haber logrado el permiso de “residencia” de los cuadros en esa agradeciéndole, y le decía que había que reclamar las 10.000 pesetas que el Banco Mercantil de Madrid había depositado, de mi cuenta, como garantía, a la Aduana de Port-Bou, y, para luego de reclamar su devolución, una vez conseguido el permiso, liquidase con ellas los gastos ocasionados con la agencia o con lo que fuese y no tuve más noticias. Conservo copia de la carta y volveré a escribirle estos días. Le escribí cuando en correos no se trabaja a reglamento.
Contestando a tu carta, tu profesión postiza de hacer cacharros sin otro fin que su utilidad, sirve al hombre y es bastante. Cualquier trabajo hecho con amor sirve al hombre y al pueblo donde se realiza. En tu caso, siento lo digo una vez más que todo eso te obligue a abandonar tu primer oficio, el de pintor, con el cual hiciste obras notables y tienes condiciones y fuerza para hacerlas aún más importantes volviéndote a entregar a él. Cualquier cosa que pintes, hecha con seriedad y amor sirve a los hombres y a Galicia hace falta que la sirvan, entre otras maneras, en las artes y los oficios. Yo no endioso, al artista ni al arte. Mi Dios, en todo caso, es la creación humana en general. Unos zuecos bien hechos, una mesa, una silla que sean útiles y tengan la gracia que nace del amor al oficio y del conocimiento, valen como un dibujo, un grabado o un poema y abren caminos para un pueblo, de grandes empresas de otros órdenes, y al progreso. En esto es en lo que creo fundamentalmente y por eso me molestan los exhibicionistas que se auto idealizan porque son hábiles, los que prefieren reproducir su fotografía personal a un cuadro, sobre los que discursean sobre arte y no lo hacen, y los que no entienden o no quieren entender que crear un bello objeto ayuda a mejorar el mundo. La eternidad de Velázquez no reside en sus temas, ni la de Rembrandt, ni la de ninguno de los que reconocemos como grandes artistas, Cuanto no daría yo por pintar alguna naturaleza muerta como Zurbarán o Juan Gris! Representando un cesto con alguna manzana y un mantel, sirvieron al conocimiento y al hombre, o trazando solo un bello arabesco como muchas veces Picasso. Por eso soñé siempre con crear millares y millares de objetos en Galicia, también cacharros, si tú quieres, que sirviesen para imprimirle un nuevo carácter a su pueblo y mejorar su vida. Era el programa del Laboratorio de Formas. Pero esto no lo entienden los que sueñan sólo con sus intereses, o, en el mejor de los casos, no con trabajar con su pueblo, sino con planificarle el trabajo, naturalmente, como siempre, con ellos de directores. Bueno, perdona esta divagación. Quiero decir que pintes, que aproveches el estudio “te lo presto” sólo para eso. Vimos Galicia en un documental que anda por aquí. Estuvimos por todas las rías, en las ciudades y en la montaña. Como envidiamos a los que viven en ella teniendo en conciencia de lo que es realmente y de verdad la viven. Fuera, estamos muertos.
Un gran abrazo para Mimina, para Camilo, Rosendo, Xosé y para tú de Maruja y Mío:
Seoane
Saludos a los Baltar y, naturalmente, a los Dieste. Este último me debe carta.
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1966-01-11 |
Mencionado/a |
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Ávila |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Sofovich a Luís e Maruxa Seoane. 1966 en 11/01/1966
11-1-66 17:30 h.
Desde Ávila, Maruja! No sé de qué hablarte primero, si de las rosquillas de Ávila, de Toledo, el Escorial o Madrid. O los campos sembrados con dibujos geométricos de olivos, o de los españoles, o de Goya, o de Velázquez. Estoy maravillada. He reaccionado frente a España reconociendo lo que nunca había conocido y reconociéndome. Me encuentro de repente hablando como los españoles. En cada calleja de Ávila, he encontrado a mis dos abuelas envueltas en pañoletas negras. Superado el trauma del avión, todo hasta ahora ha salido muy bien. Mañana salimos para Barcelona. Ya te escribiré más adelante. El viaje de hoy por el Guadarrama ha sido maravilloso. Con todo, siempre hay una hora del día, cuando el cansancio me vence, que siento un nudo de opresión que se llama nostalgia. Mis dulces hijos, los tres. Como España me conmueve, todo lo que siento, lo alegre y lo triste, lo siento más. Marujita, hasta muy pronto, desde lejos también se agrandan los amigos. Un gran abrazo a Luis y otro para ti.
Elsa
Irá carta de Bernardo para Luis.
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1967-02-02 |
Mencionado/a |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Payró. 1967 en 02/02/1967
Madrid, 2 de febrero de 1967
Sr. Julio E. Payró
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hace semanas, o meses, ya no sé, que debí haberle escrito. En Bonn, con Nélida y Tomás Negri una noche en la que les hemos recordado, decidimos escribir una carta colectiva que no llegamos en ningún momento a redactar, pues la dejamos para mañana, un mañana como ocurre en estas decisiones con todos los mañanas, que no llegó. Sin embargo les tuvimos siempre presentes. Ahora estamos en Madrid instalados en un pequeño departamento que alquilamos por unos meses quizás hasta Julio o Agosto, y desde aquí haremos algunas correrías a ciudades castellanas antes de ir a Asturias y Galicia, a donde iremos a comienzos de la primavera, cuando sean menos constantes las lluvias. Es inútil tratar de describir en una carta todo lo que vimos desde que salimos de Buenos Aires y nos gustó. Méjico en primer término, la gloria de su barroco, la riqueza de tanto ornamento en oro componiendo algunos de los altares más bellos del mundo. La piedra trabajada elevándose entre plantas y árboles tropicales, o que a nosotros nos lo parecieron, en paisajes por kilómetros semejantes a los de Castilla por el color. La arquitectura, lo que queda de ella, y la escultura precolonial. Y luego el pueblo. Un pueblo de complicados y agresivos mestizos, atrozmente nacionalistas, y de indios pobres, simpáticos y cordiales que se mueven como ánimas en pena en un mundo de “muertitos”. Todos los “muertitos” quizás de las civilizaciones perdidas que perduran en ellos por una especie, es posible, de memoria ancestral, los aztecas, los toltecas... La ciudad de Méjico tiene un espléndido museo antropológico, pero las calles mismas son un museo, por ellas pasean los restos de viejas civilizaciones y sus mezclas. En las más recientes con los españoles queda, en general, en los ojos y en el rostro la crueldad de conquistadores y aztecas. El águila y la serpiente son, a mi juicio, un exacto símbolo de Méjico sin poder saber yo a cual sangre pertenecen la serpiente y águila, a conquistadores o conquistados. Nosotros, de orígen europeo, tambien festejamos los “muertitos”. El festejo es similar al de todos los pueblos primitivos. Nuestros bisabuelos de Galicia tambien comían y bailaban sobre las tumbas de sus antepasados en el día de los muertos y en el atrio de las iglesias. Le escribo sobre Méjico porque seguramente es lo que más me impresionó en cuanto a países y al que deseo volver. Luego me impresionaron de otra manera la ciudad de Nueva York, muchos de los museos que ví, el Guernica, las exposiciones de Picasso, la cordialidad de la familia Negri y el haber encontrado en Roma una “trattoría” con dos grandes cuadros del pintor exiliado español Gaya, envejecido, solitario y a quien llaman, el dueño de la trattoría y los camareros, “el profesor”, que fueron pintados como homenaje al Ticiano y a Velázquez. El homenaje de un hombre desterrado, aparentemente vencido, que solamente vive en su pintura.
Ahora en Madrid estoy trabajando y por estos días está abierta en Bonn una exposición de grabados míos que, según Negri, tiene mucho éxito. Ya les iré escribiendo, así de la misma manera que ahora, súbitamente, cuando menos lo proyecto. Un abrazo para los [escrito na marxe esquerda:] amigos comunes y otro grande para María Inés, Silvia y usted de Maruja y mío:
[Seoane]
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1967-02-25 |
Mencionado/a |
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Nova YorkMadrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Frontini. 1967 en 25/02/1967
Madrid, 25 de febrero de 1967
Sr. Norberto Frontini
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Estamos establecidos en Madrid por unos meses y estoy trabajando todo lo que puedo en el pequeño departamento que alquilamos. Tengo una pequeña serie de cuadros de regular formato ya hechos de los cuales estoy contento, en general. También tengo casi un álbum, o un álbum sin casi, de dibujos hechos desde México de cabezas de personajes que fui sorprendido en cafés sobre todo. Cabezas mejicanas, yankis, alemanas, suizas, francesas, italianas, españolas; sobre todo italianas y españolas. Tengo alrededor de un centenar de ellas, casi una aldea internacional, a las que puse leyenda con arreglo a lo que en el momento me sugerían. Son dibujos muy rápidos, pero que constituyen mis apuntes de viaje, pues está visto, quizá deba sentirlo, que me importan más las gentes que los monumentos, aún importándome mucho éstos. Digo que quizá debiera sentirlo porque parezco haber entrado en la edad en que son los momentos lo que interesan, sólo la historia, y se desprecia a las gentes o no se hace caso de ellas.
Desde Madrid, hemos hecho pequeños viajes a ciudades cercanas, a Toledo, al Escorial, a Segovia, todas ellas ahora perfectamente acondicionadas para el turismo, esa gran industria, pródiga en divisas, recientemente descubierta en este país que no logra, sin embargo, matar lo que de auténtico le queda, pues una preocupación organizada por el turismo trae como consecuencia un recuerdo de vida pasada y el hacer que los monumentos entren en la categoría de pomposas escenografías.
El pueblo y su vida, la que vive corrientemente, hacen que esto no ocurra. Segovia continúa siendo una maravilla de ciudad con su gigantesco acueducto, sus iglesias románicas y sus antiguos mesones y casas señoriales. Y otra maravilla, El Escorial, al que siempre veo como ejemplo de rigor arquitectónico español, de la disciplina constructiva que en otras artes produjeron a Cervantes y Velázquez, a San Juan de la Cruz. Sólo quienes extienden las dependencias fúnebres, donde están los sarcófagos de los reyes, a todo el edificio pueden encontrarlo tétrico. Y al paisaje que le rodea. La soledad no es tétrica, puede ser solamente melancólica y hasta alegre. Yo encuentro alegre a El Escorial. Seguramente, porque no me dejo llevar por la impresión que puedan producir los pudrideros, destinados a la descomposición de los reyes y príncipes muertos, ni por los sarcófagos, ni por la silla de mano de los últimos días de Felipe II, cuando ya corrían por su cuerpo los gusanos de su podredumbre; aunque también complacerse en esto, que no fue complacencia al arquitecto Herrera, es asimismo Castilla. En general, una parte grande de España tiene una imágen cruel de la muerte. Los gallegos, o los de su orígen, somos distintos, a través de ella vivimos otra vida, por eso el pueblo gallego ama a las ánimas y convive con sus muertos, que adquieren, para su presencia, formas familiares, increíbles para quienes no son gallegos. Bueno, perdóname esta lata, pero te hablo de mí. Escríbeme. Dame noticias de Grillo, está ya en libertad?
Un abrazo grande de Maruja y mío para Mony y para ti:
[Seoane]
N/D. D. Esquerdo 75, 3º dcha. Madrid
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1967-03-17 |
Mencionado/a |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Sofovich. 1967 en 17/03/1967
Madrid, 17 de marzo de 1967
Sr. Bernardo Sofovich
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Continuamos en Madrid hasta fines de abril, donde es casi seguro inaugure una exposición de grabados. El 25 de abril –iba a ser el 4 de mayo– se inaugura una de óleos en Colonia, pero enviaré los cuadros desde aquí. Para entonces seguramente estaremos en Asturias camino de Galicia. Pero estamos alarmados, no recibimos carta de nadie de ahí. He escrito a todos los amigos y no tengo respuesta. A ustedes les hemos escrito dos cartas, la última el día 7 de febrero y suponemos que han contestado, pero aquí no llegó respuesta alguna. Tampoco tenemos noticia de si recibieron el catálogo de la exposición de Picasso en París. Sabemos, sí, que Scheinberg lo recibió. Creemos que todo esto debe ser consecuencia de las huelgas últimas, pero al correo debían dejarlo en paz. Trabajo mucho, todo lo que envío a Alemania es nuevo y no gozamos, hasta ahora, demasiado del clima de Madrid que en estos últimos días es decididamente primaveral. De Buenos Aires tenemos solamente las noticias de los diarios que no son muchas y las que se dicen ahí de Europa no son demasiado optimistas. Se trata de presentar al mundo como absolutamente desquiciado, sumido en desconciertos, para exaltar la felicidad española, una felicidad que muchos hogares ciudadanos –los campesinos no resultan nadie– no alcanza a la cifra de 2.500 a 3.000 pesetas, o la superan en poco, en un momento de notable alza de precios. De arte, en general, gozando de los grandes ejemplos de España, sobre todo de Velázquez y Goya. Y disfrutamos las calles de Madrid, los diálogos con la gente, el ir encontrando en uno y otro que no se trata de vivos-muertos, sino de gentes que viven desesperadamente, pero esperan. Por aquí hay ahora muchos argentinos que van y vienen de Sevilla, Madrid, de Madrid a Barcelona, de los que tenemos noticias porque alguien nos dice que pasaron y dejaron dicho que van a volver. En Fernando Fe se inauguró una exposición de grabados de Rafael Alberti con mucho éxito. La asistencia de la inauguración se transformó en un homenaje. Esto es todo por hoy. Por favor, escriban. Deseamos noticias de ahí. Un gran abrazo para Elsa, Claudia, Pablito y usted de Maruja y mío:
[Seoane]
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1967-05-15 |
Mencionado/a |
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Nova YorkBos Aires |
Nova YorkMadrid |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Frontini a Seoane. 1967 en 15/05/1967
DR. NORBERTO A. FRONTINI / ABOGADO / BUENOS AIRES, / LAVALLE 1312, 5º A / TELÉFONO, 40-7512.
Mayo 15 de 1967
Sr. Luis Seoane
Esquerdo 75, 3º Dcha.
Madrid
Mi querido Luis:
Recibí oportunamente tu carta del 25 de febrero. A mis años el tiempo tiene vertiginosidad imperceptible.
O es que el quehacer cotidiano en vez de estrangular las horas las urge? El tiempo pierde su medida horaria, cosa de la inteligencia y no de la sensibilidad, cosa mecánica, no de la vida continua. Ocurrió que estuve con tu carta en el bolsillo y le fui añadiendo las dos que le escribiste a Luis, y así se fueron pasando los días. Supongo has regresado de Galicia y estás ahora en Madrid, y allí te vuelvo a escribir. He tenido noticias de tu exposición en la urbe castellana por la carta que me leyó Falcini y antes, de ustedes, por referencias orales de Clarita que vino emocionada por la dulzura de Maruja y alucinada por el tamaño de tu inteligencia y el fervor que pones al hablar de tu tierra natal. Me habría gustado nacer en tierras de árboles y no en ciudad. Junto al mar y no entre muros, a la vera de un río corredizo y no entre las calles de una ciudad que cambia su fisionomía día tras día. Quizá sea por eso que para mí la patria, como geografía, ha sido, durante muchos años, una metáfora vacía, y después, un largo paisaje diferenciado; más tarde fue una historia sin asidero en la vida concreta del hombre y del ciudadano y, por último, varios estratos con zambullidas repentinas en las desemejanzas que los siglos han dejado entre las gentes como residuos de culturas si no distantes, distintas. Ese viaje que haces por tierras de España tiene la presencia de las constantes de la historia que son la razón de ser de la biología profunda y la expresión de la relación con los aires de un contorno físico incambiable o poco menos. A nuestra edad, a la mía, querríamos menos cambios insustanciales y la presencia de un clima histórico que sea como nuestra memoria. Me parece convincente lo que me dices acerca del rigor –la clasicidad– del tránsito del hombre español. Por eso me parecen hermanadas la prosa de Cervantes, el ceñimiento formal de Velázquez, y la límpida arquitectura de Herrera. Y Goya? Acaso sea lo mismo con más expresividad. En vez del hieratismo de Rivera, el misticismo del divino Morales o la pasión un tanto acartonada del Greco (muy señorial, muy retratada) o la abundancia colorida de Zurbarán, Goya es la expresividad poética de la vida del cuerpo y del alma del hombre y sus pasiones.
Pero de tal fuerza trascendente que parece abarcar todo el proceso dramático de la vida humana desde la primera fermentación sobre la tierra hasta el deliquio (desfallecimiento y delicia) de la búsqueda de dios.
Y por qué dices de Barlach que es goticista? Siempre me pareció entroncado en las formas románicas. En aquéllas que más de una vez vi talladas en el bronce de los portales de algunas iglesias. Achatadas las figuras, indiferentes los atuendos, en planos cruzados sin violencias geométricas, dándose el cuerpo en función de las caras donde la expresión de la vida interior adquiere una fuerza dramática sorprendente. Lo cual, años después, asocié con algunas de las tallas de Rodin, el Sarmiento, el Balzac (los varios ensayos previos?). Quizá por otros motivos espirituales, quizá porque Rodin tenía conciencia de la importancia que estaba adquiriendo la inteligencia del hombre en la edad moderna.
Pero, qué pasará siglos mediantes, con la cibernética, con el lenguaje, y las significaciones que hasta ahora han servido al hombre para entenderse? Colijo que el hombre va permanentemente hacia su propio consciente cambio por la auto creación y que de aquí a siglos, todo será diferente. No lo será el diálogo que lo conduzca hacia la superación de sus constantes limitaciones. Será por eso que te estremecen los “momentos”? Tú agregas: la historia, es decir, el tránsito. Y de eso se trata, de cómo transitamos este mundo o por este mundo. Cuando a la distancia de decenas de años recuerdo ciertas lecturas de juventud, ciertas teorías, el lenguaje pedante que se me metió en los entresijos del alma a través de los libros universitarios, me doy cuenta que nuestra civilización es una costra de estupidez. La civilización que pone su acento en las cosas materiales. Claro, ellas vienen a nuestro encuentro. Empero, siempre será más encantadora la sonrisa de un niño o una mano de mujer que se mueve como ala, que todo ese estiércol que se desvanece, no de una generación a otra sino de hoy a mañana. El “momento” (me impresionó mucho esta frase de tu carta) es siempre un estremecimiento. Acaso por su instantaneidad, por su huidiza compostura. Cuando tú lo fijas, lo haces inteligible y perdurable. Un estudio comparativo de la sucesión de los momentos (los momentos claves del ser humano) serviría para constatar las constantes de la conducta. Esa es la virtud del artista. Y si se tiene genio como tú, vaya si la cosa tiene importancia. Pero los momentos que registras en tus obras son también tus propios momentos espirituales. Porque todos somos meros seres transitivos. Y este es nuestro drama y la razón de ser también de nuestra instantánea alegría. Tú dices que encuentras alegría en El Escorial. Me cuesta imaginarme ante El Escorial en ese estado de alegría. Y mis imágenes (tendría que haber nacido en España) son las del asombro. Pero también la del dominio de mí mismo, como vida fluyente, frente a esa sobria arquitectura. Un recuadro para los ojos, la voz, el cuerpo flexible, andariego, andante. Quizá sea esa la alegría. El contraste entre la vida y esa obra del hombre. Pero eso se da en España.
En las iglesias de Castilla, la muerte es muerte a más vida. Es cosa a mi modo de ver muy castellana, que acaso tenga que ver con el ensorbecimiento que dio al castellano la conquista y la riqueza de América. Un énfasis de su petulancia. Aunque no debe olvidarse que la Iglesia Católica inventó o reinventó la resurrección. Los muertos de supuesta noble vida merecieron estar en el templo de dios. Cuando la paganía del espíritu tiene remotas, visible u ocultas reminiscencias de los países aborígenes o de la Roma imperial, a los muertos se los despide bebiendo y comiendo. Y eso ha quedado entre nosotros, hijos de España, y persiste en las provincias. Se trata de la despedida. ¿Recuerdas la Tumba del Elefante que hay en Carmona? Pues allí hay mesa para comer, y vomitorios y un baño para aguas termales. Comer, vomitar, quitarse el mareo en agua tibia, y a seguir. La despedida. A mejor vida o a vida eterna?
En esta ciudad de encierro, ciudad de país ocupado, todo es incertidumbre. Puedes tener nostalgias del tango y acaso sea por amor, por división de tu vida entre España y Argentina, por contradicción de las vivencias del corazón. Pero yo, que vivo aquí, me aburro, me canso, huyo. Y me da mucha alegría conversar epistolarmente contigo, contigo, que eres uno de los mejores interlocutores del mundo. Menos mal que en estos últimos días hemos contado con la presencia de personas con quienes me hallo a gusto. Estuvo Orfila y estuvimos varias veces con él. Y en una ocasión con él y mi viejo amigo brasileño Caio Prado, y su esposa, que estuvieron pasando una semana con nosotros. Ahora están en Córdoba, de donde seguirán a Mendoza y luego a Santiago, regresando a fines de mes. De Grillo recibí carta hoy. Nos correspondemos por carta y a veces nos damos a tomarnos el pelo. Me provoca para que le escriba y yo a mi vez para sacarlo de sí mismo. Ayer llegó de Salta, Ana María. Estuvo allí varios días. Lo encontró muy flaco. Ya no puede digerir las comidas asquerosas que le dan. Y ya lleva tres años y más de dos meses. Mañana vence el plazo para dictar la sentencia del tribunal de Tucumán. Si, como esperamos, confirman la del juez de primera instancia, pronto lo tendremos con nosotros. No me hago ilusiones, pues el asunto de Bolivia podría despertar enconos oficiales y vaya uno a saber qué añadidos se hacen al proceso. Si confirman la sentencia, podría salir con libertad condicional. Lo esperamos. Pero eso depende de algunas quisicosas que podrían demorar la definitiva salida.
Mony está bien. Pero en estos días un tanto apesadumbrada por algo que le ha ocurrido en La Plata, que es largo de contar y creo que no vale la pena. Los demás familiares muy bien. La hija de Chispa es una delicia. Una “verdadera” nieta cuya compañía me hace mucho bien. Hemos estado con Castagnino y Nina. Te hemos recordado mucho. Y como todos los amigos han leído las cartas que le enviaste a Falcini, nos ha conmovido ese homenaje de los artistas madrileños. Me emocionó aquella lección acerca de la honradez que te dió tu padre. Esa es la honradez de toda tu admirable vida. Si no hubiese sido así y si la maravillosa Maruja no fuese como es, no habrías sido el pintor y escritor que eres. Yo he tratado de ser como mi padre en otro plano de actividades. Pero sobre todo en la vida profunda. Una contradicción me habría fastidiado mucho. Y a otra cosa: hace dos meses falleció el padre de César, el suegro de Chispa. Buena persona. Cuando estuvo en Madrid, se entrevistó con Maiztegui. Un derrame cerebral, media hora de conciencia y diez días en estado de coma. También falleció en enero, el Dr. Julio Peluffo. Creo que lo conociste.
Bueno: me parece que te he dado una larga lata. Es más de media noche en un día domingo. Hay en la ciudad ese silencio compacto de las noches porteñas, vísperas del lunes. Hace calor (estamos sufriendo un otoño caluroso). En las cartas de Grillo siempre hay saludos cordiales para ti y Maruja. Cuánto tiempo se quedarán aún? Un abrazo fraternal para Maruja y para ti, con abrazos de Mony (acabo de telefonearla) y hasta siempre vernos. Y abrazos para Maiztegui.
Norberto
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1967-06-01 |
Mencionado/a |
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Xixón |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Scheimberg. 1967 en 01/06/1967
Gijón, 1º de junio de 1967
Dr. Simón Scheinberg
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Estamos en Gijón en casa de mi hermana hasta el martes próximo, día 6, y estamos, como quien dice, lejos de todo lo que viene preocupándome en los últimos tiempos, museos, galerías, etc.; Gijón tuvo antes de la Guerra uno de los museos de dibujos más importantes de Europa, el Jovellanos, con el nombre de este ilustre político asturiano, de aquí, de esta ciudad, cuyas doctrinas se habían nutrido de los enciclopedistas franceses y de Feijóo, como muchos de los grandes americanos de la independencia. El museo fue destruido en la Guerra y poseía centenares de dibujos del Renacimiento italiano, Miguel Ángel, Leonardo, etc., y luego Velázquez, El Greco, Zurbarán, hasta Goya y pintores de su época de finales del XVIII hasta principios del XIX. Cuidador de este Museo en la década del 20 fue Moreno Villa, el notable poeta y pintor que falleció exiliado en México, quien confeccionó un catálogo que ya no se encuentra. Fue una gran pérdida la del Museo Jovellanos. Hoy sólo queda el Museo Municipal que posee algunas obras interesantes sobre todo de artistas de la ciudad, los naturalistas de los últimos años del siglo pasado, Álvarez Sala, Martínez Abades, que fueron muy reproducidos en las páginas artísticas del Blanco y Negro y de La Esfera, de un naturalismo regionalista como entonces se usaba, bastante sentimental muy de acuerdo con las poesías de otro asturiano, Campoamor, con sus Doloras. De esa época también, pero que falleció hace pocos años, fue un gran pintor de aquí, de Gijón, Evaristo Valle, triunfador como dibujante en París en revistas de moda, que repentinamente deja la capital del mundo para encerrarse en ésta, puerto industrial, y pintar escenas mineras, trabajos del puerto y escenas populares, con un humor y desgarro próximo por igual a Ensor y a Solana y a quien Lafuente Ferrari, el historiador de arte madrileño, dedicó un tomo impresionante hace dos o tres años. Otro pintor que aún vive, nonagenario, es Piñole, que pintó esos mismos temas y que aún siendo interesante no alcanza a mi juicio, el humor ni el dramatismo de Evaristo Valle. Esto es todo en cuanto a arte. En lo que se refiere a naturaleza, aquí está el Mar Cantábrico que se extiende hasta el Finisterre gallego, acerado, profundo, tormentoso, poblado de naufragios y leyendas, como todo el Atlántico Norte, donde intervienen por igual sirenas y embarcaciones errantes, apestadas, condenadas a errar para siempre, o marinos corsarios, iguales o muy parecidas leyendas que en la costa gallega. Junto a ese mar un país montañoso, abrupto, verde, cuando no negro de minerales, de carbón, que es uno de los más bellos de Europa. También estas montañas encierran leyendas, hadas, las xanas y brujas y sucesos históricos deformados por el pueblo referidos a los moros, muy presentes en Asturias, porque aquí comienza, en Covadonga, la Reconquista. En una ladera de la costa, casi junto al mar, en una casa solitaria, vivió hasta hace diez o quince años una anciana poeta gallega, Rosario Acuña, que tenía fama de bruja y de quien decían las gentes del pueblo que convocaba a los espíritus. Las gentes evitaban el contacto con ella y se apartaban de la casa y a mí me hubiese gustado conocer su misterio, pero parece imposible. Todos los que conozco dicen lo mismo, que tenía fama de bruja, de echar a las gentes el mar de ojo y de reunirse con los espíritus. Es posible que hubiese contemplado más de un naufragio desde alguna de las ventanas de esa casa blanca y solitaria en que vivía. Me hubiese gustado ser su amigo. Debía ser como una vieja sacerdotisa de tiempos remotos. Le escribo a usted sobre pintores y la naturaleza de Gijón y Asturias y, nada de Rosario Acuña, sobre las gentes, mejor lo hablaremos a nuestro regreso. Impunemente, podría hablarse de los indianos que aquí hay muchos en los cafés, hablan en voz alta y recuerdan todos los acentos de América, pero no vale la pena, el asturiano es, en general, bastante vanidoso. Escríbannos. Pueden hacerlo ya al Castro.
Un abrazo para todos los amigos, para sus hijos y un fuerte abrazo para Aída y usted de Maruja y de:
[Seoane]
Porcelanas del Castro. Osedo. Sada.
La Coruña. España.
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1968-04-18 |
Mencionado/a |
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Bos Aires |
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada] |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1968 en 18/04/1968
Buenos Aires, 18 de abril de 1968.
Sr. D. Isaac Díaz Pardo
El Castro
Querido amigo:
Acabamos de recibir la tuya, ayer o anteayer, y no me contestas a la pregunta que te hice sobre las jarras, ¿qué precio tienen?, pues algunas personas quieren la colección. Yo no sé qué contestar. No sé por qué recibieron en El Faro la nota de la exposición de Bonn, ni sé quién es el autor, si es seudónimo o verdadero nombre y apellidos alemanes. De cualquier manera me extrañó que se publicase ahí. Uno de estos días te enviaré las dos notas, muy buenas, que me llegaron hasta ahora para que tú dispongas de ellas. Me prometieron el envío de otras que también se publicaron. Lamento todo lo que me cuentas de Magdalena y me gustaría mucho aconsejar a Núñez Búa en cuanto a este asunto pero no me da oportunidad de hacerlo, jamás me habla de Magdalena y últimamente lo veo muy poco. Antes venía a menudo por casa pero desde que se ocupa de los problemas de Pescanova, o creo que se ocupa, viene mucho menos, creo que viaja más a menudo al interior, no sé si por los seguros o por Pescanova. Me llamó por teléfono no hace muchos días diciendo que se iba afuera por Semana Santa. Es todo lo que sé de él. Tu carta a Villamarín me parece bien. Es lo menos que puedes decirle. Sin embargo pienso que en representación del Castro, o simplemente como accionista, deberías venir aquí y plantear el asunto de Magdalena a todos los mondelos que habéis reunido en el directorio de la empresa. Esta gente no tiene evidentemente plan y anda a la deriva, terminarán por hundir o desfigurar a Celtia. No se puede hablar de falta de mercado pues se están abriendo nuevos bazares y algunos como Rosenthal y Churba, el de Belgrano, instalaron sucursales muy ostentosas en el barrio norte. En las vidrieras apenas se ve esta temporada porcelana de Magadalena, así nos parece a Maruja y a mí. No conozco la ofensa a Camilo, hace algunas semanas que no viene a Buenos Aires, Maruja piensa llamarlo uno de estos días. Recibimos siempre de él por correo recortes de los diarios que tú le envías y lo suponemos preocupado por los exámenes y las clases. En cuanto a Paco eres injusto con él. Si renunció no fue por mí ni por los amigos de aquí que deseaban que quedase, como garantía de una colaboración conveniente para la revista y como el único, entre los periodistas conocidos de ahí, capaz de interpretar los deseos nuestros. Naya es otra cosa por lo que sé y leí de él, y no conocemos de Paco tontería alguna que haya hecho para el Centro Gallego de la que él fuese responsable. Conozco muy bien el C. G. y puedo afirmarte esto con la autoridad que me puede haber dado pasar allí 19 años en las dos épocas de mi dirección de la revista y no creo, por mi parte, ser idiota. Nadie estorbaba más a J[osé] B[lanco] A[mor] que Paco, según me consta. Las colaboraciones de la revista fueron solicitadas directamente por J.B.A. Las cartas fueron escritas en la secretaría del C.G.
Para el libro de dibujos míos el título definitivo es Retratos desguello (de reojo), viene de esguello, una palabra que le gustaba mucho a Manteiga y que incluso utilizó para una serie de artículos. Me alegra la noticia del techo de la primera fase de Sargadelos. Tienes que decirme algo de la impresión de las gentes de Sargadelos. Sospecho que les alegrará la construcción de la nueva fábrica. Estos días, mañana, inaugura en Madrid Laxeiro, en Biosca. Está muy contento. Recibí una carta de él. Llevó de aquí algunos cuadros nuevos y el grande de más de dos metros que hizo en 1965 o 1966 y que expuso en Velázquez. Estoy seguro que tendrá mucho éxito. Siento lo de Eduardo B[lanco] Amor. No comprendo por qué le rechazaron los artículos. ¿Se trata de algo personal?.
Bueno, esto es todo por hoy. Contéstame “largo”. Un gran abrazo para todos vosotros de Maruja y mío. (Recordamos el espléndido viaje a Valencia, en el camino a Cuenca, y sobre todo las paellas, y me quedan como recuerdo dos o tres retratos que hice allí). Otro abrazo:
Seoane
Nota:
Los clisés de los retratos deben ser de igual tamaño al original y todos pluma, o de línea, o como ahí le llamen, que no recuerdo. Siento añadirte una nueva preocupación, y el libro aproximadamente del tamaño de los de Botella al Mar, dejando poco margen a los dibujos, 1 cm. arriba y de los lados en la página y me gustaría ocupasen las páginas pares e impares, es decir, nada de páginas en blanco.
S.
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1968-05-17 |
Mencionado/a |
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México, D. F. |
Madrid |
Orixinal
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Carlos Tobío Fernández ao seu irmán Lois Tobío Fernández, 1968. en 17/05/1968
ALMACENES LAR, S.A.
SAN JUAN DE LETRAN NUM. 80
DESP. 207 EDIFICIO SAN JUAN
APARTADO POSTAL NUM. 793
TELEFONO 18-60-90
MEXICO 1, D.F.
Mayo 17 de 1968
Querido Luis y familia:
Tu carta, recibida ayer, me hizo darme cuenta de lo rápido que pasa el tiempo porque tenía la sensación de que la anterior –que iba a contestar en estos días– era de hacía solo unas semanas cuando la realidad es que tiene fecha de diciembre. Yo no creo que sea el río el que va mas deprisa sino que nuestra biología se mueve mas despacio al envejecer, y nos produce ese espejismo. El caso es que ya va a hacer un año que salí de viaje a España, y tengo la impresión de que acabo de regresar.
Respecto a si cambiamos de opinión respecto al regreso, la duda ofende. Es algo firmemente decidido hace tiempo, lo mismo que la fecha: fines del próximo año. Pero levantar aquí el campamento no es cosa sencilla, y hay que planear todo con minuciosidad para no sufrir mas perjuicios que los indispensables. Porque este negocio del que vivo tiene el 95% de su capital regado en la calle en forma de créditos recuperables a un máximo de 18 meses, de suerte que, a menos que efectúe un traspaso global del negocio (lo cual no me conviene porque los posibles compradores quieren castigar demasiado tales créditos), debo recuperar el capital suspendiendo las ventas en un momento dado y sosteniendo la organización de cobranza el tiempo que la voy reduciendo hasta cobrar la última letra. Pero en esto va involucrado un montón de problemas, en especial indemnizaciones por despido a empleados, agentes, cobradores etc. En esos momentos precisamente estoy planeando toda la operación, que muy pronto empezaré a desarrollar.
Habíamos calculado que para este mes Carmen estaría en Madrid, pero sucede que Carmen hija esta ya en espera de familia, y como el nacimiento ha sido estimado para los primeros días de septiembre, y en estos casos es de rigor que la madre acompañe a la hija, ha habido que retrasar el viaje, por lo tanto será en la segunda quincena de dicho mes. El objeto del viaje es comprar un piso para vivir nosotros, otro tal vez para amueblar y alquilar y arreglar la situación del de la calle de Larra que ocupa la familia de Carmen, modernizarlo y amueblarlo con miras, asimismo, a rentarlo. El piso para nosotros quedara amueblado porque es seguro que a fines de año vaya Carlos a Madrid y pueda habitarlo en vez de ir de hotel. En Octubre de este año termina su carrera (que es de Ingeniero químico, como sabes), y quiero que conozca España, le tome gusto, revalide su título y encauce su vida ahí, despues de hacer algunos estudios de posgraduado en el extranjero. Por su parte Carmen hija no quiere quedarse aquí por nada del mundo, y su marido ya esta de acuerdo en el trasplante para lo cual ya esta haciendo planes con miras a trabajar ahí. Como sabéis trabaja en la Embajada sovietica –Agencia Novosty–, escribe crítica de cine en periódicos, y hace traducciones.
Respecto a mi reingreso en la Diputación, mis compañeros me escriben dando como un hecho que obtendré una resolución favorable. Y a pesar de mis reservas respecto al comprobado tortuguismo de la burocracia española, Guglieri (que es el que habrá de informar mi solicitud por tener a su cargo la Asesoría jurídica de la Diputación) me dice que es cosa de unos meses tan solo la resolución del expediente. Como demasiada rapidez tampoco me conviene, pues podría verme obligado a presentarme en Madrid antes de haber dejado terminados todos los asuntos de México, dí un poco de largas al asunto y en vez de enviar mi solicitud desde aquí, como me aconsejan, la llevara Carmen consigo para que, previa consulta con ellos, la presente y eche a andar el papeleo.
Hemos seguido con mas interés que la guerra de Vietnam, el desarrollo del movimiento estudiantil en España. Tambien nos ha sorprendido la fuerza y los resultados obtenidos por los estudiantes de Santiago. Lo que pasa ahí está mas cerca de nuestra emoción, en cierto modo como si se tratara de algo que concierne a la familia.
Por aquí se ha publicado una de esas fotos publicitarias de lo que queda del Caudillo. Glamoroso, ataviado de gentleman rural, "dizque" pescando en las riberas del Eo, pero la caña mas caída que en el verano, la papada flácida, la boca abierta en actitud babeante. Que se fizo del Caudillo altivo y glorioso de la Cruzada? Creo que es una crueldad pérfida de sus administradores el exhibirlo en el estado actual, cuando debieran tenerlo, para sostener el mito, mas oculto que un faraón en su tumba, rodeado de un halo de misterio y oculto a la mirada del pueblo. Pero qué empeño en exhibirlo!
Por aquí se esta animando el ambiente con la proximidad de los Juegos Olímpicos. A lo largo del año se han presentado espectáculos artísticos y culturales de primera clase, procedentes de muchos países del mundo, en lo que llaman Olimpiada cultural. Tambien la nao de la "madre patria" ha llegado a estas costas con un cargamento tan pacotillero como las cuentas de vidrio, espejitos y bisutería de otros tiempos: una alborozada tropa de cantantes (de protesta y de los otros), bailarines flamencos de los tres sexos, y algunas castizas ya ajamonadas que sacaron del arcón de los recuerdos relicarios, violeteras, nardos, pañuelitos bordados con mi pelo y demás quincallería melódica que ponía lágrimas en los ojos de nuestras abuelas. Raphael, con un éxito de teen ages que superó al de Evtuschenko (que es un idem de la poesía), Massiel, la triunfadora de Londres, con su canción de protesta diluida e inofensiva pero útil para cobrar mil dólares por actuación sin protesta alguna, Nati Mistral, faraónica por raza y por edad aparente, Sara Montiel robusta e incipiente otoñal, vendiendo sus últimos resplandores en gira colonial, en fin, una caterva de representantes del arte hispánico muchos de los cuales, los de tercera y cuarta clase, podrías ver en tablados y cabarés de ínfima categoría. Nada honroso por cierto. Tan solo el ballet de Gades y el de Antonio han tenido un rango comparable en calidad a los de otros conjuntos extranjeros. Pero todo ello, eso sí, a unos precios de escándalo, porque en esta demo-dura (como alguien le llamó por aquello de dicta-blanda), la vida está organizada para satisfacción y placer de ricachos y riquillos, y el que no esté de acuerdo que levante el dedo para que le receten su "disolución social" y sus 30 años de carcel, o lo que es peor, su dosis de 30-30. Así que en vista del panorama artístico de la España actual, a ver si mandan siquiera algunos cuadros de Velázquez o El Greco para que por aquí no nos crean mas subdesarrollados que ellos.
Celebro que todos esteis bien y vivais felices. Abrazos para todos y cada uno de vosotros,
Carlos [sinatura autógrafa]
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1968-12-07 |
Mencionado/a |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Falcini. 1968 en 07/12/1968
Madrid, 7 de diciembre de 1968
Sr. Luis Falcini
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Hoy he comenzado a escribir algunas cartas, a usted entre los primeros, y no porque tenga demasiado que decir, sino porque, egoístamente, espero respuestas y noticias de los amigos. A Scheimberg le digo los lugares en donde estuvimos, Nueva York, tres ciudades alemanas, Colonia, Bonn y Dusseldorf, y después en Roma y Barcelona.
En Nueva York alcanzamos a ver una extraordinaria exposición de frescos italianos renacentistas: Giotto, Piero della Francesca, Paolo Ucello, etc., seguramente extraídos de pequeñas iglesias del campo italiano a donde no acudían turistas y que deben engrosar actualmente un Museo, no sé cual, en Italia. El Paolo Ucello es un fragmento abstracto, de líneas cruzándose hasta el infinito y pudo haber sido la pintura que inspiró a Balzac La obra maestra desconocida. Para ver estos frescos hay, o había para los días que estuvimos nosotros, que guardar colas bastante aburridas.
En Roma vimos el nuevo Museo de Arte Moderno, espléndidamente presentado, donde se puede seguir todo el desarrollo de la pintura italiana desde el 900 y poco antes y donde hay ejemplos muy buenos de todos los grandes artistas que caracterizan el fin de siglo y lo que llevamos andado de éste hasta las últimas escuelas. Tambien tienen una colección bastante nutrida de arte extranjero, sobre todo franceses y alemanes. De los escultores están bien representados Medardo Rosso, Martini, Marini y Manzú. De Fontana tienen además de algunas de las últimas obras, dos o tres que corresponden al período de su regreso a Rosario y Buenos Aires.
En Barcelona vimos la gran exposición Miró, que para mí creo que fué muy importante, pues afianzó alguna de mis convicciones de los últimos años con respecto a la pintura. Está perfectamente presentada en un edificio de orígen gótico dedicado, hasta hace pocos años, a hospital, el Hospital de la Santa Cruz, y donde los colores y las líneas de Miró deben vencer la fuerza, largo y altura, de las enormes paredes de piedra. Uno no se explica por qué, o si se lo explica, no sabe expresarlo, la pintura de Miró, alegre, inspirada en parte en las decoraciones de los barros de Cataluña y de Baleares, casi folklórica, recuerda en su fuerza, en su dominio de los muros, a la pintura románica. Muy importante de la exposición de Miró es la obra gráfica de éste, mucho más importante de lo que yo sabía y de notable calidad, las litografías, los aguafuertes, los grabados en madera... Barcelona siente gusto en afirmar públicamente sus valores y este año lo ha convertido en el “año Miró”, organizando esta muestra y publicándose algunos libros dedicados al pintor en los que se prueba la capacidad gráfica de los catalanes.
En Madrid de momento no vimos nada que valga la pena. Al Museo del Prado le están remozando las paredes, sacándoles las telas que constituían el fondo de los cuadros y simplemente, pintándolas, lo que queda mucho mejor. En Roma volvimos a ver el retrato del Papa Inocencio, de Velázquez, mucho mejor presentado actualmente, y ese cuadro fantástico del Ticiano, España defendiendo la religión, o un título parecido, de los últimos años de su vida.
Bueno, esto es todo por hoy. Cuéntenos noticias de Buenos Aires. Estamos ansiosos de ellas. Saludos para todos.
Saludos de Maruja y un gran abrazo de:
[Seoane]
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1968-12-11 |
Mencionado/a |
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Madrid |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Rafael e Emma Lifschitz. 1968 en 11/12/1968
Madrid, 11 de diciembre de 1968
Sres. Emma y Rafael Lifschitz
Buenos Aires
Queridos amigos:
Suponemos que acabáis de llegar a Buenos Aires procedentes de Nueva York. Nosotros hace veinte días aproximadamente que estamos en España y estamos ya deseando llegar al Castro para quedarnos quietos y poder trabajar. Desde luego, está probado, para mí, que no soy un viajero, que no somos viajeros, que más bien nos gusta quedarnos en un sitio y casi, eternizarnos en él. Creo que para nosotros solamente van quedando dos sitios para sentirnos cómodos, Argentina y España. En Barcelona nos encontramos con una maravillosa exposición de Miró, alrededor de 400 obras, pintura, grabado, escultura, que se exhiben en un antiguo y grandioso palacio que fue el Hospital de la Santa Cruz, cuya arquitectura inicial fue gótica. La pintura de Miró resiste, se armoniza, mejor dicho, con las inmensas paredes de piedra del antiguo edificio. Tiene la misma fuerza de la pintura románica. En el fondo, Miró está influenciado más que nadie por el arte románico y de esté sacó la belleza intensa de los tonos y ese grafismo que en el pintor actual se mueve libre, loco, lírico, valiendo por sí mismo y en el románico fija una figura, un objeto, lo subraya para siempre desconfiando de la permanencia del color. A mí me gusta Miró. Partimos, salvando las distancias entre él y yo, de un gusto igual, creo, por el arte de los miniados, el románico y la pintura o el arte popular. A él le seduce e inspira el arte de las cerámicas de Baleares y Cataluña, a mí el más rudo de las rocas grabadas de Galicia y los dibujos de los naipes y de los carteles de ciego, esos que se acompañaban de aleluyas antes que la televisión hubiese matado toda poesía. En Barcelona, vimos también, aparte, todos los otros museos, el de la pintura románica; el Marés, de escultura románica, gótica y de los imagineros castellanos, sin igual en ninguna parte del mundo; el Museo Picasso, extraordinario como museo y encerrando ahora, en los últimos tiempos, toda la serie de Las Meninas donadas por el mismo Picasso, unos setenta cuadros y, naturalmente, toda su obra grabada, otros óleos, cerámica, etc. A Madrid estamos recorriéndolo nuevamente. Hemos vuelto a ver la cantidad grande de dibujos de Goya del Museo del Prado, los cuadros de la época negra y sus retratos de reyes degenerados y Velázquez y el Ticiano, y el Greco, todo lo que solamente se puede ver en cantidad, con la consiguiente calidad, en España. El domingo próximo día 15, nos iremos a Asturias a pasar unos días con mi hermana y mi cuñado y de allí, el 26 o 27 a El Castro, a trabajar y discutir con Díaz Pardo. Tengo dos o tres exposiciones para hacer. Veremos si puedo pintar con calma y me sale algo. Para ayudarme les ruego a todos los amigos que me escriban y envíen noticias. Estamos deseando tener noticias de Buenos Aires y en cuanto a vosotros, de Buenos Aires y del viaje que hicisteis. En Roma, coincidimos con Raquel Edelman* y pasamos con ella unos días muy buenos.
Esto es todo por hoy. Muchos abrazos para los amigos comunes, para Carlos, Eduardo y vosotros de:
[Seoane]
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1969-02-09 |
Mencionado/a |
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Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Lublin a Luís e Maruxa Seoane. 1969 en 09/02/1969
Buenos Aires, 9-2-69
Mis queridos y añorados Luis y Maruja:
Esta es, creo, la primera carta que yo les escribo. Todavía no sé por qué me cuesta tanto hacerlo, no con Uds., sino en general. Pero es tanto la falta de Uds. que tengo que esta es una forma de compensar las charlas que solíamos tener.
Yo regresé de Europa el 30-12-68, justo para pasar Año Nuevo con los míos. El viaje fue en todo sentido estupendo y, como todo viaje, siempre deja un aprendizaje, o sea, a uno le permite revalorizar lo auténtico y lo otro desaparece solo. Esto es una manera más que pobre de manifestarte Luis, una vez más, la profunda admiración que siento por ti y por tu obra, la autenticidad de toda, tu vida como artista. Tal vez suena esto un poco a romántico. No es así. He visto tanta y tanta pintura, y tan poco lo que realmente uno, modestamente, cree que es rescatable que yo me he preguntado más de una vez porque un APPEL o uno de KOENING ocupan el lugar que tienen y un artista como tu no está aún en los grandes museos de Europa.
Es algo que me tengo cuestionado hace rato y no encuentro una respuesta que me conforme.
En fin, el problema es más serio de lo que uno tal vez piense, lo mismo que el mercado nuestro, galerías, coleccionistas; en fin, de todo esto creo que podemos hablar mucho a vuestro regreso.
De Bs. As. fuí a Bogotá, donde concreté para el mes de Octubre o Setiembre. Tú verás mejor que fechas te resulta mejor, una muestra en el museo de Arte Moderno, que dirige Marta Traba, la cual tiene un entusiasmo enorme; te admira enormemente y no son frases solas, pues te diré que es más que exigente en lo que ella presenta. Aparte es una mujer encantadora y de un talento poco común. Nuestra idea es que vayamos con Isidoro, Emma y Rafael y Uds. juntos a Bogotá. Sería lindo, no?
De ahí pasé a París, donde estuve 5 semanas de la cuales 4 días le dediqué a Amsterdam y 8 a Londres. Los museos de esos dos países son más excepcionales. Ver los Rembrandt y Piero della Francesca y Goya y Velázquez, etc., es de una emoción indescriptible. Vi en París una muestra de 340 grabados nuevos de Picasso, el cual todavía, a su edad, nos sigue deslumbrando. Pensé que te hubiera gustado verlos. Luego en Londres vi una retrospectiva completa, incluyendo 100 dibujos de Van Gogh, también sensacional. ¡Realmente fue un artista genial!
Me dio una pena enorme no verlos en Madrid, pero mi pasaje a esa lo tenía a mi regreso, por lo tanto ya no fui, pues no quería ir sola. Me vi con Raquel Edelman y me contó del encuentro de Uds. en Roma. Yo pasé unos días muy lindos con ellas en París.
Aquí, Bs. As., en esta época está un poco triste, sin grandes novedades. Cenamos unas cuantas veces con Emma y Rafael y mañana nos volvemos a ver. Nos van a leer la carta que recibieron de Uds. y como siempre la mayor parte del tiempo son el tema de nuestra conversación.
Pensamos irnos para Bariloche el 20 y estar de regreso para el 1º de mayo.
¡Ah! Me olvidaba agradecer el envío del libro. Es extraordinario, los grabados son una maravilla.
Reciban un abrazo bien fuerte
Julia
Queridos Luis y Maruja:
Sólo el paso del tiempo que me acerca a Ustedes es la parte gratificante por ahora, la futura será el raconto que Ustedes me harán del viaje. No sé porque o quizás si sé, pero es para decirlo y no escribirlo, quiero que nos inviten para ese raconto 3 veces, una para escuchar a la pareja, otra para beber del académico y otra para gozar sólo a Maruja.
La tranquilidad político-económica invade al país, pero es así porque también son invasiones las tiranías de las supuestas democracias-aristocracias de castas como las que tenemos, en las que asegurado el alimento y la diversión, la masa no siente ninguna otra necesidad social. Un muy hábil juego de impedir la formación de subcastas asegura aparentemente la continuidad del régimen que inclusive no busca crearse ninguna imagen popular, pero cuida si, sin que ni siquiera trascienda en las publicaciones semanales tan proclives a querer analizar la situación, que jamás las tensiones lleguen a ser individualizadas como tensiones y el margen entonces de inseguridad para el gobierno rota del campo laboral al universitario, luego pasa al otro, pero jamás se adiciona ni se producen 2 tensiones en 2 latitudes distintas al mismo tiempo. Sólo una muy velada lucha por el poder entre el ministro del interior y su colega en economía Borda versus Krieger Vasena se mantiene y en algunos niveles es tema de conversación.
Una fuerte campaña psicológica en el exterior exclusivamente de Krieger Vasena lo eleva quizás a un Borda que no sabe ni quiere? crearse imagen propia. En la caída del Franco Francés, el peso argentino como tal, es decir, como divisa fuerte ayudó a sostenerlo. Luego rechaza un ofrecimiento de continuar reservando el Banco Mundial 125 millones de dólares para sostener el peso argentino en el futuro por considerarlo innecesario y da su golpe maestro haciendo circular el rumor (que luego desmiente) que el peso será revaluado por vez primera desde que nació el país. Pero en cambio, comienza a emitir ya el “peso fuerte”.
Mientras tanto, la ciudadanía (me incluyo) idiotizada todavía lee que Ilia se reunió con colegas en un asado para estudiar la actualidad argentina. Brazil come manzanas francesas en vez de manzanas de Río Negro. Fiat compra Citroen en Francia y DKW en la Argentina.
Los pulpos siguen siendo terribles por su aspecto en el mar.
Abrazos de
Isidoro
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1970-02-04 |
Mencionado/a |
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A Coruña |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Falcini. 1970 en 04/02/1970
La Coruña, 4 de febrero de 1970
Sr. D. Luis Falcini
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Estamos nuevamente en Galicia luego de un mes aproximadamente entre Londres, Barcelona y Madrid. Por mi parte comencé a trabajar realizando algunas piezas para porcelana y pintando. Para el mes de Abril expondré en Madrid, en una galería nueva y debo ilustrar para una editorial de Madrid el Martín Fierro. Es posible que salga un Martín Fierro bastante galleguizado pero me agrada la posibilidad de hacerlo. Tengo que hacerlo antes del 15 de marzo.
En Londres vi nuevamente el Museo Británico, la Tate Gallery y algún otro Museo. Ví nuevamente todo lo que guardan de la escultura asiria, egipcia y oriental en el Museo Británico. Las maravillas egipcias y esos fantásticos leones alados asirios que convierten en ridículos los leones británicos y españoles de los escudos y de las entradas de los paseos. No sé como pudo ser la pintura, o, si lo sospecho, por los ejemplos que quedan, cae uno en la cuenta que la monumentalidad estuvo en aquella época solamente a cargo de la escultura.
Claro que esto ocurrió siempre que se hizo escultura monumental y pintura mural. La pintura no pudo, nunca, pienso, competir en grandeza con la escultura. Fué siempre más ilustración, procedimiento dedicado a la enseñanza más que dedicado a imponerse al espectador como en esas esculturas asirias, o esas otras gigantescas figuras egipcias. No se trata de cual arte sea superior, como se discutía hace tres siglos o algo más. Son artes distintas con fundamentos comunes.
En Méjico los relieves que se conservan de las viejas civilizaciones indígenas poséen una fuerza no alcanzada, a mi juicio, por ninguno de los muralistas de este siglo. Esas cabezas de guerreros o esas serpientes aladas, o algunos de los dioses que representaban se convierten en alegato ilustrativo a través de Ribera o de Siqueiros en un arte menos impresionante, sereno y eterno. No es igual una armadura de metal que su dibujo. Las simulaciones de la pintura no recrean la naturaleza. La escultura la eterniza. A medida que pasan los años me atrae más la escultura cuando es tarde para intentar hacerla.
En Barcelona volví a ver el Museo Picasso y el de arte románico e incluso fuí al Museo del Traje recién inaugurado, espléndido, abarca desde el siglo XVI hasta comienzos del XX y en él se representa la necesidad del ornamento que sintió siempre el hombre. A través del traje va uno identificando a las gentes de distintas épocas de acuerdo con la historia del arte. Encuentra las correspondencias a los gustos de época. Se encuentra el traje que corresponde a Velázquez o los hermanos Le Nain, o el que corresponde a Fragonard o a Goya, y no porque estos pintores los hubiesen copiado, sino porque corresponden a sus estilos, como los de comienzos del siglo XX son modernistas o Art Noveau, o como quiera decírsele.
Bueno, todo esto es una disquisición que tiene por objeto decirle algo de nuestra vida a usted y a los amigos y pedirles que nos escriban.
Un gran abrazo con saludos para todos de Maruja y mío:
[Seoane]
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1970-04-20 |
Mencionado/a |
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A Coruña |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Pagano. 1970 en 20/04/1970
La Coruña, 20 de abril de 1970
Sra. Sarita B. de Pagano
Buenos Aires
Querida amiga:
Debo carta a muchos amigos entre ellos a usted. Esta vez escribí muy poco, o nada o casi nada, a todos ellos. Por trabajo, por pereza, por aquello que no vale la pena disculparse porque suena demasiado a eso, a disculpa, a pretexto de disculpa. Efectivamente trabajé hasta ahora mucho, se lo conté a todos los amigos y a Falcini, a Scheinberg y ahora acabo de hacer una exposición en Madrid con mucho éxito, se cerró el 15, muy buena crítica y mucho público; tambien algunas ventas. Madrid crece mucho por la emigración interior y porque se lo propuso así el actual gobierno que quiso aplastar a Barcelona y crear una capital sin igual en España, en tamaño y habitantes, al centralismo. Pero el centralismo se está derrumbando de podrido, de inepto, y Barcelona continúa siendo la ciudad más inquieta en bastantes órdenes, de España. En Madrid sin embargo se han abierto nuevas galerías de arte en los dos o tres últimos años y la preocupación, en lucha, por los asuntos culturales, vuelve a tener el vigor anterior a la guerra civil. En los días de comienzos de este mes estuvimos allí, vimos una extraordinaria exposición de pintura italiana del siglo XVII traída de todos los museos de España y que reúne centenares de obras maestras. Se hubiese podido hacer un gran museo con todo lo presentado. España es, ya se sabe, el país europeo que contiene más pintura italiana de esa época luego de Italia, muy bien seleccionada además. Casi siempre fueron pintores los que seleccionaron. Velázquez fué el que hizo traer a España al Ticiano, al Tintoretto, etc., y los reyes y la iglesia del pasado fueron siempre exigentes en cuanto a los encargos. Por otra parte la pintura italiana influyó mucho en determinadas épocas en la española y precisamente su influencia fué mucho más señalada, creo, en el siglo XVII con el Caravaggio y los tenebristas, los Carracci y los manieristas, etc. En esta época dominada parte de Italia y [sic] muchos pintores italianos acudían a Madrid donde trabajaban en la Corte o para la iglesia. Hay excelentes obras de arte italianas en paredes de España y multitud de cuadros excelentes que hasta ahora no se habían mostrado juntos. Es esa, continúa abierta, una gran exposición. Estuvimos nuevamente en El Prado, mejorado en muchas salas, mejorada la iluminación y ordenado de nuevo los dibujos de Goya, puestos antes en vitrinas muy feas.
Estas son unas pocas noticias que envío ahora. Ya hablaremos de todo esto a nuestro regreso. Desde una ventana estoy viendo un mar casi violeta en la línea del horizonte, y verde y plata junto a la costa. Llueve y hace sol, alternando sol y lluvia. Enfrente hay una escuela y los niños se recrean jugando a la pelota. Muchos de ellos, quizás la mayoría, sean, dentro de 8 o 10 años, emigrantes como muchos familiares suyos, cumpliendo el destino fatal de los gallegos.
Un gran abrazo de Maruja y mío para los suyos y para usted, para Nélida, Anita y todos los amigos comunes:
[Seoane]
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1971-08-31 |
Mencionado/a |
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A Coruña |
Bos Aires |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Girri. 1971 en 31/08/1971
La Coruña, 31 de agosto de 1971
Sr. Alberto Girri
Buenos Aires
Mi querido amigo:
Recibí tu carta, una espléndida carta, de hace dos meses y que te agradecí mucho. Desde entonces ya “salió” la jarra-busto de Rosalía, terminé la de Pablo Casals e hice algunos nuevos objetos, con figuraciones, claro está, también para porcelana. Inauguramos una nueva sala del Museo que fundamos Díaz Pardo y yo, que no sé si tú sabes de él, e inauguramos una galería de arte con grabados de Picasso y Miró. Todo esto llevó tiempo. El museo está en una aldea a diez kilómetros de La Coruña y dedicado a pintura gallega a partir de la generación gallega del 30 hasta los más jóvenes. Es en realidad, un museo de arte moderno gallego, pero prescindimos de la palabra moderno, que en realidad no explica nada. Con algún amigo turista, recorremos toda esta zona de la costa gallega, con alguna salida a la montaña, nada conocida del turismo, más bien conocida por muy pocos y mucho menos, naturalmente, que por los invasores vikingos y los piratas ingleses. Galicia es una enorme sorpresa. Tan pequeña superficie y tan cargada de arte, historia y leyendas y tan desconocida hasta del resto de los peninsulares.
Me gustó mucho tu poema Lección de lo inmóvil y la frase de un verso, lo duradero es estático es de una exactitud extraordinaria. Duraderas con las esculturas asirias y egipcias, desde ellas la escultura decae, y las pinturas románicas y las de Piero della Francesca y las de Velázquez. Lo que se llama movimiento en pintura no existe más que como tema, Goya convirtió en estáticas a las brujas para siempre, y los persas y los turcos a esas figuras que conducían camellos y que andan sobre arena, pero que se detuvieron para la eternidad porque la mano de un artista así lo quiso, deteniéndolos en esa actitud determinada. Cuando regrese a Buenos Aires, te daré a leer un ensayo de un pintor gallego fallecido hace años, Carlos Maside, sobre el estatismo en arte. Un ensayo curioso donde compara retratos populares de campesinos con obras de arte de hoy y del pasado y a propósito del estatismo. Estáticas son las representaciones de (¿Burr?) y las de esa Virgen con Cristo en el regazo. Estática es la doctrina que propugna La lámpara maravillosa de Valle Inclán y la del Padre Molimos, en Castilla. Discutiré contigo tu programa exaltando el anacronismo. Todos somos anacrónicos de nacimiento. Esa es nuestra diferencia y nuestra libertad. Ocurre que nos pasamos la vida anulando nuestra individualidad, nuestro anacronismo. Algunos ancianos en eso que llaman la segunda infancia vuelven a ser anacrónicos, libres, pero ya es tarde.
Un abrazo de Maruja y mío para Aurora y para ti:
[Seoane]
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1973-04-27 |
Mencionado/a |
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Nova YorkVigo |
Nova YorkA Coruña |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Paz Andrade a Seoane. 1973 en 27/04/1973
Vigo, 27 de abril de 1973
Sr. Don
LUIS SEOANE
Pintor
Paseo de Ronda 5-6º izd.
Torre de La Coruña
LA CORUÑA
Querido Luis:
A voltas coa figura de Añón, pra completar o texto d-unha conferencia que fixen hai tempo, volvin a tomar nas maos El álbum de El Miño. N-ésta rarísima colección, sen intuito de atopalo, din co artigo que ti i-eu viramos hai tempo, sobre un Museo de Pinturas en Ourense.
Mandei facer algunhas copias, e como sei do teu intrés por recuperar un rastro tan atraente, envíoche unha d-elas. O autor, como sabes, foi unha figura de gran relevancia na política liberal do seu tempo. Foi defensor de Curros na apelación do seu proceso, e estuvo proposto como Ministro da primeira República. A primeira parte do artigo revela ben a sua formación cultural, mais agora o que pode ter mas intrés son as referencias que fai do Museo de Pinturas d-Ourense, do que hoxe non se conoce nin rastro.
Aproveito a oportunidade pra decirche que temos un neto. Fai catro dias que naceu, e a os ollos d-un abó primeirizo promete sair a raza.
Nosas mellores lembranzas pra Maruxa, que Pilar, Alfonso e Gloria tamen mandan pra ti, coa mais forte aperta do te[u] sempre incondicional amigo,
Valentín
[Anexo.]
[Mecanografado.]
BELLAS ARTES
MUSEO DE PINTURAS DE ORENSE
Las relaciones que hay entre lo bello, lo verdadero y lo bueno, dan a las bellas artes una parte esencial y una influencia sobre las costumbres, que no puede ser omitida sino por el legislador que ignora o no sabe aprovecharse de estas relaciones.
(Filangieri, Ciencia de la legislación).
El esplendor de las bellas artes es un símbolo de prosperidad en las naciones. Cuando la civilización antigua, aislada como el oasis en la inmensidad de los desiertos, se fijaba en un país determinado para derramar en él la semilla de la verdad, la vida de los pueblos estaba como la del hombre sometida a una marcha fatal e inevitable, porque eran desconocidos, o no se desarrollaron aun, los elementos sociales consignados en el evangelio. La libertad del hombre, la igualdad de todos ante Dios, dieron por resultados la soberanía de los pueblos y el dogma sagrado de la fraternidad universal, fin a cuya consecución marchan las naciones realizando la idea del progreso, uniéndose en estrecha alianza para romper de una vez el círculo fatal de Vico, y aspirar constantemente al bien por esa senda misteriosa, de límites desconocidos, trazadas por la mano de Dios en el solemne día de la creación.
Los pueblos antiguos podían morir, porque su vida se alimentaba de conquistas, sus fundamentos eran las cabezas de numerosas falanjes [sic] de esclavos, el sunmun jus de sus legislaciones, era la fuerza o la voluntad de los señores.
Los pueblos de hoy no morirán como los de ayer; en la mente de todos los hombres no hay más que una patria, que es el mundo; ni más fundamentos sociales que el derecho; ni más naciones que una sola, la humanidad.
Pero los primeros tuvieron en el desarrollo de su vida un periodo brillante; igual a la juventud del hombre llenos de glorias e ilusiones de triunfos y conquistas, de expansión y de placeres. Entonces aparece el Genio de las artes, cantando al son de arpa las victorias, trasladando al lienzo los ejércitos de la patria en los momentos del combate, reanimando con los himnos el valor de los guerreros, y fundidendo al mármol inanimado el fuego inmortal de la belleza, y dando a la estatua, el secreto de la espresión [sic].
Y Grecia, coronada con los laureles de Salamina, y tendida en la falda del Olimpo, ó en las plazas del Egeo, escucha con sonrisa en los labios los cantos de sus poetas, contempla las creaciones de Fidias y las pinturas de Apeles el divino.
Y Roma, heredera del genio de la Grecia, llora al percibir las lamentaciones del vate desterrado, mira con dulce arrobamiento al Cesar que entra triunfante en la ciudad, orgulloso con el botín de los vencidos, y acoge en su regazo un libro en cuyas páginas consignara Virgilio el origen divino de la señora del mundo.
Y después del gran cataclismo de la invención bárbara renace el arte, espiritualizado por el Evangelio. Más tarde, Italia reconoce en el Dante a su poeta predilecto, y en Rafael de Urbino, al pintor del Cristianismo, y en Miguel Ángel, ve un segundo creador que dá [sic] a la idea nueva una bóveda inmensa como el cielo, destinado a recibir tal vez por siempre el incienso sagrado del sacrificio.
España, al escuchar los suaves acentos de Garcilaso, amante ruiseñor que anuncia el Siglo de Oro: se levanta hermosa como las zágalas del poeta, toma proporciones gigantescas, lucha, vence, y se duerme después, abrumada con el paso de cien coronas, y arrullada por el deleitoso aliento de sus célebres artistas.
Todos los pueblos, en fin, cuentan ese día de dulzura precursor de la noche de su muerte.
También Galicia ha sido grande.
Durante un largo periodo inaugurado, podemos decir, en el siglo IX con la aparición de las sagradas cenizas de Santiago en Compostela, la religión es dominante. La fé de nuestros mayores erige templos y monasterios, edificios sorprendentes por su lujo artístico. Testigos, la gran Basílica del Zebedeo; el Convento de S. Martín de Santiago, convertido por nuestra edad en Palacio de la Industria; el Monasterio de Osera, llamado el Escorial de Galicia, perla escondida entre montañas, los claustros monumentales de Celanova, y otros mil recuerdos, himnos en piedra, poemas de una edad grande por sus virtudes y sus vicios.
La ciencia no residía en los castillos, donde hablaba la fuerza, su mísera enemiga, pero el monasterio se encargó de alimentarla como a paloma fugitiva de los campos de batalla. El monasterio agrupó en rededor de sí la población; a su sombra se desarrolla el comercio en las ferias y mercados, celebrándolos el día de alguna festividad religiosa; enemigo a veces de los monarcas, les ayuda después de una importante obra, la consolidación de las nacionalidades; alimenta al pueblo con la sana doctrina del Evangelio, y ejerce, en fin, durante cierta época, una influencia saludable en el probreso. No descuidó las bellas artes; en su retiro se desarrolla libremente la inspiración de los artistas, alimentada por la idea cristiana, virgen de celestial sonrisa, que arroja al mundo munumentos [sic] como arroja perlas a la orilla el insondable mar.
Velázquez y Murillo, Zurbarán, y Alonso Cano, Juan de Juanes, y el divino Morales y Rivera, nombres ilustres en la historia de las artes españolas; fueron apóstoles de la verdad, como los que marchan a remotos países en busca de la palma del martirio. Toda idea, antes de ser apreciada por la inteligencia, es sentida por el corazón; el cristianismo para encarnarse en la mente de las naciones, necesitaba escitar [sic] el sentimiento; entonces, del mundo de la luz, brotaron esos genios para revelar al hombre la verdad con su pincel civilizador.
Alzad la frente de la tumba, artistas venerandos, para escuchar una verdad que el buen sentido de mi siglo hace circular de boca en boca; siempre a las grandes almas se han unido grandes desventuras; unos habéis muerto fallecidos por el hambre; a otros, la miseria os obligó a ser el juguete de la voluntad de los monarcas, que se llamaron vuestros protectores para exigir de vosotros la adulación y la mentira; la amargura acibaró vuestra agonía y el olvido veló vuestros sepulcros; pero la nueva generación que nace y se levanta para enarbolar sobre los escombros de la inquidad el pendón de la justicia, al borrar de la memoria los nombres de los que se creyeron superiores a vosotros, os bendicirán como los grandes hombres de vuestro siglo, como los obreros incansables de la civilización.
Quién desconozca la misión social de las bellas artes, desconoce al hombre y las condiciones necesarias para su desenvolvimiento en el tiempo. Las bellas artes bastan por sí solas para darnos a conocer una época dada de la historia. Aquel periodo de fé en que Galicia aparece como madre cariñosa que purifica las conciencias de millares de peregrinos, con el bálsamo de la religión, está escrito en preciosos lienzos que nuestra edad recoge cuidadosa y no destruye, porque es mentira que nuestro siglo haga escisión con lo pasado, siendo la acumulación de vida, la obra constante de progreso.
La provincia de Orense, ese bello florón de la península, ha visto alzarse durante la edad media, sobre la alfombra de sus campos, y al pie de sus montañas, monumentos de grandeza en cuyos pacíficos recintos se desarrolló notablemente la pintura.
Si al cruzar por nuestros valles divisáis las ruinas de algún convento solitario, no profanéis los claustros, habitados por el silencio de los siglos, y en donde no se escucha otro ruido que el murmullo de las fuentes; derramad sobre ellos una palabra de bendición porque han sido el refugio del saber hasta el día en que la ciencia desplegó sus alas de oro y rompió su sepultura. No busquéis allí los lienzos de que os he hablado; venid a la ciudad.
En un gran eficio moderno, destinado a las dependencias oficiales, existe como un centenar de cuadros, procedentes de los monasterios de Osera, Celanova, Melón y San Francisco.
Los límites de un artista no permiten estenderme [sic] acerca del mérito de cada uno de ellos; así me fijaré tan solo en los más notables [En nota: Debo estas indicaciones al distinguido artista Don Constancio López Corona, Director de la Escuela de Bellas Artes de esta capital.]
Llaman la atención dos grandes colecciones, representando una la vida de San Francisco y otra el Apostolado: la primera es de la escuela flamenca, y la segunda pertenece a la española; ésta última debe ser obra de algún discípulo de Rivera, el Españoleto, y al parecer de los inteligentes, el santo Tomé, pertenece al mismo Rivera, según lo indica lo riguroso de su entonación.
Existe otra colección de grandes cuadros que representa la familia de San Rosendo. Todos éstos parecen ser de don Diego de Fierro, pintor de Cámara de Carlos IV, según una inscripción que se ve en el dorso de uno de ellos.
Más que por la ejecución, aunque hay en él bellas cabezas, es notable por el asunto un cuadro de grandes dimensiones. Es el árbol genealógico de la orden de San Francisco. En él están representados por categorías los P.P. que alcanzaron el don de Santidad, los mártires, los pontífices, los cardenales y obispos.
En la esquina izquierda interior se ve el retrato bien ejecutado de Fr. Damián Cornejo, Obispo de Orense; y esta circunstancia ha ce sospechar que el cuadro, de autor desconocido, ha sido pintado de su orden.
Entre los infinitos retratos, citaré tan solo el del R. P. Maestro Fr. Manso Izquierdo, Genral de la congregación de San Benito; y el de nuestro ilustre compatriota, el venerable y erudito Feijóo; el primero muy notable por la ejecución; el segundo por la exactitud.
En otro cuadro de tamaño natural se ve a San Francisco meditando sobre la pasión de Jesucristo; sobresale por el misticismo y es del estilo de Zurbarán.
Vese en un lienzo bastante deteriorado, una pintura que representa a San Bernardo, arrodillado ante la imagen de María; me ha llamado la atención por el colorido, y porque el apellido de su autor, me hace creer que es uno de los muchos hijos dignos de Galicia, ignorados como todo lo de nuestro país. En una esquina del lienzo se conserva esta inscripción: J.A. Amoedo, 1751.
Sobre el mismo asunto hay otro cuadro muy bueno, muy superior al primero, de la escuela sevillana. Es notable también una Virgen de Alonso Cano, digna de estudio por la excelencia de sus paños y la delicadeza de los contornos, en especial de las manos.
Pero lo superior a todo elogio es una bellísima Virgen de la Ascensión, que se sospecha con fundamento sea obra del pincel de Mateo Cerezo. Sobresale este cuadro por la actitud, las sombras, la expresión y el colorido. No tiene inscripción alguna que pueda darnos luz sobre el artista que la pintó: la perla del Museo es de un autor desconocido.
Basta lo dicho para dar a conocerse algunos de los monumentos del museo de Orense. También es suficiente para que nuestro patriotismo no se satisfaga con la conservación de dichos cuadros en las salas y pasillos de una casa de oficinas; es necesario un salón especial, grande y decoroso para conservarlos, no como muebles de adornos, sino como restos de un periodo de grandezas, no unicamente para conservarlos, sino también para que el joven inspirado pueda cultivar el gusto, y desarrollar imitando, el sentimiento de lo bello. Pero en esta cuestión, como en otras muchas, se tropieza con una dificultad gravísima; cuando se despilfarra dinero en sueldos y pensiones la digna comisión de monumentos a duras penas [h]a podido conseguir la pequeña cantidad de 3.000 reales anuales, con los que tiene que atender a los gastos de secretaría y a la conservación de tantos lienzos. Séame lícito deplorar aquí la escasa significación política de las provincias y recordar al gobierno de la nación el imprescindible deber de fomentar el desarrollo de las artes. En este punto es donde conviene imitar el ejemplo de la Francia; hay en sus departamentos museos tan notables como en la cabeza del imperio.
No desdeñen los gobiernos las palabras del célebre juriconsulto Filangieri: un pueblo apreciador de la belleza está más dispuesto que otro para conocer la verdad y practicar el bien.
Y si llegase un día en que las cuatro provincias gallegas se uniesen para formar con sus tesoros un museo de antigüedades y bellas artes. Galicia entonces daría al resto de la península un elocuente ejemplo. Y puede hacerlo, tenemos monumentos que atestiguan la dominación de los celtas y los suevos, inscripciones, torres, puentes, bustos, columnas miliarias que nos prueban la de la reina de las naciones; por todas partes encontramos ruinas, tradiciones y cantares poéticos, recuerdos del poder feudal; y en la cuna de los Moures, Castros, y Villamiles, de los Feijos, Aguirres y Faraldos, nacen genios, que mueren muchas veces por falta de aire que respirar.
Abrazaos provincias hermanas, al percibir el cántico lisonjero del genio del porvenir; que ese abrazo de santa fraternidad, oh Galicia, ha de salir un día, yo lo espero, el ángel de tu redención y tu ventura.
JUAN MANUEL PAZ.
Orense, se[p]tiembre de 1859
Artículo publicado en ALBUM DE EL MIÑO, páginas 492 a 495. Se editó en Vigo, en 1858, establecimiento tipográfico de D.J. Compañel, c/ Real núm. 14. El autor, aunque no firma con el segundo apellido es Don Juan Manuel Paz Novoa.
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1976-08-07 |
Mencionado/a |
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Bos Aires |
O Castro [parr. Osedo, conc. Sada] |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Díaz Pardo. 1976 en 07/08/1976
Buenos Aires, 7 de Agosto de 1976
Sr. D. Isaac Díaz Pardo
Sargadelos
Querido Isaac:
Recibí tus notas y tu carta la última, del 11 y 13 de Julio y otra del 24/VII. Te agradezco mucho tu invitación al regreso con motivo de mi salud. Posiblemente todo se resuelva bien, de momento dejé aplazadas todas las exploraciones médicas hasta después del 14, día de la clausura de mi exposición en Bonino. Creo que todo irá bien. Estos días tengo un gran dolor de espalda producto, con seguridad, de un enfriamiento y no fui a la galería ni hice nada, volveré hoy. La inauguración constituyó una manifestación de amistad, que es lo que resultan ser las inauguraciones. Tiene mucho éxito de crítica y público y creo que a pesar de todas las dificultades porque atraviesa esto venderé algo. Ya vendí dos obras. Me quedan tres exposiciones más, una en septiembre en Rosario y dos a fin de año, Mar del Plata y aquí mismo en Buenos Aires. Trabajo lo que puedo. De la exposición de esta estoy contento, creo que es una de las mejores de las hechas por mí en los últimos tiempos. De ahí leí algunas notas que me prestó un amigo que regresó de esta unos días en esa, en La Voz de Galicia un artículo de González Garcés sobre Tomasello, afirmando que es una de las grandes personalidades del arte en el mundo. Me gustaría que viniese a Buenos Aires, pues aquí están muchos pintores que resultan antecedentes de Le Parc y Tomasello y otros que fueron sus compañeros de inquietudes y colaboraban con ellos en igual camino estético y siguen como ellos trabajando con iguales propósitos. Con arreglo al criterio de Garcés esta es una ciudad tan llena de grandes personalidades universales que de venir aquí él mismo se desorientaría. A mí me interesan más Mac Entyre y Vidal, por poner dos ejemplos, y no salieron, que sepa yo, de Buenos Aires. NO sé si siquiera estuvieron alguna vez en París. En mi época, aparte de algunos nombres realmente universales de esta ciudad, Picasso, Bracque, Matisse, Masson, etc. buscábamos los alemanes casi desconocidos en Francia, abstractos y no abstractos, los ingleses como los que formaban el grupo “Unit One” en el que se destacaba como animador Paul Nasch, los expresionistas belgas que admirábamos todos, Maside, Souto, Colmeiro, Mazas, etc., que eran Ensor Permecke, De Smet, o los muralistas mejicanos, por otras razones, sin olvidarnos de Malevitch o Rodchenko y otros. El arte se hacía en cualquier parte y no nos dejábamos engañar por la propaganda hecha para orientar al consumidor. Claro que seguramente éramos un poco aldeanos y yo al menos en estas cuestiones continúo siéndolo juzgando una vaca por lo que realmente vale, no por lo que dicen que vale. En La Coruña ahora no se trata de enseñar a su pueblo lo que se hace en Galicia, como se hizo en la barraca Resol y soñamos hacer tú y yo hace pocos años, sino enseñarle los “originales” de lo que más se reproduce en las revistas subvencionadas por las galerías de arte internacionales. El público no sabe lo fácil que resulta venderse para un artista con pocas dotes que tenga. Cuando buscábamos de conocer los artistas de otros países, lo más similares a Galicia por su geografía, historia, costumbres, etc., lo hacíamos tratando de encontrar lo diferencial de nuestro espíritu gallego para expresarlo como lo hacían ellos. Buscábamos aquello que nos unía con el pueblo y con nuestro pasado artístico. Ahora no, vivimos lo que se dice sociedad de consumo y lo que se consume es universal, claro que las ciudades son cada día más cosmopolitas, pero las ciudades no son los países que vienen formándose, cuando no son artificiales, desde la prehistoria y de acuerdo con una naturaleza. Les conmueve Tomasello pero no les conmueve Laxeiro, por poner un ejemplo, para mí una personalidad gallega universal pero cuyo arte gallego no puede entenderse sin Galicia como es el caso de Maside y Castelao, por alegar dos ejemplos más. De Leonardo y Velázquez nos interesa su pintura y no los ornamentos ya olvidados hechos para los duques y los reyes con motivo de sus fiestas; y Tomasello, como Le Parc, son puro ornamento, bellísimo ornamento. Picasso, fue un español, no podía ser otra cosa y Matisse y Bracque franceses, ¿de dónde son Tomasello, Le Parc y Vasarely, o los que aquí hacen lo mismo? Y qué nos importan a nosotros que soñamos con reivindicar a un país y ofrecer nuestra visión de él?
Perdóname esta lata, algún día hablaré de esto con Garcés a quien respeto no sólo por lo que le debo sino también por lo que vale, pero quería confiar esta inquietud a alguien y te la confío a ti. La representación mía para la Asamblea, efectivamente, no se la envié a José Luis, se me pasó. Perdonadme. Espero tu carta escrita con calma. Cuéntame de los amigos comunes. Esta semana que viene te enviaré la monografía. Quizás tenga necesidad de un contrato de ahí. Ya te escribiré si lo necesito. Hoy le escribo también a Varela de quien recibí carta y a José Luis. Recibid todos, Mimina, María, José, Rosendo si está ahí, todos un abrazo de Maruja y mío y tú otro grande de:
Seoane
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1977-05-31 |
Mencionado/a |
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Nova YorkOlivos |
A Coruña |
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Blum a Seoane. 1977 en 31/05/1977
Sigwart Blum. Quintana 2572. Olivos. Buenos Aires. Argentina.
31-5-77
Queridos Luis y Maruja:
Hace pocos días, vi a Julia Lublin y ella me contó que encontraba a Uds. muy bien en su querida Galicia. También deben haber recibido la revista GRAPHIS, como siempre bien impreso y diagramado. Olvidaban publicar también unos trabajos de Ayax Barnes. Tienen la intención de hacerlo en el número siguiente, pues, revisando nuevamente el material, el Sr. Herdeg se dió cuenta que los diapositivos enviados no eran secuencias de películas, sino ilustraciones para sus libros de chicos. Barnes está ahora en Italia, después de haber prohibido uno de sus libros. También Distéfano se prepara para marcharse. Creo a Barcelona, donde radican muchos gráficos-amigos.
Y aquí?
Muchas exposiciones, pero muy mediocres. Una de Segui... una imitación de los hyper-realistas de USA, España y Alemaña. Muy aburrido. Carlos Alonso, meditando sobre sus próceres Rembrandt, Van Gogh, Ticiano, Velazquez, Courbet, etc. Se encuentra en su salsa. Con la habilidad de siempre, pero muy poco “creación”. Un impasse? Un alto en el camino o la crisis de nuestros artistas jóvenes, que se ve en el arte de ellos? A veces uno cree que es una generación que ya no da más...
Tambien Noé, después de arrancar de nuevo con la pintura, muestra un arte confuso. Es tan lamentable.
Cómo andan sus cosas, Luis? Va exponer en España, Suiza, Alemania o en otro pais del continente? Vale la pena hacer algún viajecito con Maruja.
Nada más para hoy solamente salud y suerte para Uds. dos y saludos muy cordiales de Margarita y
Sigwart Blum
N. B. Creo que la revista sobre América Latina le interesa.
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1978-04-05 |
Mencionado/a |
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Bos Aires |
A Coruña |
Orixinal
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Transcrición
Transcripción da epistola Carta de Seoane a Dónega. 1978 en 05/04/1978
Buenos Aires, 5 de Abril de 1978
Sr. D. Marino Dónega
A Coruña
Querido Dónega:
Recibimos a tua carta do 7 de Marzal. Enchéunos de contento o recibila, e de ter noticias vosas e de algúns amigos. Nos estamos preguiceiros para escribir cartas e xa matinamos con ledicia nas respostas que recibiremos con novas noticias. Alegréime moito do ingreso dos novos académicos, pois os tres, por distintas razóns, merecen a designación. Tiven noticias da designación de Rosón para Presidente da Xunta de Galicia e perdín xa calquer clase de fe no porvir desta. Sempre pensei que os parlamentarios galegos, por moi romos que fosen, serían capaces de xunguirse para designar unha persoalidade do seu país. García Sabell ou Ramón Piñeiro tiñan de ser, ó meu xuicio, os candidatos mais claros, entre os poucos que pode contar a Galicia de hoxe, con unha conducta de moitos anos ao servicio dos ideales galeguistas. Alegreime tamén da noticia de que de vez en cando ves a Dieste, tan xenerosamente comunicativo do seu grande talento e intuición. Cando chegou a Buenos Aires deslumbróu ao público dunha sociedade cultural de aqueles anos, polo 1939 ou 1940, coas suas conferencias encol de Velázquez e Edgar Poe. O análisis da pintura de un e o desmiuzamento de técnica narrativa de Poe, foi extraordinaria. Causou sorpresa, como anos mais tarde a que pronuncióu encol da laboura das Misións Pedagóxicas durante os anos da República. Dieste é un dos mais grandes exemplos do inxenio galego, e, tamén o é da disipación dese talento en conversas con amigos e tertulias. Moita xente débelle moito. Moitos que hoxe trunfan en Madrid ou en México, ou en Buenos Aires. Un dos seus grandes méritos é a xenerosidade. Estimulóu a moita xente para que escribisen ou pintasen. Débenlle moito os pintores, mais tamén bastante os escritores dos que foi amigo.
De Isaac non sei nada dende fai un mes aproximadamente. Debe estar moi ocupado. Eu estou matinando publicar unha nova revista semestral, Cuco Rei que siga a de seis páxinas feita xa fai moito.
Cóntame do viaxe a Salamanca e dime si pode haber convivencia en España de culturas.
Unha gran aperta para Fernanda, Milagro e Fernando, e para tí de Maruxa e miña:
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